Está en la página 1de 2

http://www.elcristianismoprimitivo.com/derrotadesatanas.

htm
 
La derrota de Satanás en el Calvario
'“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado.”  Juan .8:14.
“Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre, ellos en la cruz.”  Col. 2:15.
“Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y al autoridad de
su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas
hasta la muerte.” (Apoc. 12:10,11.)
 
No puede haber una victoria permanente en las vidas de los hijos de Dios hasta
que ellos puedan ver y apreciar el hecho de que Satanás fue derrotado en la cruz del
Calvario. La Iglesia de Dios, como una unidad, no puede enfrentarse a la oleada
satánica con la que es atacada si no aprende primero a someterse al poder y la
victoria que el Calvario nos da en el claro testimonio de la derrota del diablo. La
Iglesia de Dios se encuentra en su última batalla y esto quiere decir un último
conflicto con Satanás. Darle frente a este conflicto desde otro punto de vista que no
sea el Calvario, es evitar un desastre. De ahí la necesidad del más claro
entendimiento posible de cómo el cristiano puede ejercer autoridad para obtener la
victoria sobre la invasión satánica como se está manifestando en los días de hoy.
Alrededor nuestro vemos los poderes satánicos creciendo, amenazando arrasar con
todo lo que encuentra a su paso. Podemos ver la inquietud de las naciones. Los
asuntos cosmo-politas están fuera de control y los hombres perplejos en cuanto a lo
que va a suceder.
En el mundo religioso vemos el mismo crecimiento de este poder que amenaza y
pone en peligro hasta el mismo fundamento de nuestra fe. Mientras tanto, está
preparando un ejército de vencedores, los cuales serán instrumentos en las manos
del Espíritu Santo para detener el torrente de poder satánico que está siendo
derramado en el mundo en estos últimos días. “... porque vendrá el enemigo como rió,
más el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.” (Isaías 59:19). Cuando el
torrente amenaza con arrasarlo todo entonces Dios interviene. ¿Cómo lo detiene?
¿Qué métodos usa?
En II de Tesalonicenses 2:7,8, leemos: “Porque ya está en acción el misterio de la
iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado
de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quién el Señor matará con el
resplandor de su venida.” ¿Quién es Aquél que detiene esta fuerza maligna, sino el
mismo Espíritu Santo? Pero, ¿cuál es esta bandera que el Espíritu Santo levantará
contra el enemigo? ¡El Calvario! El hecho de que Satanás fue derrotado en la cruz del
Calvario tiene que ser entendido, apropiado y abiertamente proclamado. Hay una
cantidad considerable de incertidumbre en las MENTES DE MUCHOS de los hijos de
Dios en lo que a este importante hecho se refiere. Si la bandera de la Cruz, como el
instrumento de derrota de Satanás, ha de ser levantada, tenemos que tener un claro
concepto de su significado en nuestras mentes. Busquemos en la Palabra de Dios y
veamos que nos dice sobre la derrota de Satanás en la Cruz del Calvario.
En Hebreos 2:14,15 podemos ver que la Cruz ha destruido el poder de Satanás
sobre el hombre: “... para destruir por medio de la muerte al que tenla el imperio de la
muerte, esto es, al diablo.” DESTRUIRLO. ¿Podríamos pronunciar algo más fuerte que
esto? En el griego esta palabra significa “dejar sin poder, o ponerlo fuera de acción.”
Entonces ¿por qué es que Satanás continúa tan activo? ¿Por qué los santos no se
han apropiado de este hecho, ni aplican el mismo a su necesidad? Jesucristo ha
rescatado todas las almas del poder del diablo, pero este hecho tiene que ser
proclamado y puesto en acción por medio de una fe viva, ¡CUAN GRANDE
RESPONSABILIDAD PESA SOBRE NOSOTROS!
SATANÁS—EL USURPADOR
Después del Calvario, Satanás ha sido un usurpador. No tiene ningún derecho.
Pero ¿nos hemos dado cuenta de lo que esto significa? Si él no tiene ningún derecho,
entonces cualquier posición que él tenga la mantiene como un usurpador... un
proscrito, un bandito. Y como es un usurpador, él puede ser resistido dondequiera
que su poder se deje sentir o se manifieste. Él no tiene derecho a ninguna vida,
ningún lugar, ninguna organización. Y no solamente esto, sino que es nuestro deber
oponernos a él. Dejarlo sin desafiarlo es como robar a Jesús de aquello por lo cual
murió en la cruz. El no proclamar la derrota del diablo es también robar a los
hombres de aquello que tanto han anhelado: la oportunidad de romper todas las
ligaduras del enemigo. El no comprender esta verdad claramente es la causa de la
falta de entusiasmo y labor agresiva para ganar las almas perdidas. Es también la
causa de la pasividad de muchos creyentes espirituales en cuanto a los males que
existen en el mundo. Si el Calvario representa la derrota de Satanás, ¿por que le es
permitido engañarnos con las falsas enseñanzas del Modernismo y las falsificaciones
del Espiritismo ?
Satanás le teme a este aspecto de la Cruz más que a cualquier otro. Él sabe que
una vez que los santos completamente entiendan hasta cual grado la Cruz le ha
robado el poder al diablo, desde esa misma hora su caída será rápida y segura. Por
esto él ha hecho todo lo posible por esconder el verdadero significado del Calvario,
ridiculizándolo, falsificándolo, usando todos los medios a su alcance para impedir
que la Iglesia realice su labor espiritual.
El diablo no puede ocultarle la verdad al creyente, pero si puede causar que el
creyente sólo medite en esta victoria en vez de lleno, por fe, en una experiencia
práctica por medio del sometimiento al poder del Espíritu Santo.
Si quieres mantenerte libre de las ataduras del diablo, desciende profundamente a
la tumba de Cristo. Satanás es un enemigo derrotado, pero sólo hay un lugar donde
este hecho puede hacerse una realidad permanente en la vida del creyente, y ese
lugar es la muerte de Cristo. “Sepultado con él.” El diablo no te puede seguir allí —te
pierda para siempre. La Cruz nos separa de todas las cosas que el diablo puede usar
para poseeros.
—Autor desconocido
—Traducción: Juan R. Rubio

También podría gustarte