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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Presentado por:
Paula Capellán Corsino

Matrícula:
14-7771

Tema
Analiza el proceso por el cual ha pasado la psicoterapia para la
comprensión a través de su evolución histórica.

Asignatura:
Introducción a la Psicoterapia

Facilitadora:
Renata Jiménez

FECHA DE ENTREGA:
02 de noviembre, 2017
Santiago de los Caballeros, República Dominicana
Introducción.

La Psicoterapia es el arte de utilizar técnicas y estrategias psicológicas


para ayudar a las personas a encontrar soluciones eficaces a sus
problemas desde la conversación y la colaboración entre cliente1 y
terapeuta, en una relación marcada por el encuentro y el descubrimiento
personal de nuevas maneras de percibir y reaccionar ante la realidad que
cada uno de nosotros construye continuamente. Su eficaz definición
parte de la dificultad que se encuentra en la naturaleza compleja y
diversa en este campo. Actualmente existen una multitud de
psicoterapias modernas que difieren en cuanto a sus supuestos
subyacentes, focos de tratamiento, objetivos y métodos para alcanzar los
propósitos que se plantean. La diversidad en la psicoterapia también se
refiere al "contenido" siendo esta el producto de la interacción de
diversos factores: las características del cliente, del terapeuta y de la
relación.
1.1 Aproximaciones históricas de la psicoterapia:

En la antigüedad nuestros antepasados atribuían los fenómenos no


explicables a la acción de fuerzas sobrenaturales como dioses, demonios
y espíritus. La vida psíquica y los trastornos mentales no eran una
excepción.

Los egipcios veían la sugestión como una forma de magia que podía
utilizarse como complemento de los tratamientos médicos, y los griegos
creían que las enfermedades físicas y mentales dependían del
desequilibrio corporal de cuatro fluidos o humores. De modo similar, en
China la salud era entendida como el balance entre las fuerzas vitales.

Se cree que las primeras psicoterapias surgieron en el mundo islámico.


Entre los siglos X y XII d.C., pensadores y médicos como Abu Zayd al-
Balkhi, Zakariya al-Razi y Avicena introdujeron los conceptos de “salud
mental” y “psicoterapia” y describieron un gran número de alteraciones
neuropsicológicas.

La aparición de la psicoterapia en Europa se retrasó hasta el


Renacimiento, puesto que en la Edad Media el yugo del cristianismo
bloqueó los avances en este campo. Durante muchos siglos, los
problemas de salud mental se vincularon a las influencias
demoníacas. En realidad, el mesmerismo y la hipnoterapia, practicados
por Mesmer, Puységur o Pussin, fueron algunos de los primeros
tratamientos psicológicos propiamente europeos, en el siglo XVIII.

Posteriormente la influencia de los filósofos racionalistas y


empiristas promovió la consolidación de la psicología como ciencia
social. Los alienistas Pinel y Esquirol fueron determinantes en el
desarrollo del tratamiento moral, que defendía los derechos de los
pacientes psiquiátricos frente a los abusos de las “terapias” religiosas.
1.2 El proceso terapéutico: Las personas suelen buscar terapia cuando
tienen un problema y no están siendo efectivos en resolverlo y conseguir
lo que necesitan de su entorno. El objetivo de la terapia es conseguir una
situación deseada, diferente y mejor cambiando lo que sea necesario
para lograrlo de modo que la persona aumente su capacidad para
resolver los problemas y por tanto para satisfacer adecuadamente sus
necesidades en su relación consigo misma y con el entorno (modelo de
persona sana y efectiva).

Con frecuencia las personas, aceptando su definición de la situación, se


dedican a localizar la causa de su inefectividad para resolver problemas
en el entorno exterior (“Si no fuera por…”) o en alguna inadecuación
constitucional y por tanto inmutable de sí mismo (“Simplemente no
puedo… Hay algo malo en mi”) o en ambas cosas.

En la terapia, la relación entre terapeuta y cliente o entre el cliente y el


grupo se estructuran de modo que se espera de todos que interactúen
(realicen transacciones) de modo que se ajusten a la definición de
persona sana y efectiva.

Cuando la persona no actúa de esa manera…


– se le ayuda a reconocer el hecho,
– se le estimula a considerar lo que está consiguiendo actuando de la
forma en que lo hace (la función de su comportamiento),
– se espera de ella que cambie su comportamiento de acuerdo con el
modelo de persona saludable y efectiva.

