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Volumen 35, Nº 2, 2003.

Páginas 347-353
Arqueología e Identidad Étnica: El Caso de Bolivia 347
Chungara, Revista de Antropología Chilena

ARQUEOLOGÍA E IDENTIDAD ÉTNICA:


EL CASO DE BOLIVIA
ARCHAEOLOGY AND ETHNIC IDENTITY:
THE CASE OF BOLIVIA
José M. Capriles Flores*

En Bolivia, el manejo de la arqueología como un medio de fortalecimiento de identidades étnicas, surge como una demanda social
con importantes antecedentes. En este artículo, se presenta un análisis del desarrollo histórico de la forma en que los resultados de
las investigaciones arqueológicas han sido empleados en el presente. Se observa que en la actualidad, a pesar de una relación cada
vez más importante entre arqueólogos y comunidades locales, la “arqueología académica” falla en proporcionar los estímulos
adecuados que le posibiliten un vínculo más dinámico con el público general. Para revertir esta realidad, se requiere de soluciones
estructurales, que partan desde la base teórica de la praxis arqueológica y permitan generar un diálogo recíproco entre arqueología
y público interesado, principalmente las comunidades indígenas, cuyo pasado y patrimonio cultural son estudiados por los proyec-
tos de investigación arqueológica.
Palabras clave: Práctica arqueológica, Bolivia, identidad étnica.

In Bolivia, the management of archaeology as a means of empowering ethnic identities, arises as a social demand. This paper
presents an historical analysis of the development of how the results of archaeological investigations have been used. Now, and in
spite of increasing collaborations between archaeologists and local communities, “academic archaeology” is failing to provide
the appropriate stimulus to facilitate a more dynamic interaction with the general public. To reverse this reality, structural solu-
tions are required, but based on solid theoretical foundations and archaeological practice. This should allow for a productive
dialogue between archaeologists and the public, in particular the indigenous communities whose past and cultural patrimony is
studied by archaeological projects.
Key words: Archaeological practice, Bolivia, ethnic identity.

En el presente ensayo, trataré de realizar una conceptualización de un individuo que resulta de


revisión sintética del desarrollo del pensamiento su identificación con un grupo más amplio en opo-
arqueológico en Bolivia, en relación al manejo en sición a otros sobre la base de una diferenciación
el presente de la información derivada de la inves- cultural percibida y/o descendencia común (Jones
tigación arqueológica. Considerando que la arqueo- 1997:xiii, traducción del autor). En este sentido,
logía en cuanto a ciencia social debe responder a como se verá más adelante, consideramos el pasa-
las demandas de la sociedad, se analiza su aporte do como uno de los elementos fundamentales para
en relación al fortalecimiento de la identidad étnica la estructuración social de la identidad étnica
de los grupos nativos cuyo pasado investiga. Se (Friedman 1992).
rescata la importancia de los pocos aportes teóri-
cos enfocados en la difusión de los datos arqueo- El Presente en el Desarrollo Teórico de la
lógicos a un público más amplio. Sin embargo, se Arqueología en Bolivia
propone que la articulación entre la información
recuperada de la investigación arqueológica y la En nuestro país, la arqueología ha tenido un
sociedad en su conjunto, debe plantearse a través desarrollo bastante lento en comparación a otros
de políticas dirigidas al fortalecimiento de las países latinoamericanos, alcanzando su institucio-
identidades étnicas de los grupos del presente nalización recién en 1975 (Ponce Sanginés 1995).
(Capriles 2001). En este artículo, siguiendo la pro- De ahí que estudios como las descripciones de si-
puesta de Jones (1997), utilizaremos el concepto tios arqueológicos, reconstrucción de historias cul-
de identidad étnica como “ese aspecto de la auto- turales y la investigación concentrada en sitios

* Carrera de Arqueología, Universidad Mayor de San Andrés, P.O. Box 499, La Paz, Bolivia. eliflor@ceibo.entelnet.bo

Recibido: agosto 2002. Aceptado: marzo 2003.


