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¿Sexualidad en la escuela?

Los desafíos de la Ley de


Educación Sexual Integral

Por Orlando Martín

Editorial SB

Buenos Aires
(Argentina)

Primera
edición: 2007

Este material
es de uso
exclusivamente
didáctico
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN.......................................................................................... 9

1. UNA LEY DE DERECHO........................................................................ 13


Una ley desde los derechos humanos
1.1. EL PUNTO DE PARTIDA DESDE LOS CHICOS Y CON LOS
DOCENTES ................................................................................................... . 13
1.2. EL PUNTO DE PARTIDA CON LOS PADRES ............................................ 16
1.3. PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL ……….. 17

2. ¿EN QUÉ ANTROPOLOGÍA SE SUSTENTA


LA LEY DE EDUCACIÓN? .................................................................... 23
- Qué significa educación sexual integral
- Objetivos y contenidos
2.1. ENFOQUES PARCIALES EN SEXUALIDAD Y EN EDUCACIÓN SEXUAL …. 23
2.2. ENFOQUE COMPREHENSIVO E INTEGRAL ........................................... 24
2.3. ¿CUÁL ES EL ENFOQUE DE LA LEY?..................................................... 26

3. DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO


Y LA PREVENCIÓN................................................................................ 35
3.1. CONCEPTO DE GÉNERO........................................................................ 35
3.2. GÉNERO Y COEDUCACIÓN. GÉNERO Y MODELOS
EDUCATIVOS ............................................................................................... 40
3.3. LA ESTRATEGIA PREVENTIVA Y EDUCATIVA EN SEXUALIDAD
Y AMOR ........................................................................................................ 44

4. UNIVERSALIDAD Y CONTENIDOS.................................................... 47
- Inclusión, equidad
4.1. UNIVERSALIDAD ................................................................................... 47
4.2. CONTENIDOS......................................................................................... 47
4.3. ALGUNOS CONTENIDOS Y SUGERENCIAS ............................................ 48
5. DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Y LA PREVENCIÓN ............................................................................. 53
INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 53
5.1. INCLUSIÓN, INTEGRACIÓN..................................................................... 55
5.2. CURRÍCULO ........................................................................................... 61
5.3. FRENTE A LAS NUEVAS PROPUESTAS DE LA OMS, DE LA UNESCO
Y DE LA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN NACIONAL.............................................. 63
5.4. EL GRAN DESAFÍO: LA TRANSVERSALIDAD .............................................. 64
5.5. ALGUNOS PASOS CONCRETOS PARA EMPEZAR .......................................... 66
CONCLUSIONES............................................................................................ 71

6. LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE LA FAMILIA


Y LA NECESARIA CONJUNCIÓN DE LA FAMILIA
Y LA ESCUELA ........................................................................................ 73
6.1. LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD ................................ 74
6.2. PADRES-ESCUELA ................................................................................... 81

7. CON POLÍTICAS CONSISTENTES, CON DIRECTIVOS


Y DOCENTES CAPACITADOS Y ENTUSIASMADOS
..................... 97
7.1. POLÍTICA NACIONAL ORGANIZATIVA Y PEDAGÓGICA .............................. 97
7.2. LA IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRAMA POR JURISDICCIONES O
PROVINCIAS. LA CAPACITACIÓN Y FORMACIÓN DE LOS DOCENTES
.................. 101

EPÍLOGO........................................................................................................ 125

ANEXO Io
HONORABLE CONGRESO DE LA NACIÓN
ARGENTINA .................................................................................................. 127

ANEXO IIo
LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA
DE BUENOS AIRES ...................................................................................... 131

ANEXO IIIo
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
DEL NIÑO ....................................................................................................... 137

BIBLIOGRAFÍA............................................................................................. 139
3. DESDE LA PERSPECTIVA DE
GÉNERO Y LA PREVENCIÓN

¿Qué dice la ley en "perspectiva de género" y en


prevención? En los objetivos del Art. 3o señala
explícitamente:
- "d) Prevenir los problemas relacionados con la salud en
general y la salud sexual y reproductiva en particular.
- e) Procurar igualdad de trato y oportunidades para
varones y mujeres".
A esto debemos agregar la aplicación de las leyes enunciadas
en el Art. 2o.
Consideremos estos temas con cierto detenimiento.
Hoy es frecuente hablar de "género", "perspectiva de género",
"identidad de género", "roles de género", etc. Es un tema muy
delicado y decisivo para enmarcar correctamente el tema de la
educación sexual integral.
Es necesario formularnos varias preguntas:
- ¿A qué nos referimos cuando hablamos de "género"?
- ¿Qué expresa la ley?
- ¿Cómo trabajaremos para que no quede en meros deseos y
continúen los estereotipos culturales del abuso y de la
prepotencia?

