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Actualización

Atención primaria
EDUCACIÓN PARA LA SALUD pág. 205

Puntos clave
La exploración
Desarrollo psicomotor
neurológica del niño
menor de 2 años no es
del niño de menor edad:
completa si no se valora el
grado de desarrollo
psicomotor que ha
una aproximación práctica
alcanzado.
M. CARMEN ROCHE-HERRERO
Servicio de Neuropediatría. Hospital Infantil La Paz. Madrid. España.
La observación del
croche.hulp@salud.madrid.org
comportamiento del
niño de poca edad nos
muestra en general más
claramente su condición de La valoración del desarrollo psicomotor nada adquisición durante un período de me-
normalidad o no (DPM) del niño es un aspecto que abordan ses. Partimos de que hay una edad media para
normalidad neurológica
tanto psicólogos como médicos pediatras, y que un niño alcance la madurez de un deter-
que una exploración “fría”
llevada a cabo por un que sin ser una parcela a la que habitual- minado hito y tenemos en cuenta los márge-
explorador academicista. mente se dedique el neuropediatra, está pre- nes de individualidad en función de sí mismo
sente de hecho en la exploración neurológi- y de sus acontecimientos.
En el primer año de ca, sobre todo en los primeros años de edad,
vida hay edades clave
ya que sería incompleta si no se tuviese en El pediatra ante el niño al que va a seguir
para valorar el desarrollo
psicomotor, que van a cuenta el estadio de desarrollo del paciente. Nos vamos a encontrar bastantes veces en la
coincidir con el inicio de El interés por el DPM comienza en las pri- consulta niños que han experimentado una
logros motores meras décadas del siglo pasado, pero todos los enfermedad neonatal con riesgo de producir
significativos: 3-4 meses estudiosos del tema coinciden en la importan- secuelas neurológicas en su desarrollo, incluido
(sostén cefálico), 6-7
cia de la figura de Arnold Gesell1, que centró el hecho de haber nacido gran prematuro.
meses (sedestación), 9
meses (bipedestación) y 1 el interés en el desarrollo del niño normal, ini- Después de excluir al niño que ya sale del hos-
año (marcha liberada). cialmente del lactante y, en publicaciones su- pital con signos evidentes de afectación neuro-
cesivas, del niño de más edad, fundamental- lógica, el niño de que hablamos es un paciente
La edad clave como mente hasta los 5 años. Sin duda han al que se le da de alta con un comportamiento
hito cronológico para
enriquecido el tema las aportaciones de cono- global dentro de la normalidad para su edad,
los padres es el año de
edad. cidos psicólogos y una serie de autores que es un niño de riesgo2,3, mayor o menor, pero só-
han diseñado test para una valoración del niño lo de riesgo. Los factores considerados de ries-
El progreso más objetiva y cuantificable, pero sobre cuyos go son aquellos factores prenatales, natales y
psicomotor del niño es trabajos no incidiremos aquí, dado que nuestra posnatales que en un niño aumentan la proba-
un continuo, pero cuando
única finalidad es centrar y exponer de una bilidad de presentar una anomalía en algún as-
el niño adquiere una nueva
función, después necesita forma suficientemente didáctica (es nuestro pecto sensorial, mental, motor o de tener una
un tiempo para deseo conseguirlo) el tema que abordamos. enfermedad del sistema nervioso central.
consolidarla. Tras ello En nuestra valoración habitual siempre he- Según lo vamos valorando con el paso de los
estará preparado para el mos rehuido utilizar escalas de evaluación del meses, lo que tratamos es detectar algún indicio
inicio de la adquisición
DPM que señalen básicamente el porcentaje de que pueda estar presentando secuelas4. No
siguiente.
de niños que van manifestando una determi- tenemos por qué insistirles a los padres sobre si
En situaciones puede tener tal o cual secuela (algo de lo que ya
dudosas se pueden han recibido cumplida información durante su
necesitar una o más Nota: a lo largo del trabajo se utilizará niño ingreso); sigue siendo, tan sólo y por el momen-
valoraciones a edades
para referirse a niños de sexo femenino y to, un niño de riesgo mientras no está manifes-
sucesivas para ver el ritmo
masculino y a niños de todas las edades. tando secuelas. Ante los padres, nuestra mejor
y sentido favorable o
negativo de su progreso. De la misma manera, el uso de el lactante actitud será decirles que es únicamente el pro-
también se referirá indistintamente a pio niño, y sólo él, el que nos va a ir diciendo
lactantes de sexo femenino y masculino. con su desarrollo si va todo bien o no. Por otra
parte, tras el alta del ingreso neonatal, los pa-

