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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

Emilio Ferrero
ferrero@ciudad.com.ar

-Perdón, señorita, sé que usted no me conoce, pero la estaba mirando desde


aquella otra mesa y no pude evitar notar el azul de sus ojos.

-Ay, gracias, qué atrevido, pero… gracias… gracias.

-¿Sabe qué? No quiero incomodarla pero… mientras la miraba estuve pensado


algunas cosas…

-¿Sí? Mire usted… ¿Y qué cosas pensaba?

-Bueno, por casualidad las fui anotando…. Había pensado que podía acercarme a
usted y hablarle de sus ojos.

-Ja, eso ya lo hizo.

-Sí, después pensé en un noviazgo corto. Tres meses, más no. Pensé en ponerme
una remera blanca y un pantalón negro para ir a pedir su mano a la casa de sus
padres.

-¡Qué!... ¡Qué gracioso y ocurrente!

-¿Sabe qué más? Pensé en una boda íntima, poco gente. Sus seres queridos y los
míos. Tengo pocos, le aclaro. Podríamos comprar una casita en las afueras. Sí, sí, lo
sé… al principio será duro pero con un crédito hipotecario podremos salir
adelante.

-Oiga… que… me…

-No diga nada, déjeme continuar… tres hijos…. Pensé que podríamos tener tres
hijos. Lautaro, Esteban y Federica… la consentida de papá.

-Pe… pero…

-¡Un auto! Pensé en un auto. Chico, eso sí... estaremos pagando el crédito de la
casa, recuerde… Y un perro… un labrador al que llamaremos Felipe.

-¡Oiga, usted es un loco!

-¡Nuestra primera pelea! ¡Qué lindo! ¡La superaremos, no se preocupe! ¿Le hablé
de las vacaciones en Las Toninas? ¿Y de las fiestas en casas de sus padres con las
dos familias unidas?

-¡Oiga, basta! ¡Retírese o llamaré al mozo!

-Qué bueno que toque el tema, porque de eso le quería hablar…

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-¿Del mozo?
-No, de retirarme… También pensé en el divorcio, en la división de bienes más
exactamente. Mire, yo la cuota de alimentos de los chicos se la paso porque son la
luz de mis ojos, pero la casa…. La casa deberíamos venderla, ¿sabe? Para
cancelar el crédito.

-¡Usted esta totalmente loco! ¡Yo me voy!

- ¡Ma sí, andate! ¿¡Pero sabés qué!? ¡Al próximo avisale que te vas quedar con todo!
¡¡¡Vividora!!!

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ESTO CON UN GPS NO PASABA

-Disculpe señor, para ir a la calle Bolívar al 1800, ¿Cómo hago?


-Bolívar… Bolívar… ¿A qué altura me dice?
-Al 1800
-¿Bolívar al 1800?
-Sí
-Mmmmm yo sé como ir al Alpatacal al 300
-No, pero yo voy a Bolívar al 1800
-Es fácil
-Ah ¿Sabe entonces ir a Bolívar al 1800?
-No, lo que es fácil es ir a Alpatacal al 300. Agarra ésta todo derecho hasta que se corta.
Ahí es Alpatacal al 300.
-Ah… bueh… pero
-Un segundo, un segundo!
-¿Se acordó cómo ir a Bolívar al 1800?
-No, pero sí me acordé de cómo ir a Ezpeleta al 900 ¿Le sirve?
-Eeeh, mire deje… deje, ¿si?
-¡Pero claro! ¡Qué tonto soy! ¡Ya me di cuenta!
-Ah bueno, ¡Qué suerte! Explíqueme, dele, cómo llego a Bolívar al 1800?
-No tengo idea.
-¡¿Y por qué dijo que ya se dio cuenta?!
-Porque me di cuenta de que no tengo idea de cómo llegar a Bolívar al 1800, ¡por eso!
-Bueno, mire, no me haga perder el tiempo, usted me está tomando el pelo.
-Que lástima que se vaya porque ahora me acabo de acordar que tengo un amigo que
vive ahí
-Sí, sí… ahora yo le pregunto:” ¿en Bolívar al 1800? “Y usted me responde : “Nooo, en
Ezpeleta al 900”
-Nooo, mi amigo no vive en Ezpeleta al 900.
-…
-…
-Está bien ¿Y dónde vive su amigo?
-¡En Bolívar al 1800! ¡¿No le digo?!
-¡¿Sí?! ¡¿Qué suerte?! ¿Y cómo llegó?
-¡No sé porque nunca me invitó a su casa, siempre nos escribimos!
-¡¿Y por qué me dijo “qué lástima que me fuera”, entonces?!
-Porque justo iba al correo a llevarle una carta y si usted encontraba la forma de llegar a
Bolívar al 1800 me ahorraba el franqueo.
-Mire, lo dejo, no puedo perder más el tiempo con usted.
-No hay problema, pero le aviso nada más, que si va a Bolívar al 1800 no vaya para el
lado que está yendo
-Ay, Diosssss…¡¿Y por qué’?!
-Porque por ahí se va a España al 2200. Usted sigue por donde va y dobla a la derecha
en el primer semáforo y ahí nomás es España al 2200.
-¡Bueno, basta! ¡Me cansó! ¡Me voy y espero no volver a verlo nunca más!
-Ok, como quiera, pero si se llega a arrepentir, yo vivo en Córdoba al 400, es sencillo
llegar, sólo dobla en la primera, hace dos cuadras y ahí es Córdoba al 400.
-¡ADIOS!

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-Adios.
LLEGA OTRO TIPO.
-Perdón, señor… ¿Usted sabe cómo llegar a la calle Bolívar al 1800?
-¡Síííí, es muy fácil!
-¿Y cómo es?
-¡Simplemente siga a ese señor!

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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe señorita, la estaba mirando desde aquella otra mesa… y no pude evitar
notar que usted hacia lo mismo conmigo.
-Bueno, sí, sí… es verdad… me siento un poco avergonzada
-No se avergüence… es normal que me miren… soy muy parecido.
-¿Parecido?
-Si… “parecido”…. Usted sabe.
-No. No sé… ¿parecido a quién?
-Vamos, no se haga… usted sabe… ¿A quién me parezco?
-No sé, ya le dije.
-Miremé. De costado, así de perfil. Eh… ¿A quién me parezco?
-¿De perfil? Nnno se…. Sinceramente, no me doy cuenta…
-Vamossss, si me parezco! ¿Entrecerró los ojos?
-No
-¡Qué viva! ¡Tiene que mirarme de perfil entrecerrando los ojos!
-Ah.. a ver… Nnno sé, mire discúlpeme no le encuentro parecido con nadie.
-¿Usted me está hablando en serio?
-Sí.
-A ver… ¡Ya sé! ¡Le levanto una ceja! Eh… ¿Ahí? ¿Diga si no soy igualito?
-¿Eh? AAhhhhh, síííí! ¡Es… igualito! ¡Sí!
-¡Usted me esta cachando! ¡Me dice que me ve parecido pero no es asi!
-No, no.. sí lo veo parecido… créame.
-A ver.. ¿ a quién?
-Eeeehhh
-Aaaahhh..¿ve? ¡No sea así! Yo le vengo con las cartas sobre la mesa y usted me
sale con mentiritas. Le doy una ayuda.
-No, mire, no se enoje me tengo que ir y.,..
-Una ayudita, nada mas… ejuuummmm… tengo que aclarar la voz para que salga
parecida… ¿Me hablás a mi? ¿Me estas hablando a mi?
-¿Robert De Niro, dice usted? Pero usted no se parece a Robert De Niro!
-No, ¿cómo Robert De Niro? ¡Banderas! ¡Antonio Banderas!
-Pero eso que dijo recien lo dice Robert de Niro
-Noooooo, Antonio Banderas! ¡El español ese!
-Sí, ya sé quien es Banderas, pero, primero, usted no se parece a Banderas y segundo,
eso lo dice De Niro en Taxi Driver.
-¿Eso lo dice De Niro en Taxi Driver?
-Sí
-¿Usted está segura?
-Segurísima
.-¿Y Banderas no lo dice en ninguna película? ¿Eso o algo parecido?
-Bueno, puede que en alguna diga algo parecido.
-Ahhhhhh ¿Ve? Ahora “puede” que lo diga en una película, hasta hace dos
segundos solo lo decía De Niro. No importa. ¿Quiere mi teléfono?
-Eeeh, mire, mejor no… tengo que irme.
-¿Qué pasa? ¿No le gusta Banderas?
-Sí que me gusta
-¿Entonces? ¡Ya sé! ¡A usted le gusta más De Niro!

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-Ehhhh… me tengo que ir. ¿Si? Discúlpeme
-Carrizo
-¿Perdón?
-Carrizo, Esteban Carrizo, es mi nombre…. Digo, porque siempre pasa que se van
y a la hora de recordarme lo hacen con el nombre de Antonio…
-¿Antonio?
-Banderas
-Ah
-…Y a mi me molesta un poco, ¿sabe?... El levante lo hago yo y lo recuerdan a él…
Reconózcame que es un poco injusto.
-Sí…sí, claro, Carrizo…
-¡Exacto! Esteban Carrizo. Entrecierre los ojos y míreme de perfil.
-Eso haré.
-¡Gracias!

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¿DE DONDE PENSAS QUE VIENEN LOS AVIONES?

-Hola, Luis, te traje el auto


-¿Qué hacés, Emilio? ¿Qué le pasó al auto?
-Hace un ruidito raro… no sé
-A ver… ¿cómo es el ruidito?
-No sé es un ruido raro, es algo que no hacía antes… está hasta distinto… es como un
hip hip
-Está creciendo
-¿Perdón?
-Está creciendo
-Luis, te volviste loco? ¡Los autos no crecen!
-Perdón, ¿vos traes el auto acá porque sos un especialista en el tema que no quiere
ensuciarse las manos? ¿O lo traes porque sabés que el que sabe soy yo?
-Bueno tenés razón…. Pero.. me decís así, muy suelto de cuerpo que el auto está
creciendo… ¿Qué querés que haga?
-Que te alquiles un garage más grande porque el tuyo es un dos puertas y te va a crecer
a uno de cuatro…
-¿¡Vos decís que los autos de dos puertas como el mío crecen a uno de cuatro?!
-Claro, lo que pasa es que la gente se los saca de encima antes de que eso suceda. ¡Vos
tuviste suerte! Se ve que lo agarraste de adolescente y ahora te pega el estirón! Hip hip,
¿decís que hace?
-Sí
-Ahí tenés! ¡Es hipo! ¡Está creciendo!
-Así que los autos crecen de dos puertas a cuatro puertas.
-Sé, después a una familiar, la combi, el scania y para cuando están por cumplir los
30… 35 años… en avión
.-¿¡Avión?!
-Biplano al principio, después a un Boeing 747. ¿Qué me mirás así? ¡¿De dónde te
pensás que vienen los aviones?! ¡De los autos de dos puertas como el tuyo!
-No sé que decirte, Luis
-No me digas nada. Disfrutalo, aprovechá estos años que son irrepetibles, eso sí no te
encariñés mucho y sacátelo de encima que el tiempo pasa rápido y cuando menos te lo
esperés vas a necesitar un hangar…
-Me dejás helado
-¿Vos viste cuando un avión se estrella?
-Seee
-No se estrella, se suicida
-¿¡Se suicida?!
-Y sí ,ese es una avión que creció con un dueño que se encariñó con él cuando era auto.
Y la angustia no resuelta le juega en contra. Ojo, esto es algo que sabemos nosotros los
mecánicos, nada más. No vas a andar botoneándolo por ahí, te pido
-Nnnno…
-Decime… ¿Hace cuánto que te lo vendí?
-Unosss cinco años
-Andá, Emilio, andá… andá que me emociono y me pongo pelotudo!
¡Qué lo parió! ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Miralo al guacho qué grande está! ¡Pensar que lo
conozco desde que era triciclo!

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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, usted no me conoce y es la primera vez que nos
vemos en la vida pero sucede que la estaba mirando desde aquella otra mesa y
quería contarle algo sorprendente.
-Ah sí? ¿Y qué es?
-Que yo la soñé. No me mal interprete…. La “soñé” literalmente, ayer por la
noche, mas específicamente.
-Ah… y cuentemé ¿qué soñó?
-¡Esto! Justamente esto, que me levantaba de mi mesa le decía que la había soñado
y que usted me preguntaba qué había soñado.
-¿Y nada más?
-No. También soñé que usted me preguntaba “¿y nada más?” Después me desperté
-Es curioso porque yo también lo he soñado a usted y mi sueño empieza justo en el
momento en que le preguntaba: “¿Y nada más?” Es decir, justo cuando usted se
despertó.
-¡Qué interesante!… Y, cuénteme, ¿cómo siguió mi sueño en su sueño?
-¡Así! Usted me preguntaba “ ¿cómo seguía su sueño en el mío?” y yo le contestaba que
“¡Asi!”
-Y, sólo por curiosidad, ¿en su sueño yo me sentaba en su mesa, le decía que era
hermosa, le tomaba la mano con delicadeza y la besaba apasionadamente?
-No.
-¿No?
-No porque, en realidad, solo lo decía tal cual lo acaba de decir…
-Ah
-No se desilusione… después lo hacía…
-¿¡Sí?! ¿¡Cuándo?!
-Justo después de decir: “¿¡Sí?! ¿¡Cuándo?!”
-Es hermosa
-…
-.¡CHUIIIIIK!
-¿Y después? ¿Después del beso que pasó? ¡Cuentemé!
-Me desperté
-¡Noooooo! ¡Me quiero matar!
-¡Yo también!
-Entonces, qué le parece si…
-Me parece bien…¿Tiene una cama grande?
-Muy grande.
-Vamos, entonces… va a ser muy lindo soñar cómo sigue esta historia
-¿Le pido un favor?
-Pida
-Suéñeme mas delgadito... ¿Puede ser?

