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Antecedentes de la Terapia Familiar en la

Argentina.1
Florencia A. Macchioli

Antecedentes

En el siguiente artículo desarrollaremos los antecedentes de la Terapia


Familiar en Argentina. A partir de las principales publicaciones de la década del ´60
abordaremos a los diferentes autores que escribieron sobre este tema, tratando de
observar como fue recepcionada, difundida y recreada durante sus inicios. Solo
tomaremos para este trabajo los aportes que se desarrollaron durante la década del
´60 puntualmente, para remitirnos a un análisis mas riguroso de las fuentes.
La escasa “historia oficial” escrita hasta el momento desconoce cuáles han
sido los autores que dieron origen e esta corriente en Argentina, comenzando a
historizar a partir de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar fundada en 1978 2 sin
siquiera nombrar (y reconocer) quiénes han sido los autores que ya hacía dos
décadas habían recepcionado las teorizaciones estadounidenses sobre el tema, y
habían escrito artículos, dado clases, investigado y practicado en hospitales,
consultorios públicos y privados este nuevo abordaje.
A fines de los´50 comenzó a incorporarse y expandirse la psicoterapia de
grupos y de su mano el grupo primario: la familia. Este hecho posibilitó la entrada
de la psicoterapia familiar como otra alternativa de tratamiento para las
enfermedades mentales durante los ´60.

El panorama intelectual de esos años estaba inmerso en una compleja situación política que
va desde 1955 –“Revolución Libertadora”- hasta 1969 –“Cordobazo”-. Los debates que se dan
durante todo este período, se encontrarán enmarcados en una interminable sucesión de presidentes
que serían derrocados antes de terminar sus gobiernos. Un punto de inflexión fue la llamada “Noche
de los bastones largos”3. Esto llevó a la renuncia masiva de profesores y el inicio de una resistencia
estudiantil que se extendió por todo el país.
Algunos de los principales debates intelectuales e ideológicos de aquellos
años, se centraban en dos cuestiones, pertinentes para nuestro desarrollo. La primera
en relación a la educación laica o libre que implicaba si el Estado era el único soporte
de la educación. La segunda, en continuación con este línea, en relación a la
investigación científica. La polémica era si aceptar o no ayuda económica extranjera
en becas y enseñanza superior. Dentro de los argumentos de este último debate
encontramos dos posturas: los medios dentro del país no eran suficientes para
subvencionar las investigaciones locales, o “el dinero americano acarrearía, a mediano o
largo plazo, la sumisión de la ciencia, la tecnología y la enseñanza superior argentinos a los
designios o grupos de poder americanos”4. con una gran renovación cultural, un terreno
donde “el impacto de ciertos procesos sociales, culturales y políticos que se abre a la
Argentina después de la caída del primer peronismo, han quedado sintetizados en una
expresión: la sociedad y la cultura de los ´60”5.
Recordemos que en el ´57 se forma el CONICET 6, y al año siguiente la
editorial EUDEBA7. La difusión de diversas áreas científicas y la cantidad de
ediciones de esos años no ha sido igualada hasta la actualidad. Se crean a fines de los
´50 las carreras de Sociología y Psicología, entre otras. Esta última poseía una
tendencia hacia los ámbitos públicos (hospitales, instituciones, sociedad) y éste sería
un campo propicio para la expansión del psicoanálisis. Esta teoría ya había
comenzado a desarrollarse en el país un par de décadas antes, y para estos años,
comenzó a “proyectar al psicoanálisis a un espacio general de producción de conocimientos
y de promoción de valores”, intentando construir un “destinatario socialmente ampliado”8.
Dentro de este contexto se irán desarrollando en psiquiatría y psicología una diversidad de
aportes teóricos y prácticas absolutamente novedosas, tales como la revolución de la
psicofarmacología - con el descubrimiento de las nuevas drogas para tratar las enfermedades
mentales -, las psicoterapias breves de distintas clases, la reflexología, el psicodrama, la psicoterapia
de grupo y psicoterapia familiar, entre algunas de las mas reconocidas.

Para desarrollar algún comentario sobre Terapia Familiar y grupos en general, debemos
comenzar, sin duda, por Enrique Pichon Rivière, principal precursor de esta corriente en Argentina.
A lo largo del trabajo retomaremos a los discípulos que han proseguido con su teorización y las
contribuciones particulares de cada uno de ellos a través de los artículos seleccionados. Como
veremos la mayoría ha tenido algún contacto con Pichon o sus teorías, y muchos de ellos reconocen
explícitamente sus aportes, debido a su lugar destacado dentro de la psiquiatría y el psicoanálisis en
el país, “un faro inigualable del campo `psi´ de los años ´60”9. Prácticamente no se han retomado dentro de
la historia de la Terapia Familiar argentina ninguno de estos autores, ni puntualmente, la figura de
Pichon en relación a este tópico.
Dentro del recorrido profesional de Enrique Pichon Rivière (1907-1977), nos detendremos en
algunos hitos esenciales para este trabajo. Se recibe en 1936 como médico psiquiatra. Al año siguiente
se casa con Arminda Aberastury y al poco tiempo concursa e ingresa al Hospicio de las Mercedes
(actual Hospital José T. Borda) donde trabajará los siguientes 11 años, hasta su renuncia en 1947 por
razones políticas. Allí realizó tareas con grupos de enfermeros donde crea la técnica de “Grupos
operativos”. Hernán Kesselman, uno de sus discípulo, comenta una anécdota donde expone cómo
Pichon a partir de una huelga dentro del Hospicio donde no había personal médico para encargarse
de los enfermos logra organizar al poco personal que permanecía en el establecimiento y a los
familiares que se habían ofrecido a colaborar de alguna manera, logrando que el Hospicio no cerrara
ese día, y a partir de allí forma la primer asamblea de padres, pacientes y personal trabajando en
forma conjunta. Allí se muestra como la teoría de los grupos operativos surge de condiciones críticas,
y Kesselman comenta “Pichon adaptó el encuadre a la situación en lugar de adaptar la situación al encuadre
(lo típico de la ortodoxia analítica)”10. También crea, entre otros aportes, un servicio exclusivo para
adolescentes, la sala de “Edad Juvenil”, cuando hasta ese momento los jóvenes eran ubicados y
tratados junto a los niños o adultos. En estos años Pichon también comienza a formar parte del
“Servicio de Admisión” donde, al trabajar con urgencias psiquiátricas, comienza a observar de que
manera llegaba el paciente en relación a su familia como un dato significativo (ausencia o presencia,
roles adjudicados, culpas, crisis familiares anteriores, conducta del paciente y sus intercambios con la
familia). A partir de allí comenzaría a trabajar con el paciente y su grupo familiar, que presente o no
“trata de retomar esta idea de que el sentido del síntoma está ligado a la historia del sujeto, pero ampliando la
noción de historia hacia la de historia personal, familiar y social”11.
Paralelamente, junto a Angel Garma, Arnaldo Rascovsky, Ernesto Cárcamo, Marie Langer y
Guillermo Ferrari Hardoy funda la Asociación Psicoanalítica Argentina en 1942. En el mismo año fue
nombrado miembro didáctico de la asociación y su primer artículo en la Revista de Psicoanálisis “Los
dinamismos de la epilepsia” aparece en el primer número en 1943. Publicará varios artículos en esta
revista hasta 1961. Aquí comienza a formar, a través de los cursos de psiquiatría en el Hospicio, una
cantidad de discípulos muy renombrados como José Bleger, David Liberman, Edgardo Rolla, entre
algunos de los que se contaban dentro de la APA. Comenta Ana Pampliega de Quiroga “Si tengo algo
para decir de él, es hasta que punto es fuera de lo común que una persona que es un maestro, permita tanto el
crecimiento de sus alumnos (...) era un gran estimulador de ideas”12. En este sentido, podemos corroborar
esta frase con los desarrollos de sus discípulos que han creado interesantes y novedosos aportes en los
años posteriores a su formación.
Dentro de su caracterización como analista comenta en una entrevista “En ese tratar de hacer
consciente lo inconsciente, empecé como analista ortodoxo. Posteriormente pasaría a desarrollar el psicoanálisis
social y allí comenzarían mis dificultades con la Asociación Psicoanalítica Argentina, a tal punto, que durante
un lapso, he estado alejado de la misma. Aunque, debo aclararlo, actualmente soy miembro de la APA ”13. A
partir de aquí encontramos la incorporación del sujeto social dentro de su concepción que dará lugar
a la Escuela de Psiquiatría Social durante los ´50 y a la fundación del Instituto Argentino de Estudios
Sociales (IADES), que mas tarde, durante los ´60, convergerá en la Escuela de Psicología Social. A
partir de estas instituciones comenzará a crearse un nuevo rol profesional para terapeutas como
operadores sociales. Vale aclarar que la carrera de psicología había comenzado pocos años antes,
primero en Rosario en 1956 y luego en Buenos Aires en 1957 en la Universidad de Buenos Aires.
Durante los ´60, paralelamente, comenzó una proliferación de instituciones por fuera de la APA, que
hasta ese momento era la única asociación argentina reconocida por la Asociación Psicoanalítica
Internacional. Así aparece un desarrollo alternativo del psicoanálisis donde “la creación de instituciones
autónomas, dirigidas por psicólogos no pudo evitar que surgieran en muchos una consciencia de su dependencia
bajo la hegemonía psicoanalítica. (...) La desigualdad profesional entre psicólogos y psicoanalistas –identificados
siempre como miembros de la APA- se volvió intolerable”14. No abordaremos la complejidad de esta
temática en el presente trabajo, pero sí vale presentar el marco académico y profesional por el que
atravesaban las instituciones ya creadas y por crear, y mostrar como el psicoanálisis se encontraba en
la base misma de la formación del psicólogo y de los fundadores de las diferentes instituciones.
Veremos mas adelante como los conceptos psicoanalíticos se encuentran presentes en todas las líneas
abordadas dentro de este trabajo. Es interesante observar que ya desde Pichon encontramos esta
estructura particular dentro de la formación, en la que se parte del psicoanálisis de la APA para llegar
a la Psicología Social, incorporándose las relaciones vinculares, históricas y sociales, entre ellas la
familia.

