Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Existían en medios intelectuales, académicos y psiquiátricos conocimientos
diversos sobre las teorías freudianas, pero es recién en 1940 cuando surge la
idea de fundar una Sociedad Psicoanalítica Argentina (APA) con miembros
psicoanalizados, reconocida por la Sociedad Psicoanalítica Internacional (IPA)
creada por Freud.
Hacia fines de los años sesenta, el proceso de aguda politización que tuvo el
país permitió la aplicación de una amplia variedad de técnicas y teorías,
poniendo a prueba los descubrimientos del psicoanálisis: terapias de pareja,
grupo y familia; también se extendió la aplicación de la terapia psicoanalítica a
instituciones y pacientes que hasta ese momento no estaban alcanzados por la
clínica psicoanalítica, como los niños y los pacientes psicóticos. El trabajo
interdisciplinario se tornó entonces una exigencia.
2
La APA ya había perdido una importante cantidad de miembros en 1971, con la
partida de los grupos Plataforma y Documento, que cuestionaban su
conservadurismo tanto en la clínica como en lo político, ante los cambios
sociales que se suscitaban en nuestro continente. Estos nuevos grupos
consideraban que el psicoanálisis no tenía que aliarse con el sistema
imperante, y junto con la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, la
Federación Argentina de Psiquiatras (FAP), la Asociación de Asistentes Sociales
y la Asociación de Psicopedagogos habían fundado la Coordinadora de
Trabajadores de Salud Mental, que organizaba actividades gremiales y de
formación profesional, ricas en nuevas ideas.
3
Recién en 1985, con la vuelta de la Democracia, y durante la presidencia de
Alfonsín, es designado al frente de la Dirección Nacional de Salud Mental el
psiquiatra y psicoanalista Vicente Galli, quien fue más tarde Profesor Titular de
este Departamento de Salud Mental. Durante su gestión se crearon en
distintas ciudades del país las Residencias Interdisciplinarias de Salud Mental
(RISAM), conformadas por psicólogos y psiquiatras, con una impronta propia
de formación y trabajo clínico e integradas en los Hospitales Generales.
Luego del estallido del esquema neoliberal y la aguda crisis social del 2001, se
inicia en la Argentina un proceso de ampliación del rol del Estado que tendría
profundas incidencias en el campo de la Salud Mental, dando lugar al
surgimiento y recuperación de múltiples paradigmas, marcado para ese
entonces por una recepción crítica de la obra de Freud y las enseñanzas de
Lacan. Muchos psicoanalistas, de diferentes escuelas analíticas, deciden
replantear los fundamentos de su práctica, abandonando la “soledad” del
consultorio y participando activamente en la creación de nuevos espacios
interdisciplinarios en el ámbito de la Salud Pública.
4
En el año 2004 se reglamenta la Ley de Salud Mental N° 448 de la C.A.B.A.,
promulgada en julio del año 2000. Dicha reglamentación se había visto
demorada por las presiones de la corporación médica y la industria
farmacéutica, en el marco de sus intereses compartidos. Esta nueva ley
contempla un sistema de atención digno y eficaz, un proceso de
desinstitucionalización progresiva, propiciando internaciones breves, guardias
interdisciplinarias en hospitales generales, hospitales de día, emprendimientos
sociales y otros dispositivos sustitutivos. Además, establecen la
igualdad respecto de las diferentes profesiones en cuanto a la capacidad de
conducir y coordinar efectores, servicios interdisciplinarios y diferentes
dispositivos de atención de salud mental. Esta ley de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires es considerada de avanzada en el mundo, y constituye el
antecedente más cercano de la Ley Nacional de Salud Mental que sería
sancionada a fines del 2010, de la que nos ocuparemos más adelante en la
cursada.
Bibliografía