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Curso de Fuga
Curso de Fuga
Jean-Louis Martinet
Françoise Aubut
BIBLIOGRAFÍA
Estas notas de curso están destinadas a guiar al estudiante que pueda sentirse desbordado por la
cantidad de información contenida en los grandes tratados, en particular por el de Gedalge, que es
autoridad. Están destinadas a constituir un plan general de trabajo, y remiten con este signo a
las obras que me han parecido que explican más claramente cada tema que puede plantear
problemas particulares.
André Gedalge fue alumno de Ernest Guiraud (un "maestro tolerante" de Debussy) y de Jules
Massenet, un gran melodista, ciertamente, pero también un gran fuguista. Esta obra es una suma
extraordinaria de consejos y de ejemplos. Comporta un índice analítico muy práctico (¡raro en los
volúmenes francófonos!), el cual es precioso para hacer búsquedas rápidas en este género de
obras. Una obra maestra inigualable, tanto desde el punto de vista del contenido como de la
técnica de impresión, como nunca más se ha hecho. Una obra con un precio prohibitivo, nueva,
que se sentirá dichoso si la encuentra, con grandísima suerte, en un mercado de ocasión, en cuyo
caso merecería la pena una sólida encuadernación artesanal sin importar el precio. Esta obra, que
es autoridad desde hace tiempo, tiene 380 páginas (formato aprox.19 x 27 cm.) y propone fugas
enteras de alumnos de las clases de Guiraud, Massenet y Fauré. Entre estos ejemplos de fugas,
las de Charles Kœchlin, Florent Schmitt y Georges Enesco.
Marcel Dupré : Curso completo de fuga (Leduc). En dos
volúmenes: curso y ejercicios, realizaciones.
Charles
KOECHLIN
Marcel DUPRÉ
Foto dedicada a la AGO:
"To the American Guild of Organists.
In grateful appreciation of the friendly
welcome in the United States". 5 junio 1934.
Una obra extremadamente rica, que profundiza en los problemas de estilo, completando en esto
los tratados que insisten primeramente sobre la forma. La redacción de la obra es, como siempre
en Koechlin, extremadamente discursiva y abundantemente ilustrada con ejemplos musicales. Hay
277 páginas (formato aprox.. 21 x 29 cm).
EL CONTRAPUNTO INVERTIBLE
( en tanto que preparación a la escritura de la fuga )
Además de los acordes utilizados hasta aquí en contrapunto, se puede añadir el acorde de 7ª de
dominante. En este acorde, la quinta no es invertible con la fundamental (dicho de otra manera,
siempre es inhábil hacer oir un acorde de cuarta y sexta sin función, mal empleado).
No obstante, esta quinta puede ser considerada invertible con las otras notas, a dos voces, si la
inversión permite la comprensión armónica de un acorde distinto a la cuarta y sexta (y por tanto su
realización futura con una u otras dos voces libres).
De ello resulta que, incluso a dos voces, el intervalo armónico de cuarta aumentada o el de quinta
disminuida (el trítono y su inversión), así como la segunda mayor y la séptima menor son
considerados como invertibles, a condición de que en todos los casos la nota que desempeñe la
función de 7ª de dominante esté regularmente preparada y resuelta.
1. Escoger las mejores notas invertibles en función de las armonías más simples y
esenciales.
2. Pensar en agregarles retardos cada vez que el contexto se preste a ello.
3. Buscar la escritura más simple y pura posible: proscribir las notas de paso en tiempo
fuerte, o aquellas que, aún siendo lícitas, tendrían carácter de apoyaturas.
La escritura armónica de la fuga comportará muchas otras posibilidades, pero tampoco en el marco
de la búsqueda de un contrasujeto tan perfecto como sea posible, el cual exige una escritura muy
pura y completamente invertible.
EL SUJETO
Un buen sujeto de fuga de escuela debe presentar las cualidades siguientes:
No debe ser ni demasiado largo (lo cual alargaría las entradas) ni demasiado corto (lo que las
precipita).
Debe estar bien equilibrado, componiéndose, como lo más frecuente, de tres elementos. El
primero, o cabeza del sujeto, debe presentar un motivo muy característico.
Poseer una unidad rítmica suficiente, no presentando demasiada cantidad de ritmos diferentes.
Poseer una buena calidad melódica, y un ámbito máximo de sexta mayor en el modo mayor, o de
séptima disminuída en el modo menor (está generalmente admitido que cuanto más amplio sea el
ámbito del sujeto, más difícil será de escribir la fuga).
