ACCIÓN REIVINDICATORIA
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Los bienes
la especie ha sido hurtada, robada o esta- bre universalidades de hecho, con lo que
fada. Se ha sostenido que hay contradic- el peligro de la prescripción desapare-
ción entre ambas disposiciones por cuan- ce; pero aunque no exista ese peligro,
to el CPP. manda devolverla al dueño sin si alguien tiene materialmente una uni-
el requisito de reembolsar lo que se gas- versalidad de hecho, de todos modos
tó en adquirirla, y que prima este pre- debe admitirse una acción del dueño
cepto por ser especial. En contra, se esti- para recuperar el objeto de su domi-
ma que no hay contradicción y que el nio) (se volverá sobre este punto en in-
CPP. sólo señala la oportunidad de resti- fra, Nº 267). Pero (tal como parecen en-
tución de la cosa al dueño, permanecien- tenderlo algunas sentencias) la singula-
do el derecho de reembolso que el ridad parece estar más dirigida a excluir
art. 890 del CC. otorga al adquirente (pa- a las universalidades jurídicas (por la di-
rece lo más aceptable). Por otra parte, el ficultad posesoria) y, sobre todo, a la
texto (art. 890, incs. 2º y 3º) ha sido apli- individualización de la cosa, de modo
cado a establecimientos no mencionados, que, no obstante el término empleado,
porque es ejemplificativo y genérico (tén- no parece justificado excluir a las uni-
gase presente además lo que se ha dicho versalidades de hecho (un rebaño, una
sobre negación de la reivindicatoria en biblioteca), estando suficientemente in-
ciertas destrucciones del título traslaticio, dividualizado el conjunto (sobre todo si
para proteger el tráfico; supra, Nos 104 es admitida su posesión).
bis y 144). El art. 891 anuncia una acción espe-
Singularidad. La cosa a reivindicarse cial para una particular universalidad ju-
ha de ser singular. Como se ha dicho rídica, la herencia; tal es la acción de pe-
(supra, Nos 35 y sgts.), una de las clasifi- tición de herencia, regulada en los
caciones de los bienes distingue entre arts. 1264 y sgts.
universales y singulares (también se dijo Individualización. Como se dijo, la sin-
que esta clasificación no está formulada gularidad exigida debe comprenderse par-
en el Código, aunque algunos precep- ticularmente en un significado de deter-
tos aluden a ella). El art. 889 destina la minación en sus contornos; la cosa ha de
acción a las cosas singulares; más aún, a estar claramente individualizada. En el
propósito de la reivindicación de cuota mismo sentido, el dominio (en el que el
el art. 892 vuelve a emplear el adjetivo. actor funda su acción) recae sobre cosas
Entonces, literalmente, quedarían exclui- determinadas (a lo que puede añadirse,
das las universalidades, sean jurídicas o en el ámbito litigioso, que –si la acción
de hecho; así se ha resuelto. Pero esti- tiene éxito– sólo así puede más tarde ha-
mamos que esa afirmación debe ser ma- cerse cumplir lo resuelto).
tizada debido a las universalidades de En los muebles, los definidos con-
hecho; si se estima que ellas pueden po- tornos físicos que generalmente tienen
seerse (v. supra, Nº 161), entonces lo facilitan la tarea (aunque puede presen-
propio es conferir acción reivindicato- tarse en líquidos, gases y otros fluidos;
ria al dueño; si se considera el texto (que también en bienes inmateriales). En los
exige singularidad) como obstáculo in- inmuebles la determinación suele pre-
franqueable, entonces ha de admitirse sentar dificultades. Desde luego, aunque
que el dueño entable una acción resti- a veces la individualización es bien posi-
tutoria en base a su derecho de domi- ble, la falta de cuidado en la presenta-
nio (con el art. 582)(a la que pronto se ción de los hechos conduce al resultado
hará referencia); de no ser así, el po- adverso; el tribunal observa el defecto,
seedor podría llegar a ganar por pres- rechazando la demanda (con o sin la
cripción sin que el dueño pudiera inte- protesta del demandado). En cuanto a
rrumpir, lo que es inaceptable (la otra objetiva dificultad, es explicable princi-
alternativa es repudiar la posesión so- palmente por:
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Acciones protectoras
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Los bienes
reales se pueden reivindicar según las mis- que, aisladamente, se tenga en copropie-
mas reglas aquí tratadas para cuando el dad, no hay dificultad para aplicar el tex-
que reivindica es dueño de la cosa. to. Si la reivindicación se estima aplica-
Dentro de las cosas incorporales, la ley ble también a la universalidad de hecho
se refiere expresamente a los derechos rea- –conforme a lo dicho– entonces será ad-
les (por ej., el usufructuario reivindicará misible la reivindicación de una cuota de
su usufructo) para concederles acción esa universalidad y de una cuota de cada
reivindicatoria, mas nada dispone respec- cosa perteneciente a esa universalidad.
