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RECURSOS
Importante la asistencia a clases y la explicación, pues es lo que pregunta en las pruebas. Saber
identificar y aplicar, es más relevante que la memoria.
Para poder trabajar con los recursos hay que tener presente, cosas de los ramos procesales
anteriores, por ejemplo la clasificación legal de las resoluciones (158, CPC)
Es necesario saber qué tipo de resolución se quiere impugnar, porque los recursos no proceden
respecto de cualquier clase de resolución. Por ejemplo, un decreto o un auto no puede ser apelado;
las interlocutorias no (por regla general), salvo un determinado tipo.
Es necesario tener presente la secuela del juicio ordinario, como el auto de prueba.
Textos:
- Cristian Maturana.
- Bordalí, Palomo y Cortés.
Dicha sentencia puede ser correcta o una resolución incorrecta. Puede haber un error, etc. Que
conduzcan a una sentencia errada. Detrás hay una cuestión de justicia, valórica; siempre hay un
reclamo de justicia y la necesidad de que el sistema jurisdiccional actúa con justicia y con cuidado.
Existe la convicción cultural de lo que decidan los jueces bien vale la pena revisarlo, por razones de
justicia la posibilidad de error es bastante alta.
La racionalidad, si queremos ser razonables, tenemos que pretender siempre revisar nuestras
actuaciones, cómo se están haciendo las cosas. Por seguridad, por afán de hacer las cosas bien,
evidentemente se concibe la revisión en general de las sentencias que se dictan.
El recurso de casación en la forma, funciona con unos motivos muy rigurosos. Una de las normas
del Código Civil (768), señala que en los procedimientos especiales, la causal tal y cual no es
aplicable. ¿Qué dice esa norma? Que en este tipo de procesos (particulares, no ordinarios) procede
el recurso de apelación y el de casación en la forma, pero el legislador lo reduce, por ejemplo, en
lugar de 5 motivos de nulidad, pasan a ser 4. ¿Esto significa que estamos frente a una situación en
la que no hay recurso o sencillamente está reducido? Sólo se redujo.
El Tribunal Constitucional ha resuelto de manera contradictoria, señalando que si bien el sistema
procesal prevé una amplia gama de recursos, no necesariamente el legislador tiene que establecer
todos los recursos para todas las situaciones.
La doctrina general, distingue entre recursos en materia civil y en materia penal. Es claro que desde
la perspectiva del proceso penal, el derecho al recurso es una cuestión indiscutible (Art. 8, PIDSyP)
Cuando la justicia militar tenía una real injerencia la ley establecía que algunas resoluciones que
dictaban los fiscales militares en este país era inapelables (auto de reo, o auto de procesamiento,
era apelable por todos, pero si lo dictaba la justicia militar, el recurso de apelación no procedía; (lo
que contrariaba la CADH y el PIDSyP) Se afecta no solo el derecho al recurso, sino el derecho a la
libertad personal.
La doctrina entiende que la diferencia entre proceso civil y proceso penal, atendido la distinta
significación de los bienes jurídicos en juego es que algunas materias del proceso civil no
necesariamente deben tener recursos, por ejemplo: cuando se produce una infracción ante los
Juzgados de Policía Local; porque en la lógica del legislador es que si se da recursos para cada una
de las cosas, el aparato administrativo organizacional tendría que ser enorme. Esta es la única razón
jurídica que se da. Hay materias muy específicas en que no tiene sentido dar recursos.
El proceso también tiene límites y la posibilidad de impugnar, también los tiene. Esto tiene sentido
en la medida en que conozcamos el sistema. ¿Qué cosas se están quedando sin recursos? Si
revisamos el listado de asuntos, la cifra final sin recursos no tiene significación.
Hay cosas que evidentemente no tendrán recurso, pero no hay más solución y tampoco tiene mucho
sentido, porque ¿Qué significa que exista un recurso?
El recurso puede ser utilizado como un medio de dilatar aún más el procedimiento. No debe
entregarse un fundamento de justicia frente a la posibilidad de error que sea tan simple que sea
para dilatar la prestación del servicio de justicia; no se puede generar este asunto y se debe ser más
exigente.