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LO QUE TE TENGO QUE DECIR NO TE VA A GUSTAR
-Vivi
-¿Qué?
-Hay algo que te tengo que decir
- Y ¿qué es?
- Sentate…¿Cuántos años de casados llevamos, Vivi?
-¡¿Otra vez vas a empezar con esa frase?! ¿¡Qué pasa, Carlos?! Contame…
-Primero contestame
-¿Qué querés que te conteste?
-¿Cuántos años?
-Veinte, Carlos, vos lo sabés muy bien
-Veinte… es verdad. Son muchos, Vivi. Muchos años de conocernos y,
porque te conozco, sé que esto que te voy a decir…
-…
-…
-¡Cómo me revientan tus pausas, Carlos! ¡¿Qué me tenés que decir?!
-¿Ves? Aun no te lo digo y ya te enojás!
-¡Dale!
-Te decía, sé que esto que te voy a decir no te va a gustar.
-Ok, decilo y listo… ¿Qué pasó?
-Sentate
-¡Estoy sentada, Carlos! ¿¡No me ves?! ¡¿Estás ciego o tarado!?
-Es verdad, perdón… es que lo que tengo que decirte es tan fuerte que,
por momentos, me distraigo tratando de evadir la responsabilidad de
decirlo.
-¿Me vas decir lo que me tenés que decir sí o no? Porque yo me tengo que ir al
gimnasio, Carlos!
-Ok, está bien… Vivi… lo que te tengo que decir no te va a gustar
-Eso ya lo dijiste
-Sí, pero lo ensayé así, por lo que te pido que no me interrumpas porque
sino no me sale.
-Puffff, okey, Carlos, okey, dale, pero apurate!
-Viví, lo que te tengo que decir no te va a gustar… bueno, ya te pregunte
lo de los años y te pedí que te sentaras, así que eso me lo salto.
-Sí, Carlos, sí
-Lo que te tengo que decir es que… que… que…
-¿Esos “ques” dubitativos también los ensayaste?
-¡No me cortes! … Que, en estos veinte años, yo… lo que se dice yo,
“Carlos”…
-¡Ay Dios, entrecomillás con los dedos! ¡Carlos sos insufrible, me decís de una
buena vez lo que me tenés que decir, por el amor de Diossssssss!
-…lo que se dice yo… “Carlos” ¡Bueno lo ensayé así, ¿qué querés!?
Sigo, “Carlos” nunca te fui… ¿Cómo decirlo sin que suene ofensivo?
Bueno lo digo directo…nunca te fui… “infiel”
-¿¡Que vos nunca me fuiste qué?!
-“Infiel”
-¡Querés dejar de “entrecomillar con los dedos, la gran puta! ¡¿Qué dijiste?!
¿¡Que nunca me fuiste infiel en estos veinte años?! ¡¿Eso dijiste?!
-Sí

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-Decime, ¿¡Vos estás enfermo y no me avisaste?!
-¿Ves cómo te conozco?! ¡¿Te dije o no te dije que no te iba a gustar lo
que te iba a decir?!
-Escuchame una cosa, pedazo de tarado enfermo “entrecomillador”, en estos
veinte años de casados vos nunca, nunca me metiste los cuernos?!
-No
-¿Vos está loco? ¡¿Cómo te pensás que vamos a mantener un matrimonio si
no te tiras una canita al aire de vez en cuando?!
-Pero, Vivi
-¡Pero, Vivi, las pelotas! ¡Que los primeros dos años no hagas nada vaya y
pase, pero pasado ese tiempo tenés que salir a descargar afuera, querido!
-Pero, Vivi
-¡Pero, Vivi, las tetas! Decime una cosa… ¡¿Sabés lo que cuesta mantener la
líbido en una pareja durante veinte años?! ¡Es imposible! ¡Tenés que salir,
hacerte los ratones con otra, enfiestarla, comprarle regalos, salir un fin de
semana diciéndome que te vas de pesca o alguna de esas pelotudeces que
dicen los hombres!
-Sí, ya sé. Lo que pasa es que a mi… lo que se dice “ a mi”… perdón…. Lo
que se dice a mí, me calentabas y me calentás solo vos… ¿Qué querés?
-Escuchame una cosita, ¿¡vos pensaste en los chicos?!
-¿Qué… qué tienen que ver los chicos en esto?
-¿¡Cómo “qué tienen que ver los chicos en esto”?!
¡Pudiste haber destruido la familia, pedazo de enfermo! ¡Claaaaro, ahora
caigo! ¡Pero qué boluda que fui! ¡Con razón el señor quería sexo una vez a la
semana durante 20 años! ¡A la única que se la ponía era a mi!
-Bueno, tampoco es para tanto… no fue tan malo…
-¿Malo? Nooooo Agotador, eso es… porque mientras vos te dabas el lujo de no
salir con nadie en veinte años yo sí lo hacía dos veces a la semana! ¿¡Y todo
para qué!? ¡Para mantener viva la pareja y el matrimonio y la familia y qué
boluda que fuiiiiiiiiiiii!
-Pero, Vivi…
-¡Hubo un tiempo que fui piel y hueso, querido! ¡Bomba los lunes, murra los
miércoles, friki friki los tercer jueves del mes y después… zacate todos los
viernes con vos! ¡¿Sabés lo que no tenés vos, Carlos?!
-No. ¿Qué?
-Valores de familia, eso no tenés… a vos no te importa la familia… no sabés
cultivarla, ni cuidarla, ni hacerla durar… ¡Te desconozco, Carlos, me voy!
-Esperá, Viví… no te vayas así… ¡”organicémonos”!… murra los lunes, zàcate
los martes y los jueves qué? …. ¿qué días no podés vos? ¡Viví, Viví! ¡Yo sabía
que no le iba a “gustar” lo que le tenia para decir!

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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Perdón, señorita, sé que usted no me conoce pero la estaba mirando desde la otra
mesa… y bueno… no pude evitar notar que usted también me miraba.

- Sí, la verdad que sí… ¿para qué negarlo, no?

-Quería hacerle una pregunta… Cuando usted me dedicó su primer mirada, casi
como al descuido… ¿Qué me quiso decir?

-Bueno, quise decirle que “ lo ví entrar con aire de distraído y llamó mi atención”
¿Usted qué interpreto?

-¡Exactamente eso!

-Y ya que pregunta usted… pregunto yo… cuando me devolvió la mirada… pero de


pasada, como buscando a alguien por el fondo ¿Qué es lo que me quiso decir?

-Creo que fue obvio: “qué me había agradado su mirada y su interés pero que
debía cerciorarme de que era hacia mí y no hacia otro comensal”

-Pues, eso mismo es lo que interpreté. Por eso lo miré de la manera que lo miré después

-Claro, con los ojos algo tristes. Escondiéndose tras el pocillo de café. Diciéndome
en un solo gesto: “ es a ti, y solo a ti”

-Sííí… ni una palabras más ni una palabra menos. ¿Y la otra mirada? ¿La que me hizo al
cruzarse el mozo? ¿Qué es lo que me quiso decir?

-Que el mundo es ancho y ajeno pero nadie podrá interponerse entre nosotros a
partir de ahora.

-Es lo que yo entendí.

-Una pregunta más… ¿Su nombre?

-Lorena

-Ah…¿Lorena?

-Sí… ¿El suyo?

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-Esteban

-¿Esteban?

-Sé

-Qué lástima… a mi Esteban… es un nombre que no me gusta mucho

-A mí para serle sincero… Lorena es un nombre que no me agrada para nada.

-Ah… bueno… Qué se le va a hacer, no?

-Si… una lástima.

-Se

-Una pregunta más…

-Diga

-El 85 que va para Avellaneda ¿dónde para?

-En la esquina

-Gracias.

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TODA LA NOCHE ESTUVE MIRANDO EL TECHO, DOCTOR

-¿Doctor, hace cuánto que me analizo con usted?


-Unosss… cinco años.
-Sí, unos cinco años, y estos cinco años de terapia, doctor, me han servido para algo…
-Aha. ¿Y para qué?
-Para darme cuenta… bueno, no sé, usted dígame si es así… para darme cuenta de
que… me parece que yo… soy… cómo decirle… ¡que soy gay!
-¿Perdón?
-Sí, doctor, ¡a mi me parece que yo soy gay!
-¿Le parece? Usted dice que “ le parece”? ¡Gómez, usted viene con los labios pintados!
-Bueeeno, sí, pero… ¿Qué quiere? ¿Qué venga desarreglado?
-Gómez… usa vestidos
-Si
-Y tacos altos…
-Si, es verdad… ¡Pero porque me quedan bien!
-Gómez, usted hace cinco años que de lo único que habla es de lo bien que están los
jugadores de fútbol y los modelos de las revistas.
-Bueno, pero lo están…. Objetivamente son lindos tipos de hombre
-Gómez, usted me habla todas las sesiones de que en la semana tiene relaciones
sexuales con uno, dos y mas “hombres” a la vez, ¡qué le dan por popa!
-Sí… ¿y? No lo entiendo, doctor.. ¿A qué quiere llegar con eso?
-¿¡Cómo que “a qué quiero llegar”!? A que usted se despacha después de cinco años con
que “le parece” que es gay… Usted “es” gay, Gómez
-Naaaaaaaaaaaa…
-Tiene razón… usted no es gay… Usted es “puto”, Gómez
-¿Le parece, doctor? ¿Tan así?
- Sí, Gómez, créame, usted es re puto!
-La verdad, no sé qué decirle… me deja helado…
-Gómez, usted cada vez que entra me manotea el bulto… yo lo esquivo incómodamente,
pero manda el manotazo!
-Sí, es verdad, pero no me va a decir que por querer toquetearle un poco las partes uno
es gay! ¡Doctor, no sea tan extremista!
-A ver Gómez, ¿por qué es, entonces que “le parece” que usted es gay?
-Bueno, porque el otro día estaba cosiendo unos soleritos para mí, ¿no?
-Aha
-¡Y no va que me pincho un dedo con la aguja!… ¿Me sigue?
-Se
-Entonces dejo todo y salgo a caminar, a pesar de estar con los tacos altos, y me doy
cuenta que no tengo cigarrillos…
-Aha

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-Y me paro en un kiosco. Me atiende un morocho de unos ojazos negros impresionantes
y me dice… “Me quedan dos marcas nada más… Parisienes o Virginia Slim… ¿Qué
llevás? “Virginia Slim”, le digo sin dudar… y me voy
-Sé… ¿Y?
-Y me fui a casa… Y ahí, mientras me miraba al espejo quitándome el rimel y tratando
de que no se me manche la estola y apagaba el último Virginia Slim en el cenicero de
nácar de Barbie, me dije… “Pedí Virginia Slim y sin dudar…¿No seré gay, yo?”…
-…
- Toda la noche, estuve mirando el techo, doctor… toda la noche.

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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, pero sucede que la he estado mirando desde
aquella otra mesa desde que entró y quiero decirle que estoy perdidamente
enamorado de usted. Pero no sólo eso, también que no me importa si es que tiene
compromisos sentimentales con otro, lucharé contra ellos o bien sabré esperar a
que terminen. Ni los prejuicios sociales, ni las diferencias económicas entre ambos
lograrán que mi amor por usted deje de crecer día a día como creo que irá
sucediendo. Bajo la lluvia, la esperaré. Bajo el sol ardiente, la esperaré. Bajo la
nieve, la esperaré. Seré suyo… será mía.
-Bueno, mire, no deberá esperar tanto porque, a decir verdad, no tengo compromisos
sentimentales y usted me gusta mucho.
-Ah…¡Qué macana! ¡Ya me la tuvo que arruinar haciéndomela simple! ¡Adios!
-…Adios!

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DIA DEL PADRE QUE ES PADRE

-Buenas tardes, quería comprar un regalo para el día del padre


-Aja…y estamos hablando de ¿”padre…padre” o “padre madre”?
-“Padre…padre”
-No, porque vio que a los “padres” se les dice “padres” involucrando a la madre y al
padre… es decir a ambos
-Sí, sí, pero el domingo es el día del padre y esto es una tienda que vende regalos, se
supone que usted está preparado para vender, en estas fechas, regalos para “padres
padres”
-¿La verdad?
-¿Qué?
-Ni idea tenía que el domingo es el día del padre.
-¿Me habla en serio? Es un negocio de regalos
-Sí, sí, lo sé, trabajo acá hace 20 años… Me alegra que lo haya notado… Está lindo,
¿no? Me cuesta mantenerlo limpio, por el polvo…. Peeero… ¡se hace! Bueno, basta de
entretenerlo, dígame… ¿Qué anda buscando?
-Un regalo para el día del padre, ya le dije.
-Claro, claro.. .Yyyy… ¿pensó en algo?
-En que usted me asesorara
-¿Yo? ¿A comprar el regalo para el día el padre?
-Y… sí
-Aha. ¡Qué interesante! ¡Me gusta porque es como un desafío! ¡Bien!
-Mire mejor me voy
-No, no, quédese que de acá se va con el regalo seguro…. Deme data
-¿Data?
-Claro, ¿Cómo es su papá? ¿Qué edad tiene?
-70
-¡Ya está! ¡Una Ferrari Testa Rosa! Las vi en una revista el otro día ¡Son una preciosura!
-¡¿Oiga, me está jodiendo!? Primero, no tengo la plata para hacer un regalo como ese y
segundo, ¡usted no vende autos!
-No, no vendo autos, ¿por?… Ahhhhhhhh… ¡usted viene a comprar el regalo acá!
¡Ahora lo entendí, perdón!
-Mire, mejor me voy, ¿sí?
-Un recuerdo
-¿Perdón?
-¡Deme un recuerdo con su padre y yo le digo el regalo justo para que se lleve!
-Ah… bueno, la verdad… yo… siempre recuerdo los días de pesca cuando con papá
nos quedábamos largas noches hablando de mamá, de los abuelos y de su infancia…
-Aja… ¡lo tengo! ¡Un perfume!

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-¡Escúcheme usted me esta tomando pa la joda! ¡Un perfume es lo más común que
puede haber!
-¿Si? ¿Le parece? Bueno, no importa, pensamos otra cosa. ¿Cómo es su papá
físicamente?
-Esss.. bajito, canoso, de bigotes…
-Bajito, canoso, de bigotes…
-Si
-Mmmm… ¡Que difícil me la hace!… No importa… Algo se me va a ocurrir… ¡Ya
está!
-¿Qué?
-Acá atrás tengo una muñecas inflables texturadas que imitan el calor corporal que son
la locu…
-¡Es colmo! ¡Escúcheme, ¿cómo le voy a regalar una cosa así a mi papá?!
-¿Por qué lo dice? ¿Es muy pacato?
-¡No! ¡Porque es mi padre!
-Claro, lo entiendo…¿A él qué le gusta hacer? ¿Tiene algún hobby?
-Bueno, a él le gusta mucho el golf.
-¡Listo! ¡Lo tengo! ¡Una pelota de futbol numero cinco! ¡Huela el olorcito a cuero! ¡Una
delicia!
-¿¡Y eso qué tiene que ver con el golf?!
-Nada, yo decía para que cambie… ¡No le va a dar todos los gustos!
-Mire, deje, me voy
-Una oportunidad más, dele, una oportunidad más, ahora es como un desafío personal.
-Okey, una más… pero una sola vez, si me sale con otra cosa absurda ¡me voy!
-Gracias… Deme data, más data…
-Bueno, mire, no sé qué decirle… es un hombre honrado que ha trabajo toda su vida,
que ha sido solidario, emprendedor y buen amigo. Jamás faltó al trabajo y nunca tuvo
una discusión con la que fue mi madre.
-¡Lo tengo! ¡Un perfume!
-¿Un perfume?
-Sí… Un perfume… ¿Qué? ¿Ya lo habíamos dicho?
-Nnnno.. no lo habíamos dicho… deme un perfume, entonces.
-Bieennn… ¡Lo feliz que se va a poner su papá el día del trabajador!
-“Del padre”… Es el día “del padre”
-Sí, “del padre”… ya no saben qué inventar, ¿no?
-No.

