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AUTORES:
TEMA:
DEONTOLOGIA PROFESIONAL
CURSO:
DEONTOLOGIA PROFESIONAL
ASESOR:
TUMBES – PERÚ
2018
PROBLEMA
de que hay cosas que pensamos que están bien, a la vez porque las hacemos,
sociedad etc. .
pensar y tener una mente abierta hacia temas que son de mucho agrado y de
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
A la vez para nosotros como psicólogos educativos tenemos que tener ética,
moral la cual nos ayudara a descubrir la verdad y ser democráticos para juzgar
los actos en las cuales nos veremos involucrados.
Es por eso que la investigación que sea obtenida por medio de libros, PDF,
sitios web nos enriquezca con su información y así tener un pensamiento crítico
, moral y a la vez ético para manejar los futuros casos que se nos presenten.
CAPÍTULO 2
La deontología y la ética profesional
1. Que es la deontología
2. Que es la ética profesional
3. Fundamentos de la ética y la moral
4. Ética profesional y los principios sociales
5. Ética y educación
6. La bioética
6.1 definiciones básicas,antecedentes históricos de la bioética
6.2 ambitos de la bioética
6.3 derechos humanos y bioética
6.4 la bioética y la educación
6.5 importancia de la bioética en la formación profesional
CAPÍTULO
1
INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA
1. QUE ES LA ÉTICA
Para reflexionar sobre la moral, la ética hace una investigación filosófica sobre
el comportamiento moral de las personas. El punto de partida es, pues, la
descripción de la vida cotidiana (ética descriptiva). Después procede a
criticar y reformular las normas morales vigentes en la vida cotidiana de
acuerdo con principios éticos racionales (ética normativa). Estos principios
también son revisados y cuestionados por una reflexión crítica más
profunda (metaética). Finalmente, tras esta doble revisión crítica, ofrecerá
normas, valores y principios morales concretos para orientar nuestra conducta
en la vida cotidiana (ética aplicada). (Peral)
1. El primer nivel está en la Moral, o sea, en las normas cuyo origen es externo y
tienen una acción impositiva en la mentalidad del sujeto.
1.4 ENUNCIADOS
Cuando analizamos la realización de una “acción moral” (como,
por ejemplo, ayudar a una persona agredida), descubriremos una
serie de conceptos que están interrelacionados tales como: “normas”,
“responsabilidad”, “valores”, “obligación”. Veámoslo: el análisis de la
acción moral “ayudar a una persona agredida”, nos revela, en nuestro
comportamiento, el valor del respeto a la integridad física o psíquica de
las personas, la obediencia a la norma moral “las personas debemos
ayudarnos entre nosotras”, la obligación de cumplir tal norma porque
valoramos positivamente este tipo de comportamiento y nuestra
responsabilidad de evitar las agresiones en la medida de nuestras
posibilidades. En este apartado vamos a tratar de clarificar el
significado de tales conceptos.
