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GUIA
GENERAL
VOLUMEN 1
ISTERIO D
Direcció llas Mes 4rchivos
1." Edición 1991
2." Edición 1992
DISENO Y MAQUETACION
JULIOLÓPEZ
FOTOGRAF~AS
ENRIQUE SÁENZDE SANPEDRO
JosÉ LATUNA
SERGIO RIPOLL
LÓPEZ
DIBUJOS
FERNANDOFERNÁNDEZ
GARC~A
Resulta dzjZcil encontrar el lenguaje ade- La primera planta del edijicio está ocupa-
cuado para hacer la exposición lo suficiente- da por la Sala de Exposiciones Temporales, la
mente técnica, y al mismo tiempo fácil de Biblioteca y las colecciones de la Edad Moder-
seguir por un público que, en la mayoría de los na, que llegan hasta el siglo XIX.
casos, está en edad escolar o no es especialista
en las dgerentes materias. Por ello se ha El total de piezas que pueden verse en la
mantenido el criterio de dar unas orientaciones exposición permanente son, en la actualidad,
generales sobre las épocas y culturas que se unas 9.000, número que es considerablemente
exhiben a lo largo de todo el recorrido por las reducido en comparación con lo que el Museo
salas del Museo, introduciendopoco a poco la Arqueológico Nacional guarda en sus almace-
información pormenorizada de los objetos que nes.
se van viendo en la exposición ordenada de las
salas. &te es un hecho que se compensa con la
política de exposiciones temporales, ediciones
En su estado actual el Museo Arqueoló- de catálogos monográficos y la organización
gico Nacional dispone esencialmente de tres interna para facilitar el acceso a los investiga-
plantas abiertas al público, y en las que se dores que lo soliciten.
exhiben las coleccionespor orden cronológico:
Con este primer volumen dedicado a las
En el primer sótano se comienza el antigüedades de Prehistoria, Protohistoria,
recorrido por las épocas paleolíticas, se pasa Egipto, Próximo Oriente y Grecia, deseamos
por las distintas etapas de la Prehistoria y de la sacar a la luz un instrumento de comunicación
Protohistoria, con especial énfasis en las cultu- con el público, que se verá completado con la
ras de la Península Ibérica, y se concluye segunda parte, en la que se sigue idéntica
visitando la colección de v m s griegos y las estructura y que se encuentra ya listo para su
antigüedades del Próximo Oriente y Egipto. inmediata edición.
PROTOHISTORIA Y
CULTURA lBERlCA
VESTIBULO
PLANTA SEGUNDA
( s o t a n o 2)
PREHISTORIA
PROTOHISTORIA Y
COLONIZACIONES
ARQUEOLOGIA EGIPCIA Y
1 PROXIMO ORIENTE
1 VASOS GRIEGOS Y
ETRURIA
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PAT l O
ARASE 11
Salas I-VI, XI-XII
CARMEN CACHO QUESADA
PREHISTORIA
n; PALEOLITICO INFERIOR Y
MEDIO
m; PALEOLITICO SUPERIOR Y
EPl PALEOLlTlCO
PAT l O
ROMANO 1 N;NEOLITICO Y EDAD DEL COBRE
XI; PREHISTORIA DE
LAS ISLAS CANARIAS
CAVIDAD NASAL
-
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'
VELO D E L PALADAR
C U E R D A S BUCALES
de locomoción permitió, además, a los Tanzania y Melka Kunturé en Etiopía.
australopitecos abandonar el medio forestal Precisamente en estos sitios se han encon-
y desplazarse por los espacios abiertos, las trado los primeros restos de estructuras de
sabanas, donde debían vivir en grupos o habitación, como son círculos de piedras
bandas poco numerosas. apiladas y agujeros de postes de posibles
cabañas de tipo circular para protegerse del
Otras formas más recientes de esta viento.
familia de homínidos son el Australopithe-
cus africanus o grácil, hallado por el mo- En esta línea de evolución y derivando
mento tan sólo en Africa del Sur, y el de ciertas formas avanzadas o evoluciona-
Australopithecus robustus o boisei, que se das del Horno habilis parece surgir en
ha localizado además en Africa oriental. La Africa oriental el Horno erectus hace un
capacidad craneana de estas dos especies es millón y medio de años. Su capacidad
claramente superior a la de los grandes craneana alcanza una media de 1.000 cm3y
simios y aumenta progresivamente de volu- en general aumenta la robustez del esquele-
men, oscilando entre 435 y 570 cm3. Su to y sobre todo del cráneo, cuyas paredes
alimentación, según la morfología dentaria, son muy gruesas, adoptando una forma
estaría basada en el consumo de herbáceas alargada y aplanada. La frente es huidiza y
y gramíneas, aunque una excepción parece la cara se proyecta hacia adelante. La
ser el Australopiteco grácil cuyo régimen mandíbula es maciza con piezas dentarias
alimenticio es de tipo omnívoro. muy grandes y unos molares bastante simi-
lares a los del hombre actual.
El Horno habilis, la especie más anti-
gua que se conoce del género Horno en la El Horno erectus se extiende rápida-
actualidad, aparecio hace aproximadamen- mente hacia el sureste asiático -donde su
te dos millones de años en Africa y posee presencia ha sido atestiguada en torno a un
una capacidad craneana que oscila entre millón de años-, el Asia continental, norte
650 y 800 cm3. Su talla es también superior de Africa y posteriormente por Europa.
a la de los australopitecos de los que es Este Horno erectus, autor de las industrias
contemporáneo. La bóveda craneana es denominadas achelenses, es el primer homí-
alta y ovalada con un occipital redondeado nido que se extiende por casi todo el Viejo
y su cara, que es más reducida, posee una Mundo, ocupando medios muy diferentes,
frente abombada. La mandíbula es muy a excepción de las regiones más inhóspitas
robusta, pero la dentadura es muy similar a que a causa del frío nunca llegaron a
la del hombre moderno, y muestra un poblarse. En España se ha identificado
régimen alimenticio de tipo omnívoro, co- recientemente su presencia en plena sierra
mo indicábamos antes para el australopite- burgalesa, en el yacimiento de-Atapuerca,
co grácil. de cuyos restos se expone una reproducción
en esta misma vitrina.
El Horno habilis se diferencia clara-
mente de los australopitecos por su morfo- Según algunos autores, este sorpren-
logía craneana, que en el caso de estos dente poder de adaptación del Horno erec-
Últimos presenta ciertos rasgos comunes a tus se debe a una importante capacidad
los grandes simios. En cuando al esqueleto intelectual, lo que explica el dinamismo y
postcraneal, los datos que se poseen aun los grandes logros obtenidos por este grupo
siendo escasos, son suficientes para afirmar humano, caracterizado por su gran diversi-
que el Horno habilis poseía un bipedismo dad regional y diacrónica. Hallazgos como
más completo y eficaz, facilitado por la los de Java, Indonesia o China en Asia y
presencia de una pelvis de tipo "humano", Ternifine y Salé en el norte de Africa, entre
así como por unos miembros posteriores otros, permiten deducir una tendencia ge-
más alargados y no ya como la de los neral en el Horno erectus a aumentar su
australopitecos. capacidad y desarrollo cerebral, pero con
las particularidades propias que muestran
Otra característica particular de esta la relativa independencia de las diferentes
especie que de hecho da origen a su nombre regiones. Aun así parece ser que siempre
de Horno habilis es la aparición de una existieron intercambios entre las poblacio-
habilidad o capacidad para tallar útiles nes, por lo que este prQceso no desembocó
líticos. No obstante, las industrias son muy en un completo aislamiento de una parte
primitivas, realizadas sobre cantos rodados del Horno erectus.
y denominadas como cultura de los cantos
trabajados u Olduvayense, se localizaron, Las más recientes investigaciones an-
entre otros, en el yacimiento de Olduvai en tropológicas que se han desarrollado du-
rante estos últimos años en Africa y Asia bral en torno a 1.500 cm3y una cara maciza
(Próximo Oriente), han permitido descubrir al igual que la mandíbula; tienen una
la existencia de fósiles de transición entre el barbilla poco pronunciada y unos arcos
Horno erectus y el Horno sapiens. Esta supraciliares muy desarrollados. Los huesos
evolución del Horno erectus al hombre largos del esqueleto son bastante robustos,
moderno se traduce básicamente en un aunque no mpy diferentes a los del hombre
aumento del volumen cerebral y una reduc- moderno. En cuanto a la proporción de los
ción del tamaño de la cara y la dentición. miembros hay que destacar como aspecto
Sin embargo, esta tendencia varía según las curioso que los antebrazos y las piernas son
regiones, los distintos ambientes y según las bastante más cortos que los brazos y los
diferencias genéticas entre las poblaciones, muslos. Esta característica ha sido señalada
dando lugar a la diversidad actual. Un actualmente en los lapones y esquimales y
ejemplo de estos primeros sapiens o presa- parece corresponder a una adaptación a
piens son los hallazgos de Quafzeh y Skhull, climas fríos.
en Israel, asociados a una industria muste-
riense y contemporáneos de los neanderta- El Horno sapiens aparece en torno a
les, mientras que una forma intermedia los 40.000-30.000 años y convive en sus
entre los Horno erectus y los Horno sapiens primeros momentos con el hombre de
la encontramos en el cráneo de Dali, en Neandertal. Se caracteriza por su talla
China. elevada, frente recta, cara aplanada y una
barbilla bastante marcada. Su capacidad
Estos descubrimientos son .bastantes craneana es de unos 1.400 cm3. Dentro de
recientes, y hasta hace poco tiempo la idea esta familia se han diferenciado en Europa
que se tenía sobre este aspecto de la ewlu- varios tipos o especies: el hombre de
ción era bastante simple: -el hombre de Combe-Capelle, el de Chancelade -des-
Neandertal era el único que existía durante cendiente del anterior- y el hombre de
el Würm antiguo y aparecía siempre asocia- Cromañón, autores todos ellos de las in-
do a industrias musterienses; al final de este dustrias 'del Paleolítico Superior y antece-
período desaparece el hombre de Neander- sores directos del hombre actual.
tal con el Musteriense dando paso al Horno
sapiens autor de las industrias del Paleolíti-
co Superior. El esquema evolutivo que se
plantea en la actualidad no acepta la apari- LOS PRIMEROS CAZADORES-
ción del hombre moderno a partir del RECOLECTORES Y LA APARICION
Neandertal y defiende la existencia de un DEL ARTE
estado presapiens (cuyo antecesor directo (Salas IZ y IZA y jardín del museo)
sería el Horno erectuspresapiens) que daría
lugar por un lado al hombre de Neandertal
Especialmente bien representados es-
y por otro al Horno sapiens del Paleolítico tán en el Museo Arqueológico Nacional
Superior, antecesor del hombre actual que estos primeros momentos de la Historia de
se extiende ampliamente por todo el mundo la Humanidad gracias, sobre todo, a los
a partir del final de Pleistoceno. Esto riquísimos hallazgos de la provincia de
explicaría el hallazgo de restos neandertales Madrid y en particular de las terrazas del
en niveles del Paleolítico Superior, como es Manzanares, que fueron intensamente pros-
el caso del cráneo de St. Cesaire en el sur de pectadas por numerosos e insignes investi-
Francia, lo que confirma que la presencia gadores como Obermaier o Pérez de Barradas.
del hombre de Neandertal no queda reduci-
da al Musteriense y también que la desapa-
rición de este grupo humano no fue tan El Cuaternario: cronología
brusca como se pensó en un primer mo- y medio-ambiente
mento de la investigación, ni tan violenta, (Sala ZI, vit.3)
ya que se llegó incluso a hablar de una
masacre de los neandertales a mano de los La reconstrucción del marco cronoló-
sapiens. gico y paleoambiental del Pleistoceno, en el
que vivieron nuestros primeros antepasados
Los neandertales, que surgen hace unos no siempre es fácil, ya que requiere el
cien mil años, aproximadamente, constitu- apoyo de distintas ciencias afines como la
yen un grupo relativamente homogéneo a geología, paleontología animal, antropolo-
pesar de sus variaciones geográficas y de gía y paleobotánica. Su correlación con los
ofrecer un mosaico de caracteres arcaicos y métodos de datación contribuye a precisar
evolucionados (progresivos). Su cráneo es la cronoestratigrafía de las distintas regio-
ancho y aplanado con una capacidad cere- nes a lo largo del Cuaternario.
Fig. 3
Mandíbula de
"Elephas sp." de
Torralba.
Así, el aná1isis.de los sedimentos depo- una determinada especie, así como la edad
sitados en un yacimiento permite conocer y el sexo de los animales capturados y la
sus condiciones de formación, es decir, el estación en que .fueron cazados.
clima y contribuye además a establecer la
cronología del depósito, ya que durante el Los avances y mejoras logrados en el
Cuaternario se han producido unas varia- campo de la metodología de excavación de
ciones climáticas lo suficientemente impor- estos últimos años han permitido la recogi-
tantes y numerosas como para poder esta- da y posterior estudio de los restos de
blecer una escala cronológica bastante pre- micromamíferos. Según algunos autores
cisa. Las principales fluctuaciones climáti- estos restos, y en particular los roedores,
cas son los períodos fríos de tipo ártico presentan un mayor índice de fiabilidad
(glaciaciones) alternados con fases más tem- como indicadores climáticos que los gran-
pladas o interglaciares. des mamíferos al poseer un nicho ecológico
muy localizado y permitir precisar unas
La fauna y la flora son otros de los condiciones climáticas más concretas. Sin
elementos indicadores de la cronología y embargo, también hay que tener en cuenta
clima durante el Cuaternario, que permiten que una parte de los huesos de roedores que
reconstruir el entorno paleoambiental. Has- encontramos en los abrigos y entradas de la
ta hace muy poco los únicos restos faunísti- cuevas pueden proceder de las pelotas de
cos estudiados eran los de macromamíferos. regurgitación de las aves rapaces que anidan
Estos una vez identificados permitían esta- o se posan en los farallones rocosos, y, por
blecer la especie o especies dominantes, lo tanto, pueden falsear los datos a la hora de
que llevaba a deducir el momento de ocu- intentar reconstrpir el medio de un yaci-
pación de los distintos asentamientos, así miento determinado.
como sus características ambientales (clima,
vegetación y relieve del entorno). Otro Los huesos de ave, vértebras de peces y
aspecto interesante y nada desdeñable que conchas de moluscos son otros de los restos
nos proporciona el estudio faunístico es el que se han incorporado recientemente al
conocimiento de la economía de estos pri- estudio faunístico de 1 ~ yacimientos.
