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La Política de La Historia Desde Abajo, E P Thompson, Paul Pasquali
La Política de La Historia Desde Abajo, E P Thompson, Paul Pasquali
Paul Pasquali
Paul Pasquali: es sociólogo e investigador del Centro Nacional de Investigación Científica (cnrs)
de Francia y autor de Passer les frontières sociales. Comment les «filières d’élite» entrouvrent leurs portes
(Fayard, París, 2014). Sus principales temas de investigación son la historia de las ciencias sociales,
la movilidad social y las desigualdades en los sistemas educativos de Europa.
Palabras claves: estudios culturales, «historia desde abajo», marxismo, movimiento obrero, Ed-
ward P. Thompson, Gran Bretaña.
Nota: este artículo es una versión traducida y adaptada del artículo «La politique de l’histoire par en
bas’», publicado en Genèses. Sciences Sociales et Histoire No 99, 2015. Traducción del francés de Gustavo
Recalde.
1. C. Winslow: Edward P. Thompson and the Making of the New Left, Monthly Review Press, Nueva
York, 2014. Winslow es un ex-alumno de Thompson y uno de los coautores, junto con Douglas
Hay, Peter Linebaugh, John G. Rule y E.P. Thompson, de Albion’s Fatal Tree: Crime and Society in
Eighteenth-Century England, Allen Lane, Londres, 1975.
2. Recordemos que si bien esta expresión es de Thompson, remite a un enfoque que ya existía en autores
como Jean Jaurès o Albert Mathiez. Fue respecto de este último que Lucien Febvre, tres décadas antes,
habló de «historia vista desde abajo» (Annales d’Histoire Économique et Sociale No 18, 1932, p. 576). Más
allá de las diferencias de objetos y estilos, el proyecto es similar: poner en un primer plano al pueblo,
a los anónimos y los marginales, contra los relatos centrados en los grandes hombres, el Estado y las
instituciones, e insistir sobre la racionalidad de las creencias y revueltas populares, contra la mirada
predominante de las elites y la historiografía tradicional de los movimientos sociales.
3. Dipesh Chakrabarty: «Una pequeña historia de los estudios subalternos» en Pablo Sandoval (dir.):
Repensando la subalternidad. Miradas críticas desde/sobre América Latina, Envión / iep, Lima, 2010.
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Edward P. Thompson historiador, activista y polemista
laboristas y el clima de sospecha ge- los archivos. Sobre este punto, puede
neralizada respecto de los «malos pa- decepcionar que el editor, demasiado
triotas». Su encuentro con su futura focalizado en el caso de Thompson,
esposa, Dorothy Towers, también no insistiera demasiado en esta par-
miembro del pc y que se convertiría ticularidad y, por lo tanto, olvidara
en una figura destacada en los estu- preguntarse por los costos, variables
dios del movimiento cartista11, fue una según la época, que supone para un
etapa crucial en su compromiso. En intelectual el hecho de militar más
1948, la pareja decidió instalarse en el allá de los círculos intelectuales.
corazón del norte obrero de Inglaterra,
en Halifax, para ponerse completa- Solo a los 40 años Thompson acce-
mente al servicio de la causa. Edward dió a un verdadero estatuto univer-
era entonces secretario de la Federa- sitario, al convertirse en profesor de
ción de Yorkshire del Movimiento por la Universidad de Warwick, donde
la Paz, director de un diario pacifista fue designado director del Centro
y miembro activo del comité local del para el Estudio de la Historia Social
pc. En esos ámbitos, frecuentaba a mi- (1965-1970). Y debió esperar hasta 1968
litantes de base que eran un poco los para ingresar al comité de redacción
herederos de los mundos plebeyos de de Past and Present, la revista más em-
los siglos anteriores a los cuales am- blemática de la «historia desde abajo»,
bos dedicarían más tarde sus respec- creada en 1952 por sus camaradas del
tivas investigaciones. ghpcgb. Pero este reconocimiento y el
éxito de La formación de la clase obrera
Si bien integró rápidamente el Grupo en Inglaterra no bastarían para hacerlo
de Historiadores del pcgb (ghpcgb), jun- abandonar su vida de activista. Así,
to con Eric J. Hobsbawm, Christopher en 1971, renunció a su puesto para de-
Hill y John Saville, Thompson ocu- nunciar las lógicas empresariales que
paba entonces un lugar marginal en se estaban introduciendo en las uni-
el mundo académico. Sin tener un versidades británicas. Inició entonces
doctorado, estaba además aislado geo- una carrera de investigador freelance,
gráficamente de la mayoría de sus co- invitado en el mundo entero a semina-
legas establecidos en Londres. Hasta rios o viajes de estudio, antes de poner
1965 fue profesor de educación para sus investigaciones entre paréntesis,
adultos, y fue precisamente mientras
dictaba sus cursos nocturnos cuando 11. Movimiento vinculado a la clase trabajado-
tomó conciencia de la riqueza de las ra que se manifestó en varias oleadas entre
1838 y 1848. Su nombre deriva de la «Carta del
tradiciones de las que le hablaban Pueblo», un documento enviado al Parlamen-
sus estudiantes, trabajadores politi- to Británico en 1838, en el que se reivindicaba
el sufragio universal masculino y reformas
zados o sindicalistas en su mayoría, que permitieran la participación de los obre-
antes de ir en busca de sus huellas en ros en el Parlamento [n. del e.].
