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Que es la teoría de la agencia?

La teoría de la agencia es un método de desarrollo empresarial mediante un sistema


de subcontratación de diversas tareas de nuestra empresa para conseguir una correcta
adecuación de dicho trabajo. Este acuerdo, a pesar de ser aceptado por una segunda
empresa, tendrá la validez legal y real como si lo hubiéramos hecho nosotros en primera
persona.

Esta teoría de la organización empresarial ha sido estudiada en los entornos financieros


para conseguir una aplicación directa en la estructura y puntos intermedios del
proceso productivo: si subcontratamos puede que consigamos un mejor resultado.
Realizar, por ejemplo, una actividad de distribución, según comenta la teoría de la
agencia, podría ser otorgado a una distribuidora que trabajara en nuestro nombre para
gestionar el reparto y localización de nuestros productos.

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Un modelo empresarial basado en la teoría de la agencia puede ser muy beneficioso


mediante el uso de la subcontratación. Un ejemplo de ésto puede ser el uso de una
gestoría externa a nuestra empresa que nos ayude a presentar nuestros informes
contables y fiscales. Para nosotros el beneficio consiste en ahorrarnos una cantidad
monetaria gracias a contar con este agente que nos realiza estas funciones, en vez de
gastar una mayor cuantía de dinero en uno o varios empleados especialistas en
contabilidad o en el apartado fiscal.

La aplicación real de la teoría de la agencia aplicada a un entorno empresarial podría


describirse de la siguiente manera: una situación en la que una persona física o jurídica
(llamada principal) realiza un encargo de tipo laboral a otra persona (o agente), a través
del cual se determinan los aspectos cualitativos y cuantitativos del cometido que tendrá
que realizar el agente en nombre del principal.

Este tipo de relaciones basadas en la teoría de la agencia, contractuales y siempre


fundamentadas legalmente en acuerdos mercantiles o laborales, tienen un aspecto de
recalificación constante dependiendo de las necesidades puntuales del principal, irá
ordenando al agente que vaya cambiando puntos de su gestión o adecuación productiva
para ofrecer un servicio más ajustado a sus necesidades. No es extraño por tanto una
continua modificación de los aspectos más importantes del acuerdo entre ambas partes.

La teoría de la agencia es un pensamiento empresarial que surge en el año 1973 de la


mano de Ross:

“Cada uno de los sujetos de una relación de agencia tiene sus propios intereses y ambos
intentan maximizar la utilidad”

Ross fue uno de los primeros analistas de la teoría de la agencia dejando sobre la mesa
también alguna problemática clara sobre la relación contractual de ambas partes. En su
opinión, el gerente de la operativa empresarial (nosotros lo hemos llamado agente) tiene
que tener una recompensa mejor que el pareto-eficiente que consiga esas funciones
que realiza para el principal.
Esto, que puede sonar muy complejo, no lo es. El principal sólo confía en la teoría de la
agencia y en el empleo de modelo empresarial con agentes si el resultado obtenido tras
dicho acuerdo es, desde el punto de vista económico y de eficiencia, mejor que si lo
hiciera por cuenta propia.

Enmarcado en el desarrollo de la teoría de agencia, años más tarde se empezaron a


valorar los costes que van asociados a cada una de las partes que puede llegar a
conformar una relación. Estos costes son:

• Costes del control productivo: los costes que el principal destina a la


regulación de la conducta del agente.

• Pérdida residual: cuando el agente toma decisiones en vez de que lo haga el


principal, puede producirse una situación devaluadora del poder de decisión. El
principal habría gestionado ciertas decisiones de forma distinta a como lo hace
el agente.

• Costes de fianza: costes extras que tiene que soportar el agente para ser fiel a la
actuación comprometida de forma previa con el principal. Un acuerdo cerrado
incumplido puede, en muchas ocasiones, generar repercusiones monetarias
(multas) y legales importantes (incumplimientos de contrato).

La teoría de la agencia se puede aplicar de forma múltiple a varios puntos de la


actividad empresarial. Un ejemplo de ello puede ser la relación que existe entre los
accionistas o dueños de una empresa y el equipo directivo que la compone. Los
accionistas o dueños, no dejan de ser un principal que dispone y confía la marcha de una
actividad, la dirección y gestión de la empresa a unos agentes, que llevan a cabo los
directivos.

