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Carles Enric Riba Campos
PID_0018547
© FUOC • PID_0018547 El proceso de investigación científica
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Índice
1. La cientificidad: criterios................................................................ 5
1.1. Criterios funcionales ................................................................... 5
1.1.1. Funciones intrínsecas .................................................... 5
1.1.2. Funciones extrínsecas .................................................... 6
1.2. Cambios estructurales ................................................................. 7
1.2.1. El determinismo ............................................................ 7
1.2.2. La generalizabilidad ....................................................... 7
1.2.3. Las relaciones limitadas ................................................. 9
1.2.4. La empiricidad ............................................................... 10
1.2.5. La unicidad del método ................................................ 10
1.2.6. La univocidad del lenguaje ........................................... 11
1.2.7. La reducción de la física ................................................ 11
1.3. Ciencia básica, ciencia aplicada y ciencia inspirada por el uso ... 12
1.4. Cientificidad de las ciencias sociales .......................................... 14
Resumen....................................................................................................... 67
Bibliografía................................................................................................. 71
© FUOC • PID_0018547 5 El proceso de investigación científica
1. La cientificidad: criterios
Los criterios funcionales especifican para qué sirve la ciencia, su utilidad, sus
objetivos, qué resultados o productos puede ofrecer a la sociedad en la que se
desarrolla. Los criterios estructurales son los que, propiamente, constituyen las
reglas del juego y determinan cuál es el estatuto lógico y metodológico de la
ciencia, precisando cuáles son sus caminos y sus condiciones, por qué normas
se tiene que regular, qué operaciones mentales o conductuales son las correc-
tas en la actividad del investigador. Por lo pronto, ya podemos sospechar que
los criterios estructurales serán los decisivos a la hora de fijar un perfil reco-
nocible de la ciencia. Y eso porque los criterios funcionales siempre son más
genéricos e incluso están más difuminados, por lo cual tienen menos poder
discriminatorio. Sin embargo, revisaremos los dos.
ser vivo y los humanos, que las acciones de hombres y mujeres no siem-
pre están coordinadas con los contenidos de la conciencia. Pero también
es cierto que los cambios en las condiciones materiales de vida, desde los
antibióticos hasta la informática, desde la televisión hasta internet, son
productos de la tecnología, que puede existir sin conexión con un cuerpo
de conocimientos plenamente científico, pero con el que a menudo acaba
integrándose a la larga.
1.2.1. El determinismo
La ciencia tiene que ser determinística. ¿Qué quiere decir eso? Hasta el surgi-
miento de la física cuántica de la relatividad y la eclosión de las ciencias so-
ciales, el determinismo se asociaba estrictamente a las relaciones causa-efecto.
Actualmente se la relaciona más con la multicausalidad y las interrelaciones
entre fenómenos que con la causalidad pura. Hoy creemos que la meta central
de cualquier ciencia es encontrar relaciones y orden entre los fenómenos que
estudia y –sobre todo– formular�leyes�cuantitativas�o�cualitativas�que�ex-
presen�dichas�relaciones (relaciones que no se limitan a las causales). Otros
aspectos de la cuestión son los referentes a entre qué términos se establecen
estas relaciones, qué tipos de causalidad son aceptables; o qué grado de infa-
libilidad pueden pretender estas leyes: el determinismo, especialmente en las
ciencias sociales, alude a leyes probabilísticas que admiten un margen de error.
1.2.2. La generalizabilidad
na). En una versión más suavizada este criterio requeriría, simplemente, que
se pudiera hacer una generalización, sin imponer ninguna condición a la po-
blación implicada, hasta el punto incluso de que ésta podría ser pequeña.
desarrollo del individuo, que tiene que ir aprendiendo reglas en todos los ám- Las diferencias que podemos
bitos de su vida. Estos cambios van asociados a la edad. Las diferencias por observar entre un cachorro y
un perro, o entre una cría y un
edad son más marcadas en el seno de las culturas humanas, donde se suman chimpancé adulto, se deben
en buena al aprendizaje y a la
las muy diversas circunstancias aleatorias que pueden afectar a la historia de adquisición de habilidades bá-
cada persona. sicas instrumentales y sociales.
El núcleo de este principio impone que el número de fenómenos con los que
se puede relacionar un objeto de estudio sea limitado y haya de estar incluido
dentro del campo de intereses y objetos de estudio dibujado en la historia de
una disciplina. Cada ciencia tiene sus referentes propios, de manera que no
se puede relacionar el punto de ebullición de un líquido con un índice de la
bolsa, la aparición de un cometa con una epidemia de peste o la incidencia de
suicidios con la proximidad de Plutón.
Ahora bien, este principio se tiene que entender de una manera amplia y, a
veces, sutil. Cada ciencia, en las fronteras de sus intereses, tiende puentes in-
terdisciplinarios.
No puede excluir, por ejemplo, la legitimidad de que un científico social vincule un com-
portamiento anómalo con una patología neurofisiológica, o el aumento de mobbing es-
colar con la televisión.
1.2.4. La empiricidad
La ciencia se construye –se tiene que construir– a partir de hechos captados Realidad observable
por el observador humano como fenómenos, una vez filtrados éstos por su frente a manifestaciones
aparato perceptivo. El discurso científico se apoya sobre aquello observable, Podemos ver un estreptococo
directa o indirectamente, a través de sus manifestaciones. en el visor del microscopio, pe-
ro también podemos sentir la
tos que provoca.