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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe señorita, usted no me conoce pero la estaba mirando desde la otra mesa y
no puede evitar notar que…
-¿Qué?
-Bueno, que usted también me miraba.
-Bien, a decir verdad, sí
-Pero lo que tampoco pude evitar es ver que con la mirada también me decía: “qué
lindo hombre” ¿O no?
-Bueno, de alguna manera… se diría que sí.
-Al igual que con la segunda mirada que me dedicó…. Era obvio que me decía:
“¡deseo llevarte a la cama, desgarrarte la ropa, saltar sobre vos y lamer cada
centímetro de tu piel!”
-Pe… ro…
-Espere, no diga nada… con la otra mirada que me dedicó… es más que evidente
que me quería decir: “Te ataría a la cama mientras dos de mis amigas se tocan, se
rozan y hacen un streep tease para vos y yo miro desde un vidrio”
-Pe… pero…
-¡Nada! Solo deje que siga… usted siguió con las miradas… era obvio que en
algunas de ellas me proponía participar en cuartos cerrados con mas de diez
personas y algunos animales de granja.
-¡Señor, yo!
-Ahora me decís “señor” pero cuando me miraste con evidentes ganas de que
saltara sobre vos desde el armario que tengo en la pieza del fondito, no me
llamabas “señor”, me llamabas “potro”!
-Es el colm…
-Nada, solo déjeme decirle una cosa más…
-A ver… ¿Qué mas tiene que decir?
-¡Que qué mente podrida que tenés, nena! ¡Así nunca vas a conseguir marido, eh!

18
MATASANOS ERAN LOS DE ANTES

-Buenas tardes, soy uno de esos médicos que practican la escuela de Patch Adams…
¿Sabe de qué hablo?
-Sí, el de la película… el que toma el humor como cura.
-¡Exacto! Creemos que el humor cura… notará que, como en la película, para los demás
médicos de este hospital usted es un número de cama o una enfermedad… ¿Alguien le
pregunto su nombre?
-No, la verdad que no… solo me llaman “el enfermo terminal de la cama 8”
-Pues… ¿Cómo se llama?
-Bonano
-¿Bonano? ¡Agarrámela con la mano! JAJAJAJJAJAJAJ
-… je…
-Veo en su historia clínica que no tiene glóbulos rojos, no tiene defensas y no tiene
presión. ¡Pues esta con el medico indicado!
-¿Por qué?
-¿Porque no tiene idea de qué es lo que tiene! JAJAJAJJAJJAA
-…Ah…
-Oiga, debo serle sincero. Sólo tiene dos días de vida, así que yo, en su lugar, trataría de
“pasarla lo mejor posible”…. Claro que, en su estado, “pasarla lo mejor posible” sería
tener un solo día de vida! JAJJAJJJJA
-….
-Mire, voy a tomar esta pipeta, la corto y me la pongo en la nariz como el de la película.
¡Míreme! BSSSS BSSSS BSSSS ¡Soy una abeja! ¡Soy una abeja! BSSSS BSSSSS
-Yo diría que es más bien una mosca.. esa pipeta es la que usaron para extraerme la
materia fecal del intestino…
-Bien, ya debo irme… tengo que hacer sonreír al paciente que acaba de caer de un
séptimo piso… será muy difícil… al pobre no le ha quedado cara! JAJAJAJJAA
-¡Doctor!
-¿Sí?
-Por favor vuelva pronto
-Entiendo… ¿Siente que el tratamiento con humor lo cura?
-¡No, pero me hace comprender que con idiotas como usted la vida no tiene sentido y
quiero morirme lo mas rápido posible!

19
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita, usted no me conoce pero sucede que la estoy mirando desde
hace un buen rato desde la otra mesa
-Ah, sí, sí… lo había notado
-Bueno… quería decirle algo.
-Diga… entonces…
-Okey, lo que quería decirle es que “usted me gustaría”
-¿Perdón?
-Sí, mire, le sonará raro… pero yo la estaba mirando y mirando y me di cuenta que
usted me gustaría pero… unos años más chica… Y entonces pensé: capaz que tiene
una hermana… ¿No tiene una hermana mas chica, usted? No mucho más chica,
eh… cinco años… más no porque después no tengo tema de conversación
-Nnno… no tengo una hermana más chica…
-¡Ah qué lástima! ¿Y alguien con un aire a usted? Digo, puede ser que lo de la edad
no importe tanto después de todo. Alguien parecida a usted pero sin su nariz, ¿No
conoce?
.No, señor, no conozco
-Haga memoria, no la noto haciendo memoria. Medio como que me contestó muy
rápido
-Señor, no conozco a nadie parecida a mí sin mi nariz.
-Podría tener sus ojos, pero no su boca… ayúdeme, dele, haga memoria… una
amiga, una prima que no ve hace mucho…
.Mire, solo para sacármelo de encima…. Tengo una prima que vive en Berazategui
-Mnno, Berazategui me queda lejos… tendría que ser más cerca. ¿No conoce
ninguna por acá, por el barrio?
-¡No, señor! ¡No conozco! ¡No sé por qué le hablo! ¡Cuántas pretensiones tiene!
-Sí, yo reconozco eso de que soy exigente… es que no sé… compréndame… me
gusta usted, pero en otra persona
-¡Ay Dios!
-¿Una compañerita de la infancia? Vio que siempre hay una compañerita de
escuela que se le parece a uno… que la confunden…
-¡Ya le dije que no!
-Bueh, ¡¿Qué le voy a hacer?! Me voy a tener que conformar con usted, nomás…
dígame, ¿Esta noche a las 20 qué tiene que hacer?
-Nnna… da
-Bueh, la espero acá mismo. ¿Le pido un favor?
-…
-Véngase con algo bien, bien escotado, así me distraigo con eso y no ando
recordando toda la noche que usted es usted y no la que se parece!
-…?
-¡La espero!

20
LO QUE TODO MATRIMONIO NECESITA

-Vieja, ¿sabés qué necesita nuestro matrimonio?


-No… pero estoy segura que me lo vas a decir. A ver. ¿Qué necesita nuestro
matrimonio?
-Un intercambio de parejas, eso necesita
-¿Qué dijiste?
-Lo que escuchaste, Luisa… un intercambio de parejas... ¿Qué? ¿No sabés que es eso?
-Sí, que sé… pero hay un problemita
-¿Cuál? ¿A ver?
-Que vos tenés 77 años y yo 72, Osvaldo.
-Sí, ¿y?
-¿¡Cómo y…?! ¡Decime, ¿vos hoy tomaste bien las pastillas?! ¡¿Qué te pasa?!
-Mirá, yo no sé qué pensás vos pero yo ya lo hablé-
-¿Con quién lo hablaste?
-Con la Yoli y dijo que sí
-¿Qué Yoli?
-¡No te hagás la que no sabés! ¡Vos sabés qué Yoli! ¡La Yolanda!
-¡AAAh, bueeeno! ¡Escuchame una cosa, trastornado, la Yoli tiene 84 años!
-Sí, ¿y?
-¡¿Otra vez preguntas “y”?! ¿Qué? ¿Te levantaste tarado?! A ver, decime… ¿Cómo le
dijiste a la Yoli que querías hacer un intercambio de parejas?
-¿¡Qué importancia tiene cómo se lo dije!? ¡Se lo dije y listo!
-¡Mirá, lo más probable es que no te haya escuchado un sorongo… o que haya
interpretado que te referías a intercambiar parejas de truco!
-No, ¿ves? Te equivocas… porque lo aclaramos con todas las letras.
-Contame, a ver… ¿cómo es que se lo dijiste? ¿Dónde se lo dijiste?
-En lo del chino
-¿¡Y qué hacia la Yoli en lo del chino?
-Había ido a comprar ¿¡Qué se yo?!
-Me suena raro porque ella no compra en lo del chino
-Bueno se ve que ahora sí.
-¿Y qué compró?
-Una leche serecol
-¿De manzana o naranja?
-Naranja
-Se va a cagar con la de naranja. No sé para qué compra si después no lo toma.
-Es lo que yo le dije
-¿Y ella qué te dijo?
-Que no había de manzana.

21
-¿Ves? Por eso no iba al chino. Tiene poca variedad. ¿Y no te dijo por qué no fue al
Coto?
-Dice que hay olor a chancho
-¿En dónde?
-En el Coto
-Es la pastilla que toma para la osteoporosis… te hace oler cosas que no están.
-Será eso, no sé.
-¿Y entonces?
-Entonces, ¿qué?
-¿Qué cómo le dijiste…eso?
-Ah. La paré en la salida del chino, ahí en la veredita, ¿viste?
-Si
-Y le pregunté por el Carlos, me contó que está bien, que se la pasa mirando la tele pero
que está bien y entonces…
-Entonces ¿qué?
-Entonces la miré“así”… ¿viste? como miro yo cuando seduzco…
-No, no sé…. ¿Cómo mirás vos cuando seducís?
-“Así”
-“Así” ¿Cómo? No sé
-Vos sabés!. Me apoyo así, contra la pared y medio entrecierro los ojos pero no.
-¿¡Así mirás vos cuando seducís?!
-¡ Y claro! ¡¿Nunca te habías dado cuenta?!
-Yo siempre pensé que era la presbicia!
-¡Ma qué presbicia! ¡Es sexy! ¡Sensual!
-¡Vos, o estas en pedo o definitivamente te medican mal!
-Mirá, a la Yoli le gustó, porque me dijo: “no me mire así que después tengo que ir a mi
casa yo”
-¿Y?
-Eso mismo le pregunté yo… ¿Y? “ Y que me pongo a pensar” ¿Qué se pone a pensar?,
le digo yo… “¿En qué va a pensar? En que usted es un chancho…. y esas cosas”
-¡Te dije, es el remedio contra la osteoporosis!
-Dejame que siga… ¿Querés que siga o no? Entonces le digo… ¡Le llevo las bolsas
hasta su casa! ..bueh que sí que no que sí no… que a la final se deja agarrar las bolsas y
la acompaño por la vereda del Toto.
-Sí, ¿y?
-Y que como a la media cuadra le pregunto… ¿Me dejaría pasar a su casa cuando
lleguemos? Y me dice. “pero mire que está el Carlos” No hay problema, la tranquilizo.
Es mas, ¡mejor que esté!, le digo, porque quería proponerles algo. “¿Algo?” Me dice,
casi así como cuando uno se ahoga con la saliva, ¿viste?
-Sí
-Sí, le digo y le entrecierro los ojos
-Ah, sí, la mirada de seducir
-¡Exacto! Y le largo…. Yoli, ¿Usted tomaría a mal hacer un intercambio de parejas con
la Luisa y el Carlos y… cómo decirle…yo? Le aclaro, para que no se confunda con
intercambiar las parejas del truco, que entienda que yo le hablo de que el Carlos y la
Luisa se acuesten en la misma cama y usted y yo nos peguemos una revolcada en otra.
-¿¡Así le dijiste?!
-Sí, pero con la mirada de seducir, acordate.
-¿Y qué te dijo, la Yoli?
-Que sí, ya te dije al principio, ¿te acordás?

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-¡No te puedo creer! Y ecuchame una cosa. ¿vos te vas a ir así a acostarte con la Yoli?
-Y sí, ¿por qué preguntás?
-Ah, no querido, ¡así no! ¡Antes te comprás un calzón! ¡¿Vos viste lo que son tus
calzones!? ¡¿Qué va a pensar la Yoli!?
-¡¿Qué tienen mis calzones?1
-¡Años! ¡Eso tienen! ¡Te comprás un calzón por década, Osvaldo!
-No sé. ¿¡Qué va a pensar!?
-¡Que yo no te compro calzones, eso va a pensar!
-Y bueno, voy y me compro uno y listo ¡Qué tanta milonga!
-Decime, ¿vos sabés lo que cuesta un calzón?
-No sé pero ¿qué puede valer? ¿¡Dos pesos?!
-¡Diez pesos el más berreta!
-¡Diez pesos! ¡Qué chorros!
-¿Y vos tenés diez pesos?
.-Ahora no, Luisa, pero cuando cobre el aumento… cuando cobre el aumento… voy a
tener esos diez pesos… ¡Y no sabés cómo los voy a disfrutar esos diez pesos! ¡Cómo los
voy a disfrutar!
-Es lo que necesita nuestro matrimonio, Carlos.
-¿Disfrutar?
-No, un aumento…. Un aumento…

23
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Discúlpeme, señorita, sé que usted no me conoce pero la he estado mirando desde


aquella otra mesa y no he podido evitar darme cuenta que usted también lo hacía.
¿Es así?
-Sí, ha decir verdad, sí
-Sucede que me gusta mucho
-Bueno, ¡y usted a mi!
-¿Eso quiere decir que estamos, los dos, en ese período que los psicólogos llaman de
“enamoramiento”?
-Muy posiblemente
-A ver si concuerda conmigo… ¿Es ese período donde uno ve en el otro lo que
quiere ver y no lo que el otro realmente es?
-Exacto
-Bien, en ese caso, ¿qué le parece si nos apuramos a besarnos apasionadamente y a
rasgarnos las ropas lamiéndonos los cuerpos antes de que descubramos quiénes
somos?
-¿Le parece?
-Seguro, pronto comprenderá que yo, en realidad, soy un señor calvo, gordo y
sudoroso y no el que usted esta viendo.
-Me parece bien porque usted descubrirá que yo, en realidad soy una señora delgada
hasta los huesos, amarilla por el cigarrillo y con un carácter insoportable.
-Bien, en ese caso, aquí al lado hay un hotel… ¿Le parece que vayamos?
-Sí… me parece. Solo una cosa más
-Dígame
-En caso de que, al salir del hotel, ya se haya acabado el período de “enamoramiento”
quiero que recuerdo que soy la flaca de piel amarilla… no sea cosa que quiera manotear
a la salida a una rubia despampanante y lo terminen cagando a sopapos!
-Muchas gracias… ¿sabe qué?
-¿Qué?
-Me cae bien esa parte de usted que no estoy viendo…
-No se adelante y… béseme… béseme y rodéeme con esos fuertes brazos, así siento su
trabajado abdomen…

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TODOS LOS HOMBRECITOS DEL PRESIDENTE

-Sí, adelante
-Disculpe, señor presidente, ¡buenos dias!
-¡Buenos días! ¡Pero, un segundo! ¿¡Quién es usted?!
-Su asesor, señor.
-¿Mi asesor? ¡Jamás lo he visto en mi vida! ¿¡Cómo entró acá!’
-Señor, vengo con el cargo… claro… es su primer mandato, lo entiendo… es nuevo
-Ehhh. Sí, sí…. Perdón… no… sabía
-No tiene por qué disculparse, señor Presidente, usted está en tantas cosas que no puede
atender todo.
-Si, claro, eso mismo le decía a…
-Para eso estamos nosotros, señor
-¿Ustedes? ¿Quiénes?
-¡Los asesores!
-Ah, sí claro… yyyy…¿ en qué me asesora?
-¡En todo, señor Presidente! Pero… ¡vayamos al grano! Lo molestaba por algo de suma
importancia.
-¿Sí?
_Sí, finalmente sucedió lo que tanto temíamos.
-¡No diga!...
-Sí
-Yyyyyyyy… ¿Qué es lo que tanto temíamos?
-Usted sabe señor… “aquel” tema…
-…
-El de nuestros enemigos, señor
-Ahhhhhhhhhhh, sí, sí, ¡nuestros enemigos! Es que usted me decía “aquel” tema y yo lo
confundí con el “aquel” “otro” tema
-No, ese “aquel” “otro” tema ha sido solucionado
-Bueno, entonces está todo bien.
-No, sigue pendiente el “aquel” tema
-…
-Nuestros enemigos, señor.
-¡Ah, si., sí, claro! ¡Esos sucios comunistas!
-Nuestros enemigos no son los comunistas, señor Presidente
-¿No? No, claro que no! Por suerte ya los barrimos…¿Nuestros enemigos, dice usted?
¡Sííí! ¡Debemos hacer algo con los malditos… ¡Inmigrantes!
-Nuestro país no tiene inmigrantes, señor… es más, ¡somos un país que expulsa a su
gente!

