Está en la página 1de 5

1.

INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN DEL CATÁLOGO DE CUENTAS

Es una lista o numeración pormenorizada y clasificada de los conceptos que integran el Activo,
Pasivo y Capital Contable, así como los ingresos y egresos de una entidad económica. La
elaboración de este catálogo puede ser de forma ‫ ٭‬Numérica.- Consiste en fijar un número
progresivo a cada cuenta, debiendo crearse grupos de cuentas de acuerdo con la estructura de
los estados financieros.

‫ ٭‬Decimal.- Consiste en conjuntar las cuentas de una empresa utilizando los números dígitos,
para cada grupo, debiendo crear antes grupos de cuentas de acuerdo con la estructura de los
Estados Financieros, y a su vez, cada grupo subdividirlo en 10 conceptos como máximo, y así
sucesivamente.

‫ ٭‬Alfabética.- Se utilizan las letras del alfabeto asignando una a cada cuenta, pero antes
formando grupos de cuentas de acuerdo con la estructura de los Estados Financieros.

‫ ٭‬Numérica alfabética
o alfanumérica.- Se usan las letras iniciales de los grupos y subgrupos, pero en el caso de que
existieran dos grupos o dos conceptos con la misma letra inicial, se empleara además de la
primera letra, otra que le sirva de distinción y que forma parte del nombre de la cuenta para
facilitar su identificación.

‫ ٭‬Combinado.- Se ocupan dos o más sistemas anteriores.

Todo esto dependerá siempre de las necesidades de la negociación o empresa, y esto indica que
a las cuentas que se manejen, se le asignara un número en forma ordenada para su fácil manejo
y control.

1.1. El departamento de contabilidad


El departamento de Contabilidad es el sitio donde se concentran todas las operaciones
realizadas en los distintos departamentos de la empresa; su función principal consiste en
registrar en el Mayor todas las operaciones practicadas.
Del Mayor, según es costumbre, se obtiene la balanza de comprobación, que a su vez, forma el
punto de partida para los asientos de ajuste y de pérdidas y ganancias; y, finalmente, se
obtendrían los Estados Financieros, con lo cual queda terminado el ciclo contable.
Es en este departamento donde debe establecerse el Catálogo de Cuentas que va a controlar
cada una de las cuentas de la contabilidad de la empresa.
1.2. El primer paso, el catálogo de cuentas
Al recibirse la documentación será necesario clasificada por grupos homogéneos — ventas,
compras cobros, pagos, traspasos, etc.- a fin de dirigirla al sitio en que deben quedar
almacenados los datos que contiene, es decir, a las cuentas que forman la memoria de este
organismo administrativo.
Conviene, pues, establecer esas cuentas, identificándolas con toda exactitud y formando al
efecto el llamado catálogo de cuentas.
Como su nombre lo indica, el catálogo es una lista de todas las cuentas que pueden necesitarse
en vista de las actividades a que la empresa se dedique. Por supuesto, habrá cuentas que se
usen en todas las empresas y otras que sean características de cierto tipo de negocios.
1.3. El instructivo de contabilidad
En las empresas de cierto movimiento, con un personal numeroso en el Departamento de
Contabilidad y, probablemente, con agencias, sucursales y oficinas foráneas, conviene formular
un catálogo de cuentas tan amplio momo las necesidades de la casa lo requieran; y redactar,
además, un instructivo para el manejo de las propias cuentas. Podrá parecer ocioso dar
instrucciones a un contador acerca de cómo manejar las cuentas de un catálogo, pues es de
suponerse que este conocimiento forma parte de su preparación técnica; sin embargo, debe
recordarse que en la práctica existen reglas, costumbres y conveniencias particulares en cada
compañía que no tienen más justificación que ciertas normas establecidas en vista de su
experiencia particular. Por ejemplo, en una fábrica existirá seguramente la cuenta de Equipo
Industrial, cuyo nombre por si mismo explica la naturaleza del movimiento que debe registrarse
en ella; pero es muy posible que según la política económica de la compañía, solamente las
adiciones al equipo industrial por un costo superior a ‘X" por unidad deba cargarse a esta
cuenta, para ser debidamente depreciadas; y que toda compra de equipo por cantidad inferior
deba cargarse a los gastos de fabricación, a pesar de que, teóricamente, represente un aumento
de activo fijo.
De manera semejante suele ser necesario dar instrucciones precisas acerca del tratamiento
contable a que deban sujetarse ciertas instalaciones, depreciaciones y amortizaciones, así como
las normas a seguir en el caso de depreciaciones, amortizaciones, cancelación de cuentas
incobrables y demás problemas, que con frecuencia se prestan a distintas interpretaciones
según el criterio de quien trate de resolverlos.