El motivo (¿por qué lo hago?) que nos mueven a actuar. Para que
nuestra acción sea moral, el motivo ha de ser consciente. (Peral, pág. 6)
La intención (¿para qué lo hago? que tenemos, el resultado que
pretendemos conseguir, es decir, el fin que buscamos. La conciencia del fin y la
decisión de actuar hacen que las acciones morales sean voluntarias (las
hacemos porque así lo hemos decidido). (Peral, pág. 6)
Los medios (¿cómo lo hago?) que debemos emplear para conseguir
el fin deseado. La elección de los medios debe tener en cuenta que “el fin no
justifica los medios”. (Peral, pág. 6)
El resultado (la realización de la acción) y las consecuencias (cómo
afecta nuestra acción a las personas que nos rodean) ¿Qué consigo al
hacerlo? (Peral, pág. 6)
El ejercicio del juicio moral es un proceso cognitivo que nos permite reflexionar
sobre nuestros valores y ordenarlos en una jerarquía lógica. Esto no se limita a
momentos puntuales o extraordinarios de nuestra vida sino que es integrante del
proceso de pensamiento que empleamos para extraer sentido a los conflictos
morales que surgen en la vida diaria. (MORAL., 2012)
En los primeros años de vida, los niños aprenden las normas de buena conducta
sin entender todavía su sentido y sin ser capaces de guiar su actuación de
acuerdo con ellas (egocentrismo). Es a partir de los 6 años cuando empieza a
desarrollarse la capacidad de asumir roles, de adoptar diferentes perspectivas a
la propia. Esta capacidad es clave para el crecimiento del juicio moral: sólo
cuando el niño puede asumir el rol del otro puede sopesar su propia exigencia
frente a la del otro. (MORAL., 2012)
El valor atribuible. Aunque no existe acuerdo respecto a qué son los valores,
podemos definirlos como un conjunto no bien especificado de términos
que denotan entidades abstractas (que no son objetos). Son valores los
términos como paz, justicia, belleza, felicidad, bien, libertad, igualdad,
solidaridad, amistad, autoestima... Los valores representan el deber ser (el
ideal o utopía), no el ser (la realidad), por eso son guías de conducta. En
general, los valores siempre han nombrado defectos, faltas, algo de lo que
carecemos pero que deberíamos tener. Por ello, los valores nos sirven para
denunciar las carencias de la sociedad y para intentar transformarla. Por
ejemplo, cuando decimos que la sociedad debe ser justa, estamos indicando
que ahora no lo es y que tenemos que conseguir que lo sea. Actualmente se
acepta que los valores, principios e ideales de nuestra cultura vienen
recogidos en los denominados “derechos fundamentales”, expresados en la
“Declaración Universal de los Derechos Humanos”. (Peral, pág. 8)
Para realizar una valoración adecuada de los actos morales, debemos tener
en cuenta todos y cada uno de los elementos constitutivos de las acciones
morales (motivación, intencionalidad, fin, medios, resultados y consecuencias).
Y para valorar adecuadamente a una persona hay que considerar sus
actos globalmente, y no de modo aislado. Los actos aislados no definen
nuestra personalidad moral. No somos mentirosas porque hayamos dicho
alguna mentira. (Peral, pág. 8)
Una teoría ética es una teoría que intenta fundamentar un determinado código moral,
es decir un conjunto de normas y valores morales, apoyándose para ello en
argumentos racionales. (Ciudadanía, pág. 1)
Las teorías éticas tradicionalmente se han dividid en dos grandes grupos: Las éticas
de la felicidad o éticas de la responsabilidad y las éticas del deber o de la
convicción. (Ciudadanía, pág. 1)
Las éticas de la felicidad, o éticas de la responsabilidad, afirman que la conducta
moral se determina por sus resultados. Una conducta es buena moralmente si nos
permite conseguir un determinado fin, que normalmente coincide con la felicidad.
(Ciudadanía, pág. 1)
Las éticas del deber, o de la convicción, afirman que la conducta moral está
determinada no por lo que hacemos sino por la intención con que lo hacemos,
independientemente de los resultados que obtengamos (por ejemplo que esto nos
lleve o no a la felicidad). (Ciudadanía, pág. 1)
Se repasan distintas concepciones que coinciden en considerar que hay acciones que
se deben realizar para conseguir ciertos fines. Hay distintas concepciones que
coinciden en considerar que hay acciones que se deben realizar para conseguir
ciertos fines. Según los tipos de fines que se persigan tenemos un tipo de Ética u otra.
Eudemonismo
Hedonismo
Utilitarismo
1.5.1.1 ARISTÓTELES
Para averiguar qué más, Aristóteles nos recuerda que todos los seres del universo
poseen una esencia y una función propia y su excelencia consistirá en realizar de la
forma más perfecta posible esa esencia y esa función específica. Por ejemplo: un
cuchillo es un "buen cuchillo" si corta de maravilla, un ojo es un "buen ojo" si permite
una magnífica visión, una semilla es una "buena semilla" si consigue dar lugar a una
planta etc. (Ciudadanía, pág. 2)
Pues bien, el ser humano es feliz cuando desarrolla del modo más perfecto posible su
esencia y su función específica, es decir, cuando se autorrealiza como ser humano.