25
-Sí, lo sé…. Pero decía que, de tenerlos, a los inmigrantes, no estaría mal llamarlos
malditos y darles unos cuantos palos, ¿no?
-Mmmm, supongo que no… pero con nuestros enemigos, señor…
-¿Qué hay?
-¿Qué sugiere que hagamos con ellos?
-Buuueenoooo… ¿hay que decidirlo ahora mismo?
-Es que, como le decía, finalmente, sucedió lo que tanto temíamos.
-Seeee… bueno, yo diría queeee…¡Usted me diga! ¡¿Para eso es mi asesor, no?! ¿Qué
me sugiere que hagamos?
-¡Lo que nadie quiere que hagamos, señor!
-Sí…. Usted está hablando deeee…
-De “eso”
-Aaaaaaah, de “eso”… Y bueno, hagamos “eso”
-Lo felicito señor, nunca antes ningún primer mandatario se animó a hacer “eso” con
“aquel” tema
-Bueeeeeeeno…. Pero siempre hay una primera vez, ¿no es así?
-Sí… Lo admiro, señor Presidente… Toma decisiones de gran peso.
-Seeee…. Bien, si eso es todo…
-Sí, ya mismo haré impartir sus decisiones.
-Haga, haga…
-Gracias
-Una cosita mas… su nombre era… no sé cómo llamarlo.
-No me llaman, señor… aparezco solo…
-Ah

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LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, usted no me conoce pero sucede que la he estado
mirando desde aquella otra mesa durante más de una hora y quería decirle que
usted me gustaría.
-¿Gustaría?
-Sí, me gustaría, pero con la nariz más grande, los labios mas finos y los ojos mas
claros… es decir, usted me gustaría, pero si fuera como aquella señorita que está
sentada en esa otra mesa.
-¿¡Y, dígame, por qué no va, entonces, a la mesa esa y le dice a esa señorita que le gusta
y me deja de molestar a mi?!
-Porque a mi esa señorita me gustaría…
-¿Gus..taría?
-Sí, me gustaría, pero con su nariz, su boca y su color de ojos. ¿Me entiende? Me
gusta usted en ella y ella en usted. Puede que hasta en realidad, lo que me guste,
es usted en el lugar de ella, es decir, en esa mesa, y ella en el lugar de usted, es decir,
en esta mesa.
-Pero…
-Déjeme continuar. Puede que lo que me atraiga es la imposibilidad de que usted
sea ella y de que ella sea usted. Se me ocurre algo.
-A ver…
-Las presento, se hacen amigas. Amigas del alma. Se simbiotizan. Usted toma
rasgos, gestos, tonos de voz de ella…. Ella hace lo propio con usted. Eso sucede.
Uno no es uno, es la suma de las personas que conoce a lo largo de su vida.
-Bueno, eso… eso es verdad…
-Permítame continuar. Las encuentro, digamos, en diez años. Las comparo, decido
cuál me gusta más y finalmente, sin que la otra lo note, me le acerco un día
cualquiera en este mismo bar y le digo lo que guardé en todos esos años.
-Y sólo por curiosidad… ¿qué sería eso que le diría?
-Perdón… ¿no tenés una amiga para presentarme?

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PARA MÍ QUE ANDA EN ALGO. EL RULO

-Para mí que anda en algo. el Rulo.


-¿Por qué lo decís?
-Por como anda… lo que hace… no sé. Se sienta en la puerta, solo, a tomar mate.
-Siempre hizo eso, el viejo
-Sí pero, ahora es distinto. Como que se queda mirando fijo a un lado.
-Estará pensando.
-Eso mismo me dije yo. Y me le acerco y le pregunto
-¿Qué, le preguntaste?
-Que si estaba pensando
-¿Y?
-Y que se me quedo mirando y cebó un mate y me convidó y ahí fue que noté algo raro
-¿Qué?
-Dulce.
-¿El mate?
-¡Dulce!
-El viejo Rulo está tomando mates dulces, decís vos?
-¡Dulce, era el mate, che! Pero no dulce de azúcar… ¡de edulcorante!
-¡Me caigo y me levanto!
-Y chupo de la bombilla y no le digo nada, (del mate, digo) de lo que le digo es de lo
otro
-¿De qué le decís?
-De que si estaba pensando.
-¿Y?
-Nada
-¿Nada?
-No me responde nada, che. Se queda así, con el mate recibido en la mano mirando para
el lado de la vereda del enfrente.
-¿Donde vive la Coca?
-Más para acá… para el lado del Herminio.
-¿Y por qué mirará para lo del Herminio?
-Eso me pregunté yo y miré, a ver si había algo nuevo… y no. La parecita descascarada,
la ventana a medio subir, los malvones del cantero.
-Lo de siempre
-Exacto. Lo de siempre. Y justo ahí el Rulo levanta la cabeza y me mira. Se ceba un
mate del termo y chupa y me mira sin decirme nada.
-¿Nada?
-Nada

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-Ni una palabra.
-Ni una, che, ni una. Y me mira con los ojos así
-¿Así cómo?
-Distintos… no sé. Es otro mirar el que tiene el Rulo
-¿Tendrá cataratas?
-No creo. Mira desde adentro. Desde el fondo de los años. Entonces me incomodo y le
digo.
-¿Qué cosa le decís?
-Que por qué me mira así?
-¿Y?
-Nada
-¡Que cosa! ¡Nada!
-Nada… y le vuelvo a decir y le hago una pausa… le sostengo la mirada, me dije, y lo
hice. Le sostuve la mirada
-¿Y?
-Chupa del mate
-¿Y?
-Y corre la mirada… y le digo lo que le tengo que decir
-¿Qué cosa le decís?
-¿Usted qué me está queriendo decir, Don Rulo?
-¿Y?
-Y hace como que se saca una yerbita de la punta de la lengua. ¿viste ese gesto?
-Sí, sí, queda bien… es como que está en otra…
-¿Eso sabés para qué lo hace? Para ganar tiempo. El tipo que hace eso, se toma su
tiempo… piensa. El tipo que hace ese gesto sabe de la importancia de no apresurarse.
-Claaaaro… ¿Y qué pasó cuando terminó de sacarse la yerbita de la lengua?
-Un crash
-¿Perdón?
-Así, de golpe, un “crash” en la esquina. Los dos miramos. Yo, ansioso, debo reconocer
que él miró despacio, casi como en cámara lenta, como si hubiera un “crash” cada dos
minutos.
-¿Un choque?
-Naaaaah, un colectivo que rozó la rama de un árbol. Entonces, cuando volvimos a
mirarnos le mantengo la mirada otra vez y le digo : ¿y, Don Rulo, me va a decir o no me
va a decir si me tiene que decir algo usted a mi?
-¿Y?
-Y nada… lo que te decía, la mirada triste, como desde adentro, como desde el fondo de
los años y me la sostiene un rato y no me aguanté mas y le dije
-¿Qué le dijiste?
-¿Usted me está reclamando los treinta pesos del otro año, Don Rulo? Porque yo esos
treinta pesos se los voy a devolver pero no es cuestión que me lo ande enrostrando así,
¿sabe?!
-¿Y?
-Nada
-¡Qué viejo rencoroso!
-Eso mismo pensé yo. Así que le dije
-¿Qué le dijiste?
-¿¡Porque no se va un poquito a la mismísima puta madre que lo parió?!
-¿Y entonces?
-Entonces me contesta

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-¿Qué, te contesta?
-No es por eso, me dice… y se queda callado, con el mate en la mano, mirando para lo
del Herminio.
-Raro, ¿no?
-Sí… para mí que anda en algo, el Rulo.

LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita usted no me conoce, pero sucede que la he estado mirando


desde la otra mesa y quería decirle que me gusta
-Ay, qué simpático, gracias.
-De nada, pero ahora no.
-¿Cómo “ahora no”?
-Bueno, es que ahora es de tarde y yo la ví de mañana
-¿Usted dice hoy a la mañana?
-Sí, hoy también la vi por la mañana en esta misma mesa y me gustaba más. Es
decir, usted me gusta por las mañanas porque se levanta con los ojitos achinaditos
y me dan ganas de agarrarla de los cachetitos esos que tiene y hacerle “cuchicuchi
cuchiiiiiii” ¿Entiende ahora?
-Sí, sí.. que… simpático que es…
-Gracias. Sigo. Ahora, de tarde, usted me da más seria… más.. “doctora” ¿Me
sigue?
.Sí, sí, claro
-Por eso... De mañana me dan ganas de agarrarle los cachetitos y decirle “
cuchicuchicuhci chichi chi”
-Ah, sí, sí… ya me… dijo
-Y de tarde… “Doctora”
-Se…
-Ahora de mañana.... ¡cuchichucuchicuchi cuuuuuuuuuu! De tarde… “doctora”
.Si, si… ya me dijo
-Pero de mañana me dan unas ganas de hacerle cuchicuhcicuchi cuuuuuuuu que ni
le cuento.
-Imagino
-De tarde…
-Sí, sí….de tarde..” Doctora”
-Aaah, ¡veo que entendió!
-Se.
-Bueeeeeno…. Entonces me voy.
-Se… va? ¡Qué lástima! Me ha caído simpatiquísimo… Dígame… ¿No querrá ver cómo
me veo de noche?
-Nooooo… ¡yo de noche descanso!
-¿Descansa?
-¡Y claro! ¡No se da una idea de cómo agota pensar pelotudeces como estas durante
todo el día!

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PARA ESE LADO QUEDA

-…Para ese lado queda.


-Sí, pero no me ubico bien
-Es fácil, agarrás esta derecho hasta…hasta… ¿Cómo explicarte? La estación de la
Esso, ¿La ubicás?
-Nnno. La Esso no… la Shell conozco yo
-No, esa está mas adelante. ¡Ya sé! ¿Viste donde vive la Silvia?
-¿La Silvia? ¿Qué Silvia? ¿La tetona?
-¡Claro! En lo de la Silvia, la tetona, doblás a tu derecha, ahí seguís hasta la fábrica de
broches. Te vas a dar cuenta porque, a la hora que vas vos, siempre esté en la puerta la
chica que barre al lado. Una culona preciosa que sale a barrer la verdita con unas calzas
apretadas así…¡Toda amatambrada sale la perra, pero está linda!
-Ajá
-Sigo: vos ahí, lo que tenés que hacer, es agarrar contramano una cuadrita, si no es mas
complicado, son todas manos para el otro lado. Vas a ver una verdulería de tu mano
izquierda.
-La verdulería de la Miriam, ¿no es esa?
-¡Claaaro!
-¡La chupa como los dioses!
-¿Ves cómo te ubicás? Seguí hasta el puentecito donde paraba Patricia
-¿Qué Patricia?
-¡¿Cómo qué Patricia?! ¡No te hagás el pelotudo que todo el barrio debutó con la
Patricia!
-Aaaahh, Patricica, sí, sí… ¿y ahí qué hago? ¿Lo cruzo?
-Noooo… no te apurés, no te apurés… andá por la colectora, la que va a lo de… de…
¿cómo decirte?
-Lo de la Yoli.
-¡Menos! Eso es para el otro lado… Bueno, pero agarrás por la colectora para el lado
contrario a lo de la Yoli. Vas a encontrarte con el paredón ese en el que te fifaste a la
Martita.
-Si
-Doblás. Hacés tres cuadras más, hasta lo de la petisita esa que no me acuerdo el
nombre…la que se culeaba el Alberto.
-¡Aah, sí, si, sí, me acuerdo!
-Y bueno, de ahí serán dos cuadras, de este lado. Te vas a dar cuenta porque al lado hay
una casita pintada de marroncito en la que vive una rubiecita espectacular que vi los
otros días. Lindas patas, tenía, la guacha

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-¡Bueno, te agradezco!
--De nada, che… pero vos dale, que para ese lado queda!

LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Perdón, señorita, sé que usted no me conoce pero quería decirle que la estaba
mirando desde la otra mesa desde hace mas de un hora
-Ay bueno, la verdad es que no me había dado cuenta.
-Bueno, mire, quería ser directo… ¡lo nuestro no va a poder ser!
-¿Eh? ¿Qué… qué está diciendo?
-Eso que acaba de escuchar… sinceramente la miré y la miré y no me gusta nada.
Por un momento pensé que me gustaba su manera de reír pero después me di
cuenta de que me recordaba a una tía gorda que tengo en Carapachay.
-¿Usted me está cargando?
-¿Le parece que puedo perder el tiempo en mirarla por una hora? ¿Se cree que no
tengo nada que hacer? ¿Qué no tengo que observar a otras mujeres con las que
intentaría algo más duradero?
-Está bien pero… ¿Me va a juzgar así?… ¿Sólo por eso?… No me conoce, no sabe mis
gustos, ni mis ideas, ni mis intenciones.
-¡¿Sus gustos?! ¡Ja! ¡¿Sus gustos, dice?!
-¿Qué tienen mis gustos?
-¡Por favor yo nunca pediría un café a la turca en un bar como este!
-¡¿Y por qué no!?
-Mire, el hecho de que se lo deba explicar confirma mi teoría de que lo nuestro no
va a poder ser. Y sus intenciones… sus intenciones son casarse, tener hijos y ser
feliz por el resto de su vida, como la otra parte de la humanidad.
-Bueno sí, pero…
-¡Pero nada! ¡No me haga perder el tiempo! Hubo unos minutos en los que pensé
que éramos el uno para el otro… finalmente, vi su blusa.
-¿Qué le pasa a mi blusa?
-¡No tiene escote! ¡Usted no insinúa nada! Nuestra vida sería aburrida y
monótona. Seguramente recurriría a una prostituta para satisfacerme. ¡Mire a lo
que me empuja!
-¿¡Usted está loco?!
- Loco hubiera estado de seguir con esta situación. Por suerte uno de los dos
reflexionó y ese fui yo…
-Pero…
-¡Pero nada! ¡¿Cuántas veces se lo debo decir!? Lo nuestro no podrá ser!
¡Adios! Le dejo esto
-¿Qué es?