s Si
meros habitantes que mostraban ya una bien es cierto que la información cronológi-
clara selección en la caza de los animales. ca y climática de estos datos es escasa, no
El análisis de este tipo de restos permite, ocurre lo mismo con su aportación a la
pues, conocer sus gustos y preferencias por reconstrucción paleoecológica de la zona,
y, por supuesto, a la paleoeconomía en el Las rocas cristalinas, y sobre todo el
caso de la ictiofauna (restos de peces) y sílex, son las materias primas preferidas
malacología(restos de conchas), e incluso a por el hombre prehistórico para la talla de
veces también de las aves, ya que en la industria lítica, debido a su dureza,
algunos casos se ha podido demostrar su estructura homogénea y ductilidad, aunque
captura y posterior consumo por parte de .también se utilizan otras rocas como la
nuestros antepasados. cuarcita, especialmente abundante en la
cornisa cantábrica y en algunas terrazas de
Otro indicador importante de las va- los ríos (Tajo, Jarama, Guadalquivir...), y
riaciones climáticas y condiciones ambien- en ocasiones el cuarzo (Cataluña) e incluso
tales es la flora, que contribuye, además, a la ofita y la caliza (Cueva del ast ti-
precisar la cronología en las distintas se- 110,Santander). El sílex se presenta en forma
cuencias regionales o locales del Cuaterna- de nódulos de distintas dimensiones o en
rio. La reconstrucción de la vegetación se
obtiene a partir de los frutos y granos,
productos de la recolección practicada por Fig. 4
Talla de hojas por
el hombre prehistórico. Estos restos son percusión
muy escasos durante las primeras fases de indirecta (según D.
la Prehistoria, generalizándose su aparición, de Sonneville-
en concreto de los granos de cereal, a partir Bordes, 1972).
de los inicios de la agricultura. No obstante,
en algunos yacimientos mediterráneos del
final del Paleolítico se ha constatado la
presencia de restos de bellotas y acebuche
(aceitunas silvestres). En otros casos las
reconstrucciones paleobotánicas se realizan
a través de los granos microscópicos de
polen, elemento reproductor de las flores,
que se suelen conservar bastante bien en los
sedimentos de los yacimientos. Para su
estudio se toman muestras del sedimento,
que posteriormente son sometidas a una
serie de procesos físico-químicos hasta con-
seguir aislar los granos de polen. Estos son
identificados estableciéndose el tipo o tipos
dominantes, lo que permite no sólo deducir
los rasgos ambientales y climáticos, sino
incluso precisar el momento de ocupación.
Fig. 5
Talla de lascas
El trabajo en piedra y hueso: por percusión
su tecnología directa con
(Sala Ií, vit. 2) percutor duro
(según D. de
Sonneville-Bordes,
A excepción de algunos utensilios de 1972).
madera, hallados generalmente en depósitos
lacustres gracias a unas excelentes condi-
ciones de conservación, la mayor parte de
los útiles que han llegado hasta nuestros
dias están fabricados en piedra (industria
lítica) o en hueso y asta (industria ósea). No
obstante, el hallazgo de algunos restos de
útiles y enmangues de éstos en madera,
lleva a suponer una mayor importancia de
esta materia prima de la que se le ha dado
tradicionalmente, calificando a esta época
del Paleolítico como la "Edad de la piedra".
~ n c u a l ~ u icaso,
e r lo que si resulta evidente
es la excelente conservación de los restos
líticos que ha hecho que sus características
y evolución sirvan de base (a veces casi
exclusivamente) para la clasificación y pe-
riodización de esta época.
forma tabular, y el hombre se aprovisiona- En la fabricación de los utensilios
ba de él bien en su lugar de origen o fuente paleolíticos existe una técnica que evolucio-
primaria, o a la orilla de los ríos, donde era na según se avanza en el tiempo, tal y como
transportado en forma de canto rodado, o ,podemos ver en esta vitrina. Así, en un
en terrenos, donde el sílex aparecía en primer moniento, durante el Paleolítico
posición secundaria, habiendo sido trans- Inferior, el objetivo era obtener un filo
portado por erosión o algún otro fenómeno cortante y para esto se practicaba la talla
geológico. Actualmente, y gracias al impor- por percusión directa, es decir, se golpeaba
tante desarrollo de esta parcela de la inves- el nódulo de sílex con otra piedra (percutor
tigación durante los últimos años, se sabe duro) o con un fragmento de hueso o asta
que a veces el hombre paleolítico se despla- (percutor blando) y de aquél saltaba un
zaba bastantes kilómetros para proveerse fragmento que denominamos lasca. Otro
de ciertos tipos de materia prima, seleccio- tipo de percusión es la indirecta, realizada
nada generalmente por su calidad excepcio- apoyando el núcleo sobre un elemento en
nal. En algunas ocasiones se ha observado reposo o yunque, o bien interponiendo un
Fig. 6 también la elección de un tipo de sílex para cincel de hueso o asta entre el núcleo y el
~ ~ del ~ elaborar
d un determinado
~ d útil o~ la preferen-
~ percutor. La talla con percutor duro suele
Arenero cia por una materia prima en particular dar lascas bastantes anchas y con un talón
Hermanos. durante una de las fases del Paleolítico. bastante grande e inclinado con respecto a
la cara dorsal. Por el contrario, la talla con
percutor blando proporciona lascas estre-
chas y de pequeño talón. Este tipo de
percusión supone un adelanto con respecto
al uso del percutor duro, ya que uno de los
objetivos de la evolución técnica en la
industria lítica durante el Paleolítico es
intentar obtener lascas cada vez más estre-
chas y alargadas, y en definitiva, un mayor
rendimiento de la materia prima.
documentado en las ricas colecciones que los numerosos restos de fundición (crisoles,
alberga este museo. escorias y mineral ...) encontrados en los
poblados (vits. 9 y 11). No obstante, los
La cultura material de este momento hallazgos de útiles metálicos (hachas planas,
se conoce gracias, sobre todo, a los ajuares punzones, puñales ...) son escasos. Estas
de las sepulturas, aunque éstos apenas piezas se fabricaban mezclando el cobre
difieren de los hallazgos de los poblados. con el arsénico, lo que no solo facilitaba la
fundición, sino que, además, aseguraba la
Especialmente abundantes son las in- dureza y resistencia de los útiles obtenidos.
dustrias líticas con sus diferentes tipos de
puntas, microlitos geométricos, cuchillos, Un elemento que adquiere una singular
dientes de hoz y puñales, así como útiles relevancia durante este período son los
pulimentados (vits. 6 y 8). Las cerámicas ídolos (vits. 12 y 14) en sus múltiples y
(vits. 8, 9 y 11) suelen ser casi siempre lisas, variadas formas -"betilos", bbfalanges","tol-
pero a veces aparecen decoradas con pintu- vas", "placas", etc.- y elaborados sobre
ra -como el vaso de Tarajal (vit. 10)- o distintos materiales: hueso, marfil, piedra ...
mediante incisiones. Los temas comúnmen- Con cierta frecuencia ofrecen una represen-
te desarrollados son los geométricos -ban- tación oculada, tema presente también en
das paralelas, zig-zags,- o bien los figura- los recipientes cerámicos y común a todo el
tivos con ciervos, soles o motivos oculados Mediterráneo. Una particular atención me-
con rasgos claramente antropomorfos (vits. rece uno de los ejemplares que se expone en
6, 8, 9 y 11). Existen también vasos de esta sala procedente de Extremadura y
alabastro y alguno en hueso. La industria tallado sobre alabastro en forma de cilin-
ósea con espátulas, punzones y agujas, dro. Hay que citar por último, además, la
entre otros, resulta igualmente frecuente y existencia de otros ídolos antropomorfos
variada (vits. 6, 8 y 11). En cuanto a la con representaciones de personajes mascu-
metalurgia hay que decir que se trata de linos o femeninos como las esculturas en
una actividad incipiente, aunque su uso es piedra de Almizaraque, que forman parte
indudable y una buena muestra de ello son de la colección Siret.
LA EDAD DEL BRONCE tercer milenio e inicios del segurido dentro
Y EL DESARROLLO de una cierta clase privilegiada.
DE LA METALURGIA
(Sala V) Son muy pocos los poblados que se coy
nocen de esta cultura y casi toda la informa-
ción que poseemos procede de las tumbas
A finales del tercer milenio surge lo que en general aparecen aisladas en lugar de
que se ha denominado como Cultura del formar necrópolis. Estos ritos funerarios
vaso Campaniforme, caracterizada por su reflejan un cambio importante, ya que mues-
cerámica: un vaso de forma acampanada tran una sustitución de los enterramientos
decorado con bandas horizontales incisas. colectivos por las sepulturas individuales. El
Esta cerámica se interpreta actualmente, difunto era enterrado en posición fetal o
dada la calidad de su manufactura, como extendida en simples fosas o cistas de piedra
un artículo de lujo y, por tanto, como un e incluso introducido en monumentos me-
Fig. 20 elemento de prestigio social. Hoy en día no galíticos con su ajuar funerario, formado
Idolo placa de se habla pues de un pueblo o una civiliza- por el vaso campaniforme, la cazuela y el
Granja de ción del vaso campaniforme, sino de un cuenco, además de otros elementos líticos,
Cespedes. fenómeno que se desarrolla entre finales del metálicos, y en ciertas ocasiones de oro.
Dentro de la península se diferencian técnica consistía en la realización del mol-
varios grupos campaniformes individuali- de en cera del objeto que se iba a fabricar.
zados por la decoración de sus cerámicas. El molde se revestía de arcilla dejando un
Hoy en día se reconocen dos variedades, los orificio en la parte superior y a continua-
marítimos, que se dispersan por las zonas ción se exponía al calor hasta que la cera
costeras y se decoran con bandas de puntos se derretía y se le hacía fluir por el orificio
impresos, y los incisos o continentales, más de salida. Luego se vertía el metal fundido
recientes que los anteriores que se subdivi- que desplazaba la cera. Y tras la fundición
den en varios grupos regionales que presen- se recortaba y pulía la superficie de la
tan variaciones en su cultura material: el de pieza obtenida, afilando su borde por
Ciempozuelos, que se extiende por la Mese- martillado. Con esta técnica se realizaron
ta; Carmona, en el Bajo Guadalquivir; numerosos adornos de torques, así como
Palmela, en el estuario del Tajo, y Salamó, diversos tipos de empuñaduras de espa-
en Cataluña. das.
Fig. 21
El fenómeno campaniforme introduce El metal se empieza a difundir gracias procesos de
además de un nuevo rito funerario otros al dinamismo ~0Inercialy a la navegación fundición del
cambios significativos como es la generali- que van a adquirir una singular relevancia cobre (según
zación de la metalurgia del cobre y, sobre durante el segundo milenio. P. Knauth).
todo, de las técnicas de aleación, surgiendo
entonces los primeros cobres arsenicados
(y en algunos casos con estaño) en los que
se fabrican por martilleado en frío diversos
útiles y armas metálicas: hachas, puñales
de lengüeta, alabardas, punzones, puntas
del tipo de Palmela, etc. No obstante,
también se siguen utilizando el hueso y la
piedra para otros objetos de uso cotidiano.
Ahora es cuando se inicia realmente la
orfebrería con la aparición de las primeras
joyas en oro. Estas manifestaciones son
producto de profundos cambios económi-
cos y sociales que se están produciendo no
sólo en la sociedad hispánica, sino también
europea y que responden a una importante
estratificación social surgida con motivo
del desarrollo que vive ahora la agricultura
-en la que ya se emplea el carro y el
arado- y a la obtención de productos
excedentes.
A partir de la Edad del Bronce y sobre sin trazado urbanístico alguno, lo que le
todo del Bronce Medio, la uniformidad confiere un aspecto de verdadera aglomera-
cultural que caracteriza a la península du- ción, están distribuidas las viviendas a lo
rante la Edad del Cobre (o Calcolítico) e largo de lo que podríamos denominar como
incluso inicios de la Edad del Bronce se calles o callejones. Estas adoptan una plan-
rompe convirtiéndose así en un mosaico de ta rectangular o cuadrada, sustituyendo así
culturas, áreas regionales bien individuali- las circulares de la cultura de los Millares o
zadas. Un lugar preferente ocupa por su campaniformes. Se construyen sobre un
singularidad y marcada personalidad la zócalo de piedra sobre el que se elevan los
cultura del Argar (1800-1300 a. C., aproxi- muros de tapial y la techumbre de pajizo.
madamente) que se extiende principalmente En algunos poblados se han encontrado
por el sureste español y que se conoce canalizaciones de agua e incluso verdaderas
gracias a-la importante labor de los herma- acequias.
nos Siret en el poblado almeriense del
mismo nombre y en otros yacimientos A menudo, en el suelo de las viviendas
como Lugarico Viejo, Oficio o Fuente se realizan los enterramientos manteniendo
Alamo. De algunos de estos yacimientos así una vieja costumbre mediterránea de
posee el Museo Arqueológico Nacional una convivencia con el muerto. Estas sepulturas
importante colección, de la que es una se practicaban en cistas o cajas formadas
buena muestra el conjunto de objetos que por lajas de piedra (vit. 5), fosas o covachas
se exhiben en esta sala V. . artificiales excavadas en la roca y en tinajas
o pithoi (vit. lo), similares a las empleadas
.
Los poblados argáricos se emplazanen para guardar el grano que eran selladas por
zonas altas, cerros o cabezos, de difícil una laja, una piedra de molino o cualquier
acceso, cerca de fuentes de agua, y aparecen recipiente cerámica. Estos enterramientos
reforzados por una o varias líneas de mura- debían de ser de tipo secundario, es decir,
lla en las zonas más accesibles (como que sólo se enterraba el qsqueleto óseo una
podemos ver en las fotos y planos de los vez desaparecidas las partes blandas, dado
yacimientos que se muestran en la sala), lo el tamaño de algunas sepulturas, así como
que nos indica su necesidad de protegerse y su proximidad al área de habitación. Los
defender su territorio. Dentro del poblado, enterramientos, al contrario que durante el
Calcolítico que eran colectivos, solían ser
individuales o dobles. Cuando aparece más
de un individuo se trata siempre de un
hombre y una mujer o de un adulto y un
niño, y cuando hay más de dos suelen ser
generalmente niños. Todo ello lleva a pre-
suponer la existencia de una estructura
social basada en la familia. El cadáver era
inhumado con una serie de adornos perso-
nales, ofrendas alimenticias y un ajuar más
o menos rico, según el sexo o su posición
social.
