Yra Reybel - Moonlight Shadow (Los Siete Ciclos)

Moonlight Shadow Sombras de Luz de Luna
1
Moonlight Shadow
Sombras de Luz de Luna
Los Siete Ciclos
Por: Yra Reybel
CATEGORIA:
LITERATURA INFANTIL
2
Desde Siempre, Justo cuando el sol despunta

Y la tierra se sumerge en la oscuridad, dándole paso a la noche, los hombres pueden
sentir más fuerte el poder que se oculta más allá de lo que sus ojos pueden ver.
Cada noche que dura la fase de Luna Llena,

Un milagro se abre paso para dejarnos ver en la oscuridad, un mundo Mágico
reflejado en un rayo de Luz Plateada.
3
Y los Ojos se Abren
Puerto de Plata, un lugar encantador ubicado a orillas del Océano, y protegido por una
noble montaña de 800 mts de altura, elevándose majestuosamente en los cielos mirando
a la ciudad desde lejos, bajo la dirección de los vientos alisios que soplaban sobre ésta
como una promesa, allí vivía Samara, una niña que no tenía ninguna seña en particular,
y definitivamente no tenia ningún don ni talento que la hiciera resaltar sobre los demás,
cuando nació el doctor la nalgueó como a cualquier otro bebe, al crecer tenia el pelo
largo azabache como el de su padre, el rostro iluminado como el de su madre y algún
que otro parecido con la abuela, era solo una niña normal como cualquier otra, pero con
un destino muy diferente.
- ¡No te creo!, ¡No te creo nada! – Exclamó Samara
- Es cierto, no te miento- Aseguró su amiga Mireya, muy
calmada como si realmente creyera lo que decía, se llevó
uno de sus mechones rubios detrás de la oreja,
acercándose más a ella y luego susurró- Dentro de las
4
piñas de pino, como ésta – Dijo tomando una del suelo para ponerla en la mano de
Samara- Hay unas personitas muy pequeñas viviendo, tienen de todo ahí, cosas como:
camas y hasta estufas para cocinar y todo lo que puedas imaginar en una casa.
Era otra de sus teorías inverosímiles sobre el mundo mágico y los seres maravillosos,
Samara, no perdió ni un momento y empezó a quitar una por una las espinillas de la
pequeña piñita, pero no veía nada, a pesar de tener Trece años era algo ingenua y su
amiga, Mireya, se deleitaba haciéndole las historias más absurdas.
- Aquí nos separamos- Dijo cuando llegaron al camino que la llevaría a su casa.
- De acuerdo – Logró responder Samara, aun buscando en la piña, apresurando los pasos
que daba en las particulares aceras de color rojo ladrillo para llegar a su casa.
Todavía entrada la noche en su cama debajo de la sabana, con una linterna, buscaba en
la piñita esas personitas imaginarias. Su mayor motivación era que de alguna manera
pensaba que podían existir seres que tal vez no vemos a simple vista.
Mireya Wissen y Samara Luna, se habían conocido cuando la primera se había mudado
al país desde Alemania con su familia. En ese entonces, una vez que descubrieron su
gran pasatiempo en común se hicieron buenas amigas, le seguían la pista a todo lo que
les prometiese descubrir un misterio, Samara pensaba que lo peor que se puede hacer es
dar al mundo por sentado.
5
Al final decidió que no continuaría con aquello, era absurdo, “Personitas que viven en
una piña de pino”, ella era peor por creer algo así ¡Ja! No caería de nuevo.
La dejó a un lado en la mesita de noche, apagó la linterna y se dispuso a dormir, no
pasaron más de dos segundos antes de que se levantara y tomara la piña nuevamente de
un salto.
-Muy bien, ¡Salgan de ahí!- Le dijo a la piña con determinación y con el seño fruncido-
¿Ah si? ya estoy harta, yo misma los sacaré- La agarró y se la llevó a la boca,
mordisqueándola hasta que la partió en dos, encendió la linterna otra vez para ver lo que
tenia dentro, solo vio unas pequeñas ranuras, no había gente pequeña ni cosas del hogar
como camas o muebles, ni nada parecido, solo unos huecos vacíos uno al lado del otro.
- Lo sabia, ¿Por qué siempre caigo? –se reprendió, envolvió la ahora partida piña en un
pañuelo y luego la guardó en su mochila, se la mostraría a Mireya cuando llegara a la
escuela en la mañana.
Al día siguiente, se preparó temprano para ir a clases, bajó las
escaleras y llegó a la cocina, allí encontró a su madre
Valentina, preparando el desayuno y en la mesa a Neal, su
padre, como siempre sostenían lo que ella llamaba una
discusión amistosa.
- Claro, cobró vida se fue a estirarse un poco ¿Verdad?- le reclamó Valentina a Neal.
6
- No se que quieres decir, ya te dije que no se que pasó con el Gnomo de las cucharas –
Dijo este refiriéndose a la estatua de Gnomo de jardín que su esposa ingeniosamente
había adaptado para poner las cucharas en la cocina, considerando que la ultima persona
en verlo era él su actitud era un poco sospechosa.
- ¡Vaya! Por ese simple incidente, que sólo pasó una vez, ahora me juzgan por todo –
Aquel “Simple Incidente” del que hablaba era más bien una lista de incidentes en los
que el utilizaba cualquier cosa de la cocina que considerara necesaria para su nuevo
proyecto en escala de alguna máquina extraña que se inventaba y que luego solía
estallar en mil pedazos, por suerte no los hacía más grandes- ¿Para que crees que quería
yo las cucharas? ¿Para excavar en la construcción?- Hizo referencia a su trabajo de
Ingeniero de Asfalto.
Samara le dio un sorbo a la leche, ignorándolos totalmente, se llevó una rebanada de
pan tostado a la boca y se dirigió a la salida.
- ¡No has terminado el desayuno, Samara! - Le gritó su madre, pero como respuesta solo
alcanzó a escuchar un sonido irreconocible que intentó salir de la boca atragantada de
pan de su hija - Esta niña… – dijo su madre mirando al techo.
Para Samara ese parecía ser un día normal, sólo tenía que cruzar la calle para llegar a la
parada del autobús que estaba a una esquina, corrió todo lo que pudo y cuando pensó
que iba a lograrlo tropezó con un agujero y cayó de bruces al pavimento.
7
- Rayos ¿Cómo se hacen estos agujeros tan rápidamente?, ¿Que no los habían
arreglado? – Encima de que no había alcanzado el bus, se había hecho un par de golpes.
Se echó a un lado de la calle y se sentó en la acera, tenia la rodilla derecha raspada,
ahora que se le estaba yendo la calentura de la primera impresión, el golpe empezaba a
enfriarse, le ardía y empezaba también a sentir el dolor, sus ojos se llenaron de lagrimas
y se sintió totalmente frustrada.
¡Oh no!, ¿Era sangre lo que veía? Un ligero mareo la atacó, a menudo su miedo a
combatir el temor, era representado por un pez naranja volador que alucinaba justo antes
de desmayarse cuando veía sangre o algo perturbador, pero sus desvaríos fueron
interrumpidos por alguien.
-¿Necesitas ayuda? – Dijo una voz frente a ella, levantó el rostro para fijarse de donde
provenía y quedo anonadada con lo que vio.
El chico de pelo negro delante de ella vestía el uniforme de su escuela, además le
ofrecía un pañuelo, esto la saco de su embobamiento y quitó frenéticamente las
lágrimas de sus ojos.
-¡No estoy llorando! –Dijo ella a la vez que se ponía de pie de un salto.
- No, claro que no – El chico sonrió – Yo tampoco he supuesto tal cosa, al parecer
vamos por el mismo camino, si quieres te acompaño, necesitarás que alguien te ayude-
le extendió la mano, al tocarla, Samara sintió un fuerte estremecimiento.
8
- Gracias… – “¿Será esta, será esta la chispa de la que todos hablan?” Sus mejillas se
colorearon de un rojo intenso que ella sentía arder y que no sabía como aplacar.
De camino a la escuela se había enterado de que su nombre era Adrik Shade, tenia un
año mas que ella e iba en un curso superior que estaba al lado de su aula, había sido
transferido desde el centro hacia Puerto de Plata hacía pocos días eso explicaba porque
no se lo había topado.
- ¿Te he visto antes?- Preguntó el chico como si pudiera leerle el pensamiento.
- ¿Antes? No, no lo creo.
- Tal vez estaba durmiendo – Respondió él vagamente, pero Samara lo noto.
Aparentaba una seriedad de lo mas estimulante que lo hacia ver mayor y una persona
muy interesante, había sido muy amable de llevarla a la enfermería de la escuela, donde
le curaron la herida y le pusieron una vendita.
Ese día aunque no le volvió a ver en todo lo que siguió, el solo recuerdo la mantuvo de
buen animo, ni siquiera el molesto profesor de música el Señor Marbolio, recordándole
insistentemente lo valioso de la música, con su ropa de colores estrambóticos y su olor a
alcanfor lograron borrar la estupida sonrisa que tenía en el rostro, por lo menos tendría
una excusa para hablarle de nuevo, sonrió levemente mirando el pañuelo.
9
Se preparó para dormir aun estaba pensando en lo que Adrik había dicho, ¿Se podría
conocer a alguien en un sueño antes de verle por primera vez? En ese momento, su
Madre como siempre fue a darle las buenas noches.
- Mamá ¿Qué pasa cuando las personas duermen?-preguntó a su madre.
- Pues…la gente sueña.
- Mamá - Volvió a llamar Samara - A donde va la gente cuando sueña- Su madre sonrió.
- A tu imaginación le salen alas y vuela a donde la realidad no pueda detenerla – Le
dijo valentina, mientras la arropaba y le daba un beso en la frente, esto la calmo un
poco pero nuevas interrogantes brotaban de su cabeza, cuando estaba por salir, escucho
que la llamaba.
- ¡Mamá!- Replicó nuevamente sentándose en la cama.
- Si, pequeña Samara - Dijo su madre dispuesta.
- ¿Qué hace el mundo cuando la gente sueña?
- El mundo se despierta pequeña…
Una calida brisa de verano entraba por la ventana, Samara no podía dormir, siempre le
pasaba lo mismo cuando tenía alguna nueva interrogante.
10
El olor de la temporada se hacía más presente en la habitación, la luz de la luna envolvía
la noche, trepándose a través del manto nocturno, revelando ante los ojos de los
mortales los secretos que guardaba la oscuridad.
Samara creyó escuchar un cuchicheo, que venia del piso, miró por la orilla derecha de la
cama, ¿Un ratón tal vez?, No, no, no, ¡Que no sea!, En efecto, el sonido se escuchaba
quedito, pero se distinguía como si fuera una vocecilla lejana, quizás si le prestaba más
atención, podría descubrir de donde provenía o de que se trataba.
- Aprisa ya que el gigante nos ha liberado, debemos encontrar un nuevo refugio,
Tinirose, haz callar al bebe- Decía una especie de duendecillo gruñón a su
esposa.
- Papá, Tinibell me esta molestando – Dijo la hija del medio.
- No le creas – Espetó el mayor a la defensiva.
- ¡A callar!- dijo la madre- Tenemos que pasar desapercibidos, si la cría de
gigante se despierta, no se que pueda pasar con nosotros, ¡Que horror!
Ya era tarde y tal vez estuviera durmiendo sin darse cuenta o en su defecto había
perdido la cordura por fin, Samara los observaba atónita, ¡En serio eran personitas
viviendo en una piña de pino!
11
-Pero, es una piña común y corriente – Pensó para si, La tomo con cuidado luego busco
la luz de la luna para iluminarse mejor y la miro más detenidamente, un brillo plateado
se reflejó en la piña revelando un misterio…
Un conjunto de habitaciones improvisadas se abrían paso a través del interior, aun
habían rastros de los habitantes regados por todo el pequeño lugar.
- Esto no estaba aquí antes.
¡Era mágico! Samara tenía que seguirlos, debía ir, la curiosidad la incitaba, pero estaba
aterrada de la oscuridad, de las formas en ella, de todo lo que no conocía, los siguió con
la mirada hasta que se perdieron del alcance de su vista, ¡Tenía que tomar una decisión!
Se dijo a si misma que si cada vez que dudamos de hacer algo porque tenemos miedo no
lo hacemos, nunca haríamos nada, además, esa era una oportunidad única en la vida, así
que se llenó de valor, bajó las escaleras tan rápido como silenciosamente, para que no la
descubrieran, sus padres dormían, se paró frente a la puerta y luego de santiguarse unas
veinte veces giró lentamente el picaporte y salio a la calle sin importarle andar en su
pijama de rayas rosas y violetas claras.
Al cruzar la puerta había pasado por una especie de manto, algún punto ciego,
provocado por los rayos más fuertes de la luna al atravesar un intenso campo mágico.
Le permitía ver no solo sombras pálidas en el espacio normal que hace ver las
ilusiones, sino también un mundo iluminado en la oscuridad lleno de posibilidades.
12
Se puso a buscar entonces esa familia en miniatura cuidando de no pisarlos, pero
curiosamente se encontró siguiendo un rastro totalmente diferente.