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durante la década siguiente, para de- Englishman» [El inglés libre por na-
dicarse plenamente a su papel de cimiento]– de su libro de 1963. Una
vocero del movimiento pacifista Eu- lectura demasiado apresurada po-
ropean Nuclear Disarmament. Proba- dría llevar a ver este artículo como el
blemente por su afán de coherencia, el embrión de un «clásico» historiográ-
editor centró su objetivo en las razo- fico; la selección de Winslow mues-
nes de la ruptura de Thompson con tra en cambio que se trata más bien
el pcgb en 1956 y en su influencia, los de un intento de reinventar un mar-
años siguientes, en el surgimiento de xismo abierto, tras el ingreso en disi-
la New Left. dencia y luego la ruptura con el pc.
The New Reasoner, que creó con sus reduciendo todo a una «base infraes-
camaradas tras su ruptura con el pc. A tructural», niegan la autonomía rela-
través de su crítica al estalinismo –pero tiva de los valores y las producciones
también al leninismo y al trotskismo–, culturales. En realidad, Thompson
arremete contra los fundamentos del no pensaba en absoluto en «sujetos»
régimen soviético y, en un plano más sino en «agentes»16, que «no reflejan
teórico, contra el determinismo meca- pasivamente su experiencia, sino que
nicista presente en Friedrich Engels y piensan también que esta experiencia
en ciertos análisis del «viejo Marx». y su pensamiento afectan la manera
en que actúan»17. Se observa allí un
Esta crítica lo condujo a desechar las tema clave de La formación de la clase
variantes estatistas y vanguardis- obrera en Inglaterra, pero que en ese
tas del socialismo, para poder pa- momento apuntaba en primer lugar
sar «de las abstracciones y fórmulas a salvar el potencial emancipador del
escolásticas al hombre real, de los marxismo. Convirtiéndose en ani-
fraudes y los mitos a la historia ho- mador esencial de la Universities and
nesta»13. No dudó en movilizar su Left Review, que se fusionaría en 1960
trabajo de historiador para alimentar con The New Reasoner para dar naci-
sus reflexiones políticas, como si mi- miento a New Left Review, Thompson
litar significara para él a la vez escri- pretendía participar en la estructu-
bir y hacer historia, aquí y ahora. Fue ración intelectual de un movimiento
en este texto donde apareció por pri- del cual esperaba que tuviera im-
mera vez un concepto que se volvió pacto más allá de los pequeños círcu-
central luego en Thompson y sus he- los cultos. En dos textos, publicados
rederos: la agency, ese margen de ac- en 1957 y 1959, fijó así las prioridades
ción autónoma, socialmente situada. estratégicas de la «nueva izquierda»:
Desde este punto de vista, la antolo- los debates abiertos, las relaciones no
gía de Winslow permite disipar los jerárquicas y las acciones unitarias
frecuentes malentendidos en torno de debían dar cuerpo a ese «humanismo
esta noción hoy de moda entre algu- socialista» que anhelaba, a través de
nos pensadores críticos y en las diver- los clubes de pensamiento, las cam-
sas corrientes posmodernas14, tanto pañas de autoeducación, las revistas
en América Latina como en otros lu-
gares15. En Thompson, la agency no 13. C. Winslow: ob. cit., p. 53.
14. Jacques Pouchepadass: «Les subaltern studies
sirve para rehabilitar una capacidad ou la critique postcoloniale de la modernité»
subversiva «natural» de los domina- en L’Homme No 156, 2000.
15. Julia Soul: «E.P. Thompson en la antropolo-
dos, o su irreductible subjetividad gía social latinoamericana. Convergencias, di-
impermeable a todo determinismo vergencias y desplazamientos conceptuales»
en Rey Desnudo No 3, 2013.
socioeconómico, sino ante todo para 16. C. Winslow: ob. cit., p. 73.
refutar las vulgatas marxistas que, 17. Ibíd, p. 57.
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