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monumentales (especialmente Tiwanaku) hayan Patterson 1994). De esta manera, la arqueología


sido los principales focos de su interés (e.j., Ponce como ciencia social, tenía el deber de asignarle al
Sanginés 1972). Sin embargo, el proceso de pasado una función histórica para el fortalecimiento
institucionalización de la arqueología boliviana ya de las identidades en el presente (Carpio 1997). La
había sido iniciado en la década de 1950, influido influencia de esta escuela de pensamiento en Boli-
decididamente por el pensamiento político nacio- via no ha sido debidamente analizada, aunque sus
nalista de la época (p.e. la Revolución Nacional de efectos no fueron tan importantes como en otros
1952), que fue fortalecido e inclusive legitimado a países (Patterson 1994).
través del Tiwanaku-centrismo que caracterizó a Por otra parte, paralelamente a la decadencia
la que posteriormente se conocería como la Arqueo- de la Arqueología Nacionalista, una serie de pro-
logía Nacionalista Boliviana. Como es caracterís- yectos arqueológicos principalmente norteameri-
tico de las arqueologías nacionalistas (Trigger canos empezaron a ejecutarse en Bolivia. Su in-
1984) en Bolivia esta manifestación, se desarrolló fluencia en nuestro país (al igual que en otros países
a través de la centralización y monopolización de vecinos), fue decisiva para el desarrollo de las es-
la investigación arqueológica, con una “política cuelas locales de pensamiento (así como de la prác-
científica” orientada hacia el estudio de las raíces tica de la arqueología en sí misma). Esto es parti-
prehispánicas de la nacionalidad boliviana, enten- cularmente cierto considerando que, recién en 1984
dida simplemente como la expansión del “Imperio se crea la Carrera de Arqueología en la Facultad de
de Tiwanaku”. Más aún, la difusión de las nuevas Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San
ideas de la Revolución se realizó a través de la cen- Andrés en La Paz, generando de esta manera una
tralización y monopolización de las publicaciones provechosa dinámica entre docentes y estudiantes
arqueológicas y principalmente de los programas bolivianos y norteamericanos.
educativos, los cuales incluyeron esta nueva visión A nivel teórico, la dominante Arqueología
del pasado prehispánico, con todos sus sesgos ideo- Procesualista norteamericana e inglesa, a través de
lógicos y políticos. la investigación sistemática y científica del regis-
Durante la década de 1980, ante la crisis del tro arqueológico, tenía como objetivo principal lle-
nacionalismo boliviano, varias críticas se desarro- gar a inferir los procesos de cambio cultural y la
llaron en contra de la tradicional Arqueología Na- dinámica del comportamiento humano en forma
cionalista. Entre ellas, es destacable la propuesta de leyes generales (Watson et al. 1974). La Nueva
de la creación de una escuela indígena de investi- Arqueología, como también se conoce a esta posi-
gación arqueológica, planteada inicialmente por ción teórica, mediante “[l]a aplicación rigurosa de
Rivera Cusicanqui (1980) y luego apoyada por un enfoque positivista tenía el efecto de eliminar
Mamani (1989), quienes condenaron la Arqueolo- los elementos subjetivos y de establecer una base
gía Nacionalista por reivindicar a la nación como para la interpretación científica objetiva de los da-
pueblo mestizo, legitimando de este modo el colo- tos arqueológicos” (Trigger 1992:282).
nialismo y negando a los pueblos indígenas el de- Con este marco de referencia, la Arqueología
recho de conocer su pasado. Plantearon en este Procesual descartó varios de los aspectos más im-
sentido, una arqueología orientada hacia las nece- portantes del análisis sociocultural, por ejemplo,
sidades de los pueblos originarios (considerando el carácter esencialmente significativo de la cultu-
que en Bolivia la mayoría de la población es indí- ra material, el papel que desempeñan los indivi-
gena), enfocada en la recuperación de valores cul- duos en la generación del cambio y la variación y
turales y en la legitimación de su pasado étnico, la importancia del simbolismo y la ideología en
empleando para ello principalmente la historia oral los procesos de estructuración social, entre muchos
(Mamani 1989; Rivera Cusicanqui 1980, 1987). otros (Hodder 1988). Pero, además, dejó de lado
Una posición diferente, pero concordante en las otras lecturas del pasado, considerándolas al-
algunos puntos, ofrecía la Arqueología Social La- ternativamente como especulaciones o mitos.
tinoamericana, según la cual, los trabajos arqueo- Es así que a partir de la década de 1980, la
lógicos, deberían orientarse en beneficio de las Arqueología Procesualista empezó a desarrollar un
poblaciones locales, tanto en la recuperación de la fuerte enfoque autocrítico y varias corrientes de
tecnología precolombina como en el fortalecimien- pensamiento alternativo comenzaron a surgir con
to de las identidades nacionales (Lumbreras 1981; mucha fuerza bajo el común denominador de la
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corriente post-procesual (Hodder 1988). Algunas parte de la investigación arqueológica ejecutada en


