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PAUL DESMOND ENTREVISTA A CHARLIE PARKER

PAUL DESMOND: […] esa música porque hay muchos músicos buenos
tocando en ese disco, pero el estilo del saxo alto es tan diferente
del resto del disco y de lo que le precedió. ¿Te dabas cuenta en
esa época del efecto que ibas a tener sobre el jazz, de que ibas a
cambiar toda la escena en los siguientes 10 años?

CHARLIE PARKER: Bueno, por así decirlo: no, no tenía ni idea de que
fuera tan diferente.

JOHN McLELLAN: Me gustaría meter una pregunta si no os importa.


Quisiera saber a qué se debió este cambio tan brusco. Después de
todo, hasta ese momento la forma de tocar el alto era la de Johnny
Hodges y Benny Carter, y éste parece ser un concepto totalmente
distinto, no sólo con respecto a la forma de tocar el instrumento,
sino para la música en general.

PAUL DESMOND: Sí, para cualquier instrumento.

CHARLIE PARKER: Bueno, para eso no creo que haya respuesta. Es


simplemente una forma [comentarios inaudibles] de hablar, John.
Eso es lo que decía cuando empecé a hablar, ésa fue mi primera
idea, la vía que creía que debía seguir, aún hoy lo creo. Me expli-
co, por supuesto que caben muchas mejoras. Lo más probable es que
dentro de 25 años, quizás 50, aparezca algún joven que coja este
estilo y realmente haga algo con él. Pero… lo que quiero decir es
que, desde la primera vez que oí música, siempre he pensado que ha
de ser limpia, muy precisa, tan limpia como sea posible, vamos. Y
más o menos para el público, sabes, algo que pueda comprender. Algo
que sea hermoso. Hay un montón de historias que se pueden contar
con el lenguaje musical. No diría lenguaje, pero es tan difícil
describir la música de otra forma que no sea la más fundamental, ya
sabes, básicamente melodía, armonía y ritmo. Pero, lo que quiero
decir es que se puede hacer mucho más que eso con la música. Puede
ser muy descriptiva de miles de formas, para toda clase personas.
¿No estás de acuerdo, Paul?

PAUL DESMOND: Sí, y tú siempre cuentas una historia cuando tocas.


Es una de las cosas más impresionantes de todo lo que he escuchado
de ti.

CHARLIE PARKER: Ése es más o menos el objetivo, así es como creo


que debería ser.

PAUL DESMOND: Otro de los principales factores en tu forma de tocar


es tu formidable técnica, que nadie ha conseguido igualar. Siempre
me ha llamado la atención eso, también… Si hay…, si se debe a rea-
lizar horas de práctica o si se debe simplemente a tocar; si ha
evolucionado de forma gradual.

CHARLIE PARKER: Bien, me lo pones difícil, porque no veo qué tiene


de formidable. He dedicado muchas horas al saxo, eso es cierto. De
hecho, los vecinos amenazaron a mi madre con exigirle que nos mudá-
ramos cuando vivía allí en el Oeste [en Kansas City]. Ella me dijo
que les estaba volviendo locos con el saxo. Solía tocar al menos
11... de 11 a 15 horas al día.

PAUL DESMOND: Sí, a eso me refería.

CHARLIE PARKER: Sí, eso es cierto. Lo hice durante un período de


tres o cuatro años.

PAUL DESMOND: Bueno, supongo que ésa es la respuesta.

CHARLIE PARKER: Ésos son los hechos, en cualquier caso [risas].


PAUL DESMOND: Hace un par de meses escuché un disco tuyo que, por
alguna razón, me había perdido hasta ahora, y oí una breve cita de
dos compases del libro de Klosé que me sonó como un eco familiar…
[Desmond tararea la cita]

CHARLIE PARKER: Sí, sí. Todo eso lo hice con libros, ¿sabes? Natu-
ralmente no se hizo con espejos, esta vez fue con libros.

PAUL DESMOND: Bien, reconforta oírte decir eso, porque yo pensaba


que de alguna forma habías nacido con esa técnica y que nunca
tuviste que preocuparte mucho por ello, por mantenerla.

JOHN McLELLAN: ¿Sabéis?, me alegro de que salga este tema, porque


creo que hay muchos músicos jóvenes que tienden a pensar que…

PAUL DESMOND: Sí, lo hacen. Acaban de salir…

JOHN McLELLAN: …no es necesario pasar por esto…

PAUL DESMOND: … y tocan en sesiones y viven la vida, pero no le


dedican 11 horas al día con ninguno de los métodos.

