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Majaz II Doc Sin Pie de Pag
Majaz II Doc Sin Pie de Pag
Los resultados están en el entorno: desde el BM. el FMI, el BID, etc. reconocen hoy los
errores, padecidos por las poblaciones de los países sometidas a los planes de ajuste de
la década de los 80, todos ellos inspirados en concepciones neoclásicas/neoliberales, la
del autoritario “pensamiento único”: “no puede haber otra economía que la economía de
mercado”. Algo así como que no habría otra economía que la capitalista como única
teoría pensable y horizonte insuperable de la historia.
Me imagino que Guillermo Pereyra no concordará con aquellos que tildaron la consulta
de ilegal (Jorge del Castillo), pese a que la Defensoría del Pueblo dijo que era legal, y a
sus organizadores de “comunistas”, “enemigos del desarrollo”, “antiperuanos”, “pro
chilenos” (Alan García), de ignorantes y manipulados (Oscar Trelles, presidente del
gobierno regional de Piura) de estar financiados por Osama Bin Laden y Hugo Chávez
(El Correo). Pese también a que organizaciones sociales vinculadas al gobierno hicieron
una consulta paralela en Talara y que la empresa minera organizó campeonatos
deportivos, con comida, premios y licor gratis; y que el gobierno llegó al colmo de
denunciar a los alcaldes que convocaron a la consulta, utilizando el JNE para intentar
decomisar el material electoral, la consulta vecinal se llevó a cabo.
A Guillermo Pereyra le sorprende además la unanimidad aplastante de la consulta, que
depasa el 90% (similar a la de Tambogrande) y la compara con votaciones realizadas en
dictaduras. Pienso, más bien que esta forma de reacción y de expresión, es propia de la
elaboración del pensamiento comunitario o “arcaico”, premoderno, precapitalista, con
vivencias cósmicas, en oposición al pensamiento y conciencia individualista, moderna y
capitalista. En aquella, prima el pensamiento de la comunidad sobre sus componentes
individuales: cuando obran, lo hacen, en general, adoptando posiciones colectivas, de
tipo unanimista, especie de “fuenteovejunas” de Lope de Vega.
Es interesante a este respecto conocer las opiniones de talla mundial como el profesor
Partha Chatterj, quienm estuvo presente, gracias a la colaboración de la Fundación
Sephis y al IEP, en un seminario organizado por el Departamento y ñla Facultad de
Ciencias Sociales de la PUCP.
El profesor Partha Chatterj es uno de los teóricos más destacados a nivel mundial de los
llamados Estudios Culturales. A propósito de los comuneros de Majaz me pareció
adecuada a esta reflexión el siguiente pensamiento:
“Los ciudadanos constituyen la sociedad civil mientras que las poblaciones constituyen
Constituyen la sociedad política: Los ciudadanos de la sociedad civil ocupan el ámbito
de la nación homogénea, suerte de ideal ciudadano; enunciado que sirve como
fundamento ético donde los ciudadanos formulan sus demandas al Estado nación. Estoy
haciendo uso de nociones cívicas, conceptos que provienen de los griegos, donde la
ciudad o la polis sigue siendo el espacio donde los ciudadanos decentes viven. Esta es
la razón por la cual los campesinos no son considerados ciudadanos decentes. Tanto en las
India como en el Perú existe el fenómeno de campesinos y desposeídos, gente sin tierras
que no son considerados ciudadanos por llevar un estilo de vida que es concebido como
atrasado, premoderno, y por lo tanto no forman parte de la sociedad civil. (El subrayado es
mío).
¿Cómo formaron y forman sus opiniones estas poblaciones que no siempre contaban
con emisoras – los mineros y campesinos bolivianos sí contaban con las radios mineras
que transmitían sus audiciones y llamados en quechua y aymara -? Lo hacían por la
forma más antigua de comunicación que ha tenido la humanidad, aún antes de la
escritura, que es la comunicación oral; radio “bemba” como se la conoce en el Perú.
