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Trabajo Práctico de Historia:

Reseña Literaria
Libro: Poder y Desaparición. Los
campos de concentración en la
Argentina
Autor/a: Pilar Calveiro

Profesor/a: Valtuille Florencia

Alumno: Mattar Sebastián

2º Economía “B”

Año 2010
“Era como morir sin luchar, como morir estando muerto o como no morir nunca.”

Es complejo comenzar nombrando al género contextual que enmarca y captura a la obra


literaria. Me es sencillamente displicente describir que el mismo se asimila al de un realismo crítico
y no quizás las entretenidas novelas criticas típicas de Rodolfo Walsh. Esto no es sino una simple
opinión; dejando en claro que el impresionante material político argentino de la época militar del
periodo de 1976-1982 que nutre al texto de Calveiro, en un marco de novela, hubiese generado un
sacudón para las taquillas literarias.

El libro de carácter científico-político “Poder y Desaparición” golpea las vidrieras argentinas


en 1998. Por medio de la editorial Colihue le entrega al pueblo nacional, través de 178 páginas, la
oportunidad de tener en sus manos un baluarte histórico-político acerca del periodo militar de la
Junta Videla-Agosti-Massera.

Es la Licenciada en Ciencias Políticas, la doctora Pilar Calveiro de Campliglia quien se


dispone a dejar por escrito su visión política acerca del: planeamiento, funcionamiento,
articulación, dinámica, vivencia, organización y ejecución, dentro de los centros de detención
(“chupaderos”, campos de concentración, etc.) que operaron durante la época militar del setenta.
La doctora nos presenta un recurso filosófico muy rico en cuanto a sus análisis, deducciones y
puntos de vista; con un enfoque minucioso, detallado y nutrido de razones.

El libro con sus 18 secciones o capítulos es un elemento de estudio socio-político que lleva
su sexta reimpresión y que promete aun mas.

Apuntando al carácter explicito del texto este comienza describiendo la relación entre
Poder y represión. La estrecha relación entre ambos sustantivos es puesta de manifiesto por la
autora, describe como uno no puede coexistir sin lo otro. Dentro de esta sección el lector podrá
interpretar los lazos que se anudan entre uno y otro y se sellan para dar forma a un conjunto que
es, en síntesis, la conducción política militar.

Encontramos citas trascendentes como:

“…el poder muestra y esconde, y se revela a si mismo tanto en lo que exhibe como en lo
que oculta…allí cobra sentido la función represiva que se despliega para controlar {…} Por eso,
los mecanismos y las tecnologías de la represión revelan la índole misma del poder…la forma en
que se concibe a sí mismo, la manera en que incorpora, en que refuncionaliza y donde pretende
colocar aquello que se le escapa, que no considera constitutivo.”

A continuación se desarrolla el capitulo Somos compañeros, amigos, hermanos, donde


se nos ensalza de la cantidad de centros de concentración de detenidos que se radicaron en el
país para alojar a las 22.000 personas en promedio. Se nos detalla la estructura general sobre la
cual estaba sementado el gobierno y la complicidad que los unía con los organismos de seguridad
y policiales, detallándose como era el trato entre unos y otro.

El cenit del capítulo se centra en la pregunta final que insta a justificar el porqué del
accionar del personal militar que habiendo sido entrenado para servir al ciudadano argentino y a
su patria es llevado a cometer delitos de lesa humanidad.

La historia sigue su detalle en los capítulos 3, 4, 5 y 6 donde se nos detalla cada una de las
autoridades con las cuales se topaba el detenido. Así como el numero es ascendente 3-4-5-6, así
de ascendente era el temor, desconcierto, sufrimiento y desconsuelo que padecería la persona en
cuestión, puesto que cuanto más rango tenia la persona con la cual se topara uno, peor sería su
vivencia.

Las Patotas, así titulado el escalón 3 de nuestro libro relata el contexto y la forma en que
los grupos operativos que realizaban la operación de secuestro de los objetivos, llevaban a cabo
en la calle, domicilio o lugar de trabajo.

