Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
|e d n c V C 1 0 1/11
I jir v K jv d e i
]AJVBTVMV K O Z 2I
W v b iv \ \ . \ s \ ív i pneo
III
r v E 2 c n E r v DEr t n x n K O
La escuela del futuro
III
Qué hacen
las escuelas que innovan
La esc uela del futuro
III
Qué hacen
las escuelas que in n o v a n
Inés Aguerrondo
María Teresa Lugo
Mariana Rossi
Pilar Tadei
Susana Xifra
® 2002, Papers Editores.
A v Santa Fe 1229, 7 o M (10 5 9 ) Capital Federal
Buenos A ires, Argentina
e-m ail: pa pers@ in terlink.com .ar
www.consorciodeeditores.com.ar
ISBN: 987-98271-8-X
Printed in Argentina
Impreso en Argentina
C a p ít u lo I I I : PASANTÍAS DE DOCENTES
EN BUENAS ESCUELAS.
Lín ea in n o v a d o ra de ca p a cita ció n . .......... ......89.
Pilar Tadei
7
Introducción
8
puestas a hacerlo y precisan herramientas. Para los docentes que han escu
chado demasiado acerca del cam bio y están listos para innovar. Para todos
los que son capaces de lanzarse a la aventura de sondear nuevos horizontes.
¿Cómo será la escuela que pueda desafiar y m odificar los nuevos tiempos?
¿Cóm o, la escuela que, re-haciéndose, trabaje para hacer re-nacer el siste
ma educativo? Será, sin duda, una institución que lo haga con los datos del
contexto, que pueda funcionar com o’ una red de conocim ientos e interac
ciones entre personas para construir en forma con ju nta y conciente una vi
sión com partida. Una institución que se anim e a experim entar e investigar
nuevos enfoques, que aprenda de su experiencia pasada sin detenerse en
ella. Que tenga una reacción proactiva frente a los problem as, aprenda de
otros y logre transferir conocim ientos. Que sea creativa, promueva espacios
de aprendizaje y reflexión institucional entre sus m iem bros y revise la m a
nera de hacer y pensarse a sí misma. Su ám bito de trabajo se convertirá así
en un entorno de aprendizaje, lo que exige que la práctica se torne una ac
tividad innovadora en la que hay lugar para la planificación flexible, la to
ma real de decisiones y una m ayor autonom ía para actuar. En definitiva, se
rá una institución que tenga conocim ientos en acción.
A lo largo de este trabajo se analizan las condiciones necesarias y las com
petencias requeridas para "equipar" la escuela del futuro a la luz de los de
safíos del nuevo m ilenio. Se presentan asim ism o los distintos aspectos que
rodean la innovación y tam bién diferentes ejem plos para ilustrar, desde la
práctica concreta y cotidiana, la propuesta desarrollada.
La innovación institucional y curricular es com pleja y para hacerla posible
es necesario que se entrecrucen m uchas dim ensiones. Sin pretender abar
carlas a todas, esta ha sido la base a partir de la cual se han organizado los
siguientes materiales. Se trata de una serie de tres volúm enes llamada La Es
cuela del Futuro, ya que creem os que la clave de la innovación es ser capaz
de anclar la mirada en el futuro. Cada uno de los volúm enes está centrado
en un aspecto im portante de la innovación educativa.
El primero, que se titula “Cóm o piensan las escuelas que innovan”, abre las
perspectivas del nuevo "sentido" de la educación. Propone un marco integra
do que permita encontrar el norte hacia donde caminar.
El segundo volum en parte del hecho de que una escuela que innova busca
un nuevo "sentido", lo que le genera m uchas com plicaciones y desafíos. Lo
hem os denom inado “C óm o planifican las escuelas que innovan”, porque se
incluyen tres trabajos para ahondar en propuestas de cóm o poner en mar
9
cha las innovaciones abarcando tanto los aspectos de la gestión institucio
nal como los de las nuevas perspectivas didácticas.
El tercer volumen de la trilogía se ha denom inado “Qué hacen las escuelas
que innovan”, porque introduce tem as m uy concretos para ayudar a cam
biar. En el Capítulo 1 se plantea los por qué de la m odificación de la estruc
tura de la educación y se dan herram ientas para empezar a diferenciar los
ciclos. Creemos im portante incursionar en uno de los temas más controver-
siales y m enos estudiados del proceso de transform ación educativa. Hemos
estado acostum brados a un sistem a educativo que cam biaba abruptam ente
entre el jardín y el ciclo prim ario, y entre el prim ario y la secundaria. Pero
nunca tuvimos oportunidad de pensar por qué ocurrían estos saltos, a qué
obedecían. Mientras tanto, nos hem os afanado buscando por m uchos m e
dios cóm o "m ejorar la articulación entre niveles", casi siempre con poco
éxito, porque carecíam os de elem entos que nos permitieran darnos cuenta
de a qué apelar para em pezar los cam bios. U n m odelo nuevo de enseñan
za, acorde con las demandas del tercer m ilenio, supone un cam bio que im
plica modificar las condiciones de organización de la escuela. Entre estas es
fundamental la del tiem po que, porque forma parte del modelo instituido,
lo damos com o "natural".
El Capítulo 2 se centra sobre este tem a y ofrece un marco para reconcep-
tualizarlo y propuestas concretas de cóm o se puede redefinir.
También en la form ación y la capacitación docente hem os repetido modelos
ya pasados que reproducen los m ism os problemas que queremos superar.
El Capítulo 3 presenta una experiencia interesante, que incorpora otras
perspectivas y muestra cóm o desarrollar una de las facetas más difíciles de
la profesionalización de los docentes: la posibilidad de aprender de los co
legas así com o de soportar las criticas a la propia tarea.
' En fin, se trata de un esfuerzo por ofrecer posibilidades a la acción y que
apuesta a que cam biar es posible, con todas las dificultades cotidianas en
las que estam os inm ersos. Pero, una vez jugados por el cam bio, es bueno
no dejarse entretener por el "com o si" y em prender de manera conjunta ac
ciones que nos lleven, de la m ano de las innum erables innovaciones de que
somos capaces, a una verdadera transform ación.
Inés Aguerrondo
Buenos Aires, ju lio de 2 0 0 1
10
"Qué hacen las escuelas que innovan”, Capitulo I
La escuela del fu tu ro III, I. Aguerrondo y otros, Papers Editores, 2 0 0 2
C a p ít u l o I
LA FORMACIÓN DE COMPETENCIAS
Y LA ESTRUCTURA DE NIVELES Y CICLOS
11
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
12
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
13
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
14
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
15
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
16
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
17
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
18
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
19
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
gunas de las cuales son: escuela interm edia, media, vocacional, de orienta
ción, secundaria inferior, etc. A partir de una característica central de esta
etapa, incorporaron al nivel servicios de orientación que en m uchos países,
llaman nivel v ocacion al Pero existe una clara diferenciación que ha llevado
a que, en num erosos casos, se establezcan edificios escolares específicos y
una adm inistración propia para gobernarlo.6
En cuanto a la incorporación de un nivel educativo específico para los
más pequeños, si bien su surgim iento se puede situar en m om entos sim ila
res, las razones fueron bien diferentes. En su origen incidieron los grandes
cambios sociales, producto de la industrialización, que requerían de ayudas
extrafamiliares para que las m adres pudieran salir del hogar e incorporarse
al mercado de trabajo. Por esto, el contenido original del nivel no fue edu
cativo sino de atención social y, quizá tam bién debido a esto, no se estruc
turó originalm ente a partir del paradigma didáctico tradicional sino que su
desarrollo y su inclusión dentro del sistem a educativo han estado más
orientados por las necesidades de las características evolutivas de los niños.
20
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
22
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
23
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
en las distintas áreas y disciplinas, así com o tam bién el desarrollo de con
ductas personales y sociales más com plejas.
En la EGB se ha reconocido la especificidad de diferentes estadios evo
lutivos del sujeto, com o está explicitado en la Resolución N° 30/93 del
CFCyE cuando dice: “A rgum entaciones de carácter político, organizativo y
administrativo y consideraciones socioeducativas, psicoevolutivas y peda
gógicas señalan la conveniencia de adoptar una organización del nivel en
tres ciclos cada uno de tres años de duración”.
Como hemos visto anteriorm ente, los niveles de la educación refieren a
los tramos en que se atiende al cum plim iento de las necesidades sociales, y
los ciclos, al desarrollo individual y social del educando. Por esto, en la EGB,
que es un nivel y, por tanto, expresa la decisión de la sociedad de dar más
educación a toda la población ,12 se incluyen diferentes ciclos, correspon
dientes a las etapas evolutivas com prendidas en él. Reconocerlas implica
definir la extensión y estructuración de ciclos, lo que se ha hecho en la m is
ma Resolución a la que estam os haciendo referencia.
El Prim er C iclo, que atiende a niños entre los 6 y 8 años, se centra en el
logro de la alfabetización y la adquisición de operaciones num éricas bási
cas. En éste, el niño se com place en descubrir que piensa, que utiliza un có
digo com partido y que logra su propia producción.
