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NIETZSCHE

Crepúsculo de los ídolos: «El problema de Sócrates», «La “razón” en la


filosofía»,
«Cómo el “mundo verdadero” acabó convirtiéndose en una fábula»,
«La moral como contranaturaleza» y «Los “mejoradores” de la humanidad»

1. «El Crepúsculo de los ídolos»: crítica de la cultura occidental.

1.1. Crítica de la moral y de la religión.

1.2. Crítica del concepto de Dios. El nihilismo.

1.3. El vitalismo. La voluntad de poder y el superhombre.

2. «Cómo se filosofa a martillazos»: crítica de la filosofía.

2.1. Crítica de la racionalidad decadente.

2.2. Ser y devenir. Apariencia y realidad o "verdad".

2.3. Crítica del mundo metafísico.

CONTEXTO HISTÓRICO E INFLUENCIAS

Con la Ilustración se considera que hay unos valores cívicos e ilustrados


que emanan de la razón y dan a los sujetos una serie de derechos
inalienables. Se considera además que con el uso correcto de la razón
( RECORDEMOS A KANT Y SU FÉ EN LA RAZÓN) se conseguirá un gran
progreso en el ámbito técnico y social. Pero el problema es que en las
sociedades del siglo XIX , herederas de la Modernidad ilustrada del XVIII, no
se ha observado ese gran progreso en todos los niveles.
En lugar de eso lo que encontramos es una serie de masas ciudadanas
explotadas, una Europa sumida en diversas guerras y conflictos.
La guerra franco-prusiana de años 1870-71 en la que el propio Nietzsche
participó como enfermero) , un auge de la industrialización ( II Revolución
industrial) , y la unificación del Imperio Alemán en 1871 ( II Reich, que se
supone sería heredero del Antiguo Imperio Romano Germánico de la Edad
Media) son también cuestiones importantes. De hecho una de las polémicas
mantenidas con el compositor alemán Wagner tienen que ver con la
vinculación de este músico al Reich y a su gloria.
Lo alemán vinculado a unos orígenes míticos se ve criticado por Nietzsche,
así como la reivindicación en la obra de este compositor de valores
cercanos al cristianismo.
El propio título del libro “Crepúsculo de los ídolos” es una crítica directa a
una de las más famosas óperas de Wagner, “El crepúsculo de los dioses”, e
indirectamente a la esencia de lo alemán. Hay que tener en cuenta que en
la Alemania nazi o III Reich se recuperará la figura de Wagner.
En este ambiente de auge de las potencias francesa y alemana se iniciará
también el colonialismo y la expansión por el mundo.
Pero la ilusión de progreso ilimitado y el ideal de la razón desaparecerán y
en su lugar surgirán lo que se conoce como “filósofos de la sospecha”,

