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El autor analiza las patologías organizativas más comunes como la miopía, artrosis, obesidad, esquizofrenia y depresión. Explica que reconocer las limitaciones y enfermedades de una organización es el primer paso para superarlas y mejorar, mientras que ignorarlas no resolverá los problemas. Propone realizar un diagnóstico para identificar las patologías y tomar decisiones informadas que permitan una mejor gestión.
El autor analiza las patologías organizativas más comunes como la miopía, artrosis, obesidad, esquizofrenia y depresión. Explica que reconocer las limitaciones y enfermedades de una organización es el primer paso para superarlas y mejorar, mientras que ignorarlas no resolverá los problemas. Propone realizar un diagnóstico para identificar las patologías y tomar decisiones informadas que permitan una mejor gestión.
El autor analiza las patologías organizativas más comunes como la miopía, artrosis, obesidad, esquizofrenia y depresión. Explica que reconocer las limitaciones y enfermedades de una organización es el primer paso para superarlas y mejorar, mientras que ignorarlas no resolverá los problemas. Propone realizar un diagnóstico para identificar las patologías y tomar decisiones informadas que permitan una mejor gestión.
cuenta fundamentalmente tres elementos: 1. Definir dnde queremos llegar a estar. 2. Conocer y aceptar el punto de partida. 3. Precisar y aplicar los medios para alcan- zar la meta. Como ya sealara Aristteles en tica a Nic- maco (CIE Dossat 2000), la mera actividad no es unificadora. Demasiadas organizaciones se empean en ir demasiado deprisa sin saber con precisin hacia dnde se dirigen. Gober- nar es tomar decisiones sin contar con todos los datos. Pero si falta la habilidad directiva de la prudencia, corremos el riesgo de que las me- ras buenas intenciones queden reducidas a agua de borrajas. Realizar un buen diagnsti- co inicial es un medio imprescindible para de- finir si las cimas a las que se aspira sern o no posibles. Para elaborar esa diagnosis es preci- so contar con otro de los elementos propues- tos por Aristteles, a saber, la causa ejemplar. Todos, personas y organizaciones, toma- mos decisiones en funcin de un paradig- ma explcita o implcitamente aceptado. Cuando una organizacin asume, por ejem- plo, el modelo de prisin, la libertad ser algo superfluo en las decisiones. Si opta por el de psiquitrico desafortunadamente no pocas organizaciones, pblicas y priva- das, pareceran haber preferido ste!, los desafueros sern continuos. Hace algunos aos, al proponer el modelo antropomrfico, es decir, al analizar las or- ganizaciones bajo el paradigma de la perso- na humana, trat de proponer los cimientos de nuevos modos de conceptualizar las or- ganizaciones, y tambin de entender a los hombres y mujeres que en ellas trabajamos. Patologias organizativas: una introduccin Concebir las organizaciones como si de organismos humanos se trataran pasa tambin por buscar y detectar sus patologas, con el fin de ponerles cura lo antes posible. El reconocimiento de las limitaciones de la empresa nos pone en el camino correcto para superarlas y, sin embargo, pretender ignorarlas no sanar ni solucionar problemas ni enfermedades organizacionales, puesto que la suma de ignorancias no genera nunca el conocimiento. JAVIER FERNNDEZ AGUADO, Presidente del Grupo MindValue y coach de Alta Direccin CULTURA CORPORATIVA Y CALIDAD Capital Humano 38 Autor: FERNNDEZ AGUADO, Javier. Ttulo: Patologias organizativas: una introduccin. Fuente: Capital Humano, n 205, pag 38, Diciembre, 2006. Resumen: En lnea con su original propuesta de entender a las personas segn un paradigma an- tropomrfico, el autor analiza en las siguientes reflexiones que superan en muchos aspectos las realizadas hace aos por De Vries- algunas enfermedades frecuentemente detectadas en las organizaciones. En los prximos meses aparecer un libro que presenta aqu CAPITAL HUMA- NO como primicia. En este artculo, el experto creador del modelo de gestin Will Management alude tambin a patologas de tipo psiquitrico como la esquizofrenia o la depresin y explica las causas y circunstancias que pueden crear empresas con este tipo de enfermedades. Descriptores: Patologa/ Organizacin/ Terapia. FICHA TCNICA Capital Humano 39 N 205 Diciembre 2006 DIAGNSTICO Cuando alguien acude al mdico, antes de tomar ninguna medida, es preciso realizar un diagnstico. Eso es, precisamente, lo que se propone el mtodo denominado Gestin de lo Imperfecto. Tras reacciones violentas, actitudes vanidosas y decisiones desacertadas se esconde algo tan simple como la ignorancia acerca de lo que real- mente somos, y sobre las coordenadas ade- cuadas que podran conducirnos desde la sima hacia la cumbre. Pretendo que estas breves reflexiones tengan un tono muy positivo, pero sin olvidar que muchas veces nos corregimos mejor ante la imagen ridcula de una dolencia no curada que por el ejemplo de la salud. En cualquier