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HAROLD L TAYLOR
CÓMO SOBRESALIR
A TRAVÉS DEL
DESARROLLO PERSONAL
UN PROCESO PARA HACERSE
CARGO DE SU CARRERA
PROFESIONAL Y DE SU VIDA
CONTENIDO
Introducción 7
Fast-track
your career
INTRODUCCIÓN
Si desea avanzar en su carrera profesional, tiene que hacer más que solo llegar a tiempo a la
oficina. Debe fortalecer sus habilidades o aprender nuevas al ampliar su conocimiento, según
su área de especialidad o áreas relacionadas, mediante capacitación adicional. Si usted es un
gerente que no ha recibido capacitación durante algún tiempo, puede que sus habilidades
de estudio estén un poco oxidadas. Si a esto le sumamos otros compromisos, como el
matrimonio, los hijos, el trabajo voluntario y una vida social activa, también obtendremos
un problema de gestión del tiempo.
Ya sea que usted sea un profesional de los negocios que busca mejorar sus habilidades y
avanzar en su carrera, una persona que busca cambiar de profesión o un estudiante a tiempo
completo que busca formarse como profesional, este libro puede ayudarlo a sobresalir en sus
estudios. Independientemente del motivo detrás de su interés por aprender, ya sea porque
no está a gusto en su trabajo, porque desea lograr nuevos desafíos, porque tiene limitaciones
físicas o porque tiene necesidades financieras, es importante que vaya a su tiempo. Evalúe
su situación actual, la necesidad de cambiar, las oportunidades disponibles, las ventajas de
llevar a cabo el plan, todos los costos derivados y el sacrificio personal que implica, y si
tiene el apoyo total de las personas importantes en su vida.
Este libro lo ayudará a sobresalir en cualquier actividad de desarrollo personal que realice:
desde un seminario en vivo de un día hasta un posgrado en una universidad.
Cada capítulo se ha escrito como si fuese único e independiente, así que no se preocupe si
desea saltearse alguno. Si tiene problemas para recordar, diríjase hasta el capítulo que trata
sobre ese tema y lea las sugerencias y técnicas que se describen allí. Por otra parte, si realizar
exámenes le provoca dolor de cabeza, diríjase directamente a ese capítulo. Pero si siente
que cada tema de este libro puede darle un consejo, comience por el primer capítulo hasta
que llegue al final. Podrá ver una progresión natural desde la fijación de metas y el análisis
de las necesidades hasta los pasos necesarios para realizar de forma exitosa el programa de
desarrollo personal que ha seleccionado.
Si siente que no tiene tiempo para leer este libro, diríjase hasta el último capítulo para leer
un resumen de 75 consejos cortos para estudiantes.
Cualquiera puede tener éxito si el deseo de tener éxito es verdadero. A menudo, existe una
manera fácil y una manera difícil de lograr nuestro propósito. He intentado, a través de
este libro, elaborar una metodología más sencilla y mucho más placentera. Espero que le
resulte agradable y productivo.
No deje su carrera profesional en manos de su jefe. Una empresa puede llevar los registros
de inventario administrativos, recomendar cursos y seminarios, llevar a cabo evaluaciones
de rendimiento periódicamente y aconsejar a los empleados en cuanto a su futuro. Pero es
la persona la que tiene más cosas en juego. Es su vida la que está siendo orientada… o la
que está perdiendo el rumbo. Y usted es la única persona que realmente sabe lo que desea
hacer el resto de su vida.
Las personas que logran el éxito en sus profesiones son aquellas que han seguido sus planes
de desarrollo personal y crecimiento de forma consciente. Donde está parado hoy es el
resultado de las decisiones que ha tomado o que no ha tomado en el pasado. Su futuro
depende de las decisiones que toma ahora.
Cuando planifica una carrera, es importante considerar otras cosas además de las necesidades
financieras. Tenga en cuenta la cantidad de tiempo y energía que tendrá que dejar pos su
familia, sus amigos y otros intereses. Cuando logra algo, incluido el éxito, está pagando por
esto con tiempo y esfuerzo. Está sacrificando su vida en horas, días y años para poder lograr
sus objetivos. Es probable que esté invirtiendo más tiempo y energía en su carrera que en
cualquier otra actividad. Está pagando por su conocimiento, habilidades y experiencia con
ese bien preciado llamado tiempo. Inviértalo con inteligencia. Y trate de no invertirlo todo.
Guárdese suficiente tiempo y energía para realizar esas otras actividades valiosas como pasar
tiempo con la familia, tener tiempo de ocio, o dedicarse a usted, a la naturaleza o a Dios.
Elija su propio futuro, establezca sus propias metas y trabaje en su carrera profesional. Pero
reconozca que nada es gratis en este mundo; todo cuesta tiempo. Y la vida es tiempo.
Sin embargo, existen peligros al avanzar muy rápido. Es importante que aumente la confianza
y que elabore una imagen personal sólida antes de encargarse de todo un conjunto nuevo de
responsabilidades. No puede comenzar una nueva carrera a partir de una base no muy sólida.
En cierto punto, esto es similar a lo que podría suceder en la escuela secundaria. Si los
adolescentes no logran entender del todo las matemáticas de noveno año, la promoción al
siguiente año les causará aún más estrés y confusión, y puede que no solo les vaya mal en
matemáticas, sino en todas esas asignaturas que requieran conocimientos de matemáticas o
para las que las matemáticas sirven como recurso.
Prepárese para crecer dentro de un trabajo y luego saltar a otro. Sin embargo, no subestime
el tiempo que le lleva crecer dentro de él. Este tiempo se puede reducir si su jefe es un
líder competente y puede delegar tareas de forma adecuada. Y se puede reducir aún más si
asume la responsabilidad de formarse a usted mismo.
Incluso si su meta profesional requiere que cambie de empresa o que comience su propio
negocio, no cambie de puesto hasta que no revise su estado actual. ¿Tiene una relación
sólida con su jefe actual? ¿Supera los requisitos de su trabajo? ¿Vale más de lo que le pagan?
¿Hace amigos al mismo tiempo que contactos de negocios? ¿Ayuda a lograr los objetivos
de la empresa y se asegura de que sea una buena recomendación para futuros trabajos? El
trabajo es el trabajo y no requiere de ninguna base; en cambio, una carrera sí se construye
a partir de una base sólida.
Por lo tanto, no espere a que le lleguen oportunidades; salga a buscarlas. Si desea algo en el
futuro, el momento de empezar es ahora, en el presente. Primero, escriba sus ambiciones.
No se desaliente por el hecho de que sus metas no se pueden lograr hasta dentro de tres o
más años. Es mejor lograr el éxito a largo plazo que nunca saber cómo se siente tener éxito.
Si todavía no ha escrito sus objetivos para su vida personal y profesional, ahora es un buen
momento para empezar. Piense en lo que sucedería en diez años. ¿Dónde estaría si no
hiciese cambios en su actual carrera, estilo de vida, educación, cartera de inversiones, etc.?
¿Cuántos años tendrá usted y su familia? ¿Qué tipo de educación podrán recibir sus hijos?
¿Qué tipo de trabajo estará haciendo? ¿Cuánto dinero estará ganando? ¿Qué posesiones
tendrá? ¿Qué pasatiempos tendrá? ¿Qué logros será capaz de recordar? Pregúntese cosas que
son importantes y significativas para usted.
Si no está contento con las respuestas a estas preguntas, repita el proceso; pero en esta ocasión,
piense que sus «sueños» se hicieron realidad. ¿Cómo luce esta nueva situación en diez años?
Puede que vea a una persona diferente, con mejores habilidades, logros e intereses. Si prefiere
esta situación más que la primera, escriba objetivos específicos para usted y planifique ahora
la manera en que va a lograrlos. Casi todo puede lograrse en diez años o menos. La parte
más difícil es descubrir lo que uno quiere y comenzar.
5. Asegúrese de que sus objetivos sean compatibles entre ellos y con los objetivos de
las personas que son importantes en su vida. Uno de sus objetivos puede implicar
comenzar su propio negocio mientras todavía está en un trabajo a tiempo completo.
Otro puede ser pasar más tiempo de calidad con su familia. Claramente estos
objetivos no son compatibles. ¿Cuál es más importante para usted? ¿Alguno de esos
objetivos puede modificarse? ¿Alguno puede eliminarse de forma temporal? ¿Puede
lograr ambos al seleccionar un cierto tipo de negocio? Recuerde que los objetivos
personales son los que otorgan significado y dirección a su vida.
Paso 1: decida en su mente qué es lo que quiere hacer el resto de su vida. Elija un conjunto
de objetivos desafiante pero viable.
Paso 3: ponga en acción el plan ahora. No lo posponga hasta que encuentre un período de
tiempo más conveniente. No existe un tiempo más conveniente.
Paso 4: sea persistente y mantenga una actitud positiva. Vea los fracasos como contratiempos
temporarios y a los problemas como oportunidades camufladas.
Reconozca que el paso 2, el plan de acción, por lo general implica el desarrollo de nuevas
habilidades y puede tomar varios años. Sea paciente, pero incesante, en la búsqueda del éxito.
Si realiza algo, asegúrese de que desea hacerlo. Sus objetivos deberían representar lo que
usted quiere, no lo que otras personas desean para usted. Por ejemplo, las ganas que tiene
una familia de que uno de sus miembros alcance el éxito, a menudo, obligan a esa persona
a tomar decisiones que no desea tomar.
Tome la iniciativa. Ya sea que esté comenzando una nueva carrera o avanzando en su carrera
actual, el desarrollo personal es la clave para el éxito.
2 PLANIFIQUE EL DESARROLLO
PERSONAL
2.1 VAYA DETRÁS DE LA CALIDAD, NO DE LA CANTIDAD
Cada día tenemos la oportunidad de convertirnos en personas mejores de la que fuimos el
día anterior. No dejemos que pase esa oportunidad. Establezca algunos objetivos en el área
de desarrollo personal. ¿Existen algunas áreas que cree que se pueden mejorar? ¿Habilidades
de escritura? ¿Memoria? ¿Oratoria? Seleccione un área este año y concéntrese en mejorarla.
Algunas personas parecen ser expertos en tomar cursos. Se inscriben en cada curso interesante
que aparece en sus casillas de correo, independientemente de si son relevantes para su
posición actual o carrera futura. Tome algunos cursos y dedique más tiempo a desarrollar
esas habilidades particulares. También, evalúe a otras personas según sus logros personales,
no por el número de certificados que han conseguido.
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Si una de sus debilidades es hablar de forma improvisada, es mejor tomar cuatro cursos
sobre oratoria que un curso en cada punto débil. Destine seis meses o más a desarrollar
esa habilidad. Únase a los Toastmasters. Ofrézcase para presentar y agradecer a oradores en
sus reuniones de socios. Diga algunas palabras en las bodas o en las fiestas de cumpleaños.
Hable frente al espejo. Lea algo en voz alta a su familia. Trabaje constantemente para
mejorar esa habilidad. De esta manera, podrá ser capaz de medir los resultados porque verá
los resultados. Luego, concéntrese en otra área, y así sucesivamente.
No deje que los objetivos aparentemente avasallantes lo obliguen a retrasar las cosas. Esta
revelación llegó a mi vida cuando era un egresado del secundario que trabajaba en un
supermercado. Mi hermano mayor me insistió para que continúe mi educación al encarar
un estudio universitario durante la noche. Cuando protesté que no tenía tiempo o dinero
para poder comenzar una carrera, él sugirió que solo realice una asignatura por año.
– ¡Pero eso es imposible! – exclamé. – A ese ritmo me llevará 15 años terminar la carrera.
¡Tendré 33 años cuando obtenga mi título! Él no parecía impresionado.
– Bueno, algún día tendrás que tener 33, ¿no? – preguntó. – ¿Prefieres tener 33 con o sin
título? Cuánta razón tenía. No seguí su consejo y 15 años después llegué a los 33, pero sin
título, pasando por alto ascensos, dado que no tenía ese papel que certificara que estaba
calificado para el puesto. A pesar de todo, el tiempo pasa; por lo tanto, por qué no considera
trabajar en sus objetivos mientras transcurre el tiempo.
Nada en la vida es fácil. Si quiere algo, debe trabajar duro para lograrlo. Sea paciente pero
perseverante. Seleccione un punto débil y enfóquese en ese punto durante seis meses o
todo el año. Habrá muchos más años para los demás puntos débiles que necesita mejorar.
Establezca ese objetivo para este año. Trabaje en él a diario. Y cada día se convertirá en algo
mejor de lo que era el día anterior.
Como persona, también debería reinvertir una parte de sus ganancias en el desarrollo de sus
propias capacidades. Mediante el desarrollo personal, consigue la fortaleza para desempeñarse
a su máximo nivel. Construye estabilidad para poder eliminar contratiempos temporarios,
como el desempleo, problemas de salud y pérdidas financieras. Y, por último, logra la
capacidad para expandirse, a través de los ascensos y el trabajo independiente, hacia carreras
más desafiantes y remunerativas.
Todo el mundo debería tener un presupuesto personal, al igual que una organización. Cuando
organiza su presupuesto para el año siguiente, destine una cantidad específica de dinero al
desarrollo personal. Luego, determine de qué manera ese dinero se debería invertir. Para
poder hacer esto, debería llevar a cabo un autoanálisis o un análisis de necesidades para
determinar, de la manera más objetiva posible, sus fortalezas y debilidades. Enumere todas
las habilidades técnicas, sociales y administrativas que necesita para poder desempeñarse de
manera exitosa en su trabajo actual y en ese trabajo que aspira tener en el futuro. Luego,
clasifique el nivel de sus habilidades en bajo, medio o alto, según lo desarrollada que tenga
cada una de las habilidades.