Luego de este sucinto recorrido por la vida y obra de Pichon Rivière, nos adentraremos en sus
aportes mas representativos para el tratamiento del grupo familiar. No ha dejado demasiada obra
escrita, por lo que en general nos encontramos con recopilaciones, entrevistas, desgrabaciones de
clases, y los artículos que él mismo escribía donde condensaba varias de sus ideas.
Dejando de lado que el primer artículo publicado en Acta sobre esta temática corresponde a
él, a través de los apuntes de clase recopilados por Fernando Taragano –clases dictadas en 1957-, y
publicados bajo el título “Teoría del vínculo”, se puede comprender con mayor claridad cual es la
concepción teórica de este autor en relación a la familia. Pichon, a pesar de tomar teorías
preexistentes, lograba incluirlas dentro de una lógica totalmente novedosa y coherente. Podemos
encontrar así desde el psicoanálisis y una recepción de Melanie Klein bastante particular, hasta la
teoría de campo de Kurt Lewin, los roles tomados de la Psicología Social norteamericana
desarrollados por George Mead, el concepto de Gestalt y la teoría de la comunicación, entre algunas
de las líneas mas destacadas. Logra entrelazar en una teoría original diferentes perspectivas
incorporándolas en lo que él conceptualizó como “epistemología convergente”.
Al respecto Taragano comenta “Se aproxima al hombre concibiéndolo de una sola dimensión, la
humana; pero al mismo tiempo concibe la persona como una totalidad integrada por tres dimensiones: la mente,
el cuerpo y el mundo exterior, que integra dialécticamente.”15. De esta manera Pichon concibe al individuo
como una “resultante dinámico-mecanicista por el interjuego establecido entre el sujeto y los objetos internos y
externos, en una predominante relación de interacción dialéctica (...) Esto le permite desarrollar una psiquiatría
centrada en el estudio de las relaciones interpersonales que denomina Psiquiatría del Vínculo, psiquiatría
dinámica que construye con los postulados del psicoanálisis.”16. Al analizar el vínculo patológico que el
sujeto establece con el otro logra establecer qué perturba a la estructuración de la personalidad y
cómo rectificarlo. Este hecho abre una dimensión completamente nueva en relación a los abordajes
anteriores. Ya no toma al individuo aislado sino al individuo en grupo, especialmente el grupo
familiar, donde encuentra “el conjunto de fuerzas que actúan en el medio familiar del cuál emerge la
enfermedad mental”17. De este modo, logrando comprender cuáles son los vínculos que el enfermo
establece con cada miembro del grupo familiar, se obtendrá la descripción de su cuadro clínico
interno. Así, a través del estudio de la familia a nivel psicosocial, sociodinámico, institucional y
comunitario se logra “un cuadro completo de estructura mental y de los motivos o causas que presionaron
sobre el paciente y provocaron la ruptura de un equilibrio que hasta ese momento se mantenía mas o menos
estable.”18. El diagnóstico familiar se basa en estos cuatro niveles. La psicosis dentro de esta concepción
aparecería como un emergente original, consecuencia de la ruptura del equilibrio familiar y la
persona enferma, entonces, asumiría funciones de liderazgo por ser el miembro mas enfermo. Todo se
organizaría entonces en una Gestalt en la que se incluyen el paciente y su familia, siendo la
enfermedad un emergente de esta totalidad.
El campo psicológico para Pichon es “el campo de interacciones entre el individuo y el medio. Por
eso podemos expresar que el objeto mismo de la psicología es el campo de la interacción ”19. De esta manera
también fue uno de los primeros en incluir el problema de la comunicación en función al vínculo, y
por esta vía resolver las dificultades en las relaciones interpersonales en los pacientes. Así podría
trabajarse a través de los “patterns” de conducta que se establecen en un vínculo determinado. Esta
temática será retomada en investigaciones posteriores por Carlos Sluzki.
Dentro de sus desarrollos plantea que el rol de la familia en países
dependientes como los latinoamericanos es muy diferente al que cumple en un país
industrializado como Estados Unidos, “hay profundas diferencias y roles muy distintos
a cumplir: también han tenido modelos diferentes”20 , pero paso seguido aclara que todos
los conflictos sociales golpean al núcleo básico: la familia. Vale recalcar que la
Psicología Social no pone el acento en la familia sino en la interacción entre familia y
sociedad.
Pichon en 1960 escribe su único artículo de Acta incluyendo al grupo familiar: “Empleo de
Tofranil en psicoterapia individual y grupal”. Al respecto Nocetti comenta “Podríamos colocar en 1960
el punto de parida de la extensión de un modelo sistemático grupal y vincular que define al `Grupo Familiar´
como unidad no solo diagnóstica, pronóstica y psicoprofiláctica sino también como unidad del tratamiento”21.
Pichon escribe: “La emergencia de una neurosis o psicosis en el ámbito de un grupo familiar significa que un
miembro de este grupo asume un rol nuevo y se transforma en el portavoz o depositario de la ansiedad del grupo
(...). El enfermo es alienado por su grupo inmediato”22. De este modo el mismo grupo estereotipado será el
“instrumento de la acción correctora”, usando la técnica de los grupos operativos. El pronóstico de la
enfermedad está en relación directa con la receptividad o no del grupo, transformando un círculo
vicioso en “un círculo beneficioso”, que produzca situaciones de cambio y que transforme al grupo
familiar en una estructura funcional.
A pesar de la escasa producción escrita, Pichon formó a muchos profesionales
a través de sus clases dictadas en diversos ámbitos, como es el caso del Hospicio de
las Mercedes, por lo que vemos el desarrollo de sus conceptualizaciones en varios de
sus seguidores. Así encontramos referencias de Pichón en artículos de David
Liberman, Jaime Szpilka, Isidoro Berenstein, Fernando Taragano y Emilce Dio, entre
otros.

Comenzaremos a desarrollar, ahora que poseemos el marco desde el que prácticamente todos
los autores se despliegan, tres publicaciones que han sido seleccionadas por su importancia y aportes
en la comunidad científica argentina. Todas ellas incluyen de manera directa o indirecta lo que dio
origen a la Terapia Familiar en la Argentina. Para lograr jerarquizar estos aportes en función al
momento histórico en que cada una de ellas se creó y desplegó serán abordadas de modo cronológico
en función a la fecha de comienzo de cada publicación. Dejaremos de lado en este trabajo a los
autores que no han publicado en estas revistas, pero no dejamos de reconocer sus importantes
conceptualizaciones y publicaciones para el desarrollo posterior de esta corriente.

Revista de Psicoanálisis, Asociación Psicoanalítica Argentina.

La Revista de psicoanálisis comienza a publicarse en 1943, al año de fundarse la Asociación


Psicoanalítica Argentina. Ya en el primer número se observan artículos centrados en el tema de la
infancia. El campo psicológico durante la década del ´40 y ´50 en relación a la terapéutica del grupo
familiar estaba planteado desde la psicoterapia de niños y el trabajo con los padres necesario para
llevar a cabo dicho tratamiento. Las dos líneas hasta ese momento presentes en Argentina eran las de
Arminda Aberastuy23, a través del psicoanálisis de niños que se correspondía a la ideas de Melanie
Klein y la de Telma Reca, en psiquiatría infantil con una línea que integraba diferentes teorías en el
trabajo con niños (sobre el tema se han analogado estas posiciones con las sostenidas por Melanie
Klein y Anna Freud, respectivamente)24.
1. Comenzaremos por aclarar que no se observa, ni antes ni durante los ´60, ningún trabajo
que lleve por título o referencia a la Terapia Familiar o Grupo Familiar en la Revista de Psicoanálisis, en
estos momentos solo se centraba en el sujeto individual. Por lo tanto, este recorte será un cierto
forzamiento de la temática en función a su contextualización.
Respecto a los desarrollos sobre “familia” aparecen, en primera instancia, los aportes de
Arminda Aberastury, desde el psicoanálisis de niños y la relación con los padres dentro del análisis.
Su primer artículo aparece en 194625 y encontramos trabajos hasta 1965 sobre esta temática. No se
observa a la familia como tal, sino el análisis intrapsíquico de las fantasías del niño, y en segundo
plano la incidencia de los padres sobre el análisis, a excepción de un artículo de 1957: “La inclusión de
los padres en el cuadro de la situación analítica y el manejo de esta situación a través de la
interpretación”. En este trabajo comenta que en ciertas circunstancias (como la corta edad del niño,
ansiedades o situaciones especiales) será necesario considerar a “la pareja madre e hijo o padre e hijo
como una sola persona: el paciente”, agregando en una nota al pie “el grupo familiar estaba tan
comprometido en la situación...”26. Pero agrega finalmente “Técnicamente mi convicción de que es necesario
enmarcar la situación analítica en la relación con el niño tal como se desprende de este material aún cuando los
padres estén incluidos en la sesión, es el desarrollo de mi punto de vista técnico sobre cómo actuar con las
entrevistas con los padres”27. Esto implicaría cierto movimiento a una concepción familiar, pero no deja
de explicitarse que el centro del tratamiento no deja de girar en torno al niño. Publicará en 1962
“Teoría y técnica del psicoanálisis de niños”, uno de los principales libros sobre esta materia28.