El grupo es un lugar seguro donde las personas participantes pueden


descubrir sus necesidades relacionales insatisfechas y (re)aprender
a conseguir satisfacerlas.

Cuando nuestras necesidades no están satisfechas, el estado del yo que


está más activo es el estado del yo Niño y también el estado del yo
Adulto.
La terapia facilitará la incorporación de estructuras en el estado del yo
Padre que permitan contener la frustración del estado del yo Niño y
manejarla de forma que la persona, en un estado del yo Adulto integrado
pueda conseguir de manera efectiva lo que necesita mediante sus
relaciones (transaccionales) con el entorno.

La terapia se estructura por tanto para aprender, reaprender y cambiar,


para desarrollar la habilidad de resolver los problemas y por tanto de
conseguir lo necesario para satisfacer las necesidades de manera
adecuada (saludable y efectiva).

El grupo de terapia así estructurado permite poner de manifiesto los


métodos particulares que son efectivos o inefectivos para satisfacer las
necesidades en relación de una manera rápida y eficaz.

Cuando la persona interactúa con otros (realiza transacciones) en el


grupo o en terapia individual pronto empieza a manifestar la forma
particular en que se encuentra dañada su habilidad para resolver
problemas. Cuando esto ocurre se le pedirá a la persona que haga una
de estas dos cosas:
1. Mirar la fuente y la función de su comportamiento problema o
2. Cambiar su comportamiento de inmediato.
También se le pide que ejercite su control Adulto sobre esos
comportamientos fuera del grupo o de la relación terapéutica.

Todo lo anterior se refleja en un descenso de los comportamientos


inefectivos o de los síntomas y en un simultáneo aumento de los
comportamientos autónomos que conducen a la mejor satisfacción de las
necesidades.

El grupo y la situación terapéutica se estructuran para que sea una


situación de protección y seguridad donde aprender y reaprender tanto
de las experiencias personales de cambio y satisfacción de las
necesidades como de las experiencias de los otros.
En el grupo y en la situación terapéutica el mensaje implícito para el Niño
(herido, abandonado, descuidado o confundido) de la persona es: “Este
es un lugar seguro para hacer o aprender a hacer lo que de verdad
necesitas hacer”.

En el grupo o en la relación terapéutica, se combina la puesta de


manifiesto de cualquier deterioro de la habilidad para resolver problemas,
con el contrato del cliente, su guión, las influencias culturales y las etapas
de desarrollo, para ayudar a recuperar las necesidades particulares de
desarrollo en relación que no fueron satisfechas y que todavía están
impulsando los comportamientos sustitutivos o de guión.

En el grupo o en la relación terapéutica, se refuerzan lo mínimo posible


los comportamientos sustitutivos y se procura dar cuanta más respuesta
mejor a las necesidades genuinas subyacentes. Cuando una persona
identifica lo que necesita y pide directamente lo que necesita para
satisfacerlo, normalmente aceptamos satisfacerlo o al menos aceptamos
resolver con ella los problemas de cómo conseguir satisfacer la
necesidad, si no estamos dispuestos a satisfacerla directamente.

Haremos contratos para satisfacer directamente necesidades arcaicas de


desarrollo.
Validamos cualquier comportamiento sustitutivo y haremos todo lo
posible por indagar y comprender su función de supervivencia y
minimizar que consigan cualquier refuerzo.

La intención de toda indagación o de la confrontación respetuosa es ante


todo ayudar a la persona a experimentar lo que es la necesidad real y a
tomar la iniciativa apropiada para conseguir satisfacerla y lograr su cierre.
También ayudarle a distinguir las necesidades actuales de las
necesidades de desarrollo no resueltas y a responder de maneras
diferentes a ellas.
1.2.1 Definición: La psicoterapia es un tratamiento para problemas de
naturaleza emocional, en el que una persona entrenada, establece
deliberadamente una relación profesional con un paciente, con el objeto
de eliminar, modificar o retardar síntomas existentes, cambiar patrones
alterados de conducta y promover el crecimiento y desarrollo positivo de
la personalidad

1.2.2 La situación terapéutica: Las investigaciones fructíferas más


recientes ponen de relieve algo: casi todos los tipos de tratamiento
psicoterapéutico practicado medio en serio y de modo persistente revelan
en mayor o menor medida las mismas cuotas de éxito y fracaso. De ahí
que se pueda extraer la conclusión de que los métodos y sus
fundamentos no tienen más que un significado secundario.

