La muerte como fundadora en La Eneida

Tomando como punto inicial la guerra de Troya, Virgilio vincula además el pasado de Roma
con el de Grecia, y por lo tanto, con la tradición griega. Esta relación es importante porque
los romanos admiraban la cultura griega en muchos de sus aspectos e implica además una
conexión con los grandes poemas épicos de La Ilíada y La Odisea. Para ver cómo se refleja
en esta obra la misma historia de la ciudad, los libros VI y VIII son cruciales. EL libro VI
narra cómo será la historia de Roma a partir de su fundación. Y el final del libro VIII Virgilio
relata un episodio bastante significativo, en donde la madre de Eneas le entrega un escudo en
el cual están grabados los hechos más importantes de la historia romana.
La travesía no es más que un viaje fundacional donde Eneas va moldeando su personalidad
y actuando conforme a ella. Con la caída de Troya, que se evidencia con la muerte de Príamo,
se da el primer paso para el viaje de Eneas. Príamo muere siendo rey y traspasa esta
condición: Eneas será el rey de la ciudad que funde, de esa manera se da el primer paso hacia
la fundación de Roma.
Del mismo modo Creúsa convierte a Eneas en un hombre libre por medio de la muerte. Está
condenada a morir por ser su esposa troyana ya que Eneas debe dar origen a una nueva estirpe
a partir de su matrimonio con Lavinia.
La muerte de Anquises tiene una doble función: por un lado convierte a Eneas en pater
familia, hecho que queda evidenciado en el texto cuando en el verso siguiente a la muerte de
su padre, Eneas es llamado pater. De este modo se convierte en guía de sus hombres aunque
en realidad está siendo guiado por el fatum. Por otro lado Anquises se convierte en guía para
su hijo cuando llega al mundo de los muertos. También la muerte de Creúsa cumple otra
función: En su aparición como espíritu revela a Eneas parte de su destino.
Una de las funciones de Dido es introducir el amor en el viaje de Eneas. Pero al enamorarse
de él se opone al fatum, falta a sus pietas hacia su esposo y descuida su ciudad, todo esto lo
condena de forma definitiva. Con la muerte de Dido Eneas fortalece en cierto modo la
responsabilidad hacia su misión.
La muerte de Amata y Camila están relacionadas con la de Dido. Están condenadas a morir
a causa de su furor y además poseen características y valores que también deben ser
desterrados del ideal romano de mujer. Camila es una amazona que rechaza todo lo que es
propio de la mujer, como la procreación. Amata se condena al oponerse al matrimonio de
Eneas y Lavinia. Con esta actitud se diferencia de su esposo, Latino, que si respeta el fatum.
La muerte de Turno a manos de Eneas puede considerarse un acto de piedad hacia Evandro
por la muerte de su hijo Palante. Eneas toma de Evandro los valores fundamentales en la
constitución del imaginario romano como la rectitud y la sobriedad. La muerte de Mecencio
es consecuencia de no respetar a los dioses, tal como se menciona en el catálogo de las tripas
en el libro VII. Turno está condenado por ser el oponente singular de Eneas, por su ira, su
furor y por contrariar al fatum. Eneas comprende que el furor es censurable y que no puede
formar parte del imaginario del hombre romano.
Considerando los episodios y las muertes en función del objetivo final, que es la fundación
de Roma, todos adquieren una interrelación estructural. El texto se sucede como un
encadenamiento de muertes que apuntan al surgimiento de Roma.