El Segundo C iclo, que está dirigido a los de 9 a 11 años, tiene com o fi
nalidad afianzar el conocim iento de la lengua y la m atemática. Inicia el es
tudio sistem ático de los saberes provenientes de distintos cam pos cultura
les, que se le ofrecen com o espacios de descubrim iento y de conquista de
la autonomía personal y social, e incorpora gradualmente la lógica de ellos.
En el Tercer C iclo, los alum nos entre los 12 y 14 años, acceden a una
“lógica de lo posible” que les perm ite reflexionar y elaborar hipótesis tras
cendiendo los lím ites dé lo concreto en el espacio que crea la escuela, para
el aprendizaje y la producción científica y tecnológica. Constituye una uni
dad respecto del desarrollo psicoevolutivo (preadolescencia y primeros
años de adolescencia) y busca generar una propuesta pedagógica superado-
ra al evitar posibles asim ilaciones de niveles existentes.
La nueva organización del sistem a educativo se inicia a los 5 años con el
último curso de Nivel Inicial, continúa con nueve años de Educación Ge
neral Básica (EG B) y term ina en tres años de Educación Polimodal. El últi
mo año del Nivel Inicial y los nueve de la EGB son obligatorios.
26
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
27
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
permite continuar estudios superiores y orienta hacia diversos cam pos del
mundo del trabajo. “La Educación Polim odal se propone com o alternativa
para la superación de la problem ática de la hasta hoy denom inada 'ense
ñanza media' o 'secundaria'. Cubre todas las modalidades del secundario
tradicional (bachillerato, com ercial, técnico, agropecuario, artístico) que
son reconceptualizadas para dar respuesta a las demandas de la sociedad”
(CFCyE, Resolución N°30/93).
Tal com o lo expresa dicha Resolución, la Educación Polimodal tiene co
mo finalidad dar respuesta a m últiples y com plejas demandas provenientes
de los diversos sectores de la sociedad: la presión social y académica por el
acceso a los estudios superiores, lo que ha signado fuertemente el perfil his
tórico de los estudios secundarios tradicionales; las demandas de prepara
ción para la vida laboral, puesto que considera la proximidad de inserción
activa de la juventud en un m undo del trabajo cam biante y cada vez más
competitivo; la incorporación de los avances científicos y tecnológicos que
son imprescindibles hoy para una form ación general actualizada y para un
eficiente desempeño productivo; la necesidad de desarrollar com petencias y
capacidades que preparen para la transición a la vida adulta, para actuar en
diversos contextos sociales y para la participación cívica con responsabilidad
y autonomía, dentro de un m arco explícito de valores morales y sociales.
Al igual que los niveles anteriores, la Educación Polimodal tiene una
función propia y una función propedéutica. La propia apunta a fortalecer la
formación del ciudadano y articular valores para la participación con scien
te y responsable; profundizar el desarrollo de las com petencias com unica-
cionales, m atem áticas, sociohistóricas y científico-tecnológicas, para com
prender los procesos globales y m anejarse en un m undo cada vez más
complejo y com petitivo; ofrecer saberes orientados hacia un sector o rama
de la actividad productiva para incorporarse activa y reflexivamente al de
sempeño en el cam po laboral.
La función propedéutica apunta hacia los estudios superiores que repre
sentan no solo un requerimiento académ ico de articulación entre niveles
educativos sino también una demanda social. Continuar estudios superio
res trae aparejada la necesidad de articular los trayectos educativos, asegurar
una formación relevante y actualizada para todos los alumnos y el desarrollo
de competencias específicas en las áreas hum anística, social, científica y téc
nica, que les permitan tener condiciones equitativas de participación cultu
28
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
ral y dar respuesta a las demandas del contexto social diversificado (que de
termina trayectorias educativas y laborales diversas), y a las necesidades y ex
pectativas de los distintos actores (CFCyE, Resolución N° 30/93).
Se tiende a favorecer experiencias significativas en áreas de la produc
ción que se articulen con sus respectivos cam pos de conocim iento. Los tra
yectos técnico-profesionales (y trayectos artísticos) am plían las opciones del
estudiante y resuelven uno de los problem as más difíciles de la vieja estruc
tura, com o es la necesidad de los alum nos de hacer opciones profesionales
a una edad demasiado tem prana.13
La ed u cación polim odal está com pu esta por una form ació n g en eral de
fu n d am en to , que con tin ú a las áreas definidas para la EG B, pero los sabe
res se organizan con m ayores niveles de com p lejid ad , profundización y
especificidad. Integra tam bién las orien tacion es previstas en la Ley Fede
ral: h um anística, social, cien tífica y técn ica, y es com ú n a todas las m o
dalidades. Tam bién t ie n e fo r m a c ió n o rien ta d a , que está dirigida al estudio
de determ inadas áreas del co n o cim ien to y del quehacer, e im plica el de
sarrollo de capacidades para actu ar en am plios cam pos de la vida labo
ral, que perm itan su com p ren sión integrada y la m ovilidad en áreas ocu-
pacionales.
El discutido tema de la preparación de los técn icos14 se resuelve articu
lándola con los Trayectos Técnico-Profesionales (TT P). Estos forman en
campos específicos y otorgan el título de técnico en la m odalidad elegida.
Además, profundizan y desarrollan valores y com petencias necesarios para
una integración responsable y crítica. Su estructura curricular básica per
mite que cada provincia proponga un programa de estudios propio dentro
de ciertos criterios com unes.
29
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
transformar lo viejo. Por ello, vale la pena dedicar algo de atención especí
fica a este nuevo espacio que aparece tardíam ente (en térm inos de lo que
ocurrió en otros países), pero, por eso m ism o, en el m arco de la necesidad
de una reconfiguración total del sistem a educativo.
Un prim er problem a que hubo que encarar es por qué esta división de
la educación general básica. En apartados precedentes se mostraron las fun
ciones y la razón de ser de los distintos ciclos de la EGB, poniendo énfasis
en cóm o responden a las necesidades específicas de los alumnos. En ese
sentido, el Tercer Ciclo constituye una unidad respecto del desarrollo psi-
coevolutivo (preadolescencia y prim eros años de adolescencia) y busca ge
nerar una propuesta pedagógica superadora al evitar posibles asim ilaciones
a los niveles existentes.
Por esta razón es de vital im portancia reconocer que el Tercer Ciclo no
es ni primaria ni secundaria. Es otra cosa. Si querem os encontrar una pro
puesta superadora, no puede estar pensado desde la lógica de los niveles
preexistentes. Se trata de un espacio de preparación de toda la población
(es obligatorio) para su inserción d iferen ciad a en la vida productiva o en el
Nivel Polim odal. Esto es im portante, porque es lo que ju stifica su costado
orientador. El hecho de que se destine para toda la población tam bién es
importante porque perm ite diferenciarlo de la vieja escuela m edia. Según
el concepto clásico la educación secundaria no es para todos, y nunca es
tuvo organizada para retener sino que era la prim era etapa de la selección
social. Distinguía a aquellos que iban a trabajar (que no entraban en ella)
de los que seguirían estudiando (era la instancia preparatoria para la u ni
versidad).
Pero tam poco es una escuela prim aria, ni puede seguir los criterios de
organización de los dos prim eros ciclos de la EGB, ya que por las necesida
des de su evolución los púberes rto se adaptan a los m odelos infantiles. Es
to aparece claro en la experiencia argentina, que sostuvo hasta ahora una
escuela primaria demasiado larga 15 que tenía serios problemas de conten
ción de los alum nos (púberes) en 6 o y 7° grado.
En toda la región latinoam ericana, un fuerte desafío actual es genera
lizar esta etapa de atención al púber (llam ada en la Argentina Tercer C i
clo de EG B), porque hoy se corresponde con lo que fue, en el siglo pasa
do, unlversalizar la ed u cación prim aria. Pero esto no puede significar
prim arizarlo sino pensar que lo que se universaliza es el prim er ciclo de
30
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
31
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
E lem en to s p a r a p e n s a r u n a g e s t ió n p o r c ic lo s
32
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
33
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
Niveles o ciclos:
el continuo de la evolución del sujeto de aprendizaje
34
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
El continuo de la escolarización
35
Inés Aguerrondo - Mana Teresa Lugo - Mariana Rossi
36
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
37
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
CO N TEXTO
La acción se desenvuelve siem Para enseñar y aprender compe
pre en un contexto y es eficaz tencias es necesaria la riqueza y
en la medida en que resuelve lo diversidad de contextos que per
que dicho contexto plantea. mitan expandirlas en la mayor
cantidad de situaciones posibles.
38
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
Ahora bien, estam os planteando que concebir una educación por ciclos
supone que esto debe hacerse, de una m an era articulada, es decir, de tal m o
do que se pueda ir guiando al alum no a lo largo de un continuo, facilitán
dole el acceso a instancias cada vez más com plejas de su propio desarrollo.