Una manera de hacer esto es al enumerar varias habilidades en la parte izquierda de una
página y colocar la designación «bajo», «medio» o «alto» a la derecha de cada habilidad.
Luego de pensar en todas las habilidades que posee, puede buscar el aporte de su jefe o de
otras personas para asegurarse de que la lista esté lo más completa posible. Un pedazo de
su lista puede lucir de la siguiente manera:
Esta lista se puede extender para abarcar todas las habilidades que debe poseer a fin de
lograr un desempeño excelente. Una vez que haya finalizado este proceso de clasificación,
enumere todas esas habilidades clasificadas con un nivel bajo en una hoja aparte y deles
prioridad. Coloque la habilidad que sienta que es la más importante para su puesto actual
en el primer lugar, la siguiente más importante en el segundo lugar y así sucesivamente. No
dude en pedirle a su jefe que lo ayude en este proceso de priorización.
Ahora tiene una lista de todas esas habilidades poco desarrolladas ordenadas según su nivel de
importancia. Después de elaborar esta lista, tiene que seleccionar una manera de desarrollar
la primera habilidad. Esto se puede realizar al tomar un curso en su facultad o universidad,
asistir a un programa de capacitación o a una serie de seminarios, leer libros sobre el tema,
escuchar audios, registrarse en un curso en línea, obtener asesoramiento personal, o una
combinación de todas estas opciones.
El aprendizaje en línea está ganando popularidad, ya que permite adaptar su educación según
su situación laboral y familiar actual, y no al revés. Con las computadoras portátiles, los iPad y
otros dispositivos móviles, los estudiantes pueden continuar su aprendizaje independientemente
de su ubicación. Las organizaciones de capacitación en línea como Udemy.com ofrecen una
amplia variedad de cursos económicos que permiten que prácticamente todas las personas
puedan tener acceso a una educación de por vida.
Si tiene metas claras y realistas, y un gran deseo de alcanzarlas, un compromiso con el éxito
y el apoyo de su familia y socios, podrá alcanzar lo que se proponga, independientemente
del camino que elija.
A medida que va desarrollando esa primera habilidad, debe planificar el desarrollo de otras
habilidades necesarias. No intente hacer todo al mismo tiempo; la sobrecarga de trabajo
puede llegar a abrumarlo y es probable que se desanime y termine abandonando los cursos.
No sea impaciente. El tiempo pasa rápido y un plan de tres años o incluso de cinco puede
ser bastante viable.
Recuerde que no será un experto en todo solo por un instante, sino que estas habilidades
permanecerán con usted el resto de su vida. En un calendario de un año, cinco años o diez
años (dependiendo del número de habilidades que necesita desarrollar), marque el período
de tiempo destinado para cada habilidad. En su calendario actual de planificación anual,
delimite el período específico de tiempo, en función de días o semanas, que dedicará a
desarrollar esa habilidad en particular. Piense en ese período como si fuese una reunión
con su cliente más importante o con su jefe. No permita que otras actividades menos
importantes se interpongan. Muy pocas cosas son más importantes que invertir tiempo en
usted mismo. Asegúrese de anotar el tiempo que dedica a la lectura y a otras actividades
que son más fáciles de posponer, junto con aquellas actividades más inamovibles como los
días que tiene clases o seminarios.
Sus habilidades se pueden acumular: mientras está desarrollando su segunda habilidad, todavía
está practicando la primera que adquirió y así sucesivamente. A medida que pasan los años,
no solo se convertirá en un recurso valioso para su organización, sino que se sentirá más
a gusto consigo mismo. A medida que va adquiriendo nuevas habilidades, su confianza y
autoestima aumentarán. A medida que va adquiriendo mayor confianza en sí mismo, estará
más entusiasmado por aceptar desafíos y riesgos más grandes. A medida que va tomando
mayores riesgos y se va volviendo más creativo, será aun más valioso para la organización.
El éxito está en actualizarse contantemente.
El secreto del desarrollo personal, al igual que sucede con muchas otras actividades, es la
planificación. No se inscriba en cursos o seminarios de forma indiscriminada solo porque
tienen un horario conveniente y parecen interesantes. El desarrollo personal no sucede cada
vez que toma un curso, lee un libro o asiste a un seminario. El desarrollo personal solo
sucede cuando evalúa sus necesidades, planifica la capacitación, estudia un área de aprendizaje
determinada en profundidad, pone en práctica lo que aprendió y evalúa los resultados.
Los resultados se volverán evidentes cuando analice sus logros y experimente el éxito.
Puede que muchos de nosotros nos sintamos abrumados por la multitud de cursos y seminarios
que están disponibles. El análisis de necesidades que vimos anteriormente ayudará en esta
selección. Primero debemos evaluar nuestras necesidades, priorizarlas e incluir los programas
de desarrollo personal más importantes en nuestra organización semanal.
Pero existe otro problema. Una gran cantidad de instituciones educativas, empresas de
capacitación, organizaciones en línea y profesionales independientes ofrecen miles de cursos
sobre los mismos temas. Muchos son muy buenos, otros son una pérdida de tiempo.
¿Cómo podemos seleccionar los mejores? Nuestro tiempo es muy valioso y escaso como
para desperdiciarlo en cursos y seminarios que ofrecen poco contenido.
La respuesta a esta pregunta consiste en investigar sobre los cursos que están disponibles
y obtener información sobre aquellos que parecen satisfacer sus necesidades. Realizamos
estudios de mercado antes de modificar un producto, comenzar un negocio nuevo o invertir
dinero en un nuevo proyecto. Y, a la hora de seleccionar un curso, tiene más cosas en
juego que solo dinero: está poniendo en riesgo ese recurso no renovable al que llamamos
tiempo. Invierta un poco de ese recurso en analizar un seminario o curso antes de tomar
una decisión. Esta es una buena estrategia.
Si necesita mejorar sus habilidades de oratoria, sus habilidades de venta o su capacidad para
entender la tecnología informática, no se inscriba en el primer curso que promocione esas
cosas. Primero debe investigar. Luego de leer la estructura detallada del curso y confirmar
que los objetivos definidos coinciden con los suyos, comuníquese con la institución o con la
empresa de capacitación en línea. Averigüe quién es el autor de los materiales de estudio que
se usarán, quién llevará a cabo el programa y cuáles son las certificaciones y la experiencia
de esta persona.
En sesiones en vivo, hable con el docente si tiene dudas acerca de si el curso podrá satisfacer
sus necesidades. ¿Habrá que tomar notas de lo que se enseña o habrá un manual de estudio
del seminario? ¿Cuántas personas están inscriptas? ¿El número de inscriptos es amplio o
existen cupos limitados? ¿Hay algún examen? ¿Se entrega un certificado de asistencia para
poder añadirlo al currículum?
Pregunte por los nombres de las personas que han asistido al curso o seminario en ocasiones
previas y llame a alguna de ellas para conocer sus opiniones. Esto puede parecer un proceso
muy cansador para solo un seminario de dos días o un curso de ocho semanas, pero no lo es
cuando tiene presente que es algo que le permitirá desarrollar su carrera. Incluso unos pocos
días pueden representar un período considerable de su vida laboral, así que no renuncie a
él hasta que confirme que recibirá una recompensa a cambio. No elija un curso según su
precio. Si se trata de un curso que ayudará a satisfacer sus objetivos profesionales, vale la
pena pagar ese precio. Sin embargo, no cometa el error de suponer que el curso es bueno
solo porque es costoso. Debe informarse primero.
Podría ser una buena idea tener tanto una carpeta en formato electrónico como una en
formato papel, que contenga no solo información sobre la capacitación, sino también
artículos interesantes de revistas, blogs, boletines informativos, etc., con información sobre
las áreas que ha decidido estudiar.
Averigüe la estructura del curso, así como información sobre el curso en sí. Existen muchas
empresas de capacitación y empresarios cuyo objetivo principal es aumentar sus ganancias,
mientras que la calidad de los programas que ofrecen parece quedar en segundo plano.
Averigüe la reputación de la organización dentro del mercado al que pertenece. Consiga
una lista de sus clientes. Pregunte hace cuánto tiempo esta empresa está en funcionamiento.
¿Hay una garantía de devolución de dinero? ¿La organización proporciona referencias? ¿Se
proporciona un certificado de finalización, designación o acreditación una vez terminado
el curso?
Si la empresa está en el mercado hace varios años, tiene sus propias instalaciones educativas
y recibe buenas críticas de los estudiantes que han estudiado allí, es probable que sea una
buena elección. Si una organización proporciona programas de capacitación internos para el
sector, además de seminarios públicos, también puede ser una buena elección e incluso se
pueden conseguir referencias con mayor facilidad. Las grandes organizaciones como IBM,
por lo general, son mejores para dar referencias que las personas. No dude en llamar a uno
de sus clientes corporativos para obtener referencias.
Si está tomando un curso en una universidad o facultad reconocida, no tiene que preocuparse
por el nivel de reputación del lugar. La calidad del curso probablemente será buena. Pero
recuerde: no deje de averiguar información para saber si el programa o curso es el indicado
para usted.
3 OPTIMIZAR EL PROCESO
DE APRENDIZAJE
3.1 TENER UNA ACTITUD DE CRECIMIENTO
Las investigaciones indican que la inteligencia no es el principal factor a la hora de sobresalir
en la escuela o en la vida; lo que permite sobresalir es una combinación de esfuerzo personal
y estrategias eficaces. Los estudiantes exitosos ven el fracaso inicial no como resultado de la
falta de habilidad, sino como errores que se pueden corregir o resolver.
Carol Dweck, autora del libro Mindset: la actitud del éxito, hace referencia a aquellos que
creen que la inteligencia es una característica invariable, al igual que tener una «actitud
invariable». Dado que ellos atribuyen los errores a una falta de habilidad, no se sienten capaces
de mejorar. Pero si cree que la inteligencia se puede desarrollar a través de la educación, el
esfuerzo y la ayuda de los docentes y de otras personas, podrá sentirse lo suficientemente
motivado como para lograrlo. Es así como adquiere una «actitud de crecimiento».
En 2007, Dweck y un grupo de colaboradores observaron a 373 estudiantes durante dos años
en su transición hacia la escuela secundaria. Los estudiantes con una actitud de crecimiento
(aquellos que creen que cuanto más trabajan en algo, más expertos se vuelven en esa tarea)
tenían mejores calificaciones que aquellos con una actitud invariable. Los gerentes con una
actitud invariable también son menos propensos a pedir una devolución o a aceptar críticas
constructivas y consejos.
Si lee un libro cada semana, solo estará leyendo menos de un décimo del uno por ciento de
los libros en formato papel y electrónicos que hay publicados. Los cursos que ayudan a acelerar
la lectura no son suficientes a la hora de ingeniárselas con la gran cantidad de información
disponible. Enfóquese en alguno de esos temas de gran interés y adquiera conocimiento. Revise
la lista de best sellers, busque temas en línea en amazon.com e indigo.com para encontrar
los libros más importantes. Visite las librerías y busque los nuevos lanzamientos. Suscríbase
a blogs en línea y boletines informativos que simplifiquen la búsqueda de los temas que le
interesan. También es bueno que hable con sus amigos y socios sobre sus áreas de interés.
Un sitio web que está ganando reputación debido a su completa variedad de libros en el
área de los negocios es bookboon.com. Con miles de libros electrónicos, e incluso libros de
texto, Bookboon posee una biblioteca corporativa en línea que contiene libros electrónicos
breves y fáciles de leer sobre todos los temas sociales importantes que son clave para el
éxito. Su biblioteca corporativa tiene uno de los más altos índices de uso en la industria
del aprendizaje digital.
En una encuesta que realicé en alguno de mis talleres de gestión del tiempo hace una
década, descubrí que los gerentes estaban invirtiendo más de 13 horas por semana en la
lectura de materiales relacionados con los negocios. Cada año, la cantidad de información
que debemos leer parece aumentar. Sin embargo, la velocidad de lectura sigue siendo la
misma. Como consecuencia, se produce un problema de gestión del tiempo. Tenemos dos
opciones: absorber más en la misma cantidad de tiempo o ser más selectivos a la hora de
elegir qué leemos, o quizás ambas.
Para mantener nuestro nivel de eficacia debemos estar al día. No podemos ignorar la gran
cantidad de libros, revistas y documentos técnicos que se publican año a año. Pero tampoco
podemos leer de forma indiscriminada.
Si siente que no tiene tiempo suficiente para leer, tómese un momento para analizar sus
hábitos en las redes sociales y piense si puede sacar un poco de tiempo dedicado a esa
actividad para leer. El usuario promedio de redes sociales consume 285 contenidos por
día, lo que equivale a 54.000 palabras, es decir, a una novela de tamaño regular. (Fuente:
10-minute digital de-clutter, escrito por S.J. Scott and Barrie Davenport).
Sea selectivo: honestamente, no puede leer todo lo que se encuentra disponible. James T.
McKay en su libro Administración del tiempo, sugiere que una persona puede leer 50.000
palabras en un minuto. Todo lo que tiene que hacer es reconocer en un minuto que un
libro de 50.000 palabras no lo ayudará y, por lo tanto, no lo leerá.