de estas propuestas, como la Arqueología Indi- Bolivia y su paradigma director, los investigado-
genista pero también la Arqueología Marxista, res nacionales tampoco han tomado en cuenta se-
empezaron a alertar sobre: (1) los sesgos que ge- riamente la relevancia de la problemática de arqueo-
nera en la visión del pasado, el contexto socio- logía y los grupos indígenas en Bolivia.
cultural que rodea al investigador; y (2) la impor-
tancia del pasado en el proceso de construcción de La Arqueología Como Forma de
las identidades en el presente (cf. Hodder 1988; Reivindicación Étnica
Trigger 1992).
Por otro lado, si bien la arqueología en Norte- Hasta este punto, llama la atención que una de
américa ha sido tradicionalmente una subdisciplina las principales problemáticas vinculadas a la ar-
de la antropología, no adquirió un estatus equili- queología, radica en cómo integrar a la investiga-
brado con ésta sino hasta los inicios de la década ción científica (al igual que a la preservación del
de 1960 (Cowgill 1993; Trigger 1992). Esto per- patrimonio cultural) el proceso de construcción de
mitió que una cantidad cada vez más importante las identidades étnicas en el presente (Capriles
de teorías elaboradas por la antropología, sean 2001). Varios de los enfoques descritos anterior-
también tratadas por la arqueología. No obstante, mente coinciden en que el trabajo del arqueólogo
fue con la crisis del procesualismo durante la déca- tiene que responder a un grupo determinado de
da de 1980 que problemáticas que la antropología personas, para quienes la investigación arqueoló-
estaba desarrollando contemporáneamente, recién gica podrá actuar directamente sobre su identidad,
empezaron a investigarse seriamente (Hodder 1988; considerando que en última instancia es su pasado
Jones 1997). Entre ellas, la importancia de las el que está siendo estudiado.
ciencias sociales en el fortalecimiento de las iden- En nuestro país, este enfoque de la arqueolo-
tidades sociales y étnicas del presente y la bús- gía no se ha desarrollado adecuadamente. Ya he-
queda de los mecanismos que permitan una apro- mos visto las críticas desarrolladas a la Arqueolo-
piada integración entre la homogenizante sociedad gía Nacionalista, cuyos resultados en este campo
occidental y la diversidad de sociedades no occi- han sido totalmente insatisfactorios. En Bolivia, son
dentales. escasos los trabajos que han tomado a la arqueolo-
Recientemente, Albarracin-Jordan (1996, gía como un medio para reactivar o fortalecer iden-
1997, 1999), ha criticado a la arqueología norte- tidades étnicas de pueblos originarios. Trabajos
americana, así como la Arqueología Nacionalista como los de Portugal Loayza (1997, 2000) o Avilés
Boliviana y la Arqueología Social Latinoamerica- (1997), más que utilizar la arqueología para rei-
na a partir de un marco teórico crítico, analizando vindicar la identidad étnica de las comunidades
principalmente los enfoques del pasado acerca de originarias, analizan cuál es la función que desem-
cómo se ha manejado la arqueología y el pensa- peñan los sitios arqueológicos o más precisamente
miento del pasado en Bolivia y particularmente de las ruinas en la construcción de la identidad de los
Tiwanaku. Concluye que la ideología científica de grupos étnicos del presente.
los actuales proyectos arqueológicos extranjeros en Por otra parte, los resultados de las investiga-
Bolivia responde a criterios políticos neo-colonia- ciones de Albarracin-Jordan (1996, 1999), demos-
listas (Albarracin-Jordan 1997). trando la continuidad cultural de la población ha-
Siguiendo esta línea de razonamiento, se pue- bitante del valle de Tiwanaku, desmienten una serie
de concluir que a pesar del importante desarrollo de teorías que proponían la destrucción del Impe-
teórico experimentado por la arqueología anglo- rio de Tiwanaku como producto de una oleada de
sajona a partir de la década de 1980, específi- migraciones aymaras, y apoyan decididamente el
camente vinculado a la relación entre la disciplina fortalecimiento de una profunda identidad étnica
arqueológica y los grupos étnicos del presente, los de los actuales habitantes de esa región.
proyectos de investigación arqueológica norteame- A pesar que los trabajos de este tipo no son
ricanos en Bolivia han sido lentos a la hora de to- numerosos, existe una conciencia cada vez mayor
marlo en cuenta, siendo los resultados hasta el por parte de los investigadores que sus resultados
momento sumamente limitados. Más aún, consi- pueden incidir, y de hecho inciden, en el desarro-
