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DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

CASOS PRACTICOS

Curso 2002-2003

(Grupo 03)
(Caso nº 1)

HECHOS:

El 7 de octubre de 1985, el crucero de recreo italiano Achille Lauro1 se dirigía de


Alejandría a Port Said (Egipto) con 202 pasajeros de diversas nacionalidades a bordo y 344
tripulantes. Hacia la una de la tarde, cuando el barco se encontraba aproximadamente a 10 millas
marinas de las costas egipcias, cuatro miembros de un comando, que afirmaron pertenecer al
Frente de Liberación de Palestina (una de las fracciones de la Organización para la Liberación
Palestina), se apoderaron de él. Eligieron veinte ciudadanos norteamericanos y británicos del
resto de los pasajeros y los aislaron en el salón del barco. Al mismo tiempo, exigieron la difusión
por radio de un mensaje en el que amenazaban con matar a los pasajeros, empezando por los
norteamericanos, si el gobierno israelí no liberaba medio centenar de prisioneros palestinos.
Finalmente, ordenaron al capitán dirigirse al puerto sirio de Tartus.

El 8 de octubre el barco fondeó a la altura de Tartus (Siria), a siete millas de la costa, y


los autores del secuestro tomaron contacto por radio con las autoridades sirias. Les solicitaron
que intercedieran ante los cónsules norteamericano y británico para que Washington y Londres
obtuvieran de Tel Aviv la liberación de los prisioneros palestinos. Las autoridades sirias se
pusieron en contacto con los gobiernos interesados. Estos le indicaron que no pensaban entrar en
negociaciones de ese tipo.

Siria negó al Achille Lauro permiso para entrar en el puerto de Tartus y condenó
públicamente el secuestro. Esa misma tarde, uno de los miembros del comando cumplió las
amenazas y ejecutó a uno de los pasajeros, el señor Klinghoffer, un judío norteamericano. El
cadáver fue arrojado al mar.

Tras la ejecución del Sr. Klinghoffer, el comando ordenó al capitán transmitir un mensaje
comunicando que ya habían sido ejecutados dos pasajeros, amenazando con matar al resto si sus
pretensiones no eran atendidas.

La Organización para la Liberación de Palestina condenó el secuestro y su presidente,


Arafat, se comprometió a colaborar. Por su parte, Abul Abbas, jefe del Frente de Liberación
Palestina, al parecer bajo la presión del presidente Arafat, decidió viajar a El Cairo. Entró en
contacto con el comando, y éste, el día 8 por la tarde, ordenó al capitán cambiar la ruta y
dirigirse a Port Said (Egipto). El Achille Lauro avistó tierra egipcia la madrugada del día 9 y
ancló a quince millas de la costa.

Las autoridades egipcias, actuando como mediadoras, propusieron a los embajadores de


Alemania, Estados Unidos, Italia y Gran Bretaña, firmar un acuerdo comprometiéndose, en el
caso de que los rehenes fueran liberados, a no iniciar acciones penales contra los miembros del
comando ni solicitar su extradición, entendiéndose que serían entregados a la Organización para
la Liberación de Palestina (OLP), en Túnez, para ser interrogados y, eventualmente, procesados.

1
El Achille Lauro estaba matriculado en Italia. El pabellón y la nacionalidad eran los de ese país.
Los representantes de Egipto, Alemania e Italia rubricaron este acuerdo de salvoconducto
en el Cairo el 9 de octubre a las tres de la tarde. Pero, los embajadores británico y
norteamericano se negaron a firmarlo.

Tan solo media hora más tarde, y en cumplimiento de lo dispuesto en el acuerdo, una lancha
egipcia recogía a los secuestradores y los llevaba a tierra, donde dos representantes de la OLP
se hicieron cargo de ellos. Al día siguiente, 10 de octubre, por la tarde, un Boeing 737 de las
líneas aéreas egipcias despegó de El Cairo rumbo a Túnez llevando a bordo a los cuatro
miembros del comando, dos representantes de la OLP (uno de ellos Abul Abbas), algunos
funcionarios egipcios y diez guardias armados∗.

