Está en la página 1de 6

Universidad de Córdoba

Facultad de Ciencias Agrícolas


Departamento de Ingeniería Agronómica
Ensayo del libro La Primavera Silenciosa, Rachel Carson
Wilson Fernández Gómez
Abril 04 de 2016

La Primavera Silenciosa, un libro de divulgación científica publicado en


1962, que se convirtió en aquella alarma que despertó al mundo, que le
abrió los ojos, que lo libró de esa “amnesia progresiva” en la que se veía
sumido el hombre con respecto al notable daño que le causa a diario a la
naturaleza que lo rodea, este es causado sin discriminación mediante el uso
de productos químicos, eficientes hasta su límite, tanto para el beneficio
humano como para su potencial fracaso. En este libro Carson explica los
peligros ecológicos que se corría por cuenta del uso de productos como el
DDT y que si esto no se detenía ocasionarían sucesos fatales e irreversibles
como la desaparición de todos los pájaros del mundo.

Carson resalta el impacto que causan los residuos de los múltiples


insecticidas y productos químicos usados para combatir las plagas de
insectos, estos se empezaron a desarrollar sintéticamente por la industria
durante la segunda guerra mundial, aunque ya desde antes se empleaba el
arsénico, para los insectos y malezas que atacaban a cultivos, siendo éste
un contaminante del ambiente, capaz de provocar un envenenamiento
crónico y muerte en animales, el uso de éste mineral de una muy alta
toxicidad, que aclaro, es menos mortífero que los insecticidas usados en la
actualidad, sin embargo, no debe pasar desapercibido. El uso del arsénico
fue uno de los tropiezos que llevaron al hombre a caer por un “espiral de
muertes”, como lo es el cáncer la enfermedad que se convirtió en una de
las causas principales de muerte alrededor del mundo. Según The National
Cancer Institute (NCI) en total existen alrededor de doscientos tipos de
cáncer que pueden afectar al cuerpo humano. Un gran porcentaje de
personas padecen cáncer en algún momento de su vida, además en 2016, se
estima que serán diagnosticados 1’685.210 casos nuevos de cáncer en
Estados Unidos y 595. 690 Personas morirán por la enfermedad, pero eso
no es todo, más de 60 por ciento de los nuevos casos de cáncer en el mundo
tienen lugar en África, Asia, Sudamérica y Centroamérica; 70 por ciento de
las muertes por cáncer en el mundo también ocurren en estas regiones, y ya
conocemos las condiciones de desarrollo de las regiones anteriormente
mencionadas.
Después de leer los tristes, pero reales, datos anteriores es preocupante
saber que los esquimales (también llamados Inuit según la región) a
mediados de 1950, no se habían enfrentado aún al cáncer, pero en estudios
realizados en los sesenta ya se encontraron residuos de plaguicidas en su
organismo y empezaron a aparecer los primeros casos de esta enfermedad.
Podemos corroborar con lo anterior la acelerada dispersión del cáncer sin
tener que contar con mucho tiempo y que los plaguicidas contribuyen de
gran manera en el desarrollo de las células cancerosas, estos productos
están compuestos por sustancias tóxicas que por diferentes medios entran a
nuestro cuerpo, permaneciendo en él, convirtiéndose así en disruptores
hormonales, que actúan interfiriendo en el funcionamiento del sistema
hormonal mediante la suplantación de la hormonas naturales, el bloqueo de
su acción, o el aumento o disminución de sus niveles.

Se habló del arsénico y notamos las consecuencias de su uso


indiscriminado, pero también se recalcó que es menos mortífero que los
insecticidas posteriormente usados a éste, estos insecticidas fueron quienes
dieron el empujón final al hombre para sentenciar su caída, sin saber en
aquel entonces la trascendencia que estos traían consigo, las cuales
afectarían a la naturaleza y a los seres vivos que en ella subsisten, como la
desaparición de familias completas de aves debido a la acción del DDT y
de ello sus consecuencias.

El Dicloro-Difenil-Tricloroetano (DDT) es un compuesto incoloro,


cristalino, lipofílico e hidrofóbico. Fue sintetizado en 1874, año en el que
fue llamado “compuesto milagroso”, gracias a sus espectaculares
propiedades insecticidas, siendo empleado contra la malaria, el tifus y otras
enfermedades reemergentes, en los ejércitos y hasta en la población civil.
Al finalizar la guerra, este compuesto se siguió empleando como pesticida
y como insecticida con uso más general, hubo un aumento en su demanda y
por ende en su producción. Hasta la llegada del DDT, unos 200 millones de
personas eran atacadas por la malaria cada año, de las cuales morían 2
millones. A comienzos de 1946, un programa de rociado a gran escala,
dirigido contra el mosquito Anófeles produjo una muy considerable
reducción de estas cifras. El científico Walter Ebeling llegó a decir "ningún
otro compuesto, ni siquiera la penicilina, ha salvado tantas vidas". En 1955
la Asamblea Mundial de la Salud inició el programa de erradicación del
paludismo a nivel mundial, que dependía fundamentalmente de
tratamientos con DDT, pero hay que aclarar que estas aplicaciones no
fueron de forma indiscriminada.

