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Inseguridad Alimentaria, Hambre y Desnutrición

La inseguridad alimentaria, el hambre y la desnutrición, eran considerados como un


continuo causal o cronológico, en el que la inseguridad alimentaria representaba una
situación de acceso inadecuado a los alimentos debido a circunstancias sociales y
económicas, el hambre era la manifestación fisiológica inmediata del consumo inadecuado
y la desnutrición representaba las consecuencias físicas del consumo inadecuado crónico o
agudo.

Inseguridad alimentaria y hambre en países ricos en alimentos: los Estados Unidos


como ejemplo.

Naturaleza del problema: En 1989, un panel de expertos, convocados por el Instituto


Estadounidense de la Nutrición para la Organización de Investigación en Ciencias de la
Vida, identificó que la inseguridad alimentaria y el hambre eran indicadores centrales del
estado nutricional de un individuo.

Inseguridad alimentaria es la “disponibilidad limitada o incierta de alimentos


nutricionalmente adecuados e inocuos, o la capacidad limitada o incierta de adquirir
alimentos adecuados en formas socialmente aceptables”.

El hambre, una forma mas restringida y grave de privación, se define como “la sensación
de dolor o desasosiego provocada por la falta de alimentos”. Es una consecuencia posible,
aunque no necesaria, de la inseguridad alimentaria.

En la mayoría de los países ricos, la inseguridad alimentaria se experimenta principalmente


en:

- La unidad alimentaria doméstica


- El individuo.

Estos son procesos controlados (Radimer y colaboradores): medios inadecuados para


obtener alimentos que generan inquietud sobre el suministro de alimentos en el hogar.
Habitualmente, primero se produce la inseguridad alimentaria en el hogar con la
disminución del aporte de alimentos y la ansiedad consecuente; a continuación, se deteriora
la cantidad y la calidad del consumo de alimentos de la mujer, así como la calidad del
suministro de alimentos en el hogar, y por último, disminuyen la calidad y cantidad del
consumo de los niños.

Mediciones: Por medio de escalas se representa: la seguridad alimentaria, la inseguridad


alimentaria sin hambre; la inseguridad alimentaria con hambre moderada y la inseguridad
alimentaria con hambre grave.
Las puntuaciones de la escala están significativamente relacionadas con el cociente
pobreza/ingreso, los gastos semanales en alimentos y la pregunta sobre suficiencia
alimentaria en las formas previstas, lo que indica la validez.

Prevalencia: En abril de 1999, 10,1% de los hogares estadounidenses era inseguro desde el
punto de vista alimentario: 7,1% era inseguro sin hambre y 3,0% inseguro con hambre.

Aproximadamente 31 millones de personas vivían en hogares con inseguridad alimentaria.


Los hogares con personas de raza negra e hispanos tienen prevalencias de 21,2 y 20,8%, y
los que están a cargo de una mujer sola con niños tienen una prevalencia de 29,7%.

Estas familias viven sin alimentos para poder pagar el alquiler, los servicios públicos,
gastos de transporte u otras necesidades básicas.

Consecuencias: Radimer sugiere que cada interante del hogar experimenta la seguridad
alimentaria de diferente manera, y que los adultos sufren las consecuencias negativas antes
que los niños.

Las mujeres de hogares con inseguridad alimentaria tenían índices de masa corporal
significativamente más altos y presentaban más probabilidades de ser obesas (IMC > 29)
que las de hogares con seguridad alimentaria o con inseguridad alimentaria más grave o
hambre.

Kleinman y Murphy; mostraron una relación entre el hambre y y el riesgo de hambre y los
problemas psicológicos en niños.

La investigación sobre los ancianos indica que la inseguridad alimentaria es un problema


importante, sobre entre los de bajos ingresos con enfermedades crónicas.

En reconocimiento de estas consecuencias de la inseguridad alimentaria sobre la salud de la


población de los Estados Unidos, los objetivos nutricionales del programa Healthy People
2010 incluyen el aumento de la prevalencia de la seguridad alimentaria en los hogares
estadounidenses a 94% o más. Además, el Plan de Acción Estadounidense de Seguridad
Alimentaria dispone una serie de medidas prioritarias y estrategias para lograr este objetivo
de salud pública.

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