¿Cuánto tiempo pasa leyendo periódicos? Algunas personas se suscriben a tres o cuatro
periódicos diarios o semanales y, de hecho, pasan su tiempo leyéndolos; a pesar de que
todos tienen prácticamente las mismas noticias. Vale la pena leer algunas de las noticias.
Pero existen tantos otros artículos que «llaman la atención», que el tiempo que se pierde
es increíble.
Dado que las noticias importantes también se escuchan en la radio, en la televisión y en las
revistas de noticias semanales, puede que todo ese tiempo invertido no sea tan necesario.
Es importante mantenerse al día sobre lo que sucede en el mundo, pero no invierta más
tiempo del necesario. Analice con detenimiento todos los periódicos y revistas que recibe
y piense en eliminar la mayoría de ellos. Si actualmente recibe revistas que no le aportan
nada, cancele la suscripción. También, cancele la suscripción a revistas de libre circulación
que no desea recibir. Resista a la tentación de aceptarlas solo porque son gratuitas. Lea solo
aquellas revistas y libros que lo ayudarán a cumplir con sus objetivos de desarrollo personal.
Un buen consejo es revisar solo aquellas publicaciones que contantemente publican artículos
importantes. Pero tenga en cuenta que uno o dos artículos útiles por año no aportarán una
retribución suficiente por el tiempo invertido.
Manipule las revistas con rapidez: Si tiende a leer revistas, no las conserve. Recorte artículos
de interés, abroche las páginas y guárdelas en una carpeta con el nombre LEER. Si la revista
debe circular por otros sectores dentro de su organización, saque fotocopia a los artículos
que contiene. No lea los artículos hasta llegado el momento. Guarde la carpeta LEER en el
bolso donde lleva su computadora portátil y léala durante sus ratos libres mientras espera
a que empiece la clase, a que llegue el autobús o a que avance la fila.
Lea por arriba: Walter Pauk, en su libro How to Study in College, describe un método para
leer por arriba que él utilizaba y que, con frecuencia, sus estudiantes también usaban.
Se tomaba unos minutos para intentar obtener una idea global del capítulo a partir del
título y, luego, leía los primeros párrafos de forma normal para asegurarse de que sabía
hacia dónde apuntaba el autor. Luego, dejaba que sus ojos se dirigieran hacia los títulos y
subtítulos de gran tamaño y los leía como si fuesen noticias de un periódico. Estos servían
como pequeños resúmenes. A continuación, leía una oración o dos debajo de estos títulos.
Sus ojos se movían por el resto del texto buscando otras fuentes de información. A veces
recibían la ayuda de pistas como palabras en cursiva, subrayadas y con una fuente distinta.
Siempre leía con cuidado el último párrafo o la última sección que tenía el título de «resumen».
Es allí donde el autor recopila todas las ideas principales del capítulo. Por último, unía todos
los datos y fragmentos antes de leer y tomar notas sobre el capítulo. Para entonces, sabría
las partes más importantes y aquello que le resultaba de mayor interés para él.
Lea de forma activa: la velocidad de lectura promedio es solo de entre 230 a 250 palabras
por minuto. Sin embargo, aún puede ojear páginas a una velocidad de entre 1000 y 5000
palabras por minuto. No absorba simplemente cualquier información que se le aparezca ante
sus ojos. Realice una búsqueda de la información que requiere. Por ejemplo, el título de un
artículo sirve para obtener una idea sobre lo que trata ese artículo. Convierta el título en
una pregunta y comience a buscar de forma activa las respuestas. Por ejemplo, si el artículo
se titula «Cómo ahorrar tiempo en reuniones», cámbielo a «¿Cómo puedo ahorrar tiempo
en reuniones?» y busque esas oraciones que proporcionen la información que está buscando.
Al leer con un propósito en mente, su mente no se distraerá y podrá abarcar el material
con mayor rapidez. Incluso el proceso de sostener un resaltador en su mano mientras lee
facilitará la concentración. Permite tener una participación más activa en la lectura y mejora
el proceso de recordar información luego.
Aproveche los viajes al trabajo: por ejemplo, el tiempo promedio que se invierte al ir y volver
del trabajo todos los días en la ciudad de Toronto, Canadá, es de 80 minutos. Si combina
el transporte público como el tren, el subte, el autobús o el tranvía con un eReader, iPad u
otro dispositivo móvil, podrá leer libros electrónicos, ya sea sentado o parado, resaltar párrafos
importantes, buscar el significado de las palabras, marcar como favorita una página y tomar
sus propias notas. Si no tiene tanta gente a su alrededor, podrá incluso dictar información
al procesador de texto mediante la opción de comando de voz y enviarse el documento a
través de su correo electrónico.
Las investigaciones han demostrado que el aprendizaje mejora cuando los estudiantes están
involucrados de forma activa a la hora de ofrecer sus propias explicaciones e interpretaciones
del material de estudio, en vez de solo absorber lo que los docentes tienen para decir. En
este sentido, el ganador del premio Nobel, Herbert Simon, decía que «el aprendizaje es el
resultado de lo que los estudiantes hacen y piensan, y no de lo que el docente hace y piensa».
Entonces, prepárese para preguntar, debatir y solicitar más información sobre determinados
temas. Los buenos docentes se enfocan en los intereses y necesidades de los estudiantes.
Pasan menos tiempo brindando información y más tiempo ayudando a los estudiantes a
ver cómo pueden adaptar y aplicar la información a sus propios contextos.
Cuando las lecciones son necesarias, muchos optan por presentar videos, artículos o noticias
cortas que puedan generar un debate. Los materiales para leer en casa se pueden incluir en
un dispositivo USB. La información adicional se puede cargar a un sitio web para leerla
luego de clases. Y un foro de discusión en línea se puede crear para que los estudiantes se
sientan lo suficientemente motivados para continuar aprendiendo aún más en las áreas de
aprendizaje que se debaten.
Una técnica para lograr que la información se transfiera a la memoria a largo plazo es
visualizarse a uno mismo usando esa información en el futuro. En un estudio alemán que les
pedía a un grupo de personas que piensen de qué manera algo de lo que habían aprendido ese
día podía servirles en el futuro, se descubrió que ese grupo pudo recurrir a esa información
mucho más rápido que otro grupo que había aprendido la misma información, pero que no
había intentado este truco. Entonces, solo imaginar que necesitará un número de teléfono
o el nombre de una persona puede ayudar a recordar esa información luego. Cuando esté
tomando clases de algún tipo, asegúrese de entender la importancia del material enseñado
y de cómo dicho material puede servir para su carrera profesional o su vida.
El proceso de aprendizaje mejora cuando una mayor cantidad de sentidos están involucrados.
Las conexiones neuronales se generan cuando aprendemos; por tal motivo, a continuación,
figura una lista de aquellas cosas que generan conexiones neuronales, que se encontró en
una serie sobre educación que se publicó en la edición del 1.° de noviembre de 2009 del
Toronto Star: aprender mediante la práctica, participar físicamente, utilizar más de un sentido
en el proceso de aprendizaje, estar calmo a nivel emocional y dispuesto a aprender, añadir
información que ya está presente en los materiales de estudio, tener una conexión positiva
con el docente y saber por qué está aprendiendo. Todo esto se debe considerar a la hora de
seleccionar programas de capacitación y asistir a ellos.
Un estudio de 2008 que involucraba a 6000 niños que habían crecido con la presencia
de Internet en sus vidas reveló que Internet había afectado su manera de leer y aprender.
No leían necesariamente de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo, sino que leían por
arriba para buscar la información más importante. (Este estudio elaborado por nGenera se
discute en el libro ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Superficiales, escrito por
Nicholas Carr).
La era digital ha afectado a muchas personas, no solo a los estudiantes más jóvenes. Cada
vez más adultos están afirmando que tienen dificultades para concentrarse, se distraen con
mayor facilidad y tienen verdaderos problemas a la hora de leer un libro de texto durante
cualquier extensión de tiempo. La reprogramación de nuestros cerebros tendrá un impacto
en la manera en que planificamos nuestras sesiones de estudio y de desarrollo personal, lo
que implica una tendencia a manejar cantidades más pequeñas de información, adoptar
métodos más visuales y aplicar más descansos. Esto se discutirá en el capítulo sobre estudio.
Se dice que un coche promedio utiliza aproximadamente 1900 l de gasolina por año y
expulsa 9 kg de dióxido de carbono al aire por cada litro consumido. Pero también es
cierto que el cerebro utiliza hasta un 25% de glucosa oxigenada y otros nutrientes que el
organismo obtiene y, si no los incorpora, la persona puede llegar a tomar malas decisiones
y a tener una menor creatividad.
Así como asegurarse de que el horno está funcionando correctamente es la mejor manera
que existe para ahorrar la energía de su hogar, asegurarse de que el cerebro está funcionando
correctamente es la mejor manera de ahorrar la energía de su organismo.
Esto requiere tanto ejercicios físicos como mentales, descanso adecuado, nutrición apropiada
y exposición a la luz del sol. También es conveniente evitar aquellas cosas que consumen
energía como el estrés, la desorganización, la realización de varias tareas al mismo tiempo,
una vida desenfrenada y el uso excesivo de la tecnología digital.
Por el contrario, existen muchas cosas que ayudan a impulsar nuestra energía como las
relaciones sociales, los hábitos laborales, el estilo de vida y el ambiente de trabajo.
Todos estos factores, entre otros, se discuten en mi nuevo libro electrónico, Manage your
personal energy, publicado por Bookboon.com. Haga lo que sea necesario para conservar y
maximizar su energía, ya que pensar y aprender son dos actividades que consumen grandes
cantidades de energía.
4 MEJORAR LA EXPERIENCIA
EN EL AULA
4.1 PLANIFIQUE CON ANTICIPACIÓN
Si decide tomar clases en una institución o asistir a un taller presencial, asegúrese de conseguir
indicaciones para llegar al lugar (si es necesario), averiguar el aula y la estructura física, y
preguntar si se permite llevar computadoras u otros dispositivos portátiles. Lleve consigo
cualquier recurso necesario, como un resaltador, materiales para escribir y el programa
del curso.
Llegue temprano, consiga un asiento en las primeras filas, donde pueda escuchar y ver todo,
y conozca al docente antes de que comience el curso. Si no está seguro de la modalidad,
el número de recesos, la ubicación de la biblioteca, las áreas de estudio, los baños, etc., no
dude en preguntar. Conozca tantas personas como sea posible antes de que comience la
clase y hable con ellos durante el receso. Existe una gran cantidad de contactos comerciales
y posibles compañeros de estudio en cada curso o seminario presencial.
No se siente en la última fila con los brazos cruzados, pretendiendo absorber la sabiduría del
docente. No funciona así. Como todo en la vida, recibirá beneficios a cambio del esfuerzo
que ponga en la tarea.
No haga perder el tiempo de los demás con preguntas que pueden tener un enfoque más
personal. Estas preguntas hágalas durante el receso. También pregúntele al docente si le parece
bien que haga preguntas acerca de temas que ya se han discutido, dado que las preguntas
surgen a medida que va revisando el material.
Organice un momento del día en su calendario de planificación para revisar sus notas. Pero
recuerde: no deje pasar mucho tiempo después del curso para ponerse a ver las notas. No
existe ningún curso (incluso algunos seminarios) que no demande realizar tarea. Lea, resalte,
revise e incluso aplique muchas de las ideas que ha anotado.
Esté preparado. Lleve una carpeta anillada con papeles. Dibuje en cada papel una línea
vertical a un tercio del margen izquierdo. Escriba sus notas a la derecha de esta línea y, a
partir de esto, podrá resumir estas notas en pequeños títulos en la parte izquierda de la
hoja. Si el lugar donde se desarrolla la clase es en un auditorio que no tiene mesas para
poder escribir, puede utilizar una carpeta con sujetapapeles para tener todas las hojas en
orden. Luego, estas hojas pueden pasarse a la carpeta. Es buena idea que enumere las hojas
a medida que las va escribiendo. Siempre enumere al menos 10 páginas con anticipación.
También tiene la posibilidad de usar una computadora o dispositivo portátil, pero si escribe
las notas en formato papel, esto podrá ayudarlo a recordarlas luego y, a su vez, permite que
pueda escuchar con mayor atención. La generación más joven, que no ha nacido en la era
de la escritura a mano, puede que no encuentre la diferencia.
Para poder ser un gran oyente, no solo basta con escuchar. Es una tarea difícil. Requiere
una participación activa dentro del proceso comunicativo. Requiere esfuerzo y práctica. Y
también requiere que rompamos con algunos hábitos que hemos incorporado a lo largo de
todos estos años.
No sea un oyente pasivo. Sea un oyente activo. Inclínese hacia adelante para demostrar que
está interesado en el docente y en lo que está diciendo. Establezca contacto visual. Resista
a la tentación de mirar su reloj o la puerta. Dedique toda su atención al orador. No sea
crítico ni tenga pensamientos negativos.
Durante el período dedicado a las preguntas, haga la suya. La falta de cualquier reacción
puede significar que no está prestando atención. Pídale al orador que aclare las cuestiones
que no comprenda. Resuma los puntos clave y pregunte si los ha interpretado correctamente.