Al girar en la esquina se sorprendió al ver una especie de hombrecillo que le daba por
las rodillas, vestía como un minero, llevaba un pañuelo rojo en el cuello y una camisa
de cuadros, ¡El Gnomo de las Cucharas!, entonces vio que en el cinturón, junto a varios
objetos más llevaba las cucharas de su madre, que seguramente estaba usando para
cavar, además con un pico en la mano se preparaba para agujerear el pavimento.
- Hey, hey, hey, ¿Qué hace usted? -exclamo alarmada.
-¿Pues que no lo ves? Estoy picando la calle.
- Pero, ¿Para qué cosa hace usted eso?
-Para cosechar papas, ¿Para qué más? duh! - dijo como si fuera lo mas natural del
mundo.
- Pero…
-Todos los Gnomos saben que la mejor tierra es la que esta ahí debajo- Explicó
calmadamente señalando el suelo donde estaban parados- ha estado tanto tiempo
descansando y guardando sus nutrientes, que está más que lista para cosechar en ella.
13
-Pero mi padre y sus compañeros de trabajo arreglaron ese desastre no hace un mes-
Entonces Samara comprendió que esos agujeros que se encontraban por toda la ciudad
no eran otra cosa que el producto de la cosecha de papas ¡Dios! ¿Qué estaba diciendo?
Si claro, ese no podía ser más que otro de sus sueños locos, como aquel en el que los
limones con rostro la perseguían, ella no les temería si no pusieran esas caras tan
arrugadas por lo agrios que están.
- Pero… - quiso replicar, pero, no pudo continuar ya que el hombrecillo la interrumpió.
-Ya deja de quitarme tiempo y vete por ahí a jugar – Samara se hecho a un lado
completamente desconcertada.
Miró a su alrededor, a pesar de que el ambiente era lúgubre no carecía de nitidez,
aquellos colores llenos de vida destacaban en vez de ser opacados como brillantes
piedras preciosas.
Desde el framboyán, el mítico árbol de la pasión, hasta el mas mínimo detalle de aquella
naturaleza era poéticamente extraño, casi se sentía caminando sobre las páginas de un
cuento.
Se maravilló al ver unas mariposas flotar cerca de un arbusto de rosas púrpuras, se
acercó más para poder admirarlas y se encontró rodeada de los hermosos monarcas
azules que revoloteaban dejando un rastro de brillo.
14
¿Qué azul era aquel? Cada aleteo la envolvía en un ciclo hipnotizante, en efecto el
mundo despertaba ante sus ojos y le mostraba un magnifico espectáculo, tal y como lo
dijera su madre.
En un momento creyó escuchar un ruido que venía desde el interior del arbusto ¿Que
era aquello? Algo se movía entre las hojas, algo fiero y lo suficientemente grande para
causar temor.
Claramente escuchó crujir unas hojas secas al otro lado del seto, las mariposas huyeron
anticipando lo que venía, Samara no se podía mover, los pies se le clavaron al suelo, en
cualquier momento aquella criatura saltaría sobre ella y se la comería, solo se podía
preparar para lo peor.
15
La Luna Mística
¡Aquel animal salvaje! ¿Qué era? Solo veía una maraña de pelos de peluche rojo, la
bestia se le había lanzado encima, manoteaba desesperada pero era inútil, rodaron por
la grama varios segundos hasta que se detuvieron, Samara cerró los ojos tumbada de
espaldas, la fiera seguía sobre ella, seguramente la estaba mirando “Sabía que no era
seguro estar en la oscuridad” pensó, ¡Ahora un animal salvaje la devoraría! Pero, ¿Por
qué todavía no la había cortado en pedacitos?
Comenzó abriendo un ojo lentamente, quizás a aquella cosa le gustaba que la vieras
comer (mientras te come), era mejor andar despacio y no abrirlos mucho.
Se adapto a la poca visión que tenía, en efecto “Eso” seguía ahí y la olfateaba y miraba
extrañamente, pero ¡Sorpresa! No era un animal monstruoso ni nada parecido, aquella
curiosa criatura, era ¿Cómo decirlo?... ¡Era una Niña!
16
- ¿Estas bien? – Le pregunto, Samara aun no se recuperaba del susto de la “Primera
impresión”
-Si, estoy bien –Refunfuñó – ahora lo que quiero saber es ¿Por qué rayos te me has
lanzado encima?
- ¡Para asustarte por supuesto!- La sinceridad de su respuesta la abrumo, Samara se puso
de pie.
- ¿Quien crees que eres? casi me matas de un susto.
- ¡Soy Páprika!, ¡Páprika mi nombre es!, - Dijo aquella chica
dinamitada, ignorando el objeto principal de la pregunta,
tenia pequeñas pecas salteadas como una mascara alrededor
de los ojos -Y el es Sowai - Agregó señalando a un chico de
pelo azul, larguirucho, encorvado y aspecto depresivo- no
habla mucho- O tal vez ella no lo dejaba hablar, ambos
vestían alguna especie de ropa tribal, ninguno de los dos
aparentaba más edad que la suya, tal vez estaban perdidos o
algo parecido.
- Mi nombre es Samara, un placer conocerte, dime algo Páprika, ¿Sueles atropellar de
esa manera a la gente que no conoces?
17
- ¿Samara? Raro, pero bonito, Sowai y yo estábamos jugando al los “Topes”, pero
nunca lo puedo atrapar – Samara miró al chico desde donde estaba, ahora agachado
mirando un caracol arrastrándose y levantó una ceja sin poder imaginar cómo podía ser
eso posible - ¿Quieres jugar con nosotros? , Ahora ya nos conocemos, seamos amigas,
podremos jugar toda la noche.
- No, no, tengo que volver antes que se haga mas tarde, no puedo quedarme, mañana en
la mañana tengo clases.
- ¿Clases? ¿Qué es… ¡MAÑANA EN LA MAÑANA!- Páprika quedo atónita
con aquello, la miro de arriba abajo, busco en su cara, entre su pelo, levanto sus brazos
para ver debajo de sus axilas, Samara estaba a punto de estallar.
- ¡ENTONCES ERES UNA HIJA DEL SOL!- Fue su conclusión.
- ¿Qué quieres decir con eso de “Hija del Sol”?
- Ya sabes, tú eres una hija del astro rey, nosotros somos Moonchilds.
- ¿Moonchilds?
- Si, Niños de la Luna, nuestros antecesores persiguieron una nueva tierra donde
pudiéramos vivir en paz, pero no pudiendo escapar del destino que acarrea el ser
nosotros mismos nos fuimos internando en la oscuridad, con el tiempo no
pudimos regresar. Por sus proezas y habilidades en el pasado se convirtieron en
18
leyendas vivientes y los demás seres nos llamaron los Moonchilds así supimos
que habíamos encontrado un nuevo hogar y vivimos una nueva era en el lado
oscuro, estas tierras son un punto donde justamente pasa un trazo mágico.
- Debí darme cuenta antes – Dijo Sowai escudriñándola con la mirada - tu
bronceado te delata, de donde tú vienes existe el día y la noche.
- ¿Que no ocurre lo mismo en todos lados?
-Pues no – Le contesto el chico- En algunos lados como en los Polos, la noche y el
día suelen ser tan largos que hasta duran 6 meses cada uno y esos lugares sufren de
tener un día al año pero- se detuvo antes de agregar con un ligero aire de misterio -
la noche aquí…es eterna.
- No comprendo – Dijo Samara angustiada.
- Estas tierras están eternamente ocultas bajo la oscuridad- Explicó Páprika –
Siendo esto capricho de los dioses.
- ¡Ay no! ¿Que voy a hacer?, ¡Tengo que volver a mi casa! – Comenzó a sofocarse
y a respirar con dificultad, como si estuviera en una caja, que se hacía cada vez más
angosta.
19
- Solo tienes que regresar por donde viniste –Dijo Sowai con tono ausente, colgando
desde la rama de un árbol, sujetándose con una mano y con la otra mordiendo una
extraña fruta amarilla de puntos verdes.
- ¿Regresar por donde vine? – Era por supuesto lo mas lógico, pero ¿Cómo regresar
a su realidad? –Es que no tengo la menor idea de porque ha pasado esto.
- Por suerte tienes Siete Lunas para averiguarlo.
- ¿Siete Lunas?, no me puedo quedar tanto tiempo.
- ¡SIPI! – Páprika no dejaba de moverse, parecía el antónimo de su amigo el cual
emulaba perfectamente a un Oso Perezoso, dio una voltereta y empezó a caminar de
cabeza -Estamos en plena luna mística, hasta que la última luna llena curse el cielo
nocturno, que es donde ella mora –Descendió enérgicamente sobre un tronco seco y
se acomodó en el - Podrás encontrar una manera de volver, de lo contrario tendrás
que quedarte aquí.
- ¡Estoy en problemas!
- Míralo desde el lado amable – Dijo Páprika.
- Y ¿Cuál seria ese lado?- preguntó la niña apunto de llorar.
- Si te quedas aquí, jugaríamos siempre- Samara sintió un vuelco en el estomago y
20
unas ganas terribles de darle un golpe en la cabeza.
- Si, me pasa lo mismo a veces- Dijo Sowai, adivinando sus pensamientos cuando
vio la forma en que la miraba- pero bueno, no se gana nada solo preguntándose
que hacer, hay que hacer algo.
- No se ni siquiera por donde empezar.
- De alguna manera, has tenido contacto con nuestro mundo ¿Tienes alguna idea de
como sucedió esto?
- No.
- Tal vez te hechizaron o algo parecido – Sowai se acercó y la escudriñó con la mirada -
como el "mal de ojo".
- ¡Mal de ojo! -Samara se alarmó.
- En ese caso, necesitaras magia tres veces mas poderosa para zafarte de el maleficio -
Entonces Páprika sonrió- y casualmente se de una magia que vale por tres.
-¿Una magia que vale por tres? Samara nunca había escuchado aquello – Pero, ¿Donde
la encuentro?
- No te preocupes ahora que somos amigos no te dejaremos sola, ¿Verdad Sowai?
21
- Si, lo que tu digas- Contestó este con su animo habitual.
- ¿Lo ves? Los amigos no dejan a sus amigos solos cuando más se les necesita.
- Gracias- respondió Samara realmente conmovida- ¿En que consiste esa magia?
- Pues veras, aquí existen un sin numero de criaturas de muchos tipos y todo tipo de
magia, en las afueras de la ciudad atravesando el bosque están las Brujas Élficas,
nacidas bajo el símbolo de la trinidad, una de las magias mas poderosas, si la brujería es
tu problema, estoy segura que ellas sabrán como deshacerlo - le explicó mientras salían
del poblado.
Samara estaba muy insegura, nunca había estado en aquellos lugares, a pesar de que ese
sitio lucía como su hogar, no lo era y si había una oportunidad de regresar a su mundo
por lo menos tenía que intentarlo.
Pasó al rededor de una hora y media de camino no tenía idea de la hora, pero podía
estar segura de que estaba muy avanzada la noche, lo curioso era que no se sentía
cansada. La luna estaba en el zenit, se quedó admirando su belleza, se veía plena y su
luz era tan fuerte que todo se distinguía claramente, de repente como si hubiese llegado
a algún punto invisible en el cielo la luna dio un destello prolongado que se extendió
por el firmamento formando figuras, como si marcara un lapso de un ciclo.
- ¿Que ha sido eso? – Preguntó.
22
- ¿A que te refieres?
- A la luna, ¿No la viste?
- Si, es algo muy común, significa que hemos pasado a la segunda luna – Respondió
Sowai, Samara quedó admirada y al mismo tiempo su preocupación la agobió aun más,
ya que, eso también significaba que tenía una luna menos para regresar a su casa.
Llegaron a la orilla de un río, sus aguas corrían en calma tal vez demasiada, pero con
tantas cosas nuevas que ver no podía asegurarlo con certeza.
- Tenemos que cruzar - propuso Sowai a las niñas.
- ¿Pero como? Parece ser muy profundo – Un ruido llamó la atención de Samara y
Sowai, ambos voltearon para encontrarse a páprika arrancando de raíz un enorme árbol
que había un poco mas allá de la orilla para luego tirarlo atravesando el río.
- ¡Ahora si podemos cruzar! – Exclamo la pequeña Hércules, con una sonrisa de oreja a
oreja, Samara estaba boquiabierta ante la demostración de fuerza que había hecho
aquella niña flacucha.
- P..p..p..pero, ¿Cómo hiciste eso?
- ¿Qué cosa? – Preguntó inocentemente.
23
- Cómo que cosa, acabas de sacar un árbol de la tierra y levantarlo como si no fuera más
que una pluma.
- ¡Ah! Eso, es mi talento, todo Moonchild tiene un talento, el mío es la fuerza, aunque
aun no puedo controlarlo y solo puedo hacerlo por poco tiempo hasta que lo domine.
- ¡Vaya! Aun así, ¡Eso es impresionante! ¿Cuál es tu talento? – le preguntó a Sowai que
ya empezaba a adelantarse por encima del tronco.
- No es nada sorprendente – le contesto, pero no le dijo.
- Está en calma, no creo que sea un problema - Samara se acercó y fue cuando se dio
cuenta.
- El río corre en reversa.
- ¿Reversa?
- No te entiendo, las leyes de gravedad
de tu mundo son las mismas de aquí lo
que sube tiene que bajar y lo que está
arriba baja por su propio peso.
De todas maneras, notaron ese algo
24
extraño en el agua, el ritmo no era normal. Samara se acerco más hasta que su rostro se
reflejó sobre la superficie.
De las profundidades, saltaron unos seres extraños.
- ¡Rápido! son duendes de río- Gritaron al unísono, pero Samara a penas pudo
reaccionar, la sumergieron sin piedad en el agua helada, siendo arrastrada por aquellas
