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Contaminación atmosférica en el Centro de

Lima

Como bien se sabe, Lima es una de las pocas capitales en la costa de un país.
Y, al ser una capital, la mayor cantidad de la población vive aquí. Obviamente,
mientras más gente habite las ciudades, habrá más contaminación. Esto lo
pudimos ver claramente en esta visita, sobretodo en la Avenida Abancay. Pero,
exactamente, ¿qué es la contaminación?

Para resolver esta interrogante consultamos la siguiente página web:


www.ecopibes.com, la cual trata sólo de temas relacionados al medio
ambiente. Dice que contaminación es la presencia en el ambiente de cualquier
agente químico, físico o biológico. Generalmente las personas asocian a la
contaminación con algunas sustancias químicas peligrosas (por ejemplo los
pesticidas, los PCBs, las dioxinas) pero también hay agentes biológicos como
los microorganismos o agentes físicos como el ruido que pueden ser
contaminantes.

Luego dice que estos agentes deben estar en lugares, formas y


concentraciones que sean o puedan ser nocivos. Cuando hablamos de lugares
debemos tener en cuenta que hay agentes que estando en un espacio
determinado pueden no interactuar con los demás elementos del ambiente y
por lo tanto no generan daño. Imagínate una sustancia química utilizada para
producir papel. Ahora bien, si hay un derrame, entonces ese mismo producto,
que cambió de lugar, pasa a ser un contaminante.

Por ejemplo algo puede ser contaminante estando en estado líquido y no serlo
siendo sólido. O puede estar en una forma química distinta que no produce
daños.
Pero, no sólo existe contaminación del aire. Existen diversos tipos pero los
principales, aparte del aire, son del suelo y del agua. Nosotros trataremos sólo
de la contaminación del aire, que se produce como consecuencia de la emisión
de sustancias tóxicas.

El Protocolo de Kyoto, al cual está unido el Perú, impone la reducción de las


emisiones de seis gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento
del planeta: CO2 (gas carbónico o dióxido de carbono), CH4 (metano),
protóxido de nitrógeno (N20), y tres gases fluorados (HFC, PFC, SF6).
Por ese acuerdo los países industrializados se comprometieron a reducir sus
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) –en el período comprendido
entre 2008 y 2012– en un porcentaje no inferior al 5% de la emisión del año
1990.
Las reducciones varían según los países: 6 por ciento Japón y Canadá; 0 por
ciento Rusia; 8 por ciento de promedio en 15 países de la Unión Europea (21
por ciento Alemania, 12.5 por ciento Gran Bretaña, 6.5 por ciento Italia, 0 por
ciento Francia, 15 por ciento España –España emite actualmente un 45 por
ciento más que en 1990–). Estados Unidos, que habría tenido que reducir sus
emisiones un 7 por ciento, prevé un aumento del 35 por ciento en 2012, lo que
explica su decisión del año 2001 de abandonar el Protocolo.
El Perú debe reducir las emisiones en un 15% siempre en relación a 1990.
Según el último estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica del
Perú (PUCP), en la Avenida Abancay, se demostró que, por cada dos horas de
tránsito, se liberan 200 microgramos de material particulado (lo que vendrían a
ser tóxicos contaminantes), que daña tanto a la atmósfera como a las
personas. Esto fue resaltado por Miguel Garay Torres, capitán de la Dirección
de Policía de Turismo y Ecología (DIRPOLTURE).
Todo esto se debe a que muchos vehículos no han pasado las revisiones
técnicas, más que nada los de la zona de transportes públicos, y, éstos son los
que generan mayor contaminación. Lo que liberan estos vehículos es excesivo
dióxido de carbono (CO2), el cual es el principal contaminante de la atmósfera,
provocando su deterioro y, a su vez generando los grandes agujeros en la capa
de ozono.
El gobierno permite la importación de vehículos que tengan máximo 7 años de
antigüedad, pero, éstos utilizan un combustible de no tan buena calidad (como
el conocido 97; 98 ó superiores), el cual, no sólo contamina el aire con el
pésimo elemento que libera, conocido como dióxido de nitrógeno; sino también,
contamina gravemente a las personas. Hay bastantes de dichos vehículos
circulando por esta transitada avenida (Avenida Abancay) y el Centro de Lima.

Otro de los grandes causantes de la grave contaminación son las fábricas. La


mayoría emiten gases extremadamente tóxicos al crear sus productos. Uno de
los componentes que emiten, al igual que lo carros que utilizan gasolina menor
a 95, que son más contaminantes, es el plomo.
Pero no sólo producen contaminación atmosférica, también producen una
especie de contaminación sonora, esto ocurre por el gran ruido que provocan
en la elaboración de sus productos.

Según un artículo publicado por el diario “El Comercio”, el CONAM (Consejo


Nacional del Ambiente) ha informado que la concentración promedio anual de
las partículas de menos de 10 micras de diámetro (PM10), fragmentos
minerales o sustancias orgánicas peligrosas, ha sido, en el 2006, de 110 ug/m3
(microgramos por milímetros cúbicos). El estándar nacional es de apenas 50
ug/m3. Vale la pena indicar que hubo 14 días en que se sobrepasó el promedio
fijado por la norma (150 ug/m3).
Según el CONAM, sólo se considera aceptable superar este valor un máximo
de 3 veces al año. Es decir, Lima en dos horas rebasa la norma para 24 horas
en un país industrializado.
Por estos hechos se considera que el Perú está en un nivel muy grave de
contaminación.

Zegras (un directivo de CONAM) aseguró que en 1990 el transporte a nivel


mundial contribuyó con el 22% de las emisiones globales del dióxido de
carbono, el principal gas relacionado con el cambio climático. Para el año 2025,
según el mismo Zegras, estas emisiones se duplicarían. Para demostrar esto
hemos conseguido dos imágenes que ayudarán a ilustrar este problema
ambiental:

El aumento de carros en los próximos 11 años (mientras más carros,


mayor contaminación).

Incremento de emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos


10 años.
Toda esta contaminación es posible de solucionar. Se debe crear cultura sobre
el medio ambiente, más que nada en el reciclaje, por medio de los colegios,
medios de comunicación, cumpliendo las revisiones técnicas, etc.

En nuestra opinión, creemos que el gobierno debería dictaminar sanciones más


drásticas a quienes no cumplen con las regulaciones técnicas como también a
las personas con escasa conciencia ecológica, es decir, a las fábricas que
producen exceso de tóxicos por ejemplo.
Creemos que sólo nosotros podemos hacer cambiar esto y que el gobierno
debería preocuparse más por este tema ya que se nota que hasta ahora no le
toman la debida importancia. Si no se soluciona pronto, podríamos estar
sufriendo graves consecuencias en el futuro cercano.

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