Sin embargo, el observador humano capta la realidad a través de una serie de
filtros genéticos, personales (biográficos) y culturales, por lo que sería un atre-
vimiento decir que conoce una realidad absoluta (que los filósofos nos han
dicho convincentemente que no podemos saber qué es). Un corolario bien
conocido de este principio es que toda afirmación –particularmente, toda ex-
plicación– ha de poder ser sometida a prueba, tiene que poder ser verificada o
ser falsada en el seno de los diferentes foros organizados dentro de los colec-
tivos de científicos. Esta vertiente del criterio de empiricidad apunta, pues, al
carácter público y abierto de la actividad científica, más allá de la exigencia
básica de que los contenidos de que parte sean tangibles y observables.
Las ciencias naturales, en torno a la física, cumplen este criterio con aparente
comodidad. Por el contrario, un criterio como éste es difícil de asimilar plena-
mente por parte de las ciencias sociales. Tal vez en algunas ciencias la verdad
no sea única o, cuando menos, tolere matices. De hecho, en cualquier facultad
de ciencias sociales, de la conducta o de la educación, abundan las asignaturas
metodológicas y muchos de los textos que manejan los alumnos llevan títulos
en los que figura la palabra "método": hay métodos experimentales, observa-
cionales, selectivos, etc.
© FUOC • PID_0018547 11 El proceso de investigación científica
En una ciencia madura y genuina la correspondencia entre conceptos y fenó- Unificación de los
menos tiene que ser de uno a uno, o sea, biunívoca. Los términos y los sím- sistemas de medida
bolos tienen que poseer siempre el mismo significado, denotar con la máxima En una etapa anterior a la crea-
precisión semántica una clase de referentes o de fenómenos, y sólo una. Y, a la ción del sistema métrico deci-
mal la longitud se podía me-
inversa: una clase de referentes o de fenómenos ha de estar simbolizado úni- dir en dedos, palmos, codos,
yardas, y en muchas más "uni-
camente por un término de la teoría o de la metodología. En resumidas cuen- dades". La ciencia no cumplía
tas, la ciencia no puede ser polisémica, no puede servirse de homónimos o de el criterio de univocidad y eso
creaba muchos problemas,
sinónimos; tiene que tener un vocabulario unificado, resultado de un proceso que en los últimos 150 años
se han solucionado mediante
de convergencia y consenso, de depuración progresiva de los términos y de su la unificación de la mayoría de
medidas.
significado a lo largo del tiempo. De lo contrario, el lenguaje científico daría
lugar a situaciones de Babel terminológica, a situaciones a las que a veces in-
duce el uso del lenguaje corriente. La confusión todavía sería más evidente en
relación a las unidades de medida. Tiene que estar bien claro qué es un metro
o un kilo; no puede ocurrir que según un autor equivalga a una cierta longitud
o peso, y según otros autores, a longitudes o pesos diferentes.
Entre la ciencia básica y la aplicada habría un tercer tipo de actividad de cono- Lectura recomendada
cimiento: la ciencia�inspirada�por�el�uso. La mejor aproximación a la idea de
Para profundizar en este ám-
esta clase de ciencia la encarna la figura de Pasteur, biólogo y químico francés bito, os aconsejamos consul-
del siglo XIX. Su perfil es el de un investigador que guiaba su investigación tar la obra siguiente:
D. E. Stokes (1997). Pasteur's
según la brújula de los problemas de la época que le tocó vivir pero, al mismo
Quadrant: Basic Science and
tiempo, trabajaba igualmente en la comprensión, tanto de estos problemas Tecnological Innovation. Was-
hington, D. C.: Brookings.
como de las soluciones encontradas, dentro de un marco conceptual teórico.
En la trayectoria de este científico hay un diálogo continuo entre el descubri-
miento de remedios y soluciones técnicas y la construcción de teoría. Pasteur
fue el fundador de la teoría microbiana de las infecciones, pero de manera
correspondiente fue también el instaurador de muchas de las prácticas hospi-
talarias de asepsia que hoy son habituales en nuestra sanidad, y desarrolló va-
cunas como la de la rabia; refutó de manera metodológicamente incontrover-
tible la teoría de la generación espontánea, demostrando la base bacteriana de
la fermentación y, por otra parte, concibió y puso en práctica los protocolos de
la pasteurización de alimentos, que todavía aplicamos actualmente. En sínte-
sis, Pasteur fue un científico que iba de la teoría a la práctica y de la práctica
© FUOC • PID_0018547 14 El proceso de investigación científica
La ciencia social busca orden en la mente, el pero esta busca es difícil, ya que la red de re-
comportamiento y la sociedad así como rela- laciones comportamentales que tiene que dis-
ciones entre variables, causales, o de otros ti- tinguir un científico social es compleja.
pos;
La�ciencia�social�trata�de�generalizar�y�obte- pero�la�gran�variabilidad�que�hay�entre�los
ner�leyes�universales; individuos�humanos,�incluso�entre�los�ani-
males�más�cerebralizados,�hace�muy�difíci-
les�las�generalizaciones�más�extensivas.