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dres necesitan un período de contacto a solas afearle el hecho de que lloriquee, de que no quie-
Lectura rápida con su hijo, cosa que todavía no ha ocurrido; ra contestar o de que no quiera hacer algo! (es ló-
necesitan no estar pensando solamente en los gico, no nos conoce); hay que ir hablándole con
problemas que podría presentar, necesitan sen- naturalidad, u ofrecerle la posibilidad de que jue-
tirlo como un niño que tiene que comer, dormir gue con lo que tenemos, hasta conseguir que el
y, a ratos, lloriquear, y no únicamente como al- niño “se olvide” de que está allí y con sus padres.
guien que necesita ser llevado a médicos, a esti- Una vez ganada la confianza del niño y des-
mulación, a fisioterapia, a pruebas. Ese interva- pués de haber conseguido en su caso que se ex-
Generalidades
lo de no pensar en “lo que hay que hacer”, sino prese, gestual o verbalmente, ya tenemos hecha
sólo de convivir, no tiene por qué ser largo, y lo la exploración de su comportamiento ante el
La valoración del vemos de todo punto necesario. medio y de su manipulación, y podremos ini-
desarrollo psicomotor del Entre el momento de la enfermedad aguda, o ciar nuestro acercamiento físico.
niño de menos de 2 años
del hecho de haber nacido prematuro o con al- La técnica de examen debe ser estandarizada, y
está siempre presente en
una exploración gún otro factor de riesgo, y después del alta hay consistir en 2 partes: inspección y exploración
neurológica adecuada, ya un período que algunos autores3 denominan propiamente dicha. No es posible evaluar ade-
que ésta sería incompleta “silente” y que nosotros coloquialmente expre- cuadamente a un niño si no partimos de unos
si no se constatase un samos como “de luna de miel”. El hecho de en- conocimientos neurológicos: las posturas, la ac-
adecuado progreso
contrar en una primera evaluación anomalías titud, pueden estar condicionadas por anomalías
psicomotor. Cada niño, con
su individualidad exploratorias indica que debe hacerse un segui- neurológicas.
genéticamente miento para la detección temprana y trata- Muchas veces no sabemos qué hacer y le explo-
determinada, adquirirá los miento, si es oportuno, de sus problemas1,3,4. ramos los reflejos primitivos, el reflejo de Moro,
patrones de desarrollo a En cualquier caso, es más fácil decir que un ni- por ejemplo. Los reflejos primitivos son intere-
una edad en torno a la
ño está normal que prever si va a ser anormal santes en sí mismos5, pero todos los autores
edad media en que la
mayoría de los niños un niño que no nos parece cien por cien sano. coinciden en que contribuyen poco a la detec-
alcanzan esa madurez, y Personalmente hago la consideración a los pa- ción de anomalías en el recién nacido, deben ir
lo importante será ir viendo dres de que cuanto más se tarde en notar algo desapareciendo en el lactante pequeño, y son
si él realiza no normal en el niño, menor será la intensidad más manifiestos en personas muy afectadas neu-
adecuadamente sus
o gravedad de ese problema secuelar, lo que re- rológicamente2,6. O le exploramos los reflejos
progresos, a su ritmo, en la
edad en que en él lo sulta más válido para los déficits motores. osteotendinosos, que posiblemente aporten po-
esperaríamos. La co en ese niño concreto, y que además de saber
utilización de test La sistemática de examen explorar bien, hay que darles el valor adecuado.
cuantitativos no nos va a Al valorar a un niño, es importante esquemati- Cuando exploramos desde el punto de vista de
proporcionar una
zar el examen, tenerlo muy sistematizado, y la psicomotrizidad a un niño, hay que tener en
valoración más exacta.
adaptarlo a las peculiaridades que nos muestra cuenta todo: cómo son habitualmente los mo-
el niño. Pero precisamente una de las cosas con vimientos espontáneos4,7 a esa edad, la exage-
más problemática es la dificultad en la estanda- rada timidez o rechazo, la precipitación/desin-
rización de los procedimientos de examen1,3,4, hibición, la mirada, su expresividad facial y de
que deben ser adecuados en: a) condiciones ex- actitud, incluso si dirige o no sus manos a los
ternas; b) estado interno del niño, y c) manejo, objetos del entorno.
preparación, manipulación del niño.
Material necesario
a) Condiciones externas, ambiente. Luminoso, Es imprescindible mucha templanza y nada de
temperatura adecuada y juguetes en el entorno. impaciencia, sin transmitir con nuestra actitud
b) Estado interno. Tener en cuenta el estado del que tenemos prisa. El paciente es nuestro prin-
niño, cuánto hace que ha comido, si tiene fie- cipal material y nuestra relación debe ser prefe-
bre, si le acaban de hacer una extracción, etc. rente con él, y hay que intercalar las preguntas
c) Manejo y manipulación del niño. El niño debe que tengamos que hacer a los padres (es válido
sentirse cómodo en todos los sentidos. Dar tiem- incluso para explorar al lactante).
po para que el niño “explore” el ambiente, y que
se sitúe donde quiera. Que los padres no le fuer- – Para el lactante: nuestros dedos, nuestra voz y
cen a nada, y, ya sentados, que no intervengan nuestra ausencia del sentido del ridículo, y al-
para que el niño se comporte con espontaneidad. gún juguete con sonidos que tenga bastante
contraste de color blanco-color vivo.
El lactante y el niño pequeño colocado frente a – Para el de más edad: casi lo mismo, juguetes
nosotros, sentado con los padres. El mayorcito, apropiados, y lápices y papel.
donde él quiera.
Iremos introduciendo estímulos con sonidos, ju- El pediatra y el planteamiento
guetes o hablándole, acordes a su edad (ver cua- de la exploración
dros de desarrollo). Resulta importante no forzar Es importante interrogar a los padres sobre el
al niño mayorcito a que nos conteste y ¡jamás proceso de desarrollo y sobre enfermedades

