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100 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

¿Marxismo o
populismo? El
debate sobre la
cultura proletaria

Ilustración: Matalia Rizzo


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Noviembre | 41

ARIANE DÍAZ
Comité de redacción.

Parte del debate que se abrió en 1920 en el proyecto de la Enciclopedia de Diderot y creación proletaria se basan en los métodos
Partido Bolchevique sobre la organización del D’Alambert, y de Universidades y ciencias del trabajo proletario, es decir, el tipo de tra-
Proletkult fue también una discusión entre proletarias2: bajo que caracteriza a los trabajadores de la
marxistas sobre las características de la tran- industria pesada moderna”. De allí deriva co-
sición al socialismo, más allá de la práctica Esto significa una ciencia que sea aceptable, mo características del trabajo proletario el
efectiva de las organizaciones del Proletkult entendible y componente de la misión vital colectivismo, producido por la “colaboración
que no siempre coincidieron con las ideas de del proletariado, una ciencia que esté organi- masiva y de la asociación entre tipos especia-
sus fundadores1. Poco después, en 1924, ya en zada desde el punto de vista del proletariado, lizados de trabajo dentro de la producción
el marco de la NEP, se reactualizará una dis- una que sea capaz de dirigir las fuerzas del mecánica”; y el monismo, que en la ciencia
cusión sobre la política que el Estado obre- proletariado en su lucha por implementar sus y la filosofía habría encarnado el monismo
ro debía tener en el terreno cultural donde se ideales sociales3. metodológico del marxismo, a base del cual
profundizará esta discusión. debería desarrollarse una “ciencia organiza-
Uno podría preguntarse qué hacían muchos La falta de esta perspectiva es lo que lo lle- cional universal, uniendo monísticamente
de los más importantes dirigentes partida- va a oponerse también a la toma del poder toda la experiencia organizacional del hom-
rios, en una situación que aún dejando atrás en Octubre, que considera prematura, aun- bre en su trabajo y lucha social”, que llama-
la guerra civil se presentaba como acucian- que luego de realizada colabore con el nuevo rá tectología.
te a nivel de la URSS y a nivel internacio- Estado sobre todo a través de su papel como Estas hipótesis plantean dos problemas en
nal, discutiendo sobre cuestiones literarias. A dirigente del Proletkult, del que era dirigente cuanto a la definición de cultura. El prime-
ello intentaremos responder centrándonos en junto con una gran mayoría de militantes del ro, que la base del trabajo de la industria mo-
el debate teórico-político entablado entre los Partido Bolchevique. derna, incluso aunque se considere su versión
marxistas. Sus concepciones encontrarían eco en al- fordista especializada más que la tayloris-
gunos de ellos, como en Pletnev, para quien ta –como parece estar haciendo en ese tex-
Los fundamentos de Bogdanov la dictadura del proletariado, como tal, “no to Bogdanov–, no deja de ser la del trabajo
El planteo original de Bogdanov, principal existe” en la medida en que los bolcheviques alienado, cuyo control de los tiempos y sus
promotor de la noción de “cultura proleta- necesitan acordar y conceder en algunos ca- planes generales no están fuera de las atribu-
ria”, es parte de su balance de la derrota de la sos su programa con otras fuerzas como los ciones del trabajador de la línea. Su objetivo
Revolución de 1905, cuando aún era miem- Socialrevolucionarios. Esas alianzas pueden es la producción a gran escala y abaratada de
bro de la fracción bolchevique de la social- ser necesarias en el terreno político, pero no mercancías, que está lejos de la noción del ar-
democracia rusa: el proletariado no había puede confiar en otros sectores de clase para te como trabajo productivo no alienado que
logrado entonces darse las herramientas ne- la construcción de una nueva cultura prole- el marxismo supo usar como ejemplo contra-
cesarias para hegemonizar, desde una pers- taria, porque terminarían primando sus in- puesto a las formas de producción capitalis-
pectiva propia, al conjunto de las masas fluencias pequeñoburguesas, advertía, y por tas. Podría interpretarse que una forma que
