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Breve historia de Edward Lloyd´s

Historia del Seguro de


Transportes de Mercancías
Historia del Seguro de
Transportes de Mercancías :
Algunos historiadores creen haber encontrado indicios del
principio “Uno para Todos y Todos para Uno”, unos dos mil
años antes de Cristo en la forma de avería gruesa la cual ya
constituía una práctica establecida entre los comerciantes
del poderío marítimo de Rodas (una isla del mar
Mediterráneo).
En la época de los antiguos Fenicios y Griegos, unos mil
años Antes de Cristo existía el llamado préstamo marítimo
se trataba de préstamos sobre embarcaciones y/o
cargamentos que los comerciantes concertaban antes de
emprender un viaje marítimo.
Lo que hace tan diferente dichos préstamos de los demás y
que permite asimilarlos al seguro es que eran reembolsables
con fuertes intereses solamente si la embarcación o
mercancía no llegaba a su destino, el comerciante deudor
quedaba libre de toda obligación, es decir, no tenia que
devolver la suma prestada ni pagar los intereses pactados.
Con este sistema era el prestamista quien participaba en la
suerte que corría un barco y su mercancía durante el
trayecto marítimo.
Lloyd´s de Londres.
En el siglo XVIII, después del gran incendio de Londres de
1,666 empezaron a establecerse cafés en esa ciudad, y los
hombres de negocios se encontraban en dichos locales para
tomar sus refrescos y hablar de negocios.
Uno de estos cafés frecuentado de preferencia por gente
interesada en la navegación y el seguro marítimo, pertenecía a
un señor de nombre Edward Lloyds.
En el café de Lloyd (“Lloyd´s Coffe House” o simplemente
Lloyd´s) se intercambiaban las noticias mas recientes e
importantes relacionadas con todo lo marítimo.
El hecho es que tales noticias eran y siguen siendo de una
importancia fundamental para todos aquellos que se ocupan
del seguro marítimo, explica también por que estos últimos
escogieron dicho local como centro de sus actividades.
No era Edward Lloyd quien aceptaba seguros, sino sus
clientes por cuenta y riesgos propios.
Llegaron a ser conocidos con el nombre de “Underwriters”
(suscriptores) por que ponían sus firmas en las pólizas, uno
debajo del otro, es decir suscribían las pólizas de seguros.
De estos comienzos creció una gran sociedad de fama mundial
como mercado internacional de seguros y centro mundial de
información marítima, “Lloyd´s de Londres”.
La organización de Loyd´s de
Londres.
Esta es una organización formada por sindicatos y
representada por el agente suscriptor (Lloyd´s Underwriting
Agents).
Estos agentes conducen los negocios de los sindicatos que
representan, cada riesgo aceptado por ellos queda
automáticamente repartido entre los socios del respectivo
sindicato.
El agente corredor (Loyd´s Broker), un seguro con Loyd´s solo
puede ser aceptado por el suscriptor, únicamente por
intermediación de uno de los corredores autorizados por Loyd
´s.
Los agentes de Loyd´s (Loyd´s Agents) son personas o
entidades que se ocupan de la inspección y del ajuste de
siniestros.
Publicaciones de Lloyd´s de
Londres.

A continuación enumeramos algunas publicaciones de Lloyd´s

Lloyd´s confidential reports


Lloyd´s survey handbook
Lloyd´s register of shipping.
Organizaciones en el seguro de
transporte de mercancías.

En casi todos los países del mundo donde existe un mercado


de seguro e transporte de cierta importancia, las compañías
de seguros de transportes de mercancías han formado
asociaciones.
La asociación tal vez más conocida en el mundo del seguro
de transporte de mercancías es la que fue formada en 1,884
por las compañías de seguro marítimo de Londres bajo el
nombre de “Institute of London Underwriters” (Instito de
aseguradores de Londres), cuyas cláusulas han alcanzado
fama mundial y se aplican probablemente en la mayoría de
las pólizas de seguro de transporte de mercancías que se
emiten en el mundo entero.
“The Salvage Association”, organización
que actúa en el interés de todas las partes
afectadas por una pérdida marítima si
recibe las instituciones correspondientes del
armador.
La unión Internacional de Aseguradores
Marítimos (International Union of Marine
Insurance – IUMI) constituida en Alemania
en 1,874.
Los miembros fundadores fueron
suscriptores marítimos Suecos, Alemanes,
Austriacos y Rusos con la idea de
salvaguardar y desarrollar intereses
aseguradores.
La Institución de la Avería Gruesa.

La avería gruesa es una institución de derecho marítimo


internacional que como tal no tiene en principio relación
alguna con el seguro de transporte de mercancías.
La avería gruesa era una práctica establecida entre los
comerciantes de la isla mediterránea de Rodas ya alrededor de
mil años A.C.
“La Ley de Rodas establece – en caso que las mercancías sean
echadas sobre bordo para aligerar el barco – todos deben
contribuir para reponer lo que fue dado para todos”.
Interpretado esto tenemos que si algo se sacrifica durante un
transporte marítimo en el interés común de los participantes,
todos ellos deben contribuir a reponer al sacrificado o en
breve, el ya conocido principio – fundamento del mismo
seguro “Uno para todos y todos para uno”.
La práctica de la Avería Gruesa.

Si existe avería gruesa, es el capitán de la embarcación


quien debe declararla en el puerto donde termina el viaje,
dando aviso inmediato al armador o a la compañía naviera,
para que esta proceda con la respectiva legislación a tomar
las medidas del caso.
Se procede a nombrar un liquidador de avería gruesa.
De acuerdo con el derecho británico es la compañía naviera, quien
debe nombrar al liquidador y encargarle la liquidación de la
avería gruesa.
El liquidador nombrado establece provisionalmente el porcentaje
de la contribución, para lo cual el propietario de la mercancía
antes de ser entregada deberá suscribir un compromiso de avería
gruesa (General Average Bond) Garantía bancario o de seguros
de esta manera se garnatiza la contribución.
La liquidación de la avería gruesa consiste en la
distribución de los daños, perdidas y gastos entre
los contribuyentes (General Average Statement;
Dispache).
En la actualidad la institución de la avería gruesa se legisla
sobre la base de las “Reglas de York – Amberes” revisadas
últimamente en 1,994 y suscritas en la ciudad de Hamburgo –
Alemania, las mismas que merecen ser consideradas como
derecho contractual internacional, puesto que la gran mayoría
de las compañías navieras del mundo las han adoptado como
condición contractual en sus contratos de fletamento y
conocimientos de embarque.

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