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FRACCIONAMIENTO Y CONSERVACION

Paralelamente, la bolsa de sangre extraída se separa por componentes. Así el paciente


recibe sólo lo que necesita y con una donación se ayuda a varios enfermos.

El área de fraccionamiento y distribución se encarga de realizar la separación de la sangre


en sus diversos componentes, de su correcta conservación y almacenamiento, la
distribución de aquellos componentes sanguíneos a los distintos servicios transfusionales
así como el de realizar los controles de calidad necesarios sobre aquellos productos para
confirmar un resultado final correcto.

De una donación de sangre se obtendrán tres productos: plasma, capa leucoplaquetar (de
donde se obtendrán posteriormente las plaquetas) y concentrado de hematíes.

El principio básico de la separación de componentes sanguíneos es la centrifugación. Las


distintas células que componen la sangre presentan diferentes tamaños y densidades.
Dependiendo de las condiciones de centrifugación se conseguirán que los diferentes
componentes se dispongan por capas y se podrá así separar fácilmente los componentes
sanguíneos mediante el trasvase a las bolsas satélites que acompañan siempre a la bolsa
utilizada para la donación.

La obtención de concentrados de plaquetas se realiza mediante la mezcla de varias "capas


leucoplaquetares" de diferentes donantes del mismo grupo y su posterior centrifugación.

Todos los componentes sanguíneos están leucorreducidos, es decir poseen una cantidad
mínima de glóbulos blancos (<1.000.000/unidad). Además el plasma y las plaquetas son
sometidos a un proceso de inactivación de patógenos.

Conservación
Hematíes Se conserva a 4ºC y duran 42 días
Sólo se pueden conservar 7 días a 22ºC en agitación
Plaquetas
constante
Se conserva a temperatura inferior a -30ºC durante
Plasma Fresco Congelado y
24 meses
Crioprecipitado
Almacenamiento de la Sangre

Sangre total.
La sangre total deberá ser almacenada entre 1°C y 6°C en su contenedor original o en
contenedores adheridos a éste mediante un sistema cerrado el cual permita la transferencia
de sangre sin que se rompa su sello hermético.

Sangre recolectada en anticoagulante CPD (Citrato Fosfato Dextrosa) o ACD (Citrato


Acido Dextrosa) podrán ser almacenadas hasta 21 días después de flebotomía. Unidades de
sangre recolectadas en CPDA1 (Citrato Fosfato Dextrosa Adenina) podrán ser almacenados
hasta por 35 días después de la flebotomía. Se entiende por fecha de caducidad el último
día en que la sangre o componente sanguíneo es útil para transfusión.

Glóbulos rojos:
Glóbulos rojos separados en un sistema cerrado, por un método que asegure su hematocríto
final que no excede el 80%, y se almacene a temperaturas entre 1ºC a 6ºC tendrá la misma
fecha de expiración que la sangre total.

Glóbulos Rojos Congelados:


La fecha de expiración para este producto 5 a 10 años contados a partir de la fecha de la
flebotomía y siempre y cuando sean almacenados a temperaturas de menos 65ºC o
inferiores.

Glóbulos Rojos Lavados y Glóbulos Rojos Desglicerolizados:


La temperatura de almacenamiento es entre 1°C y 6°C y deben ser administrados tan pronto
sea posible dentro de las 24 horas siguientes a su preparación.

Glóbulos Rojos Desleucocitados en el Banco de Sangre:


La temperatura de almacenamiento será entre + 1ºC a + 6ºC, deben ser administrados lo
mas pronto posible dentro de las 24 horas siguientes a su preparación.

Plasma Fresco Congelado y Crioprecipitado:


Estos componentes si se mantienen constantemente en estado de congelación a
temperaturas de menos 18°C o inferiores podrán ser almacenados hasta 12 meses después
de la flebotomía.

Plasma Congelado:
Este componente si se mantiene constantemente en estado de congelación a temperatura de
menos 18°C podrá ser almacenado hasta por 5 años después del día de la flebotomía.

Plaquetas
Su temperatura de almacenamiento está entre 20°C y 24°C y además deberán ser agitadas
durante todo el período de almacenamiento. Su fecha de expiración dependerá de la bolsa
en que se recolecte, el cual puede ser 3 o 5 días después de la fecha de la flebotomía.

DISTRIBUCION

Con el fin de garantizar el acceso universal a sangre y hemoderivados seguros, la OMS ha


promovido iniciativas destinadas a mejorar la disponibilidad y la seguridad de la sangre, y
recomienda la adopción de la siguiente estrategia integrada:

 Establecimiento de un sistema nacional de sangre, con servicios de transfusión bien


organizados y coordinados, políticas nacionales sobre sangre eficaces, éticas,
basadas en pruebas y disposiciones legislativas y reglamentaciones oportunas; ese
sistema debe permitir disponer de suministros de sangre y hemoderivados en
cantidades suficientes para responder a tiempo a las necesidades de los pacientes.
 Recogida de sangre, plasma y otros hemoderivados de donantes de poblaciones de
bajo riesgo, habituales, voluntarios y no remunerados, mediante la mejora de los
sistemas de donación y una gestión eficaz de los donantes, que incluya actividades
de asistencia y asesoramiento.
 Cribado de calidad garantizada de toda la sangre donada para detectar infecciones
transmisibles por transfusión, como VIH, hepatitis B y C y sífilis; realización de
pruebas de confirmación de los resultados de todos los donantes que hayan dado
positivo para los marcadores de la infección; determinación del grupo sanguíneo y
pruebas de compatibilidad, y establecimiento de sistemas para tratar la sangre y
obtener hemoderivados (hemoderivados para transfusión y productos medicinales
derivados del plasma), según proceda, para responder a las necesidades de atención
de salud.
 Utilización racional de la sangre y los hemoderivados para reducir el número de
transfusiones innecesarias y minimizar los riesgos relacionados con la transfusión;
empleo de soluciones distintas de la transfusión, siempre que sea posible, y
adopción de prácticas clínicas de transfusión seguras e idóneas, incluidas las
relativas a la gestión de la sangre del paciente.
 Aplicación gradual de sistemas de calidad eficaces, que abarquen los siguientes
elementos: gestión de la calidad, normas, buenas prácticas de fabricación,
documentación, capacitación de todo el personal y evaluación de la calidad.

Hemovigilancia

 La FBSTIB controla el buen desarrollo del proceso desde la extracción hasta el


transporte y distribución y asegura la aplicación correcta de todos los pasos:
extracción, condiciones de transporte, analíticas, fraccionamiento, separación por
componentes sanguíneos, almacenamiento y distribución hasta su administración en
los hospitales
 Los centros encargados de la transfusión y trasplante remiten la información de cada
acto, indicando los beneficios y anomalías de cada transfusión. De esta manera, se
consigue cerrar el circuito de la hemodonación y controlamos el proceso desde el
donante sano al paciente receptor. Este proceso se llama hemovigilancia.

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