Pienso que lo más errado es utilizar el arsenal de conceptos que vienen de la economía
neoclásica, tales como la información asimétrica que regula relaciones económicas
pecuniarias vendedor/comprador para analizar situaciones que depasan ese estrecho
marco y establecen relaciones ancestrales profundas entre los miembros de las
comunidades amasadas en las relaciones de trabajo, familiares, comunitarias, en las
fiestas y en las ferias que tienen que ver con la antropología, la sociología y la
psicología social, pero además con la biología, la medicina, la meteorología, etc.
El economista, al analizar estos problemas que son sistémicos, es decir, son parte de
subsistemas, como es la economía que se insertan e un sistema más grande y complejo
que es la sociedad en interrelación simbiótica con la naturaleza debe tratar de
analizarlos en sus complejas interrelaciones y no aisladamente. Eso es lo que quiero
expresar, glosando a grandes economistas-matemáticos como Nicholas Georgescu-
Roegen o a Edar Morin, filósofo y epistemólogo, cuando manifiestan que la economía
debe salir de la unidimensionalidad a la multidimensionalidad y transdiciplinariedad
con otras ciencias sociales y naturales. Es lo que he tratado hacer en este artículo,
Gary Becker, de la universidad de Chicago, como Milton Friedman y como él, premio
Nobel de economía, a quién se le acusa de practicar un “imperialismo de la ciencia
económica” , porque partiendo del falaz supuesto del comportamiento racional y
maximizador de los individuos investiga cuatro áreas capital humano, criminalidad,
discriminaciones por sexo o raza y comportamiento de las familias y dónde, en lugar de
analizar estos temas complejos que requieren el auxilio de otras disciplinas de las
ciencias sociales, tales como la psicología, la sociología o la antropología, entre otras,
las analiza, deformándolas, con el lente reductor de la economía convencional y sus
conceptos (la familia, por ejemplo, es considerada una fábrica de bienes domésticos
sujetos a precios de mercado y costos de oportunidad, etc. El resultado, por supuesto, es
un mamarracho impresentable que sirve muy poco para un estudio serio de estos
problemas complejos.
Esa es la aplastante, maciza, pétrea, contundente experiencia histórica que tienen los
pueblos del Perú. Cuando se le pregunta a los economistas convencionales que
mencionen un solo pueblo, ciudad o región que haya sido realmente beneficiada en su
ambiente socio-cultural-natural-paisajístico, en suma en su calidad de vida, el resultado
de sumas y restas entre los nulos o mediocres efectos positivos están los horripilantes y
destructivos efectos negativos de la explotación minera. Basta ver una foto o una
descripción de La Oroya o de Cerro de Pasco para comprobarlo. Pero hay otras
cicatrices de la explotación minera en el Perú., como por ejemplo contemplar cómo se
encuentra la ciudad de Sauri, en cuya cercanía opera la mina Tintaya desde hace varias
décadas. La localidad está sumida en la miseria y en la contaminación. En la ruta de
Lima a Huancayo, tanto en la subida a Ticlio cuanto en la bajada por Morococha se
observa toda una constelación de minas en proceso de explotación. Sin embargo puede
verse también la pobreza de los pueblos, los ríos y lagunas saturados de relaves, y sin
que las autoridades encargadas de la protección del medio ambiente hagan algo por
impedirlo. ¿Es correcto no considerar, al analizar un fenómeno económico-social como
el de Majaz, como un elemento constitutivo, endógeno del mismo a una terrible
experiencia histórica de más de 400 años que, indudablemente, ha dejado huellas en la
memoria histórica de las comunidades, incluida la de Majaz?
Pero más aún: retrocedamos en la historia y tratemos de hacer un cálculo aproximado,
utilizando conceptos propios de la primera etapa del mercantilismo, el bullonismo
(bullion= a lingote en inglés), de cuantos lingotes, onzas o toneladas de metales
preciosos primero y además de cobre, zinc, hierro. etc. se han extraído del entonces
Virreynato del Perú y después, de las entrañas de los Andes en el Perú republicano. El
monto medido en dólares sería fabuloso, inimaginable. Pues bien, confrontémoslo con
el genocidio de indios del siglo XVII
En la colonia los indios mineros debían pasar entre una y dos semanas (cada mes o mes
y medio) dentro de la mina, sin salir en ningún momento, hasta completar su trabajo.
Por supuesto que con estas jornadas la media de vida entre los mineros no era elevada.