3.1. CONCEPTO DE GÉNERO

Género es la apreciación conceptual que incluye los aspectos


somáticos, psicológicos, sociales, culturales, axiológicos y
pedagógicos sobre qué es ser mujer y qué es ser varón, el vínculo
entre los sexos y el ejercicio de la paternidad y la maternidad, (ver
Martín, O. - Madrid E., Didáctica de la educación sexual).
Cuando hablamos de género en sexualidad nos referimos a las
expectativas, valores, prescripciones y mandatos pertinentes al
varón y a la mujer en un contexto determinado. De aquí el
concepto que aporta la sociología: "conjunto de significados
contingentes que los sexos asumen
en el contexto de una sociedad dada". Género, por lo tanto, es el
conjunto de pautas de comportamiento del varón y de la mujer en
una determinada cultura o sociedad.
El concepto de género proporciona nuevos datos. Nosotros lo
incluimos en el Sistema Integrado de Sexualidad (SIS), en el
marco comprensivo-personalista. Es necesario destacar dos notas:
1. El enriquecimiento cualitativo del concepto: reunimos
aspectos ántropo-axiológicos y pedagógicos, necesarios para
que los nuevos aportes se efectivicen en la vida de cada
persona y en el vínculo entre los sexos.
2. La ampliación dimensional del concepto se refiere,
generalmente, a un área personal (muy típica de una
antropología y cultura individualista como la que vivimos);
señalamos que el género incluye, además, la dimensión social
y creativa-procreativa que, en lenguaje concreto, es la
dimensión vincular-amorosa, la dimensión fecunda de la
maternidad-paternidad y el afrontamiento socio-laboral,
conjunto de mujeres y varones para una civilización mejor.
Esta apreciación sobre la sexualidad es una realidad humana
que, en este siglo, ha sufrido cambios cualitativos impresionantes,
aunque éstos sean dispares de un contexto a otro. Hablar de género
es preguntarse qué es ser mujer o varón hoy, cómo se aprende esto
o aquello referido al rol sexual, a la identidad masculina o
femenina, al rol de esposa-esposo, padre-madre; preguntarse por
qué los varones tienen determinados tipos de problemas mientras
las mujeres sufren otras situaciones, o por qué ocurren
determinados conflictos en las familias.
En este capítulo no abordaremos ni el origen del tema ni las
repercusiones en la vida de acuerdo al modo como se haya
realizado esta asignación y asunción del género.
Sólo señalaremos cómo se adquiere y construye el género, y
algunas pinceladas sobre la situación actual.
Hay tres momentos en la adquisición y construcción del
género (momentos mutuamente implicados y con variaciones muy
grandes de acuerdo a los diferentes contextos socio-culturales y
familiares). Estos momentos son:
a. La atribución, asignación o rotulación de género: es la
heteroclasificación que la familia y otras personas
significativas hacen apenas nace un bebé. Identificar un
cuerpo ("sexo", especialmente los genitales)
moviliza un conjunto de sentimientos: se desarrollan
expectativas, comienzan a aplicarse las prescripciones y
estereotipos que ese grupo tenga acerca del hijo-hija, de su
significación y del modo de vestirlo y criarlo de acuerdo a su
sexualidad femenina o masculina.
b. Identidad de género: mencionaremos dos aspectos:
- el núcleo básico, el sistema ideo-afectivo-emocional más
primitivo (consciente o inconsciente). Es la
"autoclasificación" de género, la pertenencia a un grupo
determinado (varón o mujer, "soy nene"; "soy nena");
- la identidad propiamente dicha se inicia con el nacimiento
y acompaña toda nuestra existencia. Esta identidad se
"aprende", y en ella tienen una incidencia fundamental las
prescripciones y valoraciones que se dan en cada grupo
familiar, social, cultural y religioso. El aprendizaje de la
identidad no es fácil. En el contexto de devaluación del
sexo-mujer, era y es muy duro desarrollar esa identidad; en
la situación inversa, la identidad masculina sufre muchas
confusiones.
c. Rol de género: es el conjunto de expectativas y conductas
esperables o consideradas apropiadas para un sexo
determinado. Este ideal masculino o femenino se construye en
un "patrón cultural", un modelo que circula anónima e
invisiblemente, pero que es suficientemente adjudicado y
normatizado hasta el estereotipo. Ejercerá una fuerte presión
interna y se expresará como "natural".
Sintetizando, la sexualidad es un modo de ser humano (lo
genérico), es ser mujer o varón. Es nuestro modo peculiar -
masculino o femenino-de percibir, sentir, valorar y actuar ante uno
mismo, ante el otro sexo, ante el mundo y ante Dios.
Por lo tanto, esta vivencia y comprensión (masculina o
femenina) posee tres cualidades:
1. De autopercepción y valoración: sentido personal de
crecimiento y realización, roles y funciones personales,
profesionales, sociales, etc.
2. De comunicación, vinculación y lenguaje con el otro sexo:
sentido unitivo, amoroso, gozoso (o una convivencia
desastrosa).
3. De trascendencia creativa y procreativa: sentido fecundo y
constructivo de la sexualidad; sentido procreativo, la
paternidad y maternidad.
Asumida integralmente, la sexualidad produce el gozo de
vivir, la alegría de ser varón o mujer, tanto en la pareja conyugal
como en la vida de soltero.
En esta comprensión "personalista", la dedicación a una causa,
el placer sexual, la paternidad y la maternidad quedan
redimensionados en el amor como don de sí solidario y
cooperativo.
¿Cómo ocurre hoy la construcción del género y de los
vínculos?
La literatura que denuncia la violación, el desprecio, la
discriminación, el abuso por cuestiones de género es
impresionante, no sólo en nuestro país, sino en toda
Latinoamérica.
En el Congreso Internacional de Sexología (Buenos Aires,
10/2006) se aportaron datos escalofriantes:
• Violencia hacia la mujer: en Uruguay muere una mujer por
violencia doméstica cada nueve días. En un tercio de los
hogares de Montevideo y Canelones está presente este tipo de
violencia, y en uno de cada diez hogares las mujeres se
encuentran sometidas a violencia sexual. Esta situación se
observa en todos los niveles socio-económicos (ver Banco
Interamericano).
• Abuso sexual infantil: el 8% de las mujeres encuestadas en el
estudio de referencia fue abusada sexualmente de niña; estos
valores coinciden con estudios retrospectivos realizados en
otros países.
• "Causas" de la violencia doméstica y en especial del abuso
sexual: entre las causas más importantes, queremos destacar:

