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CIENCIA POLÍTICA I

2. 2 - EL HOMBRE COMO CAUSA EFICIENTE Y MATERIAL DEL ESTADO

A) SOBRE EL ORIGEN DEL ESTADO, LA CONCORDIA POLÍTICA Y EL CONTRATO O


PACTO

JOHN RAWLS, TEORÍA DE LA JUSTICIA

1. El papel de la justicia
La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales. Niega que la pérdida de libertad
para algunos se vuelva justa por el hecho de que un mayor bien es compartido por otros.
Es la única virtud que reconoce una nota de alteridad.
Lo único tolerable de una teoría errónea es la falta de una mejor, y lo único tolerable de una
injusticia es cuando su necesidad está fundada en evitar una injusticia peor.
Para poder explicar estas proposiciones, es necesario elaborar una teoría de la justicia
empezando por sus principios.

Una sociedad es una asociación más o menos autosuficiente de personas que en sus
relaciones reconocen ciertas reglas de conducta como obligatorias para poder vivir.
Estas reglas están dictadas desde tres órdenes: la ética, la política y el Derecho. La justicia
es objeto de los tres.
Dichas reglas también especifican un sistema de cooperación para que exista una sociedad
ordenada en torno a la promoción del bien y regulada por la justicia a través de la concordia
(cooperación entre personas) y las instituciones.

Hay un conflicto de intereses puesto que las personas no son indiferentes respecto a cómo
han de distribuirse los mayores beneficios.
Se requiere entonces de un conjunto de principios (los de la justicia social) para definir la
distribución apropiada de los mismos (asignar derechos y deberes).

Una sociedad está bien ordenada cuando:


• Hay principios de justicia comunes y conocidos por todos
• Los individuos tienden a la virtud
• Las instituciones satisfacen y garantizan dichos principios

Puede asimismo haber diferentes concepciones sobre la justicia, pero estas pueden estar
todas de acuerdo en que las instituciones son justas cuando no se hacen distinciones
arbitrarias entre las personas al asignarles derechos y deberes básicos.

Sin embargo existen otros problemas a resolver para que la comunidad humana sea viable.
En particular los de coordinación, eficacia y estabilidad.

2. Objeto de la justicia
El objeto primario de la justicia es la estructura básica de la sociedad, o mas exactamente
el modo en que las instituciones distribuyen derechos y deberes a través de las leyes,
actitudes y disposiciones.
El ámbito del estudio de Rawls se limita a dos presupuestos:
• el aislamiento de la sociedad política;
• la existencia de una sociedad ordenada.

El autor toma la situación del estado de naturaleza como hipotética. Parte de Locke,
Rousseau y Kant y deja de lado a Hobbes.
Distingue el concepto de justicia en tanto que equilibrio adecuado entre pretensiones
enfrentadas.

3. La idea principal de la teoría de la justicia


Los principios de la justicia para la estructura básica de la sociedad ordenada son el objeto
del acuerdo original tomado por Rawls como hipótesis. La posición original es el statu-quo
que asegura que los principios sean imparciales.

Los principios fundamentales son, entonces, justos. Y serían inicialmente dos bastante
diferentes:
• La exigencia de igualdad en la repartición de derechos y deberes básicos
• Las desigualdades sociales y económicas solo son justas si producen beneficios
compensadores para todos –y en particular para los mas desfavorecidos de la
sociedad-.

Una vez establecidos los principios fundamentales, esta situación de justicia debe
mantenerse a través de una norma (constitución) y luego de darse una autoridad
parlamentaria, los individuos se auto-adscriben a la sociedad por sí mismos.

4. La justicia como imparcialidad


Volviendo a los principios, su disparidad da lugar a la denominación de “justicia como
imparcialidad”. Por un lado la igualdad que refleja un desinterés de los bienes ajenos y por
otro la eficiencia o utilidad que deben generar las desigualdades sociales.

Esto lleva a una conexión de la teoría de la justicia con la de la elección racional (rational
choice) a fin de resolver esta situación dispar. Esto se logra eliminando aquellos principios
que apuntaran hacia una aspiración particular (por ej., si un hombre es rico desearía que
ciertos impuestos a la riqueza fueran declarados injustos, si fuera pobre desearía lo opuesto)

Para la determinación de la situación predilecta, Rawls asume que no hay ninguna apelación
a la evidencia, ya que una concepción de la justicia nunca puede deducirse de principios
evidentes sino que por el contrario su justificación es cuestión del mutuo apoyo de muchas
consideraciones.
Por otro lado ciertos principios se dan por justificados porque habría consenso sobre ellos en
una situación inicial de igualdad.