El factor activo y agente de la curación radica probablemente en la


situación terapéutica como tal, por tanto en lo que produce efectos
positivos para la mayoría de los hombres cuando ellos, tras un período
de auto descuido y privaciones psíquicas, pueden conversar durante
cierto espacio de tiempo acerca de sí mismos con una persona que los
toma en serio de una manera seria.

Todo lo restante es algo accesorio y superestructura, lo que cuenta es la


situación básica de diálogo: en medio de un clima en el que reina la
atención afectiva con un interlocutor impertérritamente constructivo,
pueden alcanzar expresión algunas perturbaciones. Es en ese momento
en el que todo marcha bien, cuando se hacen experiencias que permiten
ocupar de manera positiva el espacio del otro.

En el marco de la polemología esto mismo se denomina "proceso de


paz". A la vista de este acontecimiento básico, resulta casi indiferente
saber qué tipo de profesionalización desarrolla la parte terapéutica para
justificar la situación terapéutica. Aquí nos las tenemos que ver con
grandes variantes y también con ejercicios preliminares de alto valor
histórico. A este respecto, en Esferas I he llamado la atención sobre esta
antigua historia de las técnicas de cercanía en los albores de la sociedad
burguesa. Ya en el siglo XVIII se necesitaban pretextos científicos para
que los hombres quisieran reanimarse e impresionarse
"magnéticamente". El sistema de distanciamiento del yo, consolidado en
las sociedades del siglo XIX, requiere para tal fin una fundamentación de
situaciones de cercanía, y vale como la mejor justificación del objetivo
terapéutico, codificado científica y médicamente, hasta el momento
actual.

1.2.3 La interacción terapéutica: Concepto de control en las relaciones


personales: Se refiere a las continuas negociaciones, que se establecen
entre 2 individuos, para determinar la clase de conductas que tendrán
lugar entre ellos.

El receptor de un mensaje, tiene 3 tipos de opciones:


Aceptar la propuesta de relación tal y como es presentada pro el emisor.

Contradecir dicha propuesta presentando una alternativa más o menos


similar. Aceptar la definición de la relación propuesta por el emisor, a
través de un mensaje que indica que permite la maniobra de control, a
pesar de que tiene capacidad para impedirla.

Siempre que una persona propone una definición de una relación está
tratando de controlarla, y la otra parte, que puede aceptarla o rechazarla,
se hace depositaria de ese control.

Es imposible que alguien conceda a otra persona toda la iniciativa en la


definición de una relación, puesto que su inhibición indica que es el otro
quien debe determinar la clase de conductas que regirán esa relación.
Paradoja de la relación de dos personas: Especialmente evidente en los
casos en los que el desamparo es incluso más efectivo que el
autoritarismo en el control de una relación.
Ejemplo: "Estoy tan confuso que no puedo decidir. Dígame usted lo que
debo de hacer y yo lo haré" (el paciente está ofreciendo al terapeuta el
control de la relación, pero también le está indicando el tipo de conducta
que debe adoptar). Pero, existe una forma de escapar a la paradoja de la
relación con otro, evitando con ello la definición de esa relación.

1.2.4 Eficacia en las intervenciones: Evaluar la eficacia de un


programa de intervención sobre el exceso de peso para conseguir una
disminución mínima del 5% u óptima del 10% del peso inicial al año, e
identificar los factores relacionados con el adelgazamiento.

1.2.5 Cómo tratar casos especiales: Las personas con discapacidad


son personas como cualquier otra. Esta afirmación, que parece evidente,
no siempre está clara cuando se refiere al trato con ellas. Nuestra
primera reacción al observar que una persona presenta una
discapacidad, con las limitaciones que ésta conlleva, es prestarle nuestra
ayuda, de esta manera asociamos la discapacidad a la necesidad de
dependencia de otros, cuando lo deseable es que la persona con
discapacidad logre la mayor independencia posible.