- Variables actitudinales de control hacia la mujer: la


molestia de la pareja si no sabe dónde se encuentra a cada
momento aumenta 2.3 veces la probabilidad de violencia; si
habla con otros hombres, aumenta la probabilidad de
violencia en 2.2 veces; finalmente, si la pareja se molesta
cuando se relaciona con su familia, aumenta en 1.5 veces.
- La experiencia de maltrato infantil aumenta la probabilidad
de violencia en 1.9 veces. Así como la ideología machista
se encuentra en el origen de la violencia hacia la mujer, la
violencia hacia los niños, especialmente el abuso sexual,
tiene su origen en una sociedad "adultocéntrica", en la que
los niños son considerados "propiedad privada".
El imaginario social latinoamericano no concibe una familia
que "pueda atentar contra los niños a quienes debe amparar".
Tampoco concibe un Estado incapaz de contener estas situaciones
de violencia. Los
medios, por su parte, frecuentemente refuerzan ese imaginario
imperante, y contribuyen a generar un manto de silencio frente a la
violencia infantil, principalmente frente a la violencia sexual,
reforzando su invisibi-lidad. En la sociedad, en los estados y en los
medios existen manifiestas formas de maltrato infantil
"institucionalizadas", que no son reconocidas como tales, por lo
que, como consecuencia, no reciben respuestas adecuadas
(Comisión Europea).
Para prevenir las situaciones de abuso sexual infantil, los
niños deben recibir, desde su más tierna infancia, la información
necesaria que les permita conocer su cuerpo y el lugar que ocupa
la función sexual. Asimismo, educar en la autoestima reforzará
su posibilidad de negarse al abuso y/o denunciarlo.

