4. Resumen del texto: resumir brevemente las ideas principales; con nuestras propias
palabras.
6. Estructura interna (partes en las que se divide en relación con el tema): analizar de qué
manera se organizan las ideas.
- En los textos narrativos: planteamiento, nudo y desenlace.
- En los textos líricos: estrofas que ocupa cada parte; justificar el porqué de esa
estructuración.
- Si las opciones anteriores no son posible, opta por dividir tu texto en núcleos
temáticos.
Tener en cuenta los cambios de personas gramaticales, de perspectiva, de intención…
7. Análisis textual. Descripción de la relación entre el contenido del texto y los recursos
estilísticos presentes en él. Analizar mejor por niveles:
> Aspectos fónicos: recursos fonéticos como las aliteraciones, la entonación,
onomatopeyas, paronomasias...
> Aspectos morfosintácticos: personas gramaticales y tiempos verbales,
conectores, abundancia de adjetivos, sustantivos o verbos; tipos de oraciones
que predominan. ¿Hay encabalgamientos, paralelismos, hipérbatos, etc?
> Aspectos léxico-semánticos: tipo de vocabulario que aparece, denotativo o
connotativo, términos valorativos o no, campos semánticos, tecnicismos,
neologismos, cultismos, presencia de mitos o tópicos. Metáforas, metonimias,
personificaciones...
> Aspectos estilísticos: Debes señalar las figuras retóricas o estilísticas que
aparecen en el texto y relacionarlas con el contenido.
Aplicar estos recursos estilísticos a las características literarias del periodo al que pertenece la
obra y/o a la obra del autor.
8. Conclusión.
Valora el texto resumiendo brevemente lo que te haya llamado la atención por su fuerza
expresiva, por su originalidad, etc.