corrientes malignas.
- Me voy a ahogar - Pensaba Samara mientras que con todas sus fuerzas intentaba salir
a flote, pero le estaba resultando imposible, aun así, continuaba impulsándose hasta que
las fuerzas la abandonaron.
25
Un encuentro Milagroso
- ¡Fuego! - Gritó un duendecillo de agua al ver un brillo de luz en el interior del bosque.
- ¡Fuego, es fuego! - Exclamó otro alarmado y se corrió la voz, surgió una gran
confusión, las criaturas se desparramaron y huyeron río abajo.
Cuando por fin se libraron de los duendes que los estaban arrastrando al agua, de
inmediato, Páprika y Sowai se acordaron de Samara, justo en el momento en que se
iban a lanzar a buscarla un joven surgió del río con ella en los brazos. La colocó en la
grama y comenzó a darle resucitación.
- Despierta, por favor - Decía muy preocupado - Páprika y sowai nunca lo habían visto,
tenia el pelo tan oscuro como la noche y unos ojos muy expresivos, ellos solo le veían
sin entender que hacía pero comprendían que era por el bien de su amiga.
Pasaron unos segundos antes de que Samara despertara tosiendo y escupiendo agua,
26
miró a su alrededor y allí estaban sus amigos y también estaba ese chico.
- ¿Te encuentras bien? - Pregunto él muy amablemente, Samara no había podido olvidar
aquella amabilidad y calidez.
- ¡Adrik! - Extrañamente y por alguna jugada astuta del destino ambos habían quedado
atrapados en aquel lugar - ¿Como llegaste aquí?
- Perdona, la verdad es que te seguí - Samara se sorprendió, a lo cual el prosiguió a
aclarar el mal entendido.
-No es lo que crees –se defendió desviando su mirada de la de ella
-Ni siquiera sabes lo que creo
-Que soy un acosador, tal vez…
-Bueno… si sabes lo que creo… pero me das razones ¿No?
- Primero le pregunté a tu amiga dónde vivías y fuí a ver como seguías, mi intención
por su puesto era enterarme de como seguía tu salud y luego volver a mi casa, pero te
vi aparecer en la puerta de tu casa y me quede observando, pensé que caminabas
dormida y te seguí para asegurarme de que no te lastimaras.
- Gracias...- En efecto, era la segunda vez que la salvaba de alguna manera.
- Si no hubiese sido por él, te hubieras ahogado – Habló Páprika.
27
- Aunque estaríamos buscándote, si el no hubiera entrado al agua antes - Explicó Sowai
algo incomodo.
- Si - Corroboró Páprika - ¿Cómo se llama eso que le hacías con la boca? – Preguntó.
-Eh... se llama respiración boca a boca, me lo enseñaron en la clase de primeros auxilios
- Se apresuro a responder Adrik algo sonrojado, pero ese color no era ni la mitad de lo
roja de lo que estaba Samara.
¡Un beso! su primer beso - O casi - y ella ni siquiera había estado despierta, ¿Por qué la
vida estaba siendo tan cruel con ella?, regularmente eso es algo que una chica quiere
recordar.
Para entonces y por suerte estaban del otro lado del río, la tierra era más húmeda y la
vegetación también era mas frondosa, aun así podían ver muy bien los alrededores.
- Entonces ¿Estamos atrapados aquí?
- Si, es como un mundo paralelo oculto en los reflejos de los rayos de luna, donde las
figuras de la oscuridad cobran vida, tenemos que encontrar la manera de quedar libres
antes de que contemos siete lunas.
- De acuerdo, ¿Cuál es el plan entonces?
- Encontrar a la trinidad para que nos den una solución a este problema - Dijo Páprika
28
que para lo habitual a penas había abierto la boca.
- ¿Estamos muy lejos?, ¿Cuántas veces han estado ahí?
- A ver contando esta vez y esta otra, yo diría que... ninguna – Respondió.
- Entonces, ¿Cómo sabes que estamos en el camino correcto?
- Se el lugar a donde vamos, lo único es, que nunca he estado allí.
- Eso quiere decir que estamos perdidos - Dijo Samara desanimada.
- No estamos perdidos, es solo que no sabemos donde esta el lugar al que nos dirigimos.
- ¡ESO ES ESTAR PERDIDOS! - Exclamó exasperada.
- Hace rato vimos una luz desde esa parte del bosque, por eso los duendecillos de agua
se fueron, no toleran la luz, solo tenemos que ver de dónde provenía para pedir
indicaciones – Propuso Páprika.
- Bien, vamos entonces, pero yo no pediré las indicaciones – dijo Sowai gruñonamente.
Se introdujeron aun mas, extrañamente mientras más avanzaban más se alejaba el brillo
que fulminaba como el fuego.
29
- Esto no tiene sentido, ya deberíamos haber llegado- Aceleraron el paso, en el camino
veían chamuscones en la hierva, como de fogatas apagadas, corrieron lo mas rápido
posible, podían verlo más de cerca, se acercaban, Samara podía sentirlo, se internaron
en un espacio iluminado y todo se detuvo, miles de luces danzaban fluidamente en el
aire, pero no eran para nada luciérnagas de ninguna clase estas más bien eran de una
materia sutil etérea y traslucida.
- Es hermoso ¿Qué pueden ser? - Samara estaba asombrada aquellas luces parecían
seguir una especie de pasos de baile.
-Hadas Ballerinas - le contesto Sowai.
-¡Hadas!
- ¡Cuidado!, esas alas son como una especie de advertencia a los depredadores, no
hagan ningún movimiento en falso o nos irá mal.
- Pero que dices, son hadas, ¿Que pueden hacernos?
- Será mejor no intentes averiguarlo, tratemos de regresar antes de que nos veamos
envueltos en su danza y no tengamos salida.
Todos siguieron a Sowai hacia un lugar que estuviera menos iluminado por las Hadas
Ballerinas, pero no fue lo suficiente, la nube de luz comenzó a expandirse, el aleteo
rítmico se escuchaba más fuerte y el baile se hizo aun mas enérgico.
30
Desde un extremo una pequeña hada perdió el paso empujando a otra hada y esta a otra
provocando un efecto dominó que se devolvió a la primera haciéndola perder el
control sobre su propio vuelo, cayó cerca de un arbusto que casi de inmediato comenzó
a incendiarse, las demás hadas la buscaron y la levantaron antes de que se pusiera peor.
- ¡Que tonta! - Gritó un hada muy impetuosa - ¡Nos has hecho perder el ritmo otra vez! -
será mejor que abandones, ¡Serás un Hada Ballerina, pero lo único que sabes es
incendiarlo todo! ¡No tienes nada de Gracia!
Si las lagrimas no se le hubieran evaporado al tocar su diminuto rostro hubiesen rodado
como ríos, las demás hadas volvieron a sus lugares siguiendo su camino, danzando y
avanzando a través de la oscuridad dejándola atrás.
- Pobrecilla - Dijo Samara acercándose más a ella.
- ¿Has perdido la razón? Es un hada Ballerina te puede hacer mucho daño si se molesta
– Le dijo Sowai agarrándola por el brazo para evitar que continuara.
- No te preocupes, es solo un hada muy triste que necesita amigos - siguió
avanzando hasta que la pequeña brillosa criatura se percató de su
presencia.
- Hola - Dijo simplemente, qué mejor que un “hola” para iniciar una
conversación y conocer nuevos amigos, aun así a la criaturilla esto le
31
pareció muy extraño ningún ser de otra especie se acercaba voluntariamente a un hada
de su tipo, si sabía lo que le convenía. Su luz alimenta a toda la naturaleza y le daba
color a todo lo existente en esa oscuridad llenándolo todo con su energía, algunas veces
a algunos seres de la ciudad mágica, las atrapaban para ponerlas en faroles, pero
siempre a las hadas problemáticas que solo sabían causar problemas - Como ella-
Pensó y se entristeció todavía más.
-Hola, ¿Qué quieres gigante? - Le dijo a Samara, desde donde estaba, la niña se veía
bastante grande aunque claro no era para nada del tamaño de un gigante- Espero que no
estés pensando en comerme, además de que no soy para nada sabrosa, después de
engullirme te seguiría quemando por dentro hasta volverte ¡Carbón!
- Oh no, no, yo no quiero comerte, mi nombre es Samara, ¿Cómo te llamas? – El hada
la miró recelosa por un rato y luego contestó.
- Me llaman Siria Millaray y si no lo has notado, soy un Hada Ballerina – Tenía un
vestidito de bailarina además de contar con 5 juegos de alas en la espalda, no era mas
grande que un picaflor, su pelo estaba sujetado en un moño y la cola se asemejaba a una
mota de algodón, sin mencionar que toda ella brillaba como una bombilla, los demás se
acercaron precavidamente y estaban atentos a cualquier movimiento de la pequeña
amenaza.
- ¿Por qué las llaman así? – Dijo Adrik en cuanto estuvo a su lado.
- Porque bailamos mientras vamos por el bosque.
32
- ¿Por que lo hacen?
- La cosa es que no podemos tocar nada que no sea como nosotros, porque lo
incendiamos, un día hace muchos siglos Ambriane, nuestra Dama blanca propuso a
todas las hadas que para evitar hacerle daño al bosque que tanto queríamos debíamos
aprender a convivir con nuestra naturaleza caótica, comenzó a volar al rededor de cada
árbol sintiendo su existencia y así la seguimos en una danza interminable que nos
conduce sin destruir las cosas.
- Waw, eso es muy hermoso – Expresó Samara.
- Gracias, pero a diferencia de las demás, yo soy un completo desastre, no paro de
provocar pequeños incendios a donde quiera que voy.
- Que mal, eres una incendiaria no intencionada –Resaltó Sowai Irónicamente.
- Ahora no se que haré, mi grupo ya no me quieren con ellos, no los culpo, he
cometido muchos errores últimamente.
- No digas eso, tu no lo hiciste intencionalmente ¿O si?
- ¡No!, claro que no- Se alarmó - ¡Eso ni pensarlo!
- Entonces, lo único que tienes que hacer es seguir intentando, no te rindas- El hada
33
seguía flotando bajo, pero al escuchar esas palabras pareció brillar un poco más y se
elevó unos centímetros.
- ¡Gracias!, tienes razón no hay que dejar de intentarlo.
- Me alegro que estés mejor.
- Es gracias a ti, las palabras de aliento nunca están de mas- Señalo Páprika - nunca
sabes a quien pueden salvar ese día- Siria sonrió, Samara se alegró de haber ayudado.
Después de proponerle a Siria viajar con ellos y ésta haber aceptado se encaminaron
nuevamente hacia su destino que seguía desconocido.
Adelante encontraron un claro rodeado de árboles, en el centro tenía un gran roble
antiquísimo y justo frente a ellos había una placa con una inscripción que rezaba:
"Rubí, Esmeralda y Zafiro, tres joyas en un neceser, dos destellan a la luz la prima, una
está entre dos pero no suman tres"
- ¡Un acertijo! – Exclamó Páprika – ¡Me encantan los Acertijos!
- ¿Tienes idea de lo que pueda ser? – Le pregunto Samara.
- Ni la menor idea – Le respondió.
34
- Hahaha, Bellas criaturas, éstas que sin proponérselo llegan a ser extremadamente
interesantes, ya sea por sus manías o por que dentro de si mismos y detrás de una
cubierta protectora que utilizan como fachada llegan a albergar el mas blando de los
corazones.
- ¿Quién anda ahí? – Sowai y Adrik se pusieron en alerta y la voz continuó.
- Realmente incapaces de ver su propio potencial, aun así no esperaba menos de un
grupo tan pintoresco como el de ustedes - Dijo, pero ninguno de ellos veía a nadie más.
- ¿Quién eres?
- ¿Quién soy? ustedes están en mi territorio, solo yo tengo derecho de preguntar eso -
todos estaban desconcertados y trataban de escuchar desde donde provenía aquella voz,
se oía cerca, como si estuviera sobre sus cabezas, miraron hacia la copa del árbol, pero
no veían más que una lechuza sobre una rama.
- Es muy fácil hablar cuando no se da la cara -
Dijo Adrik.
- ¿Me estas llamando cobarde?, nunca y que te
quede claro, un espíritu del bosque ¡NUNCA!
- Exclamo haciendo énfasis en la palabra –
¡Nunca! se acobarda, - La lechuza que estaba
sobre la rama aleteo fuertemente llamando la
atención de todos, a continuación, se
35
transformó y en su lugar apareció un pequeño niño, su voz era la de un joven mucho
mayor, tenía el pelo blanco alborotado y vestía una túnica extraña - Y bien ¿Qué
quieren? ¿Qué buscan? acaso vinieron a perturbar la armonía.
- Sólo queremos regresar a casa - Dijo Adrik empezando a molestarse - Los ojos del
pequeño centellaban suspicaces con la más simple mirada.
- ¿Y creen que aquí podrán encontrar su respuesta?
- Necesitamos ver a la trinidad para que nos ayuden. – Intervino Samara.
- Muy bien, mi nombre es Ninox, soy un espíritu del bosque, si creen que pueden
con este acertijo, pues adelante.
Aceptaron sin dudar, pasaron varios segundos, esos segundos se volvieron minutos y
esos minutos antes de que pudieran darse cuenta se habían convertido en
aproximadamente una hora después.
- ¡La Esmeralda! - Gritó páprika desde su lugar, ella y los demás se habían
sentado en la grama haciendo un circulo – Es la única joya cuyo color no es