(Ciudadanía, pág. 2)
Desde luego, los seres humanos realizamos múltiples actividades, muchas, como la
nutrición, la reproducción y el crecimiento, las compartimos con todos los seres vivos,
luego no son las más específicas; otras, como la capacidad de movernos, de sentir o
de aprender, las compartimos con los animales, luego tampoco son las que
buscamos. La única actividad humana que es propia y exclusiva de las personas es la
capacidad de pensar y razonar. Así que seremos buenos y felices si conseguimos que
nuestra vida sea lo más racional posible. Y el medio para conseguirlo es respetar dos
tipos de normas a las que Aristóteles llama virtudes: las virtudes éticas o morales y las
virtudes dianoéticas o intelectuales. (Ciudadanía, pág. 2)
En
seg
und
o
luga
r
debemos practicar las virtudes intelectuales, que son dos: prudencia y sabiduría.
- La prudencia: Esta virtud nos permite saber dónde está nuestro término medio, que
es siempre algo personal. (Ciudadanía, pág. 3)
- La sabiduría: Esta virtud nos induce a dedicarnos a las tareas o trabajos más
acordes con nuestra naturaleza racional, los de tipo intelectual, como la investigación,
el estudio, la gestión y la creación. Los trabajos manuales son considerados menos
dignos para el ser humano pues no permiten su realización plena. (Ciudadanía, pág.
3)
1.5.1.2 EPICURO
Además el placer debe ser, sino un estado definitivo sí, al menos, duradero. Por
esta razón, habrá muchos placeres a los que deberemos renunciar, aquellos de
los que se derive a medio o largo plazo un dolor mayor; de la misma manera
habrá ciertos dolores y sufrimientos que serán buenos, aquellos de los que
obtengamos un placer que los compense. La persona sabia es justamente
aquella que sabe hacer el "cálculo" y sabe a qué placeres decir sí y hasta dónde,
y qué sufrimientos rechazar o aceptar según convenga. (Ciudadanía, pág. 4)
Para poder hacer ese “cálculo”, Epicuro distingue 3 tipos de deseos y nos da
normas para satisfacerlos y así maximizar el placer y minimizar el dolor:
1.5.1.3 UTILITARISMO
El utilitarismo es, tal vez, la escuela ética que mejor encaja con la mentalidad del
mundo occidental y con las coordenadas propias del liberalismo social y democrático.
(Ciudadanía, pág. 10)
Por lo tanto la extensión planetaria del principio utilitarista: la mayor felicidad posible
para el mayor número posible de personas, plantea algunos problemas. ¿Es posible
un crecimiento económico ilimitado y a la vez generalizado, extensible a la humanidad
entera? Si tenemos que seleccionar ¿quiénes serán las personas o grupos
seleccionados? ¿A quiénes se puede excluir, provisionalmente, de la lista? ¿Quién
establece y cómo se diseña una utilitarista "lista de espera"? ¿Cómo conciliar el
componente pragmático del utilitarismo (su visión "realista" de la moralidad) con una
concepción universalista que reconozca y aplique a los seres humanos los mismos
principios y derechos, con independencia de su lugar de nacimiento o condición
social? (Ciudadanía, pág. 10)
Estudiaremos las éticas elaboradas por los siguientes filósofos: Kant, Nietzsche,
Sartre y Habermas. (Ciudadanía, pág. 11)
1.5.2.1 KANT
Immanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán del siglo XVIII, el siglo de la Ilustración,
elaboró la primera ética del deber. Según Kant lo que hace buena una conducta no
es la conducta misma sino la intención con que la realizamos. Para comprender con
qué intención debemos actuar para que nuestra conducta sea moralmente buena
tenemos que saber que Kant distingue tres tipos de acciones: (Ciudadanía, pág. 11)
El deber es “la necesidad de una acción por respeto a la ley”; obrar por deber es
reconocer que se debe hacer algo o no hacerlo porque la ley moral lo exige y
debe ser respetada aún en contra de mis intereses e inclinaciones. Cumplir con
el propio deber es un imperativo categórico, absoluto, universal y necesario, es
algo que no depende de las circunstancias o de si me hace o no feliz, sino que