La situación de violencia y los jóvenes


En la investigación anteriormente mencionada (prevalencia de
violencia doméstica), se constató que en los hogares constituidos
por jóvenes de entre 15 y 21 años, sobre los cuales se trabajó con
una sub muestra de tendencias, la prevalencia de la violencia
doméstica triplicó la de los hogares adultos (64% de los hogares de
jóvenes), y la violencia sexual se constató en el 18% de esos.
Es digno de considerarse que, en su mayoría, estos hogares
están constituidos "obligatoriamente", a causa del embarazo
adolescente. La asociación entre una ideología autoritaria de
género y la violencia doméstica también está estadísticamente
demostrada. Por lo tanto, cualquier política de prevención de
violencia doméstica debe necesariamente incluir una política de
educación sexual enmarcada en la crítica de las percepciones,
concepciones y evaluaciones que sobre el género se actualizan en
la vida cotidiana, y basarse en la autoestima, especialmente en las
mujeres. Establecer esta política en todos los niveles de la
educación es condición necesaria para cortar los espirales de
repetición de la violencia doméstica.

Pistas para la acción


La rica experiencia acumulada en el transcurso de los últimos
años en el desarrollo de programas y acciones desde instituciones
públicas y organizaciones de la sociedad civil merece ser
considerada, rescatada y aprovechada en el momento de diseñar
una política pública de educación sexual.
Es sensato pensar que hay mayores probabilidades de
incorporar la educación sexual (formal, informal y no formal) si
ésta se vincula con los programas y servicios existentes; de esta
manera se potenciarán las acciones, se evitará la superposición de
esfuerzos y se administrará eficientemente los recursos
disponibles.

3.2. GÉNEROYCOEDUCACIÓN.GÉNEROYMODELOSEDUCATIVOS

Por motivos prácticos, ya no se duda de la coeducación en la


escuela.
Pero existen motivos científicos que avalan su necesidad, y es
necesario explicitarlos para realizar una adecuada educación
integral de la persona humana sexuada. Estos aportes provienen
de:
• la antropología del vinculo relacional;
• la psico-sociología de la identidad de género.
Cuando hablamos de género en sexualidad, nos referimos a las
expectativas, valores, prescripciones, mandatos, etc. pertinentes al
varón y a la mujer en un contexto determinado. La sociología lo
define como el "conjunto de significados contingentes que los
sexos asumen en el contexto de una sociedad dada". Género, por
lo tanto, es el conjunto de pautas de comportamiento del varón y
de la mujer en una determinada cultura o sociedad.
En esta comprensión "personalista", la dedicación a una causa,
el placer sexual, la paternidad y la maternidad quedan
redimensionados en el amor como don de sí.

Relacionemos estos conceptos de género con los de sexo


y sexualidad:
El sexo o pulsión sexual (TRIEB) es la dimensión biológica, y
se refiere a los aspectos bio-anátomo-fisiológicos y al intercambio
sexual en sí mismo. Cada célula del cuerpo, con sus cromosomas,
habla del sexo de cada persona y de la pulsión con la cual
nacemos, que se desarrolla durante el proceso de sexuación. Todo
este proceso dará lugar a la madurez sexual, que incluye la
ovogénesis y la espermatogénesis con la probabilidad de actividad,
encuentro sexual y la consiguiente reproducción. Es ser macho o
hembra. Con el sexo se nace, y tiene su propio dinamismo.
La sexualidad, el afecto y eros es lo femenino-masculino, la
persona sexuada, el individuo que intenta llegar a ser mujer o
varón. Interpreto esa realidad sexuada desde lo psico-afectivo-
emocional y las características
que requiere ese proceso para poder advenir a esa madurez psico-
afectiva con roles y capacidades para ser realmente considerado
como adulto en una sociedad y cultura determinadas. La persona
sexuada obrará de acuerdo a esa valoración. Esta sexualidad es
fruto de un aprendizaje.
En este proceso, el género es la consideración psico-socio-
cultural y pedagógica de la identidad femenina o masculina del
varón y la mujer en una determinada sociedad; es un concepto
holístico, totalizador, cargado de valor y prescripciones. El género
se asume o se rechaza, se enriquece o distorsiona.

