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del Cusco
2017
INTRODUCIÓN
Lám. 7) El búho en la iconografía Averías, si bien los motivos son geométricos, los
animales están presentes. Se puede ver la diversidad geométrica de los diseños. (Diseño
Precolombino, 2008)
Los pueblos americanos han adorado a las aves como seres que viven en el aire,
en la atmósfera, por lo que han incluido a muchos pájaros en la categoría de
dioses atmosféricos y mensajeros del mundo de arriba. Es frecuente la analogía
establecida entre ave y nube, la que para los pueblos nativos se constituían en
hechos reales y no simple coincidencias. En los valles áridos del NOA el suri
(Pterocnemia pennata) es “el pájaro de la tormenta o la nube, que lleva el agua
en su seno y cuyo pico lanza el rayo” (Quiroga, 1942: 146), lo que ha quedado
refl ejado en la iconografía arqueológica, en los mitos y en el folclore. Hasta el
día de hoy el suri es el anunciador de la lluvia. Esta relación no parece casual
y debe buscarse sin dudas en la etología de este animal. La estación húmeda en
el Noroeste Argentino coincide con su período reproductivo, lo que genera
cambios en el comportamiento que son observados por la gente que le atribuye
por asociación el poder de llamar a la lluvia (Gustavo Namen, comunicación
personal, 2008). Un hecho interesante lo constituye el hallazgo de restos de
huevos de suri colocados sobre “urnas” funerarias típicas del Período Tardío del
NOA a modo de ofrendas. Numerosos contextos excavados de este tipo han
puesto en evidencia esta práctica a tal punto que el hallazgo de los mismos se
ha transformado en un indicador confiable para establecer cronología relativa
para el área (Andrés Izeta, 2008).
Durante el Período Tardío y hasta tiempos históricos es conocida la utilización
de plumas de aves y “varillas emplumadas” en ceremonias y ritos asociados a
la lluvia, el trueno y el rayo. Como la parte representa al todo, la utilización de
varillas con plumas se utilizaba como alusión a las nubes que traen la lluvia.
Así las plumas eran tenidas como efi caces amuletos para la protección de las
cosechas y contra la seca, la piedra y el granizo. Guarda relación con estas
creencias la conocida “Fiesta del Chiqui” que se realizaba hasta tiempos
históricos para conjurar la seca cuando esta se hacía prolongada en los valles
áridos del NOA. Esta festividad guarda claras reminiscencia con un antiguo
ritual prehispánico asociado a las deidades propiciatorias de la lluvia. En ella
se sacrificaban animales, “excepto el suri”, en reemplazo de víctimas humanas
mientras se batían latas a modo de “campanas” para llamar al trueno por
simpatía. Así el ave para los antiguos habitantes de Santamariana el ave mítica
o suri era la deidad mediadora con el hanan pacha y tenía como facultad el de
llamar a la lluvia y al rayo.
También en el caso de las urnas el personaje representado sería el chamán o
aquel sacerdote encargado del culto, a juzgar por las orejas en algunas
representaciones escultóricas. (Lám. 10) y los elementos o animales que lo
acompañan y constituyen se podría interpretar como la consustanciación entre
lo animal y lo humano en una metamorfosis, donde el chamán asume la
naturaleza del animal o deidad mitológica para poder comunicarse con los
dioses del mundo atmosférico.
El Sapo: (Cultura Sunchituyoc, Santamariana, Averías)
Lám 11) El sapo o batracio símbolo de lo acuático se encuentra muy en relación con el
símbolo de la cruz, pero representando tanto en Sunchituyoc, Santamariana y Averías,
(Fuente: Diseño Precolombino, 2008) El sapo de la cultura Tafi (Flechas) (periodo
temprano) (Fuente: Diseño Precolombino, C. Sondereguer. 2008)
Lám. 12) La cruz representada en la cultura Santamariana o Santa María. (de Iconografía
Precolombina, 2003 – Diseño Precolombino, 2008)
Lám.13) La cruz en la iconografía de la cultura
Aguada. (Fuente: La geometría en la argentina
indígena, Oscar Sardella)
Conclusiones:
Las aves míticas como el suri y el búho ocupaban un lugar importante dentro
de la cosmovisión y la mitología del NOA ambas deidades fueron consideradas
propiciatorias de lluvias, la atmosfera y fenómenos metereológicos.
Como en toda la simbología prehispánica del NOA que viene siendo estudiada
desde el siglo pasado, la metamorfosis en animales míticos viene siendo
representada y está considerada como principio cosmogónico de equilibrio y
comunión con lo natural aparte de ser relacionado como en algunos casos con
la ingestión de sustancias alucinógenas que no son ajenas a las prácticas
culturales de Sunchituyoc y Santamariana.
La cruz es el símbolo atmosférico relacionado al elemento agua y tormenta, y
está presente casi en cada cultura y periodo de desarrollo cultura que abarca
desde el formativo (lám. 11), pasando por el medio (lám. 13) hasta el tardío. (lám.
12)