manda incondicionalmente. Kant dio dos formulaciones del imperativo
categórico:
Las cosas tienen un valor meramente relativo porque son medios; en cambio, las
personas no pueden ser usadas meramente como medio, no pueden ser usadas
a capricho, sino que siempre son objeto de respeto. (Ciudadanía, pág. 12)
La ética kantiana es una ética autónoma pues es cada persona quien en cada
caso aplica el imperativo categórico, dándose a sí misma su propia ley moral y
estableciendo su deber independientemente de causas externas. (Ciudadanía,
pág. 12)
1.5.2.2 SARTRE
Justamente cuando elegimos que sean otros los que decidan por nosotros
actuamos de "mala fe" y estamos siendo inmorales. La mala fe consiste en el
vano intento de eludir la angustia de decidir por nosotros mismos. Lo contrario
de la mala fe es la autenticidad, que consiste en asumir la carga insoslayable de
nuestra libertad, ese es el verdadero imperativo moral. (Ciudadanía, pág. 15)
1.5.2.3 RAWLS
John Rawls, con su obra Teoría de la justicia (1971), abrió una nueva época en
la filosofía política y, en el ámbito de la filosofía profesional, ha señalado el fin de
la influencia del positivismo lógico y de la filosofía del lenguaje ordinario en el
campo disciplinar. Su teoría se propone explícitamente como alternativa a la
tradición utilitarista dominante en sus diversas formas en Norteamérica, desde
hace más de un siglo. (SDB, 2011)
El objetivo general de su teoría es “delinear la imagen justificada de una
sociedad bien regulada que armoniza de manera equilibrada y aceptable
universalmente los dos aspectos clave de toda sociedad: libertad (esfera
perteneciente a los derechos de los individuos) y justicia (esfera perteneciente a
la distribución de los bienes en un cuadro inter-individual, social)”. (SDB, 2011)
El tema preeminente en la elaboración teórica de Rawls es la justicia, además
de insistir en el principio de libertad a lo largo de su obra. Para el filósofo la
justicia es “la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de
los sistemas de pensamiento. Una teoría, por muy atractiva y esclarecedora que
sea, tiene que ser rechazada o revisada si no es verdadera; de igual modo, no
importa que las leyes e instituciones están ordenadas y sean eficiente: si son
injustas han de ser reformadas o abolidas”. (SDB, 2011)
Sobre la verdad y la justicia los compromisos no son posibles, ya que aquellas
constituyen las virtudes principales de las actividades humanas. La justicia,
además, garantiza la libertad de los individuos: “Cada persona posee una
inviolabilidad fundada en la justicia que incluso el bienestar de la sociedad como
un todo no puede atropellar. Es por esta razón por la que la justicia niega que la
pérdida de libertad para algunos sea correcta por el hecho de que un mayor bien
sea compartido con otros”. (SDB, 2011)
La liberta individual, por lo tanto, constituye una especie de absoluto en una
sociedad justa, que si efectivamente es tal, garantiza esta prioridad. El interés
político de Rawls, por tanto, se dirige principalmente a establecer el origen, la
justificación y los aspectos esenciales de una sociedad justa, ocupándose del
modo en que las mayores instituciones sociales distribuyen los deberes y
derechos fundamentales y determinan la subdivisión de los beneficios de la
cooperación social. (SDB, 2011)
Inspirándose en Locke, Rousseau y Kant, Rawls establece un procedimiento
para la búsqueda de soluciones a los problemas anteriores, partiendo de una
posición originaria como situación hipotética, donde los individuos están en
condiciones de igualdad, fruto a su vez, de los que Rawls denomina como velo
de ignorancia, olvidando todo aquello que se refiere a hechos e intereses
personales, por lo que, a causa de este velo, ninguno de los individuos conoce
su puesto en la sociedad, su posición de clase social, la parte que la fortuna le
asigna en subdivisión de los dotes naturales, su inteligencia, su fuerza, etc. “Las
partes están presentes pues en condiciones idénticas, de igualdad, como