derando que estos proyectos constituyen la mayor llo cotidiano de las comunidades originarias. En la
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actualidad, al menos se puede destacar que existe aspectos que caracterizan y conforman la identi-
una mayor interacción entre los proyectos de in- dad étnica (e.g. Barth 1976) las lecturas del pasa-
vestigación y las comunidades originarias. do son constantemente modificadas, manipuladas
Sin embargo, es alarmante que ante la consi- y adecuadas dinámicamente por los actores socia-
derable cantidad y diversidad de movimientos so- les. No obstante, el pasado continúa configurando
ciales de reivindicaciones étnicas observados en uno de los aspectos centrales para la autodefinición
Bolivia durante las últimas dos décadas, ninguno consciente y la reproducción social de la identidad
de éstos haya empleado resultados derivados de étnica. Por ejemplo, uno de los argumentos funda-
investigaciones arqueológicas para legitimar su mentales en que se basa la legitimación territorial
pasado. Para ilustrar claramente este hecho, cabe de los grupos étnicos es su vinculación histórica
citar el Manifiesto de Jach’ak’achi, promulgado en con el espacio en el que habitan (e.j. Platt 1982).
abril del 2001. Este documento, a pesar de que in- Igualmente, la descendencia y la herencia confi-
cluye una minuciosa reseña histórica y extensos guran uno de los caracteres más importantes en los
detalles sobre algunos momentos trascendentales procesos de estructuración social.
de la “Nación Aymara”, la parte prehispánica es Los grupos étnicos en Bolivia, durante los úl-
vagamente desarrollada y se hace más referencia timos años, se han enfrentado a uno de los proce-
al origen “milenario” y la cosmovisión aymara, que sos de aculturación y asimilación cultural más re-
a datos específicos de la historia cultural de este pentinos e intensivos que han presenciado en toda
grupo étnico. su historia. Entre los factores causales de este he-
Más allá de las connotaciones ideológicas que cho, se puede mencionar la vinculación cada vez
puede tener el resaltar este hecho, resulta útil como más directa entre el área rural y la ciudad, la crisis
un adecuado indicador para mostrar que el acceso económica y la necesidad de migrar hacia los cen-
y manejo que el público en general tiene y hace de tros más poblados, la presencia de nuevos medios
los conocimientos derivados de la arqueología en de comunicación y la rápida difusión de determi-
Bolivia son prácticamente nulos. nados estereotipos a través de éstos, además de un
Considero que parte del problema, se deriva largo etcétera. Sin embargo, estos mismos grupos
del mal manejo que se ha realizado de los resulta- étnicos a través de su decisión consciente de resis-
dos de las investigaciones arqueológicas contem- tir a este proceso han generado diversas estrate-
poráneas en los programas oficiales de educación gias para fortalecer su cultura y sobretodo su iden-
pública, los que todavía se reproducen las viejas tidad étnica.
interpretaciones desarrolladas por la Arqueología En este sentido, las principales estrategias
Nacionalista, así como su desgastada ideología. Por empleadas por los grupos étnicos para fortalecer
otra parte, la “cientificidad” (que comprende ade- su propia identidad a partir del pasado, se funda-
más una academia, que es el principal [por no decir mentan en la recuperación de la tradición oral (p.
único] espacio o foro de discusión) y la “objetivi- ej. Mamani 1989; Rivera Cusicanqui 1980, 1987).
dad” que ofreció la Nueva Arqueología Norteame- A menudo esto se ha realizado a través de la reco-
ricana, han llevado a numerosos investigadores a pilación y publicación de cuentos, mitos y otros
dejar de lado el carácter relativo y subjetivo que de derivados de historias orales, así como su intro-
hecho tiene toda interpretación del pasado, y por ducción en los programas de enseñanza educativa
tanto a tomar una posición menos consciente con su escolar. No obstante, es claro que las nuevas gene-
realidad y el contexto sociocultural en que se inser- raciones notan la diferencia entre la percepción del
tan sus inferencias. pasado como es representado a través de la tradi-
ción oral y otras lecturas de éste, especialmente la
Articulando: La Arqueología y el historia institucionalizada que es enseñada en los
Fortalecimiento de las Identidades Étnicas colegios; es decir, la historia como es percibida
occidentalmente, esto es, la narrativa de una suce-
Numerosos trabajos antropológicos han de- sión cronológica de hechos y/o acontecimientos
