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De igual manera el fuego ha sido utilizado por largo tiempo como un signo de
la presencia de Dios. De esta forma tenemos que desde el Antiguo testamento
se nos presenta como una epifana de Dios por ejemplo: en la zarza ardiente en
el monte Sina frente a Moiss (Ex 3,2), ste reconoce que en ese fenmeno
est la presencia de Dios. La columna de fuego en el desierto (Ex 13,21), las
vctimas de animales que eran ofrecidas a Dios y consumidas por el fuego
(Lv1,7), as como las lmparas del tabernculo que se encendan (Lv 6,5-6);
todo ello era un signo de la presencia de Dios.
Se vuelve a encender el cirio pascual cada vez que se realiza el sacramento del
bautismo o de la confirmacin, de esta forma se nos transmite la luz de Cristo.
Cada uno de nosotros hemos recibido la Luz de Cristo, que ilumina las tinieblas;
cada uno de nosotros somos una pequea chispa que se ha encendido, una
flama de cerillo que arde cada vez ms conforme vamos escuchando la Palabra
de Dios.
Somos una pequea luz que tiene que alimentarse, una vela que prende y se
consume la cera, esta cera tiene que alimentar la flama sino se apagara.
Con la infusin del Espritu Santo podemos incendiar todo cuanto est a
nuestro paso, no somos solamente una flama pequea que con cualquier aire
se apagara, sino que debemos ser como antorchas en la oscuridad, como un
volcn que al hacer erupcin quema todo a su paso dejando solo el humus que
servir de abono para que vuelva a crecer nueva vida, nuevas vocaciones que
a su paso vuelvan a encender y as se cumplir lo que dijo el Seor sobre el
fuego que ardera en la tierra.
Lstima que nuestro ser de cristianos est lejos de incendiar tan siquiera a
nuestra familia, nuestros hermanos. Por el pecado, que hay en nosotros y
nuestra cobarda para pedirle perdn a Dios a travs de la confesin, nuestra
flama est llena de podredumbre, de cochambre; nos hemos mantenido
opacados, aislados, sino hablamos de Dios es mejor, no nos metemos en
problemas y as la flama que se encendi el da de nuestro bautismo y que
deberamos renovarla cada vez que comulgamos se ha opacado volvamos al
Seor, pidmosle esa luz irradie en nuestros corazones para poder comunicarla
a los dems.