Entonces, aun cuando la propuesta didáctica contem ple los m ism os ele
mentos en el prim er ciclo que en el polim odal (metas de com prensión, de
sempeños, actividades), éstas tendrán un valor distinto y deberán adaptar
se a las características evolutivas de los alum nos de cada ciclo.
Algunos elem entos que surgen de este cuadro perm iten mostrar cómo
avanzar en la reorganización y diferenciación de la propuesta didáctica a lo
largo de todos los ciclos
1. La com petencia im plica la — Cuál es y cuántos espacios están
capacidad de actuar y se previstos para “hacer”,
manifiesta en la acción.
2. El aprendizaje im plica m ayor —► Qué variaciones en los estímulos
variedad de estím ulo, m ejor de aprendizaje se prevén,
aprendizaje.
3. Para facilitar el aprendizaje — Có mo se arma una oferta
hay que incorporar la diversidad. equivalente pero que permita la
heterogeneidad.
4. Los diferentes tipos de —» - Qué diversidad de actividades se
contenidosrequieren actividades proponen.
diferentes.
39
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
Reorganizar la escuela
Finalm ente, llegamos a la escuela. En la medida en que la articulación
entre ciclos supone la necesidad de responder de m anera diferente a las ca
racterísticas de cada etapa evolutiva del sujeto de enseñanza, es necesario
poder variar tam bién las condiciones de la organización institucional. Cada
edad implica diferentes tiem pos de atención, por lo que los m ódulos hora
rios de enseñanza no pueden ser los m ismos en todos los ciclos; hay inte
reses distintos y un desarrollo, desarrollo diferente de la responsabilidad,
entre otros aspectos.
Esto nos vuelve a una cuestión conocida: cualquier opción técnico-pe
dagógica que se tom a, para que se lleve a la práctica, tiene que im pactar en
las coordenadas de la organización in stitucional.19 Por lo tanto, una educa
ción adecuadamente articulada permitirá que sus escuelas las varíen: tiem
pos, espacios, m odos de agrupam ientos, presencialidad.
En definitiva, requerirá de instituciones flexibles, capaces de adaptarse
a su contexto, conform ando lo que se ha llamado “instituciones inteligen
tes”, o sea, aquellas capaces de desarrollar m ecanism os que logren aprendi
zaje institucional. En el cuadro siguiente se describen algunos indicadores
de dicho aprendizaje institucional, que dan la pauta de la existencia de es
cuelas inteligentes.
40
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
41
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
modal) pueden y deben tener sus características diferenciadas que los identi
fiquen. Independientemente de cuáles ciclos estén en cuáles edificios concre
tos, el tipo de propuesta de enseñanza y de propuesta organizativa para EGB1
y 2 tendría que comprender ciertos parámetros, diferentes de los que se apli
can en EGB3, y éstos a su vez distintos de los que rigen en el polimodal.
Visto desde tal perspectiva, es indiferente si el tercer ciclo se cursa en
una escuela que tiene los anteriores o en otra que tiene el ciclo posterior.
Pasamos por encim a de la discusión de “prim arizarlo” en el prim er caso, o
de “secundarizarlo” en el segundo, porque las características que debe po
seer son propias de él, y solo de él. Lo im portante es que en todas las es
cuelas se puedan m arcar las diferencias, tanto en la propuesta de enseñan
za como la organizativa, correspondientes a cada ciclo. Así com o hasta
ahora en las instituciones que tenían prim aria y secundaria eran claras las
diferencias entre ellas, en la actualidad estas diferencias deben verse entre
Inicial y E G B ly 2, entre E G B ly 2 y E G B 3, y entre EG B3 y Polimodal.
El cam ino para recorrer es largo, pero no por eso im posible de hacer. A
partir de la realidad de nuestras instituciones, desde cualquiera de los nive
les se puede com enzar a diferenciar estos elem entos y em pezar a construir
coordenadas de articulación. Se presentan a continuación dos aproxim acio
nes posibles para este inicio, una de ellas pensada desde la secuencia de los
tipos de actividades de los alum nos, y la otra desde los m odos típicos de
organizar la enseñanza.
Se trata de trabajar con el equipo docente de la institución, para que pue
da tomar conciencia de cuáles de ellos son los más pertinentes en cada uno
de los ciclos, a los efectos de que quede en claro la progresión y aparezcan
las diferencias que tienen que verse en un marco de verdadera articulación.
42
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
1. Decidir sobre lo
que puede
aprender
2. Decidir sobre
qué materiales
utilizar
3. Decidir sobre el
uso de su tiempo
4. Colaborar en la
escuela (*)
5. Participar en la
conducción
6. Liderar/
participar en
proyectos
7. Trabajar solo
(sin docente)
8. Regular la
disciplina
9. Autorregular la
disciplina
Otra
Otra
43
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
44
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
1. Clase frontal
2. Taller
3. Proyectos
4. Investigación
5. Seminario
6 .Juego
7. Campamento
8. Debates
10. Conferencia
11. Otra
12. Otra
45
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
N otas
1 Seminario “Globalización y Educación del Futuro”, Fundación de Investigación Social
Argentino Latinoamericana (FISAL), San Luis, Argentina, 18 y 19 de abril de 2001.
2 Véase capitulo I.
J Algunos autores denominan a estas instancias niveles. Para mayor claridad hemos prefe
rido reservar la palabra “nivel” para la organización académica de la educación.
4 Sobre este tema se puede ver en el Capítulo 1 el punto referido a la organización de las
instituciones para la enseñanza.
5 En el capítulo I se distingue entre innovaciones, que cambian el paradigma, y novedades,
que son solo cambios de mejora dentro del mismo paradigma.
6 En los distintos países aparecen diferentes denominaciones. La estructura de Francia es
tá compuesta por la école maternelle, école élementaire (6 años), collége (3 años) y ly-
cées (3 años); en Estados Unidos la estructura es kindergarten, primary school (6 años),
intermedíate (3 años) y high school (3 años), en ambos casos cada nivel en edificios se
parados. En otros paises, la cantidad de años que duran los niveles varía, y los nombres
también, pero desde hace 50 años lo com ún es un nivel entre la primaria y la secunda
ria. En América latina, el primer país que creó este nivel fue Costa Rica en 1947. Chile
lo hizo en 1960, Brasil en 1972, etc. Hasta la Ley Federal de Educación, la Argentina era
uno de los cuatro países del mundo que no había incorporado esta transformación en
su estructura a pesar de dos intentos fallidos, uno pionero en 1916 (Reforma Saavedra
Lamas) y otro en 1968 (Reforma Educativa) .
7 Una excepción a esto la constituyen los ciclos en el nivel superior, que se basan en la di
ferenciación entre una orientación profesional y otra académica.
8 En los países donde este proceso avanza hay solo dos títulos docentes: uno cubre la eta
pa infantil en todas sus fases (desde maternal a Io sl0 /1 1 años) y otro la de púberes y
adolescentes (desde 12 a 18 años).
9 Consejo Federal de Cultura y Educación. Es el órgano de acuerdo nacional de políticas
educativas, conformado por los 24 ministros provinciales de educación con la presiden-'
cia del ministro nacional.
10 Se refiere al primer ciclo de la EGB.
11 Se refiere al segundo ciclo de la EGB.
12 Hasta la Ley Federal de Educación (24.195) sancionada en 1993, en la Argentina era
obligatoria solo la escuela primaria (de 7 grados) según lo establecido por la Ley 1420,
de 1884.
u En el viejo sistema educativo el alumno (o su familia) debía optar al final de la escuela
primaria, a los 12 años. La nueva organización del sistema lleva esta opción a los 14 (al
46
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
final de la EGB) o más allá, dado que los Trayectos Técnico-Profesionales (y los artísti
cos) pueden cursarse de manera simultánea o posterior al polimodal. De esta forma, un
alumno que terminó el polimodal tiene todos los años posteriores que necesite para ha
cer la opción de cursar un TTP.
14 La enseñanza media técnica se desarrolló a partir de los años sesenta, sobre la base de
un modelo que superponía la lógica del sistema escolar (en un turno) con la de la pro
ducción (en otro turno). Hoy se cuestiona mucho este modelo, aunque por supuesto
ello no significa negar la importancia de la formación de técnicos medios, aunque esta
debe revisarse en función de los cambios ocurridos en el mercado de trabajo y dar un
lugar más importante a los técnicos en servicios en detrimento de la formación técnica
para la industria.
15 En la mayoría de los países la primaria es de 6 años, aunque hay casos de 5 años u otros,
como el brasileño de una primaria de 4 años. Recordemos que originalmente era así en
la Argentina ya que la ley 1420 establece 6 grados consecutivos. Luego se agrega el I o su
perior, y finalmente en la década de 1960 éstos se num eran correlativamente de 1 a 7.
16 Tendríamos acá u n ejemplo de la “detección del problema”, al cual le estamos agregan
do la “masa critica de ideas” que orienta la solución, para dar origen a una innovación.
Este proceso se detalla en el capítulo II.