CHARLIE PARKER: Oh, desde luego que el estudio es totalmente nece-


sario, en todas sus formas. Es como si cualquier talento innato en
alguien... es como un par de zapatos cuando se les da lustre,
¿sabes? Como si la enseñanza sacara a relucir el lustre de cual-
quier talento que pueda haber en el mundo. Einstein fue a la
escuela, pero a todas luces era un genio, ya sabes, por sí mismo.
La enseñanza es una de las cosas más maravillosas jamás inventadas.

JOHN McLELLAN: Me alegra oír eso.

CHARLIE PARKER: Es absolutamente cierto.

PAUL DESMOND: Pues sí.

CHARLIE PARKER: ¿Y bien?

JOHN McLELLAN: ¿Qué otro disco ponemos?

CHARLIE PARKER: ¿Cuál sacamos ahora?

JOHN McLELLAN: Quiero saltarme un poco el orden. Hemos... Charlie


ha escogido “Night and Day”, uno de sus discos. ¿Es con una big
band o con cuerdas?

CHARLIE PARKER: No, éste es con la banda en vivo. Creo que son 19
músicos.

JOHN McLELLAN: ¿Por qué no lo escuchamos y lo comentamos?

[Interludio musical]

JOHN McLELLAN: “Night and Day”, Charlie Parker con una big band.

PAUL DESMOND: Charlie, esto nos lleva de alguna forma al momento en


que tú y Diz empezásteis a aunar esfuerzos. ¿Cuándo conociste a
Dizzy Gillespie?

CHARLIE PARKER: La primera vez que, digamos nos conocimos oficial-


mente, fue sobre el escenario del Savoy Ballroom en 1939, la prime-
ra vez que la banda de McShann vino a Nueva York [2]. Yo había
estado antes en Nueva York pero regresé al Oeste, reingresé en la
orquesta y volví a Nueva York con ellos. Dizzy vino a vernos una
noche, creo que fue cuando él trabajaba con la banda de Cab
Calloway, y tocó con nosotros. Me quedé fascinado con este tipo, y
nos hicimos muy amigos, aún lo somos. Pero ésa fue la primera vez
que tuve el placer de saludar a Dizzy Gillespie.
PAUL DESMOND: ¿En aquella época, antes de conocerte, tocaba igual
que ahora?

CHARLIE PARKER: No recuerdo con exactitud cómo tocaba entonces,


sólo sé que tocaba, lo que en la jerga de la calle llamaríamos un
beaucoup de trompeta, ya sabes.

PAUL DESMOND: ¿“Bocú” de trompeta?

CHARLIE PARKER: Sí.

PAUL DESMOND: Ah, vale.

CHARLIE PARKER: Ya sabes, como si fuera a todas partes con el ins-


trumento a cuestas.

PAUL DESMOND: Ya.

CHARLIE PARKER: Y solíamos ir por ahí, a varios sitios, a tocar


juntos en jam sessions. Lo pasamos bien en aquella época y, poco
después, de que la banda de [Jay] McShann regresara al Oeste –yo me
marché con ellos– volví de nuevo aNueva York y me reencontré con
Dizzy, en la vieja banda de [Earl] Hines en 1941, en la que entra-
mos a formar parte juntos. Yo estaba en Nueva York y me... nos
quedamos en la banda cerca de un año. Éramos Earl Hines [piano] y
Dizzy Gillespie, Sarah Vaughan [segundo piano y voz], Billy Ecksti-
ne [voz], Gail Brockman [trompeta], Thomas Crump [saxo alto]. Ah,
y también Shadow Wilson [batería]... Unos cuantos nombres que reco-
nocerías en la escena actual estaban en esa banda.

PAUL DESMOND: Menuda colección.

CHARLIE PARKER: Esa banda se disolvió en el 41. En el 42, Dizzy


estaba en Nueva York. Formó su combo en el Three Deuces, en Nueva
York, y yo entré en el grupo. Entonces fue cuando salieron los
discos que vas a poner ahora. Ésos los grabamos en Nueva York en
el 42.

PAUL DESMOND: Ya, supongo que la primera vez que oí ese grupo fue
cuando viniste al Billy Berg’s [en Hollywood, California].

CHARLIE PARKER: Oh, sí, pero eso fue en el 45, eso fue más tarde...
Ya llegaremos a ese punto.

PAUL DESMOND: Sólo estoy indicando hasta qué punto yo estaba retra-
sado respecto a todo esto.

CHARLIE PARKER: No digas eso, la modestia no te llevará a ninguna


parte.