“A partir de 1572 la producción de plata de Potosí se triplicó gracias al método de la
amalgamación. Aunque la inversión fue elevada, tanto Potosí como Zacatecas daban
dividendos altísimos, lo que impulsaba a varios hombres pudientes a realizar molinos
para la trituración de metales, hornos para la fundición, etc. Los centros mineros fueron
ciudades que rápidamente se convirtieron en emporios comerciales que engranaron todo
un circuito comercial en el que se encontraban la ciudad de México (para Zacatecas y
Guanajuato) y la ciudad de los Reyes (para Potosí, Cerro de Pasco y Huancavelica)”.
Mientras el Virreinato de Nueva España tuvo que importar el azogue (mercurio) de
España el de Perú contó con la Minas de Huancavelica (Oropesa, las minas de Santa
Bárbara). ¿Tiene algún sentido recordar el legado colonial y sentir que todavía está
presente?: Huancavelica es el departamento más pobre del Perú. Otras regiones y
ciudades mineras coloniales no tuvieron un final más feliz Potosí: 1545 ; Pasco: 1567;
Castrovirreina: 1590; Oruro: 1608; Cailloma: 1608; Laicacota: 1619; Lucanas y
Parinacochas: 1630. Hoy en pleno siglo XXI, en estos lugares siguen reinando la
pobreza, la pobreza extrema, la desnutrición unida a altos índices relativos de
analfabetismo. ¿No es ésta la memoria histórica que está embebida la mente de los
poblaores andinos?.
Pero, demos otro salto en la historia y recurramos a buenas obras literarias que son, en
muchas ocasiones superiores, en profundidad y hondura sociológica, a los mejores que
tratados de sociología.
Dice Manuel Scorza:
“Hay que vivir ausente de uno mismo / hay que envejecer en plena infancia / hay que
llorar de rodillas delante de un cadáver / para comprender qué noche / poblaba el
corazón de los mineros”.
“Cerro de Pasco es la ciudad mas alta del mundo sus callejuelas se retuercen a mayor
altura que los montes mas elevados de Europa .Es una ciudad donde llueven doscientos
días al año. El día se entreabre sobre una velada. Cerro de Pasco se acurruca ala final
de la pampa de Junín . Para los mismos chóferes embufandados hasta los ojos, la
pampa es un mal paso. Todos los camioneros pegan en su parabrisas estampas de la
Beatita de Humay: le encomiendan sus motores. ¡No vaya a ser que les falle en esta
estepa perpetuamente pulida por las heladas; en esta pampa donde el soroche, el mal
de altura fulmina a tantos costeños! Los viajeros que conocen esa desolación vigilada
por el ojo celoso del lago Junín se santiguan apenas desembocan de los rocosos
desfiladeros de La Oroya. ¡Virgen María, Protectora de los caminantes, ampáranos!
¡Santa Tecla, Protectora de los peregrinos, ruega por nos!, rezan , verdes por la falta
de oxigeno, apretando los limones inútiles contra la anoxia. Ni los collares de limón ni
las oraciones sirven en estepa sin árboles. Porque los que no viajan a Huánuco no
conocen árboles ni flores; nunca los han visto; aquí no crecen. Solo pasto enano
desafía la cólera de los vientos. Sin ese pasto, sin el ichu, nadie viviría. El pajón es el
alimento de los rebaños de carneros, única riqueza. Millares de ovejas ramonean en la
pampa hasta las tres de la tarde. A las cuatro, cae la guillotina de la oscuridad. El
atardecer no es el fin del día sino el acabamiento del mundo.
¿Que trajo a los hombres a esta capitanía del infierno? El mineral. Hace 400 que
Cerro de Pasco esconde el más fabuloso yacimiento del Perú. Ahí, en una pelada colina,
casi rozando los testículos del cielo, se alinean maltrechas tumbas de los cateadores:
vinieron por fortuna y dejaron huesos 300 años después de los empecinados gallegos
los duros alemanes, los desconfiados franceses, los rígidos servios, los peligrosos
griegos; todos duermen en sus tumbas maldiciendo la nevisca.
Hacia 1900 las vetas se agotaron. Cerro de Pasco, tan orgullosa de sus doce
viceconsulados, falleció. Mineros, comerciantes, restaurantes y putas la abandonaron.