primario, ¿No es así? –Se dirigía ahora a Ninox.
- Hahaha, tienes razón en esa parte, pero aun así tendría que ser un color que se
forme con las piedras que ya tienes, o sea, el Rubí y el Zafiro, pero, ¿Dónde
dejarías lo demás en el acertijo, ¿Recuerdas?
36
- No creo que sea un color- dijo Sowai – en ese instante la risa de Ninox se
detuvo, lo cual todos notaron.
- Puede ser, entonces más bien el acertijo hay que verlo como una metáfora, la
única fuente de luz en este lugar es la Luna, desde los tiempos antiguos la Luna
nos ha servido para medir el tiempo- Continuo Adrik.
- Tiempo, si la luz representa el tiempo, el neceser es un instrumento ¿Verdad? –
continuo Samara.
- “Yo solo se que no se nada” – Contestó Ninox citando a Sócrates, estaba cada
vez más asustado, lo que para ellos era buena señal.
- ¿Un instrumento que guarda joyas? – Pensó páprika en voz alta.
- No – Dijo Sowai – Más bien algo igual de valioso, pero, ¿Qué puede ser?
- Un Instrumento musical – se le ocurrió de pronto a Adrik.
- ¡Música!, claro las notas de música, son joyas en un instrumento musical, como
el piano – Samara comenzó a recordar las clases de música del profesor
Marbolio – Las dos joyas que dan a la luz la prima deben ser dos notas
primarias, así que la segunda que está entre esas dos pero no suma para ser una
tercera, solo puede ser el intervalo musical entre dos techas adyacentes…-
37
Estaba casi segura de la respuesta, ya todos se imaginaban lo que diría, dudó un
momento y luego lo soltó- ¡Un Semitono!
- ¡Argh! – Rasgó Ninox al escucharla decir la respuesta correcta- De acuerdo lo
han adivinado – Todos saltaron y victoreaban de emoción, ¡Lo habían
conseguido!
De repente la placa se dio la vuelta y mostró un botón.
- Anda presiónalo, no te pasara nada - Samara lo pensó unos segundos y luego
presionó contra éste, al instante sonó una melodía como la de un timbre – a
continuación se figuró una puerta en el árbol que se abrió ante ellos.
- Hola buenas – Dijo Ninox que ahora estaba detrás de la puerta y había sido
quien les abrió.
- Pero tú estabas…
- Si si si, “Cuanto sin vernos”, “Entren, pasen, siéntense”, “Que milagro que
vienen por acá” “Sigan el camino amarillo” – todos se internaron por el estrecho
pasillo que descendía como una escalera de caracol y que iba anchando según
avanzaban – ¡Bienvenidos al Jardín Secreto!
En el fondo de la gran bóveda, se habría paso entre hermosas plantas y flores un enorme
salón magistralmente decorado, en efecto un jardín mágico y espiritual, el piso era de
38
mosaicos con dibujos, justo al medio aparecía una especie de calendario lunar y
alrededor de este estaba la trinidad.
Eran tal y como Páprika lo había dicho tres brujas elfas, pero no eran las típicas brujas
de los cuentos de hadas estas eran trillizas de una gran belleza, sus orejas puntiagudas y
sus cabellos de colores diferentes eran largos y llevaban el pelo suelto y trenzas pero lo
que mas le fascinaba a Samara de ellas era el brillo de sus ojos inmortales.
- Sean Bienvenidos, Tu debes ser Samara – Dijo la del medio – Yo soy Zafiro,
espero que Ninox no les haya hecho pasar muchas penas allá arriba.
- No, para nada- Mintieron al unísono, la Bruja Elfa los miró comprensivamente.
- Me imagino que se habrá portado como siempre – Luego dirigió una mirada a la
pequeña Samara – Así que acabas de llegar y ya te quieres ir.
- Eh…no es que no me guste estar aquí, es solo que me preocupa que no pueda
volver a mi hogar.
- Que curioso-dijo la Bruja de la derecha mirado a Adrik, que por el color de su
atuendo debía ser Rubí - Una elfa sabia decía: “Tu hogar esta donde está tu
corazón”- Ambos se sonrojaron.
- No te diremos lo que quieres oír, te diremos lo que necesitas saber – Dijo la de
la izquierda- El camino que debes seguir, es aquel que te conduzca al guarda
39
barrera, el mora en lo mas alto.
- Quieren decir, ¿A la cima de la Montaña Isabeau? ¿El camino del vigía? –
preguntó Sowai.
- La respuesta se revelara ante ustedes según muevan los velos que la cubren, solo
tienen que cuidarse de sus peores miedos.
Cuando salieron se dieron cuenta de que habían pasado a la siguiente luna, ahora
contaban con menos tiempo, tenían que enfrentar el “Peor miedo” había dicho la elfa, la
gente le teme a muchas cosas diferentes, no esta mal tener miedo, lo importante es
superarlo, el valiente no es aquel que no tiene miedo y hace cosas temerosas, es aquel
que logra cosas valerosas por encima de su miedo, pero el problema era que el peor
miedo de Samara, era el miedo mismo.
- Tenemos que darnos prisa – Les apremio Adrik.
40
- Parece que va a llover.
- Si – El ambiente se había vuelto húmedo y las nubes se amontonaron en el cielo,
Siria se escondió detrás de Samara temblando.
- ¿Qué sucede pequeñita? – le pregunto ésta al verla tiritar.
- Es un hada de fuego, le teme al agua – explico Sowai – ese es su mayor miedo.
- ¿Qué podemos hacer?
- Yo se lo que pueden hacer- dijo Ninox- conozco un atajo bajo techo que
conduce a la montaña, pero tendrán que tener mucho cuidado.
- ¿Es peligroso?
- Ustedes sabrán si me siguen o continúan su camino - Ninox recobró la figura de
Lechuza y surcó los cielos en circulo sobre ellos, planeó tratando de que
pudieran seguirle el paso.
Al cabo de un rato, empezaron a caer gruesas gotas de agua salteadas, adelante se podía
ver una enorme cueva, la entrada estaba enmarcada de piedra con figuras esculpidas y
rodeadas de moho verde, parecía que tenía allí una antigüedad.
41
Corrieron aprisa a través de las gotas de lluvia, Siria pasaba entre ellas esquivándolas y
cuidando que no la mojaran, escucharon que la lluvia arreciaba, miraron hacia arriba y
vieron el manto de agua que estaba próximo a caer, no alcanzarían a llegar, Siria se
asustó más y quedo inmóvil en el aire, un objeto a alta velocidad la arrastró como una
ráfaga de viento y la llevo dentro de la cueva justamente antes de que se mojara.
- Por poco- Señalo Sowai a la pequeña Hada.
- Gracias – dijo esta temblorosa, si no lo hubiera vivido no lo hubiera creído. Tanto
Siria, Samara y Ninox habían quedado sorprendidos por lo que acababa de ocurrir,
Sowai había corrido a la velocidad de un rayo y salvado a Siria de la lluvia.
-No fue nada – Sus manos estaban algo quemadas por haberla tocado directamente y se
notaba cansado por el esfuerzo.
- ¡Así que ese es tu talento! – Samara estaba muy impresionada.
- ¡Toda una aventura!- Ninox como lechuza se posó en el muro y se sacudió con
cuidado el agua que le había caído - desde aquí es cuenta de ustedes, como les dije antes
deben tener mucho cuidado, nunca se sabe lo que puedan encontrar.
42
El encanto de la Oscuridad
Después de despedirse de Ninox y vendar las quemaduras en las manos de Sowai, con
una tira arrancada del borde de su piyama, Samara y los demás, se internaron en la
cueva, la luz que se desprendía de Siria era mas que suficiente para ver todo a su
alrededor, según iban avanzando se percataron de las imágenes que habían grabadas en
las paredes y que esos grabados contaban una historia.
- Tenemos que seguir – Dijo Adrik, que parecía gozar de cierta autoridad dentro del
grupo, parecían solo muchachos curiosos mirando hacia la cueva y decidieron
explorarla. Al entrar se encontraron la húmeda oscuridad que la envolvía, las paredes
estaban igualmente esculpidas como la entrada, contenían pequeñas grietas. Poco a
poco, descubrieron que estos Grabados Narraban una historia, la historia de amor entre
dos dioses, Selene y Gaia, que termina trágicamente por culpa de un maleficio.
43
En un tiempo muy remoto, después de la nada y antes de que existiera el todo, la luz y
la oscuridad fueron creadas, habitaban cada una en sus reinos, en la luz Selene
siempre había acompañado a su hermano, pero era un ser individual, soñador y
melancólico, un día Selene quien siempre había sido opacada por su hermano quiso
encontrar su propia luz, así que descendió a la tierra y se alejó de él, mientras más se
alejaba se dio cuenta que el cielo se oscurecía cada vez más y así conoció la noche,
quedó maravillada por aquel manto negro, cuando el ciclo de su hermano terminaba
ella esperaba a verle aparecer y tomar el cielo, se quedaba embelezada admirando lo
hermoso que era el firmamento cuando este estaba ahí, mientras su hermano Helios
opacaba todo a su alrededor, la oscuridad dejaba lucirse al más mínimo destello
creando todo un espectáculo, hasta que una noche la oscuridad descendió del cielo y la
invito a formar parte de eso que a ella tanto le gustaba.
Selene muy alagada no aguantaba tanta felicidad y como llevada por un encanto se
elevó hasta lo más alto, en aquella oscuridad ella brillaba mas que ningún cuerpo
celeste, juntos creaban el contraste perfecto, la oscuridad enamorada del destello de
Selene le pidió quedarse para siempre si así lo quería, de esa manera se convirtió en su
fiel compañera.
- ¡Que romántico! – Exclamó Páprika con los ojos llenos de lágrimas.
- No empieces a llorar o no acabaras – Le regaño Sowai –No le veo la gracia.
- No es cierto, es muy bonita historia, ¿Verdad Adrik?
44
- No hay tiempo que perder – Fue lo único que le dijo.
Samara no entendía su reacción, de todas maneras continuaron su camino, según
avanzaban la historia seguía contándose a los ojos que la leyera, motivada por saber
el final, Páprika continúo el relato.
Estaban en el séptimo ciclo, cuando Helios se percató de que su hermana Selene no
estaba, furioso envió por ella a sus guardianes flameantes que cumplieron con su orden
arrancándola de los brazos del cielo, cuando la oscuridad se dio cuenta de aquel rapto
no dudó en ir en su búsqueda, pero no podía acercarse ya que la luz del Sol lo
desintegraba a cada paso, el sol conociendo su fuerza quiso erradicar la oscuridad
creando una supernova, entonces la luna al darse cuenta se interpuso ante el sol
creando un eclipse, pero ya estaban condenados, la luna se dirigió esta vez a su
hermano y le dijo que como un astro del cielo, le pertenecía su cuerpo pero que dentro
de ella había un ser libre con un corazón el cual no podía ser encerrado, la supernova
logró alcanzarla y la petrifico en el tiempo, el sol lamentó que por su necedad aquello
hubiera llegado a tanto y sus lagrimas cubrieron todo creando a las estrellas, la
oscuridad abrazó la luna y la llevó con el, desde ese momento, el cuerpo de la luna
descansa en el firmamento estrellado, en ese momento comenzó la historia de los
malditos.
- ¡Que triste!-Páprika y Samara lloraban como un par de magdalenas.
- Una historia completamente inútil – dijo enseguida Sowai.
45
De repente un ruido como de algo arrastrándose llamó la atención de todos, miraron
hacia atrás y lo vieron, era un enorme Gusano, el insecto gigante se enrosco como una
pelota de basket e iba en su contra a toda velocidad, frente a ellos había una sección de
túneles que quien sabe a donde se dirigían.
- ¿Hacia dónde? – Preguntó Sowai.
- No lo se, ¡A la izquierda!- gritó de repente Adrik, pero no tuvo suerte de que lo
escucharan, cada uno tomo un camino diferente y ahora ¿Qué iba a pasar?
Samara cayó de bruces en una gran habitación, después de recobrar algo de su sentido
de orientación se incorporó mirando a su alrededor, pudo ver algo entre la oscuridad
gracias a que había por doquier una especie de mucosidad fosforescente, uno de sus
temores se había hecho realidad al parecer se habían internado en lo más profundo del
túnel, perdidos cada uno por su lado, el lugar donde ella se encontraba era parecido a
una bóveda toda agujereada.
Al menos podía agradecer no haberse golpeado en la caída, ya que había aterrizado en
algo blando, a decir verdad, era algo muy blando y suave, como almohadones de
plumas, la única diferencia era que los almohadones ¡No se movían!
- ¿En dónde estoy? ¿Qué es todo esto?- bajó la vista y vio con horror como se
sumergía lentamente entre cientos de larvas de gusano tan grandes como ella, al
parecer estaba justo en el nido de la criatura.
46
Aquellas cosas se retorcían haciendo ruiditos extraños, Samara se tapó la boca con una
mano tratando de no gritar, creyó que iba a desfallecer, pero tenia que ser fuerte,
“Superar sus miedos” extendió la otra mano para tratar de llegar a uno de los agujeros,
pero, se le hacia bastante difícil mantener el equilibrio sobre aquellos vástagos