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según expresión usada por Paul Ricoeur en el siglo XX. Estos filósofos
son Marx, Nietzsche y Freud.
En orden cronológico tenemos que Marx ya en 1848 con su “Manifiesto
comunista” denuncia que las teorías, ideas , corrientes filosóficas e incluso
religiones no son más que herramientas que los poderosos utilizan para
mantener sus propios intereses dentro de una estructura de la sociedad. La
religión es considerada el opio del pueblo, los filósofos nada más que una
serie de pensadores que se han dedicado a reflexionar sobre el mundo sin
hacer nada para cambiarlo.
No hay una visión ingenua de la razón y el progreso. Se considera que hay
que cambiar las estructuras de poder en la sociedad para que haya justicia,
y se debe desconfiar de las teorías “oficiales” o de las religiones. Eso no es
nada más que ideología que manipula a las masas.
Pero el comunismo de Marx aún considera que , cambiando las estructuras
de poder de la sociedad, cuando se alcance la igualdad entre todos los
hombres, entonces alcanzaremos una sociedad mejor , la sociedad
comunista, en el que los hombres sólo tendrán que trabajar un mínimo de
horas por no estar explotados y donde no habrá jerarquías.
Aunque Nietzsche comparte con Marx su desconfianza ante las
explicaciones teóricas de la razón y la filosofía hasta este momento y
también las de la propia religión, considerará que en la ilusión de progreso
el marxismo está introduciendo el veneno que llevaba detrás toda la
tradición occidental desde Sócrates y el cristianismo. Si ponemos el sentido
último de la vida en esta ilusión futura nos estamos equivocando. ( como la
salvación para el cristiano en la segunda venida de Jesús o la esperanza
ilimitada en ciencia y técnica). También critica Nietzsche del marxismo su
defensa de la igualdad plena. Para Nietzsche los valores igualitarios propios
de la democracia lo único que hacen es acabar con el valor del individuo, su
desarrollo, su progreso pleno. Igualan al hombre a la baja, lo “domestican”.
Tras Nietzsche tenemos el psicoanálisis de Freud. Freud es el tercer
filósofo de la sospecha. En su método considera que el hombre tiene una
serie de deseos ocultos que están guardados en el inconsciente e
intervienen en su vida consciente de modo indirecto. Los valores morales y
las creaciones sociales como el arte y la técnica no serían más que
expresiones de esos deseos ocultos, lo que Freud llama pulsiones. La razón
sería una elaboración posterior de la parte consciente para explicar y
justificar acciones. Pero el verdadero sentido de acciones y
comportamientos lo da el análisis del subconsciente. En la fuerza de estos
deseos reprimidos ( que Freud resume en pulsión de vida y pulsión de
muerte, Eros y Thánatos, deseo sexual y deseo de destrucción) se
encuentra la auténtica explicación de la conducta humana. Este análisis
freudiano es heredero directo del análisis de Nietzsche de la realidad. Para
Nietzsche todos los valores morales esconden en su base deseos e
intenciones distintos de los que se muestran, y además se considera que
estos valores tienen una fuerza o un impulso que los guía, lo que denomina
Nietzsche la voluntad de poder.
La idea o concepto de voluntad de poder tiene que ver con otra de las
influencias principales de Nietzsche, Arthur Schopenhauer. Schopenhauer
considera que todo en el mundo procede a partir de la voluntad de vivir que
hay en todo ser vivo, y que el mundo no es más que la forma de verlo que

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tenemos cada ser vivo ( el mundo es considerado como voluntad, tendencia
a permanecer con vida, y representación, percepción individual de cada
ser). Pero Nietzsche va a oponerse a la interpretación negativa y pesimista
que da Schopenhauer del mundo. La solución frente a la pérdida de sentido
de los valores del cristianismo o la razón no es la negación de la vida y el
deseo, sino su afirmación.

1. «El Crepúsculo de los ídolos»: crítica de la cultura occidental.

La Ilustración occidental ha sido el gran momento de esplendor de la


razón y los valores occidentales. Y por ello para Nietzsche ha sido un
momento de esplendor del mayor de los errores, considerar la razón
como el sentido único de la vida humana, por encima de la propia vida.
La Ilustración ha aportado como valor positivo la crítica a la religión en
algunos casos. Aunque en definitiva lo que ha hecho ha sido cambiar la
fe en dios por la fe en la razón. Con lo cuál estamos en una situación
parecida. El problema principal al que nos enfrentamos según Nietzsche
es que los valores propios de la vida han sido negados y en su lugar se
han puesto valores ajenos a la vida.
Eso es lo más propio de la cultura occidental durante sus diversas
etapas. Pero , ¿ qué es la cultura occidental? ¿ Dónde se inicia?

En su primera obra, “El nacimiento de la tragedia”( 1872) inicia su crítica a la cultura