17 No se desconocen los esfuerzos de “aprestamiento” que realizan muchas escuelas, pero es
ta solución no existe como práctica generalizada ni forma parte de la propuesta original.
18 “El enciclopedismo fue el resultado de una escuela que no siguió el desarrollo de las cien
cias... [y] significó una organización atomística del conocimiento.” (Obiols y Obiols, 1994)
15 Para mayor desarrollo de estas relaciones, véase capíttlo I.
20 Las líneas básicas de la Enseñanza para la Compresión se presentan en el capítulo V
47
Inés Aguerrondo - María Teresa Lugo - Mariana Rossi
Bibliografía
Blythe, T. (1998) La enseñanza para la comprensión, guía para el docente, Buenos Ai
res, Editorial Paidós.
Dussel, I. y M. Caruso (1999) La invención del aula. Una genealogía de las form as de
enseñar, Buenos Aires, Santillana.
48
La escuela del futuro. La nueva estructura en el marco de la innovación.
Garner, H. (1997) La mente no escolarizada. Cómo piensan los niños y cómo deberían
enseñar las escuelas, Buenos Aires, Paidós.
Obiols, G. y S. Obiols (1994) Adolescencia, posm odem idady escuela secundaría, Bue
nos Aires, Kapelusz.
Tishman, S., D. Perkins y E. Jay (1997) Un aula para pensar. Aprender y enseñar en
una cultura del pensamiento, Buenos Aires, Aique.
49
"Qué hacen las escuelas que innovan”,Capítulo II
La escuela del futuro III. I. Aguerrondo y otros. Papers Editores. 2 0 0 2
C a p ít u l o I I
I n tr o d u c c ió n
51
Mariana Rossi
52
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
I nno vación en l a o r g a n iz a c ió n e s c o l a r ,
un a s p e c t o p e n d ie n t e d e l c a m b io
53
Mariana Rossi
nos por años, la asignación de un espacio físico (aula) a cada grado, la dis
tribución del tiem po escolar en función de las m aterias o áreas de con oci
miento ( I a hora: Matemática, 2 a hora: Física, etc.), son algunas cuestiones
de la organización que no se han m odificado. Com o se ha visto ya en los
capítulos anteriores, la forma que adopten la organización y la gestión de
las instituciones educativas, que son com o dos caras de una m isma m one
da, será determinante a la hora de pensar la nueva educación.
Sin embargo, el cam bio de los m odelos de organización no es un tema
propio del sistema educativo. M uchas áreas se revisan en función de los
cambios organizacionales que están ocurriendo, a partir de lo cual aparecen
conclusiones im portantes. Por ejem plo, hoy el trabajo, para responder ca
da vez más a las exigencias de las m odernas tecnologías y a los renovados
modelos para organizar la producción, asume nuevas formas de organiza
ción. Se requieren de los trabajadores com petencias diferentes de las que
eran necesarias en otros tiem pos: trabajar con autonom ía y responsabilidad,
integrar equipos y conocer los procesos productivos en su conju nto. La so
ciedad y la cultura, cada vez m ás, incorporan nuevos valores y pautas que
dejan sin efecto aquello que fue sostenido años atrás. Es decir que, en rela
ción con la educación, hay cam bios externos que nos m odifican las dem an
das y el para qué enseñar.
Por otra parte, ha cam biado lo que se debe enseñar, los contenidos. La
ciencia ha delineado cam pos insospechados hace un siglo, por ejem plo:
biotecnología, robótica, genética; ha diversificado sus m étodos de indaga
ción y ha incorporado la m ultidisciplinariedad com o forma de acceder al
conocim iento. La imagen del científico trabajando en forma solitaria, ro
deado de libros, ha sido superada por otra que incorpora la idea de equi
pos de trabajo que llevan adelante proyectos de investigación. El con oci
miento fue considerado durante m ucho tiem po com o un hecho que se
generaba a partir de etapas claram ente determ inadas. Ahora sabem os que
el conocim iento es un proceso y que su constru cción implica m ecanism os
com plejos de experim entación e indagación.
También el saber pedagógico ha cam biado, y con él se han renovado los
elem entos a disposición de quienes enseñan para m ejorar su tarea. La pe
dagogía se ha enriquecido con los aportes de la sociología y la psicología,
que generan nuevos conocim ientos y concepciones, describe la función de
enseñar com o una práctica social de m ediación entre el sujeto que aprende
54
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
55
Mariana Rossi
56
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
Veamos qué consecuencias ha traído esto para la escuela. Desde una pers
pectiva racional, la escuela es considerada desde sus aspectos manifiestos; en
ella es posible reconocer sus partes (objetivos, estructura de funcionamiento,
organización de personas, recursos); persigue el logro de metas específicas y,
para ello, se vale de una división clara de tareas. El instrumento para admi
nistrarla es la planificación, pero entendida com o actividad instrumental a
cargo de expertos. En el capítulo III se profundiza en este sentido, denomi
nándolo Planeamiento Normativo. La estructura es jerárquica y vertical, lo
57
Mariana Rossi
58
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
crónica; en cam bio, los profesores en sus aulas actúan con un tratamiento
policrónico. Esto trae com o consecuencia que los objetivos y las propues
tas que se im parten desde la adm inistración fracasen, ya que su perspecti
va m onocrónica entra en colisión con la policrónica de los docentes.
Analizar la escuela desde la perspectiva cultural, conlleva reflexionar so
bre éstos y otros aspectos que, a pesar de no ser perceptibles a simple vis
ta, no dejan de tener im portancia sustantiva a la hora de gestionar y orga
nizar los cam bios.
Ahora bien, la distribución del tiem po entre los horarios de los diferentes
profesores, cursos y asignaturas es algo más que una guía objetiva para saber
quién está, dónde y a qué hora. Es algo más que una forma eficaz de distri
buir el tiempo de acuerdo con las necesidades educativas dentro de los lími
tes de los recursos disponibles. La distribución del tiempo también refleja las
configuraciones dominantes de poder y estatus dentro del sistema escolar
y de la propia escuela; muestra un claro significado micropolítico.
Teniendo en cuenta estas perspectivas, ninguna propuesta vinculada al
uso del tiem po puede realizarse al margen de los diferentes actores que en
ella intervienen, de las condiciones de trabajo docente y del contexto en el
cual está inserta la escuela. Para plantear cam bios en la cultura organizati
va se deberá recordar que no pueden hacerse desde decisiones centraliza
das; los cam bios en la concepción organizativa deben ser asumidos desde
la reflexión com ún, tener en cuenta los intereses de toda la com unidad, lle
varse a cabo con una tecnología sim ple, para que la com plejidad no obstru
ya la marcha; requerirán descubrir cuáles son los aspectos positivos de una
cierta distribución de tiem po e inform ar a toda la com unidad de la pro
puesta del cam bio (D om énech y Viñas, 1 9 9 7 ).
Vamos a sostener, desde este artículo, que la rigidez en el tratamiento del
tiempo en la escuela lleva al fracaso a m uchas propuestas innovadoras, ya
que aquello que se definió com o pedagógicam ente correcto y necesario no
encuentra una organización coherente para desarrollarse y concretarse. To
memos el tema de la form ación por com petencias. A partir de una serie de
observaciones, a raíz de consultas de equipos docentes que quieren avan
zar en este tema, hem os visto que es im prescindible que los equipos docen
tes tom en e im plem enten decisiones en la organización de la escuela y, en
tre ellas, específicam ente en el em pleo del tiem po.
Com o la adquisición de una com petencia es un conocim iento en acción,
59
Mariana Rossi
60
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
61
Mariana Rossi
62
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
E l t ie m p o como r e c u r s o f u n c io n a l
63
Mariana Rossi
rendan de otras organizaciones. Por ejem plo, los grupos que la integran
(profesores, alum nos, padres) se caracterizan por su alto grado de autono
mía y una diversidad de intereses; tam bién los m edios y procedim ientos
que se utilizan no siempre están determ inados por los fines, los que la m a
yoría de las veces son m últiples y formulados de manera muy general.
Además de m ultiplicidad de fines y objetivos, las estructuras organizati
vas de la escuela, (tiem pos, espacios y agrupam ientos) refuerzan la inde
pendencia de las personas y grupos.
Si bien es cierto que la com plejidad y especificidad de las instituciones
educativas dificulta su organización, a su vez, esto lleva a que la organiza
ción sea necesaria.
Por ello, es fundam ental que las instituciones expliciten lo que quieren
lograr y la m anera com o lo llevarán a cabo, identifiquen y tam bién priori-
cen líneas de acción, y establezcan los criterios para la organización del
tiempo.
La forma organizativa que asum irá la escuela es continente de la acción
pedagógica, pero tam bién es contenido ya que ofrece distintos tipos de ex
periencias educativas.
El tiempo de la escuela puede verse como un recurso del cual pode
mos disponer en diferentes situaciones. El tiem po, así com o también el
espacio, son recursos funcionales, porque se vinculan con la tarea que se
realiza y con la finalidad perseguida. En este sentido, dependen de los ob
jetivos, y su selección debe quedar supeditada a aquélla.
