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MISA CLAUSURA AÑO EXTRAORDINARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA

VICARÍA NORTE

Saludo
El que preside inicia la celebración:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. R: Amén.
Sacerdote:

Que la Gracia de Jesucristo, el rostro de la Misericordia del Padre, esté con


ustedes.
Acto penitencial

Recurramos al Dios de Misericordia, para que recibiendo su perdón, nos


capacite para ser misericordiosos con nuestros hermanos.
Ten piedad (canto)

Se dice Gloria (canto)

Oración colecta
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni
santo; multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia,
para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de
los bienes pasajeros, que podamos adherirnos a los eternos. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Dios no olvida a su pueblo

Lectura del profeta Isaías 49, 13-17


Esto dice el Señor: «Exulta, cielo, alégrate, tierra, romped a cantar,
montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de
los desamparados». Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi
dueño me ha olvidado». « ¿Puede una madre olvidar al niño que
amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues,
aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 102, 1-2. 3-4. 6 y 8. 13 y 17 (R.: 17a)

V/. Bendice, alma mía, al Señor.


R/. Bendice, alma mía, al Señor.

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.


Bendice, alma mía, al Señor y no olvides sus beneficios. R/.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él
rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/.
El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos. El
Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en
clemencia. R/.
Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor
ternura por los que lo temen; porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. R/.
Pero la misericordia del Señor dura desde siempre y por
siempre, para aquellos que le temen; su justicia pasa de hijos
a nietos. R/.

Aleluya Jn13, 34

Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—; Que os améis unos a otros,


como yo os he amado.

EVANGELIO
Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso

+ Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «a ustedes los que me


escuchan les digo: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los
odian; bendigan a los que los maldicen, oren por los que los
calumnian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra, al que
te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien
te pide, dale, al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los
demás como quieren que ellos los traten. Pues, si aman a los que los
aman, ¿qué mérito tienen? También los pecadores aman a los que
los aman. Y si hacen bien solo a los que los hacen el bien, ¿qué mérito
tienen? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestan a
aquellos de los que esperan cobrar, ¿qué mérito tienen? También los
pecadores prestan a otros pecadores con intención de cobrárselo.
Por el contrario, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin
esperar nada; será grande su recompensa, y serán hijos del Altísimo,
porque él es bueno con los malvados y desagradecidos. Sean
misericordiosos como su Padre es misericordioso; no juzguen y no
serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y
serán perdonados; den, y se les dará: les verterán una medida
generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con
que midan se les medirá a ustedes».
Palabra del Señor.

Homilía

Se dice Credo
PRECES
Al Dios de la Misericordia,
que nos da todo de sí mismo, siempre y gratuitamente,
le pedimos con confianza.

R.- Dios de misericordia, escucha la oración de tu pueblo.


1. – Por la Iglesia, para que seamos capaces de trasmitir el Amor
misericordioso del Padre para con todos los hombres. OREMOS
2. – Por todos los pueblos de la tierra, para que comprendan que el camino
de la colaboración mutua es el único que lleva al desarrollo y el progreso de
todos. OREMOS
3. – Por los que viven en soledad, pasan necesidad, están desanimados o
sufren la enfermedad, para que, encuentren en nosotros una mano
misericordiosa que los atienda, los anime y los ayude. OREMOS
4. – Por todos aquellos que viven alejados de la Iglesia, por todos aquellos
que no han conocido el mensaje de Cristo, para que escuchen pronto la
Palabra salvadora del Evangelio y se conviertan a una vida más plena en
Cristo. OREMOS
5. – Por las familias cristianas, para que el mensaje de conversión les ayude a
ser portadores de misericordia los unos para con los otros. OREMOS
6 – Por los que nos hemos acercado a tu altar, por nuestros familiares y
amigos, para que el Señor nos haga ver el camino de la conversión cotidiana
y caminemos tras sus pasos hacia la casa del Padre. OREMOS
Sacerdote: Acoge, Padre misericordioso, estas oraciones
que humildemente te presentamos. Danos aquello que
necesitamos, y a través nuestro, derrama sobre el mundo
tu amor misericordioso. Te lo pedimos por Jesucristo,
nuestro Señor.
R: Amén.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas
que podemos presentar gracias a tu generosidad,
para que estos santos misterios,
donde tu Espíritu actúa eficazmente,
santifiquen los días de nuestra vida
y nos conduzcan a las alegrías eternas.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Prefacio
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Que por amor creaste al hombre,
y, aunque condenado justamente,
con tu misericordia lo redimiste,
por Cristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles
y todos los coros celestiales
celebran tu gloria unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu
alabanza:
Santo, Santo, Santo…
Plegaria del misal

Sacerdote:

Con la confianza de hijos del Padre misericordioso,


y sabiendo que nos necesitamos unos de otros, como familia
que somos en Cristo, dirijámonos a nuestro Padre cantando
juntos: Padrenuestro.

Oración después de la comunión

Hemos recibido, Señor, este sacramento,


memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo;
concédenos que este don de su amor inefable
nos aproveche para la salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Bendición solemne del misal

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