Los ajuares de las sepulturas -de
donde proceden la mayor parte de los
hallazgos que se exponen en esta sala- van
a ser los que nos den mayor información
sobre su cultura material y la organización
social de estos grupos. Los ajuares difieren
según el sexo del individuo sepultado; así,
en el caso del varón éste era acompañado
por un hacha o alabarda, algunos vasos
cerámicos y a veces espadas, mientras que
en las sepulturas femeninas se introducían
punzones, numerosos recipientes cerámicos
y diversos tipos de adornos (vit. 6 y.7). En
ocasiones y si el individuo gozaba de una
elevada posición social se incluían además
algunos objetos de oro y plata, como
anillos, sortijas y diademas (diadema de
Cehegín) (vit. 9), etcétera.
sus remaches de plata o la excepcional Fig. 23
La cerámica .que caracteriza a esta empuñadura en oro de la espada de Guada- Enterramiento
cultura muestra un perfecto acabado, y el lajara (vit. 13). argárico en tinaja.
bruñido completo de su superficie le da un
aspecto metálico, lo que en cierta manera le A pesar de que durante este segundo
asemeja con las vajillas metálicas que ya milenio en Europa se habían generalizado
entonces existían en otras regiones medite- las aleaciones de cobre con estaño, la
rráneas. La tipología de estos conjuntos ausencia de este último en el Sureste hizo
cerámicos, como podemos ver en una de las que los útiles metálicos de la Cultura del
vitrinas, es muy variada y diferente según se Argar se continuasen fabricando en cobre
trate de cerámica de uso cotidiano, conoci- arsenicado.
da gracias a los hallazgos de los poblados y
normalmente más tosca, o bien de cerámica Durante mucho tiempo el emplaza-
sepulcral -como la copa con pie- de miento de los principales poblados en las
manufactura más cuidada y en la que se vias de acceso a las vetas de minerales y el
vertían las ofrendas de alimentos y bebidas hallazgo de numerosos restos metálicos en
que debían acompañar al difunto en su las sepulturas hizo que se interpretase la
viaje al más allá (vit. 3). Cultura del Argar como eminentemente
metalúrgica y con un esplendor obtenido
Otros elementos que están presentes, gracias a la explotación de las ricas minas
tanto en los poblados como en los enterra- del Sureste. Hoy en día, sin embargo, se
mientos, son la industria lítica, ósea, los considera que la riqueza de esta región se
brazales de arquero (vit. 8), diferentes tipos debía más bien al importante desarrollo de
de botones en hueso y marfil, una amplia la agricultura y al empleo del regadío como
gama de adornos (anillos, brazaletes, col- lo confirman los hallazgos de restos de lino
gantes y cuentas de collar sobre distintas tejido (vit. 8) encontrados en las sepulturas,
materias primas) y lo más característico de planta esta que requiere una abundante
la Edad del Bronce: los Útiles y armas humedad. Asímismo, se han encontrado en
metálicas (vit. 4). Entre éstos existen algu- muchos poblados argáricos, restos de si-
nas piezas dignas de reseñar como es la mientes de cereal y leguminosas, lo que
espada de Puertollano (Ciudad Real), con junto con los vestigios de conducciones de
agua e incluso de cisternas (El Oficio) nos esta cultura son aún escasos -Los Rome-
hablan de la .agricultura como actividad ros, Azuer y Palacios, entre otros- y en
predominante. muchos casos se encuentran en proceso de
excavación, de ahí que los datos con los
Paralelamente se desarrollan en el resto que contamos por el momento no permitan
de la península otras culturas como la del establecer mayores precisiones. De cual-
Bronce Valenciano, en la región levantina, quier manera, sus pobladores parecen ser
que no está representada en este museo, y a eminentemente agricultores y con una cul-
la que por tanto sólo aludiremos brevemen- tura material -de la que el museo posee
te. Esta cultura posee poblados fortificados una pequeña selección de piezas proceden-
en lugares escarpados similares a los de la tes de Los Romeros (vit. 11)- emparentada
Cultura del Argar, aunque en este caso la con la argárica.
metalurgia adquiere un menor auge y los
enterramientos no se realizan en las proxi- Mientras, en el área de la meseta se
midades de los poblados, sino en covachas mantiene la tradición del campaniforme
naturales o en cistas, dónde se inhuman a tipo Ciempozuelos con sus cerámicas pseu-
los muertos con un ajuar entre los que se doexcisas, en las que al parecer tienen su
encuentran algunos elementos similares a origen los motivos excisos y la técnica de
los argáricos. boquique, característicos de la cultura de
Cogotas 1, cuyo proceso de formación se
Una de las áreas culturales mejor dife- iniciaría ya en el Bronce Medio. Los pobla-
renciadas y con unos rasgos característicos dos parecen situarse en lugares de fácil
propios es la Cultura de las Motillas, defensa, aunque también se ocupan las
localizada en la meseta sur y más concreta- cuevas y se establecen ase'ntamientos en el
mente en las provincias de Albacete y llano al aire libre, donde el tipo de vivienda
Ciudad Real. Esta cultura se caracteriza se conoce sólo a partir de los llamados
por sus poblados situados en montículos "fondos de cabaña". Estos, son muy fre-
artificiales, más o menos escarpados, y cuentes en la meseta, y la provincia de
fortificados mediante una torre central y Madrid, es una buena muestra de ello:
~ i 24 ~ . una O dos líneas de muralla concéntrica, en Areneros de Villaverde, Mejorada del Cam-
Conjunto torno a las cuales se distribuyen de una po, etc., cuyos vestigios podemos examinar
cerárnico de la manera irregular las viviendas. Los asenta- en esta sala del museo (vit. 12). Las seccio-
cultura del Argar. mientos que se conocen por el momento de nes de estos fondos son bastante irregulares
y suelen aparecer en forma de bolsadas creación de importantes talleres de fundi-
cenicientas conteniendo, fundamentalmen- ción. Paralelamente se introducen nuevos
te, fragmentos cerárnicos, industria lítica y tipos de útiles y armas metálicas como las
abundantes restos de fauna en muchos hachas de talón, hojas de hoz -como la de
casos quemados, lo que ha llevado a inter- Castropol (vit. 1)-, espadas pistiliformes o
pretar algunos de estos fondos como sim- las puntas de lanza de enmangue tubular
ples silos en los que se almacenarían los (ría de Huelva, río Sil), que se difunden no
alimentos. Se han encontrado también en sólo dentro de la península, sino también
yeso las improntas de fondos de cestas que hacia Europa.
estarían hechas de mimbre y se colocarían
en los silos para almacenar el grano. Muestra de este comercio extrapenin-
sular es el hallazgo de importantes depósi-
Estos grupos eran fundamentalmente tos de piezas metálicas, en los que a menudo
agricultores y ganaderos, siendo entre ellos, aparecen piezas rotas o en desuso, y desti-
la metalurgia, una actividad poco represen- nadas, probablemente, a ser refundidas y
tativa. En cuanto a los ritos funerarios, reutilizadas como el conjunto de la ría de
sabemos que inhumaban a sus muertos en
cistas o tinajas y eran acompañados por
ajuares de tipo argárico. Fig. 25
Detalle de la
espada argárica
de Guadalajara.
CANARIAS
(Sala XI)
BIBLIOGRAFIA
X; PREHISTORIA DE LAS
ISLAS BALEARES
PROTOHISTORIA Y
COLONIZACIONES
XIX; PROTOHISTORIA . Y
CULTURA IBERICA
La cultura talayótica
La cultura pretalayótica
Hacia 1400 a. de C. aparecen en Ma-
Se desarrolla en Mallorca y Menorca llorca y Menorca (Fig.2), pero no en Ibiza
entre el 1700 y el 1400 a. de C. Estas gentes, ni Formentera, los primeros poblados cons-
que vivían de la agricultura y la ganadería, truidos en torno a los talaiots: torres de
conocen el cultivo de distintos cereales y piedra en forma de tronco de cono o de
tienen rebaños de cabras y ovejas. Viven en pirámide truncada, levantadas con grandes
casas de planta alargada unifamiliares con bloques dispuestos en hiladas. Parece ser
uno o dos hogares. Pero el elemento más que muchas de aquellas grandiosas estruc-
característico de época pretalayótica son turas, al principio estaban aisladas o for-
los enterramientos colectivos en cuevas maban grupo con otros talaiots más peque-
naturales o más frecuentemente en hipogeos ños, convenientemente separados e inde-
artificiales excavados en la caliza de la isla. pendientes. Poco a poco los núcleos actua-
Su variada tipología y dimensiones sugiere ron como centro de atracción y alrededor
la existencia de grupos familiares de distinto surgieron otras construcciones más simples
tamaño o tal vez riqueza. En el interior de y modestas de planta variada, que dieron
estas cuevas, los cadáveres estaban dispues- lugar a la constitución de laberínticos po-
blados en los cuales se organizó la vida mentos entre el primer y el segundo milenio
semiurbana y religiosa con sus distintas a. de C., es decir en la fase más antigua de
jerarquias y clases sociales. Los poblados la cultura talayótica.
talayóticos frecuentemente se rodearon de
murallas como consecuencia de la aparición Durante el último milenio, desde el
de una sociedad fragmentada y dividida en siglo VI1 y hasta la romanización, se utili-
diferentes grupos humanos que aspiran a zan en Menorca cuevas artificiales para
controlar los territorios más ricos para enterramientos, normalmente agrupadas en
desarrollar los cultivos agrícolas y controlar acantilados que dan al mar, formando
los pastos para sus ganados. Ello permite vastas necrópolis, como la de Cales Coves,
deducir la existencia de grupos enfrentados cuya foto se expone en la Sala X, vit. 3. No
y enemistados entre sí. todas las cuevas de estas necrópolis son
iguales. Hay unas más simples y pequeñas
En los poblados de Menorca, y en una con una entrada ligeramente arqueada y
época ya avanzada sobresale junto al talaiot planta más o menos circular. El rito utiliza-
principal, la presencia de un recinto de uso do es la inhumación.
religioso en cuyo centro se levanta un
singular monumento denominado taula: El otro tipo de cueva artificial más
dos grandes bloques de piedra bien tallada, completa, consta de un patio abierto, con
uno vertical hincado en el suelo y otro pequeños nichos para depositar las ofren-
horizontal que descansa sobre el primero das, y de una cámara sepulcral grande con
(como se puede observar en la foto del columnas o pilastras adosadas a la pared.
poblado de Trepucó o en la maqueta que Aquí el rito varía: inhumaciones simples,
sobre este mismo yacimiento se muestra en en posición encogida; incineraciones in-
el centro de la Sala X). completas y sarcófagos hechos de madera
de pino en los que se depositaba el cadáver
El poblado de Trepucó, situado junto en posición fetal. Los enterramientos en
a la ciudad de Maó, conserva uno de los estas cuevas suelen estar envueltos en una
mayores talaiots de la isla de Menorca, con gruesa capa de cal y cubiertos por grandes
cerca de 20 metros de diámetro por 8 losas (Sala X, vit. 4).
metros de altura. Junto a él y orientado
hacia el este, se levanta la taula a la que se La religión talayótica se percibe en los
adosan varias construcciones laberínticas, numerosos santuarios que se construyeron
sin duda relacionadas con los cultos que en el interior de cada poblado o, aislados,
tenían lugar en estos templos. fuera de ellos. Son construcciones de planta
cuadrada, en ocasiones con el fondo en
En el mundo funerario, y más concre- forma absidal, a los que se accede por una
tamente en la isla de Menorca, destacan las puerta adintelada. Estos recintos sagrados,
navetas: monumentos funerarios de aparejo desarrollados en la fase final de la cultura
ciclópeo, con planta de herradura alargada talayótica, en la isla de Menorca rodean
u oval (Sala X, vit. 3). Consta de dos una segunda construcción o taula. En el
estancias, un vestíbulo o corredor de di- interior de estos templos talayóticos se
mensiones reducidas que comunica con el realizaban sacrificios de animales a las
exterior por una pequeña puerta, y una divinidades locales. Cabras, ovejas, vacas y
cámara en forma de huso a la que se llega otros animales domésticos eran troceados y
desde el vestíbulo por medio de una segun- en algunos casos los huesos se introducían
da puerta rectangular. La técnica construc- en vasijas de barro que se colocaban sobre
tiva que suele utilizarse consiste en el el suelo o junto a las paredes. También han
empleo de piedras de gran tamaño ordena- aparecido en estas construcciones religiosas
das en hiladas en seco formando salidizo, estatuillas de toros y figurillas de divinida-
hasta que el conjunto puede cubrirse con des de origen oriental, como la reproduc-
grandes lajas apoyadas en las paredes. La ción que se expone en la vitrina 5, emparen-
parte del vestíbulo suele quedar abierta por t a d o ~con el dios Resef, de origen sirio-
arriba, lo cual permite por medio de apoyos fenicio, cuyo culto llegó hasta la vecina isla
subir a una cámara que a veces se extiende de Ibiza en época púnica. Las taulas son
sobre la primera. monumentos exclusivos de Menorca, pero
los santuarios en que se alzan están también
El carácter funerario de las navetas no documentados en la isla de Mallorca. De
ofrece duda. En ellas han aparecido ente- todos estos santuarios, el más famoso es el
rramiento~de inhumación acompañados de Costitx, debido al hallazgo de las cabezas
de su ajuar: piezas cerámicas e instrumentos de toro de bronce, símbolo, seguramente
de bronce y hueso, que sitúan estos mo- relacionado con el dios Baal-Melkart. El
recinto sagrado donde aparecieron estas período arqueológico en el panorama pro-
esculturas era un edificio de planta rectan- tohistórico peninsular. Esta etapa que se
gular, quizá con el lado posterior absidal, inicia a partir del siglo VI11 a. de C., se
de forma ~ r ó x i m aa los santuarios menor- caracteriza por una serie de profundas
quines con taula. En su interior, segura- transformaciones, de muy diversa índole,
mente fijados a la pared, se situaban las tres generadas a partir de influjos exteriores,
cabezas d e toro. fundidas con una d e ~ u r a d a europeos y, sobre todo, mediterráneos, que
técnica que permitió dejar vaciado su inte- incidirán sobre la fuerte tradición cultural
rior y retocar finalmente con un buril su indígena desarrollada durante el Bronce
rostro para destacar ciertos detalles anató- Final. La distinta capacidad de asimilación
micos (Sala X, vits.5 y 6). de estos influjos tiene como resultado la
formación de diferentes áreas culturales
El resto de las piezas halladas son, con personalidad propia.
fundamentalmente, recipientes cerámicas.