CUESTIONES

Los actos expuestos y las reacciones de los diversos gobiernos interesados plantean varias
cuestiones de Derecho Internacional. Con el objeto de facilitar la resolución de este ejercicio
distinguiremos dos momentos y escenarios distintos en los acontecimientos relatados:
A- La primera fase se extiende desde el momento en que el comando palestino se
apodera del Achille Lauro hasta el momento en que los secuestradores son llevados a
tierra egipcia y suben a bordo de la aeronave egipcia rumbo a Túnez.
B- La segunda fase nos lleva a analizar las negociaciones que se llevaron a cabo
inmediatamente después de que el buque italiano fuera apresado y que culminaron
con el acuerdo de salvoconducto celebrado entre Egipto, Alemania e Italia.

A. El secuestro del Achille Lauro. Atendiendo a lo establecido por la Convención sobre


Derecho del Mar de 1982 resuelva las siguientes cuestiones:

A.1. ¿Tenía competencia Egipto para ejercer su jurisdicción sobre el buque italiano e
intentar poner fin al secuestro del buque italiano, aunque ello hubiera implicado hacer
uso de la fuerza? Justifique su respuesta.


El incidente del Aquille Lauro no finalizaba aquí. A los efectos de la resolución de este caso práctico es suficiente
con los hechos expuestos arriba. Si bien, se ha considerado oportuno que conocieran el desenlace del secuestro del
del Aquille Lauro:
El avión egipcio nunca llegó a su destino. Las autoridades tunecinas, y luego las griegas, le negaron la entrada en su
espacio aéreo y el aparato regresó a El Cairo. En el curso de su ruta, cuatro cazas del portaaviones norteamericano
Saratoga interceptaron al avión por orden del presidente Reagan y lo obligaron a aterrizar en la base de Sigonella,
próxima a Catania, en Sicilia. Los italianos habían dado su visto bueno al aterrizaje, e inmediatamente después del
aterrizaje los soldados italianos de la base rodearon el aparato egipcio. Al mismo tiempo, aterrizaron dos transportes
de tropas C 414 y desembarcó medio centenar de soldados norteamericanos que también rodearon el avión. El
comando norteamericano tenía instrucciones de «arrestar a los terroristas» y conducirlos a Estados Unidos. Si bien,
el primer ministro Craxi comunicó al presidente Reagan que no permitiría una intervención del ejercito
norteamericano en suelo italiano.
El 11 de octubre los egipcios aceptaron entregar a la policía italiana a los cuatro autores del secuestro, pero se
negaron a hacer lo mismo con los representantes de la OLP y, en particular con Abul Abbas, sospechoso de haber
sido el instigador de la operación.
Ese mismo día el avión egipcio volaba a Roma. El embajador norteamericano en Roma solicitó al ministro de
Justicia italiano el arresto provisional de Abul Abbas para su ulterior extradición a Estados Unidos. Pero las
autoridades italianas rechazaron esta pretensión y Abul Abbas y el otro representante de la OLP fueron autorizados a
descender del avión egipcio y a abandonar Italia al día siguiente a bordo de un avión de línea yugoslavo.
El aparato egipcio regresó a El Cairo. Y el Achille Lauro que mientras tanto permanecía detenido en Port Said, fue
autorizado a zarpar.
A.2.¿ Era Siria competente para imponer su jurisdicción sobre el buque italiano, una
vez que éste fondeó a la altura de Tartus?

A.3. ¿Podía Italia ejercer su jurisdicción sobre el buque italiano cuando éste se
encontraba en aguas territoriales sirias o egipcias? ¿Y en alta mar?

A.4. ¿Estaría justificado que Estados Unidos hubiese intentado interceptar al buque
italiano con el objeto de poner fin al secuestro aún cuando éste se hallase en aguas
territoriales sirias o egipcias? ¿Y en alta mar?