El devenir histórico de los géneros

¿Qué ocurrió históricamente con los géneros? ¿Existió una


valoración ecuánime de cada uno? Si existió una asimetría,
¿cuándo y por qué se produjo? ¿Por qué surgió la dominación de
un sexo por el otro? ¿Por qué esa hostilidad? ¿Cómo y cuándo
surge el posicionamiento diferente? ¿Qué luchas se originaron y
cuáles están ocurriendo?
La formulación de estas preguntas manifiestan que,
efectivamente, hemos constado la lucha y la dominación de los
géneros, porque hubo -tal vez todavía exista- una subestimación de
uno de los sexos. Sabemos que al "principio" no fue así: Dios los
creó varón y mujer y les dijo: "Creced y multiplicaos". En el relato
más primitivo, la mujer surge de la contemplación del varón, de
"su costado", como "huesos de sus huesos, carne de su carne".
Más tarde el varón dominó a la mujer, a la que se denominó
"sexo débil" y se asignó un determinado lugar. Pero luego
sobrevino un movimiento poderoso, la "liberación femenina", que
provocó un nuevo cambio, un proceso en el cual todavía nos
encontramos.
Mi intención en este apartado es aproximar una temática,
discutida y controvertida por momentos, que constituye un signo
de los tiempos: la búsqueda de identidad de la mujer y del varón, y
de una vida más digna en ese lugar profundo e íntimo que es la
relación y reciprocidad de los sexos.