racionales y recíprocamente desinteresadas, indiferentes a los intereses
personales propios o ajenos, por la cual ninguna de ellas tiene ventaja o
desventaja por el velo de ignorancia, que garantiza, en cambio, condiciones de
equidad”. Rawls define a menudo la justicia como equidad. Justicia como
equidad significa que la justicia es fruto y resultado de una elección efectuada
por individuos en condiciones de equidad. (SDB, 2011)
Al referirse a Kant, Rawls afirma que éste ha sostenido que una persona actúa
autónomamente cuando los principios de su acción son elegidos por ella como la
expresión más adecuada posible de su naturaleza de ser racional libre e igual.
Los principios básicos con los cuales actúa no son adoptados a causa de su
posición social o de sus dotes naturales, o en función del particular tipo de
sociedad en la cual vive, o de aquello que él quiere tener. Actuar en base a
estos principios significaría actuar de manera heterónoma. “El velo de ignorancia
priva a la persona, en la posición originaria, de los conocimientos que la
pondrían en condiciones de elegir principios heterónomos. Las partes llegan
juntas a su elección, en cuanto personas racionales libres e iguales, conociendo
solamente aquellas circunstancias que hacen surgir la necesidad de principios
de justicia”.
Los principios de justicia, que se refieren a la estructura fundamental de la
sociedad, son fruto de un acuerdo entre personas morales, dígase, racionales,
libres e iguales, cuyo interés común no es formar parte de una sociedad dada o
adoptar una forma de gobierno, sino la aceptación de ciertos principios morales.
Sólo después de la aceptación de estos principios se podrá pasar a la fase
constituyente que dará origen a la sociedad. (SDB, 2011)
Se reconoce que el problema de la elección de los principios es complicada en
extremo; no obstante, hay que considerar que se pueden individuar, teniendo en
cuenta las condiciones de la posición originaria, dos direcciones de elección que
llevará a dos principios de justicia fundamentales: el primer principio apunta a
salvaguardar las libertades individuales, que deben ser iguales para cada uno; el
segundo tiene que ver con la distribución de los recursos, considerando como
criterio y punto de referencia fundamental la condición de los menos
afortunados. La elección de tales principios se mueve por intenciones morales,
motivaciones morales incondicionadas al modo kantiano, arriba señalado. (SDB,
2011)
Las libertades de las que habla el primer principio son: la política, la de la
palabra y de reunión, la de conciencia y de pensamiento, la personal y de
posesión de propiedades personales y, en fin, la libertad frente al arresto y la
detención arbitrarios. Con respecto al segundo principio, las diferencias y
desigualdades en la distribución de la renta no deben causar daño a nadie,
porque en tal caso serían injustas; pero son admitidas si son ventaja para todos,
y en particular para los menos afortunados. Todos los valores sociales en una
sociedad bien regulada o sea fundada sobre los dos principios de justicia,
“deben ser distribuidos de igual modo, a menos que una distribución desigual, de
uno o de todos estos valores, no sea en beneficio de cada uno. La injusticia, por
lo tanto, coincide simplemente con las desigualdades que no son beneficio de
todos”. (SDB, 2011)
Así, Rawls determina en parte las condiciones de partida para la constitución de
una sociedad justa, aquella que debería constituirse llevando a realización los
dos principios de justicia elegidos en la posición originaria. El pensador
considera que una democracia constitucional representa un procedimiento justo
para poner en marcha el paso desde la posición originaria a la elaboración de
las diversas formas institucionales necesarias para el funcionamiento de una
sociedad justa: las fases constituyente y legislativa. En la primera fase se
detiene sobre el concepto de libertad; en la segundo sobre la justicia económica
y social.
