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CONTENIDO
1 EL DERECHO DE LA MUJER INDIGENA EN COLOMBIA
Contra estos hechos que se han venido sucediendo pro -testamos todas
las mujeres indígenas y con esta nuestra protesta también protesta la
razón natural y aquella augusta religión que profesan y profesamos las
católicas, también protestan todas las religiones de la tierra. Contra esto
protesta el corazón sublevándose contra semejante apoteosis de la
tiranía...
Nos dirigimos a todas las sociedades del sexo femenino religioso, como
son a las hermanas de la caridad, a las monjas, a las madres etc., a las
señoritas y señoras directoras de. todos los colegios y universidades del
país, que conozcan las injusticias y que hoy ya el sexo indígena femenino
en Colombia levantó el grito para defender de hecho sus propiedades
materiales y morales que a nuestros varones les han sido arrebatadas y
para no errar nos dirigimos a todas las sociedades del sexo femenino del
país y que nos digan si ésto es justo o nó...
Lo dicho es la verdad.
PROLOGO
Hoy al pase de cuatrocientos cuarenta y siete años nace en las selvas del
Sur de Colombia conocidas con el nombre de Tierra -Adentro, es decir,
del vientre de la ignorancia, de la ineptitud y del analfabetismo de esa
raza wananí, la idea del hombre indígena que estudió en la Madre Selva,
y que el jis fue un carbón de madera y la pizarra una tabla pequeña de
la misma madera; la pluma una pequeña aguja de hierro que cargaba
en la copa del sombrero de hoja de palmicha de la que se encontraba
en el bosque.
Esa bola que rodó y pasó por en medio del ganado feroz que tiene la
naturaleza en el desierto debajo de ásperas montañas rompió el tanque
de veneno mental de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación
Criminal Colombiana. Era el indígena que había descubierto las
creaciones titánicas de sus antepasados que vivieron en palacios, y
desafiaron a los siglos. Pero yo era un perro que estaba encadenado por
mis verdugos esbirros, y que ladraba pero no podía morder en la casa de
la injusticia, ciudad de Popayán, capital del Cauca.
El contrabando antijurídico
Educación indígena
Yo soy el indígena que fue educado en las selvas por medio de la "Voz
del "Silencio", allá en la casa del tesoro de los humildes donde me
eduqué para la defensa del indiecito ante las calumnias de mis
enemigos blancos unidos con los Jueces, Magistrados y Ministros
Colombianos, los que cruzaron el dedo y juraron falsamente ante Dios,
para luego negarle a la Tribu Indígena la educación, la justicia y la
verdad. Los indígenas fueron encarcelados en las celdas de los
Panópticos, en los calabozos de las cárceles colombianas. Allí gritó la
justicia y la verdad durante quinientos años ó algo más. Pero una sombra
se educaba y se educó, cuando "la Voz del Silencio" penetró todo mi
cuerpo de un raro calor y de valor Jurídi co para presentarme ante el
Tribunal de la Soberanía Nacional Colombiana que es el Ho norable
Senado de la República y denunciar la Corte Suprema de Justicia Sala
de Casación Criminal Colombiana. Pero hasta hoy 1o. de Mayo de 1963
no se ha nombrado nueva Corte y continúa el contrabando antijurídico
contra la Raza Indígena Colombiana, porque el Ejecutivo Nacional
Colombiano, no ha vuelto una mirada de ampar o en defensa de
nosotros los indios que estamos sometidos a la esclavitud por los ricos
oligarcas unidos con los Jueces de Investigación Criminal, los Jueces
Municipales, los Jueces ordinarios, los Jueces Superiores y Tribunales.
La civilización montes
El que había pedido la pena de muerte fue el Padre del actual Presidente
de la República Doctor Guillermo León Valencia. No quiero expresar
todas las órdenes que quiso darme el que escribió "Anarcos" po rque le
perdoné todos los graves hechos contra mi persona. Pero por ser el poeta
enemigo de los indios, yo no le perdoné cuando expiraba para pasar de
esta vida a la otra.
Ahora qué diré de los episodios que ejecutó en el Cauca el doctor Miguel
Arroyo Diez unido con el doctor Guillermo Valencia y muchos otros
"pensadores" en contra del indígena Manuel Quintín Lame, mi persona,
para humillarlo y poderlo condenar a mansalva y sobre seguro fuera de
la Ley y de la Constitución Nacional ?