Algunos están realizados a mano y son A pesar de la tardía generalización del
tipicamente talayóticos. Otros, hechos a hierro en la Península Ibérica, la fundición
torno, son importaciones que confirman la de objetos e n este metal es mucho más
fecha tardía de este santuario, en la fase antigua. Conocida por los hititas, tras el
final de la cultura talayótica. Lucernas, colapso que provocan los Pueblos del Mar
vasos y otros objetos de bronce que se hacia el 1200 a. de C . , se extiende por el
exponen en la vitrina 5, constituían las Mediterráneo. A la Península Ibérica llega
ofrendas depositadas en el santuario y hacia el siglo VI11 a. de C. de la mano de
dirigidas a las divinidades que allí se vene- colonizadores griegos y fenicios siguiendo
raban. la vía mediterránea, y pasa a las tierras del
interior a partir del siglo VI1 a. de C. El
aprovechamiento del hierro, por las venta-
Fig. 2 jas que éste tiene sobre el cobre o el bronce,
EDAD DEL HIERRO supuso una serie de cambios en las culturas
Vasos de doble
fondo, que lo adoptaron. Además de proporcionar
pertenecientes a la La incorporación del hierro a la meta- una mayor dureza y resistencia a las herra-
cultura talayótica. lurgia nos sirve para establecer un nuevo mientas, la gran abundancia de minerales
de hierro en la corteza terrestre y su mayor bronce, y sólo en la fase siguiente se
difusión le convierten en una materia más generaliza e impone.
accesible y económica. Después de una
breve fase inicial en la que por su rareza fue Hierro 11: Esta etapa se extiende desde,
considerado un elemento de valor, desban- aproximadamente, el 500 a. de C. hasta la
có al bronce en la fabricación de herra- romanización. Ahora es cuando se hace
mientas y armas. predominante la metalurgia del hierro, y el
bronce queda relegado a objetos menores y
Las técnicas de obtención y trabajo del de adorno. Corresponde a este momento el
hierro son diferentes a las del cobre y florecimiento y desarrollo cultural de los
bronce, lo que hizo necesario el desarrollo pueblos celtibéricos. La generalización del
de tecnologías más complejas y especializa- hierro se debe a las ventajas que ofrece
das. El primer problema a superar fue la sobre el bronce, como, por ejemplo, su gran
reducción del mineral para conseguir el abundancia en la naturaleza, que hace fácil
metal, ya que el hierro funde a una tempe- su aprovisionamiento, y unas cualidades
ratura bastante más elevada que el cobre. mecánicas que le otorgan mayor eficacia.
Conseguir esa elevación de las temperaturas
sólo fue posible a partir de la construcción
de hornos con sistemas especiales de venti- Edad del Hierro en la meseta
lación y con una mayor precisión para el
control de la temperatura. Tras la desaparición de la llamada
cultura Cogotas 1 del Bronce Final, se
La forma de trabajar el metal es tam- produce en la meseta un importante cambio
bién diferente. Los objetos de cobre y que representa el inicio .de la Edad del
bronce se fabrican normalmente .por fundi- Hierro. Este complejo panorama no es
ción, mediante el vertido del metal líquido homogéneo, y se pueden diferenciar al
en moldes, adquiriendo la forma de éstos al menos tres áreas con personalidad definida:
enfriarse; posteriormente, para un acabado
final y para mejorar sus propiedades puede - Cultura "Soto de Medinilla': desa-
recibir técnicas complementarias como la rrollada, sobre todo, en las tierras
forja en frío o en caliente, el recocido y el llanas occidentales de la meseta
temple. El hierro, por el contrario, se norte.
trabaja en estado sólido, calentándolo al - Cultura de los Castros Sorianos.
rojo para ablandarlo y procediendo a su
forja en caliente, mediante golpes de marti- - Borde nororiental de la meseta o
llo. Así se obtiene, poco a poco, con cuenca del Alto Jalón.
recalentamientos sucesivos, la forma final.
Este sistema de trabajo requiere nuevas
herramientas como fuelles, tenazas para Cultura "Soto de Medinilla"
sujetar el metal al rojo, yunques más resis-
tentes, etcétera. Formada por un grupo de poblados en
torno a la cuenca media del Duero, que
Tras diversos nombres aplicados a esta toman su nombre del yacimiento vallisole-
etapa cultural durante los últimos años, tano del Soto de Medinilla, el más conocido
finalmente parece que el término Edad del y mejor estudiado de todos. Estos poblados
Hierro es el más operativo para referirnos tienen un desarollo inicial hacia el siglo
a este complejo panorama. A su vez se VI11 a. de C. Generalmente se asientan
divide en dos fases sucesivas "Hierro 1" y cerca de los ríos, sus casas son de planta
"Hierro II", que despojadas de toda conno- circular y en algunos casos se rodean de
tación cultural, permiten diferenciaciones murallas de adobe.
por áreas y tiene un valor casi únicamente
cronológico, a pesar de lo cual sugiere Entre las producciones artesanales,
por sí mismo profundas transformaciones destaca la cerámica elaborada a mano y
socioculturales. cocida a fuego reductor, algunas con moti-
vos pintados, decoración que podría tener
Hierro 1: Con una fecha convencional un origen meridional, al igual que la planta
de inicio, 725 a. de C., a partir de la cual circular de las casas. Ambas características
empieza a difundirse el nuevo metal, gracias estarían señalando la posibilidad de in-
a la influencia de los pueblos colonizadores fluencias desde la zona sur peninsular.
(griegos y fenicios). No obstante, hay que
señalar que en la mayor parte de la penín- La metalurgia del bronce, predomi-
sula predominan todavía los objetos de nante, queda documentada por la aparición
de crisoles y moldes, que demuestran una sus necrópolis, pero sus afinidades con los
elaboración local; no obstante, los objetos Campos de Urnas tardíos permiten suponer
metálicos son muy escasos y más raros la práctica de la incineración.
tadavía los fragmentos de hierro.
Sólo una pequeña parte de estos cas-
Su economía descansa sobre una agri- tros alcanzan la celtiberización. Hacia el
cultura cerealista (son frecuentes los hallaz- 400 a. de C. muchos se desocupan y surgen
gos de molinos) y en menor grado ganadería otros asentamientos en zonas más avtas
de ovicápridos y bóvidos. para la economía agrícola. Aparecen nue-
vos tipos cerárnicos con decoraciones a
Desconocemos sus necrópolis, y, por peine y estampillado, y en una fase posterior
tanto, sus ritos funerarios, pero es fácil la cerámica a torno. Todo ello apunta a la
suponer que incineraran sus cadáveres co- formación de u n nuevo horizonte, el pro-
mo el resto de los grupos del Hierro 1. Sin toarévaco, emparentado con el protovacceo
embargo, están documentadas inhumacio- y en la base de la Cultura Celtibérica.
nes infantiles bajo las casas, rasgo que
podríamos relacionar con costumbres fune-
rarias meridionales y mediterráneas, pero
para el que también encontramos paralelos Borde nororiental de la meseta
en la zona del Valle del Ebro. o cuenca del Alto Jalón
1 Fig. 3
TTrns
--m-- -- 1s
m-
necrópolis de La
Osera.
la cerámica a peine con decoración de tal de la meseta (grupo protoarévaco) del
líneas paralelas, conseguida al presionar que hablaremos en el apartado de celtiberi-
sobre el barro húmedo un peine de varias zación, al ser esa zona una de las áreas
púas. Se extiende esta cerámica por toda la nucleares en la formación de esta cultura.
meseta, pero, fundamentalmente, hacia la
zona suroccidental (provincias de Avila y - Cogotas ZI o Cultura de los Verra-
Salamanca, con los yacimientos principales cos (zona suroccidental). De estos grupos
de Sanchorreja y Picón de la Mora, respec- nos interesa destacar los dos últimos, por
tivamente), y su presencia marca los inicios su fuerte personalidad, por su importancia
de la Cultura Cogotas 11. en el proceso de celtiberización, así como
por la abundacia de los materiales de sus
Otros rasgos característicos de estas yacimientos en este museo.
fases iniciales son los poblados no fortifica-
dos, pero con situación estratégica; casas de
planta rectangular, aunque no faltan en Cogotas 11
algunas zonas las circulares más tradiciona-
les, y una economía mixta en la que va Se desarrolla en el área de las actuales
adquiriendo importancia la ganadería. provincias de Avila y Salamanca, con pro-
longaciones hasta la provincia de Cáceres.
Una serie de cambios profundos se
producen entre finales del siglo VI y durante
todo el V a. C. El más llamativo es la Hemos visto cómo en el período inicial
fortificación de algunos castros de la mese- de la segunda Edad del Hierro (500-400 a.
ta, mediante obras defensivas de gran en- de C.) una serie de cambios transforman el
vergadura (castros de Sanchorreja, Yecla la aspecto defensivo y urbanístico de los cas-
Vieja, Bermellana, en Salamanca, y Las t r o ~de esta zona, afectando al desarrollo
Cogotas y Mesa de Miranda, en Avila) conjunto de su cultura material. Se abando-
(Sala VIII, vit. 2). Entre los elementos na, por ejemplo, el castro de Sanchorreja
defensivos destaca, aunque no por su fre- (Salamanca), que había tenido gran vitali-
cuencia, el de las barreras de piedras hinca- dad, y por el contrario se desarrollan otros
das, ya observado en un momento anterior que no habían tenido tanta fuerza a inicios
en la zona oriental de la meseta (Cultura de de la segunda Edad del Hierro. Entre éstos
los Castros Sorianos); los fosos y dobles destaca el castro de Las Cogotas (Avila) , el
fosos; complicadas entradas; depuradas téc- de Chamartín de la Sierra (Avila) o el del
nicas aplicadas a la construcción de para- Raso de la Candeleda (Sala VIII, vits. 1 y 2).
mentos, etc., que nos hablan de un ingente
esfuerzo defensivo ante una situación ines- Estos poblados presentan una serie de
table. novedades extensibles al resto y caracterís-
ticas de esta etapa, como puede ser el
De forma paralela se acentúan las trazado urbano organizado, a base de casas
diferencias entre los distintos grupos mese- rectangulares adosadas unas a otras, que
teños, pudiéndose establecer, a partir de dan a una calle principal (estructuración ya
ahora, áreas más o menos independientes: observada en el valle del Ebro). Algunas de
estas casas tienen un corral y en ocasiones
- Borde noroccidental. Grupo de ca- los poblados presentan recintos amuralla-
rácter castreño que tiene sus raíces en la dos para protección del ganado, hecho que
facies Soto de la primera Edad del Hierro. refleja el carácter predominantemente ga-
A partir de las decoraciones cerámicas, nadero de su economía.
principalmente, apreciamos la clara influen-
cia de Cogotas 11. Son características también unas es-
culturas zoomorfas muy toscas, que repre-
- Grupo Miraveche-Monte Benorio. sentan toros y cerdos y se conocen como
Al norte de las actuales provincias de "verracos" (Sala VIII). Su extensión y
Burgos y Palencia. Presenta ciertos arcaís- número es tal, que incluso su nombre ha
mos de la tradición del Bronce Atlántico e servido para denominar a esta cultura como
influirá en la formación de los pueblos "Cultura de los Verracos" o Cogotas 11. Su
cántabros. Se define a partir del análisis de finalidad parece hoy:día bastante clara
los materiales de la necrópolis de Miraveche gracias a la interpretación de algunos ha-
(Burgos). Algunos de sus característicos llazgos in situ (cinco verrhcos en Chamartín
materiales son : espadas gavilanes curvos de la Sierra, en la zona de encerradero del
"tipo Miraveche", puñales de "tipo Monte ganado, o tres más en Las Cogotas, a las
Benorio "broches de cinturón. Borde orien- afueras de la muralla), que ponen de mani-
fiesto un significado "mágico" protector de siendo. la "anular hispánica" el tipo más
los ganados e incluso que su colocación habitual (Sala VII, vit.4).
sirviera para marcar el límite de los pastos.
De esta forma se refuerza la importancia de En los poblados aparecen muchas he-
la ganadería para estas gentes vetonas. rramientas fabricadas en hierro, como ho-
Posteriormente, ya en época romana, pare- ces, azadas, tijeras, sierras, agujas, etc.,
ce que estos verracos adquirieron un signi- indicativas de las diferentes actividades
ficado funerario. económicas y artesanales (Sala VII, vit. 5).
Fig. 9
Gurpo de pulseras
de La Mercadera.
- CERAMICA: Se generaliza el uso pueblos celtibéricos a finales del siglo 111 a.
del torno alfarero (Fig. lo), las formas de C. (Sala XIX, vit.15)
sencillas, pastas claras, cocidas en ambiente*
oxidante y con frecuencia pintadas a base
de motivos lineales. Se extienden rápida-
mente por toda la meseta norte a partir del COLONIZACIONES
siglo IV a. de C., y esta facilidad de
expansión indica su carácter industrial.
Con el tiempo se complicarán formas y Desde principios del primer milenio a.
decoraciones, desarrollando su máximo es- de C., diversos pueblos del Mediterráneo
plendor en el momento de la conquista oriental fijan en el extremo Occidental sus
romana (cerámica numantina de gran ri- objetivos comerciales y económicos. Me-
queza temática en su decoración y rico diante la fundación y explotación de colo-
colorido). Otras manifestaciones cerámicas nias y factorías, estos pueblos, con una
destacables por su originalidad serían las tecnología y cultura más avanzadas, entran
trompetas o algunos objetos votivos como en contacto con los indígenas de las áreas
zapatitos o caballitos esquemáticos (Sala costeras del Mediterráneo occidental y cen-
IX, vits. 2 y 3). tral, provocando su transformación cultu-
ral.