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que hayan podido interferir en el curso del cre- inicio de la bipedestación y marcha será espe-
cimiento del niño2. rable también a la edad apropiada. Lectura rápida
El pediatra tiene a su disposición las mejores
cartas para una valoración más adecuada del
DPM del de un niño normal; su sola inspec- Hitos del desarrollo
ción le permite apreciar si está ante un niño
con aspecto sano o enfermo, con desarrollo en los primeros años
corporal proporcionado o no, y si su estado nu- de edad1,2,4,6-9 El niño de riesgo y su
tritivo es el adecuado. A partir de un estado fí- valoración por el pediatra
sico suficientemente saludable, ya puede valo- El niño de 1 mes Se considera niño de
rar su comportamiento neurológico. En el niño de 1 mes lo más importante es ver riesgo desde el punto de
Creemos como otros autores2 que la aplicación su actividad espontánea, actitud basal (con la vista neurológico aquél
de un test sistematizado del desarrollo no es lo influencia del reflejo tónico-asimétrico del cue- que por sus factores
más útil en los primeros años (quizá sí para pre- llo), el fijar su mirada y el atender a sonidos de prenatales, perinatales,
nacido prematuro o
sentar un trabajo con datos cuantificados). Nos frente. Obtener una visión global de normali- habiendo presentado
parece de mayor interés la valoración de patro- dad. Las edades sucesivas inmediatas se refle- alguna enfermedad
nes básicos del desarrollo, como fueron perfec- jan en la tabla 1. neonatal, pueda conllevar
tamente establecidos por Arnold Gesell desde riesgo de afectación
el año 1945 en sus 5 apartados (adaptativa, mo- neurológica en su
Tabla 1. Adquisiciones psicomotrices del niño desarrollo. Si ese niño no
tricidad gruesa, motricidad fina, conducta del es controlado en una
de 0,5 y 3 meses de edad
lenguaje visible y audible y conducta personal- unidad específica de
social)1 y posteriormente magníficamente pre- seguimiento neurológico, el
sentado en esquemas por Illingworth8. Nos he- Hacia el 1,5 mes pediatra que lo lleva en
mos permitido aquí adaptarlos y agruparlos de todos los aspectos es la
Sonríe, vocaliza, mira a la madre cuando le persona idónea para
una manera didáctica, que resumiremos así: in- habla, se calma con la voz o con sonidos, detectar lo que podrían ser
terrelación del niño con el medio, motricidad, ma- sus manos abiertas más continuadamente signos de sospecha.
nipulación, visión y audición, y lenguaje.
Básicamente, y sin casi darnos cuenta, lo que Hacia los 3 meses
El pediatra en la relación
valoramos son 2 grandes campos: a) la motrici- Establece una clara relación con el explorador con los padres
dad, incluida la motricidad fina de la manipu- Cuando le hablamos, en supino o
lación, y b) el desarrollo mental, reflejado por la incorporado frente a nosotros, presta Será la persona más en
atención continuada, nos escucha, abre su contacto con los padres,
actitud espontánea ante el medio y con las per- pero su labor no debe ser
boca queriendo hablar, sonríe, vocaliza,
sonas, por la interacción con ellos, la compren- gorjea, mueve sus manos abiertas insistir con ellos sobre si
sión y asimilación progresiva de lo que se le en- su niño presenta tal o cual
seña, y su expresión personal a través de su Empieza a proyectarse hacia los objetos
riesgo (los padres ya lo
lenguaje gestual y hablado; para que todo ello saben y necesitan un
Estando él incorporado y colocado el tiempo de toma de
sea posible serán necesarios sus sentidos. estímulo de frente a unos 20-25 cm contacto con su hijo, a
Dentro del desarrollo evolutivo del primer (nosotros a un lado, nuestros dedos solas, y sin que nadie les
año de edad, se establecen1 clásicamente co- abiertos moviéndose puede ser el esté recordando
estímulo, o un objeto de contraste color machaconamente los
mo edades clave para la valoración las 4, 16, vivo con blanco)
28, 40 semanas, que podríamos expresarlo problemas que le pueden
Fija su atención visual en línea media y, sobrevenir).
más sencillamente como: menos de 1 mes, 3-
desde ella sigue a izquierda y derecha
4 meses, 6 meses, 9 meses6. La edad clave co- hasta completar un arco de 180°
mo hito cronológico para los padres es el año
de edad, que se integrará definitivamente ha- Muestra el “deseo de coger el objeto”
(lanza su cuerpo hacia atrás, como si así
cia los 15 meses. pudiese ir hacia el objeto, o dirige con
Con fines didácticos nosotros tendremos ahora imprecisión sus manos hacia delante si le
que establecer unos espacios cronológicos sig- rozamos la palma de una mano con el
nificativos para esa valoración, que podríamos objeto)
reducir en esta exposición a los momentos de
Realiza movimientos espontáneos esperables,
las adquisiciones motrices mayores: sostén ce- simétricos, armónicos
fálico (en torno a los 3 meses), sedestación (en-
Lanza piernas hacia arriba, gira caderas
tre los 6 y 8 meses), bipedestación (hacia los 9-
10 meses) y marcha (en torno al año de edad). Toca sus ropas, acerca sus manos entre sí,
las lleva a la boca
Estos hitos se podrían reducir incluso a 3: sos-
tén cefálico, sedestación y progresión hasta el Se sobresalta suavemente
desarrollo de la marcha; si ya le vemos en bipe-
destación, en posición adecuada, la marcha se Logra el sostén cefálico, sentado y controlando con
nuestras manos su tronco
espera sin demasiada tardanza. Si vemos que se
ha mantenido sentado a su edad esperable, el