En definitiva, cuando hablamos de la teoría de la agencia, hablamos de un modelo en el


que se enfocan algunos acuerdos empresariales o laborales para conseguir un objetivo
común que beneficie a ambas partes.

Los individuos de esta colación tendrán que ser partícipes de una actividad empresarial
y encarar los conflictos comunes que les platee el mercado, pero la consecución de un
acuerdo óptimo desde el punto de vista productivo-económico para ambas partes es
fundamental para que la teoría de la agencia ayude a fundamentar el desarrollo
empresarial.

Que es el riesgo moral?

El riesgo moral es, en la actualidad, un concepto económico que describe una situación
en la que un individuo -aislado de la consecuencia de sus acciones- podría cambiar su
comportamiento del que habría tenido si hubiera estado expuesto completamente a las
consecuencias de sus acciones.

Es de importancia notar que el concepto específicamente excluye malas intenciones,


tentativas fraudulentas, etc.
Riesgo moral es uno de los problemas originados por la presencia de información
asimétrica y se lo puede modelizar como un Problema del agente-principal.

Que es el problema de la agencia?

La relación de propiedad y agencia es el contrato explícito o implícito que se establece


entre dos partes, por el cual se comprometen a cooperar en la realización de una
actividad (Jensen y Meckling, 1976). Desde este enfoque teórico la empresa se concibe
como un entramado contractual que permite la cooperación de los distintos propietarios
de recursos en la causa de una actividad colectiva.

La separación entre propiedad y gerencia es muy ventajosa, por un lado permite que las
acciones cambien de propietario sin que esto afecte la marcha de la empresa, y por otro
se permite contratar a personas calificadas para asumir la gerencia. El conflicto puede
surgir cuando los intereses de los propietarios de la empresa (Principal) accionistas que
se pueden contar por miles en algunas empresas, difiere del de los directivos (Agentes).
A esto se le denomina Teoría de Agencia o Problema de Agencia Los propietarios
desean que los directivos trabajen en beneficio de la empresa maximizando el valor de
la empresa. Este conflicto puede surgir por las asimetrías informativas que pueden dar
lugar a que los agentes que buscan la maximización de su propio beneficio persigan
objetivos distintos a los acordados. Por lo tanto, esta relación de cooperación está
marcada por un potencial comportamiento oportunista de los agentes.

Las políticas de manejo de este problema intentan hacer compatibles los


comportamientos cooperativos en la empresa con la persecución de los intereses
personales, sugiriendo a “la empresa como un equipo cuyos miembros actúan según su
propio interés pero son conscientes de que su destino depende, en alguna medida, de la
supervivencia del equipo en su competencia con otros equipos”. Así pues, en cada uno
de los contratos se establecerán mecanismos de salvaguardia que promuevan la
cooperación e intenten minimizar los costes de agencia inherentes a las relaciones
contractuales. Estos problemas pueden mitigarse con una combinación de control e
incentivos. Por ejemplo los accionistas delegan la tarea de control de la alta dirección al
consejo de administración y a los contables, quienes auditan los libros de la empresa.

Para estimular a los directivos a maximizar la riqueza de los accionistas una parte de su
remuneración viene unida a los resultados de la empresa. Este pago relacionado con los
resultados consiste en una mezcla de acciones o de opciones sobre acciones y bonus que
dependen de las medidas de beneficio contable. Aunque dar a los directivos acciones
comunes u opciones sobre acciones no es la solución definitiva, desde los escándalos de
las empresas Enron, WorldCom y otras; preocupa que recompensar con acciones u
opciones pueda incentivar a directivos sin escrúpulos a inflar el precio de sus acciones y
ocultar la verdadera situación de la empresa.

Muchas empresas grandes han implementado sofisticados sistemas de bonus basados en


el ingresos residual o valor económico añadido (EVA). En estos sistemas los bonus de
los directivos dependen de las ganancias menos el precio del capital empleado.

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