Guía del participante

Este documento fue elaborado por el Comité Organizador del 6° ENCUENTRO DE

ECOTURISMO y TURISMO RURAL y V CONGRESO NACIONAL DE ÁREAS
NATURALES PROTEGIDAS.

Los trabajos presentados que se incluyen al final de este documento no reflejan

necesariamente la opinión de las instituciones que apoyan o en cuyo marco se
realiza la actividad.

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 Guía del participante

EL PARADIGMA TURISMO EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

Autor: Daniel Paz Barreto * # y Matilde E. Encabo #

Palabras Clave: Áreas Protegidas – Turismo y Recreación – Ecoturismo.

MODALIDAD: TALLER

En la etapa moderna de las Áreas Naturales Protegidas (desde 1872), las bellezas
escénicas y otros componentes naturales y culturales asociados que albergan, las ha
transformado en recursos turísticos.
El Turismo como actividad económica – social y las Áreas Naturales Protegidas (ANP)
como herramienta para la conservación, tienen vínculos formales. La recreación se
menciona taxativamente en las definiciones de categorías de manejo de menos
protección utilizadas internacionalmente para su administración.
La necesidad de financiar el funcionamiento de las áreas protegidas, agravado por la
crisis financiera mundial del final de esta década, sumado a que diversos actores
(políticos y empresariales) visualizan las áreas protegidas sólo como destinos turísticos,
se ha manifestado internacionalmente en acciones que generan fondos por el uso de
las ANP fundamentado en que significa un beneficio para la propia unidad de
conservación.
En el presente trabajo se expone sobre los riesgos de la reversión del paradigma de la
conservación y el uso público, aún sólido en algunas jurisdicciones en las que ambos se
establecieron en forma simultánea e interdependientes. Y la necesidad de prever y
preparar el sistema para el impacto negativo del turismo sobre el medio natural, aún en
actividades consideradas de bajo impacto como el ecoturismo, mediante equipos
profesionales y herramientas técnicas que lo fortalezca. Por otro lado el poder
administrativo y legal de los administradores debe ser el necesario como para no
traspasar de un cierto límite de uso. Las influencias del poder económico sobre el
político determinan pujas sobre qué se puede y que no, y hasta dónde permitir
actividades en las unidades de conservación, evidentes en un número importante de
lecciones aprendidas.
Además de la debilidad de los administradores, la infraestructura, presupuesto y
personal debidamente capacitado, consideramos que para minimizar el impacto, la
inversión debe ser anterior a los posibles beneficios económicos o, al menos, que se
establezca claramente en la normativa que porcentajes deberán ser utilizados de esos
beneficios, tanto para maximizar el disfrute de los visitantes, cómo para asegurar su
permanencia en una relación efectiva de turismo ayudando efectivamente a la
conservación.

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