La�ciencia�social�estudia�hechos�y�fenóme- pero�su�interés�por�los�procesos�mentales�y
nos�observables�y�que�están�arraigados�en sociales�le�obliga�a�estudiar�también�fenó-
el�mundo�empírico�que�percibe�el�observa- menos�que�se�dan�en�la�subjetividad�y�que
dor; sólo�se�revelan�a�través�del�lenguaje,�fenó-
menos,�por�lo�tanto,�no�directamente�ob-
servables.
La ciencia social utiliza y aplica, desde un pun- pero las peculiaridades de sus objetos de estu-
to de vista global, la lógica esencial del méto- dio hacen inevitables diversas elecciones epis-
do científico-natural; temológicas y metodológicas, que se traducen
en un abanico de métodos con entidad pro-
pia.
La�ciencia�social�posee�un�corpus�de�conoci- pero�dentro�de�ese�corpus�se�aprecia�una
mientos�teóricos,�con�los�correspondientes inadmisible�confusión�terminológica�y�una
conceptos�y�términos; fragmentación�teórica�y�metodológica�que
no�parece�conducir�a�la�integración.
La ciencia social hoy no es reducible a la física, pero en cualquier caso esta reducción no es
aunque muchos conceptos y variables psicoló- siempre aconsejable, ya que una ciencia so-
gicas podrían ser expresados en términos físi- cial tiene que mantenerse en su nivel de análi-
cos; sis propio, con el fin de no perder su conexión
con la realidad sociocultural.
jetos de estudio de las ciencias naturales. Las ciencias sociales se enfrentan con
problemas propios, exclusivos, y el escenario general en que se encontraría el
investigador social sería el siguiente:
2) Los individuos estudiados por las ciencias sociales hacen patente, con res-
pecto a los fenómenos en ellas estudiados, una variabilidad intraindividual in-
comparablemente mayor que la correspondiente a las entidades de las ciencias
naturales. La generalización intraindividual�es por eso mucho más difícil.
6) Los individuos estudiados por las ciencias sociales poseen subjetividad, son
sujetos. Eso, en el plano operacional, significa que los mencionados sujetos
pueden dar información verbal y proporcionar descripciones y explicaciones
sobre ellos mismos o sobre otros sujetos, aceptando o no las del científico.
Asimismo, el observador puede elegir entre observar al sujeto con el fin de
conseguir información, o pedírsela directamente (a riesgo de ser engañado,
deliberadamente o no).
© FUOC • PID_0018547 16 El proceso de investigación científica
A partir de este punto, la distancia que se perciba entre ciencias sociales y na-
turales se puede juzgar desde dos direcciones contrarias: como producto de la
inmadurez de las primeras, consecuencia del escaso tiempo que han tenido
para desarrollarse en unos 200 años de historia; o como un aspecto más de
su peculiaridad, que las haría afrontar obstáculos inexistentes en el campo de
la investigación física o biológica y las regiría por exigencias no siempre coin-
cidentes con las que rigen aquéllas. Seguramente lo más cercano a la verdad
sea un juicio ecléctico y nada simplista: en algunos casos es cierto el primer
juicio; en otros el segundo.
© FUOC • PID_0018547 17 El proceso de investigación científica
Toda investigación empieza con una pregunta o con un problema y acaba con
una respuesta o una solución. Por lo tanto, una forma legítima de contemplar
el proceso de una investigación científica es representarlo como un itinerario
que va desde el desconocimiento o la ignorancia al conocimiento o la infor-
mación. En términos relativos, y partiendo del conocimiento que la ciencia
ha acumulado hasta un momento dado, el científico pasa, a lo largo de una
investigación con éxito, desde un estado de conocimiento 0 a un estado de
conocimiento 1, expresándolo de manera binaria.
Una pregunta de investigación está ligada a un objeto de estudio, al cual gene- Lectura recomendada
ra en cierto sentido, como pronto explicaremos. Cuando nos interrogamos en
Para obtener más informa-
el contexto de una investigación científica sobre cómo ciertas personas consi- ción sobre el tema que nos
guen siempre mandar en los grupos, o sobre qué relación hay entre frustración ocupa, podéis consultar este
libro:
y agresividad, o sobre si las palabras con carga emocional se recuerdan mejor
J. Meltzoff (2000). Crítica a la
que las que no la tienen, etc., estamos dando a luz un objeto de estudio, en el investigación. Psicología y cam-
pos afines. Madrid: Alianza,
que se encuentran soldados un tema de investigación y la forma de tratarlo. pág. 32 y sig.
Así, pues, el itinerario o vía que sigue un científico con el fin de responder a
las preguntas, o resolver problemas, en relación con un objeto de estudio sólo
parcialmente es el mismo que sigue cualquier ciudadano en una situación de
ignorancia parecida. Ciertamente, el científico se encuentra en una situación
típica de duda, parecida a la de aquél que, ante un cruce de caminos tiene que
escoger el que lo lleve adonde quiere llegar. Tiene que saber escoger el camino
adecuado, a la primera o después de un número razonable de ensayos. Y en es-
© FUOC • PID_0018547 18 El proceso de investigación científica
te punto toca decir que la palabra "método" proviene del griego methodós que,
precisamente, significa aproximadamente "seguir un camino". Sin embargo,
tanto para hacer esta elección, como para continuar la ruta escogida, el cien-
tífico sigue un conjunto de reglas lógicas e instrumentales, que selecciona y
aplica de manera muy estricta, y el conjunto de estas reglas, organizadas y ar-
ticuladas entre sí desde una pregunta inicial hasta un objetivo final, es aquello
que llamamos método�científico.