Una serie de fenómenos novedosos se
dan de forma paralela a la conquista roma- Hacia el siglo XII a. de C., el impacto
na (siglo 11 a. de C.) y como consecuencia producido por los Pueblos del Mar provoca
de ésta: fortificación o refuerzo del aparato la convulsión de los imperios o grandes
defensivo de los castros; "ocultamientos" y ciudades de Oriente (Hititas, Egipto, Mice-
"tesorillos" probados por la situación de nas, etc.) Una de las consecuencias de este
inestabilidad durante las guerras celtibéri- caos, es la revitalización de poder de las
cas, y que constituyen una buena muestra ciudades fenicias (Tiro, Sidón...), lo que les
de la orfebrería celtibérica (Sala IX, vit. 1); permite consolidar su influencia en el Me-
y, por último, se inicia la emisión de diterráneo oriental e iniciar su expansión
monedas de plata y cobre por parte de los hacia Occidente en busca de materias pri-
mas, sobre todo plata y hierro de Tartessos, para satisfacer las demandas de Oriente a
estaño de las Cassitérides o marfil y oro de través del comercio con el mundo tartéssico
Africa, que a su vez eran muy reclamadas que explotaba las importantes minas de las
en Oriente. Según Diodoro Sículo fue esta sierras de Huelva y Sevilla. Su privilegiada
actividad la que permitió principalmente a situación desde el p u n t o d e vista
Tiro aumentar su potencia y fundar nuevas estratégico-naval, puerto clave en la nave-
colonias en Africa, Sicilia, Cerdeña y Pe- gación entre el Atlántico y el Mediterráneo,
nínsula Ibérica. y desde una perspectiva económica, al estar
en las cercanías de la desembocadura del
De esta manera, y en torno al siglo IX Guadalquivir (nudo de comunicaciones de
a. de C., se desarrollan en la Península Andalucía), facilitó su desarrollo como la
Ibérica unos primeros contactos precolo- colonia fenicia más importante de Occiden-
niales, es decir, de carácter exploratorio. te, hecho que se manifiesta al analizar el
Posteriormente se producirá la auténtica alcance de su influencia económica y cultu-
colonización con la fundación de colonias y ral, en el mundo tartéssico desde el siglo
un comercio plenamente desarrollado, des- VI1 a. de C.
de el siglo VI11 a. de C. Esta presencia
fenicia en la zona meridional de la península El esplendor alcanzado por la industria
va a reconocerse por una serie de novedades gaditana queda reflejado en piezas como el
importantes: Sacerdote de Cádiz (Fig. 11) o las diversas
joyas que se exponen en la Sala XIX,
- La aparición de la rueda y con ella
vitrina 4.
la fabricación de la cerámica a
torno.
La arqueología sugiere que Cádiz al-
- La introducción de la metalurgia canzó su máximo desarrollo en el siglo V a.
del hierro. de C., con una burguesía comerciante con
- El alfabeto. costumbres orientales, como, por ejemplo,
la de enterrase en espectaculares sarcófagos
- El desarrollo de una nueva arqui- antropomorfos (en el Museo de Cádiz se
tectura. conservan uno masculino y otro femenino).
En el aspecto ideológico se manifesta-
rán con la progresiva asimilación de rituales
de inspiración oriental, principalmente en Andalucia oriental
la religión y en los ritos funerarios.
La colonización fenicia no se limitó a
De todas las colonias occidentales, esta ciudad, sino que se extendió a lo largo
Cádiz fue, seguramente, la más importante. del litoral andaluz, desde Málaga a Alme-
Según C. Veleyo Patérculo, la fundaron ría, alcanzando incluso las costas levanti-
fenicios llegados de Tiro hacia el 1100 a. de nas.
C. aunque la investigación arqueológica
actual todavía no ha podido demostrar esa Los asentamientos tienen en común su
fecha tan alta, y hoy en día se piensa en el ubicación en un promontorio, bien en la
siglo VIII a. de C. Se fundó en una isla desembocadura de un río (Toscanos o
cercana a la costa, práctica habitual de los Chorreras, en Málaga), bien en una penín-
colonizadores. En el caso de Cadiz, eran sula (Almuñécar, en Granada), o en una
tres las islas principales, hoy unidas a tierra isla (Cádiz). Esta localización, común en
firme: las colonias del Mediterráneo, era muy
ventajosa, tanto por las cuestiones portua-
- Kotinusa, la mayor. Llamada así rias, como por el aprovechamiento agrícola
por estar poblada de olivos silvestres. En del terreno circundante. La fundación de
ella se alzaron los santuarios de Baal- estas colonias comerciales se remonta a
Kronos-Saturno y el de Melkart. El segun- comienzos del siglo VIII a. de C., pero su
do de ellos y la ciudad se fundaron a la vez. desarrollo fundamental se produjo durante
los siglos VI1 y VI a. de C. En estos siglos,
- Erytheia, la menor, y en la que se y sobre todo en la primera mitad del VII, se
fundó la colonia y otro santuario dedicado aprecia un considerable aumento demográ-
a la diosa Astarté-Venus Marina. fico, debido a la, llegada de población
preciada pieza griega) (Sala XIX, vits. 1 y estuco, sillares o madera. Cabe destacar,
-
2). La reutilización de algunas tumbas por último, la existencia de un depósito
puede indicar un posible uso familiar, y la votivo de terracotas, lo que sugiere la
riqueza de algunos de los ajuares nos habla presencia de un santuario dedicado a la
claramente de la existencia de un estamento diosa Tanit, como en Ibiza.
social especializado y privilegiado.
rituales (Fig. 14), objetos de pasta vítrea, figuritas grotescas que los fieles de Ibiza
terracotas votivas (Fig. 15), cerámicas grie- depositaban como ofrenda a la divinidad,
gas importadas, amuletos egiptizantes, jo- para implorar por curaciones, fertilidad y
yas, navajas de afeitar, etc., pero no parece salud. Figuras similares son frecuentes en
que exista una norma fija para su asocia- otros centros púnicos de Occidente (Fig.
ción en'cada tumba. 17) (Sala XIX, vits. 2 a 4).
CULTURA IBERICA
con los que había mantenido contactos. El griego en la levantina, junto con las fuertes Fig. 18
mundo tartéssico actuó, por tanto, como diferencias de substrato que se mantienen Distribución de
motor impulsor en la formación de la frecuentemente en forma de tradiciones, 5 pueblos
cultura ibérica. contribuye a una diversidad mayor entre lberlcos.
los pueblos llamados ibéricos. No hay que
Esta doble influencia, básicamente de entender, por tanto, la cultura ibérica como
carácter fenicio en la zona andaluza y un todo organizado y unificado, sino en un
sentido más amplio como un extenso con- Este, de tal modo que se puede separar el
junto de poblaciones que comparten un lado que ocupa el llamado Pyréne. Por el
territorio y una serie de características resto está rodeada del mar; el lado meridio-
materiales y espirituales similares (lengua y nal, por Nuestro Mar, hasta las Stélai; el
escritura, creencias religiosas, costumbres resto, por el Atlantikós, hasta el cabo más
funerarias...), sin llegar a formar nunca una septentrional del Pyréne. La longitud de
unidad de carácter político. estas tierras es de unos seis mil stadios, y su
mayor latitud, de cinco~mil ..."(Estrabón 11,
Los pueblos ibéricos ocuparon un ex- 5, 27).
tenso territorio peninsular. Conocemos par-
te de sus nombres a través de las fuentes Los poblados se distribuían jerárqui-
escritas y de la numismática, no obstante, camente sobre el territorio en torno a
no es siempre fácil localizar su ubicación y núcleos de mayor entidad que podrían
sus límites geográficos correctamente, por llamarse ciudades. Normalmente se situa-
falta de claridad entre las diversas fuentes ban en lugares estratégicos y se rodean de
(Fig. 18). una muralla que afiance aún más esa busca-
da seguridad, aunque los hay también en
"Estudiando la "oikouméne" por par- zonas llanas con grandes posibilidades agrí-
tes, la primera de todas por el Occidente es colas. Ejemplo del primer caso es el poblado
Iberia, semejante a una piel de buey, de la de Azaila (Teruel) (salla VII, vit. 1): su
cual la parte que pudiera considerarse como facilidad defensiva provocó que fuera un
correspondiente a la cerviz, se halla vuelta lugar habitado desde las gentes de los
hacia la vecina Keltiké, es decir, hacia el Campos de Urnas hasta época romana. La
organización interna de los poblados, de en la zona de la Turdetania, antiguo reino
los que Azaila va a ser un buen ejemplo, de Tartessos) que gobernarían desde los
consiste en casas de planta rectangular, núcleos urbanos pequeñas parcelas del te-
alineadas a lo largo de calles, que a veces rritorio. Junto a este grupo social dominan-
estarán pavimentadas con lajas de piedra te existía una nobleza aristocrática con
de buen tamaño. Las casas, por su parte, fuerte poder militar y económico. En un
eran unifamiliares y habitadas por las per- escalón inferior, el grupo de los guerreros
sonas con sus animales. Normalmente se de gran consideración en una sociedad tan
construían con un zócalo de piedra sobre el militarizada como esta (frecuentes citas de
que descansaba una pared de adobe. La las fuentes a la actividad mercenaria de los
techumbre podía hacerse de pajizo, made- iberos como guerreros de élite). Por último,
ros y barro. El suelo era de tierra apisonada y constituyendo la base económica de esta
y alguna vez tenía un enlosado de piedra. sociedad, existía un amplio sector, menos
privilegiado que los anteriores, formado
Su organización social estaba basada por agricultores y ganaderos, artesanos
en un complejo sistema de tribus, con gran especializados y comerciantes.
importancia de las castas guerreras. Los
textos históricos nos informan de la exis- Los materiales expuestos en las Salas
tencia de reyes (fuerte tradición monárquica XIX y XX del Museo Arqueológico Nacio-
nal ilustran el grado de desarrollo alcanza- asocia también el mundo semihumano de
do y las principales manifestaciones cultu- los sátiros, seres de la mitología griega.
rales de los pueblos ibéricos: ofrendas de
diversos santuarios son reflejo de sus prác- Otro aspecto de gran importancia en
ticas religiosas; los ajuares y sus tipos de esta cultura es el relacionado con el mundo
enterramientos nos muestran sus ritos fune- funerario. Las necrópolis ocupan un apar-
rarios; un gran número de esculturas y tado importante dentro de la arqueología
cerámicas nos hablan de su arte y habilidad ibérica, tanto por la variedad de sus ajuares,
artesanal. Por último, los utensilios agríco- reflejo de la complejidad simbólico-religiosa
las y las armas muestran, por un lado, un de sus ritos mortuorios, como por la belleza
alto desarrollo agrícola y, por otro, técnicas y monumentalidad de algunas de sus tum-
metalúrgicas muy avanzadas. bas. A partir de estos elementos se intenta
deducir el status social del difunto y algunas
De los productos que constituían bási- características de los ritos de enterramiento.
camente su economía y su comercio Estra- Entre los objetos y ritos es fácil rastrear
bón dice: "Se exportaba de Turdetania ciertas tradiciones y gustos orientales, pero
mucho trigo, vino y aceite, no sólo en con una interpretación particular y un
cantidad, sino también muy bueno .../... resultado original que muestra la personali-
Además se hace no poca salazón de pesca- dad de la cultura ibérica. En relación con
do..." (111, 2, 6); o "Todo el país de los este mundo funerario hay que destacar
Iberos está lleno de ellas (metales).../... también la fuerte presencia de tradiciones
Porque en ninguna parte del mundo se ha griegas, y sirva de ejemplo el Centauro de
encontrado hasta hoy ni oro, ni plata, ni Rollos (Murcia) (Sala XX, vit. 8). Es una
cobre, ni hierro en tal cantidad y calidad." de las representaciones griegas más antiguas
(111, 2, 8). halladas en la Península Ibérica, de fábrica
incierta y fechable a mediados del siglo VI
Los santuarios o lugares sagrados se a. de C. El centauro es un animal fabuloso,
situaban habitualmente en emplazamientos con cabeza y tronco humano y cuerpo de
naturales como cuevas, bosques o fuentes. caballo y representó en el mundo griego la
En algunos de ellos se han localizado restos síntesis entre la civilización y las fuerzas
arquitectónicos, pero no es lo habitual. Allí desbordadas de la vida. El mundo ibérico
se depositaban los "exvotos" u ofrendas de asimiló, tanto la iconografía del centauro
los fíeles a sus dioses. Suelen representar al como su función funeraria y así lo vemos
devoto o ciertos elementos anatómicos, representado en el monumento funerario
pero también existen representaciones de de Pozo Moro (Albacete) (Sala XIX, vit.
divinidades. Están fabricados normalmente 8).
en bronce (Collado de los Jardines, Jaén)
(Fig: l9), pero pueden ser de piedra (El El rito de enterramiento generalizado
.Cigarralejo,
- Murcia; El Cerro de los Santos, fue la incineración en urna, entendiendo
Albacete) o de cerámica (La Serreta, Ali- por tal un vaso cerámico, una caja de
cante) (Sala XX, vits. 8, 12, 15, 16 y 17). piedra, o una escultura también en piedra
( ~ k dea Baza o Dama de Elche) (Fig. 20),
Desconocemos los nombres de las di- en donde se guardaban los huesos incinera-
vinidades ibéricas, pero las características dos. El recipiente, a su vez, se depositaba en
de sus santuarios nos indican su relación una tumba, cuya variedad va desde una
con las fuerzas de la naturaleza. En una pequeña cista hasta grandes construcciones
etapa antigua, por influjos de los pueblos de cierta complejidad técnica, o en un
colonizadores, se antropomorfizan y paula- simple hoyo, dependiendo del rango social
tinamente se van helenizando y se producen del muerto. En relación con su categoría
sincretismos de divinidades indígenas y también se incluían objetos personales,
clásicas. ofrendas y alimentos para el viaje de ultra-
tumba.
Dentro de este mundo mítico hay que
citar el Sileno o Sátiro de Capilla (Badajoz) Destacan en la zona de Andalucía y el
(Sala XX, vit. 8) fabricado en un taller SE., algunas sepulturas de carácter monu-
local, es decir, no griego, pero muy influido mental que debieron pertenecer a reyes
por la plástica y la iconografía griegas locales o grandes señores. Una de las más
Fig. 21 (primera mitad del siglo V a. de C.). La espectaculares es la sepultura turriforme de
Planta y alzado introducción del vino por los pueblos colo- Pozo Moro (Sala XIX, vit. 8) con relieves
de una tumba de nizadadores trajo paralelamente una acul- de tipo orientalizante que representan esce-
Galera (Cabré y turación de motivos religiosos y rituales nas relacionadas con el mundo de ultra-
Motos, 1920). asociados a la bebida, y a la bebida se tumba y animales fantásticos. Ese mismo
Fig. 22
Ajuar de una
tumba de Galera.
carácter monumental tuvieron las tumbas siones resaltadas mediante grandes túmulos
de las que formaron parte esculturas como circulares al exterior (Galera (Fig. 21),
las de Porcuna o los diversos sillares de Cástulo). Pueden estar divididas interior-
Osuna (Sala XX, vits. 1 a 4) que nos narra mente formando varias estancias como en
escenas rituales bien arraigadas en el mundo el caso de la célebre cámara de 'Toya
ibérico: escenas de combate relacionadas (maqueta en sala XIX, vit. 6) o el más
con el carácter guerrero del difunto, con- modesto desde el punto de vista constructi-
vertido en héroe después de muerto, o la vo de Baza.
escena de la mujer flautista tocando una
melodía funeraria con el aulós o doble Algunas tumbes se caracterizaban por
flauta.
