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En muchos casos es común oír hablar de materia, la cual se refiere a todo aquello
que tiene masa y ocupa espacio. La materia no incluye la luz o conceptos
abstractos como la belleza porque no ocupan espacio y no tienen masa.
Observamos que la materia es distinta y decimos que hay distintos tipos de
materia o que hay distintos tipos de sustancias. Reconocemos los distintos tipos
de sustancias por sus propiedades distintas o características.
Es así que paso a dar inicio a la práctica en referencia, no sin antes indicar que
cumpliré con el cometido de la práctica, no solo para cumplir el ciclo dispuesto a
tales efectos, sino que también la realizare para adquirir el conocimiento y dominio
del tema en cuestión.
I.- MARCO TEORICO:
Los metales son un grupo de elementos químicos que presentan todas o gran
parte de las siguientes propiedades físicas: estado sólido a temperatura normal,
excepto el mercurio que es líquido; opacidad, excepto en capas muy finas; buenos
conductores eléctricos y térmicos; brillantes, una vez pulidos, y estructura
cristalina en estado sólido. Metales y no metales se encuentran separados en el
sistema periódico por una línea diagonal de elementos.
Los metales suelen ser duros y resistentes. Aunque existen ciertas variaciones de
uno a otro, en general los metales tienen las siguientes propiedades: dureza o
resistencia a ser rayados; resistencia longitudinal o resistencia a la rotura;
elasticidad o capacidad de volver a su forma original después de sufrir
deformación; maleabilidad o posibilidad de cambiar de forma por la acción del
martillo; resistencia a la fatiga o capacidad de soportar una fuerza o presión
continuadas, y ductilidad o posibilidad de deformarse sin sufrir roturas.
En 1928, el físico alemán Arnold Sommerfeld sugirió que los electrones en los
metales se encuentran en una disposición cuántica en la que los niveles de baja
energía disponibles para los electrones se hallan casi completamente ocupados.
En el mismo año, el físico estadounidense de origen suizo Felix Bloch, y más tarde
el físico francés Louis Brillouin, aplicaron esta idea en la hoy aceptada “teoría de
bandas” para los enlaces en los sólidos metálicos.
De acuerdo con dicha teoría, todo átomo de metal tiene únicamente un número
limitado de electrones de valencia con los que unirse a los átomos vecinos. Por
ello se requiere un amplio reparto de electrones entre los átomos individuales. El
reparto de electrones se consigue por la superposición de orbitales atómicos de
energía equivalente con los átomos adyacentes. Esta superposición va
recorriendo todo el metal, formando amplios orbitales que se extienden por todo el
sólido, en vez de pertenecer a átomos concretos. Cada uno de estos orbitales
tiene un nivel de energía distinto debido a que los orbitales atómicos de los que
proceden, tenían a su vez diferentes niveles de energía. Los orbitales, cuyo
número es el mismo que el de los orbitales atómicos, tienen dos electrones cada
uno y se van llenando en orden de menor a mayor energía hasta agotar el número
de electrones disponibles. En esta teoría se dice que los grupos de electrones
residen en bandas, que constituyen conjuntos de orbitales. Cada banda tiene un
margen de valores de energía, valores que deberían poseer los electrones para
poder ser parte de esa banda. En algunos metales se dan interrupciones de
energía entre las bandas, pues los electrones no poseen ciertas energías. La
banda con mayor energía en un metal no está llena de electrones, dado que una
característica de los metales es que no poseen suficientes electrones para
llenarla. La elevada conductividad eléctrica y térmica de los metales se explica así
por el paso de electrones a estas bandas con defecto de electrones, provocado
por la absorción de energía térmica.
Por otra parte, el sodio y el potasio (Na y K) son tan reactivos que se deben
conservar en aceite para evitar que reaccionen con el aire. En agua, el potasio
puede arder y producir una llama de color púrpura. El aluminio reacciona con el
aire para formar una delgada cubierta, casi invisible, que la protege del agua, por
eso es el elemento estructural de los aviones y ventanas y puertas para duchas.
El zinc reacciona lentamente con el agua por lo que es utilizado para galvanizar
metales, como el hierro, y así evitar que se oxiden. El hierro se oxida o corroe,
como se dice comúnmente, en presencia del aire. El estudio de la corrosión es de
gran importancia en la industria química.
El cobre, la plata y el oro son muy poco reactivos, por eso son utilizados en
joyería. Como algunos metales son muy reactivos el hombre se ha visto en la
necesidad de “alearlos” para obtener materiales con propiedades especiales como
el latón, el acero inoxidable y el oro blanco. El oro es el menos reactivo de los
metales, y por ello está ubicado en la parte más baja de la escala: no reacciona
con el agua, ni con ácidos diluidos, ni con el aire, razón por la cual se encuentra
en estado elemental en la naturaleza.
II.- PROCEDIMIENTO:
II.1- Objetivos:
N°. DESCRIPCION
1. Muestras de algunos metales: aluminio, cobre, hierro, etc.
2. Agua.
3. Ácido clorhídrico.
4. Ácido nítrico
5. Gradilla con tubos de ensayo.
6. Pinzas.
7. Papel de filtro.
II.3.- Procedimiento:
1. Coloca una muestra de metal sobre papel blanco y observa su color, olor,
estado físico, brillo, ductilidad, dureza, etc. Repite la operación con cada
uno de los metales y anota las observaciones en una tabla metales /
propiedades físicas.
Nota: Para el sodio, el agua actúa como el HCl con otros metales menos
activos.
III.- RESULTADOS:
A.- ENSAYO 1:
C.- ENSAYO 3:
D.- ENSAYO 4:
Los metales son un grupo de elementos químicos que presentan todas o gran
parte de las siguientes propiedades físicas: estado sólido a temperatura normal,
excepto el mercurio que es líquido; opacidad, excepto en capas muy finas; buenos
conductores eléctricos y térmicos; brillantes, una vez pulidos, y estructura
cristalina en estado sólido.
En otro caso, nos planteamos que de igual forma las reacciones químicas
manifestadas por los metales utilizados, en mayor o en menor grado, podían tener
que ver con la energía de ionización, ya que en teoría si ésta es menor, la
capacidad para reaccionar de un elemento aumenta, y si la energía de ionización
aumenta, la capacidad de reaccionar de un elemento disminuye.
Las razones por las que no coincidieron estos elementos pueden haber sido
muchas, ya que al momento del experimento hay muchos factores que influyen,
como lo pudo haber sido la temperatura ambiental, un factor muy importante, o
como lo pudo haber sido los elementos químicos que se encontraban en el
ambiente en ese momento, como el oxigeno.
BIBLIOGRAFIA
Brown, T., Lemay, H., Bursten, B. “Química la Ciencia Central”. Prentice Hall
Hispanoamericana S.A. México. 1998.