to de los derechos personales (sobre todo Pero se ha discutido la situación en que
teniendo presente que en el art. 583 ya el bien cuya cuota se reivindica pertene-
dispuso que sobre las cosas incorporales ce a una universalidad jurídica (como
–genéricamente– hay también una espe- cuando se reivindica el tercio de una cosa
cie de propiedad). Para estos efectos debe singular que forma parte de una heren-
recordarse lo dicho respecto de la pose- cia). Aquí tiene incidencia la discusión
sión sobre cosas incorporales (supra, doctrinaria referente a la naturaleza jurí-
Nº 162); allí se advirtió que en la doctrina dica de la comunidad y, concretamente,
(extranjera, y nacional debido a nuestros al punto de si en la comunidad sobre
textos) es ampliamente discutido si es con- cosa universal los derechos de cada co-
cebible la posesión de cosas incorporales munero se comunican cuotativamente a
y, sobre todo, la de derechos personales. cada uno de los objetos que la compo-
Pues bien, para resolver esta interrogante nen o, por el contrario, permanecen
estimamos que aquel debate es decisivo; si como cuota abstracta, sin que el co-
se admite la posesión de derechos perso- munero pueda pretender derecho sobre
nales, entonces debe admitirse la acción cada objeto. De aceptarse la primera pos-
reivindicatoria; porque podría presentar- tura, debe concederse la posibilidad de
se la situación del dueño de un crédito que el comunero pueda reivindicar su
que se percata que otro lo está poseyen- cuota en una cosa singular de la comuni-
do, y sería inaceptable que por una parte dad universal; de aceptarse la segunda, la
se permita que se le posea y por otra se conclusión ha de ser negativa. La juris-
impida que el dueño lo reivindique; si se prudencia se ha pronunciado en ambos
permite que otro lo posea, entonces debe sentidos. El art. 1268, regulando la acción
admitirse que el dueño pueda reivindicar- de petición de herencia, concede tam-
lo (así, el sujeto entra a poseer el crédito; bién al heredero la acción reivindicato-
por lo mismo podría llegar a adquirirlo ria para perseguir un objeto de la heren-
por prescripción, que no obstante ser dis- cia; pero no afirma que puede reivindicar
cutible, según se dijo en su oportunidad una cuota del objeto.
parece ser la consecuencia normal; y en- Se ha planteado la duda de si un co-
tretanto el dueño puede reivindicarlo). munero puede, él solo, reivindicar toda
En todo caso, se ha resuelto que el la cosa para todos los comuneros. Está
título o instrumento en que consta un discutido.