2. Un segundo punto a tomar en cuenta han sido los desarrollos de David Liberman 29.
Tomaremos dos cuestiones que ha desarrollado en función a nuestros intereses: el conflicto
matrimonial y la incorporación de la teoría de la comunicación.
Respecto al primer punto, ha escrito dos artículos sobre conflicto matrimonial en 1956 y
195830. En ellos se refiere a la relación entre estos conflictos y la identificación proyectiva. Tiene por
objeto dilucidar el comportamiento del paciente con sus familiares, observando para ello su
comportamiento frente a las interpretaciones. En estos artículos hace mención a la “neurosis familiar”
y comenta: “El paciente cumple un rol estereotipado por un patrón de adaptación grupal. La base de la
estabilidad familiar reposa sobre un vicio de información (...). La posición depresiva se establece en la neurosis
familiar con el fin de estabilizar la organización de la familia y preservarla de nuevos daños ”31. Sobre estos
artículos Nocetti comenta: “por primera vez se advierte el peligro de no tomar en cuenta los efectos de una
perturbación ´relacional` sobre la transferencia”32.
La segunda cuestión se refiere a la Teoría de la Comunicación. Proponemos este aporte ya que
lo retomaremos mas adelante con la lectura que hace Carlos Sluzki 33 de estos mismos autores pero
desde otra perspectiva. El primero de esta serie de artículos de Liberman es de 1961, y plantea aplicar
los conceptos de la teoría de la comunicación al psicoanálisis. Toma para este fin a Jürgen Ruesch, -
autor norteamericano que escribió un par de títulos junto a Gregory Bateson – quien desarrolló una
clasificación psicopatológica basada en el modo de recepción y transmisión de la información en una
relación bipersonal34. Liberman retomará los tipos que este autor ha planteado pero los profundizará
con los postulados psicoanalíticos básicos de orientación kleiniana, ausentes en la obra de Ruesch,
tales como la fantasía inconsciente, las relaciones objetales y las ansiedades básicas. Posteriormente
escribirá un trabajo donde, a partir del término “Entropía”, desarrollará qué significa este término
para el psicoanálisis (el concepto estaría relacionado al instinto de muerte) y cual es su significado
para la teoría de la comunicación y la teoría de la información (semejante a la incertidumbre). Retoma
términos de estas teorías y las aplica al proceso psicoanalítico, haciendo hincapié en las
perturbaciones de la comunicación. Plantea como conclusión poder establecer conceptos teóricos
distintos, donde se incluirían aspectos de la teoría de la neurosis y de la técnica, “ centrándose en dos
series complementarias interactuantes durante la sesión: el paciente y el terapeuta”35. Vemos, por lo tanto,
que el planteo de Liberman se centra predominantemente en la relación terapéutica y en la
comunicación como elemento diagnóstico dentro de la terapia individual 36, a diferencia de Sluzki que
tomas estos aportes en relación a la Terapia Familiar específicamente.

3. ¿Por qué tomar estos desarrollos de una publicación que no habla de la Terapia Familiar?
Principalmente por dos motivos. Primero porque nos muestra cual es el panorama en el que se
insertaran los nuevos aportes de la Terapia Familiar específicamente, ya que esta publicación ha sido
una de las hegemónicas dentro de la producción científica y académica durante los inicios de la
psicología en Argentina, aportes que se incorporaron de lleno en la formación de la Carrera de
Psicología y en Salud Mental, aportes ineludibles para comprender cual es la base teórica en la que se
incorporarán y elaborarán las nuevas conceptualizaciones internacionales.
La construcción de la corriente de Terapia Familiar ha transitado un proceso
que requirió ciertos pasos que es necesario explicitar para comprender cuales han
sido sus desarrollos posteriores, sus principales autores y en que instituciones logró
incorporarse esta modalidad. Muchos de estos autores desarrollaron esta temática en
otras publicaciones, a la par de sus artículos en la “Revista de Psicoanálisis”, ya que
el marco de la APA solo se publicaban artículos que desarrollaban temas sobre el
sujeto individual . No hay que dejar de tener en cuenta que para ese entonces solo
era “Psicoanálisis” lo que implicaba cuatro sesiones semanales de cincuenta minutos
cada una con diván, entre algunos otros requisitos. Todo lo que no respondiera a
este dispositivo, aunque fuese practicado por psicoanalistas, era “Psicoterapia”. A
partir de este marco es interesante señalar el aporte de Liberman en su lectura de la
teoría de la comunicación, incluyendo en el setting analítico la temática de los
vínculos interpersonales en la transferencia y contratransferencia.

Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Asociación Argentina de Psicología


y Psicoterapia de Grupo

Esta asociación se funda en la década del ´50 con mayoría de miembros de la APA. Entre
algunas de las figuras principales encontramos a Marie Langer, Emilio Rodrigué y León Grinberg 37. A
partir de 1961, año en que comienza a publicarse la revista de la asociación, hasta 1965 (año en que se
interrumpe hasta 1982) pueden observarse dos aportes principales para la corriente de Terapia
Familiar. Uno centrado en los artículos, otro centrado en las “Actualizaciones” donde figuran los
comentarios de libros editados en esos años. Cabe destacar que la directora de esta publicación ha
sido Janine Puget, ex miembro de la APA, actual miembro de APDEBA 38, autora que posteriormente
ha ocupado un lugar destacado en las producciones sobre la temática de Terapia Familiar. Recién en
1982 con la reanudación de la publicación escribirá junto a Isidoro Berenstein 39 un artículo sobre
psicoterapia de pareja40.

1. En primer lugar, los artículos directamente relacionados con la familia no se mencionan con
el concepto de “Terapia Familiar”, sino que se los nombra como “Grupo de niños”, “Grupo
matrimonial” o “Grupo familiar”.
Coincidentemente con la “Revista de Psicoanálisis”, el primer artículo en esta revista es de
Arminda Aberastury en 1961 sobre “Grupo de orientación a madres” 41, ya para esta altura, una de las
principales exponentes en Argentina sobre psicoanálisis de niños y el trabajo con los padres.
La mayoría de estos artículos se refieren a casos de la práctica en consultorios privados, salvo
dos de ellos. En el primero se realiza una investigación con “niños institucionalizados” que fueron
abandonados por sus madres y se encuentran en una dependencia del Ministerio de Asistencia Social
y Salud Pública donde un equipo perteneciente a esta entidad realiza la investigación 42. El segundo se
realiza con familias del Hospital de Niños. En este artículo aparecen desarrollos similares a los que se
observan en un artículo anterior, donde este equipo de trabajo publicó los resultados de esta misma
investigación, pero de un modo mas detallado 43. Uno de sus objetivos principales es lograr “una
asistencia mas rápida y eficaz a un mayor número de pacientes (...) con una modalidad terapéutica de corta
duración”44, único artículo en la “Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo” que habla sobre la
variable temporal.
El marco teórico que predomina en la mayoría de los artículos es el psicoanalítico de escuela
inglesa. También se mencionan aportes de Telma Reca y Enrique Pichon Rivière en relación a técnica
y teoría de grupos. La tarea del terapeuta en estos artículos oscila entre centrarse casi exclusivamente
en interpretar los conflictos intrapsíquicos e interpersonales en el aquí y ahora o tomar una postura
mas educativa en relación a los niños. Hay pocas referencias en todos estos ellos a la familia en su
totalidad –en el único artículo que se toma esta postura es en el equipo del Hospital de Niños- y la
mayoría se centra mas bien en la concepción de la familia en díadas como la materno-filial o
conyugal.