occidental y nos da una serie de claves para entender el primer texto que vamos a
estudiar, “El problema de Sócrates”
No es de extrañar que un filólogo como Nietzsche, buen conocedor de los textos
griegos, situara en Grecia el origen de nuestra cultura y pusiera las bases para su
crítica a partir de aquí, desde los conceptos ( o más bien metáforas) de lo apolíneo
y lo dionisíaco. Lo apolíneo representaría el ideal de belleza y de las formas
acabadas, la luz , la armonía, la medida, su arte es el de la escultura y la perfección de
los dioses olímpicos un fruto suyo. Por ello también sería el principio de individuación, lo
que separa al individuo del resto de seres, un desgajamiento que produce un dolor del
que el griego es consciente y que pretende mitigar. ¿ Cómo lo hace? La cultura griega
disponía también de lo dionisíaco. Lo dionisíaco represnta la tendencia a la fusión con
la naturaleza para hallar la plenitud. Dionisos encarna los procesos renovadores, pues
es el Dios de la desmesura y también del renacer.1
Se considera que hay dos partes en el hombre, la parte divina que se corresponde
con Dionisio Zagreo y la parte malvada, que se corresponde con los Titanes que lo
despedazaron. En estos ritos anteriores a los mitos olímpicos, o ajenos en principio
según Nietzsche a la cultura griega, como Dionisos , procedente de Asia Menor, se
encuentra un principio que nos acerca a la vida y a la tierra. El tiempo cíclico es el que
se expresa ahora. El ciclo de creación y destrucción nos acerca a los ciclos de la
naturaleza y sus estaciones, así como también al tiempo mítico de la creación del
mundo, en cierto modo esa es la vivencia. Se restablece la unidad de lo real producida

1
Hay dos mitos sobre Dionisio. El primero lo muestra como hijo de Zeus y Sémele. Zeus mata a Sémele
al presentarse en forma de Rayo, pero salva a su futuro hijo, Dioniso, cosiéndolo en su muslo y acabando
la gestación allí. En el segundo es hijo de Zeus y Perséfone. Los Titanes lo despedazan pero Zeus se traga
su corazón y lo vuelve a engendrar en Sémele.

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por la brecha de lo apolíneo y lo individual. El arte más propio de este impulso es la
música.
Es en la tragedia, con su fusión de elementos figurativos y escénicos con música y
coros donde Nietzsche encuentra una unión de lo apolíneo y lo dionisíaco. Esta unidad
apela tanto al orden y a la luz, como a lo oscuro y tenebroso, haciéndolo sublime. En la
asunción del desgarro de la naturaleza humana y su unión con el resto de la naturaleza
la tragedia griega dota de márgenes y encauza en cierto modo lo irracional.
De este modo lo manifiesto y expresable directamente, lo apolíneo, enmascara y
configura lo que subyace, la fuerza del impulso de la vida y de muerte propios de la
naturaleza, de la vida. De este modo la vida adquiere un sentido próximo a ella, en la
que el hombre se reconoce y reintegra con lo real.
Pero Sócrates y la tradición socrático-platónica rompen con todo esto. Sócrates
pone la vida en función de la razón ( como hará Eurípides , las Bacantes, Andrómaca)
en lugar de poner la razón en función de la vida. La disociación de estos valores está en
la base de la cultura occidental, que nace a partir del sometimiento de la vida a la
razón . Se inicia la decadencia consistente en pensar que la voluntad y la libertad y la
felicidad han de coincidir con la razón. La dialéctica entendida como el ascenso en el
conocimiento a través del diálogo aparece como un engaño para Nietzsche. Con
Platón y su Mundo de las Ideas se inicia el camino de una metafísica que llevará al
judeo-cristianismo como expresión máxima de la separación del hombre y la vida.
Platón habla de un bien en sí y separa el mundo en sensible e inteligible. Se separa la
verdad de lo vital. Surge así el nihilismo.