Preste atención para captar ideas no detalles. Pero no deje de escuchar lo que la persona
tiene para decir. Muchas personas se sienten alagadas cuando las escuchan, y los docentes
no son la excepción. Reaccionan de forma positiva y lo valoran aún más. Y quien sabe,
llegado el momento del examen, puede que presten más atención a lo que esté escribiendo.
Durante los momentos de debate o en sesiones de estudio siempre tenga en cuenta lo que
los otros estudiantes dicen antes de responder. Prestar atención de forma activa implica
parafrasear lo que cree que la otra persona dijo. Esto le brinda a la persona la posibilidad de
aclarar, modificar o confirmar que su interpretación de lo que se dijo es totalmente correcta.
Para evitar que esto suceda, haga que su «viaje mental» gire en torno a los comentarios del
orador. Piense en las conclusiones a las que puede llegar el orador, la evidencia que respalda
las afirmaciones realizadas y cómo las opiniones se diferencian de las de otras personas a las
que ha escuchado. En su mente, revise los puntos que se abordaron hasta la fecha. Analice la
comunicación no verbal. En otras palabras, enfóquese totalmente en la clase que se enseñó.
Es solo un pequeño sacrificio. Usted es parte de una audiencia cautiva, por lo tanto saque el
mayor provecho a la situación. Y con los cursos en línea, siempre podrá poner al instructor
«en pausa» mientras disfruta de un pequeño descanso o de un café.
Tomar notas de las palabras clave puede implicar más que anotar una o dos palabras
periódicamente. El propósito de tomar notas es capturar las ideas del docente para poder
luego expandirlas y aprenderlas; por lo tanto, tiene que anotar palabras clave cargadas de
sentido. Sin embargo, suceden más cosas dentro de un salón de clases que solo tomar
notas. Los debates, las dramatizaciones, los estudios de caso, la elaboración de preguntas
y las imágenes son útiles dentro del proceso de aprendizaje. Lo que sucede es que no hay
mucho tiempo para anotar todo lo que ocurre.
Todo lo que explica el docente puede estar en el libro de texto o en las notas proporcionadas,
no así las ideas que esas notas pueden generar. Debe buscar maneras de aplicar aquello que
se está enseñando. Cada vez que piense en alguna manera de aplicar lo enseñado, anótela.
No intente anotar todo lo que el docente está diciendo; solo esté preparado para tomar
notas breves. Anotar cosas mejora la memoria y la capacidad para recordar.
Puede ser útil utilizar alguna especie de abreviatura que se pueda entender con facilidad
luego. Incluso puede crear su propia versión de abreviaturas. Algunas personas quitan vocales
para reducir las palabras; por ejemplo: «qitr vcls rdc plbrs» puede ser legible tanto para la
persona que escribió las abreviaturas como para otras personas. Pero incluso si no lo es, es
poco probable que otra persona lea sus notas personales. Asegúrese de que lo que escriba
sea legible y ahorre el tiempo al escribir menos y abreviar más.
Cuando tome notas, deje mucho espacio para escribir información adicional luego. Puede
que desee agregar información a sus notas luego de revisar el capítulo correspondiente en
su libro de texto. También, puede suceder que el docente proporcione más información
sobre ese tema en una clase posterior o durante el repaso para el examen. Además, puede
que quiera arreglar con otro estudiante para revisar las notas de cada capítulo después de
clases a fin de anotar cualquier cosa que no haya alcanzado a escribir. Es increíble como dos
personas pueden anotar información diferente mientras escuchan al mismo orador.
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Escriba a un lado de la hoja solamente. Esto permite acelerar la velocidad con la que se
toman las notas, hace que el material sea más legible y permite que sea más fácil desplegar
las hojas al momento de estudiarlas. Pero asegúrese de colocar la fecha de la clase y el
número de página antes de que comience la clase.
No confíe en un grabador de audio para que tome las notas por usted. Puede convertirse
rápidamente en una excusa para que su mente pueda distraerse. También, puede capturar
todo lo que no es relevante, lo que lo deja con la engorrosa tarea de escuchar el audio y
tomar notas luego. No basta con solo escuchar para poder estudiar de forma eficaz.
A pesar de que beber mucho café se ha asociado con el estrés, si se bebe con moderación,
puede llegar a impulsar la memoria. Un pequeño artículo de la edición de primavera de
2014 de la revista Health explica que existe un vínculo entre la cafeína y la memoria.
Michael Yassa de la Universidad Johns Hopkins les pidió a 60 personas que vean una serie
de imágenes de diferentes objetos. Luego, al día siguiente, después de recibir un placebo o
22 miligramos de cafeína, se evaluó su capacidad para reconocer las imágenes que vieron el
día anterior. Más personas del grupo que recibió cafeína reconocieron que una imagen era
similar, más que idéntica, a una que habían visto antes.
Tomar agua también puede agudizar las habilidades para recordar, según investigaciones
realizadas en la Universidad de East London. Los investigadores del Reino Unido creen que
colocar agua en una sala de examen puede aumentar las calificaciones de los estudiantes. Los
estudios indicaron que aquellos que bebían agua mientras realizaban sus exámenes realizaron
un mejor desempeño que aquellos que no bebían agua. En un estudio los puntajes llegaron
a aumentar en un 4,8%. Una explicación para esto es que los estudiantes se encuentran en
un estado moderado de deshidratación cuando están realizando un examen y que esto se
puede corregir al beber agua.
En el libro que se mencionó anteriormente, se explica que bostezar es una de las mejores
maneras de ejercitar el cerebro, ya que aumenta la actividad en una de las áreas más afectadas
por los problemas por déficit de atención. No solo lo relaja, sino que también mejora la
atención cognitiva.
Uno de los autores llegó a afirmar que había alentado a sus estudiantes para que se tomen
un momento y bostecen 10 veces. Todos hemos presenciado lo contagioso que es el bostezo,
por lo que debería ser fácil aplicar esta idea.
Por ejemplo, a la hora de estudiar para un examen, matarse estudiando unas noches antes
del examen es el método menos eficaz. En vez de eso, comience a estudiar con varias
semanas de anticipación y deje pasar dos o tres días hasta la próxima sesión de estudio.
Durante las sesiones de estudio, se ha demostrado que trabajar en segmentos de entre 25
y 30 minutos con descansos de cinco minutos es una estrategia más eficaz y, a menudo,
reduce las interrupciones.
La capacidad para recordar información aprendida es fundamental y, para poder lograr esto,
debemos aprovechar los poderes asociativos de nuestro cerebro. Todo lo que almacenamos en
la memoria se asocia con otras cosas almacenadas allí. Y recordar algo de nuestra memoria
hace aparecer imágenes de otros hechos, figuras, lugares y eventos que también se han
almacenado en nuestra memoria.
Los experimentos han demostrado que los estudiantes evaluados en la misma aula, en el
mismo escritorio, mientras se llevaba a cabo el proceso de enseñanza, tenían un mejor
desempeño que aquellos evaluados en otra aula. Si siempre estudia un determinado tema en el
mismo espacio físico, su cerebro hará asociaciones con el entorno. Si se imagina en la misma
habitación cuando esté haciendo el examen, podrá ser capaz de recordar más información.
Cicerón, en el año 55 a. C., sacó provecho de esta técnica para memorizar sus discursos.
Memorizaba una parte de su discurso mientras estaba en su estudio, otra parte cuando estaba
en su habitación y así sucesivamente, tratando de cambiar de lugar varias veces. Luego,
visualizaba estos lugares y, de esta manera, podía recordar la información que memorizó en
cada habitación de la casa. Evidentemente, es así como llegamos a tener expresiones como
«En primer lugar… En segundo lugar…».
Podrá mejorar los poderes asociativos de su cerebro al unir información específica con hechos
conocidos para que, cuando piense en el hecho, la información estudiada pueda recordarse.
Esto se abordará en el siguiente capítulo sobre memorización.
Para obtener una descripción completa de los cinco mejores métodos de estudio, consulte el
artículo What works, what doesn’t en la edición especial de invierno de 2015 de la Scientific
American Mind. Esta edición de colección se titula Your Inner Genius.
Una de las mejores maneras de aprender algo nuevo es enseñándoselo a alguien más. Poder
decir la información con sus propias palabras ayuda a afianzarla en la mente. De manera
similar, cuando toma notas de libros, Internet u otras fuentes de información, lo que hace
es traducir el material en sus propias palabras. Luego, si explica el material a un amigo o a
un familiar, podrá comprender la información y recordarla con mayor facilidad.
Otra manera eficaz de aprender el material a conciencia es inventar una pequeña prueba
luego de leer el capítulo de un libro o de asistir a una clase. Evaluarse a sí mismo de vez
en cuando ayuda a fortalecer los circuitos neuronales y a recordar con mayor facilidad.
Si no puede recordar algo, es mejor intentar adivinarlo y luego fijarse si acertó. Si corrige
sus errores y luego intenta recordar la respuesta correcta, la información podrá almacenarse
en la memoria a largo plazo.
Muchos estudiantes cometen el error de sobrecargar sus mentes con demasiada información.
Esto se asemeja a regar una planta constantemente antes de que el agua logre penetrar en
las raíces. Simplemente se crea un exceso de información que no beneficia en nada a la
persona. Intente dividir sus sesiones de estudio en módulos de 20 minutos. Cuando sea
posible, en cada módulo de estudio deje el tema más importante para el final y comience
con el segundo tema más importante. Existe un buen motivo para aplicar esta técnica en
vez de sobrecargarse de información. Los estudios demuestran que se puede recordar mejor
las cosas que suceden al comienzo de un evento o situación (efecto de primacía) y también al
final (efecto de novedad ). Por lo tanto, tiene sentido que el material del curso presente varios
capítulos que comienzan y terminan un tema, y en donde la información más importante
se estudia al principio y al final de cada módulo.
A pesar de que la falta de descanso suficiente parece ser un problema en aumento, si puede
establecer el hábito de irse a dormir temprano y levantarse temprano a la mañana siguiente,
podrá ir un paso por delante del resto. Las investigaciones demuestran que cada hora que se
utiliza para estudiar durante el día es igual a 1,5 horas durante la noche. Y, de esta manera,
podrá evitar ese ritmo vertiginoso de la mañana temprano.
La mayoría de las personas afirman que su tiempo de mayor actividad es bien temprano a la
mañana. Se sienten en su momento de mayor rendimiento, llenos de energía y entusiasmo,
listos para llevarse el mundo por delante. Luego, su entusiasmo y energía decae a medida
que experimentan las crisis, los problemas y los contratiempos del día. Si tiene más energía
durante la mañana, es importante que utilice ese momento de mayor lucidez para actividades
que requieran energía mental como estudiar, leer o escribir.
Un estudio elaborado por el Rotman Research Institute del Baycrest Health Sciences de Toronto
descubrió que las personas entre 62 y 82 eran capaces de enfocarse mejor e ignorar las
distracciones, y obtenían mejores resultados en los test de memoria durante la mañana
(específicamente entre las 8:30 a.m. y las 10:30 a.m.) que durante la tarde entre la 1 p.m.
y las 5 p.m. Las imágenes por resonancia magnética funcional demostraron que durante la
tarde el cerebro de estas personas se volvía más pasivo. Sin embargo, los adultos jóvenes,
todavía tenían energía por la tarde.
Dado que somos una población que envejece, tiene sentido que intentemos asistir a programas
de capacitación durante la mañana, si es posible; preferentemente no más de las 9 a.m.
El Eastern Commerce Collegiate Institute en Toronto pasó a tener un horario escolar desde
las 10 a.m. hasta las 3:50 p.m. con actividades extracurriculares que comienzan desde
las 8 a.m. hasta las 8:30 a.m., en vez del horario convencional desde las 7 a.m. hasta las
7:30 a.m. Según la directora Jennifer Chan, que fue entrevistada para el Toronto Star en
2014, los estudiantes llegan con más energía, más atención y a tiempo, y presentan un mejor
desempeño escolar en general. Además, un estudio de 2011 que involucraba a jóvenes de 19
años de la fuerza aérea de los Estados Unidos, descubrió que aquellos que comenzaban las
clases a las 8:50 a.m., en vez de a las 7 a.m., lograban mejores resultados en sus exámenes.
Tal como se mencionó anteriormente, los experimentos han demostrado que los estudiantes
evaluados en la misma aula, en el mismo escritorio, mientras se llevaba a cabo el proceso
de enseñanza, tuvieron un mejor desempeño que aquellos evaluados en otra aula, dado que
sus cerebros establecían asociaciones con el entorno. Si se imagina en la misma habitación
cuando esté haciendo el examen, podrá ser capaz de recordar más información. A esto se
lo llama Ley de la contigüidad. Dos cosas que se hayan experimentado al mismo tiempo se
asociarán juntas en la mente. Puede sacar provecho de este hecho al estudiar cada tema en
un entorno diferente.
Es difícil estudiar de forma eficaz frente al televisor, tirado en el sofá o en la cama. Los
empresarios nunca considerarían controlar sus microemprendimientos en ese tipo de lugares.
Elija un momento del día en el que esté más activo, un lugar que sea tranquilo y un período
de tiempo que coincida con su lapso de concentración.
Los sonidos fuertes no solo pueden alterar la concentración de una persona, también pueden
aumentar los niveles de estrés y las enfermedades como la hipertensión, la enfermedad
coronaria, la úlcera péptica y los dolores de cabeza.
No obstante, según un estudio revisado por colegas de la Universidad de Chicago, «un
nivel moderado de ruido ambiental es beneficioso para lograr una cognición creativa».
Investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Illinois sobre los efectos del ruido de
fondo en la creatividad descubrió que el nivel de ruido que se experimentaba en una cafetería
bulliciosa aumentó el rendimiento e incluso ayudó a las personas a concentrarse.
La luz natural del sol es otro factor ambiental que puede tener un efecto en la salud, así
como también en el desempeño personal. Mejora el rendimiento cognitivo, la concentración
y el humor. Un estudio de la Universidad de Míchigan demostró que las personas con
ventanas que apuntan hacia el exterior son más productivas, más sanas y son capaces de
mantener altos niveles de concentración. Las personas en oficinas sin ventanas, como los
típicos cubículos para oficina, tienden a distraerse con mayor facilidad.
Intente establecer un área de estudio que fomente el aprendizaje. Y recuerde que los espacios
aburridos podrían fomentar ideas aburridas y, por ende, disminuir la creatividad.
Es recomendable que repase el material con frecuencia, pero que distribuya el tiempo de
repaso en sesiones separadas. Una serie de pruebas ha determinado que las personas recuerdan
el triple cuando repasan el material una vez por día en un plazo de cinco días que cinco
veces en un mismo día. Asegúrese de hacer el último repaso la noche anterior antes de que
comience a tener sueño; no intente repasar todo el mismo día del examen. Las investigaciones
demuestran que solo el nueve por ciento de lo estudiado antes del mediodía puede recordarse
ocho horas después. Sin embargo, el 56% puede recordarse luego de dormir ocho horas.
Los períodos más cortos de repaso también ayudan a mejorar nuestra capacidad para recordar.
Para ejemplificar esto, coloque 15 objetos en fila sobre una mesa y pídales a las personas que
los observen durante un minuto. Luego, cubra los objetos y pregúnteles cuántos pudieron
recordar. Lo más probable es que no recuerden todos los objetos. Pero también es probable
que recuerden los primeros y los últimos; no así los que se encontraban en el medio.
Nuestras memorias también funcionan así. Tendemos a recordar los primeros sucesos y los
más recientes, pero olvidamos los que ocurren en el medio. De manera similar, en la vida
misma tendemos a recordar nuestros años de niñez y nuestro años como adultos mayores,
pero los años entre medio se recuerdan de forma difusa en nuestra memoria.
Cuando llegue el momento de estudiar, aproveche este fenómeno para dividir sus horas de
estudio en períodos de media hora o una hora con momentos de descanso de cinco minutos
o diez minutos en el medio. De esa manera, comenzará y finalizará el estudio varias veces,
y le quedará poco material en el medio que le sea difícil de recordar.
Tal como expliqué al comienzo de esta sección, las sesiones maratónicas de estudio no son
eficaces. Estudiar durante cuatro horas seguidas no es tan productivo como estudiar media
hora en ocho sesiones.
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Cuando esté usando su explorador web para buscar información sobre un determinado tema,
sea lo más específico posible. Google, por ejemplo, busca todas las palabras que tipea en
el cuadro de búsqueda. Y el problema con esto para la mayoría de las personas es la gran
cantidad de resultados que obtienen de la búsqueda. Obviamente no desea pasar de página
en página buscando información. No busque resultados sobre la gestión del tiempo si lo
que verdaderamente desea es buscar consejos sobre cómo priorizar el tiempo.
Supongamos que está buscando información sobre las multitareas para un informe que
está escribiendo. Si escribe la palabra multitareas en el cuadro de búsqueda es probable
que obtenga más de 17 millones de resultados. Al menos ese era el número de resultados
que obtuve en junio de 2016. Varía todos los días. Para reducir la búsqueda, un buen
método es escribir la información exacta que está buscando entre comillas. Por ejemplo,
si estuviese escribiendo un informe sobre «el uso de celulares al conducir» solo verá los
artículos, informes, etc., que contengan exactamente esas palabras. Esto podría reducir la
búsqueda a aproximadamente 275.000 resultados. Podría reducir la búsqueda aún más al
solicitar solamente la información más reciente. Si escribe 2016 entre paréntesis luego de
la frase «el uso de celulares al conducir», la búsqueda se reduciría a 35.000 resultados. Si
su informe solo se tratase de conductores jóvenes, debería escribir «el uso de celulares en
adolescentes al conducir» (2016). Esto reduciría la búsqueda a menos de 150 resultados.
Asegúrese de incluir las comillas o, de lo contrario, solo obtendrá grandes cantidades de
información inútil sobre los hábitos de conducción.
Una fuente de consulta muy usada es Wikipedia: http://wikipedia.org/. Sin embargo, debe
revisar la información dos veces antes de usarla para sus informes. Wikipedia, por ejemplo,
es una de las fuentes más importantes de información, pero no está aprobada, evaluada ni
editada por expertos en los temas que allí se discuten. Cualquiera puede publicar y editar
información, ya sea que se trate de un neurólogo o de una persona de 10 años escolarizada.
Tal como menciona Daniel J Levitin en su libro The Organized Mind: Thinking straight in the
age of information overload, ninguna persona que esté en sus cabales elegiría a una persona
que abandonó la escuela como su neurocirujano. La información se debe verificar a partir
de fuentes confiables antes de utilizarla o difundirla luego. Lo mismo aplica para muchos
sitios web, blogs y publicaciones en redes sociales. Solo cite fuentes que sean confiables.
Por ejemplo, una tarea que se debe entregar esta semana podría percibirse en el cerebro como
algo más urgente que una tarea que debe entregarse este mes, una tarea que debe entregarse
este mes podría percibirse como algo más urgente que una tarea que debe entregarse el mes
siguiente y así sucesivamente, aun cuando el número real de días que faltan para la fecha de
entrega sea el mismo.
Dado que el cerebro parece dividir el tiempo en segmentos, podemos usar este hecho para
organizar el trabajo en asignaciones que se realicen lo más temprano posible para que las
fechas de entrega caigan en la misma semana, mes o año. Esto podría implicar dividir las
tareas o proyectos más largos en tareas más cortas con fechas de entrega más reducidas.
Pararse y comenzar a moverse, por otra parte, ayuda a estimular la mente y mantiene el
cerebro activo. También el cuerpo experimenta una sensación placentera cuando tiene la
oportunidad de cambiar de posición y estirarse de vez en cuando.
Incorpore los descansos para estirarse en sus sesiones de estudio. Levántese, muévase y tenga
en cuenta que cuanto más activo está más creativo y atento se vuelve.
Consiga copias de exámenes anteriores por parte del docente, de estudiantes de años
anteriores, de la biblioteca o de la librería del instituto. Puede que las mismas preguntas
no aparezcan en el examen, pero podrá ser capaz de ver las áreas frecuentemente evaluadas
y así obtendrá una idea del tipo de preguntas que habrá en el examen.
Si tiene dudas acerca de algo que tiene que ver con el contenido del curso o con los exámenes,
pregunte. Permita que el docente lo conozca. Pregunte si existen áreas realmente importantes
que debería estudiar, investigue el tipo de examen que se llevará a cabo y busque libros de
referencia adicionales que podrían ayudarlo. Trate de hacer esto al comienzo del año lectivo,
cuando los exámenes son, por lo general, la última cosa que los estudiantes están pensando.
No permita que el pánico de último minuto se apodere de usted.
Tome buenas notas a lo largo del año, compárelas con la estructura del curso para asegurarse
que ha abarcado todas las áreas. Cuando toma notas del libro de texto, escríbalas con sus
propias palabras; esto aumentará su nivel de comprensión y permitirá recordarlas luego.
No saltee las áreas que no comprende; permita que el docente u otros estudiantes lo ayuden.
A menudo, los estudiantes cometen el error de dedicar mucho tiempo a aquellas áreas en
las que se sienten más cómodos e ignoran otras áreas con la esperanza de que no aparezcan
en el examen.
Trate de dormir bien la noche anterior al examen. Salga a caminar o realice algún otro tipo
de ejercicio el día del examen. Esto ayuda a relajarlo, aumenta la circulación sanguínea
para que el oxígeno llegue mejor al cerebro y le permite pensar con mayor lucidez. Coma
liviano y no se llene de cosas antes del examen. Por último, camine hacia el aula con una
actitud positiva.
Las investigaciones demuestran que solo el nueve por ciento de lo estudiado antes del
mediodía puede recordarse ocho horas después. Sin embargo, el 56% puede recordarse luego
de dormir ocho horas. Hoy en día, se cree que la información se transfiere a la memoria
a largo plazo cuando duerme.
Por lo general, debe tratar de dormir entre siete y ocho horas cada noche; aunque parece
que las mujeres necesitan dormir más que los hombres. Un estudio reciente elaborado por
el Loughborough University Sleep Research Centre descubrió que las mujeres necesitan dormir
aproximadamente 20 minutos más que los hombres. La restauración del sueño ayuda al
aprendizaje tal como el libro «Sharpening the saw» de Stephen Covey ayuda a la productividad.
Es durante las horas de sueño que procesamos información nueva. Si no duerme la cantidad
suficiente de horas, es probable que no recuerde bien las cosas.
Un estudio demostró que las personas son más propensas a aprender una habilidad nueva
si reciben capacitación la noche anterior, a diferencia de si reciben capacitación durante
la mañana y son evaluados esa misma noche. Marie Pasinsky, una neuróloga de la Escuela
Médica Harvard y autora de Beautiful brain, beautiful you, sugiere que en realidad aprendemos
cuando dormimos.
No estoy sugiriendo que solo asista a clases durante la noche, a pesar de que una sesión
durante la noche y una revisión por la mañana puedan ser eficaces. Lo que quiero que
entienda es que la repetición es importante para el aprendizaje, dado que refuerza lo que se
ha enseñado, y siempre es mejor repasar un capítulo de un libro antes de continuar leyendo.
Entonces, si aplicamos esto al estudio, es bueno resumir el material antes de un descanso e
inmediatamente después del descanso para luego continuar con información nueva.
Antes de responder preguntas, léalas en voz alta (no tan alta para no molestar a otras personas)
y reformúlelas si parecen confusas. A veces el reformular las preguntas ayuda a clarificarlas.
Clark McKowen en su libro Get Your A out of College presenta el siguiente ejemplo:
Compré un coche por $400 y lo vendí en $500. Luego lo volví a comprar por $600 y
lo vendí en $700. ¿Cuánto gané en el negocio de coches usados? a) recuperé las pérdidas
b) gané $100 c) gané $200 d) gané $300.
Al reformular, McKowen demuestra cuán fácil es esto: Compré un Chevy por $400 y lo
vendí en $500. Luego compré un Ford por $600 y lo vendí en $700. ¿Cuánto gané en el
negocio de coches usados?
Responda las preguntas al comenzar por la más sencilla y luego respete el límite de tiempo
asignado. Si ve que tiene problemas con una pregunta y supera el tiempo asignado para
esa pregunta, déjela y siga con la siguiente. Puede volver a esa pregunta si ya contestó otras
en menos tiempo que el asignado para cada una de ellas. El principio de Pareto o la regla
del 80–20 aplica también para los exámenes. Las personas tienden a invertir el 80% de su
tiempo en preguntas que solo obtienen el 20% de la calificación. No pase mucho tiempo con
esas preguntas conocidas cuyo tema sabe muy bien. Solo escriba lo suficiente para alcanzar
el puntaje de esas preguntas, no escriba un ensayo cuando no es necesario.
Sea prolijo. La escritura legible no daña a nadie y puede influir en la nota final. No entre
en pánico ni se bloquee mentalmente si se encuentra con una pregunta difícil. Mantenga la
calma. Los experimentos demuestran que las emociones como la ansiedad y la frustración,
y sentirse inseguro, disminuyen la capacidad para recordar. Pretenda que está en el mismo
entorno en que se llevó a cabo el proceso de aprendizaje.
Si tiene problemas para recordar el material, piense en el momento en que memorizó este
contenido. ¿Dónde estaba? Describa el entorno de ese momento. ¿Cómo estaba vestido? ¿Qué
momento del día o de la noche era? Puede llegar a sorprenderse de cómo la información
insignificante puede ayudar a activar el recuerdo que está buscando. Ese es el poder asociativo
del cerebro en acción.
Cuando haya utilizado todo el tiempo asignado para responder las preguntas, dedíquese a
leer las preguntas y las respuestas, hacer correcciones donde fuese necesario e incorporar más
información si hace falta. Nunca deje una pregunta sin responder. Si dejó un espacio en
blanco, puede completarlo en esta etapa, incluso si siente que la respuesta no es muy acertada.
Un artículo de una edición vieja del Toronto Star indicó que la ansiedad en los exámenes
se debe al miedo a ser evaluados. Este artículo describía un estudio llevado a cabo por el
Dr. Monroe Bruch, profesor adjunto de la asignatura Terapia en la Universidad Estatal de
Nueva York en Albany. A las personas que se les pidió llevar a cabo una tarea específica, pero
a las que se les aseguró que no iban a ser evaluadas de ninguna manera, realizaron dicha
tarea sin ninguna tensión perceptible. Pero al grupo que se le proporcionó la misma tarea
y le dijeron que iba a haber un puntaje, evidenciaron signos de ansiedad. Evidentemente,
si se sabe que se aplicará un puntaje al desempeño, se producirá una preocupación por la
manera en que se realiza la tarea. Necesitamos de la aprobación de los demás.