B. La fase de negociaciones. Como resultado de las negociaciones se llegó a un acuerdo


de salvoconducto entre Egipto, Alemania e Italia, según el cual los miembros del «grupo
responsable de la acción contra el barco italiano Achille Lauro debían rendirse
inmediatamente bajo dos condiciones: a) no se los extraditaría, ni se haría ninguna
demanda tendente a su extradición o castigo; y b) la OLP los tomaría a su cargo».
Nos interesa centrarnos en la validez internacional de este acuerdo. Valore estas
cuestiones:
B.1. ¿Considera que el contenido de este acuerdo era lícito? De no ser así explique el
porqué.

B.2.Tanto Italia como Egipto no llegaron a cumplir con lo acordado en la medida en que
Egipto aceptaría, finalmente, entregar a los secuestradores a las autoridades italianas para
su posterior enjuiciamiento. Italia alegaba que cuando firmó el acuerdo no tenía
conocimiento de la ejecución del Sr. Klinghoffer a manos de los secuestradores y según
la versión italiana se había llegado al acuerdo con la condición implícita (aunque en el
texto no se hizo ninguna mención expresa) de que la toma de los rehenes no causaría
ninguna víctima. Si Ud. tuviera que justificar desde el punto de vista del Derecho
Internacional de los Tratados el incumplimiento por parte de Italia y Egipto del
mencionado acuerdo, ¿intentaría conseguir la nulidad, la suspensión o bien la terminación
del tratado? Y de ser así ¿a cuál de las causas contempladas en la Convención de Viena
sobre Derecho de los Tratados apelaría?

C. ¿Considera que en este asunto se podría exigir la responsabilidad internacional de


algún Estado, ya sea por su participación en los hechos o bien por no haber impedido
estos? ¿Y de la Organización para la Liberación de Palestina?
Caso nº 2

HECHOS

La sucesión nobiliaria en España ha estado sometida durante siglos a la regla histórica de la


«mejor condición del hombre» para ostentar títulos de nobleza, hasta que la Constitución de
1978 estableció el derecho a la igualdad ante la ley y la prohibición de la discriminación por
razón de sexo. El Tribunal Supremo adaptó su jurisprudencia, concediendo títulos de nobleza a
mujeres que lo disputaban a hombres, generalmente sus hermanos menores. Pero, el año 1997 el
Tribunal Constitucional dictó una sentencia por la cual declaraba que el criterio histórico de la
preferencia del hombre para ostentar títulos nobiliarios no es contrario al principio constitucional
de igualdad entre hombres y mujeres, «dado el carácter simbólico y honorífico de los títulos
nobiliarios». El Tribunal Supremo tuvo que volver a aplicar la interpretación histórica de la
sucesión, volviendo a dictar sentencias desfavorables a las mujeres que pretendían un título
nobiliario en disputa con sus hermanos.

Considerando que el Estado español había violado su derecho a la no discriminación por razón
de sexo protegido por el Derecho internacional, cuatro aristócratas perjudicadas por la nueva
jurisprudencia del Tribunal Constitucional acudieron a instancias europeas. Otras dos prefirieron
acogerse a los mecanismos existentes en Naciones Unidas.

CUESTIONES

1. Teniendo en cuenta que el Estado español es parte en diversos tratados internacionales


que prohíben la discriminación por razón de sexo, ¿considera que el Tribunal
Constitucional debería haber considerado esos tratados a la hora de decidir sobre el
recurso de amparo? ¿Qué incidencia tienen los tratados internacionales sobre la
aplicación de las leyes y de la Constitución española?