Como escalón numero 4 tendremos a Los grupos de inteligencia donde conoceremos la


forma de actuar y de pensar de aquellos miembros militares que se encontraban a cargo de
someter al prisionero a exhaustivos interrogatorios para orientar hacia buen curso los datos e
información con la cual contaban o para descifrar nuevo material. Políticos-militares como Aldo
Rico nos deleitan en absurdo dentro de la sección haciendo referencia a los métodos empleados.

Saltando a la pagina 37 nos encontramos con Los Guardias. El texto nos brindara una
argumentada pagina sobre el porqué su trabajo se resume en síntesis en “…, obedecer órdenes”.

Interesante desde el punto de vista del lector resulta llegar al último escalón militar con el
cual el prisionero tendría el ya inconsciente gusto de encontrarse: Los desaparecedores de
cadáveres.

Sin duda alguna un capítulo especial: aquí dentro se detalla las presuntas formas de
eliminación del individuo; de quien emanaban las ordenes; de cómo se concebía poder llevar a
cabo tan incómoda tarea tanto para sus operarios como para sus ideólogos.

Habiendo conocido ya las 4 autoridades con las cuales los presos convivían durante su
experiencia de captura nos llega el momento de introducirnos en la vida misma dentro del centro
de detención; a La vida entre la muerte.

Puede de haber varios capítulos pero este es sin lugar a dudas donde la historia se nos
hace piel: tendremos un número (Pilar Calveiro: 362); ya no un nombre, tendremos una venda; ya
no ojos, tendremos cucheta o celda, tendremos cesiones con la autoridad, tendremos silencio; ya
no compañía, tendremos muerte o menos vida, tendremos…lo que las autoridades deseen que
tengamos.
“...oscuridad, silencio, inmovilidad. {…}Depósitos de cuerpos ordenados, acostados,
inmóviles, sin posibilidad de ver, sin emitir sonido, como anticipo de la muerte. {…}Una muerte en
la que el que iba a morir no tenía ninguna participación; era como morir sin luchar, como morir
estando muerto o como no morir nunca”.

La autora nos centrara en un momento en un mundo donde quienes lo gestaron no fueron


energías provenientes de un marco espiritual sino de hombres quienes tienen La pretensión de
ser “dioses”.

El singular capitulo narra como simple hombres engalanan sus apellidos como si fuesen
divinos. A falta de titulo nos regala los actos de los dioses, nos demuestra como son las
autoridades militares quienes ejercen el poder de víctima, juzgado y juez de cada preso. Como
propician tal adjetivo divino y avalan la formación de un ejército burócrata-represivo antes que uno
de guerra.

“El suplicio en la Edad Media el derecho soberano de matar de los reyes, que a primera
vista podría parecer semejante a lo que aquí se describió, implicaba determinada mecánica de
poder: de un poder que no solo no disimula que se ejerce directamente sobre los cuerpos sino que
se exalta y se refuerza en sus manifestaciones físicas; de un poder que se afirma como poder
armado y cuyas funciones de orden, en todo caso, no están separadas de las funciones de
guerra.”

A mitad de camino nos encontramos con la etapa donde los hechos toman forma, donde
La Tortura se hace carne.

Marcada por ciclos reiterativos la tortura cobra forma en la piel de quienes habitan los
campos de detención, la cual dejaba al hombre desprovisto de humanidad y acopiado de
animalidad, la cual dejaba por medios no convencionales al hombre en convencional. Teniendo
estas diferentes métodos y niveles, la autora además relata sus características de irrestricta,
ilimitada, aséptica, inquisidora y eficaz.

Como a esta altura ya no se comprende bien porque es que sucede lo que sucede se nos
regala un capitulo de análisis general, el de una realidad distinta, el de Una lógica perversa, una
realidad tabicada y compartimentada.