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-¡La cuenta de lo que consumí! ¿¡No creerá que voy a cargar yo solito con este
fracaso?!

YO TE DIGO LO QUE TE DIGO, NADA MAS

-Amalia, sentáte, hay algo que no te he dicho en los últimos 20 años y te lo quiero decir
-“¿Qué me vas a llevar a pasear?”
-No, Amalia, esto es más importante
-¡Dios! ¿¡Vamos a ir al cine?!
-No, Amalia, lo que no te he dicho en estos veinte años de casados es que… Bueno…
es que… ¡Tengo una amante, Amalia!
-No entiendo…
-Eso, Amalia, que tengo una amante.
-Sé más claro, Eduardo, ¿Quién tiene una amante?
-¡Yo, mujer! ¡Yo! ¡¿No te estoy diciendo que tengo una amante!? ¿Qué es lo que no
entendés!?
-Ay, Eduardo, mira si vos vas a tener una amante! ¿¡Vos me estás hablando en serio?
-¡Si, mujer, sí!
-¿¡Pero quien te va a querer a vos de amante, Eduardo?! Decime, ¡¿No estarás
enfermo?! ¿O borracho? ¿¡Eduardo, vos te estás drogando?!
-¡Que no, la puta madre! ¡Que te digo que tengo una amante de verdad!
-¡Dios mío! ¡¿Y tiene sexo con vos?! ¡Pero, Eduardo, si vos usás el mismo calzoncillo
tres días seguidos!
-Mirá Amalia, yo te digo lo que te digo, nada más!
-Eduardo, sé sincero, ¡¿quién se va a fijar en vos?! ¿¡Te viste esa panza?! ¡¿Te miraste
esa cara?! Eduardo.. ¿¡te oliste en los últimos quince años?!
-…
-No. Eduardo, no me mires así… olés a oso cagado por mamuts! ¡Te salen pelos por
lugares donde a nadie le salen! ¡Y si por lo menos te los sacaras! ¡Eduardo, a vos no hay
que depilarte! ¡Hay que podarte!
-Mirá, Amalia, yo…
-Eduardo, si es cierto quiero hablar con esa mujer.
-Estás loca…
-¿¡Yo!? ¡En todo caso estará ella! Mirá, Eduardo, yo no sé si me estás hablando en serio
o no, pero de serlo, esa mujer no te conviene para nada… ¡Obviamente debe ser una
pervertida! ¡En cualquier momento te tira en un pozo y te alimenta con pan y agua como
el de ”El silencio de los inocentes”!
-¿Te… te parece?

33
-¡Obvio, Eduardo!
-Bueh, menos mal que te lo conté, ¿no?
-Sí, menos mal… mirá si vos, ¡justo vos, vas a tener una amante! ¡La de boludeces que
te tengo que escuchar decir, Eduardo! ¡La de boludeces que te tengo que escuchar decir!

LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita, usted no me conoce pero sucede que la he estado mirando un


largo rato desde aquella otra mesa y, finalmente, me animé a pararme y contarle
dos cosas
-¿Ah, sí? Y ¿Cuáles?
-Bueno, primero que soy un hombre práctico y segundo que estoy seguro que la
odiaré
-¿Perdón?
-Como acaba de escuchar. ¿Me puedo sentar? ¡Gracias!.Usted me gusta. Me gusta
mucho. Es obvio que yo a usted también. Por la forma que me miraba, deduzco
eso.
-Bueno, sí, pero…
-Permítame continuar… le decía…usted me gusta, me gusta mucho, es más, su
sonrisa, su mirada, la forma que le cae el pelo sobre los ojos. Esa dulce expresión
aniñada que tiene por momentos, debo confesarle que me pierden locamente
-¿Entonces?
-Entonces…estoy seguro de que la amaré. Llevaré a cabo algunos actos de
romanticismo que, en otras circunstancias, me parecerían propios de un idiota…
pero los haré convencido que no lo son. Puede que robe rosas de un jardín ajeno y
se las haga entregar misteriosamente por un muchacho de pelo oscuro.
-¡Que romántico!
-Hay mas… pensaré, perdón “creeré” fervientemente que mi vida comenzó con
usted. Que nadie más en el mundo es igual a usted. Que dice cosas graciosas.
-¡Salga de ahí!
-¡¿Ve?! Ya empezó… Viviré para usted. Vivirá para mí.
-¡Qué hermoso!
-Solo un tiempo…
-¡¿Pero, por qué?!
-Porque el amor es así. A los cinco años, a los diez… a los quince, todo terminará.
Usted, para mi, será “esa”. Yo, para usted, seré “ese”. Lo diremos con tono
despectivo. Nos reprocharemos viajes incumplidos, Sueños no realizados. Palabras
no dichas. Oraciones pronunciadas. Como dije, la odiaré
-Pero…
-Permítame volver al principio de mi presentación… como le decía, soy un hombre
práctico, así que, qué tal si para ahorrarnos tiempo la mando a la remilputísima
madre que la parió y todos conformes, ¡¡¡¡¿eh?!!!!

34
UNA ENORME SONRISA ASOMÓ A SUS LABIOS

-¿Así te vas a morir?- sentenció la vieja sin sacar la vista del tejido-¡¿Con esa sonrisa?!
¿Estás segura de lo que hacés?
-¿Qué tiene?-se disculpó desde la cama, acomodando algunos almohadones.
-¡¿Qué va a pensar la gente? ¡Dejáte de hinchar! ¡Si te vas a morir, morite seria!
-Yo me muero como quiero, después de todo es mi muerte, ¡¿no?!
-Será “tu” muerte como decís, pero la que se va a quedar dando explicaciones en el
velorio voy a ser yo… ¿¡Me querés decir cómo explico yo que vos, mi hermana de 84
años, después de una laaarga convalecencia se muere con una sonrisa así… como…
como de estúpida?! ¿Eh? ¡¿Cómo lo explico? ¡¿Pensaste en mi?! ¡No! ¡Cómo siempre!
-A mi no me parece que sea una sonrisa de estúpida… (la ensayó otra vez mirándose al
espejo de mano).
-¡Van a pensar que te moriste haciendo la chanchada!
-¡Mejor!
La vieja dejó de tejer ofuscada.
-¡Hacé lo que quieras! Cuando yo me muera –perdió la mirada en la pared- voy a
morirme con cara seria, de preocupada.
-Van a pensar que te moriste haciendo la chanchada con el asqueroso de tu esposo.
-Jajaja
-Jajaja -se miró otra vez al espejo y ensayó la sonrisa- ¿Ves? Así tiene que ser… te aviso
por si me muero dormida… me la hacés así… ¿Prometido?- la vieja volvió al tejido, la
otra se espiaba de reojo en el espejo. La miró. Detuvo el tejido y la miró. Esta vez
ensayó ella, casi sin darse cuenta, la sonrisa- ¿Prometido?
-¡Prometido!

35
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, usted no me conoce pero, quería decirle que el
señor que estaba en aquella mesa hasta hace unos instantes, estaba profundamente
enamorado de usted
-Qué… qué, dice? ¿Y usted cómo lo sabe?
-Porque ese hombre era yo.
-No entiendo.
-Así es, hasta hace unos instantes yo estaba sentado en esa mesa mirándola por
más de media hora, imaginándola en distintas situaciones y actitudes.
Enamorándome minuto a minuto. Tratando de juntar el valor suficiente para
levantarme de esa silla, caminar estos pocos metros y decirle “hola”, o simplemente
pedirle la hora para iniciar así una charla.
-Y, ¿por qué dice que ese hombre “era” usted?
-Porque ese hombre ya no existe. Dejó de existir en el exacto momento en que
abandoné la duda y el temor y decidí incorporarme y caminé estos metros y le
dirigí la palabra. ¡He experimentado la extraña sensación de que el mundo puede
ser mío!
-Pero…
-¡No diga nada! Ya es tarde. Es una pena… hubiera sido inmensamente feliz con
“ese” hombre, y él con usted. Es una verdadera pena que no lo haya mirado.
-Pero…
-Ya le dije, no insista… es tarde… debo irme… he comprendido que me esperan
otras mujeres… y con mejores tetas. ¡Adios!
-Bueno…¡Adios!

36
CUCURUCUCUCHI

-“Cucurucucú”… No, no…. Mejor: “cucurucucuchi”


-¿”Cucurucucuchi”?
-Chi, achi te voy a llamar a partir de ahora
-Entonces yo te voy a llamar “osito”. No, no, mejor “osito de peluchito”. No no, mejor
te llamo “cachorrito”
-¿”Cachorrito”?
-No, mejor te llamo “mi peladito”
-Pero yo no soy peladito
-Bueno un poco si
-¿Dónde?
-Atrás, en la cabechita
-¿En serio?
-Sí, mi “ochito de peluchito”!
-Pero nunca me lo habías dicho, “gordi”
-¿”Gordi”, me dijiste?
-Si, “gordi”
-Pero si yo no soy gordi cucurucuchi
-Es de cariñito y “cucucurucucuchi” te llamaba yo.
-Ay perdoname, “pipiripipi”
-¿Pipiripipipi?
-Chi, “pipiripìpipi” te voy a llamar ahora. Pero no como lo dijiste vos
-¿No? ¿Y cómo?
-Achi, con la trompita para afuera…. “Pipiripipipi”
-“Pipiripipipi”
-¡No, achi no! ¿Ves que no sabés? Sacá un poquito mas la trompita y dechilo
-“Pipiripipipi”
-¡Mas! ¡Tenés que sacarla mas!
-“Pipiripipipi” ¿Ahí lo dije bien, “pelusita”?
-¿”Pelusita”?

37
-Sí, asi te voy a llamar.
-Pero “pelusita” suena a sucia…
-“Pelusita” de amor… a esa pelusita me refiero
-Ahhh…porque si no yo te llamaba “Chanchito”
-Si vos me llamás “chanchito” yo te llamo “petaquita”
-Yo te llamo “Chuequito”
-Y yo “Pequitas”
-Y yo “Y yo pitito”
-Y yo “tetita”
-Y yo te llamo “guachito”
-Y yo te llamo “putita”
-Y yo te digo “putito”
-Y yo te digo “andate a cagar”
-Y yo te mando a la mismísima mierda
-¿En serio lo decís?
-En serio… ¿Y vos?
-También
-Entonces no lo digamos, “pipiripipipi”
-Tenés razón, “cucurucucuchi”

38
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita pero la estaba mirando desde aquella otra mesa
y quería decirle que usted me gusta.
-Bueno, muchas gracias! ¡Qué galante!
-No se apure. Usted me gusta, sí… pero con algunos cambios
-¿Cambios?
-Sí, entiéndame. Usted es muy linda pero me gustaría en serio, en serio, si tuviera
la mirada de Helen Hunt en “MEJOR IMPOSIBLE”
-¿Helen… Hunt, dice?
-Sí, pero en ”MEJOR IMPOSIBLE no en “TWISTER”
-Ah
-Y hay más… si tuviera la sonrisa de Cameron Díaz en “LOCO POR MARY”
moriría de amor por usted.
-Ah, mire usted…. Y digo… ¿algo más?
-Bueno ya que pregunta. Con los labios de Jennifer Aniston en “FRIENDS” o el
dulce tono de voz de la actriz de “CORRE LOLA, CORRE” o el andar de
Penélope Cruz, en cualquiera de sus películas usted seria para mí totalmente
irresistible.
-Ah, mire usted… ¿Desea agregar algo más a su larga lista?
-Sí, el lunar.
-¡No tengo ningún lunar!
-Por eso, si tuviera el lunar de Marilyn Monroe en “ LA COMEZÓN DEL
SEPTIMO AÑO” sería perfecta. Bien, lo siento la tengo que dejar…
-¿Se va?
-No se preocupe… volveré… solo voy a hacer un poco de ZAPPING con la
rubiecita de aquella mesa!

39
¿Y USTED CÓMO ANDA DE LOS "AJÁS"?

-Fernández, ¿hace cuánto que lo analizo yo a usted?