2. ¿Es cierto que tanto en el ámbito europeo como en las Naciones Unidas existen
mecanismos de protección a los que pueden acudir directamente los particulares? Si
usted fuese el abogado de alguna de estas aristócratas, ¿por cuál de estos mecanismos
optaría? ¿Por qué? ¿Cree que se podrían acudir a los dos mecanismos?
Caso nº 3

(Asunto relativo a Timor oriental)

HECHOS

En el siglo XVI, Timor oriental se convirtió en una colonia portuguesa. En 1975, una
guerra civil entre partidarios de la independencia y partidarios de formar parte de Indonesia
provocó que las autoridades civiles y militares portuguesas abandonasen la isla, mientras
Indonesia ocupaba el territorio convirtiendo la isla en su 27ª provincia.
Tras la intervención indonesa y la retirada de las autoridades portuguesas, la cuestión del
Timor oriental fue objeto de ocho resoluciones de la Asamblea General y dos resoluciones
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En la resolución 384 (1975), de 22 de
diciembre, el Consejo de Seguridad exigió a todos los Estados «que respetasen la integridad
territorial de Timor oriental, así como el derecho inalienable de su pueblo a la
autodeterminación»; al gobierno de Indonesia «que retirase inmediatamente todas sus fuerzas
armadas del territorio de Timor»; y al gobierno portugués que «como potencia
administradora, cooperase plenamente con Naciones Unidas para permitir al pueblo
timorense ejercer libremente su derecho a la libre determinación». En la resolución 32/34, de
28 de noviembre de 1977, la Asamblea General rechazó la afirmación de que Timor oriental
hubiera sido integrado a Indonesia, recordando que el pueblo de este territorio no había
podido ejercer su derecho a la libre determinación. A partir de 1976, ni el Consejo ni la
Asamblea adoptaron más resoluciones sobre Timor oriental, a pesar de que este territorio
figuraba en la lista de los territorios no autónomos con el consiguiente derecho de su
población a ejercer la libre determinación.

A partir de 1982, y a instancia de la Asamblea General, los sucesivos Secretarios Generales


mantuvieron conversaciones tripartitas con Indonesia y Portugal, al mismo tiempo que
celebraron consultas con representantes de Timor oriental. Estas gestiones culminaron en un
acuerdo global suscrito por Indonesia y Portugal el 5 de mayo de 1999, por el cual confiaban
al Secretario General la organización y la celebración de una consulta popular para
determinar si el pueblo timorense aceptaba o no la propuesta indonesa que preveía una
autonomía especial para Timor oriental dentro de Indonesia. El gobierno indonesio se
comprometió a poner fin a la anexión del territorio timorense y a conceder la independencia
si los timorenses orientales rechazaban la autonomía. En el referéndum celebrado el 30 de
agosto de 1999 un 78’5 % de los votantes rechazó la autonomía que ofrecía Indonesia.

El territorio de Timor oriental corresponde a la zona este de la isla de Timor. La costa sur
de Timor oriental se encuentra enfrente de la costa norte de Australia; la distancia entre las
dos costas es de 430 kms., aproximadamente. La ocupación y posterior anexión por parte de
Indonesia de Timor oriental fueron reconocidas de facto por Australia; el Ministro de
Asuntos Exteriores afirmó en sucesivas declaraciones, durante el año 1978, que «reconocía el
hecho de que Timor oriental formaba parte de Indonesia, pero no los medios que habían
permitido esta situación».Cuando Australia e Indonesia anunciaron la negociación sobre la
delimitación de la plataforma continental entre Australia y Timor oriental, en diciembre de
1978, el ministro australiano de Asuntos Exteriores declaró: «desde el inicio de estas
negociaciones, estas significaron el reconocimiento de iure para Australia de la integración
de Timor oriental en Indonesia (...); aceptar esta situación no cambia en nada la oposición
que el gobierno no ha dejado de expresar sobre las circunstancias en que se ha producido la
incorporación de dicho territorio en Indonesia».
Las negociaciones comenzaron en el mes de febrero de 1979. Anteriormente (1971-1972),
Australia e Indonesia habían delimitado la plataforma continental entre sus costas
respectivas, pero la delimitación se interrumpía en la zona de la plataforma correspondiente
a la costa sur del Timor oriental y la costa norte australiana. Esta parte no delimitada de
plataforma continental fue conocida con la expresión inglesa «Timor Gap». Las
negociaciones que se iniciaron en 1979 trataban precisamente de esta zona, pero no se llegó a
un acuerdo hasta dos años más tarde, cuando se concluyó un convenio el 11 de diciembre de
1989, por el cual se dividieron en tres zonas los 61.000 kms. cuadrados de superficie que
tiene la plataforma continental, que al parecer contiene grandes reservas de petróleo y gas.
Los beneficios que se obtienen en la zona de cooperación, que se estiman en unos 11.000
millones de dólares, podrían ser una importante fuente de ingresos para el nuevo Estado.
Cada Estado (Indonesia y Australia) controlan una zona y administran conjuntamente la
tercera y más grande denominada «zona de cooperación», repartiéndose los beneficios a
partes iguales. El año 1990, Australia adoptó una ley de aplicación del tratado, entrando en
vigor al año siguiente.