oprimidas. En parte por ello, alejándose del ello corresponde al Proletkult la tarea de de- permita producir más en menos tiempo libe-
bolchevismo tras sucesivas discusiones polí- fender este eje central en la construcción del raría tiempo de ocio para otras actividades,
ticas durante la primera década del siglo XX, socialismo4. y de hecho por ello el fordismo tuvo cierto
Bogdanov dedicó buena parte de sus esfuer- En el terreno artístico, propuestas como la atractivo para muchos marxistas de la época,
zos a desarrollar una entera cosmovisión des- que esboza Bogdanov en 1918 se vieron ex- pero no es ese el planteo de Bogdanov, que
de el punto de vista proletario. presadas en diversos pronunciamientos del insiste en la forma específica de organización
Bogdanov trazaba un paralelo entre la re- Proletkult, y eran la base de su insistencia en de trabajo industrial.
volución obrera y la burguesa, observando la ruptura con la tradición cultural previa, Esta relación que establece entre desarro-
cómo esta última había desplegado, previa- que se consideraba un vehículo de la ideolo- llo económico y cultural adolece, además, de
mente a la toma del poder, su propia cos- gía burguesa con la que por lo tanto había que un mecanicismo que, salvo en sus versiones
movisión en todos los terrenos, desde el romper –aunque los planteos de Bogdanov, más vulgares, nunca defendió el marxismo,
económico y científico, hasta el filosófico y que demandaban un beneficio de inventario al no reconocer la legalidad propia del tra-
artístico –lo que hoy de conjunto conoce- respecto a la tradición anterior, no compar- bajo artístico con el que insistiera Trotsky en
mos como Ilustración–. Algo similar, pensa- tían el espíritu iconoclasta que manifestaron Literatura y revolución justamente en discu-
ba Bogdanov, debía elaborar la clase obrera, muchos miembros del Proletkult–. sión con el Proletkult6. En el debate de 1924
plasmando su visión del mundo en una “cul- ¿Cómo sería esa cultura proletaria? En una crítica similar hará Trotsky a sus interlo-
tura proletaria”. Hablaba incluso de un “enci- un texto de 1920, “Los caminos de la crea- cutores alrededor del ejemplo de Dante, que
clopedismo obrero”, al modo del monumental ción proletaria”5, plantea: “Los métodos de toma de Labriola: “Solo los imbéciles pueden »
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tratar de interpretar el texto de La divina co- propia; y cuando gane no habrá una cultura no ayudaba a que desaparezcan, pero ade-
media por las facturas que los mercaderes flo- de clase, no una cultura proletaria, sino una más, entorpece la formulación de una políti-
rentinos enviaban a sus clientes”7. cultura humana común. Lo negué entonces y ca para encararlas a fondo.
Pero como problema teórico más general, lo niego ahora. ¿Es nuestro Estado soviético, Los argumentos del Proletkult no tendían a
como señalan quienes han estudiado incluso nuestros sindicatos,������������������������
nuestro marxismo, real- una política revolucionaria: el conocimiento,
con simpatía las elaboraciones de Bogdanov8, mente una cultura humana común? No, esta crítica y superación de la tradición artística
la analogía entre la revolución burguesa y la es una cultura puramente proletaria: nuestra previa, por ejemplo, requería de una serie de
proletaria pierde de vista que la clase obrera ciencia, nuestra unificación, nuestra estructu- herramientas que podrán tener los dirigentes
llega al poder no como clase poseedora sino ra política tienen su propia teoría y práctica. del Proletkult, pero no aún las masas obre-
como clase desposeída, y que por lo tanto re- ¿Por qué decir que en el arte esto es diferen- ras. La demagogia rápidamente podía enton-
cién a partir de la toma del poder puede co- te? ¿Cómo sabemos qué tan seria y qué tan ces convertirse en condescendencia y falta
menzar a desplegar y desarrollar elementos o larga será la NEP? […] Culturas separadas de una política realmente democratizado-
perspectivas que la identifican como clase y a veces se desarrollan por cientos de años, ra. Será contra estas ideas, que en el fondo
consolidar su hegemonía sobre las demás cla- y quizás nuestra cultura ocupará no décadas Trotsky caracteriza como populistas aunque