Perspectiva de género y educación

En nuestro país, el tema del "género" y de la "perspectiva de


género" ha generado fuertes polémicas, conflictos institucionales,
renuncias de equipos técnicos del Ministerio de Educación y
Cultura.
Frente al tema género se han presentado posturas teóricas
extremas:
• Por un lado, la posición biologista, que por facilitar y defender
la identidad biológica y la reproducción, descarta, disminuye y
desvaloriza el aporte sociocultural ("biologismo
reproductivo").
• Por otra parte, la cultura socioculturalista, que en su afán de
enfatizar y defender las riquezas y prescripciones sociales, las
fuertes presiones de la libertad en la elección y decisión
sexual, descarta la condición humana básica, el dato biológico
dado, reduciéndolo a un problema individual y de poder
(perspectiva de género absoluto).
Cuando las posiciones se endurecen, ya no queda lugar para el
diálogo, se exageran los aspectos parciales y el tema se resuelve
desde el poder. Nosotros hemos señalado, en reiteradas ocasiones,
que el género es una apreciación psico-sociocultural del sexo y de
la identidad que no puede prescindir de lo biológico ni reducirse a
lo meramente individual.
Esta apreciación enriquecedora del sexo y de la sexualidad es
también extensiva al rol de esposa-esposo, madre-padre, ya que
estas consideraciones socio-culturales son prescriptivas no sólo
para la identidad personal, sino para los roles vinculares y
familiares.
Frente a ciertos conflictos (en especial con algunos miembros
de la Iglesia Católica), es interesante la interpretación, de la Santa
Sede del término "gender":
"Al aceptar que la palabra gender en este documento ha de
entenderse según el uso normal dentro del contexto de las
Naciones Unidas, la Santa Sede se asocia al significado común
de esta palabra en las lenguas donde ya existe. El termino
gender es entendido por la Santa Sede como cimiento en la
identidad sexual biológica: varón - mujer. Además, la misma
"platform for action" claramente usa el término "both
genders".
La Santa Sede excluye, así, interpretaciones sospechosas
basadas en opiniones generalizadas que afirman que la
identidad sexual puede adaptarse indefinidamente para poder
satisfacer nuevos y diferentes fines. También se disocia de la
noción determinista biológica, que sostiene que todas las
funciones de los dos sexos y las relaciones entre ellos están
fijadas en un único modelo estático.
Juan Pablo II insistió en la distinción y complementariedad de
mujeres y varones. Aplaudió también la asunción de nuevas
funciones por parte de las madres, destacó el grado en que los
condicionamientos culturales han sido un obstáculo para el
progreso de las mujeres y exhortó a los varones a que
colaboren en "el gran proceso de la liberación de la mujer". En
su reciente carta a las mujeres, el Papa explicó de esta manera
la visión matizada de la Iglesia: «Es posible acoger, también,
sin desventajas para la mujer, una cierta diversidad de papeles,
en la medida en que tal diversidad
no sea fruto de una imposición arbitraria, sino que mane del
carácter peculiar del ser masculino y femenino»".
En esta nota, la Santa Sede se aleja del modelo extremista de
perspectiva de género y también del modelo biologista,
determinista y estático. Y el mismo Papa, en la Meditación del 30
de julio de 1995, entre otras cosas decía: "En el mensaje que
entregué el 26 de mayo a la señora Gertrude Mongella, secretaria
general de la próxima Conferencia de Pekín, advertía que, para
tener en mayor estima la misión de la mujer en la sociedad, sería
oportuno volver a escribir la historia de un modo menos unilateral.
Por desgracia, cierta historiografía ha prestado más atención a
los acontecimientos extraordinarios y clamorosos que al ritmo
ordinario de la vida, y la historia que se ha escrito así casi se ha
limitado a registrar las conquistas de los hombres. Hace falta una
inversión de tendencia. Es necesario aún hablar y escribir acerca
de la gran deuda que tiene el hombre con respecto a la mujer en
todos los otros campos del progreso social y cultural" (Mensaje a
Gertrude Mongella, L'Osservatore Romano, ed. en lengua
española, 2 de junio de 1995).
Es necesario "volver a escribir la historia" de un modo más
objetivo, con una nueva manera de percibir, sentir, comprender y
valorar la posición de la mujer como persona y en sus diferentes
roles. Esta nueva lectura parte de una consideración socio-cultural
y axiológica de la misión de la mujer y del varón.
Es oportuno hacer estas consideraciones teóricas y traer a
colación palabras autorizadas para demostrar que se está
originando un proceso de crecimiento, que es necesario
escucharnos y apoyarnos para construir personalidades parejas y
familias más integradas y cooperativas. Y estos conceptos y
opiniones ya están presentes en la escuela. Si de verdad deseamos
una educación que desarrolle el pensar, el análisis crítico, un
discernimiento y un juicio ético serio, es importante cultivarlo con
ideas y saberes sólidos.
El nuevo posicionamiento de la mujer, su nueva perspectiva
de verse y asumirse trae muchas consecuencias en sus elecciones,
decisiones y proyecto de vida. Esto también incide en la identidad
del varón, en su conducta y en su manera de afrontar su propio
proyecto.
Si estas consideraciones son válidas, no puede presentarse el
rol femenino de un modo estereotipado y reductivo; el masculino
también debe ser enriquecido. Así, el amor vincular del hombre y
la mujer, y por lo tanto la familia, adquirirá nuevas perspectivas.
Urge ahora el compromiso y el trabajo, para que estos
desarrollos conceptuales de la mujer y el varón sean
verdaderamente una realidad. Es inútil la retórica si después
encontrarnos seres humanos desprotegidos y des validos,
juventudes sin horizontes, sin una familia y una escuela capaces
de afrontar, con experiencia y conocimiento, al propio ser humano.
Ya se han comenzado investigaciones y se han desarrollado
publicaciones sobre el tema. Es un paso muy positivo. Pero debe
llegar a la escuela, insertarse en un currículo, hacerse práctica en el
aula. Para ello consideramos tres pasos imprescindibles:
• capacitación profesional de los educadores en el tema;
• diseño y planificación de actividades de enriquecimiento y de
reciprocidad de los géneros;
• implementación y tutoría de las realizaciones.

3.3. LA ESTRATEGIA PREVENTIVA Y EDUCATIVA EN


SEXUALIDAD Y AMOR

"Si no estás encendiendo una


luz, no te quejes de estar a
oscuras"
La cultura del descuido y de la precocidad vive sólo, el
presente inmediato. La frase "espera que las cosas pasen, luego
verás como actuar" termina, en el mejor de los casos, con
destrucción de vidas, perturbaciones emocionales, rupturas
familiares y gastos económicos cuantiosos. Esto lo podemos
constatar permanentemente en las diferentes áreas del existir
humano.

Una constatación:
Iniciación sexual
adolescente:
- más anticipada y precoz;
- más generalizadas en todos los grupos sociales.
Consecuencias:
- incremento en embarazos adolescentes no deseados;
- aumento de las ETS y de SIDA;
- perturbaciones en el desarrollo psico-afectivo en los
adolescentes.