Cerro, pues, se despobló. El vago censo departamental de 1895 enumera 3222 casas.
En los cinco años siguientes, el viento arrastro 2832 casas. Poco apoco, Cerro volvió al
páramo. En 1900 ya sólo quedaban unas cuantas casas, acurrucadas alrededor de
plaza Carrión, cuando una víspera de Semana Santa llegó un gigante rubio de alegres
ojos azules, de llameante barba roja estupenda para comilonas y borracheras. Era un
Ingeniero, un formidable fornicador que desde el comienzo se mezcló y simpatizó con la
gente. Al principio la gente desconfió del norteamericano, pero vieron que más que los
teodolitos el barbirrojo se preocupaba de buscar las galerías de las cholitas y le
cobraron confianza. El gringo anduvo unos meses recogiendo muestras y mejorando la
raza. La gente se le encariñó. Infortunadamente, el pelirrojo enloqueció. Una tarde,
unas tres de la tarde, entro al "Valiente Huandoy", una cantinita de mala muerte donde
sobrevivía un cajón de whisky de los buenos tiempos. Se bebió una botella, luego dos,
luego tres. Al atardecer salió a la calle a repartir el whisky. A las siete lo visitaron los
diablos azules. Quizás se excedió en las copas; quizás lo afecto finalmente la altura:
comenzó a reírse como embrujado. La gente siguió bebiendo -se emborrachaba a
costillas del cómico-, pero poco a poco, a medida que la risa se convertía en una
catarata de carcajadas, en un espumoso mar de risas, en una marejada de burla, se
asustaron y salieron. No había por qué. Una hora después el de la inolvidable barba
crepuscular se secó las lágrimas, depositó un monocito de libras de oro y salió del
"Valiente de Huandoy". No volvió jamás.
Cuando hace veinte años ochos periodistas – ignorando el negro destino que en
Uchuraccay les esperaba - marcharon en comisión de trabajo hacia la sierra alta de
Ayacucho, hacía ya veinte años antes un poeta peruano de la llamada Generación del 50,
autor de versos como “Hay que vivir ausente de uno mismo / hay que envejecer en
plena infancia / hay que llorar de rodillas delante de un cadáver / para comprender qué
noche / poblaba el corazón de los mineros” ) , se dirigía por enésima vez también hacia
las serranías – aquella vez a las de Cerro de Pasco - con el afán de buscar la
verdad. Manuel Scorza era el nombre de aquel valiente. Hasta sus oídos sensibles al
dolor y la injusticia habían llegado los rumores sobre la manipulación de las noticias
oficiales en torno a unas matanzas de campesinos en los Andes Centrales. Se trataba de
pleitos de tierras que envolvían a poderosos hacendados y a una compañía minera
internacional. Sólo un informe de César Hildebrandt publicado en la Revista ‘Caretas’
diez años después de sucedidos los hechos cuestionaría los acomodos periodísticos de
aquel entonces: ‘‘En marzo de 1962, aproximadamente treinta comuneros en busca de
tierra fueron masacrados por fuerzas policiales. [Sin embargo...] ‘Sorda tensión crece
en Pasco’ era el titular de ‘Expreso’ el 3 de marzo. El 5 de marzo, ‘La Prensa’ abría
su edición así: ‘Mueren ocho comuneros al desalojar fundos en Cerro de Pasco’. Pero
al día siguiente su corresponsal rectificaba: ‘Operación Desalojo de Fundos de Pasco
ha dejado 15 muertos’. La versión definitiva de ‘La Prensa’ sería dada el 7 de marzo:
‘Ocho muertos sería el total en Desalojo’. ’’
“En los comienzos de los años sesenta los pobladores de esas zonas altoandinas de
Cerro de Pasco, que al igual que Uchuraccay se ubican a una altura que supera los 4000
m.s.n.m., acogieron a Manuel Scorza de buen ánimo, porque tenían confianza en los
intelectuales, gracias a los incipientes contactos políticos habidos con el Movimiento
Comunal del Perú, a través del cual Scorza había publicado algunos manifiestos, en los
que denunciaba la prisión de dirigentes de Cerro de Pasco, la negación al derecho de
reunión entre comuneros y la preparación de la masacre de las comunidades de
Yanahuanca y Yarusyacán. Scorza ya visionaba: “Ni como intelectuales, ni como
ciudadanos, ni como hombres podemos sentir estimación hacia nosotros mismos si
guardamos silencio frente a este drama. Ha llegado la hora de decir que si nuestras
justas reclamaciones no fueran atendidas, se llevaría al país a la violencia y al
caos. [...] En esta hora crucial de su historia, que atraviesa el país, ha llegado el
instante de preguntarse si los comuneros del Perú son o no peruanos. Ha llegado el
momento de preguntarse si los millones de indígenas, que constituyen nuestras
comunidades, tienen algún derecho o si para ellos existe solamente el hambre, la
miseria y la violencia. Al comenzar la conquista del Perú los españoles discutieron si
los indios pertenecían o no al género humano. Demandamos a la Justicia y a la
Historia que esa respuesta todavía es negativa en el Perú.”