Puede verse más claro a partir de ciertos ejem plos. Uno de los retos más
difíciles con los que se enfrentan quienes quieren innovar es la construc
ción de estrategias y com petencias vinculadas con la resolución de proble
mas: el tiem po es uno de los recursos a partir de los cuales se facilita su
construcción. ¿Cómo? Por ejem plo, se decide trabajar con m ódulos hora
rios de 2 horas que permiten que docentes de diversas áreas supervisen un
trabajo de taller. Otro caso. Si lo que se desea es que cuando los alumnos
entran en el Tercer Ciclo de la EGB (inicio de la secundaria básica) tengan
oportunidad de nivelar su com prensión de la lengua materna, el tiempo
juega com o recurso funcional si, por ejem plo, se decide concentrar la car
ga horaria de Lengua durante el prim er trim estre.
Somos conscientes de que esto está m uy lejos de suceder en las escue
las ya que lo norm al es que prim ero se establezca el horario y luego se di
64
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
ga qué se hará en él. Esto ocurre porque el concepto de tiem po que habitual
mente se sostiene tiene que ver más con una mirada del tiempo com o lin
dante, com o lím ite de la acción. La idea misma de calendario escolar u ho
ra cátedra nos lleva a la de aquello que lim ita las actividades, aquello a lo
que hay que atarse.
El e m p leo d e l t ie m p o en l a e s c u e l a
65
Mariana Rossi
global por “horas”. Las horas han significado una unidad paradigmática que
ha sido utilizada en casi todos los ám bitos de nuestra cultura, no solo el
educativo.
La plantilla semanal es un instrum ento universal empleado por todos los
centros de enseñanza y establece una distribución del tiem po clasificado
por grupos de alum nos, por áreas de enseñanza, y por docentes, que es fá
cil de recordar por parte de los estudiantes. El “m odelo parrilla” forma par
te de la tradición educativa y la cultura escolar. Se ha m antenido a lo largo
de tantos años porque ha m ostrado una indudable eficacia organizativa.
Esta disposición del horario, en prim er lugar, permite al docente agru
par su tiempo dando continuidad a su horario y, al ser las unidades de tiem
po iguales, se pueden organizar unas estructuras de clases parecidas. Otra
facilidad es que permite cam bios ante la ausencia de un profesor, pues las
unidades de tiem po están bien determ inadas. Sin em bargo, a pesar de que
estos beneficios existen, hoy parece que - e n térm inos de calidad de los
aprendizajes- los perjuicios que ocasiona son mayores.
Serafín Antúnez, en su libro Claves p a r a la organización de centros escola
res, presenta una serie de preguntas com o pautas para el análisis de la plan
tilla horaria, o indicadores para evaluar el uso del tiem po en la escuela.
1) ¿Por qué asignamos períodos idénticos para todas las secciones de cla
se independientemente del contenido que se aprende?
2) ¿Por qué debe durar el mismo tiempo una sesión de educación física
que una de lengua?
3) ¿Que razón justifica la utilización de las mismas unidades de periodi-
zación que asignan tiempos idénticos para cada sección de clase tanto pa
ra alumnos de le r año como de 3er año?
4) ¿Cuál es la razón que justifica que el horario tipo semanal debe ser
idéntico en cualquier mes del año, en períodos de estudio más intenso, en
épocas de evaluaciones, en momentos de síntesis?
5) ¿Existe la posibilidad de determinar sesiones de trabajo de duración
variable en el horario semanal: media hora, 1 hora, 1 hora y media, en
función de los objetivos, los contenidos y la metodología?
6) ¿Puede elaborarse una propuesta de horario que evite la monotonía y
la repetición?
7) ¿El tiempo es un recurso a nuestro sen ado o estamos nosotros condi-
66
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
67
Mariana Rossi
tiempo, im plica enfocar a la manera de una lente aspectos que pasan inad
vertidos en la vida cotidiana de la escuela. Una mirada dirigida al uso del
tiempo nos lleva a encontrar algunas pautas com unes, características que se
repiten y que es necesario reform ular y cuestionar
• U niform idad
Un prim er aspecto por considerar en el tratamiento que se hace del
tiempo en la escuela es la uniform idad. Ésta se manifiesta, por ejem plo, en
la asignación de unidades de tiem po iguales para diferentes disciplinas o espa
cios curriculares; en la presencia de horarios iguales para grupos de alumnos
diferentes; en la utilización de las m ism as unidades de tiem po en diferentes
momentos del año.
Es interesante com probar que, una vez que en la escuela se elige una
unidad de tiem po, ésta se m antiene durante todo el año, incluso en perío
dos de evaluación, de revisión y de diagnóstico, sin tener en cuenta cuán
to es el tiem po que realm ente se necesita para cada una de esas actividades.
Por ejem plo: la hora cátedra de 4 0 m inutos es una unidad de medida utili
zada en las escuelas secundarias para la organización de diferentes activida
des y para el desarrollo de contenidos diversos. M uchos de nosotros hem os
pasado por la situación de que un colega nos pidiera “prestada una hora de
su curso para term inar de dar un tem a”.
• Fragm entación
Otro elem ento es la frag m en tación , que se manifiesta en diversos aspec
tos, por ejem plo, en la desconexión entre las materias que com ponen una
jornada escolar. El horario m osaico fragmenta los contenidos sin posibili
dad de articulación e integración. Al respecto C ullen (1 9 9 7 ) señala que
68
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
69
Mariana Rossi
70
La escueta del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
71
Mariana Rossi
72
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
Este es uno de los elem entos que m ás se diferencian por grupo escolar,
ya que si bien es cierto que tiene que ver con los intereses y posiblidades
de cada alum no, por otro lado tiene que ver con la edad de cada uno, y
tam bién con las características de su grupo de pertenencia.
En prim er lugar, la construcción de com petencias de aprendizaje que
supongan autonom ía, pertinencia personal, respuesta a intereses individua
les, debe incluir, necesariam ente, actividades diferentes por parte de cada
alumno. Además estas actividades no se llevarán a cabo por com pleto den
tro de la institución escolar. Esto significa que la propuesta de aprendizaje
con que trabajem os supone en forma explícita considerar que existe ese
otro tiem po del alum no, fuera de la escuela, lo que solo se logrará si se lo
motiva con planteos interesantes que m uevan su interés. Pero deben ser
pensadas desde la planificación del profesor com o un espacio de tiempo a
incluir com o insum o en ella.
Armar el horario de los alum nos, tem poralizar los contenidos y plasmar
los en un horario para el curso im plica, com o vim os antes, considerar si
m ultáneam ente las características del sujeto que aprende y las de la situa
ción didáctica.
A partir de esta conceptualización, surgen entonces algunos criterios.
73
Mariana Rossi
perar hasta la semana siguiente para term inar una actividad o resolver un
problema. Quizás en lo inm ediato no se puedan m odificar estas cuestiones
de manera que se produzcan profundos cam bios, pero sería im portante ha
cer un esfuerzo tendiente a que determ inadas tareas se concluyan, para que
los alumnos puedan tom ar conciencia del trabajo terminado.
b) Criterios pedagógico-didácticos
Estos criterios agrupan todos aquellos elem entos de la práctica docente
que es necesario tener presente al confeccionar los horarios. Lo que se pre
tende es que la organización horaria ayude a reducir el fraccionam iento de
los contenidos, y permita su articulación e integración, facilitando una
unidad de las adquisiciones. Para esto, son ideales los m ódulos horarios y
las unidades de m ayor duración que la hora cátedra, porque hacen posible
el trabajo con ju nto de profesores de áreas afines.
Sería im portante pensar en una organización horaria que permitiera
unir las fases de com prensión, de aplicación y de producción, que por lo
general están separadas en el tiem po. Este es uno de los aspectos esenciales
ya que demuestra la potencia del tiem po com o recurso funcional. Para de
terminada época del año y para determ inada m ateria, se podría elegir la rea
lización de “talleres de integración”, en los cuales los alum nos aplicarán, al
rededor de un problem a de la práctica, conceptos y procedim ientos que
han estado trabajando en diferentes asignaturas. M uchos temas pueden ser
vir para esto, com o por ejem plo, la contam inación del agua, las inundacio
nes, etc. Y, aunque estas propuestas son conocidas, habitualm ente las acti
vidades no se realizan hoy en las escuelas argum entando “falta de tiem po”.
La organización del horario debería tam bién contem plar espacios para
la integración y profundización en la m ateria estudiada en clase, así com o
espacios de estudio independiente. Hay casos en que esto puede aparecer
en las planificaciones de los docentes, pero no se plasma en el horario, co
m o, por ejem plo, incluir algún m ódulo para estudio independiente. En ge
neral, el estudio o profundización de un tema se realiza fuera del horario
escolar sin contar, consecuentem ente, con la guía del profesor.
