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Ética de la Comunicación: La foto que ganó el premio Pulitzer

En el año 1994, el fotógrafo


sudafricano Kevin Carter,
recibió el premio Pulitzer por
una foto tomada durante la
hambruna en Sudán en la
que aparece una niña suda-
nesa demacrada, hambrienta
y moribunda, arrastrándose
por el suelo para alcanzar un
plato de comida, y un buitre
detrás de ella, esperando a
que se muera para comér-
sela.
Dicha fotografía fue
publicada en el New York
Times, en el diario The Mall, así como en diarios locales sudafricanos como el
Johanesburgh Weekly. Posteriormente, esta misma fotografía fue publicada en otros
medios a nivel mundial, como metáfora de la contradicción existente en la situación
económica y social de los países africanos.
La reacción frente a la fotografía causó una gran controversia social pues, por un lado, se
valoró el trabajo realizado por el fotógrafo al haber registrado una escena que reflejaba la
cruda realidad de la población de algunos países africanos; pero, por otro lado, se criticó
duramente el que Carter hubiera estado un buen rato viendo a la niña muriéndose en el
intento por alcanzar la comida sin poder lograrlo, amenazada por un buitre, sin hacer otra
cosa que tomar fotografías. Esta crítica se hizo aún más severa cuando el fotógrafo declaró
que la secuencia de fotos que él había registrado mostraba todo el proceso en el que la niña
iba avanzando hacia la comida, en un largo y doloroso intento que acabó cuando el buitre
terminó cazándola.
Cuando los responsables de diversos medios de comunicación fueron entrevistados sobre la
polémica en relación a esta secuencia de fotos, algunos afirmaron que Carter había
cumplido con su labor de informar sobre la situación de hambruna en Sudán que pasaba
desapercibida para el mundo entero y que la escena que había registrado era
irremediablemente fatal pues la niña moriría de todas maneras. Asimismo, el fotógrafo
declaró ante varios entrevistadores que después de sacar la foto estuvo horas sentado bajo
un árbol fumando y llorando: “ser fotógrafo es cargar con el horror de todo lo que se
fotografía”, comentó a la prensa.
Kevin Carter empezó su trabajo como fotógrafo deportivo en 1983 pero pronto empezó a
trabajar en las páginas políticas de los medios de comunicación sudafricanos, registrando
imágenes relacionadas a la represión y a las protestas contra el apartheid. Definía su trabajo
fotográfico como “similar al de un corredor de automóviles que disfruta viviendo al límite”.
Algunos años más tarde, Kevin Carter se suicidó y algunos medios de comunicación
señalaron que fue producto de una profunda depresión aparentemente ocasionada por las
presiones vividas respecto al tema de las fotos en Sudán.

Preguntas:
- ¿El logro de un éxito profesional justifica este tipo de conductas? ¿Es "el derecho de los
ciudadanos a la información" un fin más alto que la solidaridad?
- ¿Ves algún paralelismo con el caso de los fotógrafos de Lady Di? ¿Crees que era más
importante la foto de su agonía que el prestarle ayuda?
- ¿Estás de acuerdo en que el respeto a la dignidad de la persona es el valor más alto en el
mundo de la comunicación?

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