mostrado que el pasado es uno de los elementos relevantes, registrados en documentos escritos que
fundamentales en los procesos de definición de la demuestran la veracidad de éstos.
identidad étnica de un grupo étnico determinado La ausencia de una vinculación armónica que
(Friedman 1992; Jones 1997). Al igual que los otros pueda reconciliar estas dos, por lo general, contra-
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rias lecturas del pasado, ha generado una impor- trario, consideramos que existen innumerables for-
tante crisis –aunque todavía no asumida del todo– mas en que la arqueología puede contribuir al for-
cuyas consecuencias son diversas. En relación a la talecimiento de identidades étnicas en el presente.
identidad étnica, pueden resumirse en la pérdida Los trabajos a través de la arqueología expe-
del referente histórico de numerosos grupos étnicos rimental y aplicada de tecnologías prehispánicas
y el aceleramiento de su progresiva asimilación (ver Michel [1997]) son fundamentales para un
cultural hacia el modelo occidental. análisis reflexivo y crítico de los resultados de
Cabe aclarar, que el hecho de que una de estas estos proyectos con relación a los campos eleva-
narrativas sea oral y la otra escrita, no es la razón dos de cultivo. Pero también con la puesta en va-
principal para la consecuencia anteriormente des- lor de sitios arqueológicos a través de proyectos
crita. Después de todo, los numerosos trabajos de de conservación y restauración, al igual que la
recuperación de la tradición oral y la inmensa can- construcción de museos locales y regionales. Este
tidad de publicaciones con estas características pro- tipo de iniciativas son positivas en la medida en
ducidas durante los últimos años negarían esta po- que generan circuitos económicos que pueden fa-
sibilidad (p.e. Paredes Jáuregui 1999). Es, pues, la vorecer a las comunidades locales, generando
contradicción entre estos dos discursos y la nece- además un espíritu de revalorización cultural den-
sidad de asumir a uno como verdadero y por tanto tro de éstas. Sin embargo, numerosas experien-
al otro como falso, la razón fundamental de la cri- cias muestran que no existe una adecuada ges-
sis. La enseñanza escolar claramente tiende a iden- tión; el impacto del turismo puede ocasionar
tificar la historia occidental como verdadera y real, consecuencias negativas sobre las regiones y las
considerando los mitos y cuentos orales como fan- comunidades locales, entre las cuales la pérdida
tasía o distorsiones de la realidad. Este hecho tam- de la identidad étnica es una de las más importan-
bién puede observarse en el énfasis literario que se tes. De ahí que la coordinación constante y el diá-
le ha dado a la tradición oral (p. ej. Paredes Jáuregui logo horizontal (Lima, en este volumen) entre las
1999), siendo que ésta en realidad trasciende tal comunidades y los proyectos tanto de investiga-
esfera y uno de sus aportes principales radica pre- ción como de desarrollo, deben ser los que pri-
cisamente en la recreación y representación de la men en todas sus etapas de desarrollo.
historia a través de la memoria colectiva. Sin em- Ahora bien, en este trabajo proponemos que
bargo, debido al contexto no occidental en que está una de las contribuciones más importantes que
inserta, su narración del pasado es por definición puede realizar la arqueología al fortalecimiento de
distinta a la narración occidental. identidades étnicas, es a través de la divulgación
Este aspecto se agudiza mucho más cuando no de los resultados de sus investigaciones más recien-
existe una lectura a partir de la narrativa occiden- tes. De este modo, se podrá popularizar un conoci-
tal sobre el pasado prehispánico, o peor aún –como miento más amplio de la dinámica del pasado
hemos visto anteriormente– cuando la lectura de prehispánico, que en algunos casos permitirá tener
ésta, está fuertemente sesgada por intereses políti- una visión más precisa de la historia cultural prehis-
cos. Esto último tiene como consecuencia adicio- pánica de las diversas regiones que estudia, y del
nal la pérdida de la identidad étnica debido a que pasado de numerosos grupos étnicos del presente.
se considera al pasado de numerosos grupos étnicos Así como la posibilidad de asumir como verdade-
simplemente como inexistente. ras o valederas muchas de las proposiciones de la
Por otro lado, debemos tener en claro que exis- tradición oral o, por lo menos, plantear la ausencia
ten numerosas formas en que la arqueología puede de información suficiente como para efectivamen-