ses oprimidas. sino sólo años, pero es imposible repudiarla se disfracen de marxistas, donde dirigirá sus
Este elemento aparece completamente de conjunto9. cañones. No lo hará a la manera fácil de re-
subvaluado en Bogdanov, y a pesar de que saltar el origen o formación no proletaria de
suele aparecer identificado con las alas ul- Bujarin hará una crítica similar: los dirigentes del Proletkult, que estaban le-
traizquierdistas de la socialdemocracia rusa, jos de ser obreros de base en la línea de pro-
este tipo de planteos parecen acercarlo más a Trotsky ha cometido un “error teórico” exa- ducción –algo que, en todo caso, les hubiera
las ilusiones de la socialdemocracia europea gerando el ‘grado de desarrollo de la sociedad cabido en los términos en que los proletkul-
que creyó poder avanzar posiciones engor- comunista’ o, expresado de otra forma. la ve- tistas fundamentaban sus ataques a otros–, si-
dando su cantidad de miembros y multipli- locidad en que se disolverá la dictadura del no discutiendo la concepción del marxismo
cando sus instituciones propias, ilusión que proletariado10. que postulaban. Y sorprendentemente para
rápidamente se vio desmentida por la derrota algunas lecturas superficiales, para defender-
de la revolución alemana (y que, por otro la- ¿Pero qué significado tenían para Trotsky lo, lo que hace es señalar sus límites.
do, en la atrasada Rusia zarista, eran más ilu- las producciones artísticas que, con las medi- En primer lugar, insiste en que no hay por
sorias aún). das democratizadoras que había traído la re- qué pedirle al marxismo que dé respuestas so-
volución, comenzaban a aparecer entre los bre todos los problemas artísticos –y científi-
El debate de 1924 trabajadores? Desde un punto de vista, su va- cos, agregará–: una cosa es resaltar el origen
Los dirigentes bolcheviques reunidos en lor era enorme, tan significativo como la apa- burgués de la novela como género, por ejem-
1924 para debatir la política del partido en el rición de las obras de los Shakespeare, los plo, apoyándose en caracterizaciones hechas
terreno de la producción literaria –entre ellos Moliere o los Pushkin, explicará en la reu- por el marxismo, pero otra es determinar si la
Lunacharsky, Bujarin, Averbakh, Raskolnikov, nión11, en la medida en que demuestra la in- utilización de la primera o la tercera persona
Radek, Riazanov, Pletnev y Trotsky–, pondrán corporación de enormes sectores sociales de un relato responde a alguna determinación
el eje en el período de transición. hasta entonces vedados de la producción cul- de clase y no a problemas de trabajo con el
Los que allí defienden la idea de la “cultura tural, lo cual seguramente dará frutos a largo lenguaje o las formas de representación.
proletaria”, no necesariamente suscriben el con- plazo y que apunta, aunque inicialmente, a la Pero además, las definiciones del Proletkult
junto de las ideas de Bogdanov, pero Trotsky ya superación de la división entre trabajo inte- pretendían fundamentarse en su capacidad
había discutido con los teóricos de esta concep- lectual y manual. Pero ello está lejos aún de de ser comprensibles para las masas, elemen-
ción en Literatura y revolución desde el punto representar una nueva cultura, menos aún si to que sí estaba presente ya en las definicio-
de vista de los objetivos de la revolución socia- por ello se considera una cosmovisión más o nes de Bogdanov12. Pero ¿acaso El capital
lista, que no son el reforzamiento de la domi- menos completa de la vida social. sería menos científico porque su lectura su-
nación de una determinada clase, aún la clase Podría trazarse aquí un paralelo con la con- pone sin duda un trabajo arduo? No, refuta-
oprimida y mayoritaria, en la medida en que la ceptualización que hace Trotsky, en ese mis- rá Trotsky, y de hecho, si la revolución logra
construcción del socialismo implica justamente mo período, sobre la situación de la mujer en sus objetivos y la existencia de clases es un
la disolución de las clases. una sociedad clasista: por más que el Estado mal recuerdo del pasado, ese libro funda-
Será justamente en momentos en que esa obrero garantizara –como hizo en niveles que cional de Marx se convertirá en un “mero
cuestión se desplegaba dramáticamente en la aún hoy siguen siendo de avanzada– la igual- documento histórico, como el programa de