derecho personal es reivindicable. La respuesta afirmativa tiene el si-
Reivindicación de cuota. Por el art. 892, guiente fundamento: cuando en la socie-
“se puede reivindicar una cuota determi- dad no se ha conferido la administración
nada proindiviso, de una cosa singular”. a uno de los socios, se entiende que en-
a) La cuota ha de estar determinada. tre los socios existe un mandato tácito y
Expresada en fracción o porcentaje, debe recíproco para administrar (art. 2081); se
consignarse en la demanda a cuánto as- añade que al administrador corresponde
ciende. cuidar de la conservación del objeto so-
b) La cosa (sobre la que recae la cuo- cial (art. 2078); por otra parte, correspon-
ta) ha de ser singular. Tratándose de una de al administrador –entre otras activida-
cuota (como tercio o quinto) de un bien des– “interrumpir las prescripciones” (la
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Acciones protectoras
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Los bienes
reivindicante adquirió la cosa por un tro y sus caracteres reales; suele ocurrir
modo originario o derivativo. En la pri- que ambos litigantes (reivindicante y de-
mera situación, le bastará probar los he- mandado) presentan inscripción a su res-
chos que constituyeron ese modo origi- pectivo nombre (porque el sistema no lo-
nario. Pero si adquirió por un modo gra evitar las llamadas inscripciones
derivativo, como la tradición (que será lo paralelas y “de papel”), lo que –al menos
más frecuente), no basta con probar que aparentemente– deja a la controversia
ese modo se configuró a favor del que se con dos poseedores (inscritos); y (tal vez
pretende dueño (si se trata de un mue- lo más sensible): cuando el reivindican-
ble, que se le entregó con ánimo de trans- te –en su afán de exhibir sus mayores y
ferírsele el dominio o, si se trata de un mejores antecedentes– acompaña inscrip-
inmueble, que tiene inscripción a su nom- ción a su nombre, se expone al congéni-
bre), porque quedará la interrogante de to debate del valor de la inscripción en
si el antecesor, a su vez, tenía o no el cuanto símbolo de posesión, que perma-
dominio (recordando que “nadie da lo nece con resultado impredecible, y que
que no tiene”; nemo dat quod non habet). aquí se traduce en una capital disyuntiva:
Si el antecesor también adquirió por si tiene posesión inscrita, entonces ¿no
modo derivativo, la duda persiste. Así, el será un dueño o poseedor, cuya deman-
retroceso en el examen debe llegar hasta da, por tanto, debe ser rechazada? (v. su-
una adquisición por modo originario; ge- pra, Nos 189 a 195 bis)(sobre esta última
neralmente será la prescripción adquisi- situación se volverá pronto).
tiva, con más seguridad la extraordinaria Pero el art. 894 (consagrando lo que
(y, por cierto, debe haberse cumplido an- en el Derecho romano se denominó ac-
tes del día en que dejó de poseer). Y re- ción publiciana) permite interponer “la mis-
cuérdese que puede servirse de la agre- ma acción” al que, sin ser dueño, pose-
gación de posesiones (supra, Nº 178). yendo regularmente estaba en vías de
Las presunciones judiciales y la prue- ganar por prescripción. Está bien discuti-
ba de testigos pueden adquirir aquí se- do si para disponer de la acción es nece-
ñalada importancia. La última es admi- sario tener cumplido el plazo para ganar
sible en la medida en que se refiere a la por prescripción ordinaria o basta con
prueba de hechos (de hechos jurídicos tener sólo algún tiempo de posesión. Se
que constituyan la adquisición del do- ha sostenido que es necesario haber com-
minio, o la posesión como base de la pletado el plazo porque al apoderarse otro
adquisición por prescripción), de modo de la cosa se produce una interrupción
que no es aplicable la limitación de los natural de la prescripción del primero
arts. 1708 y sgts. que hace perder todo el tiempo anterior,
Tratándose de los inmuebles, el siste- con lo que ya no queda “en vías de ganar
ma registral, que teóricamente tendría por prescripción”. No parece necesario
que conducir a facilitar la prueba de do- el cumplimiento del plazo; si ya está cum-
minio y, por tanto, fortalecer la protec- plido no es necesaria la acción publicia-
ción al dueño, por los caracteres que na, pues bastaría alegar la prescripción,
adoptó entre nosotros, no ha producido con lo que se podría reivindicar como
ese resultado (como ya ha podido apre- dueño; por lo demás, así lo denotan el
ciarse en el relato sobre su organización texto y la historia de su establecimiento,
y funcionamiento). Como escueto resu- según la cual fue tomado de la legisla-
men de lo manifestado allí, dirigido ahora ción romana, que no exigía el cumpli-
al conflicto reivindicatorio, debe recordarse miento del plazo.
que la inscripción no prueba dominio Debe entenderse que está concedida
(sólo posesión, y ni eso según algunos); también al que ha perdido la posesión
con frecuencia no hay coincidencia en- regular de un derecho real y se encontra-
tre la descripción del predio en el Regis- ba en vías de ganarlo por prescripción
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Acciones protectoras
(la reivindicatoria procede para otros de- ge el dominio sin desconsiderar el Regis-
rechos reales; y esos derechos son, como tro; por otra parte, con este entendimien-
se ha dicho, susceptibles de posesión) (se to tendría también acción posesoria, de
ha llegado a resolver que cuando el rei- amparo o restitución, según se verá más
vindicante no ha logrado probar el do- adelante; v. infra, Nº 282).