2. El segundo aporte dentro de esta revista aparece en la sección de “Actualizaciones”, donde


se comentan catorce libros y capítulos que van publicándose antes y durante los ´60 sobre varias
temáticas inherentes a grupos entre ellos, familia y grupos primarios (incluidos en la sección de
“Familia”). Entre los libros que se comentan interesa destacar dos cuestiones. La primera se refiere a
los autores de los libros y capítulos comentados, la segunda sobre los temas abordados.
En relación a los autores, cabe señalar que solo dos son argentinos, ambos discípulos de
Pichon Riviére: José Bleger y Edgardo Rolla. Ambos también, escriben estos textos junto a sus esposas
(Lily Bleger y Josefina Marín Rolla respectivamente). Ninguno de ellos ha escrito un libro dedicado a
“La familia” o “Grupo familiar”, pero sí diferentes artículos y capítulos dentro de libros dedicados a
grupos o publicaciones destacadas de la época. Bleger le dedica un capítulo en su libro “ Psicohigiene y
psicología institucional” y participó en el coloquio Acta 1965 dedicado a “Familia y enfermedad
mental”, como algunos de sus principales aportes en éste área. Por su parte Rolla le dedica un
capítulo en su libro “Psicoterapia individual y grupal” de 1962 y publica algunos artículos en Acta como
ya hemos mencionado. Entre los autores internacionales el más destacado es Nathan Ackerman 45,
donde se comenta la traducción de su libro “Diagnóstico y tratamiento de las relaciones familiares”
editado en castellano en 1961 por Hormé, editorial perteneciente a Paidós –esta última creada en 1945
por Jaime Bernstein y Enrique Butelman- como una de las principales precursoras de las traducciones
norteamericanas sobre el tema durante las décadas del ´50 y ´60.
Entre las temáticas abordadas principalmente aparecen “la neurosis familiar y matrimonial”,
la “psicopatología familiar”, el “grupo familiar” y relaciones familiares vistas desde la perspectiva de
la “salud” o “normalidad”. Secundariamente aparecen temas como la “pareja moderna”, la influencia
familiar en las enfermedades psicosomáticas y los grupos primarios.
Algunos de estos artículos toman varios conceptos psicoanalíticos y de teoría de la
comunicación. El tema de la moral aparece en modo significativo como vector de las llamadas
“familias sanas”.
Se hacen desarrollos teóricos interesantes en función a las relaciones familiares donde se
esbozan hipótesis como “familias con baja interacción en el hogar presentan un alto grado de patología”46,
“los padres son quienes estructuran la pauta de comunicación”47 o características para la distribución de
roles parentales. Por su parte Ackerman plantea correlacionar los procesos psicológicos individuales
con la conducta familiar para poder ubicar el diagnóstico clínico y la terapia individual dentro del
diagnóstico y terapia de la familia. Plantea a “la familia como portadora de ansiedad y conflicto y como
conductora del contagio de la enfermedad mental”48. Toma los desarrollos de Erich Fromm 49 para describir
los aspectos positivos de la salud mental, no centrándose solamente en la falta de enfermedad mental.
Se trataría de “llamar normal o sana a una persona si puede cumplir con sus roles sociales y participar en la
reproducción de la sociedad. Desde el individuo vemos la salud o normalidad como el óptimo de crecimiento y
felicidad del individuo”50. El mayor cuestionamiento de este autor se centraría en que no habría ningún
buen tratamiento si no se considera globalmente al individuo, lo que significa tomar en cuenta su
ambiente y las interacciones con el mismo, lo que implica centrarse en su grupo familiar.
Bleger, por su parte, hace un análisis riguroso sobre las patologías familiares centrándose en
“el diagnóstico, pronóstico, terapéutica y profilaxis de los desórdenes del grupo familiar ”51, clasificando a las
familias como “aglutinadas o dispersas”, donde según el grado de rigidez de estas características
aparecerían estructuras familiares esquizoides, epileptoides o cicloides, basándose el diagnóstico en la
estructura predominante. Tanto para Bleger como para Rolla la familia aparece como una unidad
donde no hay un paciente designado sino que la enfermedad es del grupo familiar en su totalidad,
por lo que en ambos se habla de estructura familiar, o enfermedad familiar donde uno de los
miembros ha sido elegido como depositario de las ansiedades familiares. Para Rolla el tratamiento se
centra en restablecer la comunicación entre los miembros a través de un trabajo en equipo entre el
médico, el enfermero o asistente social. 52 En este sentido, son fieles continuadores de su maestro:
Enrique Pichon Rivière.
En la mayoría de estas notas aparece la pareja conyugal como “fundamental para el
funcionamiento saludable de la familia y sus miembros, la pauta de esta relación determina la pauta de la vida
familiar”53. Algunos de los comentarios se centran en esta díada, como el de Eisenstein en “La
interacción neurótica en el matrimonio”54, donde se busca “comprender y solucionar los desajustes
matrimoniales y su influencia en el desarrollo familiar”55. Para ello se centran en el diagnóstico, pronóstico
y tratamiento de las relaciones matrimoniales. Su marco teórico se ubica en la correspondencia y
antagonismo de las necesidades emocionales inconscientes. Otro de los comentarios dentro ésta área
es el de Denis de Rougemont en “La crisis de la pareja moderna” 56, donde desarrolla varios puntos
desde un análisis sociocultural acerca del “debilitamiento de los tabúes sexuales, la emancipación de
la mujer y la comercialización de la pasión” donde despliega las posibles razones de la crisis
matrimonial durante el siglo XX.

Tal como se ha desarrollado se destacan los aportes sobre la dinámica y terapéutica familiar
en las Actualizaciones, mas que en los artículos, donde el eje se centra principalmente en grupos de
pares (madres o hijos), y no familiares (donde se incluirían diferentes generaciones a la vez).

Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina

Comenzaremos por recalcar que de las publicaciones seleccionadas en el presente trabajo solo
Acta no pertenece a ninguna institución, incluyendo de esta manera aportes de varios autores con
una marcada diversidad en sus artículos. Comenzó a editarse en 1954 con el nombre de “Acta
Neuropsiquiátrica Argentina” centrándose exclusivamente en psiquiatría y neurología, y recién en
1962 incorporó temas psicológicos modificando en forma definitiva el título de la publicación. Su
creador y director fue Guillermo Vidal57. Debido a la heterogeneidad teórica e institucional que se
encuentra en esta publicación, ubicaremos el acento en tres líneas principales para tratar de plantear
un esbozo del panorama de los ´60 desde Acta. La primera se centrará en los continuadores de la línea
de Pichon, la segunda línea estará representada por Isidoro Berenstein, quien crea un puente entre los
lineamientos de Pichon y pasa a una concepción estructuralista en la siguiente década, y por último se
desarrollarán los aportes de Carlos Sluzki, uno de los principales exponentes en la introducción de la
teoría de la comunicación y los desarrollos norteamericanos sobre Terapia Familiar, no difundidos
hasta ese momento en Argentina. Por último se comentarán las investigaciones nacionales e
internacionales sobre familias descriptas en algunos artículos.

1. Adentrándonos en el primer punto abordaremos los aportes de diferentes autores que han
continuado las ideas de Pichon.
En este sentido, los primeros que publican un artículo pertenecientes a un grupo de estudio
dirigido por Pichon Rivière son Jaime Szpilka y Fidel Moccio 58 en el mismo número de Acta que el
artículo de Pichon. A partir de su labor en el Hospital Rawson, plantean que la “psicoterapia de
grupos familiares” muestra las siguientes normas a través de la observación: 1. Lo corriente es
observar individuos enfermos en familias también enfermas; 2. Es excepcional encontrar individuos
sanos en familias muy enfermas; 3. Es excepcional encontrar individuos muy enfermos en familias
sanas59. Básicamente plantean que el individuo que enferma es aquel que realiza un enorme esfuerzo
para evitar la regresión y desintegración que ha absorbido de las ansiedades del grupo. El objetivo
terapéutico se centraría en esclarecer al grupo familiar lo que le sucede y “romper” la estereotipia que
llevó a la enfermedad desde el esquema conceptual referencial operativo. Se retomará mas adelante
un segundo artículo de Szpilka de 1962 en donde se describe una investigación dentro del Hospital
Rawson sobre la “patología del vínculo”60.
Otro de los autores que prosigue con la línea de Pichon es Fernando Taragano. Su primer
artículo es de 1963, y es el primero que busca aclarar cierta tendencia que aparece en los artículos
anteriores sobre terapéutica del grupo familiar, donde se toma a la familia como unidad,
correspondiendo por lo tanto la enfermedad a toda familia, y no solo al miembro enfermo. Aquí es
como si la problemática se centrara en el eje opuesto: en los desarrollos anteriores el enfermo era el
sujeto, ahora lo es toda la familia. Taragano en el par de artículos que publica busca aclarar
fuertemente este punto. El rol de portavoz del enfermo y la segregación de su grupo familiar solo es
el aspecto manifiesto del problema. De hecho se corre el riesgo de que bajo esta concepción se
culpabilice a la familia como la responsable de la enfermedad de un miembro, y que la razón de que
el miembro no cure sea porque la familia no quiere o no ayude a este fin. Taragano sostiene “ el
enfermo mental debe ser considerado como el emergente de la enfermedad de su grupo familiar, pero no
propiamente del grupo externo y real, sino de un grupo familiar interno, el que siempre es mas enfermo,
frustrante y agresivo con el paciente que el externo y real”61. La finalidad terapéutica sería construir un
buen grupo familiar interno con los que el paciente cree vínculos mas gratificantes y menos
persecutorios. Esto le permitiría establecer mejores relaciones con su grupo familiar externo. En un
segundo artículo, escrito un año mas tarde, retoma al primero para acentuar la crítica a la concepción
del enfermo como emergente de la enfermedad mental de su grupo familiar externo. “La tarea del
grupo está centralizada en la curación del enfermo y secundariamente en el grupo mismo”62. Así, su objetivo
es mostrar cómo se trabaja con el grupo externo para modificar al interno. El objetivo, por lo tanto, es
transformar la estereotipia familiar en un grupo móvil con una comunicación en espiral dialéctica
para evitar la ambigüedad y los malentendidos al que la comunicación conlleva, y hacer que el grupo
se integre de un modo operativo y funcional.
Tomaremos como últimos representantes de esta línea al artículo publicado por un grupo de
profesionales, tales como Raquel Soifer y Emilce Dio entre otros, pertenecientes al Departamento de
Psicología y Psicohigiene dirigido por el Dr. Diego García Reinoso de la cátedra de Pediatría del Prof.
Escardó en el Hospital de Niños Juan M. Gutierrez63. Este escrito tiene la gran virud de explicitar en
un marco teórico muchas de las líneas que hasta ese momento iban imbrincándose en la terapéutica
de grupos familiares. Citan como antecedentes nacionales en ésta temática a las publicaciones de Lili
y José Bleger 64, Enrique Pichon Riviére, Edgardo Rolla 65, Isidoro Berenstein, David Liberman y los
artículos ya mencionados de Acta, cita bibliográfica bastante exhaustiva para lo publicado hasta 1964.
Se plantea la tarea con el grupo familiar como técnica auxiliar frente a obstáculos que puedan
presentarse en la práctica hospitalaria con niños, tales como contradicciones entre los datos que
aporta la madre y la observación del niño, la inhibición total del juego en el niño o inferencia de
distorsiones graves a nivel familiar. Toman como esquema referencial a “las diversas teorías que hemos
procurado integrar: el psicoanálisis freudiano, incluidos los aportes de Melanie Klein y de los psicoanalistas
argentinos; la psicoterapia de grupo en general; la teoría de la comunicación en correlación con el psicoanálisis;
los psicodinamismos de la vida familiar según Nathan Ackerman y los conceptos de Newcomb sobre roles ”66.
Este párrafo nos muestra claramente la diversidad teórica con la que se trabajaba durante los ´60,
aunque en pocos artículos se muestra tan claramente. Vale tener en cuenta este mapa para
comprender como fueron articulándose los aportes nacionales con la recepción de autores extranjeros.