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Ante una evaluación


sospechosa

El hallazgo de anomalías
de sospecha, de un
comportamiento no del Figura 1a. Control incorrecto del niño a 3 meses. Figura 1b. Control adecuado del niño.
todo perfecto, pero sin
evidencia clara de ser
afectación, motivará un Observaciones para lograr más adecuadamente la Al consolidar estos logros adquiere totalmente
seguimiento más cercano
exploración de los 3 meses la sedestación libre, el cambio de decúbitos y la
o repetido, y, ante la duda
en el siguiente examen, El niño es nuestro protagonista. Hay que hablarle reptación. Intenta coger objetos desde la sedes-
será oportuno que lo continuamente para establecer complicidad con tación inclinándose o girando su cuerpo. Imita
remita al neuropediatra, él; buscaremos un tono de voz limpio, firme, sonidos (la tos, por ejemplo) para llamar la
por si fuese procedente más bien alto, pero que pueda no desagradarle; atención o que riamos con él. Localiza sonidos
información más precisa y
hablémosle como a un niño “mayor”, transmi- a distinto nivel que su cabeza.
tratamiento.
tiéndole seguridad, y no caigamos en la peor de
las trampas, su llanto. No le digamos nunca “no A los 9 meses
Las condiciones
de examen
llores” (tiene derecho a llorar si quiere), sigamos La valoración a los 9 meses se refleja en la tabla 3.
en nuestra relación con él como si no nos hubié- Los siguientes meses son de fortalecimiento
La persona que va a semos enterado, y no le miremos en ese mo- de la posición de bipedestación, para más tar-
explorar al niño debe tener mento a los ojos. El niño “nos seguirá” en lo que de iniciar la marcha de principiante. Se gira
bien sistematizado lo que
hacemos y reaccionará según nuestros estímulos.
va a hacer y debe reunir
los conocimientos Nunca le dejemos físicamente desasistido. Controle-
suficientes para evaluar lo mos siempre su tronco al incorporarlo: para él es Tabla 2. Adquisiciones psicomotrices del niño
que corresponde a cada un gran esfuerzo la posición de sedestación, a ve- de 6 meses
edad determinada. Debe ces incluso regurgita. De esta manera nos mostra-
situar al niño en un
rá mejor su motricidad liberada4 (figs. 1a y 1b).
ambiente adecuado,
Queremos averiguar si oye. Frente a él, atraemos Hacia los 6 meses
cómodo y tranquilo, e
su atención visual y auditiva con nuestra voz y Su relación con el entorno es más proyectiva
iniciar con él una
interrelación con gestos labiales amplios; de repente calla- Le gusta que le hablemos y le enseñemos
personalizada, sin juguetes o ruidos
mos la voz y continuamos con el gesto de los
participación de los Echa las manos a objetos con decisión, y
labios: él intentará hablarnos o moverá sus pár-
padres, a los que se les los cambia de mano
pedirá esto expresamente. pados al oír la voz de nuevo.
Disfruta con pequeños objetos de colores
¿Ve? Callemos el sonido de un juguete sonoro
atractivo y llevémoslo a uno y otro lado.
Deberá ser evidente para todos que ve y oye