URSS, luego de la derrota de la revolución dad legal entre los géneros, ello estaba lejos nuestro partido”13. Apelar al gusto de las ma-
alemana que dejará aislado al joven Estado de representar aún la igualdad ante la vida, sas como vara implica justamente no cues-
obrero, que se abre la discusión sobre los tarea que las próximas generaciones tendrían tionar la ideología dominante que sin duda
tiempos de esa transición. la posibilidad de desarrollar y disfrutar. Por seguirá teniendo por un período, aun en los
Lunacharsky define en sus memorias las di- ello el Estado tuvo que tomar en muchos ca- momentos en que se encuentra más debilita-
ferencias que mantiene con Trotsky: sos medidas transitorias que podían parecer da, como es en el medio de una revolución.
contrarias a su programa, como promover el Quien crea a la clase exenta de conservadu-
La opinión de Trotsky es que [una cultura matrimonio civil para combatir la influencia rismo, prejuicios o atraso, no está mirando de
proletaria] no era posible, porque mientras de la Iglesia. No reconocer estas contradic- frente a la realidad y pensando políticas para
que el proletariado no haya ganado, debe ciones en nombre de principios abstractos modificarla de raíz, sino contentándose con
manejar una cultura ajena y no creará la suya que no dan cuenta de las condiciones reales, esquemas impotentes.
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Volviendo entonces a la pregunta inicial: revolución y los desafíos que presenta la tran- 4. Sochor, Revolution and culture, Ithaca, Cornell
¿por qué esta discusión en este momento sición, en un período en que empiezan a perfi- University Press, 1988, p. 141.
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tantos dirigentes del partido en una si- larse dos alternativas que pronto chocarán: la 5. Compilado en Bowlt, Russian arte of the avant-
garde, New York, Viking Press, 1976. Traducción
tuación que no era precisamente calma? Por idea de la posibilidad de construcción del “so-
propia.
un lado, porque la discusión cultural de en- cialismo en un solo país” que Stalin esboza en
6. Sobre este libro de Trotsky ver “La literatura co-
tonces, que tuvo uno de sus ejes en la cues- 1925, o las ideas que terminarán conforman- mo termómetro de una época”, IdZ 22.
tión de qué hacer con la tradición anterior en do la “teoría de la revolución permanente”,
7. Transcripción taquigráfica de la intervención de
la construcción de lo nuevo, era un eco de que Trotsky desarrollará más acabadamente Trotsky en dicha reunión, que suele aparecer co-
debates abiertos también en otros terrenos, en los años posteriores. mo anexo en las ediciones de Literatura y revolu-
incluso más dramáticos, desde el militar o el ción. Aquí usamos la de Bs. As., RyR, 2015, p. 365.
económico –y sobre todo en un país atrasado 8. Ver por ejemplo, el estudio de Sochor ya citado.
como la URSS–. 9. Fitzpatrick, “A. V. Lunacharsky. Recent Soviet
Por otro lado, porque el debate de la “cultu- Interpretations and Republications”, Soviet Studies
ra proletaria” entre los marxistas del Partido 3, Vol. 18, p.288.
Bolchevique no era solo literario; estaba basa- 10.Citado en Sochor, ob. cit.
1. Ver “Laboratorio artístico a cielo abierto” en es-
do en conceptos como el de hegemonía, alian- te mismo número. 11.Trotsky, ob. cit., p. 362.
za de clases, tareas históricas de clase, en fin, 2. Fizpatrick, Lunacharsky y la organización sovié- 12. “El viejo artista necesita valorar, o no valorar,
problemas importantes de la teoría y la polí- tica de la educación y las artes, Madrid, Siglo XXI, la claridad artística; para el nuevo artista, esto sig-
1977, p. 120. nifica nada menos que la accesibilidad colectiva, y
tica revolucionaria para pensar la transición.
esto contiene el significado vital del esfuerzo del
Al parecer, estos dirigentes están saldando 3. Mally, Culture of the future, Berkeley, Califor- artista”, dice por ejemplo (ob. cit.).
en un terreno menos “acuciante” las diferen- nia University Press, 1990, pp. 162-3. Traducción
propia. 13. Trotsky, ob. cit., p. 365.
cias que tenían en cuanto a la dinámica de la

Varvara Stepánova, Cinco figuras sobre blanco, 1920.

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