En términos lógicos, el método es un operador que permite pasar de manera Lectura recomendada
ordenada y planificada de un estado de desconocimiento a un estado de co-
Para un estudio más detalla-
nocimiento con respecto a una determinada pregunta, problema u objeto de do, os sugerimos consultar
estudio. Según una sugerencia clásica de Reichenbach, la aplicación del mé- esta obra:
H. Reichenbach (1938). Expe-
todo abarca dos momentos diferentes: uno, lo que él denomina contexto de
rience and prediction: an analy-
descubrimiento de una investigación, su fase creativa o inventiva dentro del sis of the foundations and the
structure of knowledge. Chica-
clima de circunstancias históricas, sociales y psicológicas que han llevado a go: The University of Chica-
un hallazgo científico; y el otro, el de�justificación, la fase de comprobación go Press. ]
Ello es así gracias a que las técnicas son códigos o estructuras relativa-
mente cerradas y rígidas, que el científico utiliza como son, mientras
que los métodos, tal como los hemos entendido aquí, son abiertos y
flexibles por cuanto toleran diversas realizaciones y posibilidades den-
tro de una orientación global única.
Un test es una técnica, y la�aplicación�de este test requiere conocer el manual del test y el
protocolo de pasación, pero no exige conocimientos de metodología de investigación. En
cambio, la construcción�de un test requiere conocimientos metodológicos y la aplicación
de un método, y a lo largo del proceso se aplican diversas técnicas.
© FUOC • PID_0018547 20 El proceso de investigación científica
Ahora bien, los objetos de estudio de que hemos hablado hasta aquí son más
bien objetos�modelo, entidades conceptuales de las que nos ocuparemos en-
seguida. Efectivamente, temas de investigación como "tolerancia a la frustra-
© FUOC • PID_0018547 21 El proceso de investigación científica
Dando un paso más, de las consideraciones anteriores se desprende la siguiente Lectura recomendada
conclusión: ante una pregunta de investigación y su inseparable objeto de
Sobre este tema, os recomen-
estudio el científico puede escoger entre utilizar un solo método particular damos la siguiente referencia
o diversos métodos; en este último caso, obtendrá diversas representaciones bibliográfica:
J. Brewer; A. Hunter (1989).
del fenómeno (variantes del objeto de estudio). Y cuando tenemos diversas
"Multimethod research: A
representaciones de una misma temática de investigación podemos atender synthesis of styles". C. New-
bury Park. En: P. Mayring; G.
más a los aspectos comunes o a los aspectos diferenciales, a las semblanzas o L, Huber; L. Gürtler; M. Kie-
a las diferencias. gelmann (eds.) (2007). Mixed
Methodology in Psychological
Research. Rotterdam: Sin.
a) Si nos inclinamos por la primera de estas posibilidades –la de atender a los
elementos comunes–, lo que buscamos de hecho es la validación de los resul-
Lectura recomendada
tados a través de la aplicación de diferentes protocolos de investigación; bus-
camos�validez�convergente, utilizando un término extraído de un artículo Para más detalles, podéis
consultar:
clásico de Campbell y Fiske.
D. T. Campbell; D. W. Fiske
(1959). "Convergent and dis-
b) Si optamos por la segunda, la de fijarnos en las diferencias, nos podemos criminant validation by the
multitrait-multimethod ma-
situar en una perspectiva relativista, típica de las ciencias sociales, que pone el trix". Psychological Bulletin
(núm. 56, págs. 81-105).
énfasis no tanto en la validación puntual o intensiva de los resultados sino en
su cobertura exhaustiva desde diferentes ángulos, subrayando y/o abrazando
las diferencias, entendiendo que la realidad conductual y social es poliédrica.
Como es bien sabido, la ruta que recorre un método puede ir desde lo abstracto
a lo concreto, o desde lo concreto a lo abstracto, de la teoría a los hechos o
de los hechos a la teoría.
Cuando una investigación progresa desde la teoría a los hechos, aplica cono-
cimientos ya existentes, que suelen tener la forma de una ley con enunciado
condicional, a una pregunta o problema nuevos.
Por ejemplo, "Si un estímulo requiere un grado de procesamiento alto con el fin de ser
percibido, entonces será recordado mejor; si lo requiere bajo, entonces será menos recor-
dado"; "si un sujeto tiene una baja tolerancia a la frustración, entonces es más probable
que desarrolle cuadros de dolor cervical".
Cuando una investigación progresa desde los hechos a la teoría, busca o com-
pone leyes que, una vez validadas, se puedan incorporar a la teoría, sea por-
que ésta no existe todavía, sea porque es precaria o incipiente o, simplemente,
porque –a pesar de existir y, incluso, de tener cuerpo– hace falta completarla.