contribuir a la sociedad actual y a los grupos étnicos te descartarlas.
en el presente. El fortalecimiento de la identidad
de los grupos étnicos es solamente uno de los as- Conclusiones: Perspectivas de la
pectos en el cual pueden contribuir sus resultados. Arqueología como Identidad en Bolivia
En todo caso, debido a que no existen muchas
aproximaciones de este tipo y las experiencias en- Como hemos visto, es posible hallar varios y
sayadas son aún escasas, entonces tampoco se debe distintos enfoques, aproximaciones y perspectivas
asumir que la forma que propone este trabajo sea sobre el manejo de los datos arqueológicos en el
la única manera en que puede hacerlo. Por el con- presente. En el caso de Bolivia, la investigación
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arqueológica debe trascender las esferas acadé- (Capriles 2001). Pero fundamentalmente se dispon-
micas para divulgarse a un público más amplio y drá de una nueva lectura del pasado de los grupos
generar de esta manera un flujo positivo de infor- étnicos del presente, que pueda serles útil ahora y
mación, para de una vez mostrar la utilidad prag- aprendida por las nuevas generaciones. Esta nueva
mática que tanto se reclama a la arqueología bo- lectura idealmente tomará en cuenta la riqueza de
liviana. la tradición oral y de la materialidad del registro
La identidad étnica es un proceso que se cons- arqueológico, sin desmarcarse de la narrativa oc-
tituye y se construye históricamente, por lo que cidental. Así, esperamos coadyuvar en el objetivo
la lectura del pasado es un aspecto fundamental general de conservar lo que consideramos como el
en su generación (Friedman 1992). La contribu- aspecto más importante y urgente para la preser-
ción de la arqueología en Bolivia a los procesos de vación de la identidad étnica de estos grupos: la
reivindicación étnica no ha sido hasta el momento comprobación del referente histórico, tangible y
significativa y está lejos de ser satisfactoria. Actual- material de su pasado.
mente, en Bolivia la arqueología no está contribu-
yendo de manera conveniente a la divulgación de Agradecimientos: Quisiera agradecer muy es-
los conocimientos que se han alcanzado tras lar- pecialmente el apoyo y la paciencia que tuvieron
gos años de trabajo, y tampoco, a la retroalimenta- conmigo en innumerables conversaciones Juan
ción de información a una audiencia más amplia, Albarracin-Jordan, Dante Angelo, Carlos Lémuz,
que desborde su reducido círculo académico. Por Pilar Lima, Marcos Michel, Eduardo Pareja y
tanto, existe la necesidad de desarrollar políticas Claudia Rivera Casanovas, quienes contribuyeron
de acción, que permitan a la población en su con- de manera significativa al desarrollo de la mayoría
junto acceder bajo adecuados programas de divul- de las ideas expuestas en este artículo. También
gación a los resultados de las recientes investigacio- merecen mi más profundo reconocimiento Alejan-
nes y discusiones arqueológicas. Esto simplemente dro Barrientos, Maya Benavides, Rubén Darío
implica, que la arqueología debe asumir su respon- Chambi, Alejandra Domic, María Soledad Fer-
sabilidad como disciplina científica o, más aún, nández, Carlos Revilla y Raúl Rodríguez, quienes
como ciencia social. De continuar la actual situa- enriquecieron sobremanera este trabajo con sus
ción, se está cometiendo un acto de injusticia con entusiastas comentarios y provechosas discusiones
los grupos étnicos del presente, de quienes todavía en favor de una Antropología y una Arqueología
se continúa investigando su patrimonio cultural. Es en Bolivia cada vez más reflexivas y autocríticas.
entonces necesario, a través de una integración Igualmente, quisiera agradecer a Álvaro Romero
apropiada con estos grupos, exponerles –e inclusi- Guevara y Patricia Ayala Rocabado por su apoyo
ve devolverles– su pasado, desde luego, mediante en la edición final. Finalmente, mis agradecimien-
una forma tan dinámica y suya como el presente y tos van nuevamente para Patricia Ayala Rocabado
por supuesto el futuro. por su invitación a participar en el “Encuentro so-
De esta manera, se podrá generar una articula- bre Patrimonio Cultural, Comunidades Indígenas
ción más fluida entre la concepción mítica del pa- y Arqueología”, así como a las comunidades de
sado y la dinámica que muestran los resultados de Ollagüe y del Norte Grande de Chile por la organi-
las investigaciones arqueológicas más recientes zación de este importante evento.

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