Las palabras que aquí dan forma al texto logran que el lector de cuenta de cómo operaba
la lógica de los militares quienes precisaban de razonamientos ilógicos, de culpas compartidas
como: la participación de médicos del dolor y obispos oradores de palabras falsas, así como
también precisaban de un modelo de carácter político único, uniforme e inflexible. Aquí se mezcla
un poco de todo, hombres que matan a la madre y permiten que viva el hijo, hombres que matan
al amo y dejan que la mascota viva. Todo tiene su lógica fundada y uno terminada de comprender
que el título del capítulo no es más que otro mero acierto de quien redacta.
La historia se vuelca a un universo que altera las dimensiones normales, que pasa de uno
tridimensional a Un universo binario. Universos políticos como estos son los permitieron que los
prisioneros sean llamados subversivos y a continuación que sobre ellos se construyera iconos de
la cultura a eliminar y separar del resto.

“Las lógicas totalitarias son lógicas binarias que conciben el mundo como dos grandes
campos enfrentados: el propio y el ajeno.”

La autora logra describir quienes caracterizaban al grupo de los “otros” y al de los “no
otros”, de cómo convivían y de cómo la historia nos demuestra nuevamente que ninguna pared
pude separar al hombre del hombre y unificarlo bajo un concepto unánime sin admitir diferencias.

El hombre es el capitulo que nos regala una cuota de experiencia narrativa adicional
puesto que aquí no solo se describe la forma en la cual el prisionero era transformado de hombre
normal o revolucionario a un simple muerto caminante sino que además nos otorga conceptos de
cómo volver a tomar forma humana, de cómo volver a vivir o mejor dicho, de cómo resistir ante
situaciones deshumanizantes como las que enmarcan los campos de concentración o detención.

Ligado al capítulo anterior se encuentra el de Resistencia y fuga, dentro del cual damos
cuenta de cómo lograr amortiguar los efectos colaterales del encierro y confrontación.

Aquí el texto nos demuestra que la vida es siempre más potente que la muerte. Los
detenidos buscan y encuentran la manera de pertenecer al sistema o evadirlo, lo cual logran
mediante estrategias que les permiten generar una imagen positiva ante sus superiores ganando
tiempo, calidad de vida y la posibilidad de vivir un nuevo día; o están aquellos que logran fugarse
de él apostando a un pleno entre la libertad y la muerte.

La obra literaria no es ajena a la realidad política de la historia, así como tampoco los son
sus participes. Dentro del relato nos encontramos con todo tipo de personas: Héroes, traidores y
víctimas inocentes.

Llegada la hora final cualquier relato nos demuestra que no todo es malo, que no todo es lo
que es, que no todos son Ni cruzados ni monstruos, aun dentro mismo de los Campos de
concentración y sociedad, y por si esto fuese poco, Pilar Calveiro nos muestra un ángulo de
análisis final en el cual por medio de su experiencia, en sucesos de semejante talla social y
política como fue el golpe militar de 1976 en la argentina, uno debe reposar bajo tres principios
fundamentales Sobrevivencia, trivialización y memoria.

“Quizás a eso se debía la consternación de Massera cuando en su descargo dijo: “Aquí


estamos protagonizando todos algo que es casi una travesura histórica: los vencedores son
acusados por los vencidos.””
Al atravesar el texto uno naufraga, lee poco fluido y debe prestar atención, pues, a la vuelta
de la esquina tiene datos ante sus ojos que bien pueden ser de un conocido suyo o del canillita de
la esquina. Los datos caen como gotas de agua, las excelentes deducciones y análisis nos
sorprenden en cada línea. El texto está cargado, cargado de buena información, de eso que no es
fácil encontrar, pero mejor aun de información argumentada y lógicamente justificada.

En “Poder y Desaparición” todo tiene sentido. Uno descubre que tanto la asunción militar,
el método de generar los campos de detención, las actitudes tomadas por detenidos y
autoridades, los sucesivos hechos que se desencadenaron desde la era pre-militar hasta el día del
juicio a la corte militar, están sustentados por ideas que cobraron forma en teorías a base de
argumentos sólidos y sostenidos por hechos, excavaciones, declaraciones y relatos. De la tapa al
la contratapa el libro nos regala historia argentina, de la nación, del ciudadano, pero por sobre
todo, nos regala la búsqueda de la verdad, de una autora que no se relega a plasmar los hechos
tal cual los vio pasar y le pasaron, sino que se detiene a ver, a vivir y pensar por que pasaron,
porque, porque y escribe… y luego solo le resta ponerle punto final y un titulo.

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