revoltosos.
Logró alcanzar uno de los agujeros en la pared, en ese momento se dio cuenta de que
tenía una larva pegada a la pierna, alterada se sacudió frenéticamente para liberarse,
sólo para encontrarse frente a frente con la mamá gusano, que se disponía a entrar
justamente por el agujero por el cual ella pretendía salir.
Samara, lanzó un grito que retumbó en la colmena, lo cual empeoró toda la situación,
los pequeños gusanos la comenzaron a atacar comiéndose su ropa y la madre Gusano
gigante arremetió también contra ella.
Desesperada cerró los ojos y no supo de que manera
se agarró de algo que la impulso hacia arriba, luego
descubrió que estaba engancha de una de las patas
del insecto gigante, inmediatamente este se puso a
sacudirse como un caballo salvaje, Samara trataba de
sostenerse, pero era inútil se estaba resbalando y
tarde o temprano terminaría por zafarse y así lo hizo,
salio volando por los aires, creía que iba a chocar
contra la pared, pero para su sorpresa se fue directo
por uno de los agujeros, subía y bajaba como por un tobogán cubierta de la extraña baba
47
que ayudaba a que se deslizara.
Al cabo de un rato Samara salió despedida por la boca del hoyo y aterrizó sobre hierba
húmeda. Como había llovido, se respiraba un aire puro y relajante la hierba tenía
aquellas perlas de cristal sutilmente posadas, gracias a Dios que estaba fuera de aquel
horrible lugar.
Se levantó rápidamente y miro hacia el sitio desde donde había salido, esperando que
con tantas emociones algo más sucediera, pero no fue así, su ropa estaba llena de
mordiscos, asustada y cansada se recostó de la pared y miró a su alrededor con la
esperanza de ver a alguno de los chicos.
A menos de tres metros divisó un cuerpo, Adrik yacía en el suelo ¿Cómo había llegado
ahí?, ¿Que había pasado? Corrió hacia él lo tocó y en seguida retrocedió asustada,
estaba helado y pálido, no pudo evitar pensar lo peor, de repente sintió un frío que la
dejó helada, entonces llevada como por una sombra, ante ella aterrizó una bestia y al
momento de posar sus pies en la tierra fue adquiriendo casi automáticamente forma
humana.
Samara se quedo suspendida mirando aquellos ojos plateados cargados por un rayo de
luz de luna quedando hechizada por aquel espectro, lentamente empezó a perder la
conciencia, todo se oscureció como si hubieran apagado la Luna y volvió a ver el pez
flotando a su alrededor,
- Duerme, duerme un hermoso día nos espera…
48
Sombras de luz de Luna
- ¿Qué me ha pasado? – fue lo primero que se le ocurrió preguntar cuando abrió los
ojos.
- Ya está despertando – Escucho a lo lejos, luego vio el rostro de Páprika justo frente a
ella.
¿Qué fue lo que sucedió, Samara? – La Interrogó, Sowai.
- Yo…- Comenzó a decir y se incorporó tratando de ordenar sus ideas - Sólo recuerdo a
Adrik en el suelo y luego esa persona, sus ojos eran extraños y vestía todo de negro,
como un caballero oscuro.
- Eso suena a…- Empezó a decir Sowai, pero luego pensó en la imposibilidad de
aquello y rectificó lo que iba a decir - Las sombras pueden jugar tretas peligrosas.
49
- ¡Viste al depredador! - Dijo Páprika muy convencida de aquello.
-¿A quién?
- Yo también lo pensé, pero eso es imposible, es un mito y nada más.
- Estoy segura de lo que vi.
- Podría ser que te encontraras con él – Dijo Páprika y continuó- De ser así, serías la
primera en verle directamente y sobrevivir para contarlo, es un ser siniestro, todos le
temen, nunca le han visto de otra manera, te cazaría solo para arrancarte la piel y
engullirla.
- Ya basta de barbaridades, solo es un cuento para niños.
- Un muy tenebroso cuento. – Dijo Páprika.
- ¿Donde está Adrik? Seguro que él pudo verlo.
- Fue a recolectar algo de leña, pensó que también éste ciclo seguirías dormida.
- ¿Que quieres decir con “también éste ciclo”?
- Te has perdido la quinta luna – Intervino Páprika.
50
- ¡Qué cosa!- Samara sintió que se le iba toda la sangre a los pies, se había quedado
dormida todo ese tiempo.
- Es natural, considerando el tiempo relativo entre tu mundo y el nuestro, a nosotros no
nos hace falta dormir pero a ustedes si – Explicó Sowai.
Con la quinta luna perdida y el tiempo en su contra, se encaminaron nuevamente hacia
lo más alto de la montaña Isabeau en cuanto Adrik había regresado. Samara pensó en
eso y se sintió más inútil que nunca, ¿Cómo era posible que fuera tan débil?.
- Deja de preocuparte, no tiene importancia – Dijo de repente el niño como si adivinara
lo que estaba pensando.
- Lo siento mucho, puede ser que por mi culpa nos quedemos aquí para siempre.
- Es curioso, pero no es tan malo, si tengo que estar perdido con alguien, me alegra que
sea contigo – Samara no sabía si sentirse feliz o más triste, así que solo pudo ponerse a
llorar.
- Allá está – Escucharon decir a Sowai.
- ¿Donde? Yo no veo nada.- Dijo Samara.
51
- ¿Qué dices? Siempre ha estado ahí frente a tus narices- Contestó señalando la montaña
Isabeau. Como si fuera un conjuro, la neblina que la cubría empezó a disiparse dejando
al descubierto un imponente edificio.
Las partículas del polvo lunar que cubrían la montaña se adherían entre sí para formar
estructuras parecidas a torres, creando un “Castillo de hadas” del cual brotaban
profundas sombras y colores vibrantes.
Habían alcanzado la cima y en ella se alzaba imponente el castillo, pero ¿Qué era
aquello? ¡No tenia Puertas! Solo veían una gárgola en la cima y ventanas demasiado
altas para alcanzarlas.
- ¿Y ahora qué? – dijo Páprika mirando el edificio frente a ellos.
- Tiene que haber una manera de entrar – Dijo Siria.
- Separémonos y rodeemos el castillo – Propuso Adrik.
Páprika y Sowai fueron por la derecha, Samara y Adrik tomaron el otro Camino,
mientras Siria cubría las alturas, Incluso en ese momento, Samara no imaginaba lo que
estaba a punto de ocurrir.
- Lamento haberme quedado dormida – Quiso disculparse cuando estuvieron a solas,
qué podía decir, siempre era más difícil enfrentarse al preludio del desastre.
52
- No tienes porque, después de todo, los humanos son seres vivos que no pueden hacer
todo “nocturnamente”.
- Las Brujas Elfas nos dijeron que enfrentáramos nuestros más profundos miedos y yo
le temo a todo, ¿Crees que es tonto?
- No, al contrario, pienso que la gente que siente miedo es más inteligente, porque saben
y están consientes de la importancia de la vida y buscan protegerla.
- ¿Cual es tu mayor miedo?- Le preguntó Samara, ella iba adelante por toda la orilla,
giró su cabeza hacia atrás para ver a Adrik pero, él ya no estaba.
¿A donde había ido? La empezó a
inundar la incertidumbre, escucho un
silbido que venia desde arriba,
descendiendo en picada, como un
avión de combate, era la criatura que
antes le había parecido una gárgola,
ahora podía ver claramente que se
trataba de un dragón, era de un color
Negro profundo, de ese que solo
puede verse a media noche.
Corrió lo más rápido que pudo para encontrarse con los demás, estaban a unos seís
metros de distancia.
53
- ¡Cuidado arriba! – les advirtió, rápidamente casi como por reflejo, Páprika levantó una
piedra enorme que estaba al lado de un árbol y la lanzó al aire para interceptar al
Dragón, pero que este logró evadir.
Furioso se abalanzó contra ellos lanzando fuego y en un instante retomaba altura, se
habían tirado al suelo para esquivar su ataque, pero en ese momento vieron como
llevaba consigo a Samara.
Samara, miro a su alrededor y luego hacia abajo hacia el lugar de donde provenían las
llamas y comprobó que aquello se había convertido en un verdadero Infierno, El Dragón
levantó la garra con la que había sujetado a Samara y la puso justo delante gritándole
ferozmente. Ella sintió su aliento caliente y con olor a azufre, no supo si fue la
impresión o la falta de aire en aquella altura, solo sabia que tenía miedo de ser Tragada
y escupida, todo le dio vueltas, parecía ir en cámara lenta, el pez color naranja apareció
sobre su cabeza y sus ojos se comenzaron a cerrar.
- No me voy a desmayar, ¿Me escuchas? – Dijo débilmente.
- Pero si es un lugar muy seguro y silencioso, muy silencioso- Dijo el pez navegando en
la brisa con voz adormecida.
- ¿Un silencioso lugar?- Preguntó Samara al pez que se dejaba arrastrar por la corriente
de aire.
- Un silen…cioso…lugarr..- Y el viento se lo volvió a llevar.
54
Eternidad para Siempre
Cuando volvió en sí se encontraba acostada en un enorme almohadón de seda, a su lado
corrían un grupo de arañas pequeñas, se dio cuenta de que habían tejido para ella sobre
su cuerpo un hermoso vestido blanco de lágrimas como para una mascarada.
En una pared había un bello espejo decorado con una inscripción en la parte superior
que rezaba: “La otra cara de la Luna”, Samara se miro en el y se encontró consigo
misma, pero era como si se viera de una nueva forma.
- De que vale que te vistan de seda y te adornen de hermosura, es como si a un ave lo
pusieran en una jaula de oro, siempre lo mas valioso para esta será su libertad, la
libertad es crucial, -Samara había escuchado aquello, pero no lograba enfocar la
ubicación de la fuente- Se puede ir a todos lados, incluso puedes ir tan lejos como te
lleve tu corazón, pero a veces eso no vasta para ser libre y cuando esto ocurre, no tarda
uno en sentirse atrapado.
55
- ¿Quién eres? - Preguntó tragando en seco, en la esquina donde estaba la mesa, se
levantó aquel mantel de cuadros que a Samara le había parecido que desentonaba.
- ¿Ves que soy un fantasma?
- Pero, el fantasma más raro que he visto, su sabana es de cuados.
- Mira lo que pasa es que cuando uno muere se lleva la sabana con la que estaba
arropado por eso es que tengo esta de cuadros.
- Pero, ¿Qué no es ese un mantel?
- Eh… Si, pero esa es otra historia.
- Y que pasa con los que no tienen sábanas.
- Pues se mueren de frío.
- Eso es un… olvídalo… ¿Cómo te llamas?
- ¿Cómo me llamo? mi nombre se pierde en el tiempo y se escapa entre los escondrijos
de mi mente - Había pasado tanto desde la ultima vez que alguien le había preguntado
que casi no lo podía recordar - Lo tengo en la punta de la lengua, pero se me va por
segundos !Claro! -exclamó de repente, dame un minuto - Eh… ya no importa, mejor
dejémoslo así, es algo que puede tomarnos, horas, días, meses, años, décadas, siglos
56
incluso ¡Milenios! - Dijo el que ahora era un mantel que flotaba en el aire- Ahora solo
soy un fantasma, Me puedes llamar Gus, como en Ghost, ahora mismo, la sombra de lo
que fui ¿Tú cómo te llamas?
- Soy Samara.
- Es un bonito nombre.
- Gracias.
- Hace rato vi como te ponía aquí ese dragón, estabas desmayada.
-¡Es cierto! ¿Cuanto tiempo estuve dormida?, no me digas que perdí otra luna.
- Sólo fue por corto tiempo.
- Tengo que encontrar la manera de regresar, la trinidad me dijo que la respuesta estaba
aquí - Samara se acerco a la rustica puerta de madera y haló de ella, para su sorpresa
estaba abierta.
- Entonces seguramente así es, pero ¿Qué estamos buscando exactamente?
- No lo se, algún portal, una puerta o muro hueco, un hoyo de gusano tal vez, algo que
este fuera de lugar –Salieron de la habitación y se encontraron con un amplio y largo
pasillo.
57
- No he visto nada parecido en el castillo- El fantasma metió la cabeza en la pared y
luego la volvió a sacar - Y mira si he visto cosas en este castillo, hasta dragones que
secuestran jovencitas, aun cuando saben que eso está mal, sin preguntarles si ellas
quieren ser secuestradas. Si te preguntan ¿Qué quieres justo ahora? tu respuesta
inmediata sería “Volver a casa”, pero es una pregunta que depende de la necesidad que
tiene la persona a la que se le pregunta, ahora dentro de ti en tu interior trata de
escucharte a ti misma ¿Qué es lo que realmente quieres?
- ¿Lo que realmente quiero?- lo pensó con cuidado y decidió que como todo tenia una
respuesta, tenía que haber una razón por la cual ella estaba ahí- quiero desvelar este
misterio, me armaré de valor, aunque muchas veces quisiera estar dormida y lo que me
agobia sea solo sueño.
- Los sueños son una especie de letargo, es mejor la realidad, aunque esta no es nada sin
los sueños, ¿Cómo distinguirías uno del otro si no tuvieras alguno de los dos? Y ¿Cómo
seria la vida si no tienes sueños que cumplir?
- Mamá dice que la imaginación te da alas.
- Una mujer muy sabia, claro que sí, cuando los bebes son arropados por sus madres se