caso, realizar el diagnstico de mi organiza- cin, e identificar las patologas a las que de- ber enfrentarme, permite tomar posterior- mente juiciosas decisiones. Quien no lo hace, dar palos de ciego, y cuando acierte en sus decisiones ser slo por casualidad. La sabidura nos convierte, de algn modo, en nios. De ese modo, somos capaces de enfrentarnos con renovada energa a las re- formas que necesita nuestra organizacin. Que haya aspectos que nos cueste enten- der nada significa, pues algo por ser ms o menos abstruso no deja por eso de existir, y de reclamarnos acciones de mejora. El reconocimiento de las limitaciones organi- zativas insisto nos pone en el sendero correcto para encontrar soluciones. Ignorar nuestras enfermedades no las cancela. La su- ma de ignorancias no genera ningn tipo de conocimiento. Al contemplar el modo de ac- tuar de algunas organizaciones, estalla la ten- tacin de identificarse con las reflexiones de Sandor Marai en su obra La mujer justa (p. 399): se avecina un mundo en el que todo Demasiadas organizaciones se empean en ir demasiado deprisa sin saber con precisin hacia dnde se dirigen. Si falta la habilidad directiva de la prudencia, se corre el riesgo de que las buenas intenciones se reduzcan a agua de borrajas Capital Humano 40 N 205 Diciembre 2006 el que sea bello ser sospechoso. Y todo el que tenga talento. Y el que tenga carcter ().La belleza ser un insulto y el talento, una provocacin. Y el carcter, un atenta- do! Porque ahora llegan ellos, saldrn de to- das partes cientos de millones de ellos. Y es- tarn por todas partes. Los deformes. Los faltos de talento. Los dbiles de carcter. Y arrojarn vitriolo a la belleza, untarn con brea y calumnia el talento, apualarn el ca- rcter en el corazn. Ya estn aqu y sern cada vez ms. Tenga cuidado!. Gracias a Dios, muchas organizaciones, qui- z la mayora, s aceptan la necesidad de re- plantearse si algunas de sus costumbres no son sino rutinas que sera preciso desapren- der para proponerse nuevos retos, desafiantes y posibles. De hecho, he tenido la oportuni- dad de trabajar con organizaciones que tras haber pasado por la UCI, en la actualidad se encuentran en plena forma. Es ms, son re- ferentes para muchas otras. Y esto tanto en Espaa como en pases de diversos Conti- nentes. Las personas y las organizaciones- ms sanas no siempre son las que nunca han padecido una enfermedad, sino las que han desarrollado un poderoso sistema inmuno- lgico tras superar infecciones y crisis. Las organizaciones no se dividen entre per- fectas e imperfectas, sino entre aquellas que se afanan por no modificar sus imperfeccio- nes y las que optan por delimitarlas y dismi- nuirlas, dentro de lo humanamente posible. En un reciente viaje por Amrica, con oca- sin de la implantacin de los modelos de Gestin organizativa en los que junto con Jos Aguilar vengo trabajando en la ltima dcada, charl con un directivo que, ante la pregunta: -Cul es su competencia? Respondi: -Nosotros no tenemos competencia! So- mos los mejores! Esa empresa, perteneciente a un proyecto educativo de origen espaol, ha comenza- do el declive tanto a nivel multinacional co- mo nacional. Lo penoso es que sus directi- vos an no son conscientes. Son los nicos tanto en ese pas como en otros en no reconocer una realidad evidente. PATOLOGAS Las enfermedades organizativas que suelen descubrirse tras de la aplicacin del sistema de diagnstico Gestin de lo Imperfecto traen en s mismas los grmenes de su propia cu- racin. Aceptar la propia debilidad es el pri- mer paso para alcanzar la aorada fortale- za, siempre, claro est, que se apueste por los medios adecuados. Entre las enfermedades ms frecuentes y sin ningn afn de exhaustividad mencio- no ahora las siguientes: 1.- Miopa, que se concreta en la falta de ca- pacidad para reconocer los cambios en el mercado, con la anticipacin suficiente. Se ha dicho que los mediocres constatan, mientras que los inteligentes prevn. 2.- Artrosis, que se propaga cuando una or- ganizacin considera que lo que ayer fue revolucionario tiene que seguir sindolo hoy, y olvida que lo que ayer fue nove- dad, hoy es obsolescencia y maana se- r probablemente mentira. 3.- Obesidad: en los momentos de bonan- za, algunas organizaciones con un tr- mino que resulta excesivamente grfico, pero que es de uso comn acumulan grasa, que se convierte luego en peso da- ino durante los perodos de mayor in- certidumbre. Toda organizacin de me- diano tamao acaba creando puestos de dudosa utilidad. El exceso de los mismos las condena a la ineficacia. Un ejemplo real: una institucin que, en pleno decli- ve, destina a casi un 30 por ciento de su plantilla a servicios centrales. Esta grave patologa slo resulta provisionalmente viable gracias al patrimonio acumulado en aos precedentes. No faltan tampoco las patologas de carcter psiquitrico. Entre ellas, destaco las siguientes: 4.- Esquizofrenia: organizaciones que tra- tan a los clientes con guante blanco, mientras maltratan a los propios empleados. Y luego se sorprenden de la alta rotacin de sus plantillas! 