1.1. Crítica de la moral y de la religión.

A partir de aquí los valores apreciados serán los valores ascéticos, los negadores de
la vida, de la fuerza, del impulso y la creación. En lugar de ello se premiará la sumisión,
la pasividad, signos evidentes de un metabolismo lento, enfermo. Ésta es la
enfermedad de la sociedad occidental, su amor por lo trasmundano, por las ilusiones
metafísicas que alejan al hombre de la verdad, que no es más que el sentido de la
tierra, la voz de un cuerpo que debe vivir según sus necesidades, cosa que Nietzsche
sabía bien por su frágil salud. La vida es desorden, lucha, caos... De esta lucha es de
donde surge la fuerza y energía de los seres vivos, o más bien esta lucha es expresión
de la fuerza de lo viviente. Heráclito era sentido por Nietzsche como afín a su
pensamiento, pues la esencia de lo existente es para ambos la lucha. Esta concepción
de la vida todo desarrollo del ser vivo. Sin esto no hay vida. La quietud y la ausencia de
respuesta son síntomas de un metabolismo débil, son la HUMILDAD del gusano que se
enrosca cuando le pisan.
Si la vida es caos y desorden, la función del arte ha de ser la creación a partir de
estos impulsos, la unión de lo apolíneo y lo dionisíaco, el orden en el caos... Ésta ha de
ser la función del arte y la de los valores morales, que han de ser fruto de la fuerza e
impulso creador, del amor a la vida incluso en su carácter más irracional, para que
puedan ser unos valores útiles para la vida. En lugar de los valores que sitúan la verdad
y el bien en un lugar más allá, en lugar de buscar la Verdad y el Bien, se trata de buscar
un modo de vida, unos valores que enlacen las fuerzas de lo vital y las capacidades
humanas, que liberen al hombre de la carga de lo metafísico, la gran mentira.
Nietzsche en su Primer Tratado de la Genealogía de la Moral trata los valores de lo
bueno y lo malo, que considera que han sido transvalorados o cambiados por el
cristianismo hasta darles una acepción distinta, como lo bueno y lo malvado. Gut es lo
bueno, lo que se da valores a sí mismo en virtud de su propia fuerza, es activo, goza de

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salud para crear... Este valor inicial de bueno hace similares a los dioses ( got) a sus
creadores. Son los fuertes, los aristócratas los que dan nombre a las cosas y con ello
les dan un valor. Este valor es positivo y su moral es afirmadora de la vida porque parte
de su fuerza creadora.
Frente a ellos están los malos ( slecht). Pero esta noción no tiene connotaciones
especialmente negativas, sino que se considera a ese malo como inferior, como aquel
que se supedita, como aquel hombre débil, simple y bajo, como la plebe. La moral
homérica parece subyacer a este planteamiento. El ideal griego de belleza tiene que ver
con el plano físico y el plano moral. El ideal de hombre es bello y bueno ( kalós kai
agathós) , y la hermosura física muestra la belleza moral. Pero entre el fuerte y el débil
no hay rencor ni odio. El fuerte crea valores y mantiene un “páthos” de la distancia en
su relación con el otro. No hay cabida en el fuerte a los sentimientos de debilidad,
piedad, conmiseración,etc sino que actúa en virtud de su propia fuerza y naturaleza
creadora. Es en este sentido en el que su moral es superior.
Pero con el cristianismo y el ascenso de las castas sacerdotales se produce una
inversión del fenómeno moral. Los valores ya no surgen del fuerte, de la creación
acompañada de vitalidad, sino que surgen como negación de la vida, como expresión
de debilidad y resentimiento frente al fuerte. Surge entonces la contraposición entre el
bueno entendido como el piadoso , el que perdona, el que se somete, el que no actúa, y
el malvado ( böse). El poderoso, el violento, el lleno de vida, el que reacciona ante un
estímulo exterior de forma instantánea ( algo natural a todo organismo vivo) es llamado
ahora malvado.
Por ello esta nueva moral se cimenta en dos bases: la culpa y la mala conciencia (
Segundo Tratado). La memoria, la capacidad de disponer del futuro, es lo que el
hombre llama conciencia. Junto a esta aparece ahora la mala conciencia, que tiene su
origen en la culpa, no una culpa referente a una responsabilidad moral sino, en sus
inicios, era ésta una deuda física entre deudor y acreedor. Cuando el deudor es el
individuo y el acreedor es la sociedad, entonces la sociedad es cruel y castiga al
deudor. Frente a esta agresión externa a la que el hombre no puede oponerse es como
crea, por su impotencia, la mala conciencia. Interioriza de este modo el sistema punitivo
de la sociedad.
Pero es al plantear el significado del ideal ascético en el Tercer Tratado donde
muestra Nietzsche con más fuerza su diagnóstico acerca de una sociedad enferma. El
sacerdote sólo admite a la vida si ésta se niega a sí misma. Se produce una
transvaloración en la que los sacerdotes llaman verdadero a lo más alejado de la
realidad, a un mundo inexistente inventado por ellos. El ideal ascético nace del
instinto de protección de una raza que degenera. El hombre enfermo pide una
explicación de su dolor y sólo encuentra a uno que se la dé: el sacerdote. De este modo
, dando más importancia a falsas nociones y valores negadores de la vida permite la
permanencia de estas figuras y sus ideales. La metafísica ha continuado hasta ahora la
labor de Platón y el cristianismo, los filósofos no han sido más que la forma que ha
tomado el sacerdote para presentarse.
Pero es patente que en el siglo XIX se está produciendo una laicización de las
instituciones y una progresiva desaparición del poder eclesiástico, que se inició con la
Ilustración. La ciencia es ahora el motor del progreso de la vida humana. Pero en ella
hay una voluntad de verdad que es el último desarrollo de este ideal ascético. La
pregunta que aún no se ha planteado el filósofo es la pregunta por la voluntad de
verdad. ¿ Qué se esconde tras ella? La nada, según Nietzsche. El hombre prefiere
querer la nada a no querer. De este modo la fe en el progreso de la ciencia que
discurre a lo largo de todo el siglo XIX no sería más que un eco, un canto del cisne del