A pesar de que un bajo nivel de estrés es bueno y ayuda a desempeñarse de mejor manera,
mucho estrés puede ser perjudicial. Un conocimiento preciso del material a través de técnicas
de estudio eficaces, un buen descanso la noche antes del examen y una actitud positiva
durante el examen pueden ayudar a evitar que el nivel bajo de estrés se convierta en una
situación de pánico incontrolable.
Realizar un examen es una habilidad como cualquier otra, por lo que debe usarla con calma.
Probablemente existe poca relación entre los resultados de los exámenes y el dominio del
tema. Una calificación alta es más una medición de su capacidad para realizar exámenes
que una medición del éxito futuro que obtendrá al aplicar la información aprendida en el
curso. Por lo tanto, trabaje en su habilidad para realizar exámenes y no sienta que ha echado
a perder todo el semestre por haber recibido una calificación baja.
No permita que el hecho de que otros terminen antes que usted lo distraiga. Intente obtener
el mayor puntaje que pueda de cada pregunta. Y evite mirar a los demás o, de lo contrario,
la manera rápida en la que escriben puede hacer que se sienta incómodo. Las respuestas
rápidas no siempre son las mejores; piense antes de escribir y no sienta miedo de cambiar
sus respuestas luego.
No discuta las respuestas con otros estudiantes cuando esté saliendo del examen. ¿Quién
necesita esa ansiedad adicional? Pero, cuando le devuelvan el examen, analice lo que sucedió.
Determine cómo puede mejorar su habilidad para realizar exámenes. Revise las respuestas con
el docente. Tal vez no se trate de todo lo que escribió, sino de cómo lo expresó. Cualquier
cosa que descubra ahora puede ayudar a que le vaya mejor en su próximo examen.
A continuación, le presento una serie de términos usados con frecuencia en los exámenes.
Asegúrese de que entienda la diferencia entre comparar y contrastar, describir y definir, etc.
Podría ser una diferencia en cómo redacta su respuesta…y en la calificación final.
Contrastar: establecer una oposición para destacar las diferencias que existen entre
determinadas cosas.
Criticar: dar una opinión sobre el fundamento de las teorías u opiniones o sobre la verdad
de los hechos, y respaldar su opinión mediante evidencia.
Definir: establecer el significado preciso de una palabra o frase. Demuestre que las distinciones
establecidas en la definición son necesarias.
Evaluar: dar una valoración sobre la importancia de algo, a la luz de su verdad o utilidad;
puede incluir de forma breve su opinión personal.
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Ilustrar: utilizar alguna ilustración o diagrama para explicar o clarificar, o explicar algo
mediante ejemplos concretos.
Interpretar: explicar el significado de algo; ser claro y explícito; también puede implicar dar
su propia opinión sobre algo.
Relacionar: demostrar cómo las cosas se conectan entre sí y hasta qué punto son parecidas
o hasta qué punto ejercen influencia unas con las otras.
Resumir: proporcionar una explicación concisa de los puntos principales o de la idea principal
de una cuestión; omitir detalles y ejemplos.
Junto con sus libros de texto, notas y materiales de clases, un calendario de planificación
es su herramienta educativa más importante. Elija un organizador semanal que divida los
días en períodos de tiempo desde la mañana hasta la noche. Si no puede encontrar algún
planificador que se adapte a sus necesidades, diseñe el suyo propio, imprímalo y coloque
cada semana en una carpeta con anillos. El que diseñé se encuentra al final de esta sección
e incluye las noches y los fines de semana para facilitar la delimitación de las actividades
correspondientes al estudio y otras actividades personales. Puede leer más información en
taylorintime.com.
El organizador puede utilizarse no solo para actividades académicas, sino también para
actividades laborales y personales. No tenga más de un organizador y no conserve listas
aparte de cosas por hacer. Si alguien le pide algo, escríbalo en la sección «cosas por hacer»
de su organizador para no olvidarse de esta tarea. Y recuerde, una lista de cosas por hacer
no provee el compromiso suficiente para hacerlas. Las personas tienden a posponer cosas
en una lista, pero la mayoría tiende a cumplir con las citas. Por lo tanto, planifique esas
cosas «que debe hacer» en su organizador en un horario específico como si fuese una cita.
Por ejemplo, una tarea de clases nunca puede estar en la lista de «cosas por hacer». Delimite
el tiempo necesario en su organizador, por ejemplo, entre las 8 p.m. y las 9 p.m., y piense
en esta tarea como si fuese una cita con su médico, su abogado o un cliente. Deje un poco
de tiempo extra para esas interrupciones inevitables que seguro ocurrirán. Si planifica varias
de estas «citas» durante la semana, podrá cumplir con esas tareas importantes y aumentar
su nivel de eficacia.
La mayoría de las personas usan estos calendarios de planificación para anotar citas y
reuniones (todo evento que implique estar con personas), pero fracasan a la hora de organizar
sus horarios para realizar tareas. Como consecuencia, esas tareas importantes (que están en
la lista de «cosas por hacer») nunca parecen realizarse. Las listas de «cosas por hacer» son
buenas para hacer compras, pero si quiere tener éxito en la vida, planificar compromisos es
fundamental. Asegúrese de establecer fechas límite para sus tareas. Trabajará de forma más
eficaz si establece fechas límite. Las fechas límite viables no generan estrés. Lo que genera
estrés es no tener fechas límite, ya que tiende a postergar todo a último minuto, y es ahí
cuando el pánico aparece. La planificación permite delimitar el tiempo en su organizador
para que pueda trabajar en sus tareas tan pronto como las reciba. Tendrá que estimar el
total de tiempo requerido y añadir un 50% más de tiempo por si ocurren interrupciones
imprevistas o algún tipo de crisis.
Supongamos que su horario de trabajo es de las 9 a.m. hasta las 5 p.m. y se ha anotado
para cursar en la universidad los días martes de 7 p.m. a 9:30 p.m. Se supone que revisó su
organizador y se aseguró de que no tiene ningún compromiso los martes a la noche, como
llevar a sus hijos a hacer deporte o salir con su esposa al teatro. La primera cosa que tiene que
hacer es delimitar los martes a la noche de 7 p.m. a 9:30 p.m. en su organizador, incluido
el día del examen. Una vez que haya programado ese tiempo, nada podrá interferir con eso
a menos que ocurra una cuestión familiar urgente o una crisis similar. Se ha comprometido
a asistir a cada clase.
Dado que el momento para estudiar, para hacer tareas, para investigar y para realizar
otras exigencias relacionadas con sus estudios es, por lo general, más flexible, deje todas
esas actividades a un lado hasta que haya programado tiempo para aquellas prioridades
personales como salir de vacaciones, ir a misa o realizar otras actividades familiares. No se
olvide de incluir una noche libre para no hacer absolutamente nada o hacer alguna que
otra actividad espontánea.
Luego, planifique esas actividades académicas. Por último, no se olvide de incluir espacios
en blanco en su organizador, ya que es importante que no delimite cada hora de cada día.
Necesitará tiempo adicional para organizar actividades en su lista de «cosas por hacer» y
tiempo para actividades planificadas que se postergan debido a un acontecimiento importante
o asunto urgente que puedan ocurrir.
De hecho, existe la Ley de la alternativa excluida que afirma que hacer algo significa no hacer
otra cosa. Algunas personas afirman que no pueden decir que no, pero están diciendo que
no cada vez que dicen sí. Están diciendo no a otras cosas que podrían hacer en vez de eso,
como pasar el tiempo con sus familias o estudiar para un examen.
La gestión del tiempo para los estudiantes no es diferente a la gestión del tiempo para
otras personas; lo único distinto es que implica otro tipo de proyectos, tareas y actividades.
La eficiencia todavía significa hacer algo de la mejor manera posible y la eficacia todavía
significa hacer lo mejor posible. Organizar el área de trabajo es bueno tanto para las personas
involucradas con los negocios como para los estudiantes. También es bueno planificar el tiempo
para realizar tareas, establecer fechas límite para las actividades, anotar cosas, concentrarse,
aprovechar el tiempo de viaje, priorizar trabajo, evitar posponer tareas, perfeccionarse, etc.
Tomé conciencia de esto muchos años atrás cuando una madre le pidió a su hijo de 12
años si podía acompañarla a uno de mis talleres de «gestión del tiempo para gerentes».
Ella me explicó que su hijo estaba teniendo problemas en la escuela y pensó que podía
ser buena idea realizar un curso sobre gestión del tiempo. Le expliqué que el curso estaba
dirigido a ejecutivos, pero ella insistió. Al final terminé aceptando, le expliqué al grupo que
un estudiante formaría parte de las clases y desarrollé el taller dedicado a los gerentes con
normalidad. Luego de cuatro semanas, recibí un llamado de la madre que me agradecía
profundamente por el taller, dado que había hablado con la docente de su hijo y que esta
había notado un cambio en su hijo. Ahora era un chico organizado, entregaba las tareas a
tiempo, y sus calificaciones habían mejorado.
Esto explica por qué las fechas de entrega nos hacen trabajar de forma más eficaz. Por
ejemplo, si tiene toda la mañana para terminar una tarea, por lo general, le tomará toda
la mañana. Pero si dedica solo dos horas a la tarea, es probable que termine la tarea en
ese plazo. Todas las tareas, proyectos y asignaciones deberían tener fechas límite viables.
La fecha límite se transforma en un objetivo que hay que cumplir. Si la fecha límite no es
viable, se verá envuelto en una situación de estrés innecesaria; por lo tanto, siempre asigne
más tiempo del que piensa que necesita.
Si fuese a escribir una tesis, un informe, un ensayo o incluso un libro, tendría que trabajar
en ellos en períodos de tiempo separados. Entonces, apenas le asignen la tarea, deberá
anotar la fecha de entrega en su organizador. Luego, deberá trabajar a partir de esa fecha.
Deberá estimar cuánto tiempo le tomará la tarea, ver cuánto tiempo dispone y calcular el
tiempo que tendrá que invertir, por ejemplo, 14 horas, para poder terminar la tarea. Si
tiene 14 semanas para completarla, solo tendrá que trabajar en esa tarea durante una hora
cada semana. Si solo tiene 7 semanas, tendrá que trabajar en la tarea durante dos horas por
semana, y así sucesivamente. Esos horarios se tendrán que anotar en el organizador para que
pueda saber que durante esos momentos no tendrá disponibilidad para hacer otra cosa. Lo
que está haciendo es asignar su tiempo.
El problema con las listas de «cosas por hacer» es que son unidimensionales: nos indican lo
que tenemos que hacer, pero no nos dicen cuánto tiempo llevará hacer esas cosas o cuándo
podremos hacerlas. Por lo tanto, use las listas de «cosas por hacer» para aquellas tareas
que no son tan importantes, pero planifique las tareas importantes en su organizador para
poder realizarlas.
Los elementos importantes de un grupo determinado, por lo general, constituyen una porción
relativamente pequeña del total de elementos en el grupo.
Luego, se agregaron a dicho principio las cifras del 20% y el 80%. Alrededor del 80% de
los resultados se logran a partir del 20% de las cosas que hace. El 80% del valor se obtiene
al realizar el 80% de las cosas de su lista de «cosas por hacer». El 80% de su calificación
puede provenir del 20% de sus tareas realizadas. O el 80% de la calificación de su examen
pueden provenir del 20% de las preguntas respondidas.
Lo asombroso de este principio es que parece aplicarse a la mayoría de las cosas. El 80%
de las interrupciones las generan el 20% de sus amigos. 20% de las personas que lo llaman
consumen el 80% de la batería de su teléfono celular. El 80% de la información relevante
en una clase puede darse en el 20% de la clase. Y así sucesivamente. Las cifras 80% y 20%
puede que no sean precisa, pero el principio, sin dudas, se aplica perfectamente en la práctica.
El punto aquí es concentrarse en las prioridades: ese 20% que le dará el mayor beneficio.
Pero recuerde, no debe dejarlo de lado. Esas son las cosas que planifica en su organizador.
El 80% podría incluirse en su lista de «cosas por hacer» para que las realice cuando tenga
tiempo. Si no se pueden realizar, no pasa nada. De manera similar, en el momento de hacer
un examen, sepa que cada pregunta es valiosa en cuanto al puntaje proporcionado y, por
ende, debe asignar su tiempo como corresponde.
Este es el motivo por el que, rara vez, conviene retrasar la toma de decisiones hasta que
considera todos los detalles o invertir una cantidad inapropiada de tiempo en una determinada
tarea. El valor adicional que recibe al hacer un trabajo casi perfecto rara vez justifica el
costo del tiempo adicional invertido. Esto se relaciona con la Ley de Parkinson en que, sin
importar lo que haga, siempre debe asegurarse de que la cantidad de tiempo invertida en
una determinada tarea sea proporcional a la importancia de dicha tarea. En otras palabras,
no sea perfeccionista.
Por ejemplo, si tiene 10 preguntas en un examen, cada pregunta vale 10 puntos y solo
tiene una hora para realizar el examen, es lógico que debería dedicar aproximadamente seis
minutos a cada pregunta. Pero si alguien realmente sabe mucho acerca de una pregunta,
la tendencia es escribir todo lo que sabe, incluso si toma quince minutos o más escribir
la respuesta. Pero, posiblemente, lo máximo que puede obtener de esa pregunta son 10
puntos, independientemente de cuánto tiempo dedicó a esa pregunta o cuán perfecta fue la
respuesta. Como resultado, esa persona no tendrá el tiempo suficiente para hacer un buen
trabajo en las siguientes preguntas que quedan y el resultado final será bajo.