PAUL DESMOND: De buen rollo [risas].

JOHN McLELLAN: ¿Ponemos esto del 42, entonces?

PAUL DESMOND: Sí.

JOHN McLELLAN: Vale, esto es “Groovin’ High” con Dizzy y Charlie.

[Interludio musical]

JOHN McLELLAN: “Groovin’ High”, 1942, con Charlie Parker, Dizzy


Gillespie y compañía.

CHARLIE PARKER: Efectivamente.


JOHN McLELLAN: Supongo que eran Slam Stewart [bajo] y Remo Palmieri
[guitarra], y no sé quién está al piano.

CHARLIE PARKER: Sí, creo que era Clyde Hart.

JOHN McLELLAN: Probablemente. Sí, creo que sí.

CHARLIE PARKER: Y Big Sid Catlett [batería]… ya murió.

PAUL DESMOND: Decías que en el 42 había un buen ambiente en Nueva


York.

CHARLIE PARKER: Sí que lo había. Podría decirse que eran los buenos
tiempos, ¿sabes, Paul?

PAUL DESMOND: Sí, claro.

CHARLIE PARKER: Juventud, divino tesoro.

PAUL DESMOND: Dímelo a mí.

CHARLIE PARKER: Bueno, gráficamente, como iba diciendo, divino


tesoro, sin un duro en el bolsillo.

PAUL DESMOND: Les habla el abuelo Parker.

CHARLIE PARKER: Teníamos que tocar, no nos quedaba otra, ya sabes,


y lo pasábamos muy bien intentando tocar. Hice un montón de jam
sessions, muchas madrugadas, mucha buena comida, vida sana, ya
sabes, pero por lo general, mucha pobreza.

PAUL DESMOND: Eso siempre está bien... Nada de preocupaciones.

CHARLIE PARKER: Tiene su momento en la vida, desde luego.

PAUL DESMOND: ¿Te habría gustado que ese tipo de situación se


hubiera mantenido indefinidamente?

CHARLIE PARKER: Bueno, me gustara o no, se mantuvo, Paul. En cierto


modo me alegro de que se terminara... E insisto en lo de "en cierto
modo".

PAUL DESMOND: Entiendo.

CHARLIE PARKER: Sí, es algo que disfrutaba un poco, en realidad


mucho más, tener el placer de trabajar con los músicos que he cono-
cido. Y también he conocido a gente más joven, gente que va salien-
do. Disfruto trabajando con ellos cuando tengo la ocasión. Si se me
permite decirlo, eso te incluye a ti, Paul.

PAUL DESMOND: ¡Oh, gracias!

CHARLIE PARKER: Lo he pasado muy bien trabajando contigo, ha sido


un placer único, David... Dave Brubeck… David Brubeck. Desde aquel
entonces han ido saliendo montones de gente. Te hace sentir que
todo lo que has hecho no ha sido en balde, ¿sabes?, que realmente
has tratado de demostrar algo y...

PAUL DESMOND: ...Hombre, tú sí lo has demostrado. Creo que has


hecho más que nadie en los últimos 10 años a la hora de dejar una
huella decisiva en la historia del jazz.

CHARLIE PARKER: Bueno, aún no, Paul, pero ésa es mi intención, aún
no he terminado del todo. No he... no me considero demasiado viejo
para aprender.
PAUL DESMOND: No, yo conozco mucha gente que ahora mismo te observa
con el mayor interés para ver con qué vas a salir en los próximos
años, yo me cuento entre los que están en primera fila. Bien,
¿cuáles son tus planes?

CHARLIE PARKER: Hablando en serio, voy a intentar marcharme a


Europa a estudiar. Tuve el placer de conocer a un tal Edgar Varèse
en Nueva York. Es un compositor clásico europeo. Es francés, un
señor muy agradable, y quiere enseñarme. De hecho, quiere componer
para mí porque cree que a mí... más o menos en plan serio, sabes, y
si me acepta... quiero decir, después de terminar con él, yo podría
tener la ocasión de acudir a la Academia de Musicalle en el propio
París y estudiar. Mi principal interés es aprender a tocar música,
ya sabes.

PAUL DESMOND: ¿Estudiarías interpretación o composición?

CHARLIE PARKER: Ambas cosas. No quiero dejar de tocar mi instrumen-


to nunca.

PAUL DESMOND: No deberías, sería una catástrofe.

CHARLIE PARKER: No quiero permitir que ocurra, no daría resultado.

PAUL DESMOND: Bueno, nos estamos adelantando a la secuencia de


discos, pero ha sido muy interesante. ¿Algo que decir sobre Miles
Davis?