De los 3 a los 4 meses Motrizmente


De los 3 a los 4 meses el niño consolida y enri- Inicia la sedestación: mantiene esta
quece estas adquisiciones, desarrollando ya una posición con su tronco erguido, guardando
manipulación más activa y directa. Es capaz de el equilibrio con apoyo o no de sus manos
girar su cabeza a uno y otro lado ante el entor- Sostiene su peso en bipedestación (bajo
no; inicia la búsqueda progresiva de sonidos a la nuestro control)
altura de su cabeza. Parlotea, emite grititos de Inicia cambio de decúbitos (más fácil de
placer y después ríe fuerte. Camino de los 5-6 prono a supino)
meses le va a gustar paulatinamente estar más Desde el decúbito supino intenta
incorporado, “ver el ambiente” e “incorporarse” incorporarse
a él (valga el juego de palabras); jugará con sus En prono eleva su tórax apoyándose en
pies, pero también se proyectará más abierta- sus manos
mente hacia lo que le rodea (figs. 2a y 2b).
Emite monosílabos repetidos: ta-ta, da-da, etc.

Hacia los 6 meses Inicia la masticación


La valoración a los 6 meses de edad se reflejan
en la tabla 2 y las figuras 3a y 3b.

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Cómo iniciar el
tratamiento del niño para
su evaluación

Hay que intentar ese


Figura 2a. Mayor proyección ante el medio Figura 2b. El niño juguetea con sus pies punto de contacto a todas
del niño de 4-5 meses. a los 5 meses. las edades del niño: con
el lactante pequeño
atraeremos inicialmente
su atención hablándole de
una manera continuada;
lateralmente en sedestación para coger obje- A al niño que ya empieza a
tos; desarrollará después el gateo, o “culeteo” extrañar tendremos que
en su caso. Se inicia la oposición del pulgar y ganárnoslo con objetos,
luego la pinza. Imita gestos graciosos. Facilita jugando con él, y
procurando no acercarnos
el pasar su brazo por las mangas de su ropa. físicamente; al niño entre
Comprende el significado del ¡no! y atiende a 1 y 2 años tendremos que
su nombre (se queda quieto atento cuando lo darle libertad de juego, e
escucha). ir valorándole según se
desplaza o actúa. Al niño
de más edad no le
De 1 año de edad en adelante obligaremos a nada, y
La valoración a 1 año de edad se refleja en la “nos parecerá bien” si no
tabla 4. quiere colaborar, le
Observaciones. Estas adquisiciones del año de dejaremos observar o
edad pueden haberse logrado, estar en fase de o jugar, y de vez en cuando
le haremos partícipe de lo
nosotros tener la convicción, por su comporta- que hacemos o hablamos
miento, de que está a punto de lograrlas; aun sobre él.
siendo normales, variará de unos niños a otros,
por su propia genética. Exámenes innecesarios y
Observaciones para abordar la exploración del niño necesarios
de 1 año. No tenemos por qué violentar al niño,
Evitaremos exploraciones
que no aporten gran
cosa, como son los
Figura 3a. Sostiene su peso en bipedestación reflejos arcaicos, por
Tabla 3. Adquisiciones psicomotrices del niño a
a los 6 meses. ejemplo, que tiene que ir
los 9 meses desapareciendo en pocos
meses. Intentaremos
obtener el máximo de
Hacia los 9 meses
B datos con la sola
Inicia el juego de interrelación: cucu-tras-tras, por inspección de actitudes,
ejemplo
movimientos
espontáneos,
Puede extrañar a desconocidos
interrelación, impulsividad
o exceso de pasividad,
Empieza a buscar la actividad desplazándose de
alguna manera atención al entorno o
desinterés, etc.
Intenta ponerse de pie
Se mantiene unos instantes de pie
Se arrastra reptando

Independiza su índice y señala con él: primer paso


hacia la precisión manual

Bebe echando las manos al biberón

Dice pa-pa, ma-ma con cierta cadencia (no referencial)


Figura 3b. Niño de 6 meses que inicia la
sedestación, con apoyo aquí.