Según Jeff Olson, autor del libro The Agile Manager’s Guide to Getting Organized, a menudo
toma más del 50% del esfuerzo total en perfeccionar el último 10% de la calidad o de
cualquier cosa que el perfeccionista desea de una situación. Siempre podrá escribir un mejor
informe o responder mejor una pregunta de un examen; pero la cantidad de beneficio
adicional, o esa mejor calidad o calificación, no es para nada proporcional a la cantidad de
tiempo adicional que deberá invertir.
Un concepto psicológico que sugiere que un organismo evita el dolor y busca la satisfacción
inmediata.
Esto significa, en otras palabras, que tendemos a evitar situaciones desagradables y nos vemos
atraídos por las situaciones placenteras. Eso tiene sentido. Es por este motivo que tendemos
a posponer las tareas desagradables o abrumadoras y nos enfocamos en esas tareas breves
y placenteras, a pesar de que sean menos importantes. Cuando posponemos, a menudo,
postergamos lo que más deseamos para poder recibir lo que queremos en el momento.
El principio de placer indica que es natural evitar las situaciones no muy agradables, como
trabajar en un ensayo o en un proyecto de investigación. Entonces, decidimos mirar televisión
o ir a un concierto o simplemente pasar el tiempo con amigos. Desafortunadamente, al
hacer eso, sacrificamos los beneficios a largo plazo por esas recompensas a corto plazo que
no son tan importantes.
Por lo tanto, primero que nada, no debe ser tan duro con usted mismo si tiende a postergar
actividades, porque, en cierto punto, está haciendo algo que es normal por naturaleza. Pero
solo porque es normal no significa que sea eficaz. Existen muchas maneras de construir una
resistencia a postergar cosas, como dividir trabajos largos en tareas más cortas, aprovechar
el momento de mayor energía en tareas desagradables y desarrollar un hábito de hacer las
cosas en el momento.
Tendemos a posponer trabajos que no son placenteros. Si tenemos que rechazar una petición,
cancelar un pedido o trabajar en ese informe estadístico aburrido, tendemos a retrasar
ese momento. No se diga a sí mismo: «Es desagradable, lo dejaré para más tarde». Mejor
diga: «Es desagradable, así que lo haré ahora así me lo saco de encima rápido». Su nivel de
eficacia aumentará dado que esa tarea desagradable no está pendiente en su cabeza. Esto se
denomina satisfacción tardía: programar las actividades poco placenteras primero para que
pueda disfrutar más de las actividades placenteras.
Por lo general, las tareas más importantes son las que abarcan un período de tiempo más
amplio. Por ende, son tareas que tienden a postergarse. Para poder garantizar que estas
tareas se cumplan, debemos dividir el trabajo en tareas más cortas, tal como se mencionó
anteriormente, tratando de crear fechas límite parciales que se puedan visualizar y así
lograremos sentirnos más motivados por completar cada asignación. Por ejemplo, si debe
escribir un informe de 20 páginas, escribiremos dos páginas por día durante 10 días. El
objetivo alcanzable y más aceptable de dos páginas por día remplaza el objetivo abrumador
de escribir 20.
Los que tienden a levantarse temprano obtienen una ventaja inicial en la vida. Tienen la
posibilidad de lograr más cosas durante ese momento relativamente más tranquilo que si
arrancaran a mitad de la hora pico. Si pierde tiempo en las mañanas y da vueltas en la
cama para lograr descansar 10 minutos más, trate de cambiar sus hábitos. Pero si se levanta
más temprano, asegúrese de irse a la cama más temprano para garantizar un descanso de
siete horas como mínimo por noche. Si duerme menos de seis horas, padecerá privación
del sueño, que dificulta la capacidad para pensar y aprender.
Si tiene más energía durante las mañanas, reserve algo de tiempo antes de ir de trabajar para
realizar las tareas prioritarias, ya sea que se trate de la presentación de una clase, escribir,
estudiar o leer. Nunca deje las tareas importantes para más tarde simplemente porque
siente que después tendrá más tiempo para hacerlas. El tiempo siempre parece desaparecer
más rápido a medida que avanza el día. Es mejor empezar un trabajo y no terminarlo
ese día que nunca haberlo empezado. La mayoría de las personas concuerdan en que el
ejercicio es más importante que hacer la cama, pero todos sabemos qué actividad obtiene
un tratamiento prioritario.
Trate de desarrollar un poco de energía durante la mañana temprano y podrá ser capaz de
atravesar el día con menor dificultad. La física nos demuestra que un objeto en movimiento
tiende a mantenerse en movimiento y un objeto que está quieto tiende a quedarse quieto.
La misma ley se aplica al esfuerzo humano. Intente eliminar la inercia diaria con un arrebato
de energía a la mañana. Una vez que se ponga en movimiento, podrá trabajar duro para
terminar esas tareas diarias y lograr sus objetivos diarios.
Dedicar media hora de estudio después del desayuno no significa tragar su comida rápido o
comer su cereal con una mano mientras utiliza la otra para escribir un informe. Levántese
lo suficientemente temprano para que pueda disfrutar de su desayuno sin apurarse.
¿Tiene poco tiempo para leer? Puede escuchar todos esos libros que nunca ha tenido
tiempo de leer. Descárguelos en su teléfono celular y escúchelos mientras sale a caminar
durante las mañanas o mientras hace esas tareas domésticas mecánicas. También existen
esos libros pequeños que son como libros electrónicos breves de entre 30 y 50 páginas que
se pueden leer en una hora o dos. Contemple las miles de opciones que ofrece bookboon.
com. También existe una amplia selección de libros electrónicos de no ficción en amazon.
com que puede descargar en su e-Reader o iPad y leerlos en distintos momentos mientras
viaja en el transporte público hacia el trabajo o el instituto. Estos dispositivos se pueden
usar en casa mientras se viste, prepara el desayuno o trabaja en el jardín. ¡Verdaderamente
ayudan a ahorrar tiempo!
No intente leer sus notas, mirar las tarjetas didácticas o realizar tareas complicadas a nivel
mental mientras conduce. Mantenga sus ojos sobre la carretera. El uso de reproductores de
CD o MP3 no requiere más concentración que el uso de la radio del carro para escuchar
las noticias o el pronóstico del tiempo. Pero, incluso así, pueden distraerlo cuando conduce;
y el volumen bajo no ayuda a recordar el material luego.
Si toma el subte, el autobús o el tren, piense en esos momentos de viaje como una gran
oportunidad para leer, repasar, escribir y memorizar; si las condiciones lo permiten. Siempre
lleve el material del curso con usted para aprovechar esos momentos aburridos cuando
espera el autobús, hace fila, espera que lo atienda su médico o incluso cuando camina de
un edificio a otro. Puede anotar ideas, hechos y fórmulas importantes en tarjetas. Puede
guardarlas en su bolsillo o bolso para usarlas cuando desee. Pero si se nota estresado, no
dude en utilizar el tiempo muerto para relajarse.
8 APROVECHE AL MÁXIMO
SU MEMORIA
8.1 TRANSFIERA LA INFORMACIÓN A LA MEMORIA A LARGO PLAZO
Todo lo que aprende y que puede utilizar luego depende de su capacidad para recordar; por
lo tanto, es importante que comprenda cómo funciona la memoria. De lo contrario, podrá
pasar infinidad de horas estudiado y, aun así, solo podrá recordar muy pocas cosas cuando
llegue la hora de hacer el examen o de poner el material en práctica.
Podríamos afirmar que tenemos un sistema de memoria a corto plazo y un sistema de memoria
a largo plazo. Suponiendo que prestamos atención a la información de forma adecuada,
esta se enviará inmediatamente a la memoria a corto plazo. Por lo tanto, no tendremos
inconvenientes en repetir la información inmediatamente después de escucharla o leerla.
Pero, a menos que hagamos un esfuerzo consciente por memorizar dicha información (es
decir, transferirla a nuestra memoria a largo plazo), esta pronto se olvidará. Cuando esto
sucede, tenemos que buscar la información otra vez.
Una vez que la información se transfiere a la memoria a largo plazo, puede que todavía
sigamos teniendo problemas para recordar esa información luego. La dimensión del problema
depende de cómo memorizamos la información y de cuánto esfuerzo hacemos por recordar
esa información contenida en nuestra memoria.
En primer lugar, no puede recordar algo que nunca ha escuchado en su vida. Sencillamente,
nunca se ha transferido a su memoria a corto plazo. Cuando asista a clases, preste atención.
Escuche con atención. Pídale al docente que repita las cosas si no pudo escucharlas con
claridad. Anote la información y repásela tan pronto como sea posible.
Por lo tanto, si desea recordar el nombre de una persona que conoció la semana pasada,
concéntrese en todo lo que ha aprendido sobre ella: lo que sucedió cuando la conoció, su
apariencia y personalidad, los sucesos que lo conectan con ella, etc. Finalmente, alguno de
estos sucesos o características estimularán el recuerdo de su nombre en la memoria a largo
plazo. Recordar datos de la memoria permanente implica un proceso de asociación por el
cual un recuerdo evoca otro. Esto resulta evidente cuando escucha una canción conocida
que le trae recuerdos de sucesos que están asociados con ella o cuando pasa por algún lugar
importante que le recuerda algo que sucedió allí en el pasado. Dos cosas que se hayan
experimentado al mismo tiempo se asociarán juntas en la mente.
La mayoría de las cosas que recordó en el pasado estaban asociadas de manera subconsciente
con algo más que ya sabía o recordaba. Por lo tanto, aprenda a asociar de manera consciente
cosas que desea recordar con cosas que ya sabe.
Piense en sus días como estudiante. ¿Cuáles eran aquellas pistas que el profesor proporcionaba
para ayudarlo a recordar información? Algunas de las ayudas memoria o «trucos» probablemente
todavía permanecen con usted. Por ejemplo, ¿sabe cuáles son los nombres de los Grandes
Lagos que se encuentran en la frontera entre Canadá y Estados Unidos? Fácil, se encuentran
en la palabra inglesa HOMES: Hurón, Ontario, Míchigan, Erie y Superior. Una pista muy
poco sólida sería la de la letra «H», ya que podría representar miles de nombres que empiecen
con esa letra. Pero una vez que hayamos aprendido que el nombre del lago es Hurón, todo
lo que necesitaremos es la letra «H» para recordar esa palabra. Y para poder buscar esto en
la memoria a largo plazo, asociamos la letra «H» con todo el nombre Hurón.
¿Qué otras pistas ha aprendido? ¿Qué tal la expresión «primavera adelante, otoño atrás» para
cambiar el reloj debido al comienzo o a la finalización del horario de verano? O la pequeña
rima «Treinta días trae noviembre, con abril junio y septiembre…» o «Dos Ratas Muy Feas
Se Lastimaron Solas» para recordar el orden de las notas musicales.
Si asoció pistas como estas para recordar información hace 10 o 20 años, existen posibilidades
de que todavía sea capaz de recordar esa información hoy en día. El cerebro es un órgano
impresionante. Recuerda cada cosa que conscientemente se almacenó allí. Y todo lo que
usted necesita hacer es encontrar la manera de extraer esos recuerdos.
Tal vez desee usar el método de los acrónimos para memorizar información y recordarla
con mayor facilidad. Los acrónimos son palabras que se forman a partir de la letra inicial
de las palabras. Por ejemplo, si desea memorizar las características de los objetivos eficaces
a continuación:
alcanzable
determinado en función de los resultados
específico
medible
situado en un marco temporal
podrá mezclarlos un poco hasta formar una palabra con la primer letra de cada característica.
Puede llegar a establecer el siguiente orden:
Si toma la primera letra de cada palabra podrá formar la palabra DEMÁS. Es fácil pensar
en la frase «DEMÁS objetivos». A partir de eso, su memoria natural le proporcionará las
palabras que representan cada una de las letras. Luego, podrá ampliar el concepto de cada
una, suponiendo que entendió el significado de cada una de ellas cuando se discutió la fijación
de objetivos en clase.
A continuación, se presenta otro ejemplo: AIR. Este acrónimo representa Atención, Interés
y Repetición. Es así como la información se transfiere a la memoria a largo plazo. Esté
atento al recibir información. Esté interesado por recordarla. Repítala en su mente. Incluso
puede anotarla en el momento, si es posible, Recuerde observar y escuchar. Esto permitirá
que los hechos se transfieran al sistema de almacenamiento a largo plazo de su cerebro. Y
la técnica de asociación lo ayudará a recordarlos con facilidad.
Por ejemplo, supongamos que desea memorizar las palabras de la lista n.° 2 de la sección
8.1: perro, caballo, casa, calle, niño, abrigo, colina y lago. Simplemente invente una breve
historia con las nueve palabras en el orden en que aparecen en la lista. (Si no desea colocar
las palabras en orden, puede mezclarlas para que la historia sea más fácil de recordar). A
medida que va creando la historia, es importante que vaya visualizándola en su mente.
Cuanta más acción, color, sonidos, olores, etc., tenga su historia, más fácil será para usted
visualizarla y recordarla. Lo que en realidad está haciendo es unir las palabras entre sí para
que una le permita recordar la otra. A continuación, podrá leer una historia como ejemplo.
Visualice la historia en su mente mientras la lee e incorpore sus propios detalles. Cuando
esté inventando su propia historia, puede imaginarse a usted mismo en la historia y utilizar
lugares o personas conocidas. Los elementos que tiene que recordar aparecerán en negrita.