¡Qué diré de los grandes esfuerzos que han hecho los hombres no
indígenas en el Departamento del Tolima contra mí, hombres de poca
inteligencia ; inteligencias que están atolladas en medio del cinismo, del
odio, de la envidia y la mentira para acusar al indígena Manuel Quintín
Lame, mi persona ! Cuando entró el Jurado compuesto de cinco
miembros a discutir si era o no responsable de siete delitos que s e me
imputaron, y su imputación dirigida por la mala inteligencia de los
Alcaldes Angel María Salcedo de Ortega, Gavino Tovar, de Coyaima
etc., etc. ; las malas inteligencias de los ya citados estaban respaldadas
por los Certificados de los Consejos Munici pales de Chaparral, Ortega y
Coyaima.
¡Qué diré de los grandes esfuerzos que han hecho los hombres no
indígenas en el Departamento del Tolima para perderme! Sudaban
delirando y esperándome, pero el sudor y sus delirios abortaron
vomitando bocadillos de alambre de púa envenenado, cuando sintieron
el estallido del cañón de la justicia, embalsamada en la fe en mi
persona, para hacerle frente a esas inteligencias que habían sido
talladas en los colegios de Europa; para hacerle frente a esas punzantes
espinas de los rosales que estaban florecidos y coronados blancas flores.
Cuando comenzó a resonar esa fuente luminosa de mi imaginación en
contra de la mentira, de la infamia, del hurto, del engaño fratricida y
criminoso de todos los hombres no indígenas del Tolim a, lo que miré yo
que era una polvareda levantada por las malas inteligencias en primer
lugar de los hombres que habían prestado juramento ante Dios para
hacer justicia conmutativa, distributiva y legal ; y en segundo lugar, por
las casas comerciales de Ortega y Chaparral las que ligaron con
sofismas la autoridad del R. P. Rafael A. Parejas. Esto consta en el
cuaderno de pruebas de mi defensa la que recogí por medio de una
inspección ocular en el Distrito de Ortega.
No es verdad que solo los hombres que han estudiado quince o veinte
años, los que han aprendido a pensar, son los que tienen vocación,
aunque hayan subido del Valle al Monte. Yo nací y me crié en el Monte,
y del Monte bajé hoy al Valle para escribir la present e obra. Así, la doy a
conocer al público colombiano, pero no en un lenguaje castizo, ni
tampoco estudiado, sino con la experiencia de algunos años de
sufrimiento.
Pero el niño que nació en un portal en una cuna de paja, y que se meció
como el pájaro en su nido, tejido de paja, forjo todo el Libro de la Poesía,
todo el Libro de la Filosofía I todo el Libro de la Literatura: libros que había
estudiado desde la Eternidad. El sabía dónde estaba oculto el jardín que
crìo Dios al principio del mundo para colocar allí al primé! hombre y a la
primera mujer; jardín oculto a la vista de los gra ndes hombres, aquellos
que se han chamuscado las ñas estudiando, y que hoy, pasmados,
están tendidos en eternidad: el guerrero con su espada, el poderoso con
su y el sabio con su pluma.
Este jardín es un idilio, que por sí mismo canta, por mismo florece, por sí
mismo se perfuma, se cultiva, renace, abriga de los calores y de los
hielos de las estaciones en tiempos que pasan.
La ciencia tiene un jardín muy extenso y pocos son los hombres que lo
han mirado aunque, de muy lejos. Pero el indiecito lo ha mirado de muy
cerca, unido con esos discípulos que la Naturaleza ha criado y cría en el
bosque en esos momentos de charla interminable que tienen los arroyos
de las fuentes; en esos momentos en que ronca el tigre, ruge el león,
silba la serpiente, canta el grillo y la chicharra, gime la paloma torcaz y
cruza el bosque. Es el momento del recreo que esa maestra que es la
Sabiduría, ha ordenado armónicamente a sus discípulos; y después
cruzan los cuatro vientos de la tierra que son los sembradores que tiene la
Naturaleza.
1 El blanco por más que estudia no sabe nada, porque su corazón está
lleno de orgullo y de envidia contra el pobre ignorante. El blanco odia al
indígena de muerte ; de frente están sus labios bañados de sonrisa pero
es con el fin de humillarlo, haciéndole revelar palabras para poder hacer
negocios ; actos y razones que los aclararé más adelante con franqueza.
Qué diré de los indios que vivieron antes del 12 de Octubre de 1.492 ?
La cólera de los siglos no han podido destruir las leyendas escritas sobre
duras piedras allá sobre los lomos de empinadas cordil leras. Ahora esa
raza blanca ¿por qué no ha interpretado el espíritu que tienen o que
encierran las lagunas indígenas?
