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Entonces omos, Y Peninna tena hijos, mas Anna no los tena (v. 2b). Sabemos lo suficiente de la vida de aquel entonces para
saber que la gente necesitaba descendientes para transmitir el nombre familiar y cuidar de los ancianos y que las mujeres se
valoraban, en gran parte, por su habilidad de tener hijos. Anna se encuentra en una situacin maldita. Su infertilidad le da a
Elcana razn para divorciarse de ella, pero l es un buen hombre y la ama. Es probable que se haya casado con Peninna para
tener los hijos que Anna no poda darle.
La presencia de otra mujer en la casa tena que ser difcil para Anna. Ver los frutos de Peninna y tener que estar con sus hijos da
tras da aumentara su miseria. La situacin nos hace pensar de la tensin que haba entre Sara y Agar (Gnesis 16:4-5) y entre
Rachl y Lea (Gnesis 30:1-24).
Elcana suba todos los aos de su ciudad, adorar y sacrificar Jehov de los ejrcitos en Silo, donde estaban dos hijos de Eli,
Ophni y Phinees, sacerdotes de Jehov (v. 3).