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ideal ascético, cambiante y adaptable. Aquí radica la voluntad negadora de la vida , la
búsquedad de una verdad que se encarnaba en conceptos que petrifican la metáfora y
que por ello se desvinculan de la verdad y de la vida. De este modo y tras esta
laicización de la sociedad sobreviene la “muerte” de Dios. Esta y el nihilismo son las
últimas fases o desarrollos del ideal ascético.

1.2 Crítica del concepto de Dios. El nihilismo.


Suele ser un tópico el acusar a la filosofía nietzscheana de nihilista, carente de

valores y horizontes. Pero nada más lejos de la realidad. La negación de Dios

y la ausencia de sentido de la vida no son sus metas. Como ya expresa desde

el nacimiento de la tragedia, lo que se busca es un sentido más cerdcano a la

vida. La negación de valores del cristianismo y de la metafísica occidental no

implica la negación de todos los valores. Muy al contrario, esta ruptura con los

antiguos valores es el paso necesario par alcanzar unos valores más acordes

con la naturaleza humana. Sólo se niegan los valores propios de religiones y

filosofías metafísicas que ponen la verdad y el valor más allá del mundo. Se

critica a los trasmundanos.

Por esto se afirma que hay dos fases del nihilismo en la filosofía de
Nietzsche, una negativa y otra positiva. La fase negativa correspondería
con la última fase del ideal ascético, la época del último hombre. Es la
consciencia del vacío de sentido una vez que se ha llegado a la muerte de
dios o deesencantamiento del mundo que dirá después Weber. La gran
náusea de este momento es la que debe el hombre superar. Pero este
momento tiene un aspecto positivo, es la oportunidad del hombre para
asumir su libertad. Debe el hombre ahora darse unos valores que lo eleven
más allá de la servil sumisión (e insana además) producida por una moral
rancia, obsoleta
La muerte de Dios ejemplifica la laicización del mundo, la pérdida de importancia
de los valores cristianos. Esa pérdida deja un hueco, un vacío de sentido. Ese peso
debe dejar de abrumar al hombre para que pueda vivir y conquistar el mundo de aquí
abajo, no las realidades metafísicas.
En la metáfora de las tres transformaciones da Nietzsche una síntesis, un
símbolo para interpretar sus nociones de nihilismo y muerte de dios y su superación por
medio de la voluntad de poder y el superhombre. Así, tras la muerte de Dios, el
individuo debe convertirse en camello y, cargando con lo más pesado, con los
deberes, con las tablas de la ley, partir hacia el desierto. Una vez allí, debe extraer
fuerzas como el león para destruir los viejos valores y , enfrentándose al dragón del
deber, atreverse a afirmar: yo quiero. Es necesaria la llegada del superhombre , una
nueva apropiación de posibilidades en la que el hombre es auténticamente libre, en que
su voluntad gobierna. Esta se representa por la metáfora del niño, alejado de la culpa y