Hasta aquí, la teoría de la justicia se ve completada en lo que se refiere al paso
y la relación entre los dos principios de justicia elegidos en la posición originaria
y la creación de las instituciones de una sociedad justa, afirmando que “todos los
bienes sociales deben ser distribuidos de manera igual, a menos que una
distribución desigual se uno o más de estos bienes no redunden en beneficio de
los menos aventajados”. (SDB, 2011)
En la tercera parte de su obra, Rawls afronta el problema de los fines que una
sociedad justa debe favorecer y permitir realizar. “Tales fines se localizan en la
bondad entendida como racionalidad y en el sentimiento de justicia que haga
sentir que esta última es un bien. No se trata de fines abstractos, independientes
del vivir social, sino de fines que tienen su nacimiento y justificación en el ámbito
de una sociedad de las características anteriormente ilustradas”. (SDB, 2011)
La bondad o el bien, para una persona racional, igual y libre, es la realización
plena de un plan racional de vida elegido y elaborado de manera libre y
autónoma, en el ámbito de las posibilidades ofrecidas por el ambiente social. En
cuanto al sentimiento de justicia, también nace en la sociedad, pasando por tres
fases: la experiencia de familia (moralidad autoritaria), la de las asociaciones
(moralidad asociativa) y la de la sociedad (moralidad de los principios). (SDB,
2011)
La conclusión de la obra de Rawls “está empapada de optimismo sobre las
posibilidades de una sociedad justa, democráticamente muy avanzada y
articulada, y económicamente y socialmente desarrollada de modo que convierta
en natural la preferencia absoluta por la libertad más que por ulteriores ventajas
económicas y sociales” (SDB, 2011)
1.5.2.4 HABERMAS
Según Habermas estas son las condiciones que deben cumplirse para alcanzar
consensos que respondan verdaderamente a los intereses de los interlocutores:
1.6 AXIOLOGÍA
Término procedente del griego "áxios" (lo que equilibara, lo digno) y logos
(tratado, doctrina) y que etimológicamente remite al estudio o doctrina de lo
digno, de los valores. (Bachillerato, 2001-2013)
Quien por primera vez utilizó “axiología” como término fue Paul Lapie, en los
primeros años del siglo XX, y luego Von Hartman unos años después tomó el
concepto de Lapie para fundamentar sus estudios, y así consolidar a la axiología
no ya como termino sino más bien como una disciplina independiente y
autónoma de la filosofía y en particular, de la ética. (mx.)
Pero, no es con Lapie y con Von Hartman que se inicia la reflexión sobre valores
y juicios de valor. Esta reflexión es anterior a la definición del concepto/noción de
axiología. Quienes primeros se encargaron de reflexionar sobre los valores en
términos filosóficos fueron Hume, encargado de la reflexión sobre valores
morales, elaborando varias teorías al respecto; y Nietzsche, quien define que
los valores no son solo juicios morales o estéticos, sino que también engloban
aquellas formas de observar cotidianas, las cuales encierran determinada forma
de valorar, poniendo en juego determinados valores por parte del individuo. Pero
también Karl Marx tomó algunos conceptos económicos relacionados a los
valores como fundamento de las críticas y análisis que realiza en sus obras.
(mx.)
Tanto los valores positivos como los negativos son abordados de manera igual
por la axiología, mediante el análisis que considera a algo como valioso o no.
Por esto, la axiología ha planteado importantes conceptos para los principios de
la ética y de la estética, ambas disciplinas donde la noción de “valor” tiene una
importancia clave para el desarrollo de las mismas. (mx.)
Dentro de la axiología, los valores podrán ser subjetivos o en cambio, objetivos.