BIBLIOGRAFIA
griegos y latinos les debemos buena parte La cronología que se presenta a conti-
de la información que poseemos sobre nuación es la del investigador alemán Von
Egipto y también a las fuentes procedentes Beckerath.
del Próximo Oriente, cuyos contactos con
Egipto fueron muy estrechos desde las EPOCA PREDINASTICA. 4000-
primeras dinastías. 3000.
Civilización Nagadiense , dividida en
La arqueología proporciona los datos tres períodos: Amratiense, Gerciense y Se-
más fiables. Las técnicas de datación y los mainiense.
nuevos métodos de excavación permiten
conocer con más detalle períodos de la PERIODO TINITA. Dinastías 1-11.-
historia de Egipto hasta ahora desconocidos. 3000-2635.
Menes unifica el país. Los principales
faraones son Udimo, Peribsen y Jasejemui.
Cronología Tumbas reales en Saqqara y Abydos.
Los reyes de Egipto han sido agrupa- IMPERIO ANTIGUO. Dinastías 111-VI.-
dos por el historiador Maneton en dinas- 2635-2155.
tías, aunque debemos tener en cuenta que Capital en Menfis. Con los faraones de
los egipcios ignoraban las fechas absolutas la IV dinastía se construyeron las grandes
y con cada reinado comenzaba una época pirámides de Giza. A partir de la VI
diferente, en la cual se incluían los hechos dinastía comienza un periodo de crisis, con
más sobresalientes. Existen "listas reales", el debilitamiento del poder central
pero con frecuencia están fragmentadas y
en ocasiones no proporcionan información
completa.
LA COLECCION DE
ANTIGUEDADES EGIPCIAS Y DEL EL PERIODO PREDINASTICO
PROXIMO ORIENTE DEL MUSEO (Sala XIII, vits. 1 y 2)
ARQUEOLOGICO NACIONAL
(Salas XIIl y XIV)
La primera vitrina que debe verse al
entrar en la sala egipcia es la que contiene
Nuestra ausencia en las decisiones in- objetos pertenecientes al periodo predinás-
ternacionales de la diplomacia europea que tico, es decir, a la etapa anterior a la
unificación definitiva del país con la prime- diversos momentos de la historia de Egipto.
ra dinastía. La etapa más importante de la ciudad fue,
sin lugar a dudas, el llamado Período
Esta etapa floreció en el 1V milenio a. Heracleopolitano, correspondiente a las di-
de C. y su cultura más representativa es la nastías IX y X que se desarrollaron durante
de Nagada en el Alto Egipto con varias el Primer Período Intermedio (2134-2040).
fases en su desarrollo. Esta civilización es Este período comenzó cuando el príncipe
conocida sobre todo por sus cementerios, de Heracleópolis, Jeti, se erigió como el rey
muy ricos en algunos casos, ya que los del Alto y del Bajo Egipto e intentó estable-
hombres de Nagada llevaban con ellos al cer su autoridad sobre el país.
morir sus objetos más preciados y de mayor
valor artístico. Hay vasos de todos los Durante estas dos dinastías, sus reyes
tamaños y de los más diversos materiales, se consideraron como los legítimos suceso-
objetos de tocador, collares, brazaletes, res de los reyes menfitas; a finales de la
peines, esculturas en piedra y marfil. dinastía X tuvieron que luchar con los
príncipes de la ciudad de Tebas, que termi-
Las piezas negadienses mejor represen- naron por imponerse a los heracleopolita-
tadas en estas vitrinas son las cerámicas: en nos inaugurando la XI dinastía (2134-1991)
primer lugar, los vasos rojos con borde y el Imperio Medio.
negro hechos a mano (vit. 2), pero, sobre
todo, el recipiente decorado con escenas No obstante, la ciudad mantuvo una
pastoriles o de caza, ejemplar muy intere- cierta importancia durante otros períodos
sante y de alto valor artístico (vit. 1) (Fig. 1). de la historia de Egipto. Así, una estela
descubierta en Menfis, indica que la familia
Entre las piezas más interesantes de la que fundó la XXII dinastía (946-720) pro-
época destacan las paletas de esquisto (vit. l), cedía de Heracleópolis. Durante la XXVI
las cuales se utilizaron en algunas ocasiones dinastía (664-525), el príncipe de la ciudad
para mezclar colores, pero también poseye- gozaba de amplios poderes y de un derecho
ron un carácter votivo y religioso. Dos de de inspección sobre el Alto Egipto. Poste-
ellas tienen forma geométrica, rectangular. riormente, las culturas griega, romana y
Las otras dos evocan un animal: un pez y copta dejaron sentir su influencia sobre la
una tortuga de rasgos muy esquemáticos, ciudad.
con las patas reducidas a simples escisiones
y el cuerpo plano. Sentadas estas premisas, la Misión
Arqueológica Española en Egipto pensó
que se trataba de un lugar de indudable
interés para desarrollar sus trabajos de
HERACLEOPOLIS MAGNA campo. Merced a una serie de acuerdos con
(Sala XII4 vits. 3-11) el Servicio de Antigüedades egipcio, duran-
te las primeras campañas una parte de los
hallazgos fueron cedidos al Museo Arqueo-
En el año 1966, una vez finalizada la lógico Nacional.
campaña de Nubia, España solicitó permiso
del Servicio de Antigüedades egipcio para En 1966 comenzaron las excavaciones.
excavar en Heracleópolis Magna, lugar que Con anterioridad había sido objeto de
por su importancia histórica podía ofrecer atención por parte Qe los prestigiosos egip-
fecundos resultados. tólogos Naville y Petrie a finales del siglo
XIX y comienzos del XX. Ambos excava-
La ciudad estuvo enclavada en los ron en el templo de Herishef, dios local
márgenes del Bahr el Yusuf, brazo del Nilo representado con cuerpo humano y cabeza
que a partir de este punto penetra en el de carnero. La M,isión Arqueológica Espa-
Oasis de El Fayum para desembocar en el ñola continuó la excavación en el templo.
lago Karum. La población de Nn-Nsw, Pero fue a partir de 1968 cuando aparecie-
como fue denominada por los antiguos ron restos de la necrópolis de época hera-
egipcios, fue llamada por los griegos Hera- cleopolitana. Aparte de algunas tumbas
cleópolis Magna, pues asociaron al dios bien conservadas, el cementerio estaba sa-
protector de la ciudad, Herishef, con el queado y muy destruido debido al enfrenta-
griego Heracles. Hoy día, la localidad se miento entre Tebas Heracleópolis. La
denomina Ihnasia el Medineh. 5
necrópolis del Tercer eríodo Intermedio
ha sido descubierta también por arqueólo-
Los documentos muestran que Hera- gos españoles, y se excava en la actualidad.
cleópolis jugó un papel de primer orden en El hallazgo de los documentos arqueológi-
cos que se hallan en Madrid, además de El pueblo egipcio creyó en la existencia
proporcionar un material de inestimable de otra vida después de la muerte. Pero
valor para conocer la superestructura y el para sobrevivir era necesario que no desa-
tipo de tumba, ilustra claramente un parte pareciese el cadáver, poseer una tumba o
importante del pensamiento egipcio. casa de eternidad y asegurar el servicio
funerario realizado por sacerdotes. Por ello
dedicó una gran parte de sus esfuerzos a
construirse una tumba cuyas paredes cu-
brían de pinturas o bajorrelieves que recor-
daban su existencia cotidiana.
Fig. 2
Fragmento de
pared.
Es al Ka a quien se dirigen las ofrendas La escena de la comida funeraria y los
y los alimentos, ya que el difunto tiene que encuadres aparecen inscritos con fórmulas
nutrirse en la otra vida, y a esa necesidad sagradas y el nombre de la persona enterrada.
responde la ofrenda y la comida funeraria.
La representación de esta escena debe estar Ante ellas se colocaban las mesas de
en un lugar importante en la tumba. El ofrendas (pedestales 7 a 9), copia en piedra
fragmento de pared hallado en la necrópolis de la esterilla de junco o papiro que utiliza-
del Primer Período Intermedio, nos mues- ba el egipcio para su comida. En la mesa se
tra una parte de esta escena (Panel 3). grababan alimentos .que por medio de la
Lamentablemente, no se conserva la parte magia nutrían al "doble del difunto". Las
derecha en la que debemos imaginar al que estamos viendo tienen grandes panes
difunto, en este caso una mujer llamada en el centro y canalillos para verter los
Satbahetep, sentada ante una mesa repleta líquidos de las libaciones.
de alimentos de la que sólo vemos una
pequeña parte. Arriba está lo que los Otros materiales de este yacimiento se
egiptólogos han denominado "pancarta" o pueden ver en la sala: vasos, canopos,
"menú", lista de alimentos, bebidas y perfu- ushebtis, terracotas, lucernas, cerámicas,
mes dispuestos para el servicio funerario. amuletos, pertenecientes a diversos períodos
de la historia de Egipto (vit. 10 y 11).
En el primer registro, de derecha a
izquierda, aparecen los sacerdotes que re-
alizan las ceremonias rituales. En primer
lugar, dos oficiantes que hacen una ceremo-
nia de purificación, vertiendo agua en un
recipiente. Le sigue un sacerdote que lleva
un vaso con incienso, detrás un sacerdote-
lector cuya misión consiste en leer en voz
alta los libros sagrados, y, finalmente, un
sacerdote Sem ataviado con piel de pantera.
Los tres registros inferiores muestran a los
servidores que traen ofrendas y alimentos
al Ka de Satbahetep, como se lee en las
inscripciones. Los que encabezan el segun-
do y tercer registro sostienen el jepesh, es
decir, la pierna delantera del buey, el trozo
de carne más preciado por los antiguos
egipcios. Otros servidores llevan en sus
hombros bandejas con higos, panes, ocas,
etcétera (Fig. 2).
Fig. 9
Fig. de madera
policromada.
tidos ya en un Osiris, participaban de los la que existe unca cavidad donde se colo-
ritos y de las ofrendas que se hacían a la caban rollos de papiro inscritos con fór-
divinidad. mulas extraídas del Libro de los Muertos,
o incluso una parte del cuerpo momificado
Todas las piezas del ajuar tenían un del difunto. Sobre este hueco se colocaba
fin específico; las que poseían poderes la figura de un halcón, el dios Sokaris, que
mágicos para proteger al difunto estaban servía de tapadera. Las figuras tienen un
bien representadas en el museo. Así, por aspecto morniforme, semejante al de Osi-
ejemplo las figuras del dios Ptah-Sokaris- ris, y una línea de inscripción en el pecho
Osiris, pertenecientes a la Baja Epoca (vit. o en la espalda menciona a la divinidad
28), eran fijadas a una base rectangular en (Fig. 9).
En la misma vitrina están las vendas de fechan en el Imperio Nuevo, en el Tercer
momia, con textos escritos en hierático, Período Intermedio y en la Baja Epoca. Se
extraídos del Libro de los Muertos. A colocaban en cajas como las que conserva
partir de la Baja Epoca se generalizó la el Museo Arqueológico Nacional, una de
práctica de colocar vendas de lino con ellas perteneciente a Nesitanebtaui (vit. 30),
inscripciones mágicas alrededor del cuerpo. otra a Jabejent (vit. 31) y una tercera
La eficacia de los textos aumentaba al ser anónima (vit. 29) (Fig. 10).
colocados en íntimo contacto con el cadáver.
Además, el egipcio se llevó al más allá
Los amuletos (vit. 29) se colocaban en objetos de uso cotidiano (vit. 32). Se guar-
la tumba, dispersos sobre el suelo o sobre la daban sillas, camas, posanucas, como los
momia, y de esta manera el cadáver era dos que se exhiben en este museo. Hay
protegido como lo había sido antes el de también estuches de kohol o pintura para
Osiris. Se pueden clasificar por tipos aten- los ojos, peines de hueso y marfil, espejos
diendo a su significado: primero, figuras de de metal, vasos de alabastro y piedras duras
dioses; segundo, amuletos de similares, que para ungüentos y perfumes, sandalias de
representan las diferentes partes del cuerpo cestería, collares de pasta vítrea y piedras
para que las funciones vitales continúen semipreciosas de gran calidad artística.
después de la muerte: el ojo, el corazón,
etc.; tercero, amuletos de poderes, para
conferir poderes al difunto: el sistro, el pilar
dyed, la ureus, coronas del Alto y Bajo LA ESCULTURA
Egipto; cuarto, amuletos de protección, (Pedestales 33-37)
cuya misión era reclamar la ayuda de algún
agente externo considerado como una divi-
nidad: el sol alado, el creciente, etc.; quinto, El Museo Arqueológico Nacional ca-
amuletos de propiedad, que representan rece de grandes repertorios escultóricos en
objetos de uso cotidiano: tablillas de escri- piedra como los de otros museos europeos.
bir, sellos, etc. Entre todos ellos destaque- Sin embargo, posee algunas esculturas muy
mos el escarabeo, símbolo del dios Jepri, interesantes y representativas.
venerado en Heliópolis, como dios solar.
En ocasiones se empleó como amuleto Tres de estas esculturas representan al
funerario, debiendo destacar los "amuletos faraón. La civilización del Antiguo Egipto
de corazón", con el capítulo 30 del Libro de está tan íntimamente ligada a su régimen
los Muertos, que se colocaba en el pecho de político que el término "civilización faraó-
la momia. Otras veces se utilizó como sello nica" se emplea corrientemente para desig-
personal, con inscripciones que menciona- narla.
ban a un dios, a un rey o simplemente al
posesor. Existen diversos documentos que nos
informan sobre la institución monárquica:
Otra categoría de piezas muy populares protocolos faraónicos, escenas de teogamia
son los shabtis o ushebtis, cuyos precursores o natividad real, fiestas de la coronación,
son las figuras de servidores de madera (vit. 29) panegíricos reales. Sin embargo, en ocasio-
(Fig. 8). nes estas fuentes hay que analizarlas con
prudencia y con una cierta reserva, ya que a
La palabra ushebti deriva del verbo menudo relatan hechos con un énfasis
ushab (responder). Los egipcios imaginaban excesivo y que pueden ocultar realidades
después de la muerte un más allá feliz en los algo diferentes.
campos de Ialu; sin embargo, estaban obli-
gados a realizar diferentes trabajos agrícolas La palabra faraón significa "la gran
en las campiñas de la divinidad. Los usheb- casa" (per aa en egipcio) que también
tis tenían como fin reemplazar al difunto en designaba en el antiguo Egipto al palacio
esta obligación y respondiendo por él a la del rey. El mecanismo del Estado trabaja
llamada del dios se convertían en personas para el faraón, y muchos funcionarios
vivientes y realizaban los trabajos. De ahí elegidos por él, someten a su decisión los
su nombre "ushebti" o respondiente. problemas del país. Es jefe del Estado, jefe
militar y guerrero, sacerdote de todos los
Se les representó con la azada, la dioses, constructor de nuevos santuarios;
hachuela, las piquetas y, en la espalda, el recibe a los embajadores'acude a fastuosas
saquito de semillas; con frecuencia llevan ceremonias y vigila el culto de sus antepasa-
inscrito el capítulo VI del Libro de los dos. Es el encargado de mantener el orden
Muertos. Los expuestos en esta vitrina se cósmico.