-20 años, doctor
-Ah, porque…¿Sabe qué? Quería decirle… más bien quería confesarle una cosa…
-¿Qué?
-Jamás escuché una sola palabra de lo que me dijo.
-Pero… doctor…
-Bueno, jamás, jamás, no…. Al principio, cuando vino, sí… pero solo porque recién
empezaba y necesitaba la plata, pero enseguida me di cuenta de que su vida era aburrida
y sin sentido…y… me iba… la cabeza se me iba para otras partes. Mire, Fernández, se
lo confieso.
-Pero, doctor, si usted decía siempre “aja” y “mmmmm”
-Se se… son lugares comunes… recursos… muletillas, que le dicen.
Mire, lo cierto es que cuando usted me hablaba yo pensaba en otra cosa…
-En… qué?
-En el partido del domingo, en los pechos de mi secretaria, en si había cerrado el gas,
por ejemplo. Mire, Fernández, se lo quiero decir porque es algo que me pesa… ¡Ya está,
me lo saqué de encima!
-Ah… bueno así explicado suena sincero…
-Sí.
-Doctor… ya que estamos siendo sinceros… le tengo que decir algo… ¿Vio que yo hace
20 años que vengo acá?
-Sí, claro
-Bueno… yo, lo que se dice yo.. tener un problema no tengo… bah, tenía… pero hace
20 años y se solucionó enseguida…lo que pasa es que usted me dio… ¿cómo decirle,
doctor? … Bueno, me dio lástima. Lo notaba disperso, distante, así que me inventé
historias, complejos, mambos… ¡Todas mentiras! En realidad, yo llevo una vida feliz,
amo a mi esposa, ella me ama y tengo una relación excelente con mis hijos.
-Ah… pero… mire, usted que… que bien,¿ no?
-Sí, así que, al confesarme esto que usted me confiesa, el que me saca un peso de
encima es usted a mí.
-Claro, claro… seguro.. explicado así… es entendible…
-Bueno…
-Bueno…
-Hasta siempre, docor
-Hasta siempre, Fernández
-…
-…
-Una cosita más, doctor
-¿Si…?
-Esto de que haya ignorado mi preocupación por usted durante tantos años me tiene un
poco angustiado… no sé…

40
-Aja… ¿Sabe qué?
-¿Qué?
-¿Por qué no arregla con mi secretaria una cita para la semana que viene?
-Sí, mejor, ¿no? Arreglo con ella entonces… Hasta la semana que viene, doctor
-Vaya, Fernandez… ¡Fernandez!
-¿Si?
-¿Le conté que subí los honorarios?
-Nno… no me contó…

41
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, pero la he estado mirando desde aquella otra
mesa y quería decirle algo.
-Ah, bueno… ¿y qué quería decirme?
-Que es hermosa
-Bueno ¡gracias!
-No se adelante… quería decirle que es hermosa… pero le estaría mintiendo.
-¡Oiga! ¿¡Qué está diciendo!?
-Sí lo sé, es de mal educado lo que acabo de decir, lo sé, lo sé… pero ese “adjetivo”,
el de “hermosa”, digo, se usa mucho e indiscriminadamente pero, para serle
sincero “hermosa”, es decir, lo que se dice “hermosa, hermosa” son Angelina Joli,
Penélope Cruz, Natalia Oreiro… si quiere ir un poco mas atrás, Jaquelin Bisset y,
definitivamente, la Monroe. Ahora usted… usted es… digamos “simpática”
-¿Y por qué no se acercó y me dijo directamente que era simpática, entonces, y se
ahorraba toda esta absurda aclaración?!
-Sencillamente porque simpática, reconózcamelo, suena a “no linda”. Quiero decir:
cuando a uno le van a presentar a una mujer que no es linda le dicen que es
“simpática” y usted no es de ese tipo de “simpáticas”, es de las “simpáticas” que a
uno no sólo le caen bien por el trato, sino también por lo físico, sin llegar a ser
“hermosa” ¿se entiende?
-Algo.
-Me alegro porque quería decirle otra cosa más
-Y… ¿qué es?
-¡Que tiene una boca perfecta!
-Bueno, le agradezco.
-No lo haga, porque “quería” decirle, pero no me sale… porque… eso de “boca
perfecta” suena más a bien a una cuestión odontológica. Es verdad que podría
haber dicho “sonrisa perfecta” o “boca sensual”, pero la primera me seguía
sonando a tratamiento de ortodoncia y la segunda a propuesta erótica y, en ambos
casos, no estaría expresando mi sentir sobre su boca. Así que, me limitaré a decir
que tiene una boca agradable. ¿Qué le parece?
-Que le agradezco pero que me tengo que retirar.
-¡La entiendo, pero antes, quería decirle algo más… quería decirle que me gustaría
tener otro encuentro con usted
-Sí claro y ahora me va a decir que “encuentro” no es la palabra correcta y esas cosas.
-No, “encuentro” me parece que está bien.
-Okey, y digamé ¿cuándo quiere?
-¿Qué cosa?
-¡¿Que nos encontremos usted y yo?!
-Y, mañana a las 10, ¿le parece bien?
-Sí pero, mejor véngase dos horas antes
.-¿Y por qué?

42
-¡Porque después hasta que me termina de aclarar que lo que quiere es “voltearme” se
nos hacen las mil y quinientas!

UN HOMBRE ABURRIDO

-¿Me llamó, señor, Presidente?


-Sí, pase, Tortaiagua, pase
-“Paniagua”, señor, me apellido “Paniagua”
-Sé, sé… Lo llamaba ¿sabe por qué?
-Nnno…
-Porque estaba viendo que tenemos de esas cosas que explotan y dejan en pie nada más
que los edificios…. ¿Usted sabia?
-Sí, señor, tenemos cinco de esas.
-Ah… y tenemos de esas otras que explotan y no dejan ni los edificios ni las personas,
¿también sabía?
-Sssí, señor… De “esas” tenemos nueve.
-Ah… ¿Nueve?
-Sí.
-Y digo yo… ¿no es un desperdicio tener de esas? Digo, ¿eso no tiene fecha de
vencimiento? ¿Por qué no se las tiramos al enemigo y listo?
-Es que.., señor Presidente, nosotros no tenemos enemigos.
-¿No?... ¿Ve? ¡Por eso estaba aburrido! ¿Sabe qué le falta a este país?
-Nnno… ¿qué?
-¡Un enemigo! ¡Pensemos, Sodaitarta… ¿A quién le podemos declarar la guerra?
- “Paniagua” Y… no imagino a … quien, señor Presidente.
-Vamossssss… pensemos… ¡Los vecinos! Ese paisucho que tenemos al lado… ¡Esos
nos odian! ¡Siempre nos envidiaron!
-Señor, el país que tenemos como limítrofe nos adora… es más, somos como naciones
hermanas.
-Ah, sí,. Sí… además voy de vacaciones ahí siempre…
-…Sé, “además”…
-¿¡Y si le declaramos la guerra a los inmigrantes?!
-Señor nuestro país no tiene inmigrantes
-¡Bueno, póngale un poco de voluntad, Panivino!
-“Paniagua”, señor… lo que pasa es que hay que tener un motivo para entrar en guerra,
señor Presidente
-Es verdad… ahí tiene razón… ¿ve? Usted sabe… Yyyy… ¿si le declaramos la guerra a
ese país que sale en la tele?
-¿Cuál… país… señor?
-Ese
-¿Cuál?
-¡Ese! ¡ El que sale siempre en la tele!
-Podría decirme la iniciales, al menos, señor…
-Mmmmmm… ese que todos bombardean… ¿Usted no ve los noticieros, Panicoca?
¡Debería! ¡Así no me va a asesorar muuuy bien que digamos!

43
-Los, veo, señor… en este momento hay tres países a los que están bombardeando y soy
–“Paniagua”…
-¡¿Tres?! ¡Y nosotros sin enemigos! ¡Qué envidia! ¡Esos son países y no la morondanga
que tenemos nosotros!
-Igualmente son países que están en otros continentes, señor Presidente
-Aja… Yyyy… ¿qué me está queriendo decir con eso?
-Qué no habría motivo para atacarlos
-¡Siempre hay un motivo, Panimanteca!
-“Paniagua”…
-Supongamos que organizamos un partido entre ambos seleccionados
-Sé
-Y que ellos nos ganan
-Si
-Y que nosotros aceptamos la derrota
-Aha
-Y que yo voy a recibir una medalla consuelo
-¿Y?
-Y que en el presidente de ellos le mira el culo a mi mujer.
-…
-¿Eh?... ¿Qué pasaría?
-…
-¿Qué pasaría, Sodaivino, qué pasaría? ¡Conteste!
-Le… declara…ríamos… la guerra?
-¡Obvio! ¿¡Quien se cree ese pedazo de sorete que le mira el culo a mi esposa!?
-Sssé… claro… ¿Quién… se cree, no?
-Seeee.
-…
- En fin…¿Sabe lo que le hace falta a este país, Galletaiagua? ¡Culos! ¡Un buen
programa de televisión con unos cuantos buenos culos! ¡Eso le hace falta a este país!
¿No le parece, Tartaipepsi?
-“Paniagua”, señor Presidente… En cuanto a su idea… me parece de los más sensato
que le he oído decir, señor Presidente… de lo más sensato…

44
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita, sé que usted no me conoce pero quería decirle que la vengo
siguiendo
-¿Qué? Pero… ¡¿Desde cuándo me sigue?!
-Desde el 7 de marzo de 1975
-Pero… ¿Qué dice?
-Lo que escuchó, desde el 7 de marzo del 75. Usted empezaba primer grado, se
sentó en el segundo banco. Guardapolvo blanco y una cinta rosa al cuello
-Me asusta…
-No tema soy inofensivo. Yo estaba sentado tres bancos más atrás. Me enamoré
perdidamente de usted. Hice todo el primario en su mismo curso.
-Pero… no lo …
-No intente recordarme. No lo logrará. Pasé desapercibido para todos mis
compañeros, incluso para usted.
-Me deja sin palabras.
-¿Recuerda su primer beso en el rosedal?
-Pero… que atrevido…. Si, si… claro que lo recuerdo…
-Yo estaba ahí… escondido tras uno de los rosales, muriendo de envidia y celos
-Pero…
-No hable, déjeme contarle! 10 de febrero de 1985…
-¡El día de mi casamiento!
-Yo estaba ahí, en la iglesia. Me contuve de gritar “YO” para responder a la típica
pregunta: “ si alguien tiene algo que decir que lo diga ahora o caye para siempre”
Sus vacaciones en el pequeño departamento en Las Toninas…
-¿Qué pasa con eso?
-Estuve en todas. Más exactamente en el departamento de al lado, en la sombrilla
de al lado, en la mesa de bingo de al lado.
-Oiga, verdaderamente me asusta
-Déjeme seguir… Su rutinario trabajo en la oficina… Me conseguí uno en la
contigua.
-¡Pero hace 15 años que trabajo alli!
-Yo igual. Hay más. Sus salidas a jugar al té canasta todos los viernes.
-No me va a decir que usted estaba ahí jugando… ¡Vamos!
-No, estaba sirviendo, soy el mozo. Y su cita con el cine…
-Sí, los martes a las 21 horas, veo cine pakistaní desde hace unos 10 años…
-Tercera fila al medio… estuve ahí siempre.
-¡Me sorprende!
-Hay más, mucho más.. su afición por las muñecas de porcelana, su secreto hobby
de juntar fósforos apagados, la manía de dar tres vueltas a la llave antes de entrar
a su casa.
-Me deja sin palabras… no sé qué decirle….

45
-Deje que lo diga yo… para eso me estoy animando a hacerlo después de tantos
años… ¿Puedo?
-Claro…
-Okey… ¡QUE VIDA DE MIERDA LLEVÁS, NENA! ¡MENOS MAL QUE
NUNCA ME ANIMÉ A DECIRTE NADA PORQUE ME HUBIERAS
ARRASTRADO A UNA VIDA CRUEL, ABURRIDA Y RUTINARIA!
-…
-¡Gracias!
-De… nada…

46
BRUMM BRUMMMMMMM

-Hola, Luis… un problemita con el auto, tengo.


-¿Qué hacés? ¿Qué problemita tenés?
-No sé, me hace un ruido
-¿Un ruido? ¿Cómo?
-Y… no sé… un ruido
-Sí, sí, pero… ¿cómo es el ruido?
-y… cómo decirte… no sé un ruido!
-A ver decime como es… haceme el ruido
-Luis, ¿te parece?
-¿Querés que te lo arregle? Necesito saber cómo es el ruido
-Bueno…es como un… Chi chi
-¿Un chu chu?
-No, no, es mas bien un chi chi
-Mmmm… a ver, hacémelo otra vez
-Es un chi Chi
_¡Estás seguro de que no es un chu chu?
-Si.,.. bueno para mi es un chi chi
-¡Jorgeeeeeeee! Espera un cachitín… ¿Jorgeeeeee, venís un segundito?
-¿Qué pasa?
-Acá el Emilio, dice que el auto le hace un ruido
-Aha, ¿y qué ruido le hace?
-Hacécelo, Emilio
-¡¿Pero… otra vez?! Bueno… es un Chi Chi
-Esperá que no te escuché bien. Acercate un cachito más que te pongo la oreja. Ahora
sí… haceme el ruido.
-Chi chi
-¡El bendis!
-Es lo que me pareció a mí pero quería tu opinión, Jorge. Pero… ¿Escuchaste el
segundo ruido que hace?
-No… a ver
-Hacelo otra vez, Emilio
-Chi chi
-Otra vez…
-Chi chi
-… Y otra…
-Chi chi
-Dale mas…
-chi chi chi chi chi
-Mmmm…¡el bendis no es!

47
-Me pareció, Jorge. Menos mal que te consulté.
-Claro porque este modelo no viene con el empernado y ese ruido es de empernado… es
de otra cosa ese ruido.
-¡¡¡Chichoooo!!! ¡Chichiiiin, veni un segundito, querés!
-¿Qué pasa? ¡Queé haces, Emilio?
-Hola, Chicho.
-Hola, Emilio
-El auto del Emilio hace un ruido, a ver si vos lo identificás
-Hacele el ruido, Emilio
-Bueh… Como le decia a Luis y a Jorge… es un chi chi
-¡El bendis no es!
-¡Exacto! ¡Eso decíamos los dos acá recién! ¿Y qué será?
-Mmmm… Decime ¿anduviste por la costa, vos?
-¡¿Viste vos, Luis!? ¡Es un genio! ¡Lo escucha una vez y ya le saca el problema de
dónde es! ¡Es un genio el Chicho!
-Porque eso es tipo de la sal en el carter… te correo las juntas, las juntas se despegan y
te hace ese ruido…
-¡Un master el Chichín!
-Sí, pero… yo no estuve por la costa.
-¡Entonces cagamos porque el carter no es!
-A ver dale de nuevo, Emilio, ¿Sabés qué? Esta vez hacémelo acelerando en segunda
apretando el embrague.
-¿Vos me estás cargando, Luis?
-Mirá Emilio, si no es el carter es la correa de distribución y para cambiar la correa de
distribución tengo que bajar todo el motor. Así que si lo voy a hacer quiero estar bien
seguro de que es eso.
-Bueh… lo voy a intentar. Brrrr brrrr chi chi chi brrrrrrrrrrr chi chi chi brrrrrrrrrrrrrrrrrr
Puf puf cof
-Ah ah ah… ¡Ahí se ahoga! ¿No será la bomba de nafta, che?
-¡Ma que bomba de nafta! ¡Ese era yo que me ahogaba de verdad!
-Ah bueno, no, no, Emilio…. Para mí que es la correa de distribución. ¿Ustedes qué
piensan?
-Si, sí…. Es la correa, eh
-Me lo vas a tener que traer el lunes, Emilio.
-¿¡El lunes?! ¡Pero hoy es miércoles! ¿¡Qué hago hasta el lunes!?
-Te tomás dos bujías de estas cada seis horas… ¡ Y fijate por donde te las metés que no
son supositorios, eh!