El indio por confiado le ha entregado todo al blanco sin saber la
supremacía de su inteligencia. Allá se encuentra la historia de los indios
Vedas ; allá se encuentra la historia de los indios Egipcios ; allá se
encuentra la historia de los indios Japoneses; las pagodas de la India
arrojan un conocimiento el que no lo tiene ni lo tendrá el médico blanco,
porque éste se apoya es en el reino mineral, el indio en el reino vegetal y
animal para preparar la medicina certera, y así sucesivamente.
Pasaron los tiempos y con ellos las guerras entre los soberanos indígenas
quienes se disputaban riberas, praderas o campos de dominio, y se
despedazaban unos con otros con lanzas de madera, flechas y
bodoqueras envenenadas, el veneno sacado de plantas vegetales.
Qué diré del historiador del Bochica que rompe la roca para formar un
salto hoy con el nombre "Tequendama", el que no ha podido desarrollar
cómo y por qué aparece este sabio retrato en la pared de la roca ; pues
a muchos historiadores les falta el valor civil y a otros la honradez.
LA MADRE NATURALEZA
Hay una leyenda en la Biblia que la escribió el doctor Fray Luis de León.
Pero dicha leyenda está escrita en un lenguaje inverosímil, porque no se
afirma en nada y para nada; porque las aguas que bañan el territorio de
los hombres llevan su rumbo a donde van; los cuatro vientos de la tierra
tienen su mansión, y también la tienen las arenas que arrastran las aguas.
Se dice que en seis días crio Dios el mundo, pero no hay una prueba
satisfactoria, porque todo lo dicho sobre la creación del mundo viene de
boca y no hay prueba que acredite de que el mundo fue creado en seis
días. El Juez Supremo pronunció la segunda sentencia dentro de los
cultivos que El había sembrado, y donde había colocado el mayordomo
o cuidandero acompañado de una mujer; y el tocador de ésta era e l
lago que regaba la cementera; y el hortelano se complacía en mirar la
belleza de las flores y de los frutos. Este fue el lugar donde se cometió el
segundo pecado del que muchos historiadores dicen que fue la
serpiente, la que regaló una manzana, etc., lo cual no fue así: Fueron las
Leyes de la Naturaleza las que ordenaron su estricto cumplimiento, pues
el reino animal también nos lo muestra con una exactitud que vieron los
filósofos, porque ellos dicen haber estudiad o y también yo, porque lo he
interpretado por los diversos seres vivientes que he mirado.
Las aguas tienen un espíritu, al que llamaron mis antepasados Dios de los
Ríos. El se dio a conocer ante la majestad de la emperatriz indígena
Múschcate, que es el Dios supuesto, y Muschca, que es el Dios de la
Verdad, el que hizo de la nada lo que vemos y lo que no vemos.
Ninguno de los mecánicos más afamados que ha producido la
naturaleza humana, ha podido suspender el reloj que construyó la mano
eterna. Este reloj vuela sobre la corona del hombre y nunca se atrasa, ni
se adelanta. Es la ley natural, legislada por la sabiduría eterna del que
ordenó el incansable correr de las aguas y el depósito de ellas.
i Y qué diré de la naturaleza de "Múschca", es decir, del Dios Sol! El hizo
aparecer dos sabios, mujer y hombre: mujer para que enseñara a hilar el
oro y cruzarlo, es decir a tejerlo, y el hombre para tallar la piedra y hacer
jeroglíficos sobre ella; caras de hombres, de animales y aves; también
para hacer fetiches: cocodrilos y aves de oro con polluelos, cigarras,
sapos, lagartijos, serpientes, etc. Estos escritos no los ha podido destruir la
cólera de los siglos, ni las edades han podido acabar con los fetiches de
barro que prepararon mis antepasados amasando el barro con leche de
árboles.
Dios, el verdadero Muschca, dio un idioma, enseñado por Olio, mujer
que apareció para educar mi raza trescientos años antas del doce de
octubre; pero ésta no era hija de mujer. Fue enviada por la naturaleza
para educar mi raza; pues apareció o fue encontrada en las montañas
que forman las costas septentrionales de Méjico. Esta enseñó a algunas
poblaciones indígenas un dialecto y a otras otro, y así sucesivamente.
Ahí está el templo del Dios de los Ríos. Ahí están los templos de los dioses
y los milagros de mis antepasados. Ahí están los evangelios que los
sacerdotes de mis antepasados predicaron a las muchedumbres
indígenas trescientos años antes del 12 de octubre.