Ser muy claro armónicamente, ya sea utilizado como canto o como bajo obligado. Si modula, no
debe evolucionar más que del tono principal al de la dominante, o viceversa, sin cambiar de modo.
LA RESPUESTA
y su problema: la mutación
Consideraciones generales
La respuesta comienza ya sea sobre la última nota del sujeto (sujeto que comienza y acaba en
tiempo fuerte) ya sea inmediatamente después.
Cae por su peso que la respuesta no puede entrar con un intervalo disonante, y entra solamente
sobre las consonancias siguientes :
Para que haya respuesta real (reproducción idéntica del sujeto en el tono de la dominante) el
sujeto debe satisfacer estas dos condiciones:
4 ) Cuando la cabeza del sujeto insiste sobre otro grado antes de dirigirse a la dominante.
Las partes del sujeto que experimentan mutación son transportadas, en la respuesta, a la cuarta
superior y nunca a la quinta. Este procedimiento hace volver estas partes de la respuesta al tono
principal del sujeto.
? Dupré, §§ 15 y 16.
En la respuesta, una vez la dominante del sujeto es oída como tónica, las notas que siguen no
obedecen a mutación.
En los demás casos, la mutation sucederá después de la primera nota: tónica o mediante.
? Gedalge, § 63.
4 ) Respuesta plagal
Es una especie de "respuesta real, pero a la subdominante", que se produce cuando el sujeto se
dirige a la dominante desde el comienzo y se mantiene ahí durante un tiempo suficientemente
largo.
LA CODA
La coda es un corto conducto melódico, que generalmente no pasa de un compás, útil cuando :
La coda debe hacer cuerpo con el sujeto, como una continuación lógica, pero sin tomar cosas de él
y aportando un elemento nuevo que podrá ser desarrollado.
Dupré § 32 y siguientes.
EL CONTRASUJETO
Se llamaba en otro tiempo "fuga doble" o "fuga con dos sujetos" a una fuga que tuviese un sujeto y
un contrasujeto. Se comprenderá pues la importancia de la búsqueda del mejor contrasujeto
posible, puesto que se convertirá igualmente en una parte obligada. Siempre se podrían escribir
fugas sin un contrasujeto obligado, pero es imposible escribir una buena fuga sin que el
contrasujeto sea muy claro y muy cuidado.
El rol del contrasujeto es equilibrar el sujeto, completándolo rítmica y melódicamente. Así pues, no
debe tomar nada prestado de él, sino aportar nuevos elementos, en el mismo estilo del sujeto.
Debe estar en contrapunto invertible a la octava con el sujeto, según las armonías más francas,
adornadas según los procedimientos del florido y, en particular, con retardos. En general, un buen
contrapunto no presentará sobre los tiempos más que notas reales o retardos superiores.
El método consiste, pues, en buscar primero las armonías que mejor le convengan al sujeto, y en
no conservar de estos acordes más que las notas invertibles, sobre las cuales se edificará la
melodía.
En la armonía así descargada, las únicas notas que no permiten la inversión son :
Consejos:
El contrasujeto debe de entrar después de la cabeza del sujeto, y en todo caso después de su
mutación si es que hay una.
Siempre que a un sujeto diatónico corresponde con evidencia un buen contrasujeto cromático, no
se debe dudar en emplearlo.
Se pueden utilizar :
Los acordes perfectos mayor y menor en posición fundamental y en la primera inversión. La 2ª
inversión (la sexta y cuarta cadencial o doble apoyatura) es admisible con discrección, al final de
un periodo.
er
El acorde de quinta aumentada del III grado menor, en posición fundamental y en sus dos
inversiones.
as
Dupré admite las 9 a condición de que estén preparadas y resueltas.
En la exposición de la fuga, que es su parte más extricta y más importante, y que debe ser,
igualmente, la más clara y la más franca, se evitarán las notas de paso sobre el tiempo, pues
tienen un carácter de apoyatura.
LA EXPOSICIÓN
A cuatro voces, la disposición inicial está determinada en parte por la tesitura original del sujeto. La
elección de la primera entrada debe hacerse según las opciones siguientes :
Lo que sige no debe considerarse como una regla rígida, sino más bien como "el buen uso".
Las disposiciones que permiten los mejores efectos derivan de la disposición "en escalera perfecta"
(o su contrario), comenzando por el bajo (o el soprano).