La posibilidad de error es manifiesta, pero para eso tenemos un sistema de recursos, que tiene una
estructura y una lógica que lo hace bastante razonable. No debe perderse de vista la diferencia entre
lo penal y lo civil.
El proceso en la justicia cautelar. Las acciones cautelares hoy día son tremendamente significativas.
Entre tanto vamos al proceso a dar una solución definitiva. Familia y Trabajo se hacen por cautelas.
Error sustantivo o material: Pero se cayó el árbol y cuando se caen es de viejos y no hay ninguna
responsabilidad del dueño del predio por la caída del árbol.
¿Dónde está el error? Si el juez dice “el árbol estaba seco y se cayó solo”, no hay error en cuanto a
los hechos.
El juez señaló que no hay responsabilidad extracontractual, al decir que los árboles se caen de
viejos.
El error está en la aplicación del derecho, porque no aplicó las reglas de responsabilidad
extracontractual.
El juez habría debido decir que hay responsabilidad extracontractual por las normas del 2314,
Código Civil y siguientes, con una presunción de responsabilidad. El dueño de la casa de dónde se
cayó el árbol, podría haberlo cortado oportunamente antes de que este cayera de seco.
Estos tres tipos de errores son los que buscan corregir los recursos.
El que aporta los hechos, tiene la obligación de probarlos (1698, Código Civil) El actor acudiría a
apelar en cuanto a los hechos se recurrió a apelar. El tipo llevó una fotografía, etc.
Un error de orden sustantivo que dice relación con la norma o conjunto de normas aplicables al caso
que se corresponde con el caso concreto, en este caso, las normas de responsabilidad, no obstante
que estaba declarada la caída del árbol; esas normas de responsabilidad extracontractual no son
aplicadas y se niega el lugar a la demanda.
Un error en el procedimiento: Puede fundamentarse en general. Por ejemplo “oiga, usted no probó
el hecho de la caída del árbol”, “cómo que no probé si cuando traje los testigos usted me rechazó
los testigos”. Se incurrió en un error en el procedimiento de recepción de la prueba. “Estos testigos
no eran menores como usted pensaba, así que es usted el responsable de que no tenga la prueba
de fondo”.
En general, las impugnaciones son instrumentos que nos permiten modificar lo decidido o bien, nos
permiten anular el proceso.
Cuando decimos que la sentencia se equivocó y yo voy a apelar porque debieron aplicarse las
normas del 2314 y siguientes del Código Civil, yo voy tras las modificación del proceso, cuestionando
la falta de aplicación de las normas sustantivas y la pretensión del recurso se hizo consistir en que
se modifique esa sentencia y se sustituya el rechazo de la demanda por una petición de acoger la
demanda.
Ese recurso lo que pretende es que se modifique lo resuelto, nada más. Cuando se modifica lo
resuelto, ¿qué pasa con la sentencia? La de primera instancia dice “No ha lugar a la demanda”,
posteriormente hay un recurso en el que manifiesto agravio, pido que se modifique la sentencia y
se haga lugar a la demanda.
Esta sentencia de primera instancia con mi recurso acogido, ¿Subsiste como sentencia o va a
desaparecer? El tema es, el recurso puede pretender la modificación de la sentencia o la invalidación
de la sentencia.
La sentencia de primera instancia modificada, ¿es válida o no es válida? Es válida, porque estamos
hablando de un mecanismo de impugnación de revisión sin discutir la validez de la sentencia.
Cuando yo apelo, estoy consciente de que esa sentencia que estoy apelando es válida en el sentido
procesal. Lo que pasa es que es una sentencia equivocada, pero válida. Entonces, el recurso puede
pretender la simple modificación de la sentencia.
Hay recursos o impugnaciones en general que no pretenden la modificación sino que buscan la
invalidación de la sentencia. Es decir, donde había sentencia a consecuencia de que el recurso es
acogido, ahora habrá un papel incapaz de producir algún efecto jurídico. Donde había sentencia
ahora no hay sentencia.