Lo positivo sería consultar a cada uno si necesita o no ayuda y en caso


afirmativo, cómo se la podríamos prestar. En los siguientes apartados
vamos a ver algunas recomendaciones específicas de cómo actuar ante
personas con discapacidades concretas. En todos los casos pueden
seguirse una serie de recomendaciones generales:

La regla básica es actuar con naturalidad. El trato que debemos


mantener ha de ser lo más parecido posible al que dispensamos a
cualquier otra persona. Por ello es muy importante evitar actitudes como
las siguientes: Paternalismo y proteccionismo excesivo. Las personas
con discapacidad no necesitan que estemos encima de ellas, excepto
para necesidades concretas de las que ya estaremos informados o que
ellas mismas nos pueden indicar.
Pena o lástima. A nadie le gusta que estén compadeciéndose de él de
manera continuada. Las personas con discapacidad desean vivir en
situaciones normalizadas y que se valore lo que hacen por el mérito que
tiene y no por el hecho de que sean personas con discapacidad.

Miedo o rechazo. Esta es una de las partes más difíciles. A menudo no


sabemos cómo tratar a una persona con dificultades para hablar o con
limitación cognitiva o enfermedades mentales. Estos estereotipos nos
provocan situaciones de rechazo que conviene evitar. Los consejos de
los siguientes apartados pueden ayudarnos a evitar esas situaciones.

Impaciencia. Muchas personas con discapacidad no comprenden bien


las instrucciones que les damos o la comunicación con ellas puede ser
dificultosa o lenta (por ejemplo, problemas de audición, habla,
cognitivas,...). Si se dan esas situaciones es muy importante actuar con
tranquilidad, ser pacientes, ya que no se trata de algo que la persona
haga adrede. En los siguientes apartados hay algunos consejos sobre
cómo facilitar el proceso de comunicación e interacción. Si una forma de
comunicarnos no funciona, no hemos de perder la paciencia, sino que
hemos de intentar otros modos de comunicarnos.

Algunas personas con discapacidad necesitan que las ayudemos en


ciertos momentos. Otras no lo necesitan en absoluto, o no desean que se
les ayude. En cualquier caso, siempre hay que considerar lo siguiente:

Si percibimos que una persona necesita una ayuda concreta,


preguntárselo primero y no ofendernos si nuestra ayuda es rechazada.

Hacernos visibles. La persona con discapacidad ha de saber que puede


contar con nuestra ayuda cuando la necesite, pero no debemos estar
encima de ella constantemente.
1.3 El terapeuta: Es aquella persona con habilidades especiales
obtenidas a través de la formación y de la experiencia, en una o más
áreas de la asistencia sanitaria que en su labor, ofrece apoyo.

El apoyo brindado es de diversas índoles, por un terapeuta, por lo


general, se especializa en un área o función, y se enfoca junto con el
cliente o paciente, a lograr ciertas metas. El o la terapeuta lleva a cabo la
terapia planeada, la cual desarrollada con la finalidad de mejorar la
calidad de vida para quien está asistiendo.

1.4 Modos de comunicación: Cuando una persona está físicamente


enferma, los médicos examinan al paciente, evalúan la causa detrás de
la enfermedad y proporcionan un tratamiento de acuerdo al diagnóstico.
Sin embargo, cuando una persona se enfrenta a problemas mentales
como el estrés o la depresión, la mente humana es tan compleja, que
para llegar a las verdaderas razones detrás del estado que se encuentra
la destrozada mente de una persona, no es fácil. Aquí es donde
interviene la psicoterapia pulg. Un psicoterapeuta hace uso de diversos
tipos de técnicas de comunicación terapéutica, tanto verbal como no
verbal, para llegar al fondo de los temores reales de una persona y los
desafíos de la vida.

1.5 Estilo personal:

El terapeuta emprende sus acciones siguiendo los principios de un


modelo genérico que se aplica a cualquier procedimiento un modelo
teórico que le sirve para demarcar el dispositivo terapéutico que decide
utilizar. En el cumplimiento de su tarea, el terapeuta se comunica con el
paciente en múltiples niveles. En la comunicación que establece con el
paciente combina formas estilísticas y modalidades singulares ajustadas
a cada situación particular. Las características del estilo comunicativo del
terapeuta van terapia, incluyendo su manera de relacionarse con el
paciente.
El terapeuta debe cumplir con una serie de acciones. Las funciones más
siguientes (Fernández Álvarez, 1998): Instruccional, Atencional,
Expresiva, Operacional e Involucrativa. Esta enumeración no pretende
ser exhaustiva de las acciones que se llevan a cabo en la terapia ni
intenta explicar la totalidad de un proceso de tanta complejidad.