Otro elem ento para tener en cuenta al organizar el horario es qué reque
rim ientos tiene el desarrollo de los procesos de com prensión y lo que Per
kins llama condiciones para una nueva enseñanza, tales com o inform ación
clara, práctica reflexiva, retroalim entación informativa y la realización de
las “actividades de com prensión”. Los equipos docentes deberían construir
7¿
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
75
Mariana Rossi
rario escolar es, entre otras cosas, otorgarles un valor de trabajo educativo y
no solo de “logística”.
Los docentes realizan tareas frente a alum nos, pero tam bién un porcen
taje de su tiem po está destinado a actividades de coordinación y de plani
ficación conjunta. Sería un buen ejercicio que la distribución del tiem po de
trabajo del profesor supusiese un equilibrio entre las diversas funciones que
realiza teniendo en cuenta, inclusive, las necesarias diferencias en los dis
tintos períodos del año. Para lograrlo se puede establecer una secuencia que
contem ple, por un lado, las tareas que va a realizar y, por el otro, la deter
m inación de prioridades en relación con cada tipo de actividad. Esto per
mitirá definirlas, así com o regular su tiem po dejando espacios para los im
previstos.
Para D om énech y Viñas (1 9 9 7 ), la distribución del tiem po de los profe
sores debería contem plar las diferentes tareas y m antener un equilibrio en
tre ellas, a las que sintetiza de la siguiente manera:
• Tareas vinculadas de forma directa al proceso educativo del alumnado.
• Planificación de la enseñanza y de la organización de recursos.
• Tareas de coordinación y planificación curricular.
• Form ación y desarrollo profesional.
• Investigación curricular y diseño, elaboración y experim entación de
materiales curriculares.
• Tareas relacionadas con el entorno.
• Tareas de participación y gestión.
En la organización del horario se pueden priorizar las actividades, adju
dicarles un porcentaje y luego distribuirlas en el tiem po.
A lg u n a s h e r r a m ie n t a s p a r a in n o v a r en e l uso d e l t ie m p o
76
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
78
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
Procedimientos p a ra la acción
Ficha instrumento 1
1. A partir de los objetivos/metas institucionales de su escuela, planifique una
plantilla horaria ideal para dos cursos.
Para esto tenga en cuenta:
• La cantidad de horas curriculares obligatorias
•El número de materias o espacios curriculares que se incluyen
• El número de docentes que trabajan en ellos
•La cantidad de horas que permanecen los docentes en la escuela
•La disponibilidad de espacios
Ficha instrumento 2
Plantee una modificación en su plantilla horaria actual que contemple algunas
de estas variantes:
•El trabajo conjunto de dos grupos de alumnos heterogéneos
•Horas de capacitación docente con presencia de alumnos en la institución
•Bloques horarios de no más de tres materias por día
•El trabajo conjunto de profesores de iguales o diferentes áreas
•Cualquier otra modificación que usted pueda sugerir
79
Mariana Rossi
Ficha instrumento 3
Analice la plantilla horaria de un curso escolar teniendo en cuenta algunos de es
tos aspectos:
• Flexibilidad/rigidez, uniformidad.
• Posibilidad/imposibilidad de favorecer la atención a la diversidad
•Una concepción globalizadora del currículum/una concepción fragmentada
del currículum.
•Tiempo atenuado/tiempo acentuado.
Ficha instrumento 5
Analice algunos criterios para la distribución del tiempo en el horario y la jom ada:
•Flexibilidad/uniformidad/rigidez
•Posibilidad de favorecer la atención a la diversidad/imposibilidad defavore
cer la atención a la diversidad
•Consideración y tratamiento global e integrado de los contenidos curricula
res/ consideración fragmentada de los contenidos curriculares
•Consideración de diversas metodologías/uniformidad metodológica
• El tiempo es un recurso del que se dispone/el tiempo es un condicionante
•Tiempo atenuado/tiempo acentuado
80
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
I n no var en e l e m p l e o d e l t ie m p o :
ALGUNAS REFLEXIONES FINALES
81
Mariana Rossi
que pensarse com o algo que está al servicio de la escuela o del desarrollo
de los proyectos, se la concibe com o algo a lo que la institución y todos sus
miembros deben adaptarse o resignarse.
Por el contrario, en lugar de considerar la organización y, más específica
mente el tiempo, como algo fijo que se establece de una vez y para siempre,
debería entenderse como la integración de recursos plausibles de articularse de
modos diferentes, derivados de los objetivos y líneas de acción que se definen
en el ámbito institucional. Esto es entender el tiempo como recurso funcional.
Con respecto a la organización del tiem po en la escuela, las unidades
que se utilizan com partim entan y fragmentan las tareas y acciones de los
alumnos y docentes, tendencia sustentada en las propuestas tayloristas y
fordistas de división del trabajo y en la burocracia. Es necesario propiciar
formas de organización que favorezcan la articulación de las distintas tareas
que deben desarrollar. Así, habría que pensar en soportes organizacionales
que permitieran que el funcionam iento tradicional -d o n d e cada m iembro
realiza su trabajo sin conocer lo que realizan los o tro s - avanzara hacia la in
tegración y la distribución funcional de roles y tareas.
De modo que, flexibilidad, adecuación y funcionalidad deberían ser
criterios para tener en cuenta en la definición de la organización del tiem
po en la escuela.
Flexibilidad para organizarlo y reform ularlo a medida que sea necesa
rio y de manera que no suponga com partim entación y aislamiento.
Adecuación a las asignaturas, los grupos de alum nos y a las diversas ta
reas de los docentes.
Funcionalidad frente a las necesidades tem porales que van surgiendo
en la m archa del proceso de aprendizaje. La confección de un cronogram a
a principio de año no siem pre responde a las necesidades futuras. De ahí
que a medida que van apareciendo nuevos requerim ientos deberán redefi-
nirse los soportes organizativos: calendarios, agenda, horario.
Sin embargo, esto no debe hacer suponer que no es importante prever y
definir aspectos de la estructura temporal. De hecho, la falta de previsión y
planificación puede traer aparejadas diversas dificultades: por ejemplo, que se
convoque a un mismo docente a participar de la reunión de tercer ciclo que
coincide por calendario con la reunión de docentes de matemática; o cosas tan
obvias, pero tan comunes, com o que en el mismo horario se superpongan dos
reuniones en las que tiene que estar la misma persona, lo cual puede suceder
82
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
Nota
1 Weick (1976) usa el término “loose couplin”: (articulación débil) para describir las rela
ciones entre los componentes de la organización
83
Mariana Rossi
Bibliografía
Blythe, T. (1998) La enseñanza para la comprensión, guía para el docente, Buenos Ai
res, Paidós.
Cela, J. y J. Palou (1997) “El tiempo”, Cuaderno de Pedagogía, n° 254, pp. 72-75.
Covey, S. R. (1996) Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, Buenos Aires, Edito
rial Paidós.
84
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
Cuban, L. (1984) “Transforming the Frog into a Prince: Effective School Research
Policy and Practice at the District Leve”, Harvard Educational Review.
Gardner, H. (1997) La mente no escolarizada. Cómo piensan los niños y cómo de
berían enseñar las escuelas, Buenos Aires, Paidós.
85
Mariana Rossi
Husti, A. (1992) “Del tiempo uniforme a la planificación móvil del tiempo”, Revis
ta de Educación, n° 298, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia.
86
La escuela del futuro. Más allá de la plantilla horaria.
San Fabián Maroto, J. L (1996) “La toma de decisiones en las organizaciones educa
tivas: eficacia o dominación”, en Domínguez Fernández, G;. y J. López Mesanza,
Manual de organización de instituciones educativas, Madrid, Escuela Española.
Santos Guerra, M. A (1997) La Luz del Prisma, para comprender las organizaciones
educativas, Málaga, Aljibe.
87
"Qué hacen las escuelas que innovan”, Capítulo III
L a escuela del futuro III, I. Aguerrondo y otros, Papers Editores, 2 0 0 2
C a p ít u lo III
PASANTÍAS DE DOCENTES
EN BUENAS ESCUELAS
LÍNEA INNOVADORA DE CAPACITACIÓN
UN MODELO INNOVADOR
89
Pitar Tadei
90
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
91
Pilar Tadei
Un poco de h is t o r ia
92
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
93
Pilar Tadei
E ta pa s p a r a c o n c r eta r e s t e m o d elo d e p a s a n t ía s
94
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
análisis que contem plaba todos estos criterios, se realizaron los “cruces” en
los que se priorizó que las fortalezas de una institución se correspondieran
con problem áticas no resueltas por la/s otra/s y viceversa.
Envío de m ateriales. El paso siguiente fue establecer un prim er contacto
con las escuelas participantes. No se buscó inform arles solo sobre su elec
ción sino que era fundam ental crear condiciones de confianza y explicitar
que se com partiría una tarea profesional. Lo prim ero, porque el mostrarse
ante los pares y com partir dudas o pedir con sejos, no está debidamente
arraigado en la cultura institucional de la tarea docente: aún persiste el “ca
da maestrito con su librito” que define el aislam iento de la labor docente.
Lo segundo, para focalizar todas las actividades en el objeto convocante: el
proceso de aprendizaje.