El 22 de febrero de 1991, Portugal presentó una demanda contra Australia ante el Tribunal
Internacional de Justicia, alegando que, con la conclusión de este acuerdo bilateral con
Indonesia, Australia habría incurrido en responsabilidad internacional tanto ante el pueblo
timorense como ante Portugal. El Tribunal dictó sentencia el 30 de junio de 1995 por la cual
declaró que no podía ejercer su competencia sobre el asunto. El Tribunal sostuvo que no
podía pronunciarse sobre la demanda de Portugal sin posicionarse previamente sobre la
licitud del comportamiento de Indonesia y dicho Estado no era parte en el proceso.

CUESTIONES:

1. Cree que el hecho de que Indonesia mantuviera el poder efectivo sobre el territorio de
Timor oriental veinte años después de la anexión, ¿lo legitimaba para celebrar
acuerdos susceptibles de ser aplicados en este territorio?
2. ¿El convenio entre Australia e Indonesia relativo al Timor Gap, sería válido, según el
derecho de los tratados?
3. Si Timor oriental no ocupa o no declara efectivamente su plataforma continental,
¿puede otro Estado explorar esta zona o explotar sus recursos naturales?
4. ¿Puede Portugal reclamar responsabilidad contra Australia? ¿Y contra Indonesia?
Caso nº 4

A. ANTECEDENTS

Durant diversos anys i fins al 1974, la República francesa realitzà proves i assaigs nuclears
en l'atmosfera en els territoris marítims situats en el Pacífic Sud, especialment a l'atoló de
Mururoa. A partir d’aquesta data i de la sentència del Tribunal Internacional de Justícia, de
20 de desembre de 1974, continuaren les proves nuclears, si bé es feien subterràniament.
Sovint, l’organització ecologista Greenpeace fundació holandesa al que estan afiliades
les associacions nacionals ha realitzat actes i campanyes contra aquestes proves situant
els seus vaixells en les aigües que envolten l’atoló, prohibides per les autoritats franceses a
la navegació. L’acció de la marina francesa per impedir-ho ha causat diversos incidents.
L’any 1985 Greenpeace va iniciar una nova campanya enviant diversos vaixells entre ells
el Rainbow Warrior, que ostentava pavelló britànic a les proximitats del centre francès
d’assaigs nuclears al Pacífic.
A mitjanit del 10 de juliol d’aquest any, dues bombes explotaren en el vaixell Rainbow
Warrior mentre es trobava en el port d’Auckland, a Nova Zelanda. Després de la primera
explosió va davallar tota la tripulació (militants de l’organització), excepte el fotògraf
Fernando Pereira, d’origen portuguès i nacionalitat holandesa, que intentava recuperar els
seus negatius fotogràfics. Es va produir una segona explosió, que provocà la mort del
fotògraf i l’enfonsament del vaixell.
Dos dies després, la policia neozelandesa va detenir una parella amb passaports suïssos a
nom del senyor i la senyora Turenge sospitosa d’haver col·laborat amb l’atemptat. Es va
poder demostrar que aquests passaports eren falsos i que el sospitosos eren en realitat el
comandant Alain Mafart i la capitana Dominique Prior, agents francesos de la Direcció
General de Seguretat Exterior (DGSE) francesa.
Com a conseqüència de les pressions de l’opinió pública francesa i internacional, el
Ministre de defensa va presentar la seva dimissió el 20 de setembre de 1985 i dos dies
després el Primer Ministre francès va reconèixer públicament que “agents de la DGSE
havien enfonsat el Rainbow Warrior complint ordres”.