1.6 Investigación en psicoterapia: Fomentar el desarrollo de la


investigación científica en psicoterapia; Fomentar la comunicación, la
comprensión y uso de resultados de la investigación en el campo de la
psicoterapia; Mejorar el valor científico y social de la investigación en
psicoterapia y Promover el uso de la investigación con el fin de mejorar la
eficacia de las psicoterapias.

Las actividades de la Sociedad incluyen: Reuniones periódicas con el


fin de comunicar las ideas que surgen de la investigación, así como
métodos, resultados y aplicaciones; difusión de las ideas de
investigación, métodos y resultados a través de medios impresos y
electrónicos; La creación de una Sociedad para la Investigación en
Psicoterapia se remonta a una reunión de investigadores de la
psicoterapia.

1.6.1 Estrategias de evaluación del tratamiento:

PSICOTERAPIA CONDUCTUAL. La psicoterapia conductual o terapia


de conducta es un enfoque de la psicología clínica que se fundamenta en
la psicología del aprendizaje para la explicación de los trastornos
psicológicos y el desarrollo de estrategias dirigidas al cambio terapéutico.

PSICOTERAPIA COGNITIVA. La Psicoterapia Cognitiva se entiende


como la aplicación del modelo cognitivo a trastornos psicológicos
específicos a través del uso de una variedad de técnicas diseñadas para
modificar creencias disfuncionales y modos erróneos de procesamiento
de la información que son característicos del trastorno.
PSICOTERAPIA PSICODINÁMICA. El término psicoterapia
psicodinámica se refiere a un conjunto heterogéneo de intervenciones
psicológicas que se derivan de la teoría psicoanalítica. Varias
implementaciones de esta forma de tratamiento enfatizan diferentes
aspectos, que incluyen:

a) nociones del conflicto psíquico como un aspecto habitual de la


experiencia humana;

b) la organización interna de la mente para evitar el displacer que surge


del conflicto y maximizar la experiencia de seguridad;

c) el uso de estrategias defensivas para la manipulación adaptativa de


ideas y experiencia con el objetivo de minimizar el displacer;

d) un enfoque evolutivo de la psicopatología entendida como producto de


las consecuencias adversas a largo plazo de adaptaciones en las
primeras fases del desarrollo;

e) la organización de la experiencia en términos de representaciones


internas de las relaciones entre el self y los otros a lo largo del ciclo vital
y f) la reemergencia esperable de esas experiencias en la relación con el
terapeuta.

TERAPIA FAMILIAR. Aunque, cuando sea el caso, los distintos


enfoques psicoterapéuticos pueden emplearse en un formato familiar,
este enfoque pone el énfasis de su explicación de la psicopatología en
patrones de comunicación familiar disfuncional y en la noción de sistema,
basándose en la teoría de la comunicación humana y en la teoría general
de sistemas.

TERAPIA INTERPERSONAL. La terapia interpersonal es una forma de


tratamiento de particular interés para esta guía, dado que se ha probado
su eficacia en varios estudios controlados con pacientes deprimidos y
nació específicamente como terapia de mantenimiento para la depresión
mayor. Sus fundadores son Klerman y Weissman143 y ha sido adaptada
para su utilización con adolescentes.

BIBLIOTERAPIA. Es una forma de terapia en la que se selecciona


material escrito para que el paciente lea con el fin de tratar sus
problemas emocionales y de comportamiento. Se caracteriza por utilizar
un formato y modo de aplicación especial y no tanto por la pertenencia a
una escuela determinada.

1.6.2 Estudio de caso: Es un instrumento o método de investigación con


origen en la investigación médica y psicológica1 y que ha sido utilizado
en la sociología por autores como Herbert Spencer, Max Weber, Robert
Merton e Immanuel Wallerstein.2 Se sigue utilizando en áreas de ciencias
sociales como método de evaluación cualitativa. El psicólogo
educativo Robert E. Stake es pionero en su aplicación a la evaluación
educativa.

Los estudios de casos incluyen una variedad de grupos de presión como


movimientos de paz, movimientos sociales, derechos de las mujeres,
exiliados, tratados internacionales y grupos extremistas de derecha. Los
asuntos que se abordan incluyen la relación de los espacios públicos y
privados en el contexto de la actividad política, la interrelación entre
cambio social y cambio dentro de la familia, así como la relación entre
generaciones en términos de políticas y de procesos que ofrecen la
motivación para que un individuo participe en movimientos sociales. Esta
técnica intenta contribuir al cambio de paradigma en la investigación de
los movimientos sociales.

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