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del dolor, que simplemente juega. Esta actitud es la realmente moral, la expresión de la
vida libre de cargas, la expresión de la calma, la ausencia de remordimientos por ser
feliz y actuar de acuerdo a nuestra vida
De este modo vemos que el camello es la asunción del nihilismo, la carga con
la responsabilidad de la libertad y la ausencia de un sentido metafísico, la
responsabilidad de la muerte de Dios. Tras esta fase surge el león rugiente como
fuerza destructora de los valores viejos. EL PROPIO NIETZSCHE Y SU
FILOSOFAR A MARTILLAZOS TIENEN QUE VER CON ESTE PASO, un paso que
debe ser superado. El dragón del deber es ahuyentado por el quiero del león. Pero el
hombre no llega a ser libre hasta que no se culmina esto en una fase de libertad
creadora, la del niño. Libre de culpa y de cargas crea el niño, da nombres y reglas a
sus juegos inocentemente. Esto es el superhombre, la madurez de un creador, un
artista de la moral. Es una meta que indica un camino, el camino de la libertad.

1.3. El vitalismo. La voluntad de poder y el superhombre.

La voluntad de poder es una energía, una fuerza afirmadora de la vida, un


impulso que conduce a todos los seres vivos a su conservación. En el
hombre se expresa en un más alto grado en el arte o en la creación de
valores morales. Brota del cuerpo y en ella intervienen factores como el
ambiente, la biografía, la alimentación y cierta fuerza interior. Tiene ciertas
características:
- Es inconsciente: se muestra irreflexiva y forma parte de la fisiología del
organismo, es una función vital. Cuando Nietzsche utiliza expresiones como
“la verdad del cuerpo” o habla de que los que razonan de cierta manera
tienen malas constituciones se refiere a la importancia de factores físicos y
biológicos en el razonamiento. Todo organismo tiende a actuar en sentido
autoafirmativo.

- Es previa a la razón: La razón hace lo que le indica el cuerpo. Os cambios


fisiológico son previos a los razonamientos. ( EL PENSAMIENTO DE
FILÓSOFOS COMO KANT NO SON MÁS QUE PRODUCTO DE UNA
MALA DIGESTIÓN dirá Nietzsche, en claro sentido irónico).

-Es peculiar: Como no hay dos cuerpos iguales, no hay dos voluntades
iguales.

-Exige resistencia: Necesita una fuerza que se le oponga para poder


desarrollarse plenamente, para poder fortalecerse. Siempre está
insatisfecha y busca nuevas metas, nuevos retos y nuevos enemigos o
competidores para poder superarse.

-Necesita del dolor: es ruptura del equilibrio y por tanto muchas veces se
enfrenta al dolor y al sufrimiento. Pero lo asume como parte de la vida y el
instinto de superación ( Lo que no me mata me hace más fuerte).

-Carece de finalidad externa , es creativa,libre y diversa: la voluntad de


poder es voluntad de crear e imponer nuestra propia visión del mundo,
nuestros valores , es un acto de afirmación de la vida. Según el poder y las
capacidades que tengamos así nos desarrollaremos y crearemos. El

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problema no es lo que debo, sino lo que puedo hacer. De este modo el
fuerte crea, actúa, da, ...

Al poner el criterio del sentido de las acciones en la propia vida, se


considera a la filosofía de Nietzsche como vitalista. Se considera que hay
valores morales afirmadores de la vida, ascendentes, y valores morales
negadores de la vida, descendentes. La vida ascendente da rienda suelta a
sus instintos, actúa, crea, produce... La vida descendente promueve la
quietud, el descanso, la paz, la tranquilidad... pero la ausencia de energía ,
creación, movimiento, acción, fuerza... son interpretados por Nietzsche
como SÍNTOMAS de debilidad, como el comportamiento de un ser enfermo,
de un metabolismo lento, de una vida que perece.