Para ello, se enviaron:
• un docum ento de presentación con el m arco conceptual, los objetivos
y la dinám ica de trabajo;
• m ateriales orientadores elaborados por el equipo y probados y “apro
bados” por los participantes de años anteriores, acerca de lo que algu
nas investigaciones indican com o características presentes en institu
ciones educativas con buenos logros en los aprendizajes de sus
alum nos (“Cóm o son las buenas escuelas”);
• una serie de actividades propuestas (sujetas a toda m odificación que
fuera pertinente para la escuela) con el fin de facilitar la preparación y
posterior desarrollo de la pasantía;
• una selección bibliográfica de la Biblioteca profesional docente2 y de
artículos de Z ona D irección3 para promover la relectura de textos
teóricos sobre temas relacionados con los contenidos de las pasantías
e incentivar su confrontación con la práctica.
Trabajo previo en las escuelas. Durante un período aproximado de un
mes, las escuelas participantes se prepararon para la primera reunión en la
que conocerían tanto a su/s complementaria/s com o al resto de las partici
pantes de ese año.
Se sucedieron entonces diversas actividades. La primera fue una reunión
de personal para informar sobre los objetivos de las pasantías y decidir la dis
tribución de tareas y responsabilidades en la elaboración y selección de ma
teriales de trabajo que se llevarían a la reunión preparatoria. Un tema básico
era determinar cóm o se presentaban frente al resto de instituciones (revisión
95
Pilar Tadei
97
Piíar Tadei
98
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
que en otras estuvo a cargo del directivo. A veces, el relato del largo
proceso vivido en la escuela durante su elaboración permitió recapa
citar sobre los obstáculos y estudiar con los pares los lím ites y las po
sibilidades de transferencia a la propia realidad. La proyección de vi
deos en los que se presentaba la escuela en forma sucinta dio pie a la
explicitación de los criterios que se respetaron para seleccionar las
imágenes que dieran cuenta de los aspectos más definitorios de su
identidad y de la visión trazada por los actores. Hubo que plantearse,
entonces, la necesidad de llegar a un código com ún (qué entendemos
por visión, por ejem plo), a través de rever los marcos teóricos. Se in
tercam biaron, además, diferentes instrum entos empleados para la
consulta a los padres y otros m iem bros de la com unidad sobre sus ne
cesidades y expectativas, actas de “com prom iso” y modelos de conve
nios entre la escuela y otras organizaciones del entorno para el desa
rrollo de actividades co n ju n ta s (in stan cias de capacitación en
diferentes áreas a cargo de profesionales independientes y de los Ins
titutos de Form ación D ocente, pasantías de alum nos de los cursos su
periores en empresas, colaboración de familiares para acom pañar a los
chicos en salidas de cam po, etcétera).
• Análisis de proyectos específicos y su implementación. La guía de
actividades enviada a las escuelas consistía en una serie de fichas en
tre las que había tres - a m anera de e je m p lo - para orientar las activi
dades sobre proyectos específicos: 1) en áreas de contenido, 2) de ca
pacitación docente en la escuela y 3) referidos a la participación de los
alum nos en la vida escolar.
La mayoría de las actividades de los docentes se centró en el primer
ítem y, m uy en especial, en la enseñanza de matemática y lengua. Tuvo
distinta intensidad en cada una de las escuelas de acuerdo con la expe
riencia profesional, la form ación y la capacitación específica de los do
centes involucrados. En algunos casos, se hizo un análisis minucioso
del proyecto (objetivos, articulación con el PEI, participantes y respon
sables, etapas de desarrollo, recursos necesarios, instrumentos de se
guimiento, etc.) para pasar luego a su im plem entación y com partir di
ferentes actividades en torno a ella. H ubo quienes se limitaron a la
observación y registro de clases, m ientras que otros participaron de la
planificación y coordinaron ju n to s las actividades o desempeñaron ro
99
Piíar Tadei
les com plem entarios; así, mientras uno observaba y registraba lo que
sucedía en el aula, el otro llevaba adelante la clase de acuerdo con lo
planificado. El paso siguiente era su revisión para determinar la perti
nencia o no de las actividades propuestas, su confrontación con el mar
co conceptual y los posibles reajustes que se realizarían para continuar
con el desarrollo del tema. En otros casos, prepararon secuencias de ac
tividades para la enseñanza de un tema en particular, consultando bi
bliografía tanto para alum nos com o para docentes, intercambiando
materiales recreados por ellos o por los equipos de sus escuelas, anali
zando criterios y elaborando instrum entos de evaluación.
Algunas de las escuelas sede contaban con proyectos específicos sobre
capacitación en servicio, lo que im plica la reestructuración del hora
rio escolar. No fue uno de los tem as más frecuentes porque para con
cretarlo se necesita gran flexibilidad en la organización del trabajo do
cente. Aun así, las escuelas que disponían de ese espacio lo habían
logrado después de diferentes ensayos para optim izar los resultados.
En varias, fueron los propios docentes quienes identificaron ciertas
necesidades y se organizaron para leer bibliografía, com entarla y dis
cutir las propuestas; otras han recurrido a los recursos hum anos dis
ponibles en la com unidad o contratado especialistas con los aportes
de programas nacionales o provinciales.
Durante la pasantía fue particularm ente positiva la intervención de al
gunos m iembros de IFD com o orientadores de las actividades o com o
capacitadores en los espacios previstos por la institución a tal fin. Pa
ra los pasantes fue pertinente no solo participar de esas instancias si
no tam bién conocer con profundidad el proceso que permitió concre
tarlas para poder transferir la experiencia adaptándola al propio
entorno; más aún, algunos de ellos que se habían capacitado en una
determinada área fueron quienes asum ieron el rol de capacitador.
Con respecto a proyectos que contem plaran la participación de los
alumnos en la vida institucional, las experiencias en desarrollo se refe
rían al funcionamiento de los consejos de convivencia y sus reglamen
tos, a la organización de la librería com o cooperativa de alumnos o de
la radio escolar, especialm ente en las instituciones de nivel medio.
• O bservación y a n á lisis de lo s e s tilo s de g estión : esta actividad fue
desarrollada tanto por directivos com o por supervisores. A partir de la
100
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
101
Pilar Tadei
102
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
F u e r z a d e l im pa c t o in n o v a d o r d e l a s p a s a n t ía s
103
Pilar Tadei
Algunos ejemplos
104
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
105
Pitar Tadei
vaciones que rompían con norm as pertinentes en otras épocas pero anacró
nicas en la actualidad, y el sistem a burocrático de la adm inistración no les
daba espacio. El trabajo com partido no solo elevó la propia estima sino que
sirvió de estímulo para que las instituciones asociadas en la experiencia ini
ciaran o profundizaran procesos de cam bio.
106
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
107
Pilar Tadei
N u ev o s r o le s p a r a v i e j o s a c t o r e s
Los supervisores
De acuerdo con los criterios de transform ación que se están im plem en-
tando en los últim os años en el sistema educativo, los supervisores han ido
profundizando más su función de orientación pedagógica y com o prom o
tores de cam bios, que la de controladores burocráticos. El trabajo en equi
po con sus pares y una mirada más abarcativa sobre el distrito o región a su
cargo les permite detectar aquellos factores que obstaculizan el logro de
buenos resultados y, sobre todo, hacer el seguim iento y el registro de los
proyectos institucionales y específicos que favorecen dichos logros. Es por
eso que se tornan actores im portantes para la organización de las pasantías
y, al mismo tiem po, pueden ser receptores o pasantes de otros colegas con
quienes com partir jornad as de trabajo colaborativo.
¿Qué actividades pueden desarrollar en la organización? Ante todo, de
ben partir de urt conocim iento estricto de cóm o funcionan las escuelas a su
cargo. Esto im plica m antenerse en fluido contacto con cada una, contar con
instrum entos adecuados para evaluar los procesos que se están desarrollan
do en ellas y conform ar equipos con sus pares y con los m iembros de con
ducción. No son entonces quienes van a controlar el funcionam iento de la
escuela para detectar errores y “ver papeles” -c o m o m uchas veces se los ha
visto en el imaginario d o cen te- sino quienes la asesorarán, com o observa
dores externos, en la consecución de los objetivos planteados. Se convier
ten en evaluadores de los procesos de cam bio, acom pañándola, con una
108
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
109
Pilar Tadei
110
La escueta del futuro. Pasantías de docentes.
111
Pilar Tadei
Un trabajo compartido
112
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
com partir con criterio de com plem entariedad una serie de actividades re
novadoras, entre las que se incluye la organización de pasantías.
Com o se explicitó anteriormente, pueden consensuar los criterios de se
lección de las escuelas, los supervisores aportando su conocim iento de ellas;
los IFD, realizando trabajos de investigación sobre los marcos generales de
procesos de cam bio; debatiendo am bos sobre las prioridades que señalan las
políticas educativas para poder elegir luego las escuelas que participarán.
Podrán abocarse luego a las tareas preparatorias que son numerosas y
variadas.