5.- Depresin. Esta enfermedad, que pue- de tener origen endgeno o exgeno en las personas, afecta a organizaciones que han perdido la capacidad de motivar a Capital Humano 42 N 205 Diciembre 2006 sus empleados. El tono vital se torna ln- guido, y la organizacin como un todo se siente incapaz de enfrentarse a nue- vas aventuras. Pueden darse con cierta frecuencia organizaciones deprimidas con directivos miopes, incapaces de detectar el porqu de la grave situacin por la que atraviesan. Entre los motivos que se de- tectan en la causa de esas organizacio- nes deprimidas se encuentra la rigidez cadavrica de normativas arcaicas y arti- ficialmente mantenidas. TERAPIAS La brevedad del espacio disponible slo me permite apuntar algunas terapias. La primera quiz la ms difcil es la re- cuperacin del sentido comn. Es ste el me- nos comn de los sentidos. Para lograrlo, es una manifestacin de buen sentido realizar- se un chequeo, sea con el ya mencionado sistema de Gestin de lo Imperfecto o con cualquier otro que sea eficaz. Hay organizaciones empeadas en no acep- tar la realidad, repito. Recuerdo el caso de una que, en momentos de grave crisis, con porcentajes de rotacin que alcanzaban el 89 por ciento, en vez de analizar el problema, promovi ante la perplejidad de propios y extraos un seminario de motivacin para los vendedores. Y se fue su nico foro de reflexin interna en un lustro! En esa institu- cin, como no poda ser menos, la hemorra- gia de talento sigue siendo espeluznante. Una segunda terapia suele ser la de acudir a coaches profesionales, capaces de contri- buir a la contemplacin objetiva y creativa del propio entorno. Son perspicaces quie- nes siguen buscando sabidura; mentecatos, quienes consideran que nada tienen ya que aprender. Recuerdo con gusto el caso de un Director General que, tras acudir a los ser- vicios de coaching, ha logrado no slo me- jorar su organizacin, sino tambin su cali- dad de vida. Su esposa me lo confirmaba en cierta ocasin: -Parece otro desde que ha alcanzado ms perspectiva sobre el sentido de su trabajo y de su vida! Adoptar paradigmas globales valiosos. Este tercer instrumento es muy relevante. En oca- siones, las organizaciones quedan mareadas por el nmero ingente de propuestas de for- macin y/o motivacin que con poco orden y escaso concierto son impuestas. Contar con paradigmas globales y planes a medio plazo que sean coherentes resulta una ne- cesidad ineludible. En el caso de una orga- nizacin deprimida, por ejemplo, nada me- jor que adoptar un proceso de Feelings Management. Superar inercias, es decir, realizar un esfuer- zo serio de desaprendizaje es el primer pa- so para encontrarse en situacin de nuevas enseanzas. Que no suceda como a aquel piloto de la RAF a quien durante la Segun- da Guerra Mundial- negaron 20 litros de ga- solina para emplear en su coche camino a casa, pero le proporcionaron 1.000 litros pa- ra realizar el viaje en avin. Una normativa rancia prohiba lo primero, pero consenta lo segundo. Controlar el fuego amigo, que es el que cau- sa habitualmente las bajas que ms desmoti- van. La guardia nacional britnica, y es una muestra entre muchas, mat por impericia a casi 700 britnicos e hiri a 16.000 durante la Segunda Guerra Mundial. Cuntas organi- zaciones tienen su particular guardia nacional! CONCLUSIN Vivimos tiempos apasionantes, en las que los retos se multiplican y tambin la velocidad con la que se nos presentan. La reaccin ha de fundamentarse en un optimismo realista, tan ajeno de ingenuidades como de cinismos. Propongo para concluir unas reflexiones de Walt Whitman que animan a enfrentarse con optimismo a esas circunstancias que a unos deshacen y a otros fortalecen: no de- jes que termine el da sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber au- mentado tus sueos. No te dejes vencer por el desaliento. (...). No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No Realizar el diagnstico de mi organizacin e identificar las patologas a las que enfrentarme, permite tomar posteriormente juiciosas decisiones. Quien no lo hace, dar palos de ciego, y cuando acierte ser slo por casualidad dejes de creer que las palabras y las poes- as s pueden cambiar el mundo (...). Somos seres llenos de pasin. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos ensea, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra contina: t apor- tas una estrofa. No dejes nunca de soar, porque en sueos es libre el hombre. Ojal aprendamos a soar con proyectos ambiciosos, tan retadores como posibles! BIBLIOGRAFA AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (1980): Di- agnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 3 edi. ARISTTELES (2001): tica a Nicmaco, CIE Dossat. BREUER, J. y FREUD, S. (1893-1895): Studies on hys- teria, en The Standard Edition of the Complete Psy- chological Works of Sigmund Freud, vol. 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