Cuando haya leído la historia varias veces, hágalo de memoria, tratando de anotar cada
elemento a medida que aparecen en la historia. Cuéntelos para asegurarse de que no se ha
olvidado de ninguno.
La historia empieza con un perro que está corriendo en el patio trasero de una granja. El perro
comienza a perseguir un caballo y el caballo se dirige rápido hacia la casa, atraviesa la puerta
trasera, luego la delantera y se va hasta la calle. A medida que va corriendo por la calle, un
niño se sube a su lomo y comienza a cabalgar por el resto del camino Se quita su abrigo
y lo arroja sobre la cabeza del caballo. El caballo no puede ver, por lo que se estrella contra
un árbol, rueda por una colina y termina en un lago.
A medida que va visualizando la historia, asegúrese de agregar detalles, como el color del
caballo, los rasgos del niño, etc. Trate que la historia sea lo más colorida y dramática posible
para no olvidarla. Repásela unas varias veces en su mente, anote los elementos a medida
que van apareciendo en la historia y luego verifíquelos con la lista. No se preocupe si se
olvida de uno o dos elementos al principio. Se ha comprobado que si dice una respuesta
incorrecta pero luego la corrige, se puede grabar de manera más permanente en su memoria.
Cuando inventa la historia con los mismos elementos, descubrirá que incluso es más fácil
de recordarla. No olvidará una historia que usted mismo inventó.
Puede usar esta técnica para recordar más listas de elementos, lugares o personas. Puede
recordar hechos, conceptos, teorías o incluso descripciones de varias estrategias. Todo lo que
necesita es seleccionar las palabras clave que representen hechos o cualquier tipo de dato
que quiera memorizar, y unirlas para que formen una historia.
Para obtener más información sobre la memoria y las maneras de memorizar información
para poder recordarla luego, como nombres, rostros, números y datos estadísticos, consulte
mi libro electrónico Estimule su memoria y agilice su mente publicado por Bookboon.com.
Existe un vínculo directo entre el estrés y una capacidad poco desarrollada para resolver
problemas. Experimentos realizados en la Universidad Estatal de Ohio indican que incluso
algo insignificante, como mirar durante 20 minutos una película de acción o de suspenso
antes de estudiar puede bloquear gravemente la capacidad para aprender y resolver problemas.
Vivimos en un mundo estresante, y tratar de equilibrar el trabajo con la familia y los estudios
tiende a añadir incluso más presión. A pesar de que muchas veces no podemos hacer mucho
por controlar nuestro entorno, lo que sí podemos hacer es controlar nuestra reacción ante
situaciones estresantes. Y ahí yace el secreto para controlar el estrés.
El estrés se describe mejor como una respuesta de «lucha o huida», es decir, una respuesta
involuntaria de nuestro organismo que aumenta la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca,
la respiración, el flujo sanguíneo hacia los músculos y el metabolismo, lo que nos prepara
para afrontar un determinado conflicto o huir de algún peligro. El cuerpo está preparado
para realizar un movimiento físico determinado, pero ese movimiento nunca se produce,
dado que la mayoría de las situaciones de hoy, particularmente en contextos laborales o
escolares, exigen un ajuste del comportamiento, no un movimiento físico.
Rara vez puede controlar lo que otras personas dicen o hacen, pero sí puede controlar su
mente y cómo reaccionar a lo que otras personas dicen y hacen. No es un proceso fácil.
El primer paso es admitir que usted está molesto consigo mismo. Háblele a su mente para
relajarse. Dígale «Cálmate, estás comenzando a molestarte otra vez». Molestarse, es decir,
sufrir estrés, no ayudará a resolver su problema.
Hans Selye, endocrinólogo, investigador y autor de varios libros sobre el estrés, una vez
nos aconsejó que hablásemos con nosotros mismos para reducir el nivel de estrés. Con el
tiempo, se dará cuenta que esto verdaderamente funciona. Sin embargo, esto requiere un
compromiso de su parte para poder tomar el control de su vida y no dejar que otros la
controlen. A pesar de que el enemigo parece ser una persona, una fecha de entrega poco
viable o una gran carga de trabajo, en realidad, el verdadero enemigo es usted. Debe ser
capaz de reconocer los síntomas del estrés, identificar aquello que lo hace estresar, eliminarlo
cuando sea posible y modificar su reacción ante el ello.
Las señales de peligro físico incluyen sensación de frío, manos sudorosas, latidos fuertes del
corazón, músculos tensos, manos temblorosas, incapacidad para quedarse quieto, malestar
en el estómago o disminución del apetito.
Las señales de peligro emocional incluyen problemas a la hora de tomar decisiones, problemas
para concentrarse, estallidos de rabia, constantes distracciones, peleas con amigos o familiares,
beber alcohol o tomar drogas, largos períodos de depresión, sentimiento de fracaso, abandonar
personas o actividades, entre otros.
Distintas personas lidian con el estrés de distintas maneras. Entre los métodos más populares
para disminuir el estrés se encuentran la relajación, la conversación y el ejercicio. Escuchar
música relajante, tomar un baño de agua caliente o leer un libro podría funcionar también
para algunas personas. Otras prefieren hablar sobre sus problemas con amigos (seleccione
personas que saben escuchar, no que saben hablar, si esta es su opción). Aún así, otras
hacen ejercicio, ya que disminuye la tensión y aumenta la circulación y el tono muscular.
Establezca metas realistas. Acepte que no puede hacer todo. No se inscriba a dos cursos
y a seis seminarios si solo tiene tiempo para hacer uno solo. Y siempre encuentre alguna
manera de librarse del estrés emocional y mental. Anótese en un programa de ejercitación
continua. Busque otros intereses además del trabajo. Construya el hábito de hablar sobre
sus problemas con un amigo cercano.
Pero, sobre todo, recuerde que lo que es como persona es más importante que lo que
hace. Es probable que trabaje más duro y más rápido bajo la presión de fechas de entrega
poco realistas, pero es muy poco probable que trabaje mejor. La excelencia no proviene de
personas cansadas y tensas. La mediocridad sí. Odiaría que su avión fuese piloteado por una
persona que ha estado volando ininterrumpidamente durante doce horas. Y es probable que
no se sienta muy cómodo en un taxi si el taxista ha estado conduciendo toda la noche. De
hecho, los trabajadores cansados producen accidentes. Por este mismo motivo, la mayoría
de los accidentes en esquís se producen durante la «última carrera». No crea que trabajar
ininterrumpidamente sin un descanso ayuda a alcanzar el éxito. Solo ayudaría a tener los
ojos cansados. Trabaje de manera más inteligente, no más duro. Concéntrese en sus objetivos
profesionales que establece para su vida. Todos los días haga algo para acercarse más a ellos.
Pero reconozca que tendrá que ignorar algunas de esas actividades poco importantes que
generan resultados mínimos. No puede hacer todo y mantener su vida en equilibrio a la vez.
A partir de esto, elaboró una técnica de meditación simple y no religiosa para obtener
una «respuesta de relajación». Benson sugirió estrictamente que las empresas ofrezcan a
sus empleados un cambio positivo que consistiera en una alternativa para el momento del
descanso: en vez de un descanso para el café podrían tomar un descanso para meditar.
En resumen, aquí se presentan las instrucciones para obtener una «respuesta de relajación»:
3. Relaje profundamente todos los músculos. Comience por sus pies, luego por las
pantorrillas, muslos, abdomen, pecho, hombros, cuello y, por último, el rostro.
Asegúrese de que estén bien relajados.
4. Respire por su nariz. Sea consciente de su respiración. A medida que exhala, diga
la palabra «uno» en su mente. Luego inhale, vuelva a exhalar y vuelva a decir la
palabra «uno»…
5. Siga haciendo esto durante veinte minutos. Puede abrir sus ojos para mirar el reloj,
pero no programe una alarma. Cuando termine, quédese sentado durante algunos
minutos; primero con los ojos cerrados y, luego, con los ojos abiertos
Una de las maneras más comunes de liberar estrés es mediante el ejercicio. El Dr. Perry W.
Buffington, en un artículo de una edición vieja de la revista SKY, sostiene que el ejercicio
no solo mejora el cuerpo a nivel físico, sino que también aumenta la energía emocional y
psicológica. Habló sobre un informe que comparaba a las personas que realizaban una actividad
física rutinaria con las personas que participaban en una actividad sedentaria como parte de su
pasatiempo. Los que hacían ejercicio de manera rutinaria tenían más energía, menos cansancio,
estaban menos preocupados y experimentaban bajos niveles de depresión y enojo.
El ejercicio libera la mente de los problemas laborales, crea una actitud mental positiva y
mejora la condición física. Desafortunadamente, lo más fácil es decidir ejercitarse; lo más
difícil es hacerlo y ser constante. A continuación, aparecen algunas sugerencias de Buffington:
No permita que su carrera se vuelva una obsesión. Puede desarrollarse a nivel personal sin
poner en riesgo su vida si gestiona su mente y su tiempo de manera eficaz.
10. Puede estar más activo y ser más creativo si, cada tanto, decide ponerse de pie; por
lo tanto, si la clase es larga, explíquele al docente con anticipación que tiene que
levantarse de vez en cuando por razones de salud. No está mintiendo; en realidad,
esto es verdad, ya que estar sentado durante mucho tiempo puede ser perjudicial
para la salud.
11. No arroje tareas viejas que ya se han evaluado; puede volver a utilizarlas para
elaborar una tarea que le asignen en el futuro o incluso para un artículo o un libro
que desee publicar en el futuro.
12. Siempre estudie el mismo tema en el mismo lugar (y, si es posible, en el mismo
momento del día). Esta estrategia puede ayudar a recordar la información.
13. Pida ayuda si no entiende algo del material de estudio. Comprender el material es
importante cuando quiere recordarlo luego.
14. Estudios han demostrado que la presencia de plantas en macetas mejora la creatividad,
el desempeño y la capacidad para aprender. En las escuelas, la presencia de plantas
ha mejorado las calificaciones en matemática, lengua y ciencias entre un 10% y un
14%. Tenga en cuenta este dato para organizar su área de estudio.
15. La luz natural del sol es otro factor ambiental que puede favorecer nuestra salud
y nuestro desempeño personal, así como también el rendimiento cognitivo, la
concentración y el estado de ánimo; por lo tanto, elija un área de estudio con
muchas ventanas, si es posible.
16. Beba mucha agua. En un estudio, las calificaciones aumentaron en un 4,8% cuando
los estudiantes bebían agua mientras realizaban sus exámenes.
17. A pesar de que beber mucho café se ha considerado una causa de estrés, si se bebe
con moderación puede impulsar la memoria; por lo tanto, una o dos tazas de café
no le harán daño.
18. Nunca planifique sus estudios luego de una experiencia placentera. Estudie primero
y luego vaya a la heladería o a mirar una película.
19. Sea un lector activo. Busque información relevante en vez de leer de forma pasiva.
Si tiene un bolígrafo o un resaltador en su mano puede ayudar a aumentar
su concentración.
20. Experimente distintos momentos del día para estudiar a fin de descubrir en qué
momento su mente está más concentrada. De ser posible, evite acostarse tarde y
levantarse muy temprano.
21. Reconozca que el éxito en el estudio requiere un poco de habilidad y mucho
esfuerzo. Convierta el estudio en una prioridad y siga practicando la autodisciplina.
22. Ejercítese con frecuencia: esto ayuda a relajarlo, aumenta la circulación sanguínea
para que el oxígeno llegue mejor al cerebro y le permite pensar con mayor lucidez.
No coma mucho antes de ponerse a estudiar.
23. Trate de dormir entre siete y ocho horas durante la noche para alcanzar su máximo
nivel de energía. Un estudio elaborado por el Loughborough University Sleep
Research Centre descubrió que las mujeres necesitan dormir aproximadamente 20
minutos más que los hombres.
13. Responda todas las preguntas, comience por la más sencilla y respete el límite de
tiempo asignado.
14. Si ve que tiene problemas con una pregunta y se da cuenta de que está superando el
tiempo asignado para esa pregunta específica, déjela y siga con la siguiente. (Vuelva
a esa pregunta durante el momento de revisión final).
15. No invierta mucho tiempo en las preguntas que le resultan fáciles. Solo escriba lo
suficiente para obtener el puntaje total de la pregunta y siga con la siguiente.
16. Escriba de manera clara, prolija y legible; no hace daño a nadie y puede marcar
una diferencia en el puntaje final.
17. Tomar agua también puede agudizar las habilidades para recordar, según investigaciones
realizadas en la Universidad de East London. Los investigadores del Reino Unido
creen que colocar agua en una sala de examen puede aumentar las calificaciones
de los estudiantes. Los estudios indicaron que aquellos que bebían agua mientras
realizaban sus exámenes obtuvieron un mejor desempeño que aquellos que no
bebían agua.
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Antes de su carrera como orador y escritor, Harold trabajó en cargos directivos dentro del
sector durante doce años y fue profesor del departamento de negocios de Humber College
en Toronto durante ocho años. Ha sido un empresario durante 40 años y constituyó cuatro
empresas a lo largo de ese período. Desde 1981, año en el que constituyó la empresa de
gestión del tiempo (Harold Taylor Time Consultants Inc.), ha realizado más de 2000 talleres,
discursos y ponencias clave sobre la gestión del tiempo y de la vida.