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GRADO: SEXTO.
ÁREA: LENGUA.
RECORDAR: Las tareas deberán ser entregadas la primera semana de clases, ciclo 2.010,
ACTIVIDADES:
2) Responde:
5) Transcribe el resumen.
“El paisajista”.
El pintor viajó largos días, visitó los nuevos territorios, atravesó campos y caminos
extraños, pero regresó sin una sola imagen, sin siquiera un esbozo de in dibujo.
trajeran un gran lienzo y lo colocaran en una pared del palacio. Sobre eso, pensaba
contemplar su obra, ansioso por conocerla. El pintor le explicó todos los rincones del
primer plano de la pintura y que parecía perderse en el espacio. Todos los presentes,
incluso el emperador, tuvieron la sensación que el cuerpo del pintor se introducía en ese
sendero, que avanzaba poco a poco en el paisaje, que se hacía más pequeño.
Pronto una curva del camino lo ocultó a los ojos del resto, dejando al gran paisaje
aposentos, en silencio.
• Una noche.
• La joven sueña que camina por un sendero extraño, que le resulta conocido.
Capítulo 1. Discusión.
Me llamo Esteban Melgarejo y, según mi madre, cuando yo estaba por nacer se armó
una discusión entre mi padre, que era hijo de españoles, y mi abuela, que era india.
Mi madre estaba en el suelo, sobre una manta, y a su lado se peleaban mi padre y mi
abuela. Cada uno tenía una idea de cómo debía realizarse el parto y la explicaba a gritos: mi
padre decía en catalán que mi madre debía permanecer acostada, y mi abuela decía en el
idioma de los quilmes que debía tomarse de una rama del ombú que había afuera y
permanecer colgada hasta que el bebé, yo, por su propio peso, bajara.
madre – me hizo “independiente y de pocas pulgas”. Mi padre, en cambo, decía que yo era
“un potro sin domar”, “un caso perdido” debido a que por mis venas corre sangre india.
En fin, nací en 1.775, en un rancho de adobe que estaba a una legua más al sur de
Ensenada, cerca de un arroyo. Allí teníamos todo lo necesario para vivir y lo que nos faltaba
lo fabricaba mi padre o lo traía de Buenos Aires cuando iba en la carreta a vender cueros.
momento de gran prosperidad gracias a que mi padre transportó aguardiente y armas para
un pulpero cercano a la frontera, quien a su vez les vendía esas mercancías prohibidas a los
indios.
Meses más tarde, los blandengues se llevaron preso al pulpero y aquel negocio
terminó. Mi padre creyó prudente no ir por un tiempo a Buenos Aires, y a eso se debe que
yo no haya sido bautizado ni anotado en los registros del Cabildo. Seguramente después me
Pasé los primeros años de la soledad de aquellos parajes, temiendo que una noche un
malón nos quemara la casa y se llevara cautiva a mi madre. Sin embargo, los indios que
pasaban por allí venían en pequeños grupos y con el ánimo de vender plumas de avestruz y
cueros de vacas en Buenos Aires. Las pocas veces que se detuvieron, mi padre los trató con
abuela que hablara un poco en su lengua, para que los visitantes vieran que había uno de
Para felicidad mía y de mi hermano Manuel, tres años mayor, un día mi padre dijo
que nos iríamos a vivir a Buenos Aires, donde levantaríamos una casa en una parcela que le
Allá nos fuimos un día, cargando todo en la carreta y seguidos por un par de
caballos y los quince perros que teníamos. Cuando llegamos, mi hermano y yo nos
desilusionamos… ¿Eso era Buenos Aires? ¿Un desierto apenas más habitado que el que
habíamos dejado?
Nos equivocábamos. La parroquia más cercana empezaba a un cuarto de legua de allí,
así que seguíamos viviendo fuera de Buenos Aires, en el campo, aunque mi padre se
enmudecimos: nunca habíamos visto casas como aquellas y ese tipo de gente paseando
tranquilamente por las aceras, con sus trajes elegantes, y tantos carruajes y caballos, y los
negocios casi pegados uno al lado de otro. Después, en la Plaza Mayor, el movimiento se
multiplicaba y nuestros ojos no tuvieron descanso: al lado de un puesto de licores una negra
vendía empanadas, y enseguida había un turco que ofrecía telas, otro hombre que vendía
una montura, una vieja que ofrecía verduras, y por todos lados carretas que entraban y
salían, perros y olores y gritos y movimiento. Recuerdo que pensé: “¡La ciudad es algo
maravilloso!”.
c) ¿Por las venas de Esteban, corre sólo sangre india, como dice su padre? ¿Por qué?
d) ¿Qué opinan sobre la relación que establece el padre de Esteban, entre su origen y
su temperamento?
g) Este primer capítulo de la novela, tiene tres cambios de lugares. ¿Cuáles son?
h) ¿En qué año nació Esteban? ¿Dónde? ¿Cuál era su situación social y económica?
j) ¿Por qué el padre le pide a la abuela que hable con los indios?
k) ¿Qué sucedió para que Esteban piense que: “La ciudad es algo maravilloso”?