convierten en orugas a las que les salen alas de mariposa con las que pueden volar al
país de los sueños.
- Aquí esta el gran salón – Se interrumpió el fantasma, entró a través de las grandes
58
puertas y quitó el seguro para luego dejarla entrar – Ahora podrás hablar con él, espero
que consigas lo que esperas, mientras, yo voy a buscar a los demás turistas amigos
tuyos, de todas formas soy el guía turístico del castillo, hahahaha.
El guardabarrera, se encontraba al otro extremo de la enorme sala de los espejos,
sombras irregulares se alzaban y danzaban como parejas de baile, en las altas paredes
iluminadas por las luces de las antorchas, mientras una mágica melodía se desplazaba
llenando el ambiente, Samara caminó a través del pasillo figurado con largas columnas
decoradas con símbolos lunares y dibujos como en la cueva del atajo, aquel sujeto alto
seguía de espaldas a ella y Samara no sabia si se había percatado de su presencia Estaba
hecho, estaba justo frente a ella, ¿y ahora qué?
- Señor guardabarrera,… - comenzó a decir, - Yo…, es decir, mis amigos y yo
hemos venido a pedirle su ayuda y…
Al no ver ninguna reacción Samara solo podía pensar que tal vez no podía escucharla
bien o en lo absoluto, se acercó más a la figura tratando de hablar mas alto, pero antes
de que pudiera seguir, aquel sujeto se dio la vuelta y Samara pudo ver de quien se
trataba.
- ¡El Depredador! – Samara bajo la vista al suelo tratando de evitar su mirada
plateada, no quería perder otra luna y entonces vio en el suelo a Adrik
- ¿Que le has hecho? – Olvidó por completo a quien se estaba dirigiendo y lo
enfrento furiosa
59
Lo has conseguido – él se le acercó y de repente la besó, Se quedó suspendida como un
pétalo de rosa en una gota de aire, no podía explicarlo, aquello iba más allá del
entendimiento y la razón, sintió como lentamente se desprendía de ella algo, pero no
estaba segura de lo que era, la guió en un vals y juntos parecían flotar entre las parejas
de sombras.
- Fue esa primera noche, ya te había tocado ese mismo día, podía sentirte y no
dude en acercarme – Samara escuchó un golpe seco en el suelo y miro hacia
atrás, su cuerpo había caído, pero ella aun estaba de pie, entonces, ¿Cómo era
eso posible?
- ¡Hay no! ¡He muerto!
- No, no estas muerta, estas mas viva que nunca, Selene –estaba viéndose a sí
misma en el suelo, pálida y sin vida – Te he estado esperando – Dijo
dulcemente, ella lo miró extrañada – ¿Acaso no me recuerdas?
- ¿Selene?...Yo no… - La llevó ante uno de los espejos para que lo viera por ella
misma, “La verdadera cara de la luna” la figura alta y esbelta se alzaba frente a
ella en el cristal, movió una mano y descubrió que quien estaba en el espejo
seguía el movimiento, un presentimiento se apoderó de ella – ¿Adrik? -el la miró
directo a los ojos y entonces ella descubrió que aquel brillo plateado siempre
había sido su reflejo, pero lo más maravilloso era estar reflejada en aquellos
ojos, era perpetuar esa mirada con la suya.
60
- Una historia se repite cada mil años, logre despertar de un letargo, después de la
última luna oscura, te he estado buscando por un largo tiempo. vives entre dos
mundos, ¿No te gustaría quedarte aquí conmigo, para la eternidad?
- Yo…- “La eternidad es para siempre y para siempre es mucho tiempo”, pensó, en una
mano el sol y en la otra el eterno plenilunio, ¿Luna Oscura? ¿Qué era todo eso?, aquella
tención empezó a reflejar sus inseguridades
Ella era para él como el sol al cielo azul, Lo que a la luz su contrario, estaba viendo su
propio reflejo, ambos eran la encarnación del amor que se tuvieron - Entonces, tu me
trajiste aquí
61
- Perdóname, solo trataba de alejarte de un cruel infortunio, Eres la psiquis de un
alma inmortal atrapada en un cuerpo mortal- Le explicó como de alguna forma
en algún lugar de la creación su alma se fue a morar a un cuerpo- Eres mi
destino, quédate conmigo como aquella vez lo hiciste, Selene, terminemos este
vals de media noche y séptima luna, compartamos juntos la noche infinita- le
susurró al oído a la diosa, pero antes de que contestara, las puertas se abrieron
estrepitosamente. En el umbral, estaban Siria, Páprika, Sowai y Gus el fantasma.
- ¡Oh no! ¡Miren, en el suelo! –La escena que tenían frente a ellos era clara para
sus ojos, Samara y Adrik en el suelo y dos seres extraños de pie a un lado.
- ¡Que les hiciste! - dijo Sowai lleno de rabia dirigiéndose al supuesto
depredador.
- Calma chicos, soy yo, Samara – Se quedaron mirándola estupefactos.
- ¿Samara? – luego de dudar un poco, Los chicos la reconocieron, era ella detrás
de ese nuevo rostro.
- Ella es la Princesa de la Luna – les dijo el caballero de negro.
- No dejaremos que la lastimes.
- ¡No! No lo ataquen – Gritó Samara, pero fue inútil, no alcanzaron a escuchar sus
palabras Se armó verdadero Pandemonio, Páprika hizo gala de su fuerza con una
62
estatuas de salón, mientras Siria, lanzaba chispas de fuego a diestra y siniestra.
Cada vez se ponía peor, tenía que pensar en algo, ella seguía abogando para que
ambos bandos se detuvieran, pero nadie le hacía caso, el esfuerzo terminó por
debilitarla y suavemente como humo regreso a su cuerpo.
- No permitiré que se la lleven – Así se transformó nuevamente en el dragón
oscuro y azotó contra los intrusos - Los sumergiré en la oscuridad absoluta.
- ¡Detente! – gritó con todas sus fuerzas poniéndose en medio de la batalla – Me
quedaré contigo.
- ¿Lo harás? – dijeron al unísono los demás, no lo comprendían, ella lo percibió
y procedió a explicarles.
- Chicos gracias por querer protegerme, pero la verdad es que ya no tienen que
hacerlo, hace mucho tiempo hice una promesa y ahora que puedo, deseo
cumplirla.
- P…Pero Samara – Balbuceó Sowai sorprendido.
- No te preocupes, todo está bien – Dijo mientras se acercaba al Dragón y lo
acariciaba como si fuera la mas sumisa de las criaturas – Ahora lo comprendo,
ellas, las élficas, lo dijeron y tenían razón, tu mayor temor es la soledad, pero ya
no tienes que estar solo yo me quedaré contigo…
63
La oscuridad absorbente comenzó a disiparse alrededor de ellos y fueron liberados, el
dragón tomo la forma del depredador y ella se acerco a el.
- Hasta la eternidad – Dijo sonriéndole suavemente.
- No, no está bien, no puedo permitirlo – escucho que salía de él – tu siempre te
sacrificas por los demás, no permitiré que lo hagas una vez mas y pierdas a las personas
que amas – al decir esto, Samara sintió como una brisa helada se internaba en la
habitación - te libero de tu promesa.
- ¿Que ocurre? – El cuerpo del caballero oscuro se desvanecía lentamente.
- No es nada, Es solo que eras la única razón por la cual estaba aquí – Como ella
era la única razón por la que su espíritu se había materializado, Se desdibujaba
ahogándose la oscuridad, la había estrechado en esos brazos tantas veces en sus
sueños, podía escuchar a las estrellas susurrar la historia de un amor solitario y
ahora simplemente la dejaría ir, por el mismo amor que le había mostrado.
- No, ¡Espera! ¡No te vayas!– le dijo - Ven conmigo, no tienes que seguir
esperando, ya estoy aquí – él esbozo una sonrisa calida y enjugó las lagrimas
que caían por el dulce rostro de la niña.
Fue como si le hubieran quitado un peso de encima, el espíritu oscuro se disolvió en
el aire quedándose dormido en alguna parte, soñando que renacería y ya no estaría
solo que un día la oscuridad besaría la luna.
64
El cuerpo de Adrik también desapareció, Samara seguía llorando, le hubiera gustado
poder hacer más, Sowai le tendió la mano y la ayudó a levantarse del suelo. El tragaluz
del techo adsorbió el destello de luz de la luna cuando entró al séptimo siclo
reflejándolo por todo el salón a través de los espejos de las paredes.
- Es hora de irnos.
- Si, Vamos.
Habían llegado a la torre mas alta, ahí se encontraba la séptima luna, Resplandeciente en
el silencio, pero aun estaban delante de un gran enigma ¿Cómo regresar?
“Donde nace el día” decía una inscripción en la
parte frontal de una especie de altar, impulsada
por algo más fuerte que ella, Siria, fue atraída
hacía el pedestal y de inmediato sintió como si la
adsorbieran, hasta que desapareció.
-¡Siria! – Gritó Samara, varios segundos después
se escuchó el grito de un criatura que provenía del
interior de la roca y de allí salio una ave enorme,
esa chispa tan pequeña se convirtió en una potente
llama.
- Princesa de la Luna, mi nombre es Eos Kitzia – Ese nombre retumbó en los oídos de
65
Samara.
- ¿Dónde esta Siria?
- Yo soy Siria, soy la potente llama que existe en la chispa de cada Hada Ballerina, la
llama que existe en cada ser que tiene la voluntad de un propósito.
- ¡Increíble!
- No hay nada tan increíble que la voluntad no pueda hacerlo posible ¿Lista para
regresar a donde perteneces?
Samara se estremeció, había esperado escuchar esas palabras tanto que casi no lo creía,
no era que la había pasado mal pero extrañaba a su familia, a su Mamá, a su Papá,
¡Todo!
- Ya es hora – dijo a los demás, Páprika se le lanzó encima llorando.
- Vuelve a visitarnos – Dijo Gus el Fantasma entre sollozos.
- Adiós – Le dijo Sowai secamente con los brazos cruzados, a lo cual Samara
reaccionó acercándose y dándole un beso en la mejilla que lo hizo sonrojarse.
- Gracias por todo amigos – Se acercó a Eos y pareció pensárselo dos veces para
tocarla.
66
- No debes temer, estas llamas no te quemaran.
- No voy a tener miedo - Dijo y se montó en el fénix de fuego.
El día se levantaba como si fuera el telón de una obra según avanzaban y así
desapareció en el horizonte cabalgando la aurora.
- ¿Sabes? Anoche soñé que ibas volando en una enorme ave de fuego, ha ha ha, pero
eso si que es algo increíble ¿No lo crees? – Dijo Mireya cuando volvían a casa como
siempre, Samara había llevado el pañuelo de Adrik a la escuela con la esperanza de
encontrarlo allí, pero no fue así.
- Curioso, muy curioso, aunque con tantos misterios en el mundo no es imposible -
Cuantas veces se ha dicho que, aquellos que son sensibles a los efectos de la luna,
pueden ver cosas que resultan invisibles para los demás hasta un mundo místico que
nadie conoce.
- No te preocupes, aun queda mucho por ver, ¿No es así? – Samara la miró
imaginando si ella estaría al tanto de ese talento que poseía de percibir esa otra
realidad o no estaba consiente de eso - Aquí nos separamos, nos vemos mañana en
la escuela- Dijo y comenzó a andar.
Samara Sintió el viento en su rostro y pensó en las palabras “Su reino está donde more
su existencia” sintió a las Hadas Ballerinas ocultas en una suave brisa de verano, dando
fiel testimonio de que la magia se encuentra en todos lados.
67
Adrik la había conducido por aquel mundo, para
protegerla de un temible destino, que se repetía cada
mil años, aunque ella no supiera con certeza lo que
significaba, guardaría ese recuerdo mientras pudiera
como un tesoro, sentía que no quería perder su
amistad independientemente de quien fuera ni de
donde se encontrara.
Lo vio entonces en el camino, ¡él estaba allí!, le sonreía sutilmente, deletreó unas
palabras y Samara supo enseguida lo que le había dicho “Estuve esperando”, ella se
acerco a él sin dejar de mirarlo, con los ojos llenos de lágrimas le entregó el pañuelo que
él enseguida le devolvió porque definitivamente lo necesitaba, se puso a su lado y
continuaron caminando juntos.
No tuvieron que decir nada, de alguna manera cuando el destino es inminente el
universo entero conspira para hacerlo realidad. Era muy posible que en el futuro se
volviera más radical su camino, con el tiempo el mundo se expande y los conflictos son
más sobrecogedores, ella sabía que podían seguir siendo ellos mismos, que con esa
aventura, se habían vuelto más fuertes, más listos y más independientes, pero niños al
fin y al cabo, y aunque la llamada Luna Oscura terminara por alcanzarlos, no tendrían
nada que temer, ya que, siempre y sin importar lo que siguiera, en algún lugar de su
interior, se tendrían el uno al otro.
68
Moonlight Shadow
Índice
Introducción ...................................................................................................................... 3
Y los ojos se abren ......................................................................................................... 4

