Está en la página 1de 2

¿Existen los extraterrestres?

Por Marcos Schultz


Dicen que lo de los extraterrestres empezó cuando un joven conocido como
Fernando Feorisky se levantó una mañana de sábado con una gripe muy pesada.
La noche anterior se había bañado antes de acostarse y el pelo se le secó
parado por todos lados. Al levantarse notó que tenía algo seco debajo de la
nariz, babas pegadas al cachete, y un ojo todavía medio cerrado. La primera que
lo vio fue su hermanita quien todavía no se había puesto sus anteojos. Al ver a
su hermano en esas condiciones no lo reconoció así que pensó lo peor y soltó
un gritote: “SOCORRO— ¡UN EXTRATERRESTRE!”
Ahora, un poco más en serio, el universo es demasiado grande y podemos
presumir que sí existe la posibilidad de extraterrestres. La Biblia no dice en
ningún lado abiertamente que no. Piensa en esto: Dios es un Dios de grandes
sorpresas. El llama a sus sorpresas “misterios”. Fue una sorpresa que creara un
mundo como este y sin dudas sigue siendo un misterio como exactamente lo
hizo. Sin dudas que nosotros no lo esperábamos. Fue una sorpresa para muchos
que El decidiera salvar al mundo por fe, en vez de por obras como portarse bien
o la circuncisión. Fue una completa sorpresa que nosotros pudiéramos ser de la
familia de Dios siendo que antes se pensaba que sólo los judíos tenían el
derecho. Y si quieres una todavía más difícil de entender, la sorpresa más súper
sorprendente es la de Colosenses 1:27—que cuando aceptamos el señorío de
Cristo Jesús en nuestra vida Él viene literalmente a tomar residencia dentro de
uno. ¡Guau! ¡Eso si que est á poderoso!
Lo que sí podemos saber con confianza es que si Dios hizo otros seres también
Dios los ama. Así es Dios, no hay escape. Dios es el gran amador. El te ama a ti
tal como eres y dime una cosa ¡Esto sí es algo! Y tantito peor— ¡aun a mí me
ama, aunque conoce toda la lista larga de mis puntos malos! Dios es amor. Es su
naturaleza, es su carácter, es su esencia. Si hizo un pueblo de marcianos en
algún otra galaxia más allá, El les ama muchísimo.
¿Quién le puede decir a Dios que no tiene permiso de crear otras razas u otro
tipo de seres en otro planeta? Pero te digo algo: Más allá del gato que apareció
debajo de mi cama, pruebas todavía no hay. Así que no me parece que tenemos
que preocuparnos tanto en que si hay o no hay extraterrestres. Este planeta ya
está lleno de gente tan diferente a nosotros, que parecen ser de otro mundo. Te
cuento de unos: Los Yuraps de Papua Nueva Guinea se agujerean la nariz y la
adornan con plumas. Los Amals hacen lo mismo, pero con huesos. Si ves a un
Iteri con colmillos de jabalí (puerco silvestre) en la nariz, ¡ten cuidado! Si las
puntas van hacia abajo—como un bigote—sólo significa que el varón es buen
cazador—mató a un jabalí. Pero si los colmillos apuntan hacia arriba—quiere
decir que ese varón mató a un enemigo, se lo comió y te puede comer a ti. Para
declararse a una mujer el Hanunoo de las Filipinas canta a ella. Si ella regresa el
canto, acepta su ofrecimiento de matrimonio. Los Yanomamös aplican “pica
dientes” en sus mandíbulas y cachetes. Los Asaros “loderos” hacen máscaras del
lodo y las usan en sus danzas para inspirar temor a los espíritus, y se pintan el
cuerpo entero de lodo. Los Yahuas de Perú pintan sus caras con la sangre de sus
víctimas... Los Boras usan una falda que se fabrica de la corteza de un árbol,
mientras los varones Inarus fabrican un taparrabo de las alas de los murciélagos.
(¿Serán ellos los “Batman” originales?)
Estas personas sí nos deben de interesar más que los marcianos y extraterrestres
porque Dios nos ha dado la orden de llevarles el mensaje de la vida. Sin ello,
ellos nunca tendrán una esperanza. Sin ello, ellos morirán con la carga de sus
pecados encima. Sin ello, no tendrán ni la más mínima esperanza de la vida
abundante que proviene de la presencia de Cristo en nuestro planeta personal.
¿Extraterrestres si o no? Ya veremos. Por ahora nos toca hacer lo que nos
corresponde.

También podría gustarte