Los subjetivos, son aquellos mediante los cuales se plantea un medio que
permite llegar a un fin, y están impulsados por un deseo u objetivo a nivel
personal, por ejemplo la solidaridad o el compañerismo. En cambio, los valores
objetivos son valores por sí solos, como la verdad o la belleza, que plantean
finalidades por si solos. (mx.)
Existe también lo que se denomina “jerarquía” o “escala” valorativa donde, entre
los valores, algunos tienen una posición o escalón de relevancia más alta que
algunos otros. (mx.)
CAPÍTULO
2
LA DEONTOLOGÍA Y LA ÉTICA
PROFESIONAL
1. QUE ES LA DEONTOLOGÍA
Es preciso no olvidar que la ética del profesor expresa, por sobre todo, profundo
respeto a la formación de nuevas generaciones, herederas de un presente
estructurado sobre la base de un pasado cultural que no puede ser omitido sin
grave perjuicio para la colectividad. (PROFESIONAL 1. P., pág. 2)
La ética profesional del docente puede ser apreciada -para un análisis más
ordenado- a través de las siguientes relaciones:
l. Relaciones del profesor con la sociedad.
La legislación sólo exige mínimos que son insuficientes para llevar a cabo la tarea
de hacer el bien; éste exige de los profesionales que aspiren a la excelencia,
porque su compromiso fundamental no les liga a la burocracia, sino a las personas
destinatarias de su labor. (Llorens, 2007-2008. , pág. 5)
En ética profesional, se apela a este principio cuando no se pueden resolver los
conflictos apelando a los otros principios. La ética profesional que no se enmarca
en una ética social tiende a corporativizarse e ideologizarse.
6. ÉTICA Y EDUCACIÓN
En otra parte afirma el autor, que “En todo miembro de la especie humana hay,
como resultado del proceso evolutivo que busca la adaptación perfecta al medio,
un instinto por obtener ventajas a corto plazo, dándole preferencia en relación con
las necesidades de la especie humana a largo plazo” – El objetivo de la ética
global es el de preparar personas capaces de percibir la necesidad de futuro y de
cambiar la orientación actual de nuestra cultura, además que puedan influir en los
gobiernos, en el ámbito local y global, a fin de conseguir el control responsable de
la fertilidad humana, la protección de la dignidad humana y la preservación y
restauración del medio ambiente. Estos son los requisitos mínimos para poder
hablar de supervivencia aceptable, contrapuesta a supervivencia miserable.
(Agustín GARCIA BANDERAS y Edmundo ESTEVEZ M. Laurent-Michel Vacher,
2002, pág. 7)
En 1988, el profesor Potter reiteró sus ideas iniciales creando una Bioética Global.
El entendía el término “global” como una propuesta abarcante que englobase
todos los aspectos relativos al vivir, esto es, la salud y la cuestión ecológica. El
profesor T. Engelhart, defendió la propuesta de que la Bioética es básicamente
pluralista. Esta tesis también tuvo diferentes interpretaciones. Algunos autores,
como los profesores Alastari V. (Agustín GARCIA BANDERAS y Edmundo
ESTEVEZ M. Laurent-Michel Vacher, 2002, pág. 8)
Bibliografía
Agustín GARCIA BANDERAS y Edmundo ESTEVEZ M. Laurent-Michel Vacher. ( 2002).
INTRODUCCION A LA BIOETICA: FUNDAMENTACIÓN Y PRINCIPIOS. Recuperado el 28 de
julio de 2014, de http://www.bioetica.org.ec/articulo_bioetica.pdf
Ética, B. I. (23 de JUNIO de 2012). Bloque III: Ética. Recuperado el 27 de JULIO de 2014, de Tema 9.
LA ACCIÓN MORAL Y LAS TEORÍAS ÉTICAS:
http://www.filosofiafacil.com/Tema%209.La%20accion%20moral%20y%20Teorias%20etic
as..pdf