CHARLIE PARKER: Sí, bien, yo... te diré como conocí a Miles. En


1944, Billy Eckstine formó su propia banda. Dizzy estaba en esa
orquesta, también Lucky Thompson [saxo tenor]. Estaban Art Blakey
[batería], Tommy Potter [bajo], un montón de gente más y, por
último y en último lugar, un servidor.

PAUL DESMOND: La modestia no te llevará a ninguna parte, Charlie.

CHARLIE PARKER: [Risas]Tuve el placer de conocer a Miles en San


Luis, cuando era un chaval y todavía iba a la escuela. Más tarde
vino a Nueva York. Terminó sus estudios en Julliard, Miles. Se
graduó en Julliard y, por aquel entonces, yo estaba empezando a
formar mi grupo, ya sabes, cinco miembros, sin personal fijo. Así
que formé un grupo y me lo llevé al Three Deuces unas siete u ocho
semanas. Y y en aquel momento –después de que se disolviera la
banda de Eckstine– Dizzy estaba a punto de formar su propia banda.
Pasaban tantas cosas al mismo tiempo que es difícil describirlo,
porque pasó todo en cosa de meses. En cualquier caso, me marché a
California en 1945 tras disolver mi grupo, el primer grupo que
tuve, y no regresé a Nueva York hasta el 47, a principios del 47. Y
fue entonces cuando decidí tener mi propia banda de forma permanen-
te, y Miles estaba en mi banda original. Tenía a Miles. Tenía a
Max [Roach, batería], tenía a Tommy Potter [bajo] y a Al Haig
[piano] en mi banda. Luego tuve otro grupo con Stan Levey
[batería], tenía a Curley Russell [bajo], a Miles y a George
Wallington [piano]. Pero, creo que por ahí tienes un disco, uno de
los que hice con Max y Miles, creo, más un servidor, Tommy y Duke
Jordan [piano]. Creo que es “Perhaps”. ¿No es ése? Bien, éste
salió en, digamos, en el 47... 46 o 47. Estos temas se grabaron en
Nueva York, en los estudios WNEW, en el 1440 de Broadway, y fueron
el principio de mi carrera como líder. [3]

JOHN McLELLAN: Vale, escuchemos “Perhaps”.


[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: De esta manera, dado que nos hemos quedado sin
tiempo y aún hay mucho por comentar, continuaremos con esta entre-
vista grabada con Charlie Parker a cargo de Paul Desmond el próximo
sábado a las 7. Me gustaría recordarles que aprovechen la ocasión,
esta noche o mañana, para escuchar a Charlie Parker con su grupo en
el Hi Hat y a Paul Desmond con el cuarteto de Dave Brubeck en el
Storyville. John McLellan se despide de ustedes con el deseo de que
reencontrarles el próximo sábado a las 7 para escuchar la segunda
parte de la historia de Charlie Parker y más música...

N. del T.:

[2] A partir de este momento y hasta que menciona sus primeras


actuaciones en California (diciembre de 1945), las fechas son erró-
neas. Parker viajó por primera vez a Nueva York en 1939, pero solo.
Con la orquesta de Jay McShann no fue hasta principios de 1942. A
principios de 1943 Parker y Gillespie se unieron a la orquesta de
Earl Hines (Parker la dejó en agosto). Dizzy Gillespie formó su
primer combo en la calle 52 en 1943, pero Parker no tocó en este
grupo. La grabación de “Groovin’ High” tuvo lugar el 28 de febrero
de 1945 –no en 1942– con Clyde Hart al piano y Cozy Cole –no Big
Sid Catlett– a la batería. Bird se estrenó en la calle 52 en un
combo dirigido por Ben Webster, pero Dizzy y Bird no actuaron
juntos como grupo estable en la “calle del swing” hasta marzo de
1945. En diciembre de ese año Gillespie se llevó a su grupo, Bird
incluido, a California.

[3] La primera grabación de Charlie Parker como líder fue el 26 de


noviembre de 1945. Sus primeras actuaciones al frente de un grupo
tuvieron lugar en agosto de ese mismo año (a las que Parker se
refiere cuando empieza a hablar sobre Miles Davis). “Perhaps” se
grabó el 24 de septiembre de 1948, más de un año después de su
regreso a Nueva York.

© Fernando Ortiz de Urbina, 2006 (para la traducción al castellano)

Bibliografía recomendada:

- RAMSEY, D.:Take Five: The Public and Private Lives of Paul Des-
mond (Parkside, Seattle 2005).

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