Cuando el recurso se acoge no hay más sentencia impugnada y a consecuencia de nulidad, se debe
poner una sentencia bien hecha y eso es lo que se llama “sentencia de reemplazo” que ocupe el
lugar de aquello que carece de efectos legales.
Una diferencia evidente es que hay recursos encaminados a la modificación de la sentencia errada
y otros encaminados a la invalidación de la sentencia errada. Incluso estos pueden ser usados al
mismo tiempo.
Los recursos están pensados y previstos en razón del interés de las partes. En materia civil no hay
un Ministerio Público que tenga una función clara. Existen los fiscales de las Cortes de Apelaciones
que informan en razón del interés del derecho. En Chile no intervienen otros órganos en materia
civil. A propósito de los procesos de interdicción, hay interés del Ministerio Público, pero no es
significativo. En la práctica, los recursos se hacen sólo entre las partes y el tribunal.
El recurso de amparo es una acción, el recurso de protección tampoco es un recurso, al igual que el
recurso de revisión. No todos son recursos.
¿Qué sentido tiene detenerse en esto? Si profundizamos un poco el análisis nos centramos en los
conceptos.
Por este motivo los dos anteriores (recurso de rectificación o recurso de protección) no son recursos.
En la doctrina se decía respecto a los recursos de casación en la forma y en el fondo, que en realidad
no son recursos, sino que son simplemente “acciones de nulidad” que se tramitan dentro del mismo
proceso. El Profesor Brito señala que es una institución bastante artificiosa, porque existe un
proceso, una resolución que no es firme y que cuando se formula el recurso de casación en la forma
o en el fondo, lo que se hace es prolongar el proceso de todas formas.
Son recursos aquellas actuaciones que producen estas tres cosas anteriormente señaladas. Si estas
tres cosas no se dan, estamos frente a una impugnación o a cualquier otra cosa, pero NO un recurso.
Cada recurso tiene una lógica particular, cada recurso tiene presupuestos de aceptación distintos.
¿Qué significa esto? Cuando hablamos de lógica particular, lo que estamos queriendo decir es que
tiene unos raciocinios y unas formas de desenvolverse distintos.
Debe hacerse el planteamiento del recurso mediante razonamientos, planteamientos que permitan
la modificación. El presupuesto favorable es un error al resolver en la forma. La lógica es pedir al
tribunal que revise.
La lógica de la casación es que se invalide, restarle importancia jurídica a una actuación dentro del
proceso. Lo que se dice es que la sentencia que se impugna por este medio, por estas causales, es
nula. La lógica de ese recurso, para que sea aceptado, debe demostrar y convencer al tribunal acerca
de que cuando se dictó esa sentencia, se incurrió en una actuación nula, ineficiente, incapaz de
producir efectos jurídicos; ya sea por el procedimiento o por la aplicación de una norma sustantiva.
Debe advertirse la diferencia entre el recurso de revisión (Art. 810, CPC). La sentencia gana firmeza,
quedó ejecutoriada. Se produce cosa juzgada. El recurso de revisión nos permite que se revea la
sentencia, aun cuando hay cosa juzgada. Siempre y cuando lo hagamos afirmando:
1. La sentencia se fundó en documentos declarados falsos… (añadir las demás del Art. 810)
Estas causales constituyen una situación anormal, pues todos son indicativos de mala fe. El sistema
dice, “yo doy cosa juzgada, pero siempre que esto haya sido obtenido con las reglas del juego”.
Cada uno de los recursos tiene una lógica distinta y unos presupuestos diferentes.
Paréntesis: Al final del curso se busca redactar cada uno de estos recursos de acuerdo a estas 10 o
12 lógicas distintas.
Cada uno de estos recursos están previstos en el Código de Procedimiento Civil con unos
presupuestos legales precisos y completamente distintos unos de otros. En algún momento se está
resolviendo algo y se razona como si fuese otra. Por ejemplo: Si se anuncia casación y se utiliza la
causal de casación, debe razonarse con esa causal, no con una de apelación.