2. La segunda línea que encontramos en los artículos publicados en estos años tiene como
protagonista a Isidoro Berenstein. No nos proponemos en el presente trabajo realizar un análisis
exhaustivo de su obra, sino simplemente explorar sus primeros artículos para comprender cómo fue
constituyendo sus teorizaciones. A grandes rasgos podemos observar que comienza partiendo de los
conceptos pichonianos (ya en 1962 Berenstein formaba parte de un grupo operativo coordinado por
Pichon Rivière) en estrecha relación con los aportes de la escuela inglesa, principalmente de Melanie
Klein. Tomará en 1968 algunos conceptos norteamericanos como los de Jackson, Satir o Whitaker.
Hasta aquí los aportes que encontramos publicados en Acta. Mas adelante incorporará una tendencia
estructuralista a partir de Lévi Strauss, hasta llegar a una de sus mayores obras: Familia y Enfermedad
Mental, publicado en 197667. En 1982 con Psicoanálisis de la estructura familiar 68, recrea algunas
propuestas del libro anterior. Nocetti comenta al respecto: “la recuperación del concepto de identificación
proyectiva como mecanismo de interacción y el consiguiente uso del modelo continente – contenido aproximó la
noción de estructura inconsciente a la estructura vincular de Pichon Rivière”69. De este modo rescata y
reformula algunos conceptos de Pichon como el de “portavoz” y “chivo emisario”. Buscará articular,
a partir de 1987, las propuestas de Lévi-Strauss con la teoría psicoanalítica “tal como fuera concebida por
Freud y desarrollada, entre otros, por Pichon Rivière”70.
Retomando sus primeras publicaciones de Acta, se centrará principalmente en la temática de
pareja, de hecho su primer artículo es “La pareja conyugal: vínculos, roles y niveles de
comunicación”71. Los siguientes trabajos se vuelcan a la terapéutica familiar para luego volver a
retomar el vínculo de pareja.
Su concepción de familia se basa en que “el trastorno emocional de un miembro es parte de la
perturbación emocional del grupo familiar, por ende, para tratar el trastorno es necesario trabajar con la familia
como totalidad”72. Tomará conceptos de Pichon como los vínculos, roles, niveles de comunicación e
interacción, y los de escuela inglesa como fantasías, objetos internos, identificación proyectiva, o
continente y contenido (desarrollados por Bion).
Plantea que una familia es “un conglomerado donde coexisten un padre, una madre, hijos, los roles
asignados y asumidos, los distintos vínculos, miedos y mecanismos de defensa, entretejidos en una red donde
nace, se desarrolla y emerge cada nuevo miembro, en un constante movimiento progresivo en el mejor de los
casos, o regresivo en el peor”73 . Entonces, a través de los mecanismos de proyección-introyección el niño
constituiría ciertos vínculos y roles. Si no ocurriesen las características “normales” de rol se llegaría a
la estereotipia. El miedo y la ansiedad que surge en una pareja no podrían ser asimilados en la
estereotipia, pero a partir de la patología podrían lograr una nueva configuración móvil, aunque más
regresiva. Esta patología estaría centrada en malentendidos y comunicaciones distorsionadas que el
terapeuta buscará restablecer a partir del tratamiento.
Otro punto que desarrolla, es qué le pasa al terapeuta al atender familias y para ello
desarrolla las dificultades y fantasías con las que se presentaron al comienzo. Las dificultades, según
refiere Berenstein, se debieron a tres razones: 1. Salir del consultorio para meterse en la comunidad,
que trae aparejada la inseguridad de trabajar fuera del lugar conocido; 2. Entrar en la casa-familia del
paciente donde uno no sabe como será recibido, además de que uno va sin que lo hayan llamado; y 3.
Cómo salir de la casa del enfermo. Las fantasías al tomar contacto con el grupo familiar se relacionan
con el temor infantil de meterse en un lugar cerrado a develar un secreto, que correspondería al temor
de meterse en el cuarto de los padres para espiarlos o separarlos; la fantasía de quedar encerrado
dentro de la familia; o el temor de meterse en una sociedad secreta con sus códigos y ritos, que son
vedados en principio, pero a la vez los que desencadenaron la enfermedad mental.
Hacia 1964 escribe junto a Emilce Dio, sobre cuatro familias con pacientes esquizofrénicos 74.
Ponen el acento en la figura del padre, mas que la de la madre, ya bastante estudiada hasta ese
momento. El eje se centra en caracterizar el tipo de pareja que se conforma en estas familias.
Concluyen que esta díada muestra a una madre contradictoria y a un padre ausente, pareja confusa,
con vínculos de tipo simbiótico, un nivel de comunicación predominantemente oral y sin roles
diferenciados. De este modo tampoco se trasmitiría un rol definido a nivel filial, y de este modo el
“futuro paciente” haría propia la confusión e inmadurez de los padres en un equilibrio familiar
regresivo.
Hacia 1968 comienza a incluir otra concepción de familia proveniente de Norteamérica,
planteada por Don Jackson y Virginia Satir (estos últimos autores desde 1959 se encontraban
dirigiendo el Mental Research Institute de Palo Alto), donde se sostiene que la familia se conforma
por “padres, hijos y otras personas que son parte de la familia social inmediata”75, esto incluiría familia
política, vecinos significativos, etc. En este artículo comenta “en los últimos años se han multiplicado los
trabajos sobre distintos aspectos del grupo familiar (...). No obstante, las comunicaciones sobre técnica son
escasas. Esto se debe a la falta de una teoría coherente sobre grupos familiares, que de cuenta de los múltiples
hechos observados e investigados”76. Con éste fin, se referirá al aspecto técnico del encuadre que
constituiría la mejor condición para desarrollar la tarea, y describe que su objeto es el análisis de los
conflictos, de las resistencias y de los psicodinamismos inconscientes, con el fin de verbalizar y no
actuar los conflictos a nivel familiar.
El último artículo que abordaremos es también de 1968, y es un artículo sobre psicoterapia de
pareja discutido por Eduardo Kalina, Carlos Sluzki y Hugo Bleichmar. En éste artículo continúa con
las concepciones que hemos visto sobre pareja como unidad, toma como marco teórico
principalmente a la identificación proyectiva conceptualizada por Klein, ampliada por León Grinberg
y aplicada al conflicto matrimonial por David Liberman, como hemos desarrollado. Retoma la
temática del encuadre y lo ejemplifica con un caso clínico. Dentro del debate los comentarios que
merecieron mayor atención han sido los de Sluzki y Bleichmar. Se centraron, entre otros puntos, en
que lo novedoso, y no suficientemente acentuado en el trabajo de Berenstein , es la alusión
permanente a la interacción en las díadas y tríadas, y conjuntamente, para que se dé la identificación
proyectiva tiene que haber alguien en quien proyectar, lo que nuevamente implica interacción. Vale
mencionar que el trabajo presentado en esa reunión por Sluzki y Bleichmar se titulaba “El enfoque
interaccional en terapia de parejas”.

