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Idilio De Los Mares

(Ojos Totalmente Desnudos)

¿A dónde me llevas, amor?


¿Dónde terminará este viaje desventurado?
Me has arrastrado hasta aquí a través
De incontables y sigilosos pasos.
Me mostraste una vez mares desconocidos,
Ahora, en el tiempo de la sequía,
Nuestro barco se hunde, nuestro barco yace en ruinas…
¿Volverás?

Es glorioso tenerte así,


Con los ojos totalmente desnudos;
Puedo ver a través de ti,
Y contar cada salado aliento que me has enviado.
-No dices mucho al leerte; pero no importa,
Hemos respirado esta contaminación antes-,
No tengo mis riesgos tan amarrados,
He hecho de este desierto mi hogar.

¿A dónde vamos, amor?


¿Dónde terminara este vuelo?
Sonríes bruscamente cuando volteo a verte,
Y yo tengo mis pies salpicados de tierra.
Dime lo que tengas que decirme,
Igual, me quedare aquí; -abajo es muy húmedo,
Y tu aire me ha convencido-. Vuelo a tu lado;
Pero pronto tendremos que volver a navegar.

Dame de beber, dame algo que pueda


Expiar mis ojos de los tuyos.
Vi lo que ningún hombre ha visto jamás,
Mareas en pánico y mares en colisión,
Vi el desastre que se avecinaba.
-La profundidad de aquellos mares es un misterio-.
Es como el misterio en tu mirada…
Podría nadar en esos mares por siempre.

Hoy me perdí de nuevo.


Desperté sabiendo que algo faltaba en el aire,
-¿Hay algo que no me estás diciendo?-
Siento que nuestros pasos están más cerca
De la orilla, aquí estamos seguros.
-¿Qué me estas ocultando?-
Descubrí un tesoro en tus manos, no lo viste,
Lo esconderemos aquí, donde no podamos volver.

Somos como esos viejos mitos,


Como el choque de titanes devorándose,
Somos presas y cazadores, somos hielo y fuego…
Somos como esas viejas historias,
Esas que nos capturaban;
Pero siempre supimos que eran falsas
¿Te das cuenta de lo que hemos hecho?
-No lo entiendo; entonces ¿Quiénes somos?-.

¿Puedes verlo, amor? Tus ojos me dicen que sí.


Hemos ido y venido demasiadas veces,
Demasiado lejos…
Por demasiado tiempo… creo que el mar se cansó.
-Mis brazos se están cansando de volar contigo,
Creo que no podré sostenerte por mucho tiempo más-.
Esta es nuestra última parada,
Te dejare caer aquí…

En la profundidad de mi alcoba,
Te encontré en un retrato antiguo, casi hecho polvo,
Allí hice nuestro hogar, lo hice para nosotros
¿En donde estas ahora?
-Las telarañas en el rincón son un buen detalle-,
Allí me olvide de las viejas historias…
Y de los recuerdos… y de los mares…
¿Cuándo vas a venir, amor?
II

Ese día fue el descontrol de nuestros vicios,


Me empujaste a la cueva, me diste excusas;
Nada era impredecible,
La ansiedad era un vago recuerdo
Sepultado a la sombra
Del altar a nuestro árbol seco.

Era la puerta de la ciudad del pecado.


Todo el mundo a mis pies,
Tu, a lo lejos, como esperando ser salvada.
Te hablaba en la electricidad,
De luz y de sombra, con todo el cansancio
De mis votos al oído del traidor.

Todo era fruto y plaga de tu intuición,


Mis ojos esperaban el fuego santo salvador
No había nada que esperar… nada que decir.
Algo flotaba en el aire…
Teníamos los gritos en el vientre, esperando
Ser devueltos a la boca de nuestro manantial.

Fue el desenfreno de nuestra libertad,


Fue la fuga de todo lo dicho y hecho,
Fue la salvación de todo lo habido y por haber;
El deseo surcaba en los cielos, todo era inocencia…
El amor es completamente nuevo…
El amor es completamente angustiante.

¡Oh, Santa, santa, santa noche!


¡Eras un grito tan desesperado!
¡Yo era el asesino de tus rimas!
Nos enterraron en el lugar que habíamos elegido
Antes de amanecer descalzos en la arena,
Allí, nos seguíamos viendo los rostros.

Aun no puedo verte con estrellas en tus ojos,


Yo he visto tu cara en alguna otra luz;
He estado aquí antes, como en un sueño…
-¿Qué es esto? Eres casi imperfecta, y aun te persigo-.
Enséñame, quiero recorrer este lugar, esto es…
Una nueva sensación.