Se suponía que la jurisdicción es una potestad pública, política, es parte del Estado; que
deriva de la soberanía. En el régimen absoluto, los poderes concentrados eran donde el Rey
administraba justicia y estos Reyes comienzan a delegar la potestad jurisdiccional a un señor
que gobernaba en la comarca en su nombre. Cuando el juicio no le gustaba a alguien en la
comarca en su nombre, apelaba y esa competencia que se le entrega al funcionario, se le
entrega el recurso (se devuelve) al monarca. La idea de devolutivo sencillamente se usa para
destacar que se trata de un distinto tribunal.
El tribunal de primera instancia se pronuncia sobre los hechos y el derecho, al igual que el
de segunda instancia. No existe ninguna diferencia sustancial. El de primera instancia está
para el juicio completo y el de segunda, para revisar.
En el recurso ordinario no hay motivos. La tendencia hoy día es usar recurso de apelación
con motivos específicos. Por ejemplo los proyectos de Código Procesal Civil, establecían
motivos de apelación para encausar el debate a propósito de la revisión, de mejor forma.
Se trata de motivar la apelación en causales de orden procesal al mismo tiempo también
que en causales de orden sustantivo.
La admisibilidad y la procedencia son las que impiden que el recurso se tramite y por eso se
confunden. En cambio, la prosperabilidad es el mérito que tienen en sí mismos.
La procedencia y la admisibilidad son las condiciones que han de cumplirse para que el tribunal que
resuelva pueda decidir, son presupuestos o condiciones que han de concurrir para que un tribunal
llamado a conocer del recurso pueda resolver a su respecto.
La procedencia:
Son presupuestos de orden procesal. Hay unos presupuestos subjetivos relativos a los sujetos, los
sujetos del proceso son el órgano que resuelve y las partes.
Han de concurrir ciertos presupuestos para que el recurso pueda ser tramitado. Para que tenga una
resolución. Si estos no concurren, no podrá ser tramitado el recurso. Son presupuestos de orden
procesal, vinculados a ciertas condiciones que deben darse con este carácter de fundantes.
Presupuestos subjetivos:
1. Primer presupuesto subjetivo: Competencia funcional.
Yo no puedo llevarle un recurso de apelación a un tribunal de primera instancia.
2. Segundo presupuesto subjetivo: Así como hay que tener legitimación activa, para accionar
(iniciar el proceso), necesitamos tener legitimación para recurrir. ¿Quiénes tienen
legitimación para recurrir? Las partes.
Presupuestos objetivos:
1. Primer presupuesto objetivo: La ley debe conceder el recurso. Es ineludible.
Por ejemplo, el auto de prueba es una sentencia interlocutoria. El Código de Procedimiento
Civil señala que las sentencias son apelables, pero los autos no. El auto de prueba que es
una interlocutoria, es reponible. El legislador va a la casuística y señala que el recurso de
reposición es procedente sólo de esta interlocutoria.
2. Segundo presupuesto objetivo: Que la resolución cause o genere agravio, gravamen,
perjuicio. Alguna de estas cosas. Que haya algo que corregir, porque si se presenta un
recurso de apelación y en verdad no hay nada que corregir, ¿cómo se va a tramitar el
recurso? Es improcedente. El agravio es el presupuesto de la apelación.
Hay agravio cuando entre lo que yo pido y lo que me dan, hay diferencia. Eso en cuanto a la
procedencia de los recursos.
La admisibilidad:
Dice relación con los requisitos formales. La palabra clave es requisitos; con cuestiones formales. El
recurso es inadmisible por incumplimiento de requisitos.
“Inadmisible” significa que ese recurso de haber cumplido con los requisitos, estaría cursado, pero
como le falta un requisito, no se va a tramitar. Los requisitos se dan en cada caso, normalmente de
plazo.
La prosperabilidad:
Es decir, la posibilidad que tiene. Se usa mucho la expresión para redactar sentencias y se dice “este
recurso no puede prosperar” porque no se llegan a plantear las cosas. Ello vinculado al fondo.