3.1.1. La teoría
Desde este punto atravesamos una frontera, la que separa el mundo pensado o
de la lógica del mundo percibido o empírico, y es entonces cuando toca aislar
y definir objetos�de�estudio (4) observables, medibles y verificables. Como ve-
mos, este paso crucial se alcanza por medio de una definición operacional que
transforma el objeto modelo en estructuras construidas mediante variables
(5); y, es a través de ellas como abordamos los hechos (6). Nos detendremos
brevemente en cada una de estas etapas en una u otra dirección del proceso de
investigación, la deductiva, de la 1 a la 6, o la inductiva, de la 6 a la 1, etapas
que tenéis representadas en la figura siguiente:
Pero las caras de la teoría son muchas más. La podemos considerar un lenguaje
básicamente descriptivo o un sistema eminentemente explicativo; como un
depósito de conocimientos o de conceptos o como una red de relaciones y
leyes, etc. Aquí nos limitaremos a hacer una caracterización práctica de la teo-
ría sin entrar en sutilezas, pero destacando –eso sí– aquellos aspectos que nos
tienen que ayudar a entender mejor la dinámica de la investigación. Con este
talante podemos declarar lo siguiente:
6) Los estratos más básicos de la teoría, armada con todas estos elementos y
reglas, aseguran ya la posibilidad de describir, definir, clasificar y medir los he-
chos que le corresponden. Ahora bien, el desarrollo pleno de una teoría ten-
dría que hacerla crecer hasta ser un sistema o código explicativo y predictivo
por medio de las leyes que ha ido construyendo. Una teoría madura lo tiene
que explicar.
3.1.2. El modelo
Prestad atención a esta definición de modelo, debida a Bridgman –un físico–y que des-
taca los aspectos perceptivos y didácticos del modelo, en los cuales nos detendremos en-
seguida:
"El modelo es un instrumento del pensamiento útil e inevitable porque nos permite pen-
sar en cosas que no nos son familiares en términos de cosas que sí nos son familiares".
P. W. Bridgman (1927). The Logic of Modern Physics (cap. 11). Nueva York: MacMillan.
Un símil automovilístico
Claro está que si el taller entero es la teoría, la caja de herramientas representa el modelo.
Hablemos finalmente de las simulaciones. Tal como hasta ahora hemos ca-
racterizado a los modelos, éstos aparecen como representaciones estáticas, que
hacen una foto o un apunte instantáneo de la realidad, pero no recogen los
cambios ni los procesos; en otras palabras, no se pueden hacer cargo de las va-
riaciones de las cosas a lo largo del tiempo ni de la dinámica que las acompaña.
Así, sintetizando diversas definiciones de Mario Bunge, podemos decir que un objeto
modelo...
La visión general que hemos dado hasta ahora del proceso de investigación,
desde la teoría a los hechos o desde los hechos a la teoría, ofrecía un recorri-
do innegablemente lineal. El científico se fijaba un objetivo y lo alcanzaba
ayudado por la lógica, el método y las técnicas. Pero si aplicamos la lupa a la
imagen de este proceso y descendemos al detalle, aparecen avances y retroce-
sos, y el camino seguido ya no parece tan nítido ni seguro. En cualquier caso,
las condiciones necesarias para avanzar de manera segura y rectilínea no son
las más habituales en la investigación científica; y lo son menos todavía en el
caso de una ciencia incipiente como la social, a menudo falta de teoría y de
tradición científica. La ruta más común es sinuosa, con pérdidas de rumbo,
y avanza sobre sucesivas hipótesis, refutadas o probadas en un proceso hipo-
tético-deductivo.
Este camino incierto que el científico recorre a menudo está marcado por su-
posiciones o conjeturas en forma de enunciados que va imaginando y ponien-
do a prueba, una tras otra, aceptándolas o descartándolas; es decir, está mar-
cado por las hipótesis sobre las que se apoya con el fin de ir desbrozando la
ruta y avanzar por ella. Es obligado, pues, que ahora nos detengamos en estas
hipótesis.
cilmente controladas por el medio social (familiar, laboral) que las que no
la necesitan"; "Si los niños/as desayunan antes de ir a la escuela, aprende-
rán más (medido por medio de las notas) que si van con el estómago vacío"
(Craig y Metze, 1982, pág. 36). El uso práctico del término se suele reser-
var a aquellas preguntas-respuestas que tienen forma de enunciado verbal
relacional, que vincula dos o más fenómenos o variables, sobre todo en
la modalidad condicional. También se aplica a la existencia de diferencias
entre sujetos o grupos, aunque esta acepción también se puede acoger al
formato condicional: "A los tres años las niñas exhibirán un nivel de len-
guaje superior al de los niños".
Este itinerario que acabamos de describir, con sus hitos de hipótesis compro-
badas o refutadas, en el que el científico no encuentra el buen rumbo ensegui-
da, sino después de diversas pruebas y ensayos es, tal como ya hemos anun-
ciado, el llamado método�hipotético-deductivo, y constituye la versión del
método más realista y ajustada a la práctica científica común.
en otro no bastará con un solo ensayo o prueba. Como ya hemos dicho, los
resultados obtenido por este científico tendrán que ser repetidos en idénticas
condiciones por otros científicos hasta tener la plena seguridad de que son co-
rrectos. Por lo tanto, aunque en la figura la confirmación de la hipótesis eleva
su enunciado directamente a la teoría, tenemos que recordar la necesidad de
replicación.