La Luna Mistica ........................................................................................................... 16
Un Encuentro Milagroso ............................................................................................. 26
El Encanto de la Oscuridad ......................................................................................... 43
Sombras de Luz de Luna ............................................................................................. 49
Eternidad Para Siempre ............................................................................................... 55
Glosario ....................................................................................................................... 70
69
Glosario
Samara: La protegida por Dios
Adrik: Oscuridad en Ruso
Ninox: Lechuza Gavilán
Siria: Brillante como el sol
Millaray: Flor de Oro en Mapuche
Páprika: es una especia que se hace a partir de moler de los frutos secos de Capsicum annuum (, pimientos o ajíes).
En muchos países europeos, el pimentón palabra también se refiere a los pimientos en sí mismos. El condimento es
utilizado en muchas cocinas para añadir color y sabor a los platos. Páprika puede variar desde dulce (leve, no picante)
al picante Los Sabores varían también de país a país.
Neal: Primer Nombre de Neal Asntrong el primer hombre en pisar la luna
Valentina: Primer Nombre de Valentina Tereshkova la primera mujer astronauta
Mireya: Significa en hebreo, que tiene el don de hablar
Wissen: Significa Sabiduría en Alemán
Plenilunio: o luna llena es una fase lunar que sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre
el Sol y la Luna. En este momento el ángulo de elongación o de fase de nuestro satélite es de 0º y la iluminación es
del 100,00%.
Selene: Diosa Griega de la Luna
Helios: Dios Griego del Sol
Eos: Conocida como la Aurora, Hermana de Helios y Selene en la mitología griega.
Kitzia: Significa en egipcio nuevo amanecer y en hebreo significa lucero de la mañana
Castillo de hadas: Las partículas del polvo lunar se adhieren entre sí para formar estructuras inestables parecidas a
torres, y denominadas “castillos de hadas” que producen profundas sombras". Algunos investigadores creen que la
superficie lunar está cubierta con esas torres microscópicas. "Directamente opuestas al Sol", "cada torre de polvo
oculta su sombra y por ello esa área luce más brillante en contraste con los alrededores, El efecto de oposición puede
observarse también aquí en la Tierra, el halo está ahí, pero nuestro brillante cielo azul tiende a disminuir el contraste.
Para observar el efecto exacto, se debe viajar a la Luna.
70
RESEÑA
Moonlight Shadow
La saga de Moon, inicia con “Los Sietes Ciclos” Samara es una joven común y
corriente que pronto se dará cuenta que siempre hay mucho que ver detrás de lo
aparente. En Moonlight Shadow, “Los Sietes Ciclos” la pequeña Samara se
internará sin proponérselo en un mundo mágico escondido detrás de un rayo de
luz de Luna, para descubrir un lugar en el que viven toda clase de criaturas,
donde un príncipe espera y donde un misterio esta a punto de ser descubierto,
además de tener que enfrentarse a su “Mayor Temor” pero todo esto tendrá que
hacerlo antes de que se cumplan siete ciclos de la luna mística que reina en aquel
lugar, ¿Será capaz Samara desvelar el misterio que la ha conducido allí antes de
quedar atrapada para siempre?
71

