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Vocacion Del Sacristan
Vocacion Del Sacristan
Es ante todo un creyente, que ejerce su propia fe cristiana como homenaje a Dios. Presta
ese servicio a la comunidad, no porque haya sido casualidad del destino, sino porque
Dios lo llam y l respondi a las exigencias de su bautismo y confirmacin. Con Jess
debe decir Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre y llevar a cabo su obra
(Juan 4,34).
Porque cree que celebra algo importante, acta con dignidad y respeto, sabiendo que en
sus actividades realiza un acto de culto personal a Dios que se nos comunica y salva en
Jesucristo. Amo, Seor, la belleza de tu casa, el lugar donde reside tu gloria (Sal
26,8).
b) El Sacristn es un signo
de Cristo Servidor.
Es signo de Cristo, que no vino a ser servido sino a servir (Marcos 10,45), y de la
Iglesia que es servidora. Es un laico consciente y responsable, surgido de la comunidad
que trata de vivir el Evangelio y de hacer de la capilla un centro activo para difundirlo.
Al estar metido tambin en la vida comn de la gente, especialmente el casado, hace
superar la separacin entre fe y vida, lo espiritual y lo temporal, el evangelio y los
problemas.
No solamente celebra su fe, sino tambin ayuda a otros a celebrar lo mejor posible,
disponiendo todo. La disposicin misma de las cosas y de los espacio llega a ser un
signo sacramental de lo que celebra y de la comunidad.
El testimonio de la palabra y de vida es muy importante para todo cristiano; pero sobre
todo para un encargado de Sacrista. Ya que tiene la misin de preparar y disponer todo
lo necesario para que Dios salve a su pueblo en la accin litrgica y el pueblo le rinda
honor en el sacrificio de alabanza que merece. Debera de pertenecer al equipo de
Liturgia, para mayor coordinacin.
El perfecto cumplimiento del deber santifica al hombre. Hay tres direcciones: a) Hacia
Dios, porque hemos sido creados para alabanza de su gloria. b) Hacia el prjimo, dando
amor, comprensin, ayuda desinteresada, como hijos de Dios: Quien ama a Dios ame
tambin a su hermano (1 Juan 4,21). c) Hacia s mismo, por el aliento de vida que
hay en nosotros y nos hace tender a Dios y a realizar su plan.
Pueden realizarse mejor estas actividades si no es una sola persona, sino un equipo.