Salta a la vista pues, que en estos casos no sólo es indispensable el catalogo de cuenta sino que
se hace necesario también complementado con un instructivo para su manejo, instructivo tan
amplio y detallado como las circunstancias lo ameriten.
1.4. El Catálogo de Cuentas
Cuando la empresa alcanza un cierto grado de desarrollo, es absolutamente indispensable
formar una lista de las cuentas que deberán utilizarse, evitando así errores de aplicación, y
asignar a cada cuenta una cifra que la identifique, ya que se trate de las cuentas que integran el
mayor general o de las subcuentas que forman los mayores auxiliares.
Hay diversas maneras de organizar este sistema de identificación y, salvo casos especiales, quizá
lo m práctico sea optar por una clasificación decimal que permita agregar o suprimir partidas
según sea necesario.
En el caso de la contabilidad general, que al fin y al cabo, controla toda la actividad de la
empresa, conviene comenzar por dar un número índice a cada grupo general, tanto del balance
como del estado de pérdidas y ganancias, de la siguiente forma:
Balance:
1.1. Activo
2.2. Pasivo
3. 3. Capital
Estado de Pérdidas y Ganancias:
4. 4. Productos
5.5. Costos
6. 6. Gastos de operación
7. 7. Otros gastos y productos
8.8. ……

9. 9. Cuentas de Orden
0. 0. Cuentas "puente".
Estas cifras indican, cada una de ellas, un grupo general distinto y permanecerán invariables, de
manera que todas las cuentas de activo comenzarán con el número 1, las del pasivo con el 2, y
así sucesivamente.

Vienen después las subclasificaciones, que pueden extenderse en forma prácticamente


ilimitada. Por ejemplo, en el activo se tendría:

1.1. Activo
1.0 1.0 Circulante
11 1.1 Fijo
1.2 1.2 Diferido
Y a su vez, el grupo de circulante podría subdividirse como sigue:
1. Activo
10. Circulante
100 Caja y Bancos
101 Cuentas por cobrar
102 Inventarios

En esta forma podría establecerse un catálogo a base de tres cifras, en el que la cuenta de Caja y
Bancos seria la 100; la de Clientes, la 101, la de inventarios la 102, etc., de tal manera que si
después se quisiera agregar una nueva cuenta, por ejemplo, Mercancías en Tránsito, recibirla el
número 103, y así sucesivamente hasta llegar, en el activo circulante a la cuenta 109, o más si se
requieren más cuentas.

Como, dentro de la clasificación decimal, cada grupo tendré una subclasificación máxima de diez
renglones (del O al 9), si fuera necesario abrir más de diez cuentas en un grupo, es decir, más de
diez cuentas en el circulante —siguiendo el mismo ejemplo- se deberá ampliar la clasificación
haciendo que el número hasta aquí destinado a una cuenta, se refiera a un nuevo grupo, el cual,
a su vez, tendría diez clasificaciones más, en la siguiente forma:
1. Activo
10. Circulante
100. Caja y Bancos
1000 Caja General
1001 Caja chica
1002 Banco x
1003 Etc.
De manera semejante podría ampliarse el catálogo, haciendo que los números de las cuentas
constarán de cinco o más cifras, en los casos de empresas con operaciones muy complicadas o
con dependencias muy numerosas. Para fines prácticos, en la mayoría de las empresas
comerciales o industriales un catalogo de cuentas de cuatro cifras, seria suficiente, en el
entendido de que no existe un catálogo de cuentas universal, cada empresa deberá elaborar el
propio en base a sus necesidades y características particulares.

Cuando se utiliza un sistema electrónico el catálogo de cuentas es indispensable, ya que es el


único medio con el que cuenta el operador para ponerse en contacto con la contabilidad, pues
para poder registrar los movimientos generados deberá ingresar primeramente el número de
cuenta que según el catálogo adoptado le corresponda.