3. Pasamos así a los aportes de Carlos Sluzki, que en algunos trabajos junto a Eliseo Verón 77,
ha ido introduciendo la teoría de la comunicación y los desarrollos norteamericanos de Palo Alto
sobre Terapia Familiar, no difundidos hasta ese momento en Argentina. Sluzki posee un recorrido
similar a varios de los autores que hemos desarrollado. En su recorrido se ha formado y fue miembro
a la APA para luego alejarse hacía otros intereses partiendo a Estados Unidos en 1970, y en 1983
ocupando el cargo de director del MRI de Palo Alto. Sluzki será, en relación a los otros autores, el mas
alejado a las concepciones de Pichon.
Produjo dos grandes aportes sobre psicoterapia familiar. Uno de ellos ha sido
la amplia difusión a partir de 1966, junto a Hugo Bleichmar –ambos secretarios de
redacción de Acta-, de autores y teorías norteamericanas, principalmente de Gregory
Bateson y Paul Watzlawick. Generan de este modo dos espacios en Acta: uno de
“Notas” en donde se publican tres metálogos de Bateson traducidos por Sluzki, y un
segundo espacio llamado “Enciclopedia”, donde se explican términos como “Doble
vínculo” y “Homeostasis familiar”. Se traducen y publican a la vez conferencias
internacionales y nacionales, tales como la dictada en el Policlínico Lanús por
Watzlawick en 1969.

El segundo aporte que realiza Sluzki, en este caso junto a Verón, entre otros
colaboradores, es una investigación acerca de los tipos de comunicación en la
esquizofrenia que consta de tres artículos en Acta, el primero de 1963, el último de
1969. Privilegiaremos el desarrollo de estos trabajos por una cuestión de espacio,
aunque ha publicado varios artículos en Acta durante los ´60 sobre distintos tópicos
relacionados con la terapéutica familiar.
Sluzki en esta época se encontraba en el servicio de Psicopatología del Lanús
como Jefe de Investigación, servicio a cargo de Mauricio Goldenberg quien ganó el
concurso para la jefatura en psicopatología del Lanús creado por éste último en
195678. Las muestras y realización de la investigación se llevaron a cabo en este
servicio, publicando cinco artículos en Acta durante los ´60 acerca de Terapia
Familiar. Esta investigación ha sido subsidiada por Foundations Found for Research
in Psychiatry, a través de la O.M.S.. Vale aclarar que Sluzki desde 1965 ha sido
miembro del Mental Research Institute de Palo Alto.
El primero de estos artículos se titula “Estructuras de conducta y sistemas de comunicación
social” y muestra el panorama poblacional de los pacientes mentales, con características
predominantes en áreas de densa población, generalmente rodeando zonas céntricas comerciales, bajo
nivel económico, alto índice de delincuencia, elevada movilidad y baja participación social siendo
“esta distribución particularmente clara para la esquizofrenia”79. De este modo se observa que “los
trastornos mentales no se distribuyen al azar entre los diferentes niveles de la estratificación social. La tendencia
mas clara es la mayor frecuencia total de psicosis en los estratos mas bajos y la mayor frecuencia total de
psiconeurosis en los estratos mas elevados”80. Estos datos se enmarcan en el objetivo de la investigación
que es tratar de investigar al grupo familiar como posible agente etiológico de la enfermedad mental.
Estos autores sostienen que el enfermo mental solo cumple una función dentro del grupo familiar, y
que una modificación de las pautas de conducta de este miembro afectará el equilibrio del grupo
familiar. Este concepto mas tarde tomará el nombre de “homeostasis familiar”. Aquí ya se nombra, a
través de las investigaciones de Bateson, que la situación de comunicación como condición necesaria
para la aparición de síntomas esquizofrénicos es un modo particular de transmisión de mensajes que
se define por la relación de incongruencia entre mensajes y metamensajes, junto con una prohibición
de poner de manifiesto dicha incongruencia. La respuesta a esta situación (la de “doble vínculo”) es la
del trastorno esquizofrénico. Cabe aclarar que dar respuesta al trastorno esquizofrénico fue la
problemática que dio comienzo al desarrollo de la Terapia Familiar originada en Estados Unidos. Sólo
para marcar algunos de los hitos a nivel internacional vemos que en 1946 Whitaker estaba trabajando
con pacientes esquizofrénicos en el seno de sus familias, Frida Fromm-Reichmann 81 desarrolla el
concepto de “madre esquizofrenógena” en 1948, y se publica, a la vez, a mediados de los ´50 Proyecto
para el estudio de la esquizofrenia y Hacia una teoría de la esquizofrenia de Haley, Weakland, Jackson y Fry.
En 1958 Don Jackson funda el Mental Research Institute.
Volviendo a Argentina, entre el primer y segundo trabajo de Sluzki, se dictó el Coloquio Acta
1965 titulado “Familia y enfermedad mental” –este tema se ampliará hacia el final de este apartado -.
El segundo artículo sobre esta investigación se centra en el doble vínculo a través de las
transacciones descalificadoras. Se desarrollan aquí las características específicas del doble vínculo, se
plantean sus variedades (evasión, escamoteo, literalización, especificación, descalificación por status,
etc.), también cuatro tipos de respuestas al mensaje descalificador (comentario, retirada, aceptación y
contra-descalificación) y el efecto que cada una produce. Se llega a la conclusión en este segundo
trabajo que la descalificación es una maniobra común a comunicaciones patológicas y “normales”. Las
descalificaciones no tiene poder patogénico de por sí, pero “sí se encuentra con regularidad, en familias
con hijo esquizofrénico, la presencia de descalificaciones seguidas por secuencias especiales que tienden a
consolidar el doble vínculo y que, por lo tanto, refuerzan estos modos peculiares de interacción. En este proceso,
que implica todo un estilo de relación con el mundo (...) puede residir una explicación comunicacional en la
patogenia de la esquizofrenia”82 .
En el último trabajo de esta trilogía –presentado el año anterior en el coloquio Acta “Familia y
enfermedad mental” junto a Janet Beavin, miembro del MRI, Palo Alto- se centran en la relación de
simetría y complementariedad, desarrollando una tipología de parejas que posee siete
configuraciones basadas en el modo de interacción de los dos miembros, avalada también por las
asociaciones estadounidenses ya mencionadas. Vale aclarar que el segundo y tercer trabajo recibieron
el Premio Acta 1966 y 1969 respectivamente. Retoma el tema nuevamente en 1969 con Verón. Plantean
la necesidad de una investigación seria sobre el efecto patogénico atribuido a ciertas pautas de
interacción familiar, porque hasta el momento, no se ha llevado ninguna a cabo. Se describe en este
trabajo una muestra de tríadas padre-madre-hijo esquizofrénico, y se hace un testeo con una muestra
padre-madre-hijo normal, permitiendo diferenciar las pautas interaccionales que presentan resultados
congruentes con la psicopatología.

4. Realizaremos a continuación una síntesis de las investigaciones llevadas a


cabo durante estos años. Cabe señalar que desde los ´60 se define desde el estado
una política del financiamiento de la investigación que lleva a su profesionalización
en pequeña escala, junto a las subvenciones extranjeras. En este marco se realizan las
investigaciones que hemos mencionado y otras que fueron publicadas en Acta tales
como “Psicodinámica familiar y enfermedad mental. Investigación psicosocial de un grupo
de pacientes del servicio psiquiátrico de un Hospital General” de Jaime Szpilka83 en 1962,
siguiendo los desarrollos de Pichon, como hemos anteriormente desarrollado. Se
investigan en mas de 200 familias en el Hospital Rawson – el jefe de la sala de
Psiquiatría en ese momento era Guillermo Vidal – tomando datos a nivel psicológico
y socio-económicos. Algunas de las conclusiones son dos estilos de reacción y
expresión: uno de tipo “motor” correspondiente a las familias de clase obrera donde
predominan mecanismos de agresión directa, actitudes psicopáticas e histéricas; y
un segundo grupo, que denominará “conceptual”, correspondiente a familias de
clase media, con mecanismos mas intelectuales, de mayor simbolización y donde se
observan reacciones de tipo depresivo, obsesivo e histérico.
Otro trabajo publicado en 1964, investiga la relación entre familia, emigración
e hipocondría, de Enrique Rosnati84 - autor que ha escrito algunos artículos junto a
Vidal - tomando como muestra una comunidad del gran Buenos Aires. Se basa para
el análisis en su práctica de consultorio privado y hospitales generales. Como
resultado de este recorrido plantea que “La hipocondría aparece como intento de control
de las ansiedades persecutorias del grupo( ...). En general el enfermo es el líder grupal”85 . La
estructura de la familia emigrante sería en general la de la melancolía.
Durante 1968 se realizan otras dos investigaciones. Una pertenece a
Venezuela, y se centra en la temática de pareja, mas específicamente en “la
emergencia del objeto interno dominante”, como lo llama Teruel, autor de dicha
investigación. Sería semejante a lo que la pareja comparte inconscientemente. Se
apoya para este desarrollo en los conceptos psicoanalíticos de objetos internos,
mundo interno, objetos parciales y totales, y posición esquizo-paranoide y depresiva.
Basa su trabajo en tres casos clínicos.
La segunda investigación86 de este año se centra en la familia de psicópatas,
escrito por M. Matrajt87. Se toman entrevistas con la familia del paciente sancionado
y la unidad de análisis es la secuencia de dos mensajes verbales emitidos por
personas diferentes. Se estudian en cada unidad cinco variables: secuencia,
transacciones, significados, roles y vínculos. Algunas de las conclusiones
aproximadas (ya que la investigación estaba iniciando y faltaba tabular los datos
obtenidos) han sido que en una familia de estas características “el padre –muy
sometido a su esposa- maneja su rebeldía contra ella a través del hijo de ambos. La
identificación proyectiva de la rebeldía se da a través del rol adjudicado al hijo y del vínculo
establecido con éste, cuya propia rebeldía, es a su vez, estimulada por el primero a través de
ciertas pautas comunicacionales”88.
Tal como se observa, se comenzaron a llevar a cabo durante los ´60 diversas
investigaciones sobre psicoterapia familiar, desarrollando los aspectos
psicoanalíticos y los tipos de pautas comunicacionales que influirían en las
diferentes psicopatologías. Cabe remarcar que sobre este tema Verón escribe un
artículo en 196889, donde postula un nuevo modo de investigar en Salud Mental,
ejemplificado con las investigaciones en familia, a partir de lo que llama una
“estrategia en múltiples niveles”, basada en la teoría de los sistemas generales y los
desarrollos epistemológicos de la cibernética. Sería un estudio de configuraciones de
variables donde se establecerían niveles jerárquicos de causación estimando el peso
relativo de cada nivel. De este modo “se trata de una estructura compleja de `cajas
negras´ interrelacionadas (...). Para un estado dado de nuestros conocimientos , un conjunto
determinado de salidas puede estar asociado a varios conjuntos alternativos de entrada y
viceversa.”, y mas adelante sostiene que en psiquiatría social “padecemos de un exceso
de teorías sustantivas (...). Existe una marcada desproporción entre la riqueza de
orientaciones teóricas y la pobreza de instrumentos descriptos en los diversos tipos de
conducta a los que pueda corresponder la denominación de `trastorno mental´ y a las
diversas situaciones sociales (familiares o no) que pueden tener propiedades `patogénicas´”90
Frente a este obstáculo plantea empobrecer la teoría y refinar los instrumentos para
la descripción de la conducta social, para lo que propone tomar la teoría de la
comunicación. Cabría preguntarse si este artículo ha inspirado a llevar a cabo alguna
investigación bajo esta concepción en la década posterior.