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Cronología del desarrollo


en el primer año
Figura 4a. Actitud de piernas bastante Figura 4b. Al llevarlo a Figura 4c. Colocado en
Es adecuado tener un
conocimiento de las habitual del niño “sentado en el aire”. bipedestación eleva sus bipedestación, su actitud y
edades en que se inician extremidades inferiores. apoyo son las adecuadas.
los distintos hitos del
desarrollo, que van a
coincidir con los logros
más significativos en el
iniciaremos nuestro acercamiento separados En los meses siguientes, y caminando hacia
progreso motor, como son
los 3-4 meses de edad de él por la mesa, y le ofreceremos juguetes los 2 años2,8, disfrutaremos con los logros y
(sostén cefálico), los 6-7 adecuados, sonoros, coloristas, móviles, e in- “descubrimientos” del niño, y con sus “gracie-
meses (sedestación), los tentaremos desarrollar el juego propio de esta tas”. El suelo dejará de tener secretos para su
9-10 meses edad, ¡siempre estando el niño sentado con desplazamiento, y descubrirá la satisfacción
(bipedestación) y 1 año de
uno de sus padres! Ellos nos ayudarán a ir ob- de corretear y de “dominar” las escaleras.
edad, con el inicio de su
capacidad para la marcha servando el resto de sus adquisiciones motri- Empezará a dar sentido a sus juegos, iniciará la
liberada, que deberá ces; nosotros a distancia prudencial hasta que imitación de lo que ve hacer; le gustará “explo-
consolidarse hacia los 15 nos consienta cierto acercamiento. Podremos rar” los juguetes y pasar las hojas de los cuentos,
meses de edad. así explorar incluso su tono y fuerza muscular, conseguir que emitan sonidos y que se muevan
manipulación, reflejos osteotendinosos, pares adecuadamente. Va a descubrir las partes de su
Los hitos del desarrollo craneales, etc. cuerpo, y las señalará a indicación nuestra.
psicomotor Comprenderá progresivamente frases más
La expresión del desarrollo complejas, y obedecerá órdenes.
psicomotor puede El lenguaje se va enriqueciendo según su ge-
resumirse en 5 Tabla 4. Adquisiciones psicomotrices del niño de nética y carácter: bien utiliza en seguida cada
capacidades, como son: 1 año de edad palabra nueva que aprende (niño que habla
interrelación del niño con
entre el primer y segundo años), bien va ha-
el medio, motricidad,
manipulación, visión y Hacia el año de edad
ciendo acopio interiormente de un vocabula-
audición, y lenguaje, que ¡Ya extraña a los desconocidos!, lo que va a
rio que, cuando “se vea preparado para ello”,
quedan esquemáticamente dificultar la relación al explorarle nos mostrará casi de repente (niño que em-
reflejados en las tablas 1-4 pieza a hablar hacia los 3 años).
y en las figuras reseñadas Se interrelaciona bien a través de juegos En el niño de 2 años o más ya no será tanto
para varias edades. Se
Le gusta que se le ofrezcan objetos que se una valoración para detectar tempranamente
amplían las tablas con los
muevan y caigan un fallo en su progreso psicomotor global o
epígrafes resaltados en
negrita para otros grupos Le encanta tirar objetos y que se los parcial, su motricidad se va haciendo comple-
de edad intermedia o niños recojan, tener más de uno
ja sin apenas darse cuenta los cuidadores, y su
mayores de 1 año de Ofrece objetos, pero no los da interrelación tiene que enriquecerse. En el se-
edad.
gundo año van a sobrevenir las grandes fun-
Está empezando a andar, o asoma ya en él
esa capacidad ciones motrices9 que liberan al niño de su es-
trecha dependencia con el adulto –entran en
Su manipulación es precisa, va a coger un juego centros superiores–; sobreviene la ad-
hilito con sus dedos quisición del lenguaje, la posibilidad de juicio
y reflexión, lo que acrecienta el campo de la
Inicia comprensión de alguna frase elemental muy
consciencia. En el tercer año anuncia el desa-
repetida: ¡viene mamá!, ¡viene papá!,
¡vamos a la calle! (el niño mira hacia la
rrollo ulterior, el de la abstracción, de la ela-
puerta) boración y de la integración de las funciones
superiores que caracterizarán a su inteligen-
Puede decir 1 o 2 bisílabos referenciales, cia. Acercándose al estadio adulto, el enrique-
o todavía ninguno cimiento continúa, para cincelar y, más aún,
Suele decir ¡no! con la cabeza y “baila” con la
desarrollar los mecanismos psíquicos sutiles.
música Como dice Saint-Anne Dargassies “Mirando
a la madurez de la edad, aparecerá la madurez
de la inteligencia”9.