Siento, utilizo conscientemente este verbo, que estas palabras conservan hoy su valor.
Los actuales comuneros de Majaz son descendientes de esos indios.
Cuando leí estas líneas experimenté sentimientos encontrados; por un lado una enorme
conmiseración hacia esos seres humanos pero también una inmensa indignación. Pienso
que una gran parte de los economistas – afortunadamente no todos - tienen más puesto
el corazón en los temas de los equilibrios macroeconómicos (funcionales a las empresas
y a los gobiernos neoliberales) que en dar respuestas a las necesidades de la gente. Ven
sólo el “milagro” chileno y no también una de las sociedades más desiguales de
América Latina y que detonó la actual efervescencia social de las luchas sociales en las
calles de Santiago; defienden el TLC “sí o sí”, sin estar sensibilizados que el TLCAN
del Norte, entre EE.UU., Canadá y México ha dado como resultados no sólo las
abultadas cifras macroeconómicas de su comercio exterior –que se han cuadruplicado –
sino que expulsa todos los años 500.000!! de mexicanos que quieren fugarse de su país
e introducirse subrepticiamente en los EE.UU sólo para seguir viviendo y el socio
comercial de México, para impedir la falaz “libre movilidad” del “factor trabajo” de
México levanta una muralla, tan oprobiosa e inmunda como lo fue el Muro de Berlín.
¿A qué están abiertas las pupilas de ciertos economistas que no logran percibir estas
poderosas ondas lumínicas??!! Aprendí de Maurice Dobb que los neoclásicos – sustento
teórico de los neoliberales - tienen una visión apologética del capitalismo.
Como ilustración puede servir la brutal sinceridad con que se manifestó H. Kissinger
ante el golpe fascista contra la democracia chilena el 11 de septiembre de 1973. A la
pregunta de qué se debía salvar, si la democracia o la economía, el entonces Secretario
de Estado de Washington respondió sin el menor titubeo: "la economía"..
Para quienes lean esta amical polémica quiero hacerles conocer cual es mi opinión
acerca del tratamiento que debe darse a los problemas ecológicos. He considerado que
para eso, nada es mejor que la trascripción de fragmentos de pensamientos de José
Manuel Naredo, “La economía en evolución. Historia y perspectivas de las categorías
básicas del pensamiento económico”, 3ª. Edición actualizada, Madrid, Siglo XXI Edit.,
2003, con los cuales concuerdo completamente:
Más adelante: “En los capítulos que siguen se exponen como la ciencia económica se
consolidó haciendo abstracción de la realidad física y social en la que transcurría la
vida de los hombres. Para lo cual desplazó la noción de sistema económico al universo
aislado de los valores pecuniarios o de cambio, equiparó la noción de producción a la
simple producción de valor “añadido” a base de revender con beneficio y redujo la
riqueza objeto de estudio a una única categoría unificada e intercambiable de la
misma: el capital. Ahora que los problemas ecológicos de nuestro tiempo inducen a
estudiar y controlar la incidencia que sobre ellos tiene la gestión económica, nos
damos cuenta que la idea nueva de sistema económico y el aparato conceptual en el
que se apoya, que aparecen recogidos de los Manuales y cifrados en las Cuentas
Nacionales no son un instrumento adecuado para ello”.p. XXVI.