5. Retomando uno de los hitos fundamentales durante los ´60 para la Terapia
Familiar en Argentina, merece una mención particular el Coloquio Acta 1965, primer
coloquio internacional dedicado a “Familia y enfermedad mental”. Allí se
congregaron las figuras mas importantes de Argentina hasta el momento en el área.
Concurrieron, entre algunas de las personalidades mas destacadas, Isidoro
Berenstein, José Bleger, Eliseo Verón, Carlos Sluzki, Guillermo Vidal, Miguel Matrajt,
y se intercambiaron opiniones con Nathan Ackerman (Nueva York) y Janet Beavin
(Palo Alto, California). El artículo presentado por Carlos Sluzki fue analizado en el
punto anterior, y el de José Bleger fue publicado en su libro Psicohigiene y Psicología
Institucional en 1966. Se presentará el texto original del Coloquio en los textos
seleccionados.

A modo de cierre y de inicio

Luego de éste breve recorrido por algunos de los desarrollos publicados en el país que
dejarían preparado el campo para la posterior consolidación de la Terapia Familiar en la Argentina,
podemos inferir algunas hipótesis.
Tal como hemos visto los primeros desarrollos parten de las ideas de Pichon Rivière, primer
autor que incorporó en sus clases, artículos y tratamientos los desarrollos norteamericanos sobre
Terapia Familiar, formulando conceptualizaciones y abordajes absolutamente novedosos sobre la
terapéutica del grupo familiar. Esto se observa en las menciones de la mayoría de los autores acerca
de las aportes de Pichón.
Se desprende de esta afirmación que la recepción y difusión de estos desarrollos se vieron
íntimamente relacionados con los desarrollos psicoanalíticos de la época (en donde predominaban en
Argentina los aportes de la escuela inglesa, principalmente la teoría de las relaciones objetales de
Melanie Klein), y los desarrollos de psicoterapia de grupos, que fueron los mas difundidos durante
los ´60 (lo mismo ocurriría con la Terapia Familiar durante los ´70). Vale tomar a los artículos
expuestos y su composición teórica tan diversa y original como reflejo de las producciones de
aquellos años. Esta proliferación teórica prácticamente no ha sido igualada en la actualidad.
El modo en que se originó la corriente de Terapia Familiar en Argentina no es diferente al que
se dio en Estado Unidos, también a partir de autores de formación psicoanalítica, aunque merece un
análisis particular. Pero sí cabe diferenciar y considerar cuáles eran los tipos de recepción y
tendencias psicoanalíticas en cada uno de estos países. Y entonces sí, allí encontramos marcadas
diferencias teóricas y prácticas. Esto influiría en la implantación y desarrollo de los nuevos abordajes
psicoterapéuticos en cada uno de estos países.

A partir de la recepción de esta corriente en Argentina se irán desarrollando diferentes líneas


de trabajo, que irán tomando un cauce particular, insertándose en diferentes niveles de práctica,
originando, a su vez diversas instituciones y medios de difusión. De esta manera, durante los ´70, la
Terapia Familiar cobrará una expansión notable con la corriente sistémica, y posteriormente con la
cognitiva, esta última en auge durante los ´90. Se fundarán instituciones como la SATF (Sociedad
Argentina de Terapia Familiar) en 1978, CEFYP (Centro de Familia y Pareja) en 1979 y ASIBA
(Asociación Sistémica de Buenos Aires) durante mediados de los ´80, entre algunas de las más
destacadas. Las publicaciones editadas en el país que se han ocupado del tema, son, por mencionar
algunas de ellas Terapia Familiar (SATF, desde 1978) y Sistemas Familiares (ASIBA, desde 1985).
Vale destacar que muchos autores argentinos han tenido un importante
reconocimiento internacional ya durante los ´60 como Carlos Sluzki o Salvador
Minuchin. Estos desarrollos se han dado en Argentina mucho antes que en otros
países donde la Terapia Familiar tuvo una recepción bastante significativa 91. Poco se
ha escrito sobre este tema cuando ya tenemos en nuestro haber cuatro décadas de
desarrollo de Terapia Familiar en el país. Sus antecedentes ya están escritos, serán
los cimientos sobre los que en las décadas posteriores se asentará su historia
institucional.
Podría decirse, entonces, que es una historia todavía por escribir.

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1 Publicado en: Temas de Historia de la Psiquiatría Argentina, Nº16, Verano 2003, pp. 3-27.