Fig. 10
) Caja íuneraria de
madera
policromada.
El faraón suele llevar la "doble coronaL- 362), la última de la historia egipcia anterior
que recuerda la situación del país antes de a la segunda dominación persa y a la
la definitiva unificación hecha en la primera conquista del país por Alejandro Magno en
dinastía, cuando Egipto estaba dividido en 332. La estatua es un depósito del Prado. El
dos reinos, uno al norte (el Bajo) y otro en material es granito gris, pero ha sufrido
el sur (el Alto). varias restauraciones, no correspondiendo
la cabeza a la escultura original. El faraón
La primera escultura expuesta en esta sujeta una pequeña ara que apoya en el
sala es la de Nectanebo 1 (pedestal 33), pecho y está arrodillado sobre un podio
primer faraón de la XXX dinastía (330- con inscripción restaurado. Lo más intere-
Fig. 11 sante de la escultura es la inscripción graba-
Estatua de da en el pilar dorsal en que se apoya, donde
Nectanebo. se relata la titulatura completa de Nectanebo
(Fig. 11).
* Amón
Los egipcios poseen una palabra que
nosotros traducimos por dios: nlr. Este Su nombre significa "el oculto". Fue el
concepto designa a cada persona divina, es dios principal de Egipto a partir del Imperio Fig. 12
común a cada una de ellas, pero ello no Medio. Se consideró dios primordial y Escultura de
implica necesariamente un monoteísmo re- creador y fue adorado bajo la advocación Harsomtusemhat.
ligioso como se ha dicho frecuentemente.
Bes
Dios enano, tocado con alto penacho
de plumas. Protector de la infancia y de los
nacimientos. Su popularidad traspasó las
fronteras de Egipto y su culto se extendió
por todo el Mediterráneo occidental.
Eneada
Los nueve dioses de la cosmogonía
heliopolitana. El sol creador y sus descen-
dientes: Atum, Shu, Tefnut, Geb, Nut, Isis,
Osiris, Set, Neftis.
Geb
Dios de la tierra, esposo-hermano de
Nut. Las representaciones más numerosas
lo muestran tumbado en el suelo en el
momento preciso del mito de la creación,
Fig. 13 cuando Shu separa la tierra del cielo.
Vaso canopo de
un toro.
Hathor
Diosa vaca de carácter universal. Su
de Amon-Re, lo que implica que acaparó nombre significa "la casa de Horus" y el
las prerrogativas del dios solar. Formó faraón es llamado a menudo "Hijo de
triada con Mut y Jonsu. Fue venerado en Hathor". Es considerada también protecto-
Tebas donde poseía uno de los santuarios ra de la necrópolis, dama de occidente. Es
más importantes de Egipto. la diosa del amor. Identificada por los
griegos con Afrodita. Sus instrumentos
* Anubis musicales son el sistro y el menat.
Dios funerario, protector de la necró-
polis y los difuntos e inventor de la momi-
ficación al embalsamar el cadáver de Osiris. Herishef
Su animal es el chacal. Dios carnero adorado en Heracleópolis
Magna. Su culto es muy antiguo, remon-
tándose a la primera dinastía. Sus epítetos
* Apis le designan como rey de Egipto.
Dios generador de fuerza y fecundidad,
encarnado en un toro adorado en Menfis,
llamado el "heraldo de Ptah". A su muerte *Horus
se celebraban funerales con gran ceremonia, Dios con enorme personalidad y mu-
embalsamando su cuerpo y disponiendo de chas facetas. La más conocida es la que le
ushebtis y vasos canopos. une a la leyenda osiríaca, en la que Horus
venga a su padre Osiris luchando contra
Atón Set. Fue adorado en varias localidades y su
Dios-sol adorado por Ajenatón, consi- animal simbólico es el halcón. Fue el pro-
derado como dios único y universal de tector de la realeza y en su origen se
Egipto. Su iconografía lo representa como consideró como dios del cielo, potente y
un disco con uraeus del que emanan rayos belicoso.
que terminan en manos, algunas de las
cuales sujetan el signo anj. Venerado en *Isis
Ajet-Aton, hoy Tell- el-Amarna. Esposa de Osiris y madre de Horus,
representó siempre el amor maternal y la
Atum fidelidad. Cuando s\x esposo fue asesinado
Dios solar creador del universo según y despedazado por Set, ella recorrió el país
la teología heliopolitana. Surge del Nun, buscando los trozos del cadáver y levantan-
caos primordial, creándose a sí mismo por do santuarios donde los encontraba. Su
su propia potencia. De él. salen los dioses culto se extendió por todo el Mediterráneo
que formarán la Eneada heliopolitana. y se convirtió en diosa universal.
*Jonsu
Formó parte de la tríada tebana como
hijo de ~ m & y de Mut. Fue un dios lunar
y se le representa con el creciente lunar con
un disco solar y la uraeus.
Maat
Personificación de todos los elementos
de la armonía cósmica, verdad, justicia e
integridad. Se representa como una dama
con pluma sobre la cabeza.
*Min
Dios itifálico venerado en Coptos y
Ajmin, señor de la fertilidad; las fiestas en
su honor se realizaban al comienzo de la
recolección.
*Mut
Esposa de Amón y madre de Jonsu.
Reside en Tebas, en un lugar cercano al
gran templo de su esposo.. Su nombre
significa madre y su animal es el águila. Fig. 14
Figura de Osiris
*Neith de bronce.
Diosa de Sais, divinidad tutelar del
Bajo Egipto. Su símbolo son dos flechas noche y la del día. Renace cada día al
cruzadas sobre un escudo, lo que recuerda amanecer.
su actividad guerrera como arquera que
espanta a los enemigos de los dioses. * Sejmet
Esposa de Ptah y madre de Nefertum,
Nut fue llamada la "señora de la guerra" por su
Diosa del cielo, esposa de Geb y miem-
carácter belicoso e irascible. Con frecuencia,
bro de la Eneada. Se representó con forma
y acompañada de un cortejo terrible, des-
humana generalmente.
carga su furia contra los hombres enviando
enfermedades.
Ogdoada
Ocho deidades que forman parte de la
cosmogonía de Hermópolis. Set
Dios de las fuerzas caóticas que des-
pertó veneración y hostilidad. A comienzos
*Osiris (Fig. 14) de la 11 dinastía se convierte en dios princi-
El dios más popular del panteón egip- pal, pero pronto pierde sus prerrogativas.
cio. El santuario más antiguo se localiza en Es el asesino de Osiris.
la ciudad de Busiris en el Delta. Originaria-
mente es un dios de vegetación.que reme- Shu
mora el ciclo anual agrícola. Miembro de la Dios del aire, miembro de la Eneada
Eneada heliopolitana, fue esposo de Isis y heliopolitana. Esposo-hermano de Tefnut.
padre de Horus y murió aseseinado por su En las representaciones que relatan la crea-
hermano Set. Gracias a su esposa resucita y ción, es el que separa a Geb (tierra) de Nut
se convierte en dios de los difuntos. (cielo) y el que mantiene la bóveda celeste
con los brazos en alto.
*Ptah
Dios principal de Menfis, esposo de Sokar
Sejmet y padre de Nefertum. Dios creador Dios halcón de la necrópolis menfita.
por la palabra, fue considerado padre de En el Imperio Antiguo se fusiona con Ptah
los dioses, principio creador y final de y en el Imperio Medio con Osiris siendo
todas las cosas, protector de las artes y llamado desde entonces Ptah-Sokaris-
.patrón de los orfebres. Osiris.
Re Tueris
Dios supremo de Heliópolis. Es el sol. Diosa hipopótamo, protectora de las
Viaja su séquito en dos barcas, la de la mujeres durante el parto. Representada
muy comúnmente como amuleto que indi- de interés son el Harpócrates de bronce con
caba protección. una inscripción fenicia en el zócalo, y las
figurillas de Reshef y Osiris encontradas en
* Thot España y realizadas, posiblemente, por
Divinidad principal de Hermópolis; broncistas de un taller peninsular.
representa a un dios hábil, culto, calculador
e inteligente que inventó la escritura y se Las influencias egipcias son claras en
convirtió en el patrón de los escribas. la isla de Ibiza, a través del mundo púnico.
Unido a la luna desde sus orígenes se le Los escarabeos y amuletos aparecen con
consideró como una divinidad cósmica. una inusitada frecuencia en necrópolis co-
Sus animales simbólicos son el ibis y el mo la del Puig de Molins. Existen divinida-
babuino. des muy populares en Egipto, como Isis,
Bes, Anubis y Tueris, representadas en
amuletos. Merece la pena destacarse las
piezas de vidrio: cuentas de collar, ungüen-
LA INFLUENCIA EGIPCIA tarios de pasta vítrea utilizados como con-
(Sala XIII, vit. 39) tenedores de perfumes y líquidos.
De esta etapa el museo conserva algu- Sus producciones cerámicas son elo-
nos objetos, debiendo destacar entre todos cuentes: vasos elegantes y con vistosas
ellos el pergamino en lengua paleonubia, decoraciones como los que se exhiben en la
qscrito con caracteres griegos, que hace vit. 1, procedentes de Tepe Hissar, Tepe
referencia a la iglesia de San Menas en Giyan y Tepe Sialk. De este último yaci-
Abkanarti (vit. 48). miento cabe destacar el jarro bajo y panzu-
do con un largo pitorro en forma de pico a
un lado, decorado con dibujos geométricos
--
y animalísticos.
PROXIMO ORIENTE
(Sala XZV,vits. 1-3) En la vit. 2 se exhiben los bronces de
Luristán. Formaron parte de los ajuares de
El la sala XIV (vits. 1-3), se exhibe una las tumbas de guerreros y combatientes;
pequeña parte de la colección de antigüeda- por ello el grupo principal lo constituyen
des orientales que conserva el Museo Ar- las armas: .espadas, puñales, puntas de
queológico Nacional. lanza. Aparecieron también herramientas,
arreos, alfileres que terminan en cabeza de
La región que se extiende desde el animal o en grandes discos, brazaletes,
Mediterráneo oriental hasta la actual Irán y anillos y vasos de libaciones. Se fechan
que abarca el "Creciente fértil" y la antigua entre el 1000 y el siglo VI1 a. de C.
Mesopotamia situada entre los ríos Tigris y
Eufrates, fue el centro de una pujante BIBLIOGRAFIA
civilización que se desarrolló durante varios
milenios en ciudades independientes y rivales.
BAINES, J. y MALEK, J. 1983. Atlas of Ancient
Principales protagonistas de las histo- Egypt. Oxford.
ria antigua del Próximo Oriente fueron la DAUMAS, F . 1972. La civilización del Egipto
cultura sumeria, con las ciudades de Eridu, faraónico. Barcelona.
Ur y Uruk; la acadia, con Sargón como DAUMAS, F. 1977. Les Dieux de ¿ Egypte.
París.
principal representante; la neosumeria, pro- DERCHAIN, P. Dictionnaire des Mythologies.
tagonizada por Gudea; la época babilónica, Egipto.
con Hamurabi y sus descendientes; hititas, DRIOTON, E.; VANDIER,J. 1977. Historia de
hurritas, mitanios y los habitantes de Siria Egipto. Buenos Aires.
y Palestina. En esta zona se inició una HART,G. 1986. A dictionary of Egyptian Gods
eficaz explotación agrícola, se forjó la escri- and Goddesses. Londres.
tura, el calendario, la metalurgia y nacieron HORNUNG, E. 1982. Concepcion of God in
los primeros códigos de justicia y una serie Ancient Egypt. Londres.
de formas artísticas que se transformaron MEMORIAS de la misión arqueológica en Nubia,
durante años, creando una de las etapas 11 volúmenes. Madrid.
PÉREZDIE,M. C. 1984. Egipto. Guía didáctica
más fecundas e interesantes de la Historia del Museo Arqueológico Nacional. Madrid.
Universal. PÉREZDIE,M. C. 1987. "Heracleópolis Magna"
en Archeologia, núm. 225, pp. 36-49.
Procedentes de estas regiones, el Mu- POSENER, G. 1960. De la divinité du Pharaon.
seo Arqueológico exhibe algunos objetos París.
(vits. 1 y 3): recipientes decorados e inscri- SPENCER, A. J. 1982. Death in Ancient Egypt.
tos, cilindros-sellos y su desarrollo (vit. 1). Londres.
Las inscripciones cuneiformes reproducen VANDIER, J . 1986. "Le concept de la monarchie
dans ¿ Egypte ancienhe" en Les Monarchies.
el alfabeto de Ugarit o tienen como soporte París, pp. 29-42.
el ladrillo cocido como el de Gudea o el de \
VERNUS, P.; YOYOTTE, J. 1988. Les Pharaons.
fundación de Nimrud (panel). La vit. 3 París.
muestra una reproducción de Gudea de VON BECKERAT, J. Abriss des Geschichte des
Lagash cedida por el Museo del P.rado. Alten Agypten. Munich-Wien.
PALOMA CABRERA BONET
VASOS GRIEGOS
Y ETRURIA
Desde el VI1 milenio a. de C., con los En el Período Arcaico surge la escultu-
primeros asentamientos neolíticos, se habitó ra monumental. El estilo más antiguo,
ininterrumpidamente. Ya desde entonces, y llamado Protochipriota, es una creación
especialmente durante la Edad del Bronce local con ciertos influjos sirios. Sin embar-
(2300-1050 a. de C.), la arqueología chi- go, durante el período siguiente del siglo VI
priota nos habla del desarrollo y riqueza de a. de C., sus fuentes de inspiración se
sus manifestaciones culturales, constante- dirigen a Egipto y al mundo jonio. Surgen
mente renovadas por la adopción de influ- así dos estilos: el cipro-egipcio, característi-
jos exteriores, principalmente anatólicos y co del período de la dominación egipcia
levantinos. bajo el faraón Amasis (569-545 a. de C.), y
el cipro-griego, inspirado en modelos orien-
Es precisamente la cerámica la mani- tales, cuyo comienzo (hacia 540 a. de C.)
festación que mejor representa en el Museo coincide con la incorporación de la isla al
Arqueológico Nacional la cultura de la Imperio Persa.