Así pues, con el fin de estudiar los celos hace falta bajarla de las nubes y hacerla
tocar tierra, vistiéndola con las variables y las condiciones que hemos decidido
incluir en la investigación de que se trata. Un objeto de estudio como –ponga-
mos por caso– "Análisis de la conducta de celos, medida a través de indicadores
de competencia, en grupos de amigos adolescentes en situación de realización
de una tarea conjunta guiada por un moderador adulto", sí que sería estudia-
ble sobre la base de su concreción y sus alusiones al mundo perceptible.
Sin perder de vista estas exigencias, el investigador tendrá que dar cuerpo al
objeto de estudio a través de dos operaciones que en el texto deslindaremos
pero que, en la práctica, a menudo son inseparables: la de�delimitación y la
de definición. Ambas operaciones tienen mucho que ver con el repertorio de
variables utilizadas en la investigación. De momento, afirmamos que una va-
riable es una propiedad del objeto de estudio que corresponde a una magnitud
o dimensión de medida y que, por lo tanto, puede ser cuantificada. En páginas
posteriores enriqueceremos esta caracterización elemental.
4.1.1. Delimitación
Ahora bien, con eso no tendríamos bastante. Tenemos que llenar de carne este
esqueleto; después de haber establecido la demarcación teórica y empírica de
este objeto de estudio, le tenemos que dar contenido.
4.1.2. Definición
Una de las exigencias que tendrá que satisfacer el investigador es descubrir qué
relación tienen entre sí estas variables –qué relación hay, pongamos por caso,
entre ser niña y exhibir más/menos lateralidad, entre la presencia/ausencia de
un adulto y el nivel de lateralidad exhibido, o entre la lateralidad mostrada en
la situación de comida y en la de manipular construcciones–.
© FUOC • PID_0018547 36 El proceso de investigación científica
• Podemos mostrar este análisis del objeto de estudio en forma tabular (ved
la tabla A), reservando las filas a las dos fases de constitución del objeto de
estudio y las columnas a los tres apartados de sujetos, conducta y ambiente
(S, C, A).
Dimensión de la investigación = S × C × A
Tabla B. Organización en forma tabular del objeto de estudio ''Lateralidad manual en situación
de aula y comedor escolar, mediante pruebas estandarizadas de manipulación, en niños/as de 6
o 7 años, uno de cuyos progenitores es zurdo y cuya tendencia respetan la familia y la escuela''
Por lo pronto, podemos clasificar las variables según los tres frentes de trabajo
del científico social que acabamos de mencionar: conducta, sujetos y ambien-
te.
3)�Variables�organísmicas,�endógenas,�internas�o�anatómico-fisiológicas,
situadas en el interior del organismo. Hay que subrayar que se trata de varia-
bles de carácter biológico, no cognitivas; aludimos a factores como el ritmo
cardíaco, la tensión muscular, la irrigación cerebral o un estado emocional
medido de manera objetiva (por ejemplo, a partir de la presión sanguínea o
de la conductancia eléctrica de la piel).
Tal vez sea ésta la clasificación más importante desde el punto de vista del
análisis de los resultados de una investigación.
Las variables extrañas son variables exteriores o ajenas a la relación buscada Un ejemplo ilustrativo
entre la variable independiente y la dependiente. Si, a pesar de todo, estos
Si buscamos la relación entre
factores los afectaran entonces constituirían variables extrañas, por más que iluminación ambiental y ca-
el investigador no deseara que entraran en juego en la investigación y, ahora lidad en la ejecución de una
tarea, claro está que no ten-
que no ha podido evitar su influencia, confundirán y tergiversarán el efecto dríamos que consentir que los
sujetos fueran afectados por
de la variable independiente "Iluminación ambiental" sobre la dependiente otras variables como el cansan-
"Calidad en la ejecución de la tarea". cio, el estado de ánimo, el rui-
do ambiental o la comodidad
del asiento, sin contar las cir-
cunstancias de su vida privada.
Ni que decir tiene que cuando una investigación está organizada sobre los
polos de las variables independientes y dependientes, las variables extrañas se
tienen que evitar. La forma básica de hacerlo es utilizar recursos de control que
permitan eliminarlas, neutralizarlas, bloquearlas, en fin, mantenerlas a raya
fuera de la investigación y, concretamente, fuera del experimento, ya que es
en el contexto de un experimento donde el control es coherente y es factible.
Lectura recomendada
Ensayos antecedentes-[Aprendizaje]-Proporción de errores
Para más información, po-
déis consultar la obra si-
guiente:
4.3.3. Variables según el grado de observabilidad
E. C. Tolman (1959). Princi-
ples of Purposive Behavior".
En: S. Koch (ed.). Psychology,
Las variables se pueden revelar directamente a la atención del científico, o a Study of a Science: Study I
indirectamente. En este segundo caso lo pueden hacer a partir de referentes (vols. 1-2). Nueva York: Mc-
Graw-Hill.
concretos o abstractos. Distinguimos, pues, entre:
Ya hemos hecho constar que una variable puede contener desde dos hasta
infinitos valores, posibilidad ésta última no muy útil para la ciencia social.
Pero una cosa son los extremos de las variaciones que tolera la variable y otra
cuántos valores puede tomar entre estos dos extremos. Con respecto a esta
última cuestión, nos encontramos con dos posibilidades generales: o bien la
variable puede asumir cualquier valor dentro de la estructura numérica en la
que se encuentra (los números naturales, los enteros, los reales, etc.), o bien
sólo toma algunos valores establecidos y significativos de cara a la medida.