minio, pero sí ha demostrado mejor de-
recho que el demandado, la demanda 267. Contra quién se dirige la acción
debe ser acogida sobre el supuesto de (otras acciones; la acción innominada de
que implícitamente el actor ha ejercido dominio). Como ha quedado dicho, ha de
acción publiciana). dirigirse contra el actual poseedor (art. 895),
en lo cual debe tener especial cuidado el
266. C) Que el reivindicante esté pri- actor, dado el efecto relativo de las senten-
vado de la posesión (de la posesión de la cias judiciales. Esto principalmente porque
cosa). Como (según afirma) es dueño, en la práctica pueden presentarse dudas
tiene derecho a poseerla; por eso la rei- acerca de la identidad de la persona que
vindica. realmente está poseyendo (de ahí también
En los inmuebles surge el problema la disposición de los arts. 896 y 897).
de si corresponde acción reivindicatoria Para el caso que el poseedor fallezca,
a un propietario que, teniendo inscrito a el art. 899 establece una norma especial,
su nombre un predio, le es arrebatado junto a la cual ha de tenerse en cuenta la
materialmente. La solución ha de buscar- del art. 1526, Nº 2. Mientras la acción para
se en el tema de la adquisición, conserva- obtener la entrega de la cosa es indivisi-
ción y pérdida de la posesión, ya tratado, ble (no es posible cumplirla por partes),
y que plantea a su vez la polémica sobre la de indemnizar es divisible (v. también
el valor de la inscripción (con las dos gran- el art. 1354).
des posiciones que fueron expuestas; Lo dicho sobre el sujeto pasivo de la
v. supra, Nº 195). Si se postula que la ins- acción requiere de dos advertencias (en
cripción conservatoria es única y suficien- las cuales –estando discutida la naturale-
te prueba de posesión, no procedería ha- za de la respectiva acción, como se verá–
blar en tal situación de pérdida de la habría excepciones en cuanto al sujeto
posesión, por lo que no competería al pasivo si se las llegare a calificar de mo-
perjudicado la acción reivindicatoria; tal dalidades de la acción reivindicatoria):
afirmación es consecuencia de la posición a) Se puede dirigir la acción en con-
que atribuye a la posesión inscrita un va- tra del que dejó de poseer enajenando la
lor absoluto y excluyente (con este predi- cosa, para que restituya lo que recibió
camento, al dueño le quedarían posible- por ella (art. 898); y del que poseía de
mente la acción de precario del art. 2195, mala fe y por hecho o culpa suya dejó de
inc. 2º, y las acciones criminales). Con la poseer, para que restituya su valor
posición opuesta, que atribuye importan- (art. 900). Nótese que en estas situacio-
cia fundamental a la posesión material, nes no se persigue la cosa sino un valor
se sostendrá que en tal situación simple- (en la primera lo recibido, en la segunda
mente se ha perdido la posesión y proce- lo que vale); el art. 900 (que ha sido lla-
de, por tanto, la reivindicación. En una mada “reivindicatoria ficta”) no lo dispo-
actitud intermedia, se ha planteado que ne expresamente, pero no puede enten-
no obstante tener posesión inscrita, al pri- derse en otro sentido. La dificultad de la
varse al dueño de la tenencia material, se persecución de la cosa puede presentar-
lo ha privado de una parte integrante de se también en los inmuebles, y el precep-
la posesión, su fase material, y que en tal to es aplicable igualmente a estos bienes,
caso procede reivindicar, al no ser inte- según se ha resuelto. En los textos son
gralmente poseedor; hay fallos que así lo llamadas acciones “de dominio”, pero con-
han resuelto (en estos términos se prote- siderando su objetivo, es muy discutible
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Los bienes
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Acciones protectoras
de ocupantes cuyos contratos emanan de nes de los tribunales. Otra puede ser ésta,
un tercero, que no es el propietario ac- del art. 915, que suele llamarse contra el
tual, etc. La reivindicatoria no procede, injusto detentador; en ese cometido es con-
porque no son poseedores; tampoco la veniente conferir al precepto un alcance
posesoria, sea porque está prescrita (y extenso, como el de la tercera alternativa
prescribe en el breve plazo de un año, y, antes descrita; es decir, que sea aplicable
aun, de seis meses), sea porque la cosa es a todo tenedor que a la época de la de-
mueble; tampoco la de algún contrato, manda no pueda justificar aceptablemen-
porque fue otro el contratante que confi- te su insistencia en mantener la cosa en
rió la tenencia (no el dueño), o simple- su poder.