Se propone una lista no exhaustiva de tem as para considerar en las ac
tividades de diagnóstico o m irada introspectiva de la institución:
• Características de la población a la que se presta servicio.
• Porcentaje de repitentes; nivel de ausentism o, etcétera.
• Áreas donde hay m ayor riesgo pedagógico.
• Factores detectados que obstaculizan el logro de m ejores resultados y
alternativas propuestas para su solución.
• Fortalezas con que cuenta la institución (personal docente capacitado,
involucram iento de los padres, eficaces m odos de com unicación, etcé
tera).
• Funcionam iento de diversos equipos de trabajo (por roles, por áreas,
por niveles, etcétera).
• Flexibilidad para adecuar espacios y tiem po a las necesidades de la
planificación didáctica.
• Participación de los padres.
Pueden distribuirse responsabilidades en la orientación de las activida
des siguientes: definir qué se pretende aprender y qué aportar en el traba
jo conju nto con la otra institución, cóm o se establecen los primeros contac-
tos'(qué m edios utilizar para presentarse) y diseñar ju n to s él trabajo que se
desarrollará durante la pasantía.
Para el período del trabajo interinstitucional conviene programar activi
dades por rol e instancias con todos los participantes. Con respecto a las
primeras, los IFD revisarían los planes de estudios con colegas de otras ju
risdicciones, elaborarían instructivos y diversos instrum entos para el regis
tro de experiencias o trabajos de investigación; los supervisores pueden in
tercam biar instrum entos para el seguim iento de las instituciones de su zona
o distrito, confrontar estilos de gestión, conocer las políticas educativas de
113
Pilar Tadei
otras provincias, etc. Los directores, por su parte, explicitar los criterios pa
ra delegar funciones o las dificultades para lograrlo, qué y cóm o es la co
m unicación en la escuela, los factores que facilitan la organización vigente,
etc. Por último los docentes, planificarían ju n to s clases en las áreas acorda
das, elaborarían instrum entos para la observación de su desarrollo, evaluar
luego los resultados, etcétera.
Asimismo, pueden programarse reuniones de personal para presentar
sus proyectos institucionales y los específicos, analizarlos y discutir sobre
los marcos teóricos y, sobre todo, las posibilidades y lím ites de transferen
cia a las realidades de cada escuela participante.
E l t r a b a j o p o s t e r io r a l a s p a s a n t ía s
A lg u n a s c o n s id e r a c io n e s p a r a t e n e r en c u e n t a
114
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
115
Pilar Tadei
116
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
culos en áreas en las cuales la otra esté fortalecida. Éste es uno de los aspec
tos más dificultosos porque son m uchas las variables que entran en juego.
Además del cruce de fortalezas y debilidades, es importante tener en cuenta
características de las instituciones: tam año, ám bito, población a la que pres
ta servicio, niveles, permanencia y pertenencia del personal docente, rela
ción con la com unidad, distancia de otros centros educativos, etcétera.
Si bien algunos de los aspectos enunciados pueden no ser coincidentes,
en una primera etapa es aconsejable cierto grado de sem ejanza, ya que la
diferencia de tam año (por dar solo un ejem plo) incide en el m odelo de ges
tión, en la organización y factibilidad de un trabajo en equipo por áreas,
años paralelos, etcétera.
En tercer lugar, es im portante el compromiso sostenido que debe asu
m ir cada institución para llevar a buen térm ino la experiencia. Ante todo,
hay que desechar la idea de que la pasantía consiste en la visita de una ins
titución a otra. No es sólo una visita, ni es sim plem ente una visita. Es una
instancia de trabajo com partido que com ienza ya en los preparativos de la
experiencia, se im plem enta durante un período acotado y previamente con
sensuado entre am bas, y se continúa luego al recrear y adaptar, cada una a
la propia realidad, los proyectos elaborados en conjunto y las estrategias
“aprendidas”. En todo m om ento, están presentes la planificación, el desa
rrollo y la evaluación de diversas actividades que contem plan tanto la me-
diatez com o la inm ediatez que caracterizan la labor docente.
Por últim o, e íntim am ente unido a lo anterior, hay que destacar com o
im portante la libertad y la capacidad para llevar a cabo los reajustes y la
im plem entación de nuevos proyectos, producto del trabajo en equipo de
sarrollado. En este aspecto, el m ayor riesgo consiste en la aplicación acríti-
ca o en la mera copia de lo observado en los otros. No debe olvidarse que
cada institución, por m uy sim ilar que parezca, es una identidad en sí m is
ma y, com o tal, deben respetarse sus peculiaridades.
A MODO DE CONCLUSIÓN
117
Pilar Tadei
be apuntar.
En gran parte de los países que se han planteado reformas y transfor
maciones en sus respectivos sistemas educativos, se habla de ciudadanos
responsables, autónom os, solidarios y respetuosos de la m ulticulturalidad
que caracteriza a las sociedades dem ocráticas. Para dar cabida a estos valo
res, la escuela debe reforzar su autonom ía a través del diálogo profesional
con sus pares; ser abierta y flexible para poder reelaborar con ellos las dife
rentes etapas que constituyen todo proceso educativo y cooperar en la di
versidad de contextos sociales.
Con las pasantías, maestros y profesores, directivos y supervisores, en
fin, todos los docentes tienen un nuevo cam ino abierto por los pasos de
muchos colegas. Se trata solo de incorporarse a él con la carga rica de ex
periencia de cada uno para seguir innovando en el cam po pedagógico de
siempre pero no en soledad.
Notas
1 En 1998 participaron docentes de Institutos Superiores de Profesorados de Buenos Ai
res, Córdoba, Corrientes, Chubut, Medoza, Río Negro y San Juan.
2 Como parte de los programas de la Transformación Educativa, el Ministerio nacional hi
zo llegar a todas las escuelas del país una Biblioteca Profesional Docente.
3 Zona Dirección era un suplemento de Zona E ducativa , publicación mensual distribuida
gratuitamente a las escuelas por el Ministerio de Educación nacional entre 1995 y 1999.
118
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
Bibliografía
119
Pilar Tadei
E s c u e l a s p a r t ic ip a n t e s
b. En 1997
1. Escuela N° 159 de Isidro C asanova. B uenos Aires
2. Escuela N° 13 de Las A rm as. B uenos Aires
120
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
121
Pilar Tadei
c. En 1998
1. Escuela N° 8 de Juan José Paso. Buenos Aires
2. Escuela N° 16 de Villa Luzuriaga. Buenos Aires
3. EGB N° 78 de Quilmes. Buenos Aires
122
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
123
Pilar Tadei
124
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
125
Pilar Tadei
d. En 1999
1. Escuela N° 18 de Tigre. Buenos Aires
2. Escuela N° 5 de Quilmes. Buenos Aires
3. Escuela N° 910 de Zarate. Buenos Aires
4. Escuela N° 5 de Ituzaingó. Buenos Aires
5. Jardín Maternal N° 901 de Tigre. Buenos Aires
6. Jardín de Infantes N° 904 de Lomas de Zamora. Buenos Aires
7. Escuela N° 243 de Capital. Catamarca
8. Escuela N° 33 de Valle Viejo. Catamarca
9. Escuela N° 3. Ciudad de Buenos Aires
10. Colegio N° 6. Ciudad de Buenos Aires
11. Escuela N° 20 D.E. 2. Ciudad de Buenos Aires
12. Escuela N° 7 D.E. 18. Ciudad de Buenos Aires
13. Jardín de Infantes N° 1 D.E. 18. Ciudad de Buenos Aires
14. Jardín de Infantes N° 3 D.E. 9. Ciudad de Buenos Aires
15. Escuela “José Manuel Estrada” de km 8. Córdoba
16. Escuela Normal Superior de Alta Gracia. Córdoba
17. Escuela “Padre Tercilio Gambino” de Capital. Córdoba
18. Escuela “Juan Martín de Pueyrredón” de Capital. Córdoba
19. “Escuela Normal Superior” de San Justo. Córdoba
20. Escuela Jardín N° 21 de Capital. Corrientes
21. Colegio Polimodal “Dr. Eloy Miguel Ortega” de Capital. Corrientes
22. Jardín Maternal y de Infantes N° 30 de Resistencia. Chaco
23. Jardín Maternal y de Infantes N° 84 de Resistencia. Chaco
24. Escuela N° 336 de Resistencia. Chaco
25. Escuela N° 68 de Gobernador Costa. Chubut
26. Escuela N° 759 de Trelew. Chubut
27. Escuela N° 165 de Paraná. Entre Ríos
28. Unidad Educativa N° 1 de Concepción del Uruguay. Entre Ríos
29. Escuela N° 501 de Capital. Formosa
30. Jardines de Infantes Nucleados N° 6 de Capital. Formosa
126
La escuela del futuro. Pasantías de docentes.
127
Pilar Tadei
Este libro se terminó de imprimir en ju lio de 2 0 0 2 , en los talleres gráficos EdiGraf, Buenos Aires, Argentina.
128
In é s A g u e rro n d o