B. QÜESTIONS

1.) Creus que l’atemptat al Rainbow Warrior constitueix un fet internacionalment il·lícit?
Per què?

2.) Quin seria l’abast i les conseqüències de la responsabilitat de França davant: a) Nova
Zelanda; b) els familiars de la víctima; c) Greenpeace; d) Gran Bretanya; e) Holanda?

3) En cas de què les autoritats franceses no aceptassin la seva responsabilitat davant els
subjectes esmentats a la pregunta anterior, com es podria resoldre aquesta controvèrsia?

4) Si es volgués portar aquest assumpte davant el Tribunal Internacional de Justícia, quins


dels subjectes anteriors estarien legitimats per demandar França davant aquest òrgan?

5) Des del punt de vista del dret intern, es va jutjar el comandant Mafart i la capitana Prieur
davant la justícia neozelandesa i foren condemnats a deu anys de presó i es va indemnitzar
als familiars i a la companya de Pereira i a Greenpeace. Però quedaven sense resoldre dues
qüestions: a) on havien de complir la pena els agents francesos, ja que França pretenia que
fós en el seu territori i Nova Zelanda temia que aquests fossin alliberats immediatament a la
seva expulsió del territori neozelandès; i b) la reparació dels danys soferts per Nova
Zelanda, una vegada les autoritats franceses acceptaren la seva responsabilitat en l’atemptat
d’Auckland.
En aquests aspectes no es posaven d’acord França i Nova Zelanda per la via diplomàtica.
El cas es va complicar quan els controls veterinaris i fitosanitaris francesos posaren
obstacles, a començaments de 1986, a l’entrada de diversos productes neozelandesos. Com
qualificaries jurídicament aquesta mesura adoptada per les autoritats franceses? Per què?

6) A instàncies del primer ministre holandès, els dos Governs varen fer públiques al juny de
1986 dues declaracions per les que “sotmetien les seves diferències al Secretari General de
l’ONU i acceptaven anticipadament la solució que aquest proposàs”, que així esdevenia en
obligatòria. Pérez de Cuéllar va anunciar la seva decisió el 7 de juliol i en un intercanvi de
notes entre París i Wellington es transformà aquesta decisió en un acord
intergovernamental i es va tancar el cas. Com qualificaries jurídicament la intervenció del
Secretari General?. Per què?

Així va acabar l’incident del Rainbow Warrior: primer es va decidir que el primer ministre
francès havia de presentar al primer ministre neozelandès excuses formals i indemnitzar
amb set milions de dòlars nord-americans com a reparació dels perjudicis soferts per Nova
Zelanda; pel que fa als dos oficials francesos, el govern neozelandès els havia d’entregar a
les autoritats militars franceses i aquestes els havia de traslladar immediatament a una
instal·lació militar francesa aïllada, a l’illa Hao de Polinèsia, i confirnar-los allà per un
període de tres anys. Tot això es va complir el mateix mes de juliol.

Però a finals de l’any 1987 el comandant Marfart va ser repatriat a França per motius de
salut i amb urgència, sense consultar-ho amb les autoritats neozelandeses, i l’any següent es
va repatriar la capitana Prieur per motius familiars i per estar embarassada, tot això sense el
consentiment de Nova zelanda. Aquesta situació va enfrontar altra vegada els dos Estats i,
com estava previst en l’intercanvi de notes de 1986, s’inicià un procediment d’arbitratge. Es
va dictar el laude arbitral el 30 d’abril de 1990, declarant culpable a França per violar les
seves obligacions.

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