El superhombre o “übermensch” es aquel que tiene la suficiente fuerza o


capacidad para crear sus propios valores morales. Es una meta algo que
todavía no ha llegado... es el niño en la metáfora de las 3 transformaciones.
No es un hombre decadente aferrado a los valores tradicionales como Dios
o la Verdad, sino que se hace a sí mismo. Sus características serían:

1 Menosprecia el instinto de conservación y supervivencia. Ama el riesgo y


el instinto de creación.

2 No cree en Dios ni en valores universales , sino que cree en sus propios


valores. Dota de sentido a la vida por sí mismo.

3 Incorpora el sufrimiento y el dolor como algo propio de la vida. No lo niega,


sino que lo asume, con lo que muestra un sentido trágico de la vida ( en el
sentido que hemos visto de El Nacimiento de la tragedia).

4 No hace caso de la gente , del rebaño. Es dueño de sí mismo y de sus


decisiones.

5 No cree en la igualdad, sino en la diversidad y la diferencia.

6 No participa del modo de vida público, sino que es un ser solitario.

7 No niega , critica, ni se queja, sino que sólo crea.

8 La vida es un experimento personal, particular, artístico.

9 Obra desde el deseo y desde el cuerpo, no desde la razón

10 Se guía por la belleza , el instinto, la pasión, lo caótico, la vida..

2. «Cómo se filosofa a martillazos»: crítica de la filosofía.

Nietzsche está dirigiendo sus ataques principales contra la preponderancia


que ha tenido la racionalidad en la cultura occidental frente a otros valores más
cercanos a la vida y para hacer eso no puede seguir utilizando los esquemas
propios de la racionalidad. No puede escribir tratados de filosofía al uso, ni usar

8
razonamientos y argumentos como hasta ese momento. Lo que hace es
escribir mediante aforismos, frases cortas, interjecciones, sin pruebas ni
demostraciones, con ataques directos a sus adversarios, con ironía , usando
muchas metáforas , contradicciones y lenguaje emotivo que apela a despertar
reacciones en el lector de modo directo e inmediato.

2.1. Crítica de la racionalidad decadente.

Su crítica a la filosofía tiene como principales adversarios a Sócrates y


Platón, a Kant y al positivismo. Sócrates considera que los filósofos
presocráticos y los sofistas aún mantienen unos valores e ideas que se pueden
defender y tolerar, pero que es con Sócrates con quien se produce el gran giro
en la filosofía y la cultura occidental. Si tenemos en cuenta los valores
defendidos por la antigua cultura griega ( aristocracia , valor de la sangre y el
linaje, importancia de la fama y las hazañas en la guerra y los Juegos) vemos
que están muy vinculados a una expresión de la vida y de las pasiones
humanas que Sócrates condenará. Y por eso Nietzsche le tacha incluso de
antigriego. La importancia de la belleza y el cuerpo que aún se aprecian en las
estatuas griegas o la de las pasiones violentas que se narran en las hazañas y
luchas de los dioses olímpicos ( Zeus es adúltero, poderoso, tramposo,
codicioso.... humano) desaparecen con la racionalización que presenta
Sócrates.
Con el intelectualismo moral se lleva a cabo este gran cambio de un modo
definitivo. A un griego le debía sonar a broma que se identificara la felicidad
con el cultivo del bien y el comportamiento correcto a través del diálogo y el
razonamiento. El cultivo del bien y la búsqueda de la verdad dan la felicidad.
Se debe cultivar la virtud , el comportamiento correcto. Platón seguirá
marcando este camino al decir que hay que conocer las ideas y la idea de
bien , en último término. Vemos que la razón, la verdad, los conceptos, dan el
sentido del mundo. No la vida, que es perpetuo cambio. Pero el cambio es
incognoscible y no nos sirve, las pasiones deben dominarse por medio de la
razón ( MITO DEL AURIGA).
Aristóteles seguirá afirmando cosas como esta: dirá que “la virtud está en
el término medio”. ( prudencia, control de pasiones, equilibrio). Pero para
Nietzsche la virtud del término medio es una virtud MEDIOCRE. ( producto de
la debilidad, de la impotencia).
Tras la influencia y la sombra del cristianismo encontraremos a Kant. Kant
considera que el ámbito del conocimiento debe limitarse a lo sensible pero
comete 2 GRANDES ERRORES:
1 Separa la cosa en sí o noúmeno del fenómeno. Sólo conocemos
apariencias. No conocemos la auténtica realidad. Para Nietzsche esto es un
error. No hay una auténtica realidad que no podamos conocer. Ese concepto
no tiene sentido. Sólo hay diferentes perspectivas de conocimiento, diferentes
conocimientos particulares.
2 Separa los seres trascendentes como DIOS o ALMA y considera que
tienen valor como guías de la moral y el comportamiento humano. Hay que
actuar como si fuéramos inmortales y como si existiera Dios, aunque en el