Frente a esta situación, podemos distinguir cuatro posturas:


1. La cultura "consumista y masificadora" estimula esa
precocidad en las conductas (de compra, de éxito inmediato;
seducción, provocación y sexo, etc.). Es la "educación
paralela" que permanentemente envía sus mensajes,
imponiendo modas y estimulando conductas so pena de quedar
fuera de la actualidad. Y la mejor clientela, son los chicos,
los púberes y los adolescentes ávidos de estar en el aquí y
ahora y ser "triunfadores" (observemos cuántos programas se
instalan sobre estas "necesidades y motivaciones" de nuestros
chicos).
2. La cultura del permísivismo, del distraído, de la indiferencia.
Es una mezcla de impotencia y cierta "mezquindad de
corazón". Esta cultura invade y se asienta cuando los
problemas aparecen "lejanos", cuando se cree en el "a nosotros
no nos va a pasar". Esta actitud está presente en nuestra
sociedad, en nuestras familias y en nuestras comunidades
educativas. Es un "pseudo permisivismo hipócrita y sin
escrúpulos que explota a los jóvenes, los idiotiza, les lima el
cerebro y les borra toda idea de responsabilidad social" (Pinti,
en ocasión de Cromagnon. Revista La Nación, 23/01/05). Esta
cultura y actitud irresponsable deja a los jóvenes huérfanos de
herramientas para afrontar las situaciones e impotentes frente a
lo que sucede.
3. La cultura sanitaria, de los programas y campañas. Es un
avance. Ya comienza a instalarse la prevención. Es la campaña
del "sexo seguro" y de la "salud reproductiva". Prevenir los
embarazos adolescentes, las ETS y el SIDA es, en una época
de inconsciencia y de irresponsabilidad, un paso cualitativo.
Ha afrontado los síntomas y las consecuencias, ha reducido los
riesgos y ha despertado hacía una sexualidad con afecto (por
ejemplo, la decisión de la Universidad Nacional de Córdoba
de entregar preservativos o la del Ministerio de Salud de la
Nación, para duplicar la distribución de preservativos en los
hospitales públicos, etc.).
4. La cultura de la formación integral, de la educación para el
amor y la sexualidad. Es la auténtica prevención primaria, es
la genuina educación por dos motivos:

- porque es anticipación; toda educación y prevención "llega


antes";
- porque aborda los síntomas y las consecuencias, las causas
y los riesgos en sus orígenes.
Este enfoque intenta, por ser integral, no sólo reducir riesgos,
sino fundamentalmente desarrollar la personalidad de los chicos
y chicas en todas sus dimensiones y prevenir riesgos y
consecuencias.
Este es el enfoque en el cual se inserta esta obra; es más
complejo, sistémico y profundo. También es el más difícil. Se
sustenta en una:
• educación en valores humanos y trascendentes;
• antropología del desarrollo humano;
• psicología de la libertad, de la conciencia y de la
responsabilidad.
Trabaja cuatro procesos de desarrollo mutuamente
interconectados:
• el de la personalidad de los chicos;
• el de las familias;
• el de las comunidades educativas;
• el de las comunidades religiosas a las que pertenecen los
chicos y sus familias.
El logro final que se desea alcanzar es:

Un joven y una joven con una personalidad


fuerte, vigorosa y decidida,
amante de la vida, de la libertad y del amor.

Con un sólido sentido de pertenencia a su


familia, escuela y comunidad religiosa, social o deportiva.

Un joven y una comunidad de jóvenes con tal personalidad y


con ese sentido de pertenencia son los que se encuentran en
mejores condiciones para afrontar con éxito las agresiones y las
seducciones del mundo actual y para no quedar atrapados, porque
poseen la fortaleza y la capacidad de discernimiento necesaria para
tomar decisiones inteligentes y responsables.

La actitud preventiva y educativa vive y disfruta el


presente con intensidad porque:
- ha desarrollado actitudes y convicciones;
- evita riesgos innecesarios.

Este enfoque preventivo, que presenta un trato igualitario


hacia mujeres y varones, es coherente con el primer objetivo y una
consecuencia lógica que se desprende de él.
"a) Incorporar la educación sexual integral dentro de las
propuestas educativas orientadas a la formación armónica,
equilibrada y permanente de las personas".

La enunciación es clara. El desafío, inmenso.


Ha llegado el momento de la implementación.

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