En el primer caso hablamos de variables continuas; en el segundo, de variables
categóricas o politómicas.
Una definición general de medición –la operación que genera la medida– muy citada en
el universo de la ciencia social es la de Stevens, según la cual
Los números tienen que representar correctamente las relaciones métricas ca-
racterísticas de los objetos o acontecimientos a los cuales se refieren.
1)� Los� recuentos:� son� frecuencias� de� ocurrencia� de� los� acontecimientos
conductuales�o�de�sus�consecuencias. Por lo tanto, son una medida elemen-
tal, pero útil, dentro del ámbito de los números naturales, la cual no puede to-
mar valores negativos ni decimales. El recuento es una clase de medida omni-
presente en la investigación psicológica y social: una rata ha apretado 31 veces
la palanca que le dispensa alimento en una hora; un niño/a ha desobedecido
5 veces en una semana al/la maestro/a; un educador a distancia ha recibido 11
mensajes de duda después de haber publicado el enunciado de un ejercicio;
© FUOC • PID_0018547 45 El proceso de investigación científica
Seguramente no haya que añadir que la medida vaganótica corresponde en tér- Lectura recomendada
minos genéricos a los tests. Primero se establece la variabilidad en una muestra
Un texto donde se dan las
representativa de una población; por ejemplo, a partir de una valoración de nociones esenciales de todo
las respuestas a un cuestionario sobre la base del acierto/error o de otras bases. eso es el siguiente:
J. M. Johnston; H. S. Penny-
Una vez ajustada esta variabilidad a alguna distribución conocida, habitual-
packer (1980). Strategies and
mente la de la curva normal, se establece una escala para ella y se atribuye a Tactics of Human Behavioral
Research (cap. 4). Hillsdale
cada sujeto una puntuación fija, supuestamente representativa de un rasgo o (N. J.): Lawrence Erlbaum As-
configuración de rasgos invariable de personalidad o inteligencia. Si se realiza sociates.
Ejemplo
En este apartado analizaremos algunas disyuntivas con las que se pueden en-
contrar los científicos sociales.
• El�tamaño�de�las�unidades�utilizadas�o�el�nivel�de�análisis�adoptado.
Las diferentes situaciones de registro –de laboratorio o de campo– tienen
consecuencias con respecto al tamaño de los segmentos de realidad en los
que se fija el investigador. En este contexto distinguimos entre unidades
o segmentos molares y moleculares. Los primeros corresponden a com-
portamientos de una cierta duración, bien visibles, que son los que se pue-
den detectar y contabilizar en la calle, el hogar, la empresa, el hospital,
cuando no se disfruta de las ventajas técnicas de un laboratorio y se utili-
zan los significados culturales para analizar el flujo del comportamiento
(ejemplo: prestar atención, comunicar, interactuar). Los segundos, por el
contrario, constituyen respuestas de menor duración, más localizadas y,
por consiguiente, más imperceptibles, situadas en un nivel más analítico
© FUOC • PID_0018547 54 El proceso de investigación científica
• La�escala�de�medida�o�el�tipo�de�datos�que�se�utilizan. El experimenta-
dor tiende a trabajar con datos cuantitativos, o lo que es lo mismo, con es-
calas de medida físicas, de intervalo o razón (como el tiempo o la conduc-
tancia eléctrica). El científico observador, en cambio, se apoya en general
sobre datos cualitativos, es decir, sobre escalas nominales (clasificaciones,
sistemas de categorías) u ordinales (jerarquías, escalas de estimación, tests
clásicos). La justificación de este tipo de especialización radica en las po-
sibilidades de medida que ofrece el laboratorio, normalmente dotado de
más tecnología, frente a las que ofrece el trabajo de campo, más asociado
a la fineza perceptiva del observador o a herramientas artesanales (aunque
pueda disfrutar de recursos técnicos como la cámara, el teleobjetivo, el mi-
crófono de distancia o el seguimiento por radio).
Métodos�ob- Métodos�ex-
servacionales perimentales
1)�Validez�interna
control, como hemos dicho hace poco. Sin embargo, una investigación obser-
vacional, que como también hemos establecido, suele tener carácter idiográfi-
co, puede llegar a generalizar inductivamente, paso a paso, construyendo, por
así decirlo, la forma general de un fenómeno a partir del sistema de semblan-
zas y diferencias extraído del estudio de diversos casos.
2)�Validez�externa
El investigador social puede elegir entre ser más objetivo y distante con res-
pecto a los individuos que estudia, sin establecer ninguna relación personal
con ellos, o ser más subjetivo (en diferentes sentidos que enseguida precisa-
© FUOC • PID_0018547 59 El proceso de investigación científica
remos) interactuando con ellos. Otra manera de formular esta oposición, par-
cialmente ligada a la anterior, es distinguir entre aquellas opciones metodo-
lógicas que prescinden de la información verbal que suministra un sujeto, o
sólo la tienen en cuenta desde el punto de vista del investigador, y aquellas
otras que lo asumen hasta las últimas consecuencias. De hecho, este dilema se
puede descomponer en tres subdilemas o subdimensiones, que presentaremos
de manera esquemática: subjetivo-objetivo, propiamente dicho; ético-émico;
y no participante-participante.