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Los márgenes de la normalidad No se mueve casi. Hay niños excesivamente


Cómo hemos referido antes, cada niño tiene su tranquilos2, con una motricidad bien desarro- Lectura rápida
propia normalidad2,9, y puede ser que consiga llada, que inicialmente suelen mostrarse así,
sus adquisiciones a distinta edad que otros ni- pero podría ser el asomo de una enfermedad
ños, sobre todo refiriéndonos a las motrices y del comportamiento, o ser un hecho constitu-
al lenguaje verbal. Illingworth8 refiere unos cional relacionado con un menor nivel intelec-
márgenes de edad extremos, que nosotros re- tual, u otro motivo que justificase la consulta.
ducimos aquí a algo más posible y habitual. No camina al 1,5 años. Este hecho es motivo
Por poner algunos ejemplos: de alarma si va acompañado de un lento pro- Márgenes de normalidad
greso en todos los aspectos, es decir, si estamos
– Sonrisa social: entre días y 7 semanas. ante un retraso psicomotor global, o si consta- Según los factores
– Sedestación libre: entre 5 meses y 1 año. tamos que es un niño con una manifiesta hi- genéticos, cada niño
llevará su propio proceso
– Marcha liberada: entre 9 meses y 2 años (ca- potonía, o si el niño previamente iba progre-
de desarrollo, más rápido
sos aislados más extremos). sando con toda normalidad y de repente deja o más lento. No por ser
– Primeras frases elementales (2 palabras): entre de hacerlo (posible involución en su DPM)2. más precoz desde un
1 año y 4-5 años. No obstante, hay una serie de niños, normales, punto de vista motriz el
– Control esfínteres: desde 15 meses a más allá que una vez que logran la sedestación, a su niño va a ser más
inteligente. Los márgenes
de los 10 años. edad correspondiente, tardan mucho en echar
son amplios, y en cada
sus pies hacia el suelo, e incluso levantan sus uno deberemos valorar su
Una consideración especial merece el niño na- piernas hacia arriba (figs. 4a-c) cuando inten- propio curso de
cido gran prematuro2,10. Establecemos como tamos que se pongan de pie11. Son niños que desarrollo.
momento de valoración la que sería su edad se les ve absolutamente normales en todo el
real si hubiese nacido a término. Al explorar- resto de su desarrollo, incluida su interrela- Signos de alarma
lo, lo hacemos en las mismas condiciones y ción, sólo que van a tardar a echar los pies al
con comportamiento similar al que tenemos suelo para iniciar el proceso de la marcha. Ge- El inicio de contacto
visual y afectivo debe
con el niño de término, y sólo en las conside- neralmente no llegan a gatear, se desplazan en mostrarse hacia el 1,5
raciones finales estimamos su edad corregida. el suelo “culeteando”. Es más frecuente en ni- meses de edad.
Si su desarrollo es armónico, es la situación ños nacidos prematuros, pero no exclusivo. Se
ideal. Cuando más pretérmino ha nacido, en atribuye a una disociación en la maduración El déficit auditivo suele
la primera evaluación, aparte de las semanas muscular, y este fenómeno se suele expresar ser aparente para los
padres antes de los 6
corregidas, “le permitimos” alguna o algunas como “sentado en el aire” (sitting on air). meses.
semanas más de desacoplamiento con relación No habla a los 2 años. En los test de desarrollo
a su edad, y lo seguiremos haciendo así hasta leemos que el niño de 1 año de edad emite 2 El sostén cefálico, la
que él se vaya aproximando a los logros de su bisílabos referenciales; hemos constatado este sedestación y otros hitos
edad cronológica, que podrá ser hacia los 15 hecho no muchas veces, más bien al año de motores tienen amplios
márgenes; el fallo
meses o hacia los 2 años de edad, en lo más edad está a punto de decirlos. Pero el lenguaje específico del progreso
aparente. suele ser algo que los padres pueden observar, motor con presencia de
y se preocupan si no progresa, pero no en to- posturas no adecuadas
Momento de alarma de padres o familiares dos los niños se desarrolla igual; los hay que puede ser un signo de
Entre los motivos más frecuentes, podríamos “se sueltan” a decir todo lo que van aprendien- sospecha.
referir: do, pero los hay que van acumulando su El lenguaje verbal tiene
aprendizaje y que van a expresarse más allá de un amplio margen de
– No sonríe entre los 2 y los 3 meses. los 3 años de edad. Ocurre de manera similar desarrollo, pero alarma
– No “escucha”, no reacciona a sonidos, a los 3- al que aprende un idioma ajeno; hay personas mucho a los padres un
4 meses. que después de aprender 2 palabras empiezan niño que no muestra un
lenguaje algo fluido a los
– No se mantiene sentado, ni lo inicia claramen- a parluchear ese idioma, y las hay que aun sa- 2 años.
te, hacia los 10 meses. biendo suficiente para expresarse parece que
– No juega, “no se mueve casi” al año de edad, no se decidan nunca. Si el niño tiene una rela-
aunque se mantenga sentado. ción absolutamente normal, no muestra ano-
– No camina, ni inicia esa capacidad, al 1,5 malías reseñables en su comportamiento e im-
años. presiona de inteligente, debemos darle un
– No habla, no avanza en el lenguaje, a los 2 margen hasta los 3 años, y no forzarle, pues el
años. lenguaje verbal no es el único con el que de
momento puede comunicarse.
Los tres primeros puntos reseñados es muy fá-
cil que sean el aviso de alguna enfermedad Otros motivos de alarma
neurológica, y son un claro motivo de consulta Aunque no sea lo que habitualmente motiva
al neurólogo. Sobre otros síntomas de clara preocupación en los familiares, queremos re-
enfermedad, no estamos haciendo referencia saltar algunos hechos que para el neurólogo
en este desarrollo. pueden ser aviso de enfermedad.