48
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, usted no me conoce pero la estuve mirando desde aquella
otra mesa y quería preguntarle si puedo sentarme con usted e invitarle un café
-¡Cómo no! Siéntese…
-Gracias… cuénteme de usted… estoy intrigadísimo
-Bueno, me llamo Gladis y… y … estoy esperando a unos amigos
-Y no llegaron
-No, pero mis amigos son así
-¡Amigos! ¡Amigos! ¡Estoy harto de que menciones a tus amigos! ¡Mis amigos esto!
…. ¡Mis amigos aquello!
-Pero… ¡no dije nada de ellos!
-Por favor… en la conversación ya los mencionaste dos veces. ¡Dos veces! Una
cuando dijiste que estabas esperándolos y la segunda cuando aclaraste que “eran
así”!
-Bueno… no… no sé…
-¡¿Tooooodo tiene que girar en torno de tus amigos!? ¿No podemos tener otro
tema de conversación?!
-¡Mire si va a empezar así mejor no me invite nada un café!
-¡Es la segunda vez que mencionamos al café!¿¡Te das cuenta que no hace cinco
minutos que nos conocemos y ya repetimos “dos” veces “dos” temas?! ¡Qué
chatura!
-¡¿Porque mejor no se va!? ¡No tengo tiempo para estupideces!
-¡No, si ya veo que no tenés tiempo para estupideces! ¡Pero para esperar a tus
“amiguitos” sí tenés tiempo, ¿no? ¡Ja! ¡Otra vez!
-¿Otra vez qué?
-¡Otra vez te las ingeniaste para meter el tema de tus amigos en la conversación!
-¡Usted está totalmente loco! ¡Terminenos esto de una buena vez!
-Claaaaaro, ahora resulta que la culpa es mía! ¡La que gira obsesivamente sobre
dos o tres temas sos vos y la culpa es mia! ¡Biennnnnnnn! ¡Biennnnnnnnn!
-¡BUENO, BASTA! ¡SE ACABÓ! ¡MOZO, TRAIGAME LA CUENTA DEL CAFÉ
QUE CONSUMÍ Y SI VIENEN MIS AMIGOS LES DICE QUE YO LOS LLAMO,
POR FAVOR!
.-¡Biennnnnnnnn! ¡Biennn! ¡En una misma frase lograste meter los dos putos
temas de conversación… el café y los amigos! ¡Biennnnnn! ¡Te aplaudo! ¡Plap!
¡Plap! ¡Plap! ¡Todo un logro el tuyo!
-¡ME VOY! ¡ADIOS!
-¡Pero andá, loca de mierda! ¡¿Sabés lo que te hace falta a vos?!
-IMAGINO… UN TEMA DE CONVERSACIÓN!
-¡No, un buen par de tetas para compensar que no las tenés!
-…

49
-Lástima que se fue… quien sabe… capaz que alguno de los amigos tenía una
hermana con un buen tema de conversación para presentarme!

SINCERHIJIDIO

-Vivian, amor.
-¿Sí?
.¿Cuántos años llevamos de casados?
-.Quince
-Sí, quince… y en todos estos años hay algo que siempre quise decirte y nunca me
animé
-¿Qué es?
-Es sobre nuestros hijos.
-¿Qué pasa con nuestros hijos?
-¡Que son feos!
-Bue… no…
-No digas nada… lo voy a decir yo… Son, objetivamente hablando, ¡FEOS! Sé que
suena duro pero quería decirlo porque lo tenía acá
-Bueno, a decir verdad es algo que yo siempre pensé y nunca me animé a confesar.
- Dios! ¿Cómo es que no nos dimos cuenta que, si bien no somos feos, la combinación
de algunos de nuestros rasgos físicos darían criaturas burlonas, horripilantes…
-¡Grotescas! ¡¿Ycómo es que no nos detuvimos a tiempo?! ¡Carlos, tuvimos cinco
niños.
-Vivian… ¡saquémonos las caretas! ¡Basta de llamar a esas “cosas”, “niños”!
-¡Ay, carlos, me da no sé qué que hablés así de… de… bueno, sí.., de esas “cosas”!
-¡El más pequeño, Vivian! ¡Parece que un camión le pisó la cara y las orejas le quedaron
desparramadas en el asfalto y nadie se las volvió a poner en su lugar!
-¿Y el del medio? ¿Qué es eso que le cuelga entre los ojos?
-¿¡Cómo qué es?! ¡La nariz!
-¿¡Eso es la nariz?! ¡Tiene dos, entonces!
-La niña al menos se salva.
-¿¡Se salva?!
-¡Se salva de que nadie, en sus 12 años de vida, haya intentado darle caza! ¡Parece una
rata desnutrida!
-¿¡De quién hablás?
-¿¡Cómo de quién hablo?! ¡Del tercero, la niña!
-¡Dios! ¿¡Es una niña?! ¡Siempre creí que era un varón! ¡Por sus modales de ocelote,
digo!
-Hubo un tiempo en que pensé que sería bueno llevarlos lejos con el auto y
abandonarlos en algún campo para luego darnos a la fuga pero…
-Pero te dio culpa
-No, ma qué culpa, ¡lo que pasa es que algo así sería transferirle el problema a otro!

50
-Bueno, en tren de confesarnos, yo, un día intenté perder al del medio llevándolo a un
parque y soltándolo en medio de la gente.
-¿Y?
-Nada, que me siguió… parece ser que tiene un sentido del olfato superdesarrollado y
me localizó. ¡Te juro que hay días que no sé qué hacer! ¡No sé qué hacer!
-Tranquila, mi amor, tranquila… algún día se van a ir… cuando crezcan se van a ir…
-…Sí…
-Dios, por qué no nos habrán salido normales como los hijos de los demás… no sé,
vagos, drogadictos o ladrones…
-Qué injusta es la vida con nosotros, Carlos… ¡Qué injusta!

51
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, sé que usted no me conoce pero la he estado


mirando desde la otra mesa desde hace una hora y quería decirle algo…
-¿Y, qué es?
- Que usted me gusta…
-Bueno, que amable, gracias
-No se adelante… usted me gusta, sí… pero dentro de 10 años.
-No lo entiendo
-Sí, verá, es que la he estado mirando y mirando y me doy cuenta de que usted es
la mujer que me va a gustar pero dentro de 10 años y no ahora. Veo sus ojos, por
ejemplo.
-¿Qué tienen mis ojos?
-No es lo que tienen, es lo que no tienen, a mi me gustan con arrugas, con pequeñas
patas de gallo… no muchas, apenas las que supongo que tendrán los suyos en 10
años.
-Ah… qué curiosa manera de pensar… me hace reír
-Su sonrisa, por ejemplo.
-¿Qué?
-Es agradable, no le digo que no, pero le falta hundirse un poco más en las
comisuras para que yo desee ahogarme en su boca y eso ocurrirá con los años,
¿comprende?
-Sí, dentro de 10, según usted.
-Podría asegurárselo.
-¿Pero se puso a pensar que de acá a 10 años yo podría conseguir pareja?
-Lo he evaluado y hasta me parece mejor. En Ese tiempo usted habrá comprendido
el error de haberse casado con el primer amor. Sabrá tolerar y pedirá ser
escuchada con el aplomo que dan los años.
-Me cae simpático, qué quiere que le diga.
-No diga nada, solo acepte estar aquí, en diez años, a las 16:30 hs… ¿Qué dice?
¿Acepta?
-¿Qué mas da? Si, acepto.
-Una cosa más
-¿Qué?
-Si en 10 años usted se ve gorda, ojerosa y con un humor de perros, por favor
preséntese igual, pero para decirme que lo nuestro no podrá ser… y sea puntal…
pues, en ese caso, estaré esperando, a las 16,35 hs. a la morochita esa que acaba de
salir. ¡Gracias!

52
MATASANOS ERAN LOS DE ANTES 2

-Buenos dias, yo soy de esos doctores de la escuela de Patch Adams… creemos que el
humor cura
-Ah
-Bien, le cuento lo que le pasó. Usted iba en su auto con su mujer y se estrelló contra
una paredón… con respecto a eso le tengo una buena y una mala noticia. La buena es
que su mujer se salvó y está ilesa.
-¿Y la mala?
-Que acabo de conocer a su mujer y, le repito, se salvó y está ilesa… ¡JAJAJAJAJA!
-…
-Anímese, mire a su alrededor, el señor que está entubado en aquella cama está en
“Coma 1”, el de allá en “Coma 2”, el del otro lado en “Coma 3” y el responsable de la
sala está en “Coma por 4 pesos”, un tenedor libre de acá a la vuelta! JAJAJAJJAJA
-Ay, Diosssss
-Lo siento, no “hay Dios”, pero tenemos “médicos” que, según ellos, son bastantes
parecidos. ¡JAJAJAAJA!
-…
-Le tengo más buenas y malas noticias… la mala es que no podrá mover las piernas
hasta dentro de cinco años.
-¿Y la buena?
-¡Que no importa porque igual le quedan tres días de vida! JAJAJAJAJJAJA. Bueno lo
tengo que dejar, debo ir a levantarle el ánimo a un enfermo terminal y creo que voy
retrasado… ¿Qué hora es?
-Las tres
-Ups! ¡Me retrasé demasiado!… creo que voy a ver al del transplante fallido
JAJAJAJAJJAJA

53
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita, disculpe, señor, ustedes no me conocen, pero sucede que los
estoy mirando desde aquella otra mesa y no puede evitar notar que el caballero le
estaba a punto de tomar del pelo. ¿La está molestando?
-Nno, no… por favor… el señor es un amigo… lo que usted dice de “tomar del pelo” es
solo un gesto de cariño… una caricia.
-¡Sí, por favor, retírese y métase en sus asuntos!
-Pues, perdón…. Perdón, se ve que me he equivocado…. Sucede que me pareció
que… pero no…. Aunque, señorita, le quiero decir que por cualquier problema que
usted tenga estaré a su disposición en aquella misma mesa.
-Sí, sí, gracias, retírese por favor
-Eso haré… Disculpen.
-Mmmm…. Qué linda manito tenés…
-¡Perdón, perdón! ¿¿El señor la está molestando!?
-¡¿Pero qué le pasa?! ¿¡De dónde saca que la estoy molestando?!
-¡Bueno es que ni bien me senté vi que la estaba agarrando de la mano y con la
yema del índice le estaba recorriendo la parte interna de la muñeca! ¡No se haga el
desentendido!
-Mire, buen hombre, yo le agradezco sus intenciones pero le repito, el caballero es mi
amigo, nos acabamos de conocer y lo que usted interpretó como un gesto agresivo no
fue más que un mimo muy sensual!
-Ah… bueno, siendo así, me disculpo… proceda… proceda… yo me retiro a mi
mesa.
-Ay, ¡pero qué pesado es este tipo!
-No le hagas caso… ¿sabés que? ¡Quiero morderte esos labios! ¡Vení!
-¡AAAAAAHHHHHHH¡ ¡Nooo! ¿Esto es el colmo! ¡El acabose! ¡Usted se pasó de
la raya! ¡¡¡Me retiro un segundo y usted va y la muerde!!! ¡¡La muerde!! ¡Mire, he
conocido canallas, pero de su tipo, jamás!
-Pe…pero…
-Pero, nada, señorita, ¡es obvio que este sátrapa la domina para que no lo
denuncie! ¡Deje que yo me ocupo! ¡Salga afuera que sabrá lo que es un hombre!
-¡Bueno me cansó! ¡Salgamos!
-¡Sí, eso! ¡Salga que yo lo sigo! Usted permanezca acá, señorita, ¡estas son cosas de
hombres!
-Sí, sí, quedate acá… yo me encargo!
-Bueh… ya estamos afuera… ¿Quién empieza?
-¡Vos! ¡Dale, Carlos empezá a correr!
-¡Gracias, Esteban! ¡De la que me salvaste!

54
-De nada, pero te aviso, es la última vez que te ayudo a sacarte de encima los
bagayos que te levantás a las 4 de la mañana. ¡Me la debés! ¡Me la debés!

FELICES SUEÑOS

-Buenos días
-Buenos días
-Estaba buscando un colchón
-Aquí tenemos de todos los tamaños
-Yo buscaba uno para orgías
-Aja… ¿Orgías para cuántos?
-Yyyy a ver, somos yo, el Cachito, la Silvia, no sé si viene la Yuli pero seguro que si la
Patricia y la vecina que es medio gordita. ¿Esa cuenta como una o como dos?
-Ponemos que como dos.
-Como para ocho. ¡Mire, para no andar pijotando como para nueve!
-Ah… impar…
-Sé.. que quede entre nosotros, le pido
-Somos profesionales. Sigamos. Tenemos esta que mide tres metros por dos con
cincuenta
-¿Y quécomodidades tiene?
.Bueno, resortes con amortiguadores en las esquinas y una goma antideslizante en las
patas para que no se le corra el sommier en medio de la “acción” Usted entenderá de
qué le hablo
-Sí, sí, claro… la llevo
-¿Algo más?
.-Sí, buscaba una cama de una plaza… como para masturbarme en las noches.
-Tenemos una en cedro claro
-¿Rechina? Porque a mi me gusta que haga “criqui criqui criqui” ¿Hace “criqui criqui
criqui”?
-En escala de 1 a 10, a nivel 5
-La llevo… ¿Sabe qué? Me tenté con el catre que vi en la vidriera
-El señor no se quiere privar de nada
-Y si, por si salgo de camping y la patrona está con ganas, ¿vio?
-Seguro…. ¿Se lo agrego en la lista?
-Agréguelo
-¿Otra cosita?
-Una mantita
-¿Perdón?
-Una mantita. Algo sencillito, barato, para el siestero debajo del pino.
-Tenemos una manta con repelente incluido, acaba de entrar de Francia. Si no se ofende,
será de cortesía.
-Se agradece. Bueno, creo que nada más… ¿Me envía todo a la dirección de la tarjeta?
-Cómo no…

55
-¡Muchas gracias!
-A usted por la compra

LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita, usted no me conoce pero… me siguen… sí, como escuchó… me


siguen… disimule, disimule…. Haga que no me conoce
-¿Pero qué dice? ¿Quién es usted?
-¡Bien, bien! ¡Le sale perfecto! Le hablaré un poco más alto para que nos escuche
quien me persigue. ¡¡AHORA DECIS QUE NO ME CONOCÉS, TURRITA!?
PERO BIEN QUE ANOCHE GOZASTE Y GRITABAS COMO PERRA!
-¡Oiga! ¿Qué le pasa? ¿¡Está loco?
-Sí, sí… eso… insita con eso… ¿¡LOCO YO?! ¡JA! ¡LOCA ESTABAS VOS EL
SÁBADO CON TODOS ESAS AMIGAS TUYAS ARRIBA DE MI CAMA! DELE
HACER CABALLITO Y PIRUETAS Y QUE SÉ YO QUÉ MÁS!
-¡Bueno, basta! ¡Me cansó! Retírese que le revoleo la taza de café por la cabeza!
-¡¡Bieeeennn! Improvise…. Me gusta, tiene estilo…
-¡Usted se la buscó, mal educado!

CRASH!

-Sí, sí, muy bien… ¡PARA, LOCA DE MIERDA! ¡TE DIJE MIL VECES QUE NO
QUIERO MAS SEXO DESENFRENADO CON VOS Y TUS HERMANAS
GEMELAS! Arroje algo más que parece que estamos logrando el objetivo de
llamar la atención para que se vaya quien me persigue.
-¡Enfermo!
CRASH! PUM! CRAC!

-¿Qué bien lo hace! ¡La felicito! ¡COMO TE CALIENTA REVOLEAR COSAS!