Cuando es necesario comenzar por una voz intermedia, la disposición a buscar es también la que
permite construir este "efecto escalera" el mayor tiempo posible en un mismo sentido, según las
tres voces contiguas, entrando la cuarta voz al final en la tesitura opuesta.
En la exposición, el contrasujeto debe ser oído en la voz que acaba de hacer oir el sujeto. Esta
regla es menos rígida en el resto de la fuga.
Es una pequeña exposición invertida, respuesta luego sujeto, pero en las voces que no las han
hecho oir durante la exposición.
Dupré § 54.
SUJETO EN LA
Re m Fa M 2 entradas
SUBDOMINANTE
Sujeto o respuesta en el relativo
Fa M Re m (o en el orden inverso)
de la subdominante
er
3 divertimento (14 a 20 compases)
EL DIVERTIMENTO
Un divertimento es un puente modulante, según un principio de marchas armónicas disfrazadas, en
el que los elementos pueden provenir del sujeto (preferentemente), o del contrasujeto, de la coda,
o incluso de una parte libre de la exposición. No obstante, es necesario abstenerse de utilizar la
cabeza del sujeto.
Estas marchas pueden ser modulantes, aunque este procedimiento quema demasiado rápido las
diferentes tonalidades empleadas en la fuga. Se considera más apropiado utilizar marchas no
modulantes, que conduzcan únicamente en su final a una modulación que lleve a la tonalidad de la
exposición siguiente, con un sentimiento de novedad o sorpresa.
Para evitar el efecto mecánico de la marcha, los fragmentos deben ser suficientemente largos, a fin
de que no haya necesidad de utilizarlos más que pocas veces.
Remarquemos que si el invertible es a tres voces, la cuarta voz, en parte libre, tendrá una
importancia bastante reducida, tenida cuenta que ahí pueden permitirse silencios.
También puede ser construido con un solo elemento, que pasará por todas las voces.
Es necesario no perder de vista que las "verdaderas" fugas a cuatro voces contienen
frecuentemente divertimentos a tres voces, e incluso a dos voces. No obstante, en fuga de
escuela, se considera habitualmente un deber el tratar los divertimentos según el número total de
voces de la fuga... Desde un punto de vista artístico, se puede aligerar la escritura con silencios a
condición que estos no intervengan en más de una voz a la vez.
Después de los silencios, ninguna voz puede entrar con una fórmula no significativa desde el
punto de vista musical : debe de entrar con una fórmula temática. Incluso, una voz no debería
callarse más que después de haber hecho oir dos notas que puedan implicar un efecto armónico
de alguna cadencia, a fin de clarificar el fin de su melodía. Además, no perder de vista que, si la
última nota puede formar parte integrante de la armonía siguiente, el efecto de silencio será menos
brutal. Cuando la última nota no forma parte integrante de la armonía siguiente, esto puede
engendrar una inhabilidad de la que no se la ve la causa inmediatamente.
EL ESTRECHO (STRETTO)
Esta parte debería representar, como máximo, un tercio de la longitud de la fuga.
Existe estrecho (stretto) cuando la respuesta entra antes de que el sujeto haya acabado.
ESTRECHOS VERDADEROS
Solamente el primer y el último stretto deben presentar 4 entradas equidistantes, entre el sujeto y
la respuesta. En la dura realidad, frecuentemente uno está obligado a limitarse a comenzar las
entradas de la cabeza del sujeto y de la respuesta, no poniendo el canon más que entre la 3ª y la
4ª entrada.
CANONES
Los otros tipos de estrechos deberían llamarse más bien cánones o imitaciones simples contruidos
a intervalos diversos.
modificar el contrasujeto,
emplear la aumentación, que generalmente facilite la imbricación de fragmentos del sujeto,
escribir sujetos ficticios, con alteración de elementos, favoreciendo la mutación de los
contornos melódicos (mejor que la modificación rítmica) lo más lejos posible de la cabeza
del sujeto
EL PEDAL
El pedal reposa, en principio, sobre la fundamental o la dominante. Sus reglas son las mismas en
fuga que en armonía : no debe comenzar ni acabar en una disonancia.
1) en el bajo,
2) en la parte superior,
3) en una parte intermedia.
En esta parte de la fuga es donde hay una mayor libertad. No hay reglas precisas a imponer,
solamente que el pedal sea conducido con naturalidad. La forma de tratarlo depende sobre todo de
"la ingeniosidad del compositor" (Gedalge). Se puede construir sobre un pedal cualquier tipo de
divertimento admitido en la fuga.