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ámbito teóricos sea indemostrable. Esto es un error, pues se sitúa la vida y su
valor en algo que está fuera del mundo y de la vida, en la esperanza del más
allá como Platón o el cristianismo.

2.2. Ser y devenir. Apariencia y realidad o "verdad". ( EL LENGUAJE


COMO CREACIÓN DE METÁFORAS)

En 1873 escribe Nietzsche un breve libro titulado “Sobre verdad y mentira en sentido
extramoral”. En él se muestra la verdad como algo convencional, que tiene en su base la
metáfora. El primer impulso del hombre frente a la naturaleza es dotarla de sentido por medio de
una expresión artística que se encarna en todo tipo de signos, símbolos, ritos, costumbres,etc...
Este paso es previo a la constitución del lenguaje como base para una convivencia, en el que
surgen los conceptos como una suerte de metáfora petrificadas, instaladas en el grupo y aceptadas
por convención para garantizar un orden social. Pero los conceptos, al estar desvinculados de su
proceso de creación, pronto adquieren un sentido de inmutabilidad y eternidad que no es propio
de la metáfora y que posibilita que se pueda comenzar a hablar y distinguir entre verdad y
mentira. Para Nietzsche la verdad no es más que una mentira aceptada por el grupo y alejada de
su proceso creativo, fijada, muerta...
Por ello lo propiamente humano y que puede permitir una cierta autonomía del individuo es
una dedicación entusiasta al proceso artístico, pues la capacidad de crear analogías y metáforas
por medio de la imaginación es lo que hace que luego, por medio del olvido ( un olvido
interesado e intencionado) , surja el lenguaje y el conocimiento lógico o conceptual.2
Los filósofos como Platón o Kant, que han situado la verdad en el plano del Ser, y han
considerado como falso lo real, le han denominado apariencia han cometido un grave error. Si
sólo hay devenir e interpretación no tiene sentido hablar de un mundo falso y uno verdadero, de
un sentido falso y uno verdadero. Los que petrifican la metáfora en conceptos eternos, inmutables
e inamovibles se convierten en palabras de Nietzsche en filósofos momia, porque niegan la vida
al detener su movimiento. La característica propia de la vida es el movimiento y la afirmación de
algo como auténtico y verdadero es la primera gran mentira como ya hemos visto.

2.3. Crítica del mundo metafísico.

El lenguaje es el vehículo que ha producido y permitido esta gran mentira. La


gramática nos hace creer que toda acción tiene detrás un sujeto, un agente ,
cuando lo único que existe es la acción, el devenir. Hay una serie de elementos
lingüísticos como el término “yo”, el verbo ser, la estructura sujeto-predicado...
Pero en la base de este lenguaje no hay más que una búsqueda de una
estabilidad, algo fijo que no existe en la realidad.
Los “ultramundanos” son estos filósofos que han pretendido encontrar
entidades fijas e inmutables, como Kant o Platón , o ya Parménides entre los
presocráticos.

2
“ La percepción correcta-la expresión adecuada de u objeto en el sujeto. Me parece un absurdo... entre
el sujeto y el objeto no hay ninguna causalidad... sino, a lo sumo, una conducta estética... un traducir
balbuciente a un lenguaje completamente extraño, para lo que se necesita una fuerza mediadora” Sobre
verdad y mentira pp 29-30. El perspectivismo es por tanto su postura frente al conocimiento. ( Más cerca
de los sofistas que de Sócrates, desde luego).

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