2 KASLOW, FLORENCE “History of Family Therapy: Evolution outside of the U.S.A.”, Journal of Family
Psichotherapy, Vol. 11, Nª4, 2000, pag. 4.
3 Se denomina al episodio, en julio de 1966, por el cual la dictadura del general Juan Carlos Onganía intervino
las universidades y desató una brutal represión.
4 SIGAL, SILVIA Intelectuales y poder en la década del ´60, Cap. 2 “Los nuevos tiempos”, Buenos Aires, Puntosur,
1991, pág. 93.
5 VEZZETTI, H. “Los estudios históricos de la psicología en Argentina”, Cuadernos Argentinos de Historia de la
Psicología, Vol. 2, Nª1/2, 1996.
6 Comisión Nacional de Investigación y Técnica.
7 Editorial Universitaria de Buenos Aires.
8 Op. cit., pág. 9.
9 VEZZETTI, H. , Aventuras de Freud en el país de los argentinos, Buenos Aires, Paidós, 1996; pág. 277.
10 KESSELMAN, H. La psicoterapia operativa II: el goce estético en el arte de curar, Buenos Aires, Lumen, 1999; pág.
81.
11 PAMPLIEGA DE QUIROGA, A. “Biografía: Enrique Pichón Rivière (1907-1977), Revista Argentina de Clínica
Psicológica, Vol. 1, Nª1, 1992, pág. 82.
12 Op. cit., pág. 85.
13 Op. cit., pág. 91.
14 BALAN, J. Cuéntame tu vida: una biografía colectiva del psicoanálisis argentino, Buenos Aires, Planeta, 1991, pág.
165.
15 PICHON RIVIERE, E. Teoría del vínculo, Buenos Aires, Nueva Visión, 1985; pág. 10.
16 Op. cit., pág. 10.
17 Op. cit., pág. 12.
18 Op. cit.; pág. 25.
19 Op. cit.; pág. 61.
20 Op. cit.; pág. 105.
21 NOCETTI, JUAN CARLOSFamilia y Psicoanálisis en la Argentina. Apuntes para una historia conceptual, Buenos
Aires, Biblos, 2002, pág. 48.
22PICHON RIVIÉRE, E. “Empleo de Tofranil en psicoterapia individual y grupal”, Acta Psiquiátrica y Psicológica
de América Latina, Vol. 6, Nº 2, 1960 – pág. 250.
23 Esposa de Enrique Pichon Rivière, Miembro de la APA, principal precursora en el país del psicoanálisis de
niños. Introdujo en el país los aportes de Melanie Klein, a quien conoció y con quien mantenía correspondencia.
24FENDRIK, S. Desventuras del psicoanálisis, Buenos Aires, Ariel, 1993.
25 PICHON RIVIÉRE, A.A. “Indicaciones para el tratamiento analítico de niños. Un caso práctico”, Revista de
Psicoanálisis, Vol. 4, Nº3, 1946-1947.
26 ABERASTURY DE PICHON RIVIERE, ARMINDA “La inclusión de los padres en el cuadro de la situación
analítica y el manejo de esta situación a través de la interpretación”, Revista de Psicoanálisis, Vol. 14, 1957.
27 Op. cit., pág. 142.
28 ABERASTURY, A. Teoría y técnica del psicoanálisis de niños, Buenos Aires, Paidós, 1962.
29 Miembro de la APA. Fue analizado y discípulo de Enrique Pichon Rivière, quien prologo su primer libro: La
comunicación en la terapéutica psicoanalítica.
30 LIBERMAN, DAVID “Identificación proyectiva y conflicto matrimonial”, Revista de Psicoanálisis, Vol. 13,
Nº1, 1956 y “Los efectos del conflicto matrimonial en el desarrollo del niño inferidos de la situación analítica”,
Revista de Psicoanálisis, Vol. 15, 1958.
31 Op. cit., pág. 92.
32 Op. cit., pág. 46.
33 Ex miembro de la APA. No publicó ningún artículo dentro de esta revista. Durante la década del ´70 partiría a
Estados Unidos incorporándose al Mental Research Institute de Palo Alto.
34 RUESCH, J. Disturbed Communication, New York, Norton, 1957.
35 LIBERMAN, D. “Entropía e información en el proceso terapéutico - Comentarios de W. Baranger, N. De Bisi,
M. Langer y E. Rodrigué”, Revista de Psicoanálisis, Vol. 24, Nº1, 1967 – pág. 57.
36 Desarrollará estos aportes principalmente en su libro: Lingüística, interacción comunicativa y proceso
psicoanalítico, Tomo III, Buenos Aires, Nueva Visión, 1972.
37 Autores que publicaron conjuntamente en 1957 Psicoterapia de grupo, primer libro en el país sobre el abordaje
en grupos.
38 Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires fundada en 1977, avalada por la Asociación Psicoanalítica
Internacional.
39 Ex miembro de APA, actualmente miembro de APDEBA. Será otra gran figura de la terapia familiar en
Argentina. Publicará varios artículos y libros junto a Janine Puget en las décadas posteriores.
40BERENSTEIN, I – PUGET, J.. “Algunas consideraciones sobre psicoterapia de pareja: del enamoramiento al
reproche”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 5, Nº 1, 1982.
41 ABERASTURY, A. “Grupos de orientación a madres”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 1, Nº
1, 1961.
42 FERRARI DE PRIETO, J – DI PARDO, R. “La relación madre – hijo a través de la conducta de dos grupos de
niños en una situación de test”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 3, Nº 2, 1964.
43 SOIFER, R. - DIO, E. “El grupo familiar como método auxiliar”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América
Latina, Vol. 10, Nº 2, 1964.
44 SOIFER, R.. “Mecanismos y evaluación de la dinámica de un caso de psicoterapia de grupo familiar con
niños”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, pág. 66, Vol. 3, Nº 3, 1965.
45 A principios de los ´60 funda en Estados Unidos el “Instituto de la Familia”, posteriormente llamado
“Instituto Ackerman”. En 1962 fundará junto a Don Jackson la publicación Family Process.
46LERNER, B. en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 2, Nº 2, 1962,
pág. 79.
47 Op. cit. pág. 80.
48 RAVICH, S en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 2, Nº 2, 1962, pág.
82.
49 Psicoanalista nacido en Alemania, que luego migró a Estados Unidos. Estuvo en la llamada “Escuela de
Frankfurt” y es considerado un autor “freudomarxista”, en su intento de relacionar a Freud y Marx. Su obra
fundamental es El miedo a la libertad en 1941, cuya versión en castellano fue prologada por Gino Germani.
50 Op. cit., 83.
51 BLEGER, L. en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 2, Nº 2, 1962, pág.
84.
52 ROLLA, E. en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 2, Nº 2, 1962, pág.
88.
53LERNER, B. en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 2, Nº 2, 1962,
pág. 79.
54 I. B. en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 3, Nº 3, 1965, pág. 89.
55 Op. cit., 89.
56 CASULLO, A. en Actualización “La familia”, Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, Vol. 3, Nº 3, 1965,
pág. 86.
57 Psiquiatra, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Rawson.
58 SZPILKA, JAIME; MOCCIO, FIDEL “Psicoterapia de grupos familiares”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de
América Latina, Vol. 6, Nº 2, 1960.
59 Op. cit., pág. 364.
60 SZPILkA, J. “Psicodinámica familiar y enfermedad mental”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina,
Vol. 8, Nº 1, 1962.
61TARAGANO, F “El enfermo mental como emergente de la enfermedad de su grupo familiar interno”, Acta
Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 9, Nº 3, 1963 – pág. 233.
62TARAGANO, F. “Grupo operativo del hombre en edad provecta enfermo con su grupo familiar”, Acta
Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 10, Nº 1, 1964 – pág. 49.
63 SOIFER, R. - DIO, E. “El grupo familiar como método auxiliar de diagnóstico y orientación terapéutica en el
niño”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 10, Nº 2, 1964.
64 Hasta ese momento habían publicado el capítulo “Grupo familiar: psicología y psicopatología” en Grinberg,
L; Langer, M.; Rodrigue, E., El Grupo Psicológico, Buenos Aires, Editorial Nova, 1959. Mas tarde José Bleger
publicaría el trabajo que presentara en el Coloquio Acta 1965.
65 Quien publicó Psicoterapia individual y grupal, Buenos Aires, Ediciones 3, 1962.
66 Op. cit, pág. 97.
67 BERENSTEIN, I., Familia y enfermedad mental, Buenos Aires, Paidos, 1976.
68 BERENSTEIN, I., Psicoanálisis de la estructura familiar. Del destino a la significación, México D.F., Paidós, 1982.
69 Op. cit., pág.72-73.
70 Op. cit., pág. 78.
71 BERENSTEIN, I. “La pareja conyugal”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 8, Nº 2, 1962.
72 BERENSTEIN, I. “Psicoterapia asistencial de la familia. Un sociograma familiar”, Acta Psiquiátrica y Psicológica
de América Latina, Vol. 9, Nº 1, 1963 – pág. 45.
73 Op. cit., pág. 40.
74 BERENSTEIN, ISIDORO; AGUE CLAUDIO; DIO EMILCE “Observaciones sobre el manejo intragrupal en
cuatro familias de pacientes esquizofrénicos”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 10, Nº 2, 1964.
75 BERENSTEIN, I. “El grupo familiar. Proceso psicoterapéutico y encuadre”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de
América Latina, Vol. 14, Nº 3, 1968 – pág. 239.
76 Op. cit., pág. 238.
77 Lic. en Filosofía y Dr. En Letras, dictó clases en la carrera de sociología de la UBA hasta 1966, miembro de la
carrera de investigador científico de CONICET hasta 1971 y director del centro de investigaciones del Instituto
Torcuato Di Tella. Publicó varios libros a fines de los ´60 sobre temas como conducta, comunicación y neurosis.
78 WEISSMAN, P. Cuarenta y cinco años de psiquiatría argentina desde las páginas de Acta, Mar del Plata,
Universidad Nacional de Mar del Plata, 1999. También puede consultarse para mas detalles la actual
publicación: VISACOVSKY, S. El Lanús, Buenos Aires, Alianza, 2002.
79 VERON, E.; KORNBLIT, A.; MALFE, R.; SLUZKY, C. “Estructuras de conducta y sistemas de comunicación
social”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 9, Nº 4, 1963 – pag.297.
80 Op. cit., pág. 298.
81 Psicoanalista pionera en el trabajo con psicóticos, creadora de la llamada “Psicoterapia intensiva”, basada en
el psicoanálisis.
82 SLUZKI, C.; BEAVIN, J.; TARNAPOLSKY, A.; VERON, E. “Transacciones descalificadoras: investigación
sobre el doble vínculo”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 12, Nº 4, 1966 . pág. 341..
83 SZPILkA, J. “Psicodinámica familiar y enfermedad mental”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina,
Vol. 8, Nº 1, 1962.
84 ROSNATI E.; DIAZ E. “Familia, emigración e hipocondría”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina,
Vol. 10, Nº 3, 1964
85 Op. cit., pág. 208.
86 MATRAJT, M.; ARBETMAN, M.; GURMAN, L.; DIMANT, F. “Familias de psicópatas: análisis
multivariado”, Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 14, 1968.
87 Uno de los miembros del grupo “Plataforma”. Grupo de psicoanalistas que rompió en 1971 con la APA por
motivos ideológicos.
88 Op. cit., pág. 373.
89 VERON, E. “Perspectivas futuras de la investigación básica sociocultural sobre salud mental”, Acta
Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 14, Nº 3, 1968.
90 Op. cit., pág. 203.
91 KASLOW, FLORENCE “History of Family Therapy: Evolution outside of the U.S.A.”, Journal of Family
Psichotherapy, Vol. 11, Nª4, 2000.

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