III

Y estábamos allí,
Allí nacimos y allí morimos, en
Una fugacidad desesperante,
Que plañía desde los inicios del tiempo,
Viajando a través del universo
En espirales de ruido y energía,
Trampas de tacto y suavidad.
Nos hemos enraizado en este lugar,
En este suelo engañoso…

Respiramos juntos aquella humedad


Consumimos el aire ensordecedor
De paredes furiosas, ardientes.
-Mis huesos están hambrientos de tu carne-.
Puedo sentir el fuego de esta hoguera
Dentro de ti… no me quita el frió…
No me da calor…

Somos como dos mares en calma,


Somos hambrientos océanos desesperados de agua,
Mis aguas están demasiado calmadas,
Tú eres furia en un huracán,
Me has llevado por tormentas y lluvias rojas…
Rojas como el cielo
De aquel día arrebatador…

-¿Cómo pudo pasar esto?-.


Estuvimos allí una eternidad, mirándonos,
-No se cuantos millones de neuronas
Maté aquella noche incesante-.
(Tu voz volátil, tu acento ardiente,
Derribaron mi razón…
Me diste la excusa perfecta).

Y la luna nos poseyó aquel día,


Nos asesinó con un soplo a la cabeza,
Con un aire fresco que nos recordaba
La guerra inminente…
El camino de la serpiente…
Estábamos allí; y nos entronizaron,
Y morimos en nuestro castillo inalcanzable,
Y fuimos y volvimos de la muerte
Miles de veces en ese instante,
En un abrir y cerrar de ojos…
Fuimos arrebatados…

-¿Puedes leer
Lo que estoy pensando ahora?
¡Estoy frío como una roca!-.

Éramos estatuas
En una tormenta de hielo,
Pero respiramos…

¡Respiramos la humedad
De la hierba en ese rincón!
¡Respiramos todos los mares,
Toda la tierra, toda la sal!
¡Respiramos mi lugar, escondite y luna!
¡Respiramos tu lugar, casa y templo!
¡Respiramos cada desierto,
Respiramos cada canción!
¡Respiramos el fuego y la altura!
¡Respiramos el círculo del tiempo!
¡Respiramos tus líneas y tus gestos!
¡Respiramos mi voz y mis dolores!
Respiramos allí y seguimos respirando!
¡Respiremos una última vez!

Mi muerte te esta dando tanta vida…


Mírame,
Sabes que no durara una eternidad,
Lo sabias desde el principio…
-Me derribó como ese viejo muro
Que construimos en una lluvia de cristal-.
Pero esta bien, no hay culpables…
Somos demasiado jóvenes para escuchar…
Demasiado ciegos para creer…
Demasiado hambrientos para esperar…
Y yo ya me harte de todo esto.
Lo siento mucho,
Así debe de ser,
Creo que este es el final ¿Verdad?

¡Vengan todos ustedes, predicadores!


¡Echen mas fuego a esa hoguera!
¡Masas y multitudes, vengan!
¡Aviven la furia de la bestia!
¡Estoy listo para el sacrificio!

IV

Se me antoja crucificarte,
Y que me redimas de todos mis amoríos.
Estamos atrapados, amiga,
Atrapados sin salida.

Te encajare en el cielo,
Revelaras todo lo oculto al ponerse el sol
Sobre tu cara;
Yo puedo salvarte de la visión, de la palabra.

Te lleve a lo más alto de la montaña,


Había que endurecerte…
Endurecerte para sanarme…
Era el inicio de nuestro pacto secreto.

Se me antoja sellarte,
Que salgas de la revelación
De antiguas palpitaciones amenazadoras,
Y des credo a mis más furtivas vacilaciones.

Hagamos este pacto juntos,


Sella el trato desde la vastedad de los rumores menguantes,
Tuyo es el cuerpo, tienes la línea y la forma perfecta,
Tú tienes el tiempo, y yo los dedos.

Eres la epifanía perfecta,


Eres la verdad anunciada en la boca del león,
Tienes el color del deseo que alardea
Curar todos los males.

-Yo puedo librarte de tus horizontes,


Puedo mostrarte la ciudad de los fanfarrones-.
Tienes la osadía de pedir el don
De revivir la tumba atada de un dios incauto…

Pero nada vale tanto la pena,


El aire en tu caída es más denso que la tormenta
Que enterró mi ascensión.
Hay que cobrar nuestros tributos a su tiempo.

Puedo condenarte de nuevo,


Puedo darte la gloria o darte la perdición,
Tu fuego me es demasiado oculto,
Nunca lo anunciare.

Se me antoja resucitarte,
Tres días sin ti son un injusto luto de mis labios,
El precio es demasiado alto para pagarlo…
Todo... está... hecho.
Julio 28, 2010.

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