Objetividad e intersubjetividad
Como hemos visto, la capacidad que tienen los seres humanos de comunicar
sus estados de ánimo y sus juicios sobre el mundo y la gente les permiten,
como sujetos de la investigación, dar su propia versión de los temas de estu-
dio que aborda el investigador. Esta capacidad puede suponer un problema
para este investigador o, al contrario, darle recursos añadidos a los de la me-
todología estándar. El científico social dispone, en correspondencia, de dos
aproximaciones posibles, la émica y la�ética. Los términos "ético" y "émico"
son abreviaturas de los ingleses "phonetics" y "phonemics", los cuales aluden,
respectivamente, a la caracterización puramente física de los sonidos de una
lengua y a su caracterización según la segmentación significativa que hace
el usuario. A partir de aquí se puede aprovechar esta distinción para disociar
estas dos maneras de definir las unidades del comportamiento y/o estas dos
perspectivas del científico:
puede ser más formal o más informal, más superficial o más profunda, tal co-
mo pasa en las entrevistas. Se trata de una observación híbrida: tiene elemen-
tos de experimentación, ya que el observador interviene sobre el sujeto, puede
manipularlo de alguna manera a través de las preguntas o el diálogo; pero su
interés por el punto de vista de este mismo sujeto lo aleja del método experi-
mental. Por lo tanto, en general corresponde a la perspectiva émica; es de he-
cho su condición necesaria: sin observación participante, sin interactuar con
el sujeto, difícilmente se puede conseguir una interpretación desde el punto
de vista de los individuos observados.
Un ejemplo
Un sujeto activo, un agente, quiere conseguir unos efectos sobre el ambiente Referente versus intención
físico o social a través de sus actos. Y se representa estos efectos como metas de
Por ejemplo, en la perspectiva
su comportamiento. Ésta es una vertiente del significado, su vertiente funcio- de un observador externo, una
nal�o�intencional. Pero este mismo agente actúa condicionado por aconteci- persona abre la puerta de su
casa porque ha sonado antes
mientos previos que lo han movido a actuar, dando respuesta a las circunstan- el timbre (referente) y con el
fin de poder ver quién hay tras
cias que lo rodean. Ésta es la vertiente referencial�o causal�del significado. la puerta o para dar paso a la
persona esperada (intención o
función).
En interacciones comunicativas auténticas el vaivén de significados se puede
complicar. Si saludamos a alguien conocido que pasa por la acera de enfrente,
es posible que un taxista interprete que lo queríamos parar. Nuestro conoci-
do interpreta correctamente nuestro saludo y responde adecuadamente, pero
el taxista se constituye como receptor (sin serlo) y asigna a nuestro acto un
significado que nosotros no deseábamos darle. Por lo tanto, en cualquier in-
teracción social circulan como significados:
© FUOC • PID_0018547 63 El proceso de investigación científica
Un motorista
Fuente: R. Harré; P. F. Secord (1972). The Explanation of Social Behaviour pág. 101 y 105).
Oxford: Blackwell.
Niveles�o�unidades�molares Niveles�o�unidades�moleculares
Son más adecuados a los estudios observacio- Son más adecuados a los estudios experimen-
nales. tales.
Son realizados por un sujeto integral. Son ejecutados por un cuerpo o parte del
cuerpo.
Resumen
Síntesis�final:�las�diferencias�entre�métodos�cuantitativos�y�cualitativos�no
excluyen�su�complementariedad�o�integración
Métodos�cuantitativos Métodos�cualitativos
Suelen optar por la simplificación o reducción Suelen optar por la construcción de objetos de
del objeto de estudio. estudio más densos y complejos.
Prefieren habitualmente las estrategias nomo- Prefieren habitualmente las estrategias idiográ-
téticas. ficas.
Utilizan generalmente las estrategias experi- Prefieren las estrategias observacionales, y re-
mentales y, por lo tanto, buscan relaciones nuncian casi siempre a la búsqueda de relacio-
causales o, al menos bidireccionales. nes causales, optando por el establecimiento
de relaciones globales.
Suelen buscar validez interna y de replicación, Suelen buscar validez de aplicación y ecológi-
no validez de aplicación y ecológica. ca, no validez interna o de replicación.
Sin embargo, ya hemos subrayado repetidamente que cada método, con todas
sus características y peculiaridades, está acoplado al objeto de estudio al que se
aplica, y viceversa. Por lo tanto, una lista de rasgos como la que acabamos de
presentar no queda solo en este nivel de abstracción, sino que se puede referir
y concretar en una serie de objetos de estudio que son típicos o propios de los
métodos cuantitativos, y otros que lo son de los cualitativos.
T. D. Cook; C. S. Reichardt (1986). Hacia una superación del enfrentamiento entre los
métodos cualitativos y los cuantitativos". En: T. D. Cook; C. S. Reichardt (eds.). Métodos
cualitativos y cuantitativos en investigación evaluativa. (pág. 29). Madrid: Morata.
Ante procesos tan complejos como los del comportamiento y los de las socie-
dades humanas, renunciar a alguno de los instrumentos y recursos que permi-
ten abordarlos es una estrategia poco razonable. La combinación e integración
de metodologías en el ámbito de las ciencias sociales es una de las promesas
que brinda su futuro.
© FUOC • PID_0018547 71 El proceso de investigación científica
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