Quedó demostrado que el DDT tiene la capacidad de pasar de un


organismo a otro, por ejemplo, el proceso de espolvorear un campo de
alfalfa, a ser comida de gallina, y pasa a los huevos de esta y
posteriormente se aloja en el organismo de un humano que se alimenta con
dichos huevos, como este existen cientos de procesos mediante los cuales
el DDT termina ocupando un espacio en nuestro organismo.
También nos encontramos con la naftalina clorada, un compuesto muy
volátil y que se demostró es causante de hepatitis, este componente lo
encontramos presente en tres de los insecticidas más mortíferos, el dieldrín,
el aldrín y el endrín.
Existen fosfatos orgánicos con gran poder de contaminación debido a su
capacidad de destruir las enzimas del organismo, pero a diferencia de otros
este se descompone muy rápido, por lo que su permanencia en las cosechas
es corta, pero suficiente pasar causar muy serios efectos. Lo que hace a
estos productos altamente peligrosos para el ser humano es su
potencialidad cancerígena y su desistimiento a salir de nuestro organismo,
en el que se acumulan en los tejidos grasos, estos productos han llegado
incorporarse en procesos como las cadenas tróficas, las cuales tienen cabida
en todos los hábitats de la tierra.

La vida en la tierra es sustentada principalmente en una capa delgada, sin


esta capa no existiera vida humana, ya que la vegetación no se desarrollaría.
¿Qué hace a esta capa tan especial?, en esta capa podemos encontrar
hongos, bacterias y demás agentes saprofitos, estos intervienen en la
transformación de roca en mantillo, es decir se encargan de generar sustrato
para la vida en el suelo. De estos agentes hay uno en particular encargado
del transporte del mantillo, además de brindar más beneficios al suelo,
como por ejemplo, la porosidad, ella es la lombriz de tierra.

El mantillo tiene la capacidad de conservar sustancias por mucho tiempo,


lamentablemente si nos encontramos con sustancias contaminantes en él,
muy probablemente se mantendrán allí durante años por muy minúscula
que sea la cantidad. Contaminar el mantillo sería condenar directamente a
las plantas y demás microorganismos que viven en él. Cuando tratamos a
un cultivo con estos insecticidas o al momento de cultivar sobre un suelo
contaminado ya sabremos los resultados, a veces la amenaza se presenta en
la cosecha, sobre todo si contamos con plantas sensibles como las alubias,
trigo, cebada y otros, se verá poco desarrollo de estas plantas.

Se describe en el libro que hubo aplicaciones de heptacloro para limitar los


insectos, durante la primavera de 1955 en cultivos de fresa, quiero agregar
que el heptacloro es causante de hiperexcitación del sistema nervioso
central y daños al hígado.
Un año después de esta aplicación, las plantas del terreno se encontraban
marchitas y moribundas a diferencia de los campos donde no se accionó tal
aplicación, la situación se volvió a manifestar el año siguiente, entonces
esto nos indica que el heptacloro seguía presente en el terreno, más
específicamente en el sustrato, y no había conocimiento de cuánto tiempo
seguiría la situación, lo peor era que quienes recomendaron aquella
aplicación no contaban con algún método para corregir aquel daño al
mantillo, en el cual seguía creciendo la cantidad del producto contaminante
acumulado.

¿Cómo es que somos capaces de aplicar productos que no conocemos a


profundidad?
Los usamos sin prever las trascendencias fatales de estos, el uso de
productos como el heptacloro que ponen a colgar en un hilo la
productividad de la tierra que sustenta nuestra vida. La aplicación de estos
productos mediante pulverizaciones, constituyen una gran amenaza para las
plantas principalmente, estas se ven sometidas a su gran efecto destructivo,
aunque no sea lo que se pretenda, caso ejemplo sería el de la destrucción de
la Selva Nacional Bridger de Wyoming en el que murieron 10.000 acres,
pero también lo hicieron las mimbreras que crecían en el límite de los
arroyos, lo que condujo a la extinción de los alces y castores que de ellas
vivían. Sabiendo las complicaciones de las aplicaciones anteriormente
mencionadas, en este sentido es más factible usar métodos alternativos de
regular una población de insectos que afectan de manera negativa a un
cultivo, que usar los productos químicos. Se han aplicado métodos como el
uso de plantas pulverizadas selectivas, usadas racionalmente, este método
ha dado buenos resultados.