1.4.1. Concepto de Catálogo de Cuentas

Por todo lo anterior expuesto se define el catálogo de cuentas como:


Es el índice o instructivo, donde, ordenada y sistemáticamente, se detallarán todas las cuentas
aplicables en la contabilidad de una negociación o empresa, proporcionando los nombres y, en
su caso los números de las cuentas".
Es importante al establecer un catálogo de cuentas, para un manejo adecuado de éste, que se
acompañe de una guía que detalle los movimientos que afectarán a cada una de las cuentas
contenidas en el mismo.
La elaboración de este catálogo puede ser de forma numérica, numérica decimal, alfabética,
numérica alfabética o alfanumérica; todo esto dependerá siempre de las necesidades de la
negociación o empresa, y esto indica que a las cuentas que se manejen, se le asignara un
número en forma ordenada para su fácil manejo y control.

2. ORGANIZACIÓN DE EL CATÁLOGO DE CUENTAS

Lo más conveniente es ir agrupando las cuentas en el orden en que habrán de aparecer en los
estados financieros, numerándolas dentro de un sistema decimal. Esto conviene con el fin de
poder designarlas ya por su nombre, ya por su número, lo cual en muchos casos es más práctico.

2.1. Clasificación de las cuentas


La mayoría de los elementos de nuestro medio ambiente, como podrían ser una construcción,
una bicicleta, un mamífero, un centro de estudios, un automóvil, etcétera, pueden clasificarse
de diversas maneras en función de los puntos de vista que se tomen. Las cuentas como
elementos de control no son una excepción; por lo tanto también son materia de clasificación.

Tomándose en consideración los conocimientos asimilados, pueden integrarse en dos grupos:

a. a. Cuentas según el Estado Financiero en el cual reflejan su información.


b. b. Cuentas de acuerdo con la naturaleza de su saldo.
Tomando como punto de vista el estado financiero en el cual se presenten, las cuentas se
subclasifican en:
• Cuentas de Balance
• Cuentas de Resultados
Las primeras son todas aquellas cuentas que se presentan en cualquier Balance General, como
es el caso de: bancos, almacén, edificio, proveedores, impuestos por pagar, capital, etcétera. Las
segundas son las que integran el Estado de Resultados. Ejemplo: ventas, otros productos, costo
de ventas, gastos de operación, etcétera.
En función de la naturaleza del saldo de las cuentas, se subclasifican de la siguiente manera:
• Cuentas de Saldo Deudor
• Cuentas de Saldo Acreedor
Las primeras son precisamente aquellas cuyo saldo es deudor, independientemente del estado
financiero en que se encuentren contenidas, por ejemplo: bancos, almacén, edificio, costo de
ventas, gasto de operación, etcétera.

Cuando el movimiento acreedor es superior al deudor, se produce un saldo acreedor; de esta


manera, se estará frente a una cuenta clasificada dentro de las de saldo acreedor, sin tomarse
tampoco en consideración el estado financiero del cual forme parte; ejemplo: proveedores,
impuestos por pagar, capital, ventas, otros productos, etcétera.

Por lo tanto, al hablar de bancos, estaremos tratando el caso de una cuenta de Balance de saldo
deudor. Al referirse a ventas, se entiende como ejemplo de cuenta de resultados de saldo
acreedor, y así sucesivamente será la situación de todas las cuentas, con base en el estado
financiero del cual formen parte, y en su saldo.

¿Cómo se clasifican las cuentas contables de acuerdo al papel que desempeñan en la


contabilidad? Explíquelas y de 2 ejemplos.

Clasificación de las cuentas contables:


Las cuentas se pueden clasificar en diversas formas, por ejemplo: atendiendo a su significado
económico-financiero, o por su fin o movimiento funcional, por su naturaleza, etc. En este
trabajo la clasificaremos de acuerdo con el papel que desempeñan en contabilidad. Así
tendremos:

reales o de valores
de valuación
transitorias
de orden
nominales o de resultado
de patrimonio
Cuentas reales o de valores.

Representan bienes, derechos u obligaciones de la empresa, determinando su patrimonio.

Las cuentas de valores activos, representan los bienes de la empresa y como tales figuran en el
activo. Pueden controlar bienes materiales tangibles: Mercancías, Edificios, Terrenos, Caja, etc.
Bienes intangibles: Patentes, Concesiones, etc. Créditos a favor de la empresa: Cuentas por
cobrar, Efectos por Cobrar, etc. Estas cuentas para figurar en el Activo, deben tener saldo
deudor.