An Pediatr Contin. 2007;5(4):197-204 203


ATENCIÓN PRIMARIA
Desarrollo psicomotor del niño de menor edad: una aproximación práctica
M.C. Roche-Herrero

– Un niño excesivamente movido más allá de los


Bibliografía primeros meses de edad, que en el juego es un Bibliografía
recomendada torbellino y que puede resultar a esta corta
edad muy gracioso.
– Realizar movimientos estereotipados o de auto-
Gessel A, Amatruda C. entretenimiento de manera muy repetida.
Diagnóstico del desarrollo
normal y anormal del niño.
– En general, la persistencia en una fase más • Importante •• Muy importante
Barcelona: Paidós; 1981. avanzada de edad de actuaciones propias de fases
Revisión actualizada de lo previas, como por ejemplo: a) tender a juntar 1. • Gessel A, Amatruda C. Diagnóstico del desarrollo normal
y anormal del niño. Barcelona: Ediciones Paidós; 1981.
que fue la revisión principal sus manos en línea media, como acción prefe-
para la valoración del rente, más allá de los 6 meses de edad, y b)
2. •• Illingworth RS. Développement psychomoteur de l’en-
fant. Paris: Masson editors; 1978.
desarrollo del niño normal, 3. Prechtl H. The neurological examination of the full-term
con detalle de las etapas del gustar de tirar objetos al suelo para que hagan newborn infant. 2nd ed. Clinics in Developmental Medicine
desarrollo psicomotor y la ruido (propio de 1 año de edad) más allá de n.o 63. London: Spastics International Medical Publications;
1977.
conducción del examen. 1,5 años, como juego preferente. 4. Amiel-Tison C, Grenier A. Vigilancia neurológica durante el
También hace consideraciones primer año de vida. Barcelona: Masson; 1988.
valorativas del niño con una 5. Dubowitz L, Dubowitz V. The neurological assessment of the
anomalía concreta preterm and full-term newborn infant. Clinics in Develop-
neurológica. mental Medicine. no 79. London: Spastics International Me-
dical Publications; 1981.
6. • Amiel-Tison C. Neurología perinatal. Barcelona: Masson;
2001. p. 142-7, 207-8.
Illingworth RS. Développement
7. Einspieler C, Prechtl HFR, Bos AF, Ferrari F, Gioni G.
psychomoteur de l’enfant.
Prechtl’s method on the qualitative assessment of general mo-
Paris: Masson; 1978.
vements in preterm, term and young infants. London: Cam-
Es de las pocas publicaciones bridge University Press; 2004. p. 6-18.
que desarrolla las etapas del 8. •• Illingworth RS. Basic developmental screening 0-2 years.
Oxford: Blackwell Scientific Publications; 1977.
desarrollo de Gesell de una 9. Saint-Anne Dargassies S. Le développement neuro-moteur et
manera más dinámica y psycho-affectif du nourrisson. Paris: Masson; 1982.
asimilable, añadiendo su 10. Saint-Anne Dargassies S. Desarrollo neurológico del recién
propia experiencia. Sus nacido de término y prematuro. Buenos Aires: Editorial Mé-
dica Panamericana SA; 1977. p. 17, 230-2.
esquemas son seguidos por 11. Haidvogl M. Disociation of maduration: a distinct sindrome
muchos neuropediatras. of delayed motor development. Dev Med Child Neurol.
1979;21:52-7.

Illingworth RS. Basic


developmental screening 0-2
years. Oxford: Blackwell
Scientific Publications; 1977.
El libro de bolsillo sobre el
desarrollo psicomotor que
todos los pediatras desearían
tener, por su simplicidad.

Amiel-Tison C, Grenier A.
Vigilancia neurológica
durante el primer año de vida.
Barcelona: Masson SA; 1988.
Muy útil para ver cómo se
lleva a cabo la exploración
del pequeño lactante, para
que él nos muestre lo mejor
de sí mismo.

204 An Pediatr Contin. 2007;5(4):197-204

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