“Así, más que sustituir la vieja idea de sistema económico, por otra que se estime más
acertada, se trata de quebrar el monopolio que venía ejerciendo en el campo de los
económico para conectarla con otros sistemas explicativos del mundo físico. Pero esta
nueva conexión entre los análisis físicos y monetarios de los procesos impone un
cambio de estatuto de la propia ciencia económica, al hacer de lo económico un punto
de encuentro con otras disciplinas, abandonando el razonamiento en ciclo cerrado que
los economistas venían desarrollando en el campo del valor. En otras palabras, se trata
de abrir la puerta de lo económico hacia la multidimensionalidad de enfoques y la
transdisciplinariedad de sus practicantes y de desplazar el razonamiento desde el
sistema económico hacia una economía de sistemas”. p. XXVII.
Estas líneas pienso que van a aclarar muchos de las posiciones que he adoptado al
analizar el caso de la minera Majaz.
http://www.revistasice.info/cmsrevistasICE/pdfs/ICE_779_127-
142__0ACA9987BFD9F4AC3ED35E822D88112E.pdf
Sus obras:
En una entrevista que le realizó la revista chilena “Fusión”en enero de 2004, responde la
siguiente pregunta acerca del neoliberalismo:
http://www.revistafusion.com/2004/enero/entrev124.htm
La situación actual del conflicto de la minera Majaz con los comuneros del alto
Piura
Por su parte, la legisladora nacionalista, Hilaria Supa, indicó que antes de aprobarse la
iniciativa debe convocarse a consultas vecinales en cada una de las zonas donde
pretende imponerse los proyectos mineros.
A su turno, la parlamentaria de Unidad Nacional, Fabiola Morales, consideró no se
puede dar el visto bueno al proyecto de ley, porque antes de ejecutar cualquier proyecto
minero debe presentarse y aprobarse los Estudios de Impacto Ambiental.
Además, según la CONACAMI y GRUFIDES a pocas horas de iniciarse una reunión
(17/10/07) entre los comuneros de Michiquillay, representantes de Anglo American y
funcionarios de PROINVERSION, fue detenido el dirigente comunal Mercedes
Saucedo Ríos.
La detención del dirigente se produjo en el día en que Anglo American debía exponer
los alcances de su proyecto a los pobladores de Michiquillay, quienes se oponen a la
actividad minera en el distrito de La Encañada, en Cajamarca.
Michiquillay es uno de los 20 proyectos mineros que el gobierno pretende imponer a
través de la iniciativa legislativa Nº 1640 2007-PE, la cual los declara de interés
nacional y con ello se allana el camino para su ejecución, sin tener en cuenta la opinión
de las comunidades que se verán afectadas por sus operaciones. Esa es la verdadera
razón para la detención de Mercedes Saucedo Ríos, acusado de asaltar e incendiar el
campamento minero de Michiquillay el año pasado. Saucedo Ríos rechazó la pretensión
del gobierno aprista de licitar una mina que está dentro de su propiedad, y denunció
además que Proinversión no se ha contactado con ellos para convocar a concurso
público. Afirmó que sus tierras no pueden ser licitadas sin el permiso de la comunidad,
tal como lo dispone la Ley de Comunidades Indígenas. Además denunció que hace dos
años Proinversión dividió a su comunidad y empezó su trato con personas que viven en
Cajamarca, a quienes el dirigente se refirió como "comuneros no calificados". Respecto
a la apertura de sobres que realizará Proinversión a fines de febrero, Saucedo dijo que
la comunidad decidirá, de acuerdo con sus normas, las acciones que tomarán si es que
esta se lleva a efecto.
“El gobierno, bajo el marco legal que criminaliza la protesta, continúa con la
persecución de los dirigentes comunales y defensores de la vida y el medio ambiente,
cuyo único delito es la defensa de los derechos de sus pueblos.”
Como colofón a este artículo, insisto en lo que plantee en el primero; que esta polémica
sirva para mantener y reforzar mis lazos de amistad con el profesor Guillermo Pereyra y
contribuya a elevar los niveles de discusión e intercambio teórico en nuestra facultad.