mente porque no ha habido contrato al- Pero hay más. Puede sostenerse que
guno. el ordenamiento jurídico no exige encua-
La necesidad advertida se torna más drar toda pretensión en una determina-
imperiosa si se recuerda que el que apa- da acción, nominada, regulada por la ley.
rece como tenedor, un día puede llegar Basta que tenga arraigo en un derecho
a aducir la prescripción, apoyado en el del reclamante que merezca ser tutelado.
art. 2510 regla 3ª, el cual, aunque es sabi- De este modo, un dueño que injustamen-
do que está en contradicción con el te está privado del objeto de su dominio,
art. 730, como posibilidad es suficiente con base (entre nosotros) en los arts. 19
para inquietar al dueño actual (pudiera Nº 24 de la C. Pol. y 582 del CC., bien
acontecer que el tribunal llamado a co- puede reclamarlo de quien lo tiene sin
nocer del caso prefiriera el art. 2510 en fundamento legítimo, y el juez tendría
lugar del 730). que ordenar restituirlo, si se demuestran
Sin perjuicio de mantener el reclamo esos supuestos. Es la que podría llamarse
para que se consagre formalmente una “acción innominada de dominio”. Inclu-
acción restitutoria genérica (que cubra so con aquellos mismos textos puede fun-
esas situaciones y cualquiera otra), mien- darse una “acción declarativa de domi-
tras se procede a esa integración convie- nio”, por la cual se persigue la declaración
ne desenvolver alguna de las existentes o constatación de que el actor es dueño
para que cumpla esa finalidad, interpre- de un objeto, sin añadir una pretensión
tando (extensivamente) en esa dirección de ejecución y sin que sea necesario que
el respectivo texto que la consagre. Una el demandado esté poseyendo (acallan-
es la del art. 2195; en la práctica (y sin do a la demandada que discute o se atri-
expresarse), con frecuencia se ha venido buye el dominio); y se le puede agregar
acudiendo a esta acción, que ha sido lla- la petición consecuencial del cese de cier-
mada acción de precario, aun cuando por ta perturbación que se perpetra con fun-
su ubicación y parquedad no parece ha- damento en un supuesto dominio pro-
berse creado con tan trascendental desti- clamado por el agresor. Tiene utilidad en
no; el éxito que ha tenido, en cuanto a situaciones en las que (transcurrido el bre-
su generalizado empleo, se ha visto incre- ve plazo del recurso de protección) se
mentado por su tramitación en juicio su- trata de cosas muebles, o en inmuebles
mario (por el art. 680 del CPC.); con todo, en las que ha transcurrido el plazo para
por los requisitos que exige ante ciertas la respectiva acción posesoria, y la per-
situaciones su aplicación ha ido enfren- turbación no llega a constituir privación
tando duros obstáculos; así, supone au- de la posesión.
sencia de contrato, lo que la deja en du-
dosa aplicación en todos los casos de 267 bis. Con lo dicho, las siguientes
contratos nulos, resueltos, revocados, con son algunas de las actitudes que podría
plazo de duración ya cumplido, emana- adoptar el demandado de reivindicación,
dos de persona distinta del dueño, etc., y que dejarían la situación en reñido de-
que han merecido encontradas decisio- bate:
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Se entiende por mejora toda obra eje- nizaciones, se confiere al poseedor venci-
cutada para la conservación de una cosa, do un derecho de retención (art. 914).
para aumentar su valor o para fines de Se ha formulado también una siste-
ornato o recreo. Con este concepto, y si- matización distinta de estos conceptos, en
guiendo al Código, se distinguen tres cla- base a las reglas del párrafo de las presta-
ses de mejoras: necesarias, útiles y volup- ciones mutuas y a los arts. 756, 759, 797:
tuarias, de las que la ley da también una
noción. En base a esta distinción, a la
{ {
obras necesarias
buena o mala fe del poseedor y teniendo
en cuenta algunos otros factores, se regu-
lan las indemnizaciones por estas mejo-
ras:
inmateriales
(ej.: defensa
Expensa de una finca) no necesarias
(gasto)
{ útiles
voluptuarias
{ ordinarias
– Mejoras necesarias (art. 908);
{
obras necesarias
– Mejoras útiles (arts. 909, 910, 912 y materiales extraordinarias
913); o mejoras
– Mejoras voluptuarias (art. 911).
{
útiles
no necesarias
Para asegurar el pago de estas indem-
voluptuarias
240