¡¿NO VES QUE ESTAMOS EN PÚBLCIO?! ¡ YA TE DIJE QUE NO
PODEMOS PRACTICAR TU SADOMASOQUISMO EN ESTE BAR! ¡NO
INSISTAS, LOCA REVENTADA! Siga, siga… improvise… suéltese más…
-¡A usted lo tendrían que soltar, pero de un precipicio! ¡Desquiciado! ¡Me voy! ¡Y no
me siga!
-Bien… bien… le agradezco la ayuda… salga y vaya a su casa…ha contribuido con
una buena causa… ¡SI, TOMATELAS, PERRA! ¡Y NI SE TE OCURRA
LLAMARME PARA TUS FIESTAS ORGIÁSTICAS, YO BUSCO UN AMOR
SANO Y DURADERO Y NO LA LOCA DESPREOCUPACIÓN DE TU VIDA
SEXUAL LLENA DE EXCESOS! Vaya, vaya… gracias y adios!
-¡Loco de mierda!

(SE ACERCA A OTRA MESA)

56
-Disculpe señorita, sé que usted no me conoce y me disculpo por la escena que
acaba de presenciar pero… sucede que tengo el karma de ser un hombre
irresistible en la cama para las mujeres…
-Ssi?
-Sip… ¿Quiere que le cuente?
-Síiiiiii

HAY ALGO QUE NO ME QUERES DECIR

-Hay algo que vos no me querés decir, Osvaldo. No me digas que no. Te conozco. Esa
cara, esa mirada perdida. ¿Qué me querés decir?
-Nada
-¿Cómo que “nada”? Mirá esa cara que tenés? Contáme.. dale… ¿Qué me querés decir?
-Ya te dije que nada
-¡No te creo! Esa mirada perdida en el televisor no es por nada. Mirame.
-…
-Mirame a los ojos y decime qué te pasa.
-¡Ya te dije que nada! ¿¡Cómo mierda querés que te lo diga?! ¡Nada! ¡NADA!
¡NADAAAAAA!
-¿Ves? No, sí a vos algo te pasa… nunca me respondés así… vos sos otro, Osvaldo
-Uuuuffffff
- Decime, contame, confiá en mi… ¿Qué me querés decir?
-¡Que me tenés las pelotas llenas! ¡¿Te sirve eso?!
-…
-…
-No, no, a vos te está pasando otra cosa… Daleeee… Te hago pucherito, mirá…. ¿Qué
es lo que le quiere decir el papito a la nena?
-Ok. ¡¿Querés saber?! ¡Vas a saber! Lo que quiero decirte es que me pareces y me
pareciste siempre una pelotuda!
-Vamossssss… vos no me querés decir eso… hay otra cosa que le pone la carita así a mi
pimpollito… ¿Qué es?
-¡Tenés razón, por primera vez en tu puta vida tenés razón! ¡También me empomo a tu
hermana!
-Mmmmmmm… no, no es eso… esa carita de osito perdido debe ser por otra cosa…
-¡Sí, claro! ¡Sí que es por otra cosa! ¡Me parecés una gorda pedorra, sucia, flatulenta y
desagradable!
-Cómo evadís el tema, Osvaldo…Tenés que sacar el problema afuera para poder
analizarlo y resolverlo
-Pero decime una cosa… ¿Vos sos más pelotuda cada día que pasa? ¿Qué mierda tenés
en los oídos?
.Mirá, yo no me voy de acá hasta que me digas lo que me querés decir…
-¡¡¡QUE SOS UN REVERENDA PELOTUDA QUE NO SIRVE PARA UNA
MIERDA, QUE ME ENFIESTO A LA PUTARRACA DE TU HERMANA Y QUE
CON ELLA ESTAMOS PLANEANDO MATARTE, ENTERRARTE EN EL FONDO
Y QUEDARNOS CON LOS POCOS PESOS DE MIERDA QUE JUNTASTE EN
TANTOS AÑOS DE DESLOMARTE COMO LA MARMOTA QUE SOS EN ESE
TRABAJO DE FRACASADA QUE CONSEGUISTE EN LA FABRICA!!!

57
-Mirá, Osvaldo, te repito que no me muevo de acá hasta que no me digas lo que me
querés decir…
-¡QUE ME TENÉS LAS PELOTAS AL PLATO CON TU SOLA PRESENCIA Y QUE
DESEARIA QUE TE PISE UNA MANADA DE ELEFANTES Y TE MEEN MIL
DINOSAURIOS! ¡ESO QUIERO DECIRTE!
-Osvaldo, me estoy empezando a enojar… mirame… Mirame, Osvaldo. ¿Vos, qué me
querés decir? Porque te conozco, Osvaldo, vos hay algo que me estás queriendo decir y
no te animás a hacerlo por miedo a lastimarme.
-¡¡ENFERMA DEL ORTO, PUTAÑERA PELOTUDA, BOLUDA ATOMICA, CÓMO
MIERDA QUERÉS QUE TE LO DIGA!!!
-Con palabras, Osvaldo, con palabras… Pero, bueh, si no me lo querés decir está bien…
respeto tu intimidad, Osvaldo. Pero quiero que sepas algo: cuando te animes, cuando te
decidas, cuando juntes fuerzas y venzas tus vergüenzas y temores y quieras decirme eso
que querés decirme y no lo hacés, yo, voy a estar acá para escucharte… ¿si?
-…
-¿Si?
-si

58
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe, señorita, sé que usted no me conoce pero sucede que la he estado


mirando desde aquella otra mesa desde hace mas de una hora y hay algo muy
importante para usted… que quería decirle
-Ah… ¿sí? Y y… ¿qué es eso importante que tiene para decirme?
-Que aquel otro hombre, el que está en aquella otra mesa, ese que usted está
mirando insistentemente, tratando de darle señales con miradas cómplices, caídas
de ojos y carraspeos…ese hombre…
-¿Qué…?
- Que no tiene el mas mínimo interés en usted
-Pero… qué? Qué desvergon…
-No se avergüence. Nadie lo ha notado. Al menos eso creo. Vuelvo al hombre. No
deposite interés en él, está interesado en otra cosa.
-¿Cómo… lo sabe?¿ Lo conoce?
-No, pero soy hombre, lo sé. Ni siquiera espera a otra mujer. Tampoco es gay. Ese
hombre acaba de conocer al amor de su vida.
-¿Y usted cómo puede saberlo?
-Simple, se lo ve seguro, feliz, confiado, su piel brilla… tanto que hasta llamó su
atención.
-Usted lo dice para que yo deje de mirarlo y centre mi mirada en usted
-Es un buen razonamiento. Podría ser. En ese caso…tengo otra cosa para decirle.
-¿Qué?
-Usted no me gusta.
-…
-Adios.
-¡Señor!
-¿Sí?
-¿En qué mesa se va a sentar? Me gustaría mirarlo.

59
DIALOGOS DE PELICULA

-Decime una cosa, Orlando... ¿es verdá eso que dijiste las otras noches?- Dice la mujer
flaca, hasta los huesos, mientras sostiene el batón con la mano que no sostiene el
cigarrillo.
-¿De lo qué?-Se molesta en contestar el tipo, gordo, en calzoncillos, arrugados hasta los
testículos, por el uso.
-¿Cómo de lo qué? Vos sabés “de lo qué”… ¿No te acordás que estábamos en la cama
mirando la tele?
-Si… ¿y?
-¿Y qué película estábamos mirando?
-No sé… ¿Qué película?
-Mirá, Orlando, no te hagás
-¿Qué no me haga qué?
-No te hagás, Orlando! ¡Quince años de casados tenemos! ¡Te conozco!
-Y si me conocés, ¿para qué me andás preguntando?
-¡Porque lo quiero escuchar de tu boca! ¡Por eso! Te repito: ¿es verdá lo que dijiste las
otras noches… eso de que si, un día, se te cruza la Angelina Jolie esa por la calle le
darías? ¿Eh? ¿Es verdá? Mirame a los ojos y decime si es verdá
-¡Claro que es verdá!
-¡¿Vos me estás jodiendo?! ¡Tenemos 15 años de casados, Orlando! ¡Tres chicos! ¡Una
casa, un auto! ¡Hasta un perro tenemos, Orlando! ¡¿Y vos vas a tirar a la mierda todo
por la mina esa!?
-A ver, escúchame una situación. ¿Vos te das cuenta que estamos hablando de la
Angelina Jolie, no? O sea… estamos hablando de la mina más deseada, por los hombres
de este planeta!
-Sí
-Ah, es decir que vos te das cuenta y así y todo me preguntás. Okey, ¿Querés saber? Sí,
le daría. Y no sólo le daría. ¡Me la enfiesto! ¡La pongo en cuatro y le doy toda la noche,
pongo una cámara web de esas de la compu y transmito en vivo por internet pa que se
enteren los del barrio! ¡Y si quiere salir otro día le digo que sí!
¿Estás conforme?
-Así que vos harías eso! ¿Sabés qué? Entonces yo lo tengo decidido. No sabía si
hacerlo o no, pero ahora que vos me decís eso, lo decidí….
-¿Qué decidiste? ¡Se clara, carajo!
-Vos esperá nomás…
-¿Qué cosa?
-Si, sí, sí…. Vos esperá nomás…
-¿¡Qué cosa tengo que esperar?!
-A que venga el George

60
-¿Quién?
-El George Clooney
-¿Qué tiene ese?
-¿Qué tiene? ¿Qué tiene preguntás? Ay dios!!!!!!! “Qué tiene” pregunta, el señor!! Un
lomazo infernal, eso tiene el George Clooney!
-¡Eso ya me lo sé! ¡Pero qué tiene que ver con vos, pregunto yo!
-Lo mismo que vos con la Jolie esa! Vos rogá que no me lo cruce un día que si no… me
encierro con el tipo en la piecita del fondo…. Ya lo pensé, yo. ¿Qué te pensás? ¿Qué no
lo pensé?
-Yyyy ¿qué pensaste vos con el tarado ese, a ver?
-Nada.
-¿Cómo nada? Si me dijiste que sí.
-Nada… que me lo traigo una tardecita que los chicos están en inglés y me lo llevo para
la piecita del fondo, eso pensé
-¿En la piecita donde planchas? ¿Ahí?
-Sí, ahí…
-¿Vos tirarías todo lo que hemos hecho por ese tipo? Sííííí…. ¡Vos lo tirarías! ¡Sos de lo
peor! ¿Te das cuenta? Pero, ¡¿te das cuenta?!
-¿De lo qué me tengo que dar cuenta?
-¡Dejá! ¡Dejá! ¡De nada, tenés que darte cuenta! ¡Y rogá vos que no aparezca el George
ese por acá! ¡Porque si lo veo poner un pie en esta casa te lo desfiguro a trompadas, al
putito ese! ¡Así que pensalo bien antes de hacerlo, ¿sabés?!
-Sí, claro
-¡Decime, no te das cuenta lo que hace ese?
-No… ¿qué hace?
-¿Cómo me preguntás? Es tan obvio! Enamora a las minas y y y y
-¿Y qué?
-Yyyy ¡Y se queda con las propiedades! ¡Eso hace!
-¿De dónde sacaste eso?
-¡Y de dónde lo voy a sacar! ¡Es algo que sé… qué se yo! ¡Leo tanto que no sé donde lo
lei!
-Será en la revista de la peluquería
-Será
-Son todos iguales, les interesa la guita nada más….
-Y además parece que es puto, pero ojo, es una impresión mía nada más, no quiero
hablar por hablar. ¿Sabés?

61
LA SEÑORITA DE LA OTRA MESA

-Disculpe que la moleste, señorita, sucede que la he estado mirando desde aquella
otra mesa desde hace una hora
-Si, lo había notado y no me molestó
-Pues me alegro porque quiero confesarle que, en esa hora, la he imaginado.
-¡Ah, sí? Qué… curioso
-Sí, la he imaginado desnuda… no se adelante a echarme. Permítame continuar. Le
decía: la he imaginado desnuda, en ropa interior, vestida de oficinista, de maestra
jardinera, de romana del imperio bizantino, de mujer que llega del trabajo y sale
apurada a hacer las compras que no pudo en la mañana, de puta cara, de ejecutiva
con mando, de profesora de literatura, de gatúbela. La imaginé como promotora
de bebidas, como policía de tránsito, de abogada sin escrúpulos, de tímida
secretaria con anteojos grandes. Finalmente, he comprendido que me gusta de una
sola manera…
-Sí ¿cuál?
-Sentada aquí y yo allá, imaginándola. No me eche, me retiro.

62
ENTREVISTANDO AL AUTOR

-El título de aquél libro llamó poderosamente mi atención… hablo de ese que escribió
usted
-¿Cuál de ellos?
- “Ese”…el de “LA APASIONANTE VIDA DE LA HORMIGA AFRICANA
TRASPOLADA A AMÉRICA Y DE CÓMO SE VOLVIÓ PUTA POR NO TENER LA
PAREJA HEMBRA”
-Ah, sí…. “Ese”… ¿y por qué será que le llamó la atención?
-No sé… Sin embargo, lo más curioso, es que, tras pasar las primeras agobiantes
cincuenta páginas uno se ve rendido ante el hecho de que el libro no habla de la vida de
ninguna hormiga.
-Sí… sabe que a mi también me pareció raro eso…
-¡Pero lo escribió usted!
-Sí, pero le soy sincero… no lo leí, así que no sabría decirle muy bien de qué se trata.
-No entiendo.
-Yo menos. Igualmente he leído la solapa y, al parecer, es una metáfora de la vida, la
familia, la sociedad y la soja transgénica…
-Sigo sin entender.
-Bueno, usted sabe… está de moda hablar de ecología. “Vende”
-¿Cuántos libro escribió?
-Uuuuuuh…. Mil…
-¡¿Mil!?
-Sí, me fui al carajo… ¿Son muchos, no?!
-¡Obvio! Nadie puede sentarse a escribir mil libros.
-Aahhhhh, perdón…perdón… Usted se refiere a los libros que “yo” escribí, de sentarme
frente a una pc… Yo pensé que hablaba de los libros que escribí en las librerías….
-¿A qué se refiere?
-Bueno… en confianza.. que esto quede acá… yo voy a las librerías y agarro un libro de
Saramago, de Skarmeta o del mismísimo García Márquez y se lo escribo todo…
-¡Qué locura! ¡¿Los escribe con tinta?! ¿¡Y qué les escribe?!
-Y … cosas que yo pienso… acotaciones de autor…
-Por ejemplo…
-“PUTO EL QUE LEE”, “PAMELA CULO ROTO” o “¿ESTA CAGADA VAS A
COMPRAR?”
-Para ir cerrando esta charla… De su próximo libro ¿qué nos puede decir?
-Que prometo no defraudar a mi lector que, a propósito, aprovecho para mandarle un
saludo…. Se llama Carlos Sacarlino y vive acá nomás. Le decía, será un típico libro
mío… lleno de letras, signos y espacios en blanco…
-Ah

63
-Sobre todo “espacios en blanco”… no ando con muchas ganas de escribir
últimamente…

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