En Norteamérica la llegada de la primavera era anunciada muy alegremente


por el Petirrojo, lastimosamente en la actualidad esto no es así, debido a
que el petirrojo está muy relacionado al olmo, una árbol de gran altura y de
corteza gruesa, este árbol actualmente padece de unan enfermedad causada
por hongos, dicha enfermedad provoca caída de sus ramas y posterior
muerte, esta enfermedad se contagia de un árbol enfermo a uno sano por
medio de un escarabajo, conocido como el escarabajo del olmo, para
ponerle fin a este asunto, la solución empleada fue la pulverización de estos
árboles, lo que implicó el envenenamiento de las lombrices, ya que en
otoño las hojas contaminadas caían al suelo, ya sabemos que estas
sustancias químicas se incorporan en las redes tróficas de la naturaleza,
entonces el petirrojo y unas 45 especies más están presentes como
predadores de las lombrices de tierra, se hicieron estudios en los que se
encontraron residuos de DDT en los órganos de reproducción de los
petirrojos adultos, de igual forma sucedió con otras especies. Estos residuos
de DDT se manifestaban como incapacidad de reproducción, ya que
algunas de las parejas de petirrojos morían antes de finalizar el ciclo de
empollar. Se dieron informes de que estas aves construían sus nidos, pero
no ponían sus huevos, y otros que después de ponerlos e incubarlos, no se
lograban las crías.

Todas estas complicaciones se presentaron en varias familias de aves que


adornaban la primavera, al punto de silenciarla, ya ningún pájaro canta.
Todos los acontecimientos causados por el uso de los insecticidas,
plaguicidas y demás productos químicos altamente tóxicos dieron pie a
Rachel L. Carson junto con algunos colegas suyos a investigar más a fondo
y alertar sobre el peligro de una contaminación irreversible de los
alimentos, ya que el compuesto se acumulaba en las cadenas tróficas. Los
estudios realizados fueron reafirmados por otros científicos, entonces la
Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) prohibió
el uso de DDT en el año 1972.
El DDT fue excluido de la lista de sustancias autorizadas en la protección
de plantas y control de plagas, al igual que su producción y venta.

Durante gran parte de la historia siempre han existido personajes que


alertan por la llegada del fin del mundo, de un suceso que pondrá fin a la
existencia de vida en la Tierra, es triste reconocer que han tenido razón de
algo en ello, pero lo que cause esto no será algo que aparezca
repentinamente como la llegada de una lluvia de meteoritos, la causa de
este suceso de hecho ya apareció sobre la Tierra, hace aproximadamente
150.000 años y ha evolucionado con el pasar del tiempo, convirtiéndose en
la amenaza más letal para ésta, sí, el causante del fin de la vida en la tierra
está siendo el hombre.

El hombre es el único ser sobre la tierra que posee la libertad y capacidad


para modificar su entorno, en el transcurrir del tiempo el hombre ha usado
esta facultad para obtener beneficios directos, ha conquistado a la
naturaleza, alterando las condiciones y los procesos de la misma, llevando
como bandera la ambición por conquistar, pero en este proceso va
arrastrando consigo una serie de secuelas que dejan sus equivocaciones, las
que se reflejan no sólo en su entorno, sino en aquellos seres que lo
comparten con él, seres que embellecen la naturaleza misma, seres que se
ven afectados por la ambición enceguecida del hombre, que lo terminará
privando de los más hermosos espectáculos de la naturaleza, los que
representan la verdadera riqueza. El hombre ha desarrollado capacidad de
crear, innovar, dominar, construir, lo que lo ha llevado a ser superior con
respecto al resto seres que comparten la Tierra con él, además se ha
encargado de esparcir sus genes por todo el planeta, mientras los que con él
lo comparten se están extinguiendo.

Es gratificante contar con personajes que prevén las consecuencias de


aquellos intentos por seguir innovando, aquellos que son capaces de ver
más allá de un nuevo gran logro, que desarrollan y buscan enseñar las
capacidades de concienciar, de anticipar peligros y de prevenirlos,
personajes como Rachel Carson quien defendió al ambiente y argumentó
los peligros que se corría de seguir actuando de manera tan osada al
manipular la naturaleza con tal impunidad. Ella fue tildada de histérica,
extremista e irresponsable, sin embargo demostró que tal actuar de aquellos
que defendían a las industrias de pesticidas era errónea. Demostró
entonces que el uso de tales productos amenaza la salud y bienestar
nuestro y de todos aquellos seres que conviven con nosotros. Debemos
tomar ejemplo de ella como seres humanos, como profesionales íntegros
innovar con la aplicación de la ciencia y del conocimiento, pero sin
privarnos de los grandes espectáculos que la naturaleza nos ofrece, en lo
posible restaurar el daño hasta ahora causado a esta, para poder escuchar la
siguiente primavera.

También podría gustarte