Yra Reybel - Moonlight Shadow (Los Siete Ciclos)

Cargado por

Información del documento

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Yra Reybel - Moonlight Shadow (Los Siete Ciclos)

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Moonlight Shadow Sombras de Luz de Luna

Los Siete Ciclos

Por: Yra Reybel

Desde Siempre, Justo cuando el sol despunta

Cada noche que dura la fase de Luna Llena,

Y los Ojos se Abren

largo azabache como el de su padre, el rostro iluminado como el de su madre y algún

un destino muy diferente.

- ¡No te creo!, ¡No te creo nada! – Exclamó Samara

- Es cierto, no te miento- Aseguró su amiga Mireya, muy

calmada como si realmente creyera lo que decía, se llevó

uno de sus mechones rubios detrás de la oreja,

acercándose más a ella y luego susurró- Dentro de las

amiga, Mireya, se deleitaba haciéndole las historias más absurdas.

dar al mundo por sentado.

La dejó a un lado en la mesita de noche, apagó la linterna y se dispuso a dormir, no

pañuelo y luego la guardó en su mochila, se la mostraría a Mireya cuando llegara a la

Al día siguiente, se preparó temprano para ir a clases, bajó las

escaleras y llegó a la cocina, allí encontró a su madre

Valentina, preparando el desayuno y en la mesa a Neal, su

padre, como siempre sostenían lo que ella llamaba una

Dijo este refiriéndose a la estatua de Gnomo de jardín que su esposa ingeniosamente

en verlo era él su actitud era un poco sospechosa.

yo las cucharas? ¿Para excavar en la construcción?- Hizo referencia a su trabajo de

Samara le dio un sorbo a la leche, ignorándolos totalmente, se llevó una rebanada de

pan tostado a la boca y se dirigió a la salida.

alcanzó a escuchar un sonido irreconocible que intentó salir de la boca atragantada de

pan de su hija - Esta niña… – dijo su madre mirando al techo.

que iba a lograrlo tropezó con un agujero y cayó de bruces al pavimento.

Se echó a un lado de la calle y se sentó en la acera, tenia la rodilla derecha raspada,

ahora que se le estaba yendo la calentura de la primera impresión, el golpe empezaba a

y se sintió totalmente frustrada.

interrumpidos por alguien.

provenía y quedo anonadada con lo que vio.

El chico de pelo negro delante de ella vestía el uniforme de su escuela, además le

ofrecía un pañuelo, esto la saco de su embobamiento y quitó frenéticamente las

lágrimas de sus ojos.

le extendió la mano, al tocarla, Samara sintió un fuerte estremecimiento.

- ¿Te he visto antes?- Preguntó el chico como si pudiera leerle el pensamiento.

- ¿Antes? No, no lo creo.

- Tal vez estaba durmiendo – Respondió él vagamente, pero Samara lo noto.

le curaron la herida y le pusieron una vendita.

buen animo, ni siquiera el molesto profesor de música el Señor Marbolio, recordándole

insistentemente lo valioso de la música, con su ropa de colores estrambóticos y su olor a

una excusa para hablarle de nuevo, sonrió levemente mirando el pañuelo.

Madre como siempre fue a darle las buenas noches.

- Mamá ¿Qué pasa cuando las personas duermen?-preguntó a su madre.

- Pues…la gente sueña.

- A tu imaginación le salen alas y vuela a donde la realidad no pueda detenerla – Le

dijo valentina, mientras la arropaba y le daba un beso en la frente, esto la calmo un

- ¡Mamá!- Replicó nuevamente sentándose en la cama.

- Si, pequeña Samara - Dijo su madre dispuesta.

- ¿Qué hace el mundo cuando la gente sueña?

- El mundo se despierta pequeña…

pasaba lo mismo cuando tenía alguna nueva interrogante.

El olor de la temporada se hacía más presente en la habitación, la luz de la luna envolvía

mortales los secretos que guardaba la oscuridad.

atención, podría descubrir de donde provenía o de que se trataba.

- Aprisa ya que el gigante nos ha liberado, debemos encontrar un nuevo refugio,

Tinirose, haz callar al bebe- Decía una especie de duendecillo gruñón a su

- Papá, Tinibell me esta molestando – Dijo la hija del medio.

- No le creas – Espetó el mayor a la defensiva.

- ¡A callar!- dijo la madre- Tenemos que pasar desapercibidos, si la cría de

gigante se despierta, no se que pueda pasar con nosotros, ¡Que horror!