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¿Qué significa tener un establecimiento que

desarrolle de forma integral y transversal la


lectura?
Es importante dimensionar lo que implica para un establecimiento educativo entender la lectura
como un elemento transversal de aprendizaje.
“El establecimiento educativo debe entender la lectura como parte de un proceso de
constitución de gustos, intereses y opiniones de los estudiantes.”

Significa, en primer lugar, que se entienda la importancia transversal de la lectura. Esta


transversalidad radica en el lugar que ocupa la lectura en la vida cotidiana. Para ser un
ciudadano crítico, para desenvolverse en el mundo laboral, para satisfacer gustos e intereses,
para comunicarse con otros, la lectura resulta fundamental.
Quien no puede leer, tiene una gran desventaja frente a quienes sí lo hacen.

A diferencia de comienzos del siglo XX, cuando la mayor preocupación educacional era la
alfabetización de la población – lo que dio paso a sistemas de enseñanza que buscaban
asegurar la decodificación –, hoy en día son otras las habilidades que se deben desarrollar.

La OCDE, por ejemplo, define las competencias lectoras como “la capacidad de un individuo de
entender, usar, reflexionar sobre los textos y comprometerse con ellos, de manera de alcanzar
las metas personales, desarrollar el conocimiento y potencial personal y participar en la
sociedad”1.

Según un estudio realizado en Chile, cerca de un 44% de la población adulta en el país es


analfabeta funcional en textos, o sea que no tienen “la habilidad de entender y utilizar la
información impresa en actividades cotidianas en el hogar, la comunidad y el trabajo”2. Se trata
de personas que pueden descifrar o decodificar un texto, pero no lo comprenden y no saben
cómo utilizar esa información en sus vidas cotidianas. Este es un serio problema que debemos
resolver en el nivel escolar.

Un establecimiento educativo debe permitir a sus estudiantes transformarse en lectores críticos


y autónomos. Esto también responde a lo que señala la Ley General de Educación nº 20.370,
que señala que uno de los objetivos generales de la Educación Básica, en el ámbito del
conocimiento y la cultura es “comunicarse con eficacia en lengua castellana, lo que implica
comprender diversos tipos de textos

Por otra parte, otro objetivo es “acceder a información y comunicarse usando las tecnologías
de la información y la comunicación en forma reflexiva y eficaz”3. Considerando estos
aspectos, la lectura no puede ser solo una responsabilidad de la asignatura de Lenguaje y
Comunicación. Otras asignaturas pueden aportar muchísimo a la diversificación de las
experiencias de lectura, aportando distintos tipos de texto, y enseñando distintos usos y formas
de interpretar.

Un establecimiento educativo que considera a la lectura como un aprendizaje transversal


también busca llegar a las familias y explicarles la importancia de su apoyo en el hogar. Para
los niños y niñas, que los padres les lean un cuento, o conversar sobre lo que leyeron, son
experiencias gratificantes que permiten desarrollar una mayor cercanía con la cultura escrita.
Informar a los padres sobre su rol, y permitirles, por ejemplo, el préstamo de recursos desde la
biblioteca escolar CRA, son formas de incentivar el compromiso de las familias con el
desarrollo lector de los hijos e hijas.
La importancia de la articulación en torno a la biblioteca escolar CRA

Otro rasgo de esta transversalidad está en la articulación entre los distintos actores del
establecimiento educativo: el jefe UTP se articula con las distintas asignaturas, los docentes se
articulan con la biblioteca escolar CRA, la biblioteca escolar CRA, junto con docentes, se
vincula con la comunidad. Esto permite llegar con un mensaje coherente en torno a la lectura y
que las iniciativas se potencien unas con otras. Esta articulación pasa fundamentalmente por
dar el espacio para planificar actividades de lectura y de fomento lector, y por otorgar un tiempo
definido para su realización. En cuanto a la comunidad, es muy importante mostrar la
continuidad existente entre lo que se aprende en la escuela y la sociedad. Invitar a escritores o
ilustradores, y conocer cómo trabajan, puede ser un gran aporte para los estudiantes.

Desarrollar una mirada integral y transversal de la lectura también pasa por hacer un buen uso
de la biblioteca escolar CRA y de sus recursos. No solo significa que los docentes utilizan los
recursos para sus clases, sino que se incentiva que los estudiantes asistan regularmente a ella
para leer por placer y también para buscar información. Adicionalmente, hay dos puntos
cruciales. Los docentes de distintas asignaturas incorporan actividades y evaluaciones
relacionadas con la lectura. Sin embargo, el foco pedagógico es compatible con la motivación
de los estudiantes. Este desafío es el requisito para permitir que los estudiantes desarrollen
progresivamente su autonomía. El establecimiento educativo debe entender la lectura como
parte de un proceso de constitución de gustos, intereses y opiniones de los estudiantes.

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