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FEBRERO

ESTUDIO IV
El fuego

Hay una figura utilizada en la Biblia que caracteriza la vida cristiana en su


plenitud. Vida de poder, alegría, contagiosa, entusiasta. Es la idea del fuego

El fuego representa la búsqueda intensa de Dios y la entrega personal

Es la llama sagrada que representa la pasión desbordante que nos impulsa a


entregarlo todo por Dios. Es el fuego del primer amor que a veces hasta se
expresa en locura, extravagancia, riesgo, alegría, entrega sin medir.
Es el fuego que rompe con la mediocridad, el desaliento, la insatisfacción, el
miedo, la apatía y el conformismo.

El apóstol Pablo le pide a Timoteo que avive ese fuego “Por eso te
recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te
impuse las manos…” (2 Timoteo 1:6)

Wesley Duewel dice sobre la vida de fuego que debe caracterizar al cristiano:

“El liderazgo cristiano exige el óptimo espiritual de parte de nosotros y mucho


más. Su toque sobrenatural que da poder debe agregarse a nuestro optimo.
Debemos ofrecer lo mejor de nosotros mismos y luego esperar que Dios
añada su fuego sagrado. Nuestro optimo nunca basta. Constantemente
necesitamos ese toque extra de Dios. Necesitamos su fuego”

“Si tu como líder careces de corazón ardiente pocos de los que tu lideras van
a ser conocidos por sus corazones ardientes y ejercerán poca y escasa
influencia en el mundo que los rodea. Nuestras comunidades se impresionan
poco con nuestros programas y múltiples actividades. Se necesita mucho
más que una iglesia atareada, amistosa o evangélica para impactar en una
comunidad por Cristo. Debe esta ser una iglesia ardiendo al rojo vivo, dirigida
por líderes que también arden al rojo vivo por Dios”

3 principios fundamentales acerca del fuego

• El fuego debe mantenerse encendido, para lo cual requiere leña cada día.
• No producimos nosotros el fuego, pero mantenerlo encendido es nuestra
responsabilidad como sacerdotes
• El fuego esta siempre relacionado al sacrificio, que no significa muerte sino
entrega de vida

Mantener el fuego encendido


La dinámica del día a día

Esta dinámica espiritual del día a día recorre toda la Biblia. Por ejemplo,
cuando leemos la historia del peregrinaje por el desierto de pueblo de Israel
vemos que el maná no servía para el día siguiente, no podían guardarlo, sino
que debían buscarlo cada día
En levítico 6 se dice que el holocausto no podía quedar para el otro día
Cuando “cayó el fuego” del Espíritu Santo en pentecostés, la Biblia nos dice
que “cada día el Señor añadía a la iglesia quienes habían de ser salvos”

Vivir una espiritualidad anclada a ciclos cada 7 días es muy pobre. Debemos
entrar en la dinámica del día a día
No podemos vivir nuestro cristianismo diciendo “vamos el domingo a la
iglesia a cargar las pilas para la semana” es mejor decir “vamos el domingo a
la iglesia a celebrar las victorias con Cristo obtenidas en la semana” y por
supuesto, se recargan las pilas siempre.
Debemos entender que el altar es nuestro corazón y en este altar siempre
debe haber fuego, fuego para el sacrificio de holocausto

Nuestra responsabilidad

¿Como mantener el fuego encendido cada día?


Esa es nuestra responsabilidad como sacerdotes. No producimos le fuego,
viene del cielo, pero debemos mantener la llama encendida. Lo hacemos a
través de diferentes dinámicas, hábitos y compromisos que dan forma a
nuestra espiritualidad.

Una espiritualidad que no se encarna y se muestra en acciones concretas es


una espiritualidad light que se vacía de significado y carece de poder para
transformar la vida.
Las formas concretas en que nosotros acercamos leña al altar para mantener
el fuego encendida son a través de lo que llamamos ejercicios o disciplinas
espirituales. algunas de ellas son

La comunión. Nuestra vida espiritual tiene espacios privados, sin dudas, pero
no puede prescindir de los espacios comunitarios. Congregarse es un hábito
que mantiene encendido el fuego. Participar de una barca también.

La adoración. Tanto pública como privada estimula la fe y mantiene el fuego


ardiendo

La oración. En todos sus formatos, intersección, gratitud, suplica, etc.

La Palabra de Dios. La Biblia es el registro escrito de las acciones de Dios en


la historia, nos revela sus pensamientos, sus principios vitales. Interactuar
constantemente con la Palabra Viva y Eficaz es clave para mantenerte
encendido. Estudia, lee, proclama, escribe y has todas las accionas posibles
vinculadas a la Biblia

Podríamos mencionar muchas más como el ayuno, el retiro espiritual, la


contemplación, el servicio, la predicación, etc. todas estas cosas representan
leña que mantiene el fuego encendido el al altar de tu corazón

El fuego es para el sacrificio y responde al sacrificio

El evangelista Reinhard Boonke, en su libro “evangelismo por fuego” dice


que el fuego de Dios no es para quienes esperan ahorrarse trabajo en la
predicación, es para quienes se toman el arduo trabajo de predicar el
evangelio.

¡El sacrificio atrae el fuego del cielo! Cuando Elías desafió a los profetas de
Baal, pidió que viniera fuego del cielo, ese fuego descendió cuando el altar
estuvo restaurado y el sacrificio estaba listo sobre el altar (1 Reyes 18)

Las ofrendas en el libro de levítico tenían que ver al menos con tres cosas:
La consagración total, representada en la ofrenda del holocausto u “ofrenda
del todo quemada”
Las ofrendas de paz. La palabra hebrea traducida "ofrenda de paz" proviene
de una raíz que significa "maquillar, suplir lo que falta, pagar una
recompensa". Denota un estado en el que se han resuelto malentendidos y
se han corregido los errores. Eran ofrendas de sabor dulce, como las
ofrendas de comida quemada. Eran una expresión por parte del oferente de
su paz con Dios y de su agradecimiento a Él por sus muchas bendiciones.
Las ofrendas de gratitud, en reconocimiento a la bondad de Dios, sus
constante provisión y cuidado.

Sin entrar en los detalles de cada ofrenda, podemos decir que estos tres
aspectos, la entrega, la paz y la gratitud deben estar representados en
nuestra vida de devoción a Dios.

Tus dádivas siempre te representan. Todo lo que decís, entregas y haces


habla de vos. Tus ofrendas te representan, por eso Dios dice que no se
puede entregar una ofrenda que no represente genuinamente lo que hay en
el corazón (Malaquías 1:6-8; Mateo 15:8-9)

El fuego es funcional al sacrificio.


En este sentido representa lo que nos consume por completo para Dios.
Pero también el fuego representa la presencia de Dios. Para el hebreo el
fuego del altar era conocido como “la sagrada llama azul de la shekiná” la
shekiná es una palabra que no aparece literalmente en la Biblia, pero los
hebreos la usaban para hablar de la manifestación de la presencia de Dios
entre ellos, de su cercanía.

Los hebreos consideraban que la llama que ardía e el altar y no debía


apagarse nunca había sido encendida por Dios mismo en un principio. Esa
llama se extinguió cuando el templo de Salomón fue destruido, pero fue
restaurada en pentecostés con la venida del Espíritu Santo.

En mateo 3:11 Juan el bautista dice:


“Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con agua para arrepentimiento, pero
Aquel que viene detráss de mí es más poderoso que yo, a quien no soy
digno de quitar las sandalias; Él los bautizará con el Espíritu Santo y con
fuego.”

Jesús es quien nos bautiza con el Espíritu Santo y con Fuego. Cuando Jesús
ascendió al cielo les ordeno esperar el fuego de Dios, la promesa del padre y
esto sucedió en pentecostés, entonces “llamas como de fuego aparecieron
sobre sus cabezas” y todos fueron llenos del Espíritu Santo”

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.


De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y
llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces
unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno
de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en
diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. (Hechos 2:1-
4)
Pero este bautismo en fuego que vino del cielo debió ser preparado por
Jesús. Él debía enfrentar la cruz (sacrificio) antes de que descendiera el
fuego. Jesús mismo dijo:

“Yo he venido para echar fuego sobre la tierra; y ¡cómo quisiera que ya
estuviera encendido! Pero de un bautismo tengo que ser bautizado, y ¡cómo
me angustio hasta que se cumpla!” (Lucas 12:49-50)

Jesús está hablando del bautismo de la cruz. De su supremo sacrificio que


habilita que el fuego del Espíritu venga a nuestros corazones y así podamos
vivir encendidos por la misma pasión que trajo a Cristo del cielo a la tierra

Nuestra vida debe estar dinamizada por la presencia del Espíritu Santo cada
día y para eso debemos vivir consagrados a Él como un sacrificio vivo y
debemos alimentar el fuego cada día a través de las disciplinas espirituales.

PREGUNTAS DE REFLEXION
CUARTO ESTUDIO

¿Qué significa el concepto del fuego?

¿Cómo se vincula el fuego con el sacrificio o entrega personal?

¿Qué haces para mantener el fuego encendido cada día?

¿Necesitas avivar el fuego en este tiempo?

• Aprovecha la barca para orar unos por otros y establecer una dinámica que
les permita mantener el fuego encendido.

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