Las cuentas de valores pasivos, representan las obligaciones contraidas por la empresa, y como
tales figuran en el pasivo, Ejemplos: Hipotecas por Pagar, Efectos por Pagar, etc. Para figurar en
el pasivo deben tener saldo acreedor.

Cuentas de valuación.

Representan una disminución al saldo de las cuentas de activo a las cuales valúan. Las cuentas
de valuación se utilizan para reflejar el valor de realización de algún activo o para mostrar el
valor según libros o la distribución del costo histórico. Algunas cuentas de valuación o
complementarias de activo son:

Provisión para cuentas incobrables


Depreciación acumulada
Amortización acumulada
Cuentas transitorias.

Estas cuentas las emplearemos para reflejar operaciones que, debido a contratos o situaciones
eventuales, nos impiden efectuar cargos o abonos a las cuentas correspondientes que
reflejarían la operación comercial efectuada. Como su nombre lo indica (transitorias), al cesar el
contrato o la eventualidad que lo motivó, se cancelan, se anulan de nuestra contabilidad.
Algunas son: Mercancías en Transito; Reclamaciones Pendientes; Partidas en suspenso;
Diferencia en Caja, etc.

Cuentas de orden.
Las cuentas de orden son aquellas que controlan operaciones que no alteran la naturaleza de los
bienes, derechos u obligaciones de un ente.

Las cuentas de orden deudoras se muestran al final del activo y las acreedoras al final del pasivo
y patrimonio. Por lo tanto forman parte del Balance General pero no representan activos,
pasivos o patrimonio.

Cuentas nominales o de resultados.

Son aquellas cuentas que registran los incrementos del patrimonio mediante los ingresos, o las
disminuciones por los costos o egresos, ocurridos en un período determinado.

Cuentas de patrimonio.

Estas cuentas muestran las cantidades aportadas por los accionistas y las ganancias o pérdidas
ocurridas por operaciones con el capital social u originadas por las actividades normales del
negocio. Las cuentas que con mayor frecuencia se encuentran dentro del patrimonio, son las
siguientes:

Capital social Superávit Reservas

Activo/Pasivo corriente, no-corriente


Según el Proyecto de nuevo PGC para Pymes el Activo/Pasivo se dividirá en:

- Corriente
- No corriente

El Activo Corriente lo formará:

"Existencias, Deudores, Inversiones a corto plazo y Efectivo


- Los activos que la empresa espera vender, consumir o realizar en el transcurso del ciclo normal
de explotación. Con carácter general, el ciclo normal de explotación no excederá de un año.
A estos efectos se entiende por ciclo normal de explotación, el periodo de tiempo que
transcurre entre la adquisición de los activos que se incorporan al proceso productivo y la
realización de los productos en forma de efectivo o equivalentes al efectivo. Cuando el ciclo
normal de explotación de una empresa no resulte claramente identificable, se asumirá que es
de un año.
− Aquellos activos, diferentes de los citados en el inciso anterior, cuyo vencimiento, enajenación
o realización se espera que se produzca en el corto plazo, es decir, en el plazo máximo de un
año, contado a partir de la fecha de cierre del ejercicio. En consecuencia, los activos financieros
no corrientes se reclasificarán en corrientes en la parte que corresponda.

− Los activos financieros clasificados como mantenidos para negociar.


− El efectivo y otros activos líquidos equivalentes.

Los demás elementos del activo se clasificarán como no corrientes."


El Pasivo Corriente lo formarán:
"Provisiones, Deudas a c/p, Acreedores comerciales.
- Las obligaciones que la empresa espera liquidar en el transcurso del ciclo normal de
explotación señalado en la letra anterior.

− Las obligaciones cuyo vencimiento o extinción se espera que se produzca en el corto plazo, es
decir, en el plazo máximo de un año, contado a partir de la fecha de cierre del ejercicio; en
particular, aquellas obligaciones para las cuales la empresa no disponga de un derecho
incondicional a diferir su pago en dicho plazo.
En consecuencia, los pasivos no corrientes se reclasificarán en corrientes en la parte que
corresponda.
− Los pasivos financieros clasificados como mantenidos para negociar.
Los demás elementos del pasivo se clasificarán como no corrientes."

También podría gustarte