5. El utilitarismo clásico
Desde su postura de la justicia como imparcialidad, Rawls emprende una crítica tanto al
utilitarismo como al intuicionismo.

Surge aquí una temática de índole kantiana: los principios de justicia se nos presentan como
valores, no se trata de una cuestión de eficiencia o de intuición sino de una jerarquía de
principios. Hay que explicar desde el “deber ser”, no desde el “ser”.
El utilitarismo muestra dos problemas sobre la distribución igualitaria:
• No le explica al hombre cómo distribuir esa maximización de beneficios
• La ley o el legislador se convierten en meros administradores de eficiencia –a la
manera de un “gerente de empresa”- (esta es la tendencia de las filosofías modernas
occidentales).

6. Algunos contrastes relacionados (entre utilitarismo y contractualismo)


Mientras que la doctrina contractual acepta nuestras convicciones acerca de la prioridad de la
justicia como correctas –en general-, el utilitarismo pretende explicarlas como una ilusión
socialmente útil.

Mientras el utilitario hace extensivo a la sociedad el principio de elección individual, la


justicia como imparcialidad supone que los principios de elección social y, por ende los de
justicia son objetos de un acuerdo original.

La eficacia utilitarista se centra en la generación de riquezas que van a concentrarse en una


minoría. Finalmente, el capital descansa en aquellos que ostentaron su crecimiento. La
maximización está por encima de la justicia.

Respuesta: hay que atemplar ese principio de la eficacia, a través del principio de la justa
igualdad de oportunidades que promueve la democracia moderna: moderando las clases
aristocráticas.
Hoy el concepto de aristocracia se encuentra corrompido y define a cierta élite que pretende
emplear la gestión gubernativa para incrementar su poder y recursos económicos.

7. Intuicionismo
El intuicionismo es la doctrina que mantiene que existe una familia irreductible de primeros
principios que tienen que ser balanceados unos con otros preguntándonos qué equilibrio es el
más justo según nuestro juicio. Surge a partir de allí una potencialidad de conflictos.

Hay varios tipos de intuicionismo. El intuicionismo de sentido común toma la forma de


grupos de preceptos que se aplican a problemas particulares de la justicia –no establecen
reglas de prioridad o jerarquía- (por ej. uno sobre la cuestión de los salarios, otro sobre
impuestos, etc.).

La concepción de sociedad justa planteada por Rawls es de tipo intuicionista en el sentido de


que no proporciona ninguna norma de prioridad que determine como deben equilibrarse los
principios de utilidad y de distribución.

8. El problema de la prioridad
El intuicionismo plantea la pregunta de hasta qué punto es posible dar una explicación
sistemática de nuestros juicios acerca de lo justo y lo injusto.
Sostiene que no puede darse ninguna respuesta al problema de asignar valores a los
principios competitivos de la justicia (hay que confiar en nuestras capacidades intuitivas).

Por otro lado, el utilitarismo clásico trata de evitar el recurso a la intuición: el ajuste de
valores se resuelva remitiéndose al principio de utilidad.
Ambos sostienen que nuestros juicios morales son implícitamente utilitarios. Ante una
colisión de preceptos, no tenemos otra alternativa que adoptar el utilitarismo.
Uno de los grandes atractivos de la doctrina clásica es que encara el problema de la prioridad
y trata de no depender de la intuición.

En la justicia como imparcialidad se limita el papel de la intuición de varias maneras:


• los principios de la justicia son producto de cierta situación de elección racional en la
posición original;
• ningún principio puede intervenir a menos que los colocados previamente hayan sido
plenamente satisfechos o no sean aplicables. Los situados anteriormente tienen valor
absoluto y se mantienen sin excepción;
• también puede reducirse la dependencia de la intuición planteando cuestiones más
limitadas y sustituyendo el juicio moral por el prudencial.

La tarea consiste no en eliminar totalmente la dependencia de los juicios intuitivos sino en


reducirla.

En síntesis, Rawls plantea que la justicia como imparcialidad debe estar compuesta a la
manera de una jerarquía de principios, a saber:

Principios Pueden ser obligaciones de


tendientes a hacer, o restricciones de no
los DEBERES hacer
NATURALES

Tendencia a la IGUALDAD

Concepción de las CLASES DIRIGENTES

Expectativas de BIENES SOCIALES PRIMARIOS


(BASE de cualquier concepción de justicia)

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