Edad del Bronce en Chipre. Ligados ínti-
mamente al mundo de ultratumba, los La cabeza femenina exenta, que posi-
vasos aquí expuestos pertenecen a un tipo blemente formó parte de una escultura
con una larga historia, llamado "Rojo arquitectónica -una cariátide, quizás-
Bruñido" por el color y acabado de sus muestra una fuerte influencia jonia en la
superficies (vit. 4). Es un tipo hecho a concepción de los sasgos del rostro. Los
mano, caracterizado por el barroquismo de ojos almendrados, sobresalientes, con pár-
sus formas y su decoración incisa. Esa pados apenas modelados, las comisuras de
exuberancia formal y la constante vincula- la boca partidas y el tratamiento en planos
ción del artesano chipriota con la naturale- independientes, son las características más
za se observa también en la original crea- acusadas. Es una concepción aún muy
Fig. 1
Cabeza masculina
(2.624 bis).
t
Fig. 3
Koré de bronce que durante el siguiente siglo se convertirá
sosteniendo un
frasco de perfume 1 en una empresa a gran escala. Ahora, las
relaciones comerciales establecidas con los
en forma de grandes imperios del Próximo Oriente y la
granada (estilo rápida difusión de ideas y productos gracias
Jonio).
1 al comercio internacional, permitirán la
introducción de numerosos influjos cultu-
rales desde Oriente, que dominarán los
modos de expresión artísticos de este mo-
mento. De ahí el nombre que recibe este
período, que ocupa, fundamentalmente, el
siglo VI1 a. de C.: El Período Orientalizante.
- :,: ;::. ; ~ ~
si, ..;if$2,,;,:::;
,%
~ ~ Las imágenes
~ de las
? diosas ~orientales ~ -
$ 4, . % . $ ~3 .i;t &Mi? de fecundidad fueron adoptadas por el
mundo jonio, que las tradujo en terracotas Esta nueva técnica, inspirándose en los
como las expuestas en la vitrina 8 (Fig. 4). trabajos de bronce y marfil, incorporó las
Aquí una figura femenina agarrándose los incisiones para dibujar detalles interiores
pechos y una figura sentada desnuda, pro- sobre las siluetas. Proporcionaron así una
cedente de Esmirna, recogen más directa- posibilidad de definición más precisa en la
mente los modelos orientales, frente a la indumentaria y en las acciones, acompaña-
versión más típicamente griega de la diosa da por la introducción de una gama cromá-
entronizada, hierática y vestida con el pe- tica más rica, con el empleo del rojo y el
p l o ~de las dos terracotas rodias. blanco sobre el barniz. La técnica de figuras
negras abrió definitivamente el camino a la
/
En el continente fue Corinto la primera narración pictórica, que a partir de este
ciudad en adoptar y asimilar las influencias momento se va a adueñar de los vasos
orientales y, así, impulsar el desarrollo griegos.
artístico de Grecia continental. El éxito de
sus producciones cerámicas se debió espe- Frisos de leones y panteras, sirenas y
cialmente al carácter innovador y original esfinges, rodeados de una exuberante natu-
de su estilo característico. En efecto, fue raleza vegetal, acompañan a las figuras
Corinto quien introdujo una nueva técnica humanas, que comparten el espacio con
y un nuevo estilo decorativo: la técnica de motivos de relleno, principalmente rosetas.
figuras negras y el estilo orientalizante. Estos abigarrados dibujos nos dan la sensa-
ción de hallarnos frente a un tejido, recor-
dándonos así que una posible fuente de
inspiración y de trasmisión iconográfica
fueron, seguramente, las telas y los broca-
dos orientales. Las figuras se disponen
ordenadamente en hileras o se enfrentan
heráldicamente a grandes motivos vegetales
o a otra figuras. En un alabastrón del
período que lfamamos Corintio Antiguo
(620-600 a. de C.) (vit. 9) (Fig. 5), dos leones
flanquean simétricamente a una sirena. En
la olpe del mismo período (vit. lo), vemos
repetirse este esquema en varias ocasiones.
Sobre el cuello, dos esfinges se sitúan a
cada lado de una figura femenina; en el
friso inferior, un corro, o Konos, de mujeres
cogidas por las manos; debajo, y de nuevo
junto a leones de fauces amenazantes y
panteras que dirigen su mirada inquietante
hacia el espectador, dos esfinges flanquean
el árbol sagrado de la vida, que en los frisos
inferiores es sustituido por una sirena y una
figura femenina alada. Nos encontramos
aquí ante la representación de una divinidad
de gran tradición en Oriente; es la Potnia
Theron, la señora dominadora de animales,
que en este caso sujeta por sus cuellos a dos
aves. Está acompañada por las esfinges,
símbolo de protección y de la realeza
divina. Esta divinidad se redujo en el mun-
do griego en la figura de Artemís, diosa de
la naturaleza salvaje y agreste en todas sus
manifestaciones, en cuyo honor, segura-
mente, se celebra la danza ritual que se
narra en uno de los frisos de este vaso.
1
creciente competencia de otras poieis grie- Fig. 4
gas, especialmente Atenas, acaba impo- Terracota Jonia
niendo un modo de producción en masa, (19.508)
con resultados cada vez más rápidos, de este centro. Los talleres corintios intentarán
peor calidad. Se acentúa el descuido de los paliar esta situación con algunos vasos
*detalles de la decoración, las figuras se monumentales en los que imitarán el estilo
esquematizan y se alargan desmesurada- ático e incluso su aspecto, aplicando un
mente. En el alabastrón del Corintio Medio baño de engobe anaranjado para reproducir
(600-570 a. de C.) (vit. 9), podemos advertir la característica arcilla ática. La crátera de
esta tendencia, que utiliza el recurso de columnas del Corintio Reciente (570-550 a.
dibujar una sirena de gran tamaño con las de C.), del grupo de los Caballos Blancos
alas deplegadas para ocupar con una sola (vit. ll), es un buen ejemplo de esta situa-
figura el vaso y así economizar trabajo. ción. Sobre una superficie anaranjada, que
oculta la verdadera arcilla amarillenta co-
Con el tiempo, la producción corintia rintia, se ha representado en la cara B, un
entra definitivamente en crisis. La compe- motivo que reproducp viejos esquemas
tencia ejercida por los artesanos áticos orientalizantes: dos gallos afrontados a una
triunfa en los mercados mediterráneos a palmeta doble entrelazadh a un doble loto;
partir de comienzos del siglo VI a. de C., en la cara A, unos jinetes galopan acompa-
quienes desbancarán con sus vasos de Figu- ñados por aves de rápido vuelo. Es una
ras Negras a los adocenados productos de síntesis muy significativa del contraste y la
pugna entre dos mundos: el viejo mundo desarrollo. Es ahora cuando los artistas
oriental, tradicional y estático, y el nuevo y toman conciencia de su individualidad crea-
dinámico estilo, dominado por Atenas, en dora y comienzan a firmar sus obras. Los
el que prima la narración sobre la decora- vasos son uno de los testimonios más
ción. completos que poseemos de la concepción
del hombre y del mundo griegos, de sus
formas de vida, de sus obras. A través de
estos vasos asistimos al desarrollo artístico
EL PERIODO ARCAICO de la Atenas arcaica, pero también, y de
(620-480 a. de C.) forma no menos importante, a su desarrollo
(Sala XV) social, intelectual, político y religioso.
~ Q u concepción
é del mundo nos refleja
El Período Arcaico supuso para Ate- el arte arcaico? Una de las constantes del
nas, como para la mayor parte del mundo pensamiento griego desde época homérica
griego, un tiempo de cambios, de conflictos, fue la búsqueda de un orden como respuesta
de luchas sociales y políticas, pero también ante la angustia y ansiedad producida por el
fue uno de los períodos más creativos de la caos. Dominado por el pensamiento mítico-
historia de esta ciudad. Este período estuvo religioso piensa que el ser humano no es
presidido en Atenas esencialmente por la dueño de sus propias acciones, de su destino,
tiranía de Pisístrato y sus hijos. Fueron los ni del mundo que le rodea. Los dioses
tiranos hombres que se hicieron con el manejan a su antojo y capricho, a veces
poder apoyándose en la facción popular. totalmente irracional, la vida de los huma-
Su gobierno estuvo caracterizado por la nos mortales, actuando incluso por envidia.
limitación del poder aristocrático, la res- El mundo para el hombre arcaico es un
tauración del orden, la ampliación de los mundo fuera de control, dominado por
derechos del pueblo y por el apoyo decidido potencias totalmente ajenas, un mundo que
a las industrias y al comercio, así como por surge del caos y que en el caos se desenvol-
un patronazgo impulsor de las artes, enca- vería, si no hubiera un orden -un kosmos-
minadas a embellecer por medio de grandes regido por la dike, la justicia de Zeus, que en
obras públicas la ciudad de Atenas. este tiempo aún tiene un origen divino y una
justificación religiosa. Sólo el triunfo de la
Fue una época de grandes conquistas civilización, como expresión del orden, pue-
en el terreno artístico. En pintura de vasos, de relegar al caos a los confines del mundo,
el Período Arcaico es la época en que el imponiéndose sobre las fuerzas incontrola-
estilo de Figuras Negras llega a su completo das de la naturaleza salvaje.
Fig. 6
Gorgona (10.910).
El conflicto dialéctico entre el orden y religión agraria, vinculada a los ciclos del
el caos se manifiesta con fuerza en la nacimiento, crecimiento, muerte y renova-
iconografía arcaica a través de la expresión ción de la naturaleza; por ello, en las
de lo fabuloso y lo monstruoso. Seres imágenes del Período Arcaico vemos cómo
híbridos y monstruosos pueblan los vasos y brotan de él ramas de hiedra -el elemento
esculturas arcaicas: esfinges y sirenas, seres vegetal siempre verde, que nunca muere-
híbridos amenazantes que pueden volver su o de vid. Pero Dionisio es también el dios
poder destructivo contra el hombre, pero extranjero, que viene de fuera, y que propo-
que pueden ser también aliados protectores. ne a través de sus ritos una subversión del
Expresión del terror del caos es la máscara orden natural y social, pues tiene lugar
de la Gorgona, con su rostro frontal, de fuera de la ciudad, en las regiones agrestes,
mirada petrificante, con sus fauces de afila- en ~ l e n acomunicación con la Naturaleza.
dos colmil1o.s y enorme lengua roja, en una L ~ mujeres
S consiguen abandonar sus roles
mueca entre terrorífica y grotesca, de la tradicionales y forman parte de su cortejo:
copa del ceramista Panfaros (Fig. 6). Aquí, son las bacantes que junto a los sátiros, se
de nuevo, el poder terrorífico se ha domina- entregan a los ritos orgiásticos, danzan
do convirtiéndolo en un instrumento al frenéticamente y beben el vino embriaga-
servicio del hombre: la máscara protege al dor, a través del cual son poseídas por el
líquido -el vino- y al bebedor, pero le dios. El mismo dios en forma de máscara es
invita también, subvirtiendo el orden crea- representado en el ánfora del Pintor de
do, a sumergirse en el terreno de la irreali- Antímenes (520-500 a. de C.) (vit. 1). El
dad, a romper las fronteras de lo racional. rostro frontal de Dionisio establece una
Este es el poder del vino y de la máscara comunicación directa con el espectador,
que lo protege. comunicación que también se logra me-
diante el entusiasmo producido por el vino
La presencia del hombre ante las fron- que este vaso contiene.
7 teras del orden y la alteridad, se expresaron
Hidria del Pintor también en los ritos y creencias ligadas a la El mundo arcaico es también el mundo
de Priamo. religión dionísica. Fue ésta, en origen, una que asiste a los últimos esplendores y a la
crisis de la aristocracia. Los aristócratas o de un episodio mítico. En la hidria del
son los aristoi, los que poseen la areté, la Pintor de Príamo (520-510 a. de C.) (vit. 6)
virtud, son los excelentes. Y la excelencia, (Fig. 7), el contexto temporal y narrativo se
ya desde época homérica, está exclusiva- hace más explícito: es Príamo quien, bajo el
mente relacionada con la riqueza y el esquema convencional del guerrero que va
poder. La virtud aristocrática es esencial- a marchar, aguarda la preparación del
mente competitiva o agonal. Sólo es exce- carro para acudir al rescate del cadáver de
lente aquel que es el mejor', y mejor que los Héctor, ante un Paris representado como
, demás. Esta moral aristocrática tiene su un guerrero escita contemporáneo.
referencia modélica en los héroes del pasa-
do, cuyas hazañas, manifestaciones de suma También el deporte se concibió en el
excelencia, cantó Homero. La aristocracia mundo griego como campo de expresión
griega de los siglos VI1 y VI a. de C. vivirá .del agón, del sentido de la competición.
teniendo como punto de referencia estos Los tiranos, que fomentaron el culto a los
modelos míticos. Su educación se basará en dioses protectores de la ciudad, instituye-
la exaltación de los valores agonales a ron las grandes Panateneas, los festivales
través de la guerra, el deporte y la recitación en honor de Atenea. Los vencedores de las
de los poemas homéricos. pruebas atléticas recibían como trofeo un
ánfora llena de aceite recogido especial-
El héroe agonal por excelencia en el mente de los olivos sagrados del Atica: son
Período Arcaico es Heracles, el héroe que las ánforas panatenaicas, como la del
se enfrenta y triunfa sobre los adversarios Pintor de Cleofrades (480 a. de C.) (vit. 5)
más temibles gracias a su fuerza física y a la .(Fig. 8). En ellas se repite siempre en una
ayuda de su protectora, la diosa Atenea. Es de las caras la imagen de la diosa entre dos
también el héroe civilizador, que impone el columnas, una alusión a su templo en la Fig. 8
orden sobre el caos, librando al mundo de Acrópolis, mientras que la otra imagen Carreras de
monstruos terribles. En algunos vasos de aludía a la prueba en la que había triunfa- Cuadrigas
este período (vit. 2) vemos representadas do el atleta: carrera de cuadrigas en este (10.900).
algunas de sus hazañas que culminan con la caso.
captura de Cerbero, el perro monstruoso de
tres cabezas, guardián de Hades, tal y como
figura en una lécito del 490-475 a. de C. La
lucha contra el león de Nemea figura en
una copa de Sokles (560 a. de C.). La
captura del jabalí de Erimanto, en el ánfora
del Pintor de la Línea Roja (500 a. de C.).
El enfrentamiento con los hijos de Eurytos
tras el certamen con el arco para conquistar
a Iole, en el ánfora del Pintor de Safo (500
a. de C.). E, incluso, la lucha con Apolo por
la posesión del trípode sagrado de Delfos,
en la hidria del Pintor de Madrid (520 a.
de C.).