Segundo Domingo de Adviento

Hoy se enciende una llama

En la Corona de Adviento
Que arda nuestra esperanza
En el corazn despierto
Y al calor de la Madre
Caminemos este tiempo.

Animador: Hermanos: al introducirnos ms de lleno

en el tiempo de Adviento, la palabra de Dios nos
urge a una reflexin ms profunda.

Hoy se nos llama a cambiar de vestidura, a cambiar

nuestro esquema de vida, para que la salvacin de
Dios sea una realidad. Jess se ha encarnado en la
historia de una vez y para siempre. Vivir la fe
cristiana, es vivir esa perpetua encarnacin de
salvacin.

INVOCACION:
Animador: Nuestro auxilio en nombre del Seor
Todos: Que hizo el cielo y la tierra
(Nos persignamos)
Animador: Reconozcamos ante Dios que somos
pecadores
Todos: Yo confieso ante Dios todo poderoso
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14
Nosotros esperamos segn la promesa de Dios
cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que
reinar la justicia. Por eso, queridos hermanos,
durante esta espera, esfurcense para que Dios los
halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz. Palabra
de Dios. Palabra del Seor

OREMOS:
Despierta tu poder, Seor, y ven a salvarnos, para
que al escuchar tu palabra, aceptemos la liberacin
que T nos ofreces y estemos preparados para
recibirte cuando venga en Navidad y al final. Te lo
pedimos a Ti que por ser Dios, vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amen.
Hermanos
Al celebrar este segundo domingo de adviento,
preguntemos en qu medida, Cristo llega a nosotros
en una vida autntica. (SILENCIO)
Porque como Iglesia, no siempre somos signos
de esperanza Todos: Seor, ten piedad

Porque a menudo flaqueamos en el

seguimiento de Cristo. Todos: Seor ten
piedad

Porque la rutina y el tedio que domina a tantos

hogares. Todos: Seor ten piedad

Por la superficialidad, con que a veces vivimos

nuestra fe Todos: Seor ten piedad

ANIMADOR:
Escucha Seor, la voz de quienes te buscamos y
queremos convertirnos a ti. Por Jesucristo Nuestro
Seor. AMEN.
Oracin:
(Todos mientras el animador encienda la segunda
vela que es la verde)

Los profetas mantenan encendida la esperanza de

Israel. Nosotros como un smbolo, encendemos
estas dos velas. El viejo tronco est rebrotando,
florece el desierto. La humanidad entera se
estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra
carne. Que cada uno de nosotros, Seor te abra su
vida para que brotes, para que florezcas, para que
nazcas